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Historia mexicana

versión On-line ISSN 2448-6531versión impresa ISSN 0185-0172

Hist. mex. vol.73 no.4 Ciudad de México abr./jun. 2024  Epub 22-Abr-2024

https://doi.org/10.24201/hm.v73i4.4525 

Reseñas

Sobre Emma Julieta Barreiro y Bernd Hausberger (coords.), Mexiko: presencia y representación en las publicaciones en lengua alemana entre 1914 y 1945

Anke Birkenmaier1 

1Indiana University

Barreiro, Emma Julieta; Hausberger, Bernd. (coords.), Mexiko: presencia y representación en las publicaciones en lengua alemana entre 1914 y 1945. Ciudad de México: El Colegio de México, 2021. 302p. ISBN: 978-607-564-251-2.


México siempre ha ejercido una fascinación notable sobre los viajeros europeos que llegaron a visitarlo, como también sobre los lectores que se imaginaban el país a través de sus escritos. Desde las Cartas de relación de Hernán Cortés hasta el libro de memorias A visit to Don Otavio (1953) de la inglesa nacida en Alemania Sybille Bedford, muchos escritores viajeros han evocado al país y sus habitantes a la vez como encantador y sobrecogedor, hostil y enigmático. Sabemos, por supuesto, lo parciales que son los relatos de viaje. Al representar el país visitado y su población desde un punto de vista panorámico, el que mira controla el relato sobre el otro país de una manera que no confiere voz o agencia propia a los demás y oblitera esta zona de contacto sobre la cual Mary Louise Pratt escribiera en su libro Ojos imperiales.1. Por otra parte, como ha analizado Ottmar Ette, la literatura de viaje es movediza, articula un desplazamiento del autor y una expansión de horizontes que para bien o para mal la hace representativa no sólo de la era de la expansión imperial, sino de nuestra era globalizada.2

La antología Mexiko: presencia y representación en las publicaciones en lengua alemana entre 1914 y 1945 añade dimensiones importantes a la discusión sobre el lugar de México en la imaginación colectiva alemana en un momento cuando muchos pensaban que Alemania iba a tener un papel global decisivo. Como argumentan los editores Emma Julieta Barreiro y Bernd Hausberger, de hecho, hubo una coincidencia de acontecimientos transformadores paralelos: ese periodo incluyó las contiendas de la revolución mexicana y su institucionalización, el fin del Imperio austrohúngaro y el nacimiento de Austria y otros países vecinos, y en Alemania, el fin del imperio alemán, la República de Weimar y el Tercer Reich.

Las aportaciones de este volumen son varias: los diez autores reunidos en él, muchos de ellos autoridades ya establecidas en el estudio de las relaciones méxico-alemanas, han rescatado y analizado una multitud de textos olvidados en Alemania y Austria y desconocidos en el ámbito hispanoparlante, entre ellos las crónicas literarias sobre México del conocido periodista austríaco Egon Erwin Kisch. A ello se añaden estudios puntuales de la prensa alemana y austríaca del periodo, los cuales ofrecen un sentido más generalizado de la importancia relativa que tuvo México en órganos de prensa de orientaciones políticas diferentes. Es una aproximación que privilegia la historia material y cuantitativa de la imprenta, ofreciendo como contexto importante el hecho de que el mercado de las imprentas, tanto de libros como de periódicos, fue grande durante este periodo, con tasas muy mayoritarias de alfabetización entre los germanoparlantes de Europa y un promedio de un periódico por cada 113 habitantes. Como explican los editores, el interés alemán por México tiene que ver con varios factores: México se había convertido ya desde el siglo XIX en un espacio exótico de aventuras, y por otra parte, hubo intereses económicos, todo lo cual resultó en la publicación de novelas históricas durante el tiempo en cuestión, como también de libros mexicanos traducidos. Es notable, como consecuencia quizá de este interés alemán parcial por México, que el volumen incluya discusiones de algunas obras de menor categoría que representan puntos de vista hoy considerados como estereotipados y hasta racistas. Pero, como dicen los editores mismos en su introducción: “no por eso estos imaginarios son irrelevantes. Con su contenido se puede lidiar, pero al tildarlos únicamente de falsos, románticos o denigrantes no se alcanza a abarcar su importancia, porque es por ellos como México se inserta en un mundo cada vez más globalizado” (p. 11).

