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Historia mexicana

versión On-line ISSN 2448-6531versión impresa ISSN 0185-0172

Hist. mex. vol.73 no.3 Ciudad de México ene./mar. 2024  Epub 22-Ene-2024

https://doi.org/10.24201/hm.v73i3.4465 

Reseñas

Sobre Karen Racine y Graham Lloyd (eds.), The Journal of James A. Brush. The Expedition and Military Operations of General Don Francisco Xavier Mina in Mexico, 1816-1817

Jorge Alejandro Díaz Barrera1 

1El Colegio de México

Racine, Karen; Lloyd, Graham. (eds.), The Journal of James A. Brush. The Expedition and Military Operations of General Don Francisco Xavier Mina in Mexico, 1816-1817. Albuquerque: University of New Mexico Press, 2020. 265p. ISBN: 978-826-362-131.


La celebración académica del bicentenario de Xavier Mina y su expedición a Nueva España (1817), que se celebró en torno a 2017, reconcentró el interés por la vida y obra del navarro,1 así como en su historiografía.2 En este contexto intelectual se inscribe la edición crítica, anotada y complementada con documentos del diario de “viaje” y operaciones militares que escribió el escocés James A. Brush, quien fue comisario general de la división de Mina; debemos este valioso trabajo a los investigadores Karen Racine y Graham Lloyd. Sin lugar a dudas, la edición y publicación en su lengua original de este diario manuscrito -de primera mano-, que se halla en The Huntington Library (San Marino, California),3 es uno de los grandes aportes al conocimiento que arrojó el bicentenario de la expedición de Mina. En las siguientes líneas voy a exponer su relevancia.

La primera obra que se publicó sobre las acciones de Mina en México fue la del estadounidense William Davis Robinson, Memoirs of the Mexican Revolution (1820); su traducción al español se imprimió en Londres en 1824, y desde entonces ha tenido varias ediciones en Estados Unidos, Francia, España y México.4 Quizá por ello las Memoirs de Robinson han influido notablemente en las narrativas de los siglos XIX, XX y XXI, sobre la incursión de la división de Mina. Además, este libro es considerado como uno de los primeros relatos historiográficos sobre la guerra de independencia mexicana escrito por un “extranjero” contemporáneo a los hechos.5 Y, debido a sus apreciaciones de las costumbres y la geografía novohispanas, se le incluye en la extensa literatura de viaje (travel literature) del mundo atlántico, cuyos autores fueron viajeros y testigos (traveler/witnesses) de las revoluciones del último cuarto del siglo XVIII y principios del XIX.6

A su vez, Robinson se vio considerablemente influido por el estilo, contenido, estructura y espíritu revolucionario del “Journal of the Expedition … of General D. F. Xavier Mina…” que escribió el comisario general James A. Brush, aunque cabe señalar que el norteamericano también empleó otras fuentes. Racine y Lloyd recuerdan que Robinson y Brush se encontraron en Estados Unidos alrededor de 1820, en donde forjaron amistad y el primero se benefició ampliamente del manuscrito del segundo (p. 13). El “Journal…” de Brush es menos conocido, y sólo referido indirectamente por Robinson. Pues todavía en 2003 la investigadora Virginia Guedea echó de menos la localización y consulta del manuscrito para complementar su estudio introductorio a la obra de Robinson.7 Y fue hasta 2011 cuando se publicó por primera vez una versión traducida al español, a cargo de Manuel Ortuño.8 La cuidadosa edición del “Journal…” de Brush, que Racine y Lloyd nos presentan, le permite al investigador y al público interesado entrar en contacto con la lengua y el pensamiento de un autor cuya obra, además de ser un eslabón olvidado -por no decir perdido- de la historiografía mexicanista de independencia y de los relatos de viajeros del siglo XIX, es de gran importancia para entender y repensar la significativa misión en la que se embarcó Mina entre 1816 y 1817.

