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Historia mexicana

versión On-line ISSN 2448-6531versión impresa ISSN 0185-0172

Hist. mex. vol.71 no.1 Ciudad de México jul./sep. 2021  Epub 02-Jul-2021

https://doi.org/10.24201/hm.v71i1.3908 

Reseñas

Sobre Luis Roniger, Leonardo Senkman, Saúl Sosnowski y Mario Sznajder, Exile, Diaspora and Return. Changing Cultural Landscapes in Argentina, Chile, Paraguay and Uruguay

Soledad Lastra1 

1Universidad Nacional de San Martín-CONICET

Roniger, Luis; Senkman, Leonardo; Sosnowski, Saúl; Sznajder, Mario. Exile, Diaspora and Return. Changing Cultural Landscapes in Argentina, Chile, Paraguay and Uruguay. Nueva York: Oxford University Press, 2018. 292p. ISBN: 978-019-069-396-1.


Los estudios sobre el exilio político le debían un lugar especial al análisis del retorno. En Exile, Diaspora and Return. Changing Cultural Landscapes in Argentina, Chile, Paraguay, and Uruguay, Luis Roniger, Saúl Sosnowski, Leonardo Senkman y Mario Sznajder construyen una perspectiva interdisciplinar sobre los retornos del exilio, articulando bagajes conceptuales provenientes de la ciencia política, la sociología, la historia y los estudios culturales. Esta obra contribuye a iluminar las problemáticas del retorno superando las exploraciones tradicionales acerca de los alcances o límites de las políticas de recepción e integración de los exiliados que regresan. Los autores optan, en cambio, por interrogar este proceso a partir de sus impactos en la esfera pública.

Junto con ello, realizan un valioso aporte a partir de la perspectiva comparada, recuperando los casos de Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay. Los autores rastrean experiencias similares y otras contrastantes e identifican factores específicos de cada desarrollo histórico mostrando cómo los exilios incidieron en la esfera pública. Para ello, los primeros cinco capítulos observan procesos sociales mientras que, a partir del sexto capítulo, indagan en trayectorias individuales de diferentes exiliados retornados. Este cambio en el foco de interpretación permite recuperar, a nivel micro, aquellos aspectos de las experiencias de exilios y retornos que se ocultan detrás de los grandes procesos, complejizando con ello el desarrollo de la primera parte.

En el primer capítulo, los autores se ocupan de construir una perspectiva analítica sobre el exilio, destacando cómo a pesar de constituir un mecanismo de exclusión institucional pudo potenciar la construcción de un capital social y cultural enriquecedor para la arena pública de las posdictaduras. Junto con ello, en el segundo capítulo, se reconstruyen las dinámicas represivas del exilio y los diferentes caminos que siguió el autoritarismo en la región, deteniéndose especialmente en las características de cada oleada exiliar, sus dimensiones demográficas, sus perfiles políticos y sus disímiles temporalidades.

En el tercer capítulo se interroga el activismo transnacional y las capacidades de movilización y acción que tuvieron frente a la denuncia de los crímenes que se cometían en el país de origen. Aquí sobresale el papel del exilio chileno por llevar a la arena transnacional una “causa célebre”. La modalidad del golpe de Estado, la muerte del presidente Salvador Allende y los brutales mecanismos represivos implementados por Pinochet, hicieron que este exilio ocupase un papel crucial en los contenidos de la agenda humanitaria.

El caso paraguayo se vuelve absolutamente iluminador de las dinámicas de las diásporas y de los impactos que tendrán luego en el retorno. En efecto, este fue uno de los exilios más prolongados en el tiempo y de mayores flujos de entradas y salidas por parte de los exiliados, puesto que su ubicación geográfica fue muy cercana: la mayor parte se asentó en Buenos Aires. Los autores explican cómo esta proximidad y concentración demográfica pudo reducir el impacto global de la denuncia, a la vez que los frustrados intentos de retorno de las organizaciones armadas no lograron modificar el rumbo del régimen de Stroessner.

El cuarto capítulo es una pieza central pues examina las distintas recepciones que desde el Estado y la sociedad civil se llevaron adelante para recibir a los exiliados, así como aquellos obstáculos o ausencias de respuestas que desalentaron el regreso. Los autores observan las políticas que favorecen el regreso, comisiones específicas, leyes, decretos, discursos. Pero también reconocen ciertos mecanismos de estigmatización hacia los retornados que dependen de al menos dos factores: la presencia de crisis económicas severas coincidentes con la coyuntura del regreso y la pervivencia de discursos excluyentes sobre “el de afuera”, basados en la idea de un “exilio dorado”. Los casos de Argentina y Paraguay podrían situarse en esa fractura social, mucho más marcada que en el caso chileno y uruguayo, cuyas sociedades mostraron mayor disposición a la recepción de los exiliados con un discurso político mucho más anclado en la idea del reencuentro o la reconciliación.

