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Estudios de Asia y África

versão On-line ISSN 2448-654Xversão impressa ISSN 0185-0164

Estud. Asia Áfr. vol.54 no.2 Ciudad de México Mai./Ago. 2019

https://doi.org/10.24201/eaa.v54i2.2427 

Reseñas

E. K. Strzelecka (2017). Mujeres en la Primavera Árabe. Construcción de una cultura política de resistencia feminista en Yemen. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas. 346 pp.

Itzel Pamela Pérez Gómez* 

*El Colegio de México

Strzelecka, E. K.. 2017. Mujeres en la Primavera Árabe. Construcción de una cultura política de resistencia feminista en Yemen. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 346p.


Algunos de los conflictos actuales en Medio Oriente tienen su raíz en las protestas populares iniciadas en 2011 y cuyas consecuencias, para algunos países, resultaron en devastadoras guerras civiles. Tal es el caso, por ejemplo, de Siria, Libia y Yemen. Al reportar estos fenómenos sociales se observa que la atención al conflicto se centra en el análisis desde una perspectiva institucional, estructural o de naturaleza periodística, y que carece de perspectiva de género.

En este contexto, la obra de Ewa Strzelecka viene a llenar un vacío en la investigación, ya que se aproxima al problema desde el estudio de los cambios y las relaciones de género con una perspectiva social de primera mano. Su obra da voz a las mujeres activistas, uno de los grupos históricamente silencia dos y cuyo papel en los cambios políticos y sociales está subvalorado. El caso de las mujeres yemeníes ocupa a la autora y permite al lector conocer, por un lado, la cultura política de resistencia feminista1 en Yemen, gestada antes de 2015, y, por otro, cómo esta cultura, a través de las activistas, ha tomado parte en el proceso de cambio de régimen del país a partir de las protestas iniciadas en 2011.

Uno de los elementos que enriquece esta publicación es el trabajo de campo. Strzelecka dedica el primer apartado a explicar su interés por el tema (derivado de su primera estancia en Yemen en 2007; p. 34) y la importancia de realizar un estudio etnográfico sobre las mujeres yemeníes. Resalta que el objetivo último es romper con la victimización de las yemeníes ante los ojos occidentales y desmitificar la idea de Yemen como país terrorista y estancado en términos políticos. Mediante entrevistas realizadas a las activistas y a profesionales que trabajan temas de género en organizaciones no gubernamentales, organismos internacionales e instituciones estatales, Ewa Strzelecka provee al lector de una colección de historias de vida de mujeres del país que se involucraron en la política con miras a transformarlo desde antes de las protestas de 2011.

Sin embargo, la autora va más allá del papel de las mujeres en los recientes acontecimientos. En el segundo apartado presenta la historia del país desde el antiguo reino de Yemen, el reino de Saba entre los años 750 a.e.c y 115 a.e.c, su integración al Imperio musulmán en el 628, la época colonial (1839-1967), su división en Yemen del Norte y Yemen del Sur (1967-1990) hasta su unificación en la República Árabe de Yemen y las dinámicas políticas contemporáneas que gestaron las protestas de 2011.

No obstante, el capítulo cuenta la historia desde una perspectiva femenina, primero, al consultar fuentes historiográficas escritas por mujeres árabes, y segundo, al destacar el papel de ellas en los diferentes periodos históricos del país mediante la presentación de datos relativos al involucramiento económico y político de las mujeres y el avance en la concesión de sus derechos. Este capítulo provee al lector de información útil para entender la cuestión de las mujeres en Yemen y revela temas a tomar en cuenta para los interesados en asuntos de género en la región de Medio Oriente y Norte de África: formación de la identidad, lucha de resistencia, empoderamiento y acción política femenina. Identifica las protestas de 2011 como una oportunidad para las mujeres de incidir en los procesos de cambio y negociar sus derechos y libertades y destaca el papel activo desde los inicios de las protestas tanto en el liderazgo como en el apoyo al movimiento. Sugiere que un análisis de las dinámicas de género requiere de análisis social y cultural. Por ello dedica el tercer apartado al estudio de la formación y la educación de las mujeres yemeníes desde su contexto cultural. Al respecto, dice que son producto de su exposición a las ideas de la democracia liberal y a las del fundamentalismo religioso. Strzelecka centra el capítulo en el análisis de estas últimas y concluye, por un lado, que las mujeres participan en los movimientos con base confesional y ayudan al mantenimiento del sistema patriarcal y, por otro, que las mujeres denominadas liberales y progresistas son las más afectadas por estos movimientos; sin embargo, son a su vez uno de los colectivos que más han resistido.

Dentro de esta resistencia, el capítulo discute las diferentes posturas que las activistas tienen respecto del papel de la mujer dentro del islam y la compatibilidad de éste con la lucha de resistencia femenina. El feminismo islámico aparece como elemento vital para entender las dinámicas de empoderamiento femenino en Yemen. En este sentido, la autora presenta el proyecto Women’s Rights in Islam como un ejemplo de la forma en que las ideas del feminismo islámico en Yemen estimulan la agencia y contribuyen al empoderamiento de las mujeres. Este capítulo provee al lector de un panorama cultural para entender la formación de las activistas yemeníes y destaca cómo no había un verdadero movimiento de mujeres yemeníes, sino que, más bien, eran organizaciones no gubernamentales de mujeres que llevaban a cabo actividades aisladas y pocas veces trabajaban juntas como movimiento político en pro del desarrollo de proyectos de género. Se lleva al lector a la reflexión sobre la toma de conciencia femenina respecto a los conflictos de intereses entre ambos géneros, y sobre la importancia de reforzar la unidad de las mujeres en pro de una agenda de género común.

