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Estudios sociológicos

versão On-line ISSN 2448-6442versão impressa ISSN 0185-4186

Estud. sociol vol.40 no.spe Ciudad de México  2022  Epub 22-Set-2023

https://doi.org/10.24201/es.2022v40.2321 

Reseñas

El tigre escondido: memoria ritual de los pueblos negros de la Costa Chica

Itza Amanda Varela Huerta1 
http://orcid.org/0000-0003-3160-7481

1Centro de Estudios de Género, El Colegio de México, Ciudad de México, México, iavarela@colmex.mx

Gabayet González, Natalia. 2020. Editorial Turner de México, Universidad Nacional Autónoma de México, 312p.


La publicación en 2020 de este libro académico de divulgación es una excelente noticia para las ciencias sociales y las humanidades en México, dado que se trata de una novedad editorial que permite seguir la discusión sobre nuevos sujetos políticos en la historia reciente del país. El tigre escondido es una apuesta por abrir el debate sobre un grupo poblacional que, si bien ha sido representado en diversos trabajos académicos, son muy pocos aquellos que buscan comprender qué constituye la diferencia étnica entre poblaciones mestizas, negras-afromexicanas e indígenas en la región Costa Chica del Pacífico mexicano.

Natalia Gabayet entrega un relato académicamente situado en la práctica y la reflexión antropológica, en el que las personas lectoras podemos acercarnos a realidades otras, a identidad otras y a formas específicas de construir la subjetividad en el siglo XX.

El texto está organizado en XIX entradas diferentes para sustentar el tema central del libro: la construcción de la noción de persona en la creación cultural de los pueblos negros de la Costa Chica de Oaxaca y Guerrero. La autora nos introduce de manera detallada y sistemática a las diferentes festividades de los pueblos donde realizó trabajo de campo de larguísima duración: más de 12 años para la consecución de su tesis doctoral -que es el insumo de este libro-. Es notorio el conocimiento de Gabayet González sobre la vida cotidiana en la región señalada, así como el dominio de los diferentes debates sobre población afrodescendiente en México en cuanto a la historia, la antropología, la sociología, la etnomusicología y las propias construcciones epistémicas realizadas por connotados intelectuales pertenecientes a los pueblos negros, mestizos e indígenas costeños.

Para aterrizar a la lectura, Gabayet inicia con varias entradas tanto etnográficas como de revisión histórica-académica para situarnos cultural y geográficamente en los elementos que constituyen a la Costa Chica como realidad experimentada. El paisaje cultural de la costa, El Santo ganador, San Nicolás Tolentino, La sombra y la muerte, Los diablos en la costa chica, El juego de los diablos, Jugando con los diablos son las primeras entradas que nos ubican en el contexto de la costa. Uno de los elementos que la autora considera fundamentales es la ganadería no sólo como actividad económica regional sino lo que ésta significa en la creación de cultura en la costa: desde las formas de esclavización hacia las personas afrodescendientes y africanas, pasando por la relación que éstas generaron entre las diferentes culturas de la zona y sobre todo y el meollo de este es- crito, la creación de un mundo simbólico más allá de lo humano.

Otro concepto importante que nos permite acercarnos como personas lectoras a esta completa etnografía es el de paisaje cultural, una clave comprender el libro que es definido como:

Una visión del mundo en la que juegan pueblos con historia, lugares sagrados, circuitos de fiestas, actividades económicas y tiempos estacionales, relaciones interétnicas, dinámicas comunitarias, en otras palabras, una porción del territorio en el que se ponen sobre la mesa nociones de origen, de extranjería, de adaptación y apropiación, procesos que encaminan a una legitimidad y pertenencia en tierras mexicanas desde el punto de vista de los afrodescendientes (Gabayet, 2020, pp. 15-16).

El nahualismo, Interpretando nahuales, Santos, Diablos, Nahuales en la Costa Chica son las últimas entradas en las que la autora discute ampliamente cómo se constituye la persona entre la población negra-afromexicana y que la antropóloga define: “El concepto de persona de esta región se compone de un alma, un tonal o animal compañero y una sombra, las cuales interactúan y tienen diversos protagonismos a lo largo de la vida” (Gabayet, 2020, p. 145).

Hace falta entonces detenerse en dos cuestiones centrales: primero, que para la académica los instrumentos para pensar son las teorías de la antropología simbólica y ritual, para lo que echa mano de danzas de conquista y danzas como la de los diablos, que, según la autora, retoman y resignifican procesos sociales e históricos de dicha población para ponerlos a “actuar” en el campo de las tradiciones y las festividades no compartidas con los pueblos indígenas de la zona. Así, para Gabayet González dichas danzas ordenarían narraciones específicas sobre la diferencia cultural.