Brush nació en Escocia en 1780, se enlistó en el ejército británico en 1805 y sirvió en varias batallas de la guerra de independencia de España entre 1808 y 1813; en 1815 se retiró del servicio. Como refieren Racine y Lloyd, además, “parece haber tenido una conexión comercial y familiar con Liverpool y la isla de Amelia en Florida” (p. 12). En 1816 fue uno de los comerciantes que pertenecieron al “núcleo de colaboración” que lord Holland coordinó desde Londres para apoyar la expedición de Mina.9 Posteriormente, en abril de 1816 Brush se embarcó junto con Mina en el Caledonia, en Liverpool, con destino a América. Fue un sobreviviente de la división y salió de Nueva España en 1819; en 1820 ya había concluido la redacción del “Journal…”. Para valorar la importancia del texto y de la edición que aquí presento, voy a ensayar una aproximación a partir de tres aspectos: 1) la edición y forma de la obra, 2) la percepción de Brush sobre la guerra de independencia novohispana, y 3) su importancia para la construcción de la narrativa sobre Mina.

1) El “Journal…” de Brush es una fusión, bien lograda -con sus erratas y simplificaciones-, del diario de un experimentado militar con las anotaciones de un agudo viajero y comerciante. Los editores, si bien modernizaron el texto, respetaron su estructura en párrafos cortos, así como las expresiones en español que el autor empleó y encontró significativas.10 Nuestro comisario general cabe muy bien en los conceptos que Johanna von Grafenstein ha empleado para analizar la obra de Robinson, pues Brush escribió para un público exterior a la monarquía española, con el fin de relatar la participación de la división de Mina en la guerra novohispana y ofrecer una visión del conflicto entre españoles, “criollos” e indios. De modo que fue un “viajero, actor y testigo” de la revolución “mexicana”. Pero también aprovechó la incursión para hacer anotaciones sobre la geografía, el paisaje y los recursos de las provincias, pueblos y haciendas que pisó (la isla de Galveston y algunas locaciones de Tamaulipas, San Luis Potosí, Zacatecas, y Guanajuato). Lo cual hace de su diario parte de la “literatura de viajes” del siglo XIX; fue un “heraldo del capitalismo” (herald of capitalism) que tomó registró de las posibilidades agrícolas, comerciales y minerales.11

La visión de Brush sobre la naturaleza novohispana, atenta a los detalles y al conjunto, fue influida por la Ilustración y sus pensadores, en específico por Alexander von Humboldt, quien concibió el mundo natural como una “conexión holística entre fenómenos”, postura intermedia entre el racionalismo y el empirismo.12 Pues Brush dividió sus anotaciones sobre el virreinato en áreas climáticas, y en función de éstas realizó descripciones breves sobre flora y fauna. Es decir, se enfocó en el conjunto del paisaje y no sólo en sus elementos aislados, a lo cual agregó descripciones de poblaciones, agricultura, ganadería, mercados y costumbres, con cierto énfasis en los edificios y riquezas de españoles, así como en las casas de los “campesinos”. Pero también se interesó en algunos detalles de fenómenos naturales, refirió haber visitado el volcán Jorullo en Michoacán y el tipo de erupción (por las orillas) que éste manifestaba; atestiguó desde la localidad de Zárate, Michoacán, el estruendo y vista de la erupción del volcán de Colima en Nueva Galicia, en febrero de 1818, y lamentó no contar con instrumentos para medir la temperatura cuando visitó la “fuente termal” de la hacienda de Comanjilla, a cuatro leguas de León, Guanajuato (pp. 24-25).

2) Brush atribuyó el origen de la revolución “a la dominación española” que había “degradado” y vuelto “miserables a los habitantes” de un país cuya “naturaleza” era muy “generosa” (p. 53). Para él la guerra se debía a la insatisfacción de los habitantes con el gobierno español. Desde su postura de protestante y “militar británico veterano de las guerras napoleónicas” (Racine y Lloyd, p. 15), observó la insurgencia mexicana como un complejo de “bandas desordenadas” y “mal armadas” de criollos e indios, que en ocasiones entraban en conflicto interno. Denunció cierta incompetencia de los mandos insurgentes y poca disciplina militar para la designación de sus oficiales, así como la ineficacia de las tropas para el combate (p. 86). También acusó la ignorancia de los insurgentes para la fabricación y el empleo de artillería, así como para la construcción y defensa de algunas fortificaciones. En contraste, señaló la habilidad de los mexicanos para el saqueo y el robo (p. 88). Por lo general el juicio de Brush sobre los líderes rebeldes fue negativo, mostró la indiferencia de Guadalupe Victoria, calificó a Encarnación Ortiz como un “ignorante carente de educación”, a Pedro Moreno como un “mercachifle” y a José Antonio Torres como lo que desde luego era, un “malintencionado y envidioso” jefe insurgente.