En el cuarto apartado, Strzelecka presenta los cambios ocurridos en Yemen a favor de la unidad del movimiento de mujeres en el ciclo 2011-2014. Toma este último como un periodo de madurez en el movimiento respecto al entendimiento del tema de género y su toma de conciencia como agentes dentro de un proceso de cambio. Por un lado, presenta las entrevistas a dos de las activistas involucradas desde su inicio en las protestas en contra del gobierno de Ali Abdullah Saleh en 2011, Muna y Fausiya, como representantes de la toma de conciencia y culminación de una cultura política de resistencia feminista y del deseo de las activistas yemeníes de redefinir la cultura dominan- te patriarcal que restringe los derechos y las libertades de las mujeres. Por otro lado, muestra la Red Watan Coalition: Women for Social Peace como un intento unificador de los movimientos de mujeres en una agenda feminista común con miras a involucrarse en el proceso de transición gubernamental. Con la lectura de este capítulo, el lector puede identificar un punto de inflexión en la historia de la lucha feminista en Yemen causado por las protestas de 2011, y a partir del cual se identifica el surgimiento de un movimiento unido de activistas cuya participación en el proceso de reconstrucción política de su país es vital para su madurez.

El quinto apartado se enfoca en revisar cómo ha sido esta participación y explora el liderazgo de las mujeres en la organización de las marchas en contra de Ali Abdullah Saleh. Destaca que su participación en las protestas representó un acto transgresor a las normas culturales y un desafío al sistema patriarcal que domina Yemen, y que dio visibilidad a este grupo históricamente invisible. Menciona los brotes de violencia en contra de las activistas, primero, como muestra de la oposición hacia el movimiento y su agenda de género dentro de la política, y segundo, como un elemento que fortalece y moldea la identidad de protesta particular del colectivo femenino.2 El capítulo ayuda a identificar la transición política en Yemen como un momento histórico crucial que permitió a las mujeres colocar en la mesa de debates temas de su agenda, entre los que destacan sus derechos humanos, su liderazgo político y la justicia social. Mediante una cuidadosa lectura, el lector puede identificar que la transición fomentó la unión entre los movimientos de mujeres en Yemen. Las dos conferencias multitudinarias realizadas en 20123 permitieron al movimiento definir sus prioridades como frente único y unido para, posteriormente, ser incluido en las discusiones de la Conferencia del Diálogo Nacional (18 de marzo de 2013-25 de enero de 2014; p. 245) junto con otros grupos de poder político con miras a la construcción del nuevo Estado yemení.

En el último apartado, Strzelecka resume las ideas principales de cada capítulo y concluye que son las condiciones de respeto al proceso democrático las que han permitido a las mujeres alzar la voz y colocar su agenda política en las discusiones políticas de la transición. Además, plantea interrogantes sobre el futuro del movimiento de mujeres ante la situación de caos y violencia que trajeron consigo las protestas.

Esta obra facilita la comprensión del papel de las mujeres yemeníes como activistas políticas en el proceso de cambio de régimen y reconstrucción política que dio inicio en ٢٠١١. Las entrevistas y las historias de vida de las principales lideresas en las protestas ayudan a pensar el conflicto en Yemen desde la perspectiva de la sociedad civil con voz femenina, perspectiva que no se encuentra en la prensa o en otros estudios centrados en actores internos y externos desde una perspectiva masculina.

El estilo de la redacción liga los capítulos de manera fluida, plantea objetivos claros, contextualiza adecuadamente y lleva de la mano al lector por cada paso necesario para el entendimiento completo del argumento principal. El valor de la obra está en el trabajo de campo realizado, tarea ardua debido a la limitación del lenguaje, al difícil acceso a algunas partes del territorio yemení y a la complicación metodológica que implica realizar un estudio etnográfico de corte feminista. Este último puede dar entrada a la subjetividad y a ideas preconcebidas sobre conceptos “feministas” occidentales que podrían no ser compatibles o entenderse de manera distinta en el contexto cultural yemení.

En el libro, sin embargo, se emplean conceptos cuya definición no se problematiza. Palabras como “democracia”, “Primavera Árabe”, “feminismo” y “sharia” se utilizan frecuentemente sin indicación sobre cómo Strzelecka los define, o bien sin reconocer la complejidad de dar una definición tajante. Por otro lado, si bien se reconoce que la violencia en Yemen es un obstáculo para la implementación de una agenda de género, hubiese sido útil abundar sobre esta cuestión y destinar un capítulo al análisis de los obstáculos y los retos a los que se enfrenta el movimiento de mujeres yemeníes.

Sin duda, este libro es un gran aporte a los estudios de la mujer como agente de transformación política y social y pone en el mapa al colectivo de mujeres para ser considerado un actor en el análisis de los movimientos sociales y de los procesos de construcción política.

1Se destaca que este concepto no es lo mismo que un movimiento feminista. Más bien es anterior al seguimiento de un movimiento feminista, y lo define como la toma de conciencia de mujeres y hombres sobre los sistemas de opresión de género que se manifiesta en los modos de pensar y en las acciones de resistencia y subversión de las personas hacia dichos sistemas (p. 18).

2El colectivo femenino se ha tenido que enfrentar a una doble opresión, la del gobierno de Saleh y la de los activistas masculinos que militan en el movimiento antigubernamental, del cual también ellas son parte (p. 243).

3La primera fue organizada por la Unión de Mujeres Yemeníes (Yemeni Women’s Union, YWU) el 7 de marzo de 2012, y la segunda fue la Conferencia Nacional de las Mujeres Yemeníes, celebrada el 19 y el 20 de marzo del 2012 (p. 245).

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