Los primeros tres capítulos investigan la prensa en lengua alemana sobre México. El capítulo de Bernd Hausberger sobre la prensa diaria austríaca entre 1910 y 1920 aprovecha una base de datos para hacer una investigación exhaustiva sobre la cobertura de los hechos de la revolución mexicana en Austria, de la cual resulta que hubo muy poca comprensión o interés por la dinámica interna de dicha revolución en este momento. El segundo capítulo, de Stefan Rinke, sobre la prensa católica y liberal alemana, resalta que el interés por la Guerra Cristera tenía menos que ver con un interés genuino por el país que con puntos de identificación entre católicos alemanes y mexicanos, y los recuerdos alemanes de una confrontación similar en la Alemania de Bismarck, el llamado Kulturkampf entre el Estado y la Iglesia católica. El capítulo de Raúl Nivón-Ramírez sobre la cobertura dada en el órgano oficial de los Juegos Olímpicos, la Olympia Zeitung, a la delegación mexicana en los Juegos Olímpicos de Berlín (1936), nos informa por su parte que por los intereses alemanes comerciales en México hubo guiños hacia los mexicanos, pero que el tema de México nunca cobró verdadera importancia. A partir de ahí, el volumen se mueve más hacia estudios sobre relatos de viajes, varios de ellos escritos por autores nacionalsocialistas. El ensayo de Ricardo Pérez Montfort nos presenta a un personaje relativamente desconocido que podría haber salido de una novela de Roberto Bolaño: exitoso en su momento entre la juventud alemana, Nils Per Imerslund era un noruego homosexual y nazi, criado en Alemania y luego trasplantado con su familia a México. Su libro de memorias, Das Land Noruega. Erlebnisse in Mexico, un relato de aventuras publicado primero en alemán y luego en noruego, propuso la superioridad del modelo noruego, asociado con la fortaleza, la sabiduría y la pasión por encima de las de la población local, y tuvo un relativo éxito editorial en Alemania. Adrián Herrera Fuentes en su capítulo sobre dos viajeros nazis, Josef María Frank y Colin Ross, constata que se trataba en sus dos libros de viaje, Der Balkan Amerikas (1937) y Mexiko ist anders (1938), de textos propagandísticos con visiones maniqueas sobre el México posrevolucionario como hogar de un pueblo indígena por fin liberado y a la vez expuesto al avance de la ideología soviética. Por otra parte, el ensayo de Karla Sánchez Félix indaga sobre las maneras como Egon Erwin Kisch, un periodista judío vienés, se arraigó, durante su exilio en la ciudad de México, y hasta adoptó la crónica literaria mexicana como modelo en su escritura. Sánchez Félix habla de su “codigofagia” al describir el libro más importante de Kisch durante esta época, Descubrimientos en México, y reflexiona sobre su manera de poner en diálogo las aspiraciones y convenciones periodísticas europeas y mexicanas de entonces. Los capítulos de Dietrich Rall sobre libros de viajes escritos por alemanes sobre la península del Yucatán, y de José Enrique Covarrubias sobre los libros de viaje de dos mujeres escritoras alemanas, Orla Holm y Marianne West, añaden aún más a la cantidad ya considerable de relatos alemanes de viajes por México en los primeros 30 años del siglo XX. El capítulo de Stefan Beyer compara estrategias narrativas de varios escritores alemanes e ingleses, tales como Gustav Regler, Bodo Uhse, Anna Seghers, D.H. Lawrence, Malcolm Lowry y Aldous Huxley sobre México para apuntar que entre ellos siempre se mezclaban el disgusto por una parte por la monotonía y extrañeza del paisaje, con la admiración por lo que llaman el encanto mágico del país. Sobre todo, sin embargo, Beyer nota la dificultad de traducir impresiones de una flora y fauna desconocidas en Europa. El último capítulo de este volumen procede del análisis de más de 30 libros de viaje sobre México publicados entre 1920 y 1945, y se centra en dos obras ilustradas; de Emil Landenberger, Wanderjahre in Mexiko (1925), y de Alfons Goldschmidt, Auf den Spuren der Azteken (1927). Las autoras estudian maneras de tipificar, en el texto y en la imagen, ideas de lo mexicano, tales como en el retrato, la escena costumbrista, el paisaje y la cultura como motivo, y concluyen que, aunque estos relatos presentan ficciones muy personales de viajes, logran establecer a través de las ilustraciones un diálogo con los mexicanos con quienes estuvieron en contacto.

En una investigación anterior sobre los libros de historia alemanes del siglo XIX que trataban sobre el México antiguo, había analizado lo que entonces llamaba los “guiones del colonialismo” seguidos por los alemanes en su interés por la conquista de México por los españoles.3 En particular en las representaciones visuales de aquellos libros se veía la fascinación con un paisaje mexicano evocado como sublime, sentimiento que a veces se extendía hacia los habitantes del país también. La comparación de las publicaciones de las primeras décadas del siglo XX con aquellas publicaciones populares anteriores me hace pensar que lo que cambió a partir de la expansión imperial de Alemania y el establecimiento de contactos y viajes más seguidos con México, no fue sólo el grado de conocimiento mutuo sino la pérdida de empatía, o quizá de generosidad en la aproximación al otro país. Hacen falta investigaciones minuciosas como las presentadas en este volumen para documentar los cambios de tono en las percepciones culturales entre México y Alemania, en una era histórica tan grave como lo fue la de las dos guerras mundiales.

1Mary Louise PRATT, Ojos imperiales. Literatura de viajes y transculturación, México, Fondo de Cultura Económica, 2010.

2Ottmar ETTE, Literatura en movimiento. Espacio y dinámica de una escritura transgresora de fronteras en Europa y América, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2008.

3Anke Birkenmaier, “Introducción. Versiones de Moctezuma. México en la imaginación histórica del siglo XIX”, en Oswald Spengler, Moctezuma. Un drama (1897), Madrid, Iberoamericana-Vervuert, 2020, pp. 19-45.

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