Como fue señalado décadas atrás por el geógrafo Carlos Granados Chaverri, por ser istmo, puente y península tropical de América del Norte, Centroamérica ha sido un lugar de gran relevancia geoestratégica desde la formación de la actual economía-mundo en el siglo XVI. Ese es el papel que ha desempeñado en las disputas imperiales de las sucesivas globalizaciones desde la llegada de los europeos al Nuevo Mundo. Dicha función es manifiesta en sus pasajes interoceánicos efectivos o potenciales, pero también en aquellas zonas en donde su función puente es más expedita o en sus áreas en donde sus recursos como mundo tropical son explotables. En su condición de istmo, la importancia geoestratégica de la región en su conjunto se ha expresado históricamente en algunos espacios específicos como el corredor Río San Juan-Lago de Nicaragua o como el Golfo de Fonseca, objeto de investigación de esta obra.

Como su título lo indica, este libro estudia el Golfo de Fonseca en la larga duración desde la época de la conquista española hasta nuestros días y muestra la importancia que ha tenido en el juego de los imperios interesados en el potencial transístmico, canalero o ferroviario, de la región y, tras la independencia, en los conflictos limítrofes y fronterizos entre las repúblicas centroamericanas. No hay duda de que esta mirada panorámica de la historia del istmo centrada en la Bahía de Fonseca que nos propone esta obra resulta de mucha utilidad.

El libro aborda distintos aspectos de la historia centroamericana de los últimos cinco siglos. Así, nos presenta la historia de la competencia imperial en la época colonial, la historia política de sus estados después de la independencia, la historia de las relaciones entre dichos estados y en particular de sus disputas limítrofes y de sus litigios en instancias de derecho internacional, donde cabe señalar la importancia y la peculiaridad de estas disputas en relación con los límites marítimos, y la historia de sus relaciones con Gran Bretaña y sobre todo con Estados Unidos.

En la medida en que los procesos políticos y las relaciones imperiales son contexto para entender la relevancia geoestratégica del Golfo de Fonseca, la autora ofrece un marco histórico necesario, pero que resulta conocido, sobre la historia centroamericana de los últimos cinco siglos. En ese aspecto el trabajo no presenta ninguna novedad. De este modo, su originalidad se encuentra en su análisis de los litigios que han opuesto a los estados ribereños del Golfo de Fonseca ante instancias de arbitraje internacional desde hace un siglo, atizados por las políticas imperiales de Estados Unidos. Al respecto, el último capítulo dedicado a esta cuestión en la época reciente parece ser el más novedoso.

Efectivamente, la Bahía de Fonseca durante mucho tiempo ha tenido gran significación dentro del conjunto del espacio centroamericano como región geoestratégica. Sin embargo, como es el caso de otros lugares del istmo, su relevancia geoestratégica ha sido cambiante en el tiempo; de modo que, en la segunda mitad del siglo XX y hasta el presente, ha tenido mayor interés para sus estados ribereños que para los procesos imperiales o globalizadores más recientes. Dicho eso, en la medida en que este estudio se sitúa en la larga duración, la menor importancia actual no demerita el trabajo, ya que la relevancia pasada es innegable y su potencial futuro en proyectos interoceánicos sigue latente.

En fin, este estudio tiene el mérito de mostrar gran conocimiento sobre la bibliografía y las fuentes centroamericanas, algo que cabe destacar porque con frecuencia quienes estudian la región centroamericana desde afuera se contentan con las fuentes y la bibliografía disponible, en abundancia ciertamente, en sus países incurriendo en un provincianismo metodológico que podría llamarse imperial. En suma, un trabajo útil para acercarse a la historia de las relaciones externas del espacio centroamericano y de mucho interés para quienes se dedican al estudio de la historia diplomática del istmo.