Con una claridad etnográfica de gran alcance, Gabayet nos introduce a la Costa Chica para compartirnos las diferentes fiestas católicas, las cofradías y colectivos fundados durante el periodo colonial; asimismo y para introducirnos en el ítem más desarrollado de la obra, aprendemos con una fluidez poco vista en los textos académicos, la importancia de la sombra y la relación de ésta con la muerte, así como del ya famoso juego de los diablos.

La segunda de las cuestiones fundamentales es el nahualismo/tono en el centro de la vida y cosmovisión negra-afromexicana. En este punto, el conocimiento teórico y etnográfico desplegado por la autora permite ahondar en un tema no novedoso pero que ha captado muy pobremente la atención de la antropología mexicana, que es cómo se diferencia el nahualismo de los pueblos indígenas de los pueblos afromexicanos y, sobre todo, qué impacto tiene éste en la constitución de persona entre el pueblo negro-afromexicano de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca en el M éxico contemporáneo. Para Gabayet el nahualismo puede describirse así:

Los nahuales en la Costa Chica son una entidad anímica que un nagual adulto da a un recién nacido por medio de un sencillo ritual que pasa casi desapercibido, se dice que antiguamente, antes de ser bautizados por las noches de forma secreta se robaban a los recién nacidos de los brazos de sus madres, eran llevados al lugar donde se juntan dos caminos en forma de cruz, ahí dejaban tendidos a los pequeños. El animal que los lamiera sería su compañero animal, después de esto lo dejaban de regreso en su casa con algún detalle fuera de lugar que indicaba la transformación ontológica del niño (Gabayet, 2020, p. 30).

Además de los contenidos desarrollados por Gabayet respecto de la memoria, danza de los diablos, ganadería, esclavización, espacio geográfico, santorales, nahualismos, animalidad no humana, procesos de salud-enfermedad como elementos que articulan la idea de persona entre las comunidades negras-afromexicanas, considero que esta publica ción continúa con un cambio político-académico mediante el cual la población de origen africano está en la agenda de discusión ya no sólo como un tema de los estudios académicos, sino también como parte integrante de las identidades mexicanas de cara al siglo XXI, donde la diferencia interna ya no sólo es encarnada por los pueblos indígenas sino por sujetos tan contemporáneos y al mismo tiempo tan ancestrales como las personas, comunidades y pueblos negros-afromexicanos, las personas y comunidades LGBT+; la importancia pues de este libro también resuena en las voces de las cuales hace eco para pensar una subjetividad afromexicana en el siglo XXI, que son extractos de entrevistas y charlas con hombres y mujeres de diferentes pueblos costeños.

Otro de los elementos a recalcar es que este libro cambia el formato de lo académico rígido de citaciones y notas al pie de página para situarse en una frontera poco usada por las humanidades: la difusión de la ciencia. La redacción, el estilo y el cuidado del texto son buenos, dado que permiten a un público diverso acercarse a temas de interés común, pero desde una perspectiva disciplinar sustentada, lo que no es una tarea sencilla.

En ese mismo sentido de pensar las virtudes extra académicas del texto, es la claridad para alejarse de la noción de “huellas de africanía”, una perspectiva que predominó en la academia y en los relatos de viaje en el siglo XX mexicano como tesis explicativa de los rasgos culturales de la población afromexicana y que buscaba verificar en dichas poblaciones de América Latina cuáles son los legados que, como una línea continua, siguen presentes en la vida cotidiana de los pueblos, comunidades y personas afrolatinoamericanas, aunque en los tiempos actuales se reconoce que dicha mirada folkloriza y exotiza a los pueblos afrodescendientes e indígenas como sujetos de un tiempo histórico diferente a la contemporaneidad, como si fueran sujetos ajenos a la modernidad.

Aquí haré una pausa en la descripción del libro: el juego o danza de los diablos ha cobrado gran importancia entre los y las activistas negras-afromexicanas, no sólo porque como bien señala Natalia en su estudio, resume muchas de los elementos culturales recuperados como negros-afromexicanos sino por el potencial estético del mismo. Me explico: la danza de los diablos es reconocida actualmente como uno de los elementos icónicos de la distinción cultural y signo de fronteras étnicas entre las personas, pueblos y comunidades negras-afromexicanas de la costa frente a los pueblos indígenas de la región (chatinos, amuzgos y mixtecos, principalmente), además, rompe con la tradición de la “belleza” de los bailes regionales de Oaxaca al mostrar a varones vestidos como vaqueros con las ropas raídas, al hacer un retrato de una mujer celosa de su marido en el baile, por la música que rompe, en muchos sentidos con el proyecto moderno de la Guelaguetza como sitio de apreciación estética y folklorizada de las danzas de las diferentes regiones de Oaxaca.

