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Historia mexicana

versión On-line ISSN 2448-6531versión impresa ISSN 0185-0172

Hist. mex. vol.72 no.3 Ciudad de México ene./mar. 2023  Epub 30-Ene-2023

https://doi.org/10.24201/hm.v72i3.4209 

Reseñas

Sobre Katrina Forrester, In the Shadow of Justice. Postwar Liberalism and the Remaking of Political Philosophy

Daniel Medel Barragán1 

1El Colegio de México

Forrester, Katrina. In the Shadow of Justice. Postwar Liberalism and the Remaking of Political Philosophy. Princeton: Princeton University Press, 2019. 401p. ISBN: 978-069-116-308-6.


La historia intelectual ha incorporado estrategias de lectura que fundan sus operaciones historiográficas en la atención a las convenciones lingüísticas insertas en contextos de discusión. Los discursos, andamiajes conceptuales o vocabularios pueden ser considerados acontecimientos insertos en problemas, debates o entornos controversiales. Así, desde la pragmática y la posición retórica de los discursos, es posible examinar ideologías y teorías políticas como productos circunscritos a tiempos históricos, proyectos particulares o preocupaciones que varían en función de los ambientes políticos.

El reciente libro de Katrina Forrester, In the Shadow of Justice. Postwar Liberalism and the Remaking of Political Philosophy, se enmarca en los logrados intentos de un fino hilar entre la formulación de conceptos políticos, o filosóficos, y las experiencias históricas del siglo XX. La autora, profesora de Gobierno y Estudios Sociales en la Universidad de Harvard, se propone examinar las condiciones que facilitaron la formación doctrinal del liberal egalitarianism y la reelaboración de los vocabularios filosóficos; procesos intelectuales que elevaron los temas de la justicia distributiva y las instituciones a un plano central en el escenario filosófico anglosajón. De este modo, Forrester elabora un contrapunto a la consabida narración lineal que asume la publicación del célebre libro de John Rawls, A Theory of Justice (1971), como el punto crucial en la revitalización de una filosofía política anglosajona cegada, desde el “fin” del liberalismo social de posguerra en los estados de bienestar, tanto al pensamiento de la justicia y la utopía como a la teoría normativa y el pensamiento político.

El planteamiento de Forrester sigue una interesante estrategia de lectura que le permite integrar de forma simétrica distintos niveles de análisis consistentes en el examen de los contextos y problemas epocales (el auge de la futurología entre las décadas de 1960 y 1980, por ejemplo), los actores individuales (la trayectoria de John Rawls y sus contemporáneos en sociedades como Mont Pelerin) y la interacción de los conceptos del liberalismo con las dimensiones transnacionales (la expansión global del liberalismo mediante la “agencia colectiva” de organizaciones transnacionales a partir de los derechos humanos y las políticas humanitarias).

La reconfiguración de la filosofía política por medio de la “naturalización” del liberal egalitarianism es, como señala Forrester, una “historia de fantasmas” donde los planteamientos teóricos de John Rawls aparecen a lo largo de distintos contextos de lectura y recepción marcados por los cuestionamientos a los modelos de sociedad construidos desde las ciencias sociales, la convicción de “mejorar” el mundo a partir de la justicia como principio rector y el cambio en las relaciones entre la filosofía y los asuntos políticos en los debates públicos del siglo XX.1

La autora pone en diálogo el análisis de los lenguajes y debates conceptuales con las prácticas de filósofos analíticos, economistas y teóricos políticos en universidades e instituciones de élite -Harvard, Princeton y Oxford- en cuyas reflexiones se suscitan cambios en los modos de concebir la sociedad (del organicismo a la metáfora del juego) que, posteriormente, serán incorporados por Rawls. Inserta la formación de conceptos filosóficos en los intentos de “capturar las realidades concretas de los individuos y el estado después de la guerra”. Y, al contextualizar las “innovaciones” implementadas por Rawls (la “posición originaria”, el “velo de la ignorancia”, el “principio de diferencia”, el “consenso traslapado” o el “equilibrio reflexivo”), Forrester nos recuerda la estrecha imbricación entre las experiencias sociales que condicionaron la emergencia de estos conceptos. Pues, además de formar parte del proceso que llevó al liberalismo hacia su triunfo en términos doctrinales, las nociones desprendidas del corpus de ideas liberal fueron actualizadas a lo largo de los múltiples contextos de problemas enmarcados por los escenarios políticos desde el final de la Guerra Fría hasta el ascenso de la tecnocracia.

Es importante señalar que In the Shadow of Justice no intenta realizar una historia de las influencias filosóficas, ni del “lugar” de Rawls y el liberalismo en una suerte de tradición o canon intelectual. Por el contrario, Forrester centra su atención en las intersecciones entre los lenguajes y el ambiente intelectual (donde las propuestas de Rawls adquirieron vigencia) con el trabajo político y el “compromiso intelectual” en su dimensión acontecimental. Al examinar los “espacios problemáticos” de los cuales Rawls formó parte e incidió, junto con los conocidos Michael Walzer, Robert Nozick, Thomas Nagel, Ronald Dworkin, entre otros, de distintos modos -ya sea mediante la publicación de revistas como Philosophy and Public Affairs o al formar sociedades como la Society for Ethical and Legal Philosophy-, la autora recupera la dimensión del campo intelectual donde el liberalismo encontró espacios para su desarrollo y, al mismo tiempo, diversas críticas a sus parámetros analíticos. Esto, como bien señala Forrester, requiere de una lectura fundada sobre una historia intelectual que “preste mucha atención al mundo político que habitaban los filósofos y que busque reconstruir su contexto ideológico inmediato” (p. xxii).