El comisario general también juzgó duramente a las tropas del rey en Nueva España. Para él era evidente que el avance de la división de Mina dentro del virreinato, por más de 200 leguas (alrededor de 965 606 km), era muestra de la “debilidad e ineficacia” del gobierno y las tropas españolas (p. 60). Los triunfos de Mina y sus “extranjeros” en Palo Alto, Valle del Maíz, y Real de Pinos, sirvieron a Brush para ilustrar las inconsistencias del ejército real, el cual, a su juicio, podía ser sorprendido y no sería un obstáculo si “entraran al país varios miles de soldados extranjeros” -con alta calificación marcial- en favor de la independencia (p. 81). El autor buscó dejar constancia, para el público anglófono, de la experiencia militar obtenida en Nueva España, pues podía servir para posteriores expediciones de liberación. Con ese ánimo anotó que la “temporada más adecuada para una marcha en México es cuando las lluvias cesan; alrededor de mediados de octubre hasta febrero”, ya que entonces los caminos estaban secos, pero había agua y hierba en las llanuras (p. 84); cabe recordar que en varias ocasiones la expedición sufrió de escasez de agua y comida.

Para Brush la “manera de hacer la guerra” en Nueva España resultaba llamativa, puesto que ambas partes, insurgentes y realistas, seguían prácticas poco o nada humanitarias y crueles, ya que no acostumbraban tomar prisioneros y remataban por igual a heridos y muertos (p. 87). También le parecieron excesivas las facultes que la revolución depositó en los comandantes militares, pues éstos solían ser quienes administraban “justicia o injusticia” (p. 89). Desde luego que las apreciaciones del comisario deben ser matizadas y contextualizadas. Por otro lado, el autor lamentó sentidamente el trágico destino de la división de Mina y de su general, derrotados por sus enemigos, debido, en su opinión, tanto a la mala acogida de los insurgentes mexicanos, como a que fueron objeto de una exhaustiva persecución por parte del gobierno español (p. 137). Cabe recordar que Mina y sus oficiales representaban una seria amenaza por su utilidad práctica para la insurgencia, y por su valor simbólico para rebeldes y habitantes inconformes del reino.

3) La obra de Robinson fue una de las principales fuentes que sirvió a la historiografía decimonónica para caracterizar al joven Xavier Mina como un genio militar y guerrillero, liberal, hombre de buen corazón, humanitario, valiente y leal a la causa de la libertad.13 En nuestros días estos valores del guerrillero navarro han alcanzado la narrativa del cine.14 Robinson reprodujo y amplificó esta visión sobre Mina basado en el “Journal…” de Brush. Cabe recordar que la independencia de 1821 promovió una ideología nacionalista que tendió a “suprimir el aporte genético y cultural español” de la nueva nación mexicana.15 En este contexto el episodio de Mina (el héroe español de la historia de México) sirvió a la historiografía para replantear la condición de lo español y los españoles desde el espacio de experiencia del México independiente. Escritores tan disimiles como Carlos María Bustamante, Lucas Alamán, Lorenzo de Zavala, José María Luis Mora y muchos otros aprovecharon la figura heroica de Mina para trazar la separación entre el pueblo y el gobierno españoles, y repensar las relaciones históricas entre éstos y la nación mexicana. El “Journal…” de Brush, así como la obra de Robinson, son dos fuentes de gran importancia que debemos considerar como parte de esta construcción discursiva de Mina y de la invención de la nacionalidad en la historiografía mexicanista, la cual también pasó por el filtro de estos escritores anglófonos.

En términos de la propuesta de Matthew Restall, la Historia es el resultado del encuentro de mundos, y de los rastros de éstos con los historiadores.16 Debemos mucho de la narrativa de Mina al encuentro, en el campo de batalla novohispano, entre las cualidades del guerrillero navarro y la escritura del exoficial británico Brush, quien supo traducirlas al campo literario. Quizá el comisario general buscaba reivindicar la lucha e ideales de Mina, pero también mostrar que un espíritu disciplinado y decidido podría ayudar a destruir el gobierno español de Nueva España, una tierra que ante sus ojos era rica en oportunidades. Probablemente Brush no se decidió a publicar su diario porque consideraba que su misión se había cumplido al informar y alentar la obra que su amigo Robinson publicó en 1820. Por lo que celebro con gran honra y entusiasmo la edición de su manuscrito, acompañado de notas, documentos y otros anexos.17 La circulación de esta fuente va a contribuir tanto a la investigación sobre la división de Mina como al estudio de su historiografía.