Por otro lado, porque al reclamarse como exclusivamente negra-afromexicana, esta danza ha servido como argumento para confrontar a diversas instituciones del Estado, y ejecutarla incluso para que el hoy presidente de la República mexicana, Andrés Manuel López Obrador en una de sus visitas a la Costa Chica como primer mandatario en 2020 responda a las necesidades y reclamos del movimiento negro-afromexicano.

Considero entonces que la importancia de la descripción y el análisis de los diablos por parte de Gabayet, nos propone una lectura específica de la forma en la cual las personas, pueblos y comunidades negras-afromexicanas construyen una noción de persona en la cual lo humano es parte de relaciones más amplias: en el centro, por primera vez en la antropología mexicana respecto de las poblaciones afros el tema de lo no humano ayuda a comprender una alteridad ya no solo étnica sino ontológica y epistémica. Ése es, considero uno de los grandísimos aportes del presente libro.

Preguntas para leer a los diablos

Hasta aquí he descrito el trabajo de Gabayet tanto en su contenido, en su forma y también en el contexto político-académico de la publicación. Sin embargo, de la lectura de este texto obligado para el campo de los estudios afromexicanistas imagino algunas preguntas con las que pretendo pensar en los contenidos mismos del trabajo.

Si bien en el libro la importancia de la niñez en la vida cotidiana y en la vida espiritual de las poblaciones afrocosteñas es tácita, podríamos pensar qué pasa con la centralidad de esa población etárea más allá de las cuestiones vinculadas con el nahualismo o el tono, dado que la tesis central de la autora es cómo se constituye la persona en las comunidades afro en Oaxaca y Guerrero, sin embargo parece que esa noción de persona cobra una importancia fundamental entre el parto y la etapa más temprana de los seres humanos, pero cabría preguntarse cómo a lo largo de los años esta noción va mutando, hasta convertirse en un adulto que reelabora desde esas perspectivas el significado de persona más allá de lo humano.

Otra de las preguntas que surgen de la lectura de esta etnografía es pensar en el sentido del nahualismo más allá de los espacios geográficos de la Costa. El nahual o tono de las personas negras-afromexicanas está anclado en la ecología de la región, son animales costeños, que pueden ser contactados por las y los curanderos en los lindes de la región, pero ¿qué pasa cuando las personas migran a otras geografías? Gabayet se pregunta esto de manera adyacente en su trabajo, pero a mם me hace pensar como la migración actualiza la ontología de lo afromexicano, dado que esta región se ha convertido en las últimas décadas en una zona de la que salen personas migrantes a la ciudad de Acapulco, Puebla, Oaxaca, Monterrey, Ciudad de México y las diferentes ciudades de los Estados Unidos.

En otro sentido es importante preguntarnos como lectoras sobre la relación entre el secreto -tema mencionado por Gabayet en relación con el tono o nahual- y la antropología, aunque ella enuncia este problema ético, epistemológico y político, que resuelve bien al explicar el tono desde una perspectiva académica, este debate es una de las cuestiones que el libro deja abiertas y que retomo como un ejercicio de reflexión poslectura más allá de los temas elaborados en la publicación.

Por último, me gustarםa resaltar el anexo visual en el que encontramos fotografías de la vida cotidiana de las personas negras-afromexicanas de la Costa Chica, de los paisajes que constituyen a la región, de las diferentes danzas y expresiones culturales, así como una obra del artista negro-afromexicano Baltasar Castellanos, lo que nos permite una lectura situada en términos visuales, con una buena curaduría sobre las imágenes que permiten construir una idea concreta a las personas lectoras.

Acerca de la autora de la reseña

Itza Amanda Varela Huerta es profesora-investigadora del Centro de Estudios de Género de El Colegio de México. Doctora en ciencias sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. Cuenta con una estancia posdoctoral en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, sede Pacífico Sur. Sus líneas de investigación se centran en las identidades políticas y etnizadas, identidades negras-afromexicanas, feminismos negros, estudios culturales. Sus más recientes publicaciones son:

1.Varela Huerta, Itza Amanda. Nuevas imágenes, viejos racismos: la representación de los pueblos negros-afromexicanos en La Negrada. Alteridades, 59 (enero-junio 2020).

2.Varela Huerta, Itza Amanda. Mujeres y movimiento negro afromexicano a través de la historia de vida. Revista Estudos Feministas, Florianópolis, 29(1): e65072. DOI: 10.1590/1806-9584-2021v29n165072

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