A lo largo del entrecruce de ocho capítulos, Katrina Forrester analiza los efectos que las “elecciones conceptuales” tuvieron en la recomposición de la filosofía política. Estas elecciones estuvieron condicionadas por el contexto ideológico y por la temporalidad producto de la pléyade de acontecimientos políticos configurados al calor de los procesos y movimientos sociales del siglo XX: la Guerra Fría, Vietnam y los movimientos antibélicos, las luchas por los derechos civiles en Estados Unidos, las fracturas de las teorías de la modernización en la década de 1970 y el surgimiento de la Nueva Izquierda y la Nueva Derecha. Las implicaciones de estas elecciones, menciona la también coeditora de Nature, Action and the Future, se materializaron en la configuración de la “estructura de tareas, prioridades y límites” que la filosofía política tendría en adelante (p. xxi).

En medio de esta historia intelectual, es de resaltar la plasticidad que los conceptos del liberalismo mostraron en, por lo menos, dos espacios de problemas. El primero se configuró a partir de los procesos de descolonización, el talante crítico en torno a las teorías de la modernización que acompañó la formación de organismos internacionales en el Sur Global -la UN Conference on Trade and Development (UNCTAC) y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)-, y la propuesta alterna del New International Economic Order (NIEO) en 1973 a los conceptos de desarrollo y dependencia. La “nueva sensibilidad” en las reflexiones de los filósofos liberales promovió la orientación hacia una “política empírica” e internacional. Esta posición se vio reforzada, además, por la sensación de una crisis internacional, económica y alimentaria provocada por las dificultades del consenso liberal internacional, la disolución del sistema de Bretton Woods, los embargos de la Organization of the Petroleum Exporting Countries (OPEC) y los aumentos consecuentes del precio del petróleo (p. 140).

Junto a la reelaboración de “modelos de futuros alternativos” (“The problem of the future”), la expansión de las teorías liberales a espacios transnacionales y globales (“Going global”) fue parte de las premisas (universalistas) que los cultores del liberalismo intentaron imprimir a sus propuestas una vez que se encontraron con las tensiones del panorama internacional de la Guerra Fría. Es este escenario desde el cual podemos contextualizar la emergencia de una “teoría global de la justicia” y las diversas reflexiones sobre los temas de la agencia colectiva o el conflicto, en el pensamiento político que buscó internacionalizar los conceptos de la justicia distributiva.

Curiosamente fue en las críticas a la filosofía política liberal provenientes de autores como Judith Shklar, Alasdair MacIntyre, Charles Taylor, Michael Sandel, Stanley Cavell o Bernard Williams donde encontramos el segundo espacio problemático en que la plasticidad del liberalismo se hizo evidente. Las posturas y demandas que intentaron alejarse de las premisas liberales en torno a la “vida ética” o la “agencia humana” y la negación de las realidades “morales” o “comunitarias” participaron, paradójicamente, de la recomposición del liberalismo al ampararse o “domesticarse” bajo su marco conceptual (p. 275).

In the Shadow of Justice. Postwar Liberalism and the Remaking of Political Philosophy presenta una investigación que, al centrarse en las relaciones entre las formaciones conceptuales y el plano político del liberalismo de posguerra, escapa de las antinomias entre textualismo y contextualismo. Y, al integrar una lectura sensible al registro filosófico de los conceptos del liberalismo con la construcción del “archivo” dejado por John Rawls, Katrina Forrester nos ofrece un sendero en la historia intelectual a seguir en años venideros.

Junto a una perspectiva crítica que contextualiza la formación del liberalismo y de los instrumentos conceptuales rawlsianos, Forrester nos conmina, además, a observar el ámbito político constitutivo del pensamiento político. Este paso reflexivo puede entenderse, en compañía de la autora, desde la operación de extrañeza que produce el hecho de “desnaturalizar” los cánones de la filosofía política y, en general, de la “arquitectura de la filosofía liberal contemporánea” (p. 275).

La profusa recepción de In the Shadow of Justice entre los cultores de la historia intelectual y la filosofía política ha detonado preguntas alrededor de la labor actual de la teoría política y la presencia de las posturas liberales en ésta.2 Y es que al situar en contingencia el lenguaje político del liberalismo elaborado en el contexto de “batallas ideológicas” distintas a las nuestras, Forrester nos emplaza a la acuciante necesidad de pensar en marcos conceptuales que atiendan los nuevos problemas políticos, sociales, económicos y ambientales. Sólo así podemos convertir el liberalismo de la posguerra en un pasado usable, “producto de su tiempo” (p. 279).

1Un esfuerzo similar puede verse en el estudio de la interacción entre “constelación de ideas” y los diferentes tipos de instituciones (departamentos académicos, comités de investigación y think thanks) que fundaron las bases de las teorías de la modernización emergentes en el contexto de la Guerra Fría. Véase Nils Gilman, Mandarins of the Future. Modernization Theory in Cold War America, Nueva York, Johns Hopkins University, 2007.

2Samuel Moyn, Alyssa Battistoni, Angus Burgin, Stefan Eich y Lea Ypi, por señalar algunos nombres. Una mesa de discusión alrededor de In the Shadow of Justice puede verse en https://issforum.org/roundtables/PDF/Roundtable-XXI-24.pdf (Última fecha de consulta, 24 de agosto de 2020.)

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