1Cabe recordar que una década atrás Manuel Ortuño aún estaba produciendo su obra sobre el guerrillero navarro. Véase Manuel Ortuño, Vida de Mina. Guerrillero, liberal, insurgente, Madrid, España, Trama editorial, 2008.

2En la Ciudad de México se celebró el coloquio “Xavier Mina y su incursión en la Nueva España en 1817. Homenaje desde México”, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Museo Nacional de Historia, 12 de octubre de 2017, el cual reunió a investigadores mexicanos y navarros. También se publicaron nuevos trabajos, como el de Gustavo Pérez Rodríguez, Xavier Mina el insurgente español. Guerrillero por la libertad de España y México, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2018; y el libro colectivo encabezado por Jaime Olveda (coord.), La expedición fallida de Xavier Mina, Zapopan, Jal., México, El Colegio de Jalisco, 2019, entre otros.

3James A. Brush, “Journal of the Expedition and Military Operations of General Don Fr. X. Mina in Mexico, 1816-1817”, en Huntington Library, mssHM 4721.

4Virginia Guedea, “Estudio introductorio”, en William Davis Robinson, Memorias de la revolución mexicana. Incluyen un relato de la expedición del general Xavier Mina, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Fideicomiso Teixidor, 2003, p. iii.

5Virginia Guedea, “William Davis Robinson”, en Historiografía Mexicana, vol. III. Juan A. Ortega y Medina y Rosa Camelo, El surgimiento de la historiografía nacional, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1997, p. 93. Véase también Eduardo Enrique Ríos, El historiador Davis Robinson y su aventura en Nueva España, México, Antigua librería de Robredo, 1939.

6Sobre estos conceptos e interpretación véase Johanna von Grafenstein, “William Davis Robinson; Trader, Agent, and Defender of Spanish American Independence, 1799-1819”, en Memorias. Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe Colombiano, año 13, no. 31, 2017, pp. 96 y 98.

7Guedea, “Estudio introductorio”, p. xxxiv.

8Brush, Webb, Bradburn y Terrés, Diarios. Expedición de Mina, México (1817), Madrid, España, Trama editorial, edición de Manuel Ortuño, 2011, pp. 13-142.

9Ortuño, Vida de Mina, p. 121.

10Tales como: cerros, presas, arrieros, adobe, rancho, rancheros, cazadores (cuerpo militar), ordinanza (milicia local) y laza (lazo).

11Grafenstein, “William Davis Robinson”, p. 200.

12Andrea Wulf, La invención de la naturaleza. El Nuevo Mundo de Alexander von Humboldt, México, Taurus, traducción de María Luisa Rodríguez Tapia, 2017 (primera edición en inglés, 2015), p. 168.

13También contamos con otros relatos contemporáneos a la expedición de Mina que han servido a su historiografía, como los de J. M. Webb, John Bradburn y Andrés Terrés, dentro de los cuales destaca el “Journal…” de Brush por su extensa narrativa, rica en detalles y descripciones (Racine y Lloyd, p. 15). Véase Brush, Webb, Bradburn y Terrés, Diarios. Expedición de Mina, México (1817).

14Véase la película documental de Albert Solé, Xavier Mina, sueños de libertad, México, España, 2009. Basada en el libro de Ortuño, Vida de Mina.

15Claudia Guarisco, Un militar realista en la independencia de México. Estudio y edición del diario personal del oficial de infantería Modesto de la Torre (29 de mayo de 1821-4 de junio de 1822), Madrid, Casa de Velázquez, 2021, p. 33.

16Matthew Restall, Cuando Moctezuma conoció a Cortés. La verdad del encuentro que cambió la historia, México, Taurus, traducción de José Eduardo Latapí Zapata, 2019 (primera edición en inglés, 2018), pp. 59-63.

17Sólo deseo llamar la atención sobre el uso del nombre incorrecto de Mina en el título de la obra, pues éste era Martín Xavier, pero no Francisco Xavier, lo cual quizá se debe al título que conserva el manuscrito original, el cual pudo ser modificado. Sobre el nombre de Mina véase Robinson, Memorias de la revolución mexicana, p. 69, nota 1 de la editora.

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