El capítulo quinto recupera las contribuciones de los retornados a los proyectos de democratización de cada país, subrayando sus actuaciones como intelectuales, académicos y también como parte de los elencos gubernamentales en la transición. Este aspecto es sumamente importante pues hasta ahora no contábamos con una visión de conjunto sobre la participación de los exiliados en la vida política democrática en estos países. La clave comparada potencia las interpretaciones al habilitar lecturas contrastantes. Por ejemplo, los autores demuestran que mientras en Chile muchos retornados adoptaron papeles importantes en el marco de la Concertación, en Argentina tuvieron un protagonismo relevante pero opacado en la vida pública.

El sexto capítulo apunta a la difícil tarea de ubicar al exilio y el posexilio en la telaraña de las identidades. Allí los autores examinan cómo algunos temas de la agenda del exilio se trasladaron al retorno: el debate sobre la derrota política, las discusiones sobre la responsabilidad en la violencia del pasado (Argentina), las remembranzas de los desplazamientos familiares, el cambio psicológico en las subjetividades del exilio y en los niños (Chile). El lector se enfrenta a la necesidad de reconocer que, a pesar de ser una experiencia dolorosa, el exilio también propició un estilo cosmopolita y de transformación de los imaginarios sociales y políticos.

El capítulo 7 analiza la transformación del campo cultural y educativo. Se profundiza en la relación entre arte y política, en el papel de los escritores y sus dilemas sobre la lengua frente al exilio, así como en la creatividad de muchos artistas y directores de cine que hicieron del exilio un espacio de renovación de sus proyectos; son experiencias recuperadas con profundo detalle. Uno de los problemas transversales al campo cultural, que también afloró en el campo político y artístico, tiene que ver con las disputas entre “los que se fueron” y “los que se quedaron”. Los autores utilizan el método comparado para mostrar cómo, en algunos casos, los vínculos entablados entre quienes permanecieron en el país y quienes partieron al exilio pudieron continuar en la democracia mientras que, en otros casos, la represión interna en el país obturó la vitalidad de los círculos académicos, que no lograron articular diálogos fértiles con la diáspora. Este capítulo también examina de forma exhaustiva la creación de programas académicos y de centros de investigación moldeados al calor de nuevas ideas de la diáspora. El caso uruguayo se vuelve en particular ejemplificador de la impronta que el retorno tuvo en la creación de nuevos espacios de formación y en el fortalecimiento de los puentes con los uruguayos que no regresaron y que contribuyeron al desarrollo del país desde el exterior.

El impacto en la construcción de ciudadanía se aborda en el octavo y último capítulo. Allí, se analizan las metamorfosis de los imaginarios sobre la nación y sobre las pertenencias y compromisos cívicos de quienes integran actualmente las diásporas del Cono Sur. Los autores problematizan el papel del voto en el exterior, así como los esfuerzos estatales de repatriación de científicos y de consolidación de proyectos de cooperación internacional. El capítulo cierra destacando la existencia de una ciudadanía dual o múltiple, capaz de articular las lealtades tradicionales con nuevas arenas de compromiso transnacional.

Por último, como señalan en las conclusiones, este libro se propone examinar el papel de los exiliados y de sus retornos en los procesos de redemocratización de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay. La mirada comparada fortalece la delimitación de algunos factores clave para explicar las características del retorno, así como el enfoque interdisciplinar permite subrayar que el posexilio responde a experiencias distintas, que dependen tanto de las cuestiones personales, familiares, laborales, como de los cambios ideológicos y de vida. Por lo tanto, existen condicionantes sociales, políticos y económicos que inciden en los resultados de estas trayectorias, pero debemos mirar con más detalle aquello que se escapa a las escalas macro.

Quisiera agregar que, además de sus consolidados aportes, esta obra nos permite reconocer un abanico de problemas que quedan abiertos. Uno de crucial importancia consiste en retomar la pregunta por el papel de las mujeres en el retorno y por las herencias del exilio al movimiento feminista latinoamericano. Para el caso del exilio brasileño se cuenta con mayores avances sobre el tema; sin embargo, poco y nada se conoce sobre los casos mencionados en este libro. Otro capítulo que deja planteado este libro tiene que ver con la comparación, pues el desarrollo de esta obra nos invita a observar los exilios bolivianos y brasileños en el mismo periodo, para repensar sus características a la luz de los casos analizados aquí. En ese sentido, y en último lugar, quisiera destacar que el libro recorre un camino sugerente para mirar con mayor detenimiento las conexiones regionales de estas experiencias, los trasvases de información entre las organizaciones no gubernamentales de estos países, los anclajes locales de políticas internacionales que no en todos los casos adoptaron las mismas formas y direcciones, los actores que fungieron como puentes en la búsqueda de financiamiento y en los diálogos entre la sociedad civil y los Estados, entre otras posibilidades. Mirando las conexiones entre los casos podremos formular otros problemas en una escala transregional que no pierda de vista los anclajes sociales y políticos de ciertas respuestas ante el retorno.

En definitiva, este libro supera los objetivos inicialmente planteados, pues renueva viejos esquemas de exploración sobre el retorno, así como nos convoca a proyectar nuevas preguntas que auguren un mayor crecimiento para nuestro campo de estudios.

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