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Estudios sociológicos

versión On-line ISSN 2448-6442versión impresa ISSN 0185-4186

Estud. sociol vol.39 no.115 Ciudad de México ene./abr. 2021  Epub 06-Sep-2021

https://doi.org/10.24201/es.2021v39n115.1870 

Reseñas

Hegel contra Sociology. Gillian Rose (2009). London/New York: Verso, 281 pp.

Edgar Daniel Manchinelly Mota1 
http://orcid.org/0000-0003-0824-7764

1Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social (CIESS), Ciudad de México, México, dmanchinelly@colmex.mx

Hegel contra Sociology. ., Rose, Gillian. 2009. London: New York: Verso, 281p.


El texto Hegel contra Sociology, de Gillian Rose, editado en 1981, es relevante porque inicia el redescubrimiento de la filosofía de Hegel y se aleja de las tradicionales interpretaciones que lo colocaban como aquel pensador que suponía un progreso continuo de la libertad como efecto de la “astucia de la Razón”, cuya cumbre es lo Absoluto, entendido como un saber perfecto e incluso divino -así se ganó el mote de “pensador totalitario” para Popper (2010)-. Lo que propone Rose es una interpretación de lo aportado por las reflexiones hegelianas, a través de una lectura peculiar, con el fin de nutrir filosóficamente la sociología. En este sentido, se justifica la reseña de un libro de filosofía social porque ayuda a pensar sobre el marco conceptual de la sociología. Su trabajo no es una interpretación fiel de ciertas obras o conceptos del marco hegeliano, sino una contribución a la reflexión del quehacer teórico de la sociología clásica. De hecho, por momentos parece intentar una sociología de la sociología con las herramientas conceptuales de Hegel (Brower-Latz, 2015).

Aunque este libro ha tenido fama de conservar un grado alto de dificultad para su entendimiento por su “enfoque elíptico” (Toth, 1983), e incluso ha sido catalogado como un “capricho intelectual” fuera de la discusión del campo sociológico (Minogue, 1985), poco a poco ha ganado legitimidad entre la ola de filósofos que comenzó a revisar de nuevo las obras de Hegel, principalmente con Pippin (1989) y Zizek (2006).1 Y es que su principal objetivo es “recuperar la experiencia especulativa hegeliana para la teoría social” (Rose, 2009, p. 1). Esto significa que, por medio de la noción de lógica especulativa de Hegel, poco explorada hasta ese momento (principios de la década de 1980), la autora desea argumentar la relación dialéctica entre el pensamiento y el ser, que en términos más concretos es la postura científica que permite considerar que hay una permanente escasez de identidad entre el sujeto y su predicado en las oraciones que forman parte de la teoría social.

Es un texto que puede aportar elementos a una discusión muy popular en la sociología de hoy, a saber: la relación agente/estructura o actor/sistema (Brower-Latz, 2015). Asimismo, se destaca la importancia de reconsiderar el término sociedad como concepto aparentemente fundamental que explica la religión -como aparece en la obra de Durkheim- (Milbank, 2006). Desde mi punto de vista, Rose es la primera persona en aventurarse a sostener que se puede aprovechar principalmente la Fenomenología del espíritu y la Lógica de la ciencia de Hegel para la reflexión sobre los componentes teóricos de la sociología, esfuerzo que no le salió tan bien desafortunadamente. Y, claro, cabe destacar que es la primera mujer de esta nueva ola (Judith Butler se integró formalmente en 1987 con su libro Subjects of Desire. Hegelian Reflections in Twentieth-Century France).

El eje central de la discusión en Hegel contra Sociology se revela a partir del supuesto de que las obras de Durkheim y Weber -e incluso las de Simmel- son parte de la influencia del paradigma del neokantismo. Esta particularidad también la poseen pensadores como Habermas, quien incluso está más comprometido con Kant que con la tradición de la sociología clásica. Aquella corriente filosófica recupera varios elementos de Kant a la luz de los nuevos descubrimientos científicos del siglo XIX, pero se queda corta en ofrecer lógicas complejas para entender el problema del mundo social. Claro que para la sociología clásica aún no eran temas claros la sociología del oficio del sociólogo -como Bourdieu, Chamboderon, & Passeron (2002) lo hicieron-, ni la noción de agencia -destacado y popularizado por Giddens (2006)-, y ni siquiera aun la discusión individuo y sociedad -como lo subrayó Elías (1990)-.2 Esto significa que Rose considera que, por lo menos aquellas sociologías clásicas, estaban delimitadas al continuar con el paradigma neokantiano. Incluso el neomarxismo conservó también estas faltas al opacar ciertos lados de la filosofía de Hegel y alumbrar con fuerza otros lugares.

En primer lugar, Rose entiende a Hegel en sentido “no metafísico”, esto es, entiende la visión de lo social y lo político como un autoentendimiento de la sociedad moderna y de su mismo pensamiento que se expresa en el arte, la religión y la filosofía.3 Además, esta pensadora considera que el paradigma neokantiano, aunque implicó un impulso para el desarrollo de la ciencia, mantiene ciertas fallas que absorbió la sociología en un primer momento, a saber: el desconocimiento de nosotros mismos, tanto como objetos de la experiencia como agentes con capacidad para la libertad, pero sobre todo la antinomia entre saber y mundo y la antinomia individuo y sociedad. Lo más interesante, sin embargo, es que considera la lógica especulativa de Hegel como la forma en que la sociología puede nutrirse para ir más allá de los límites del neokantismo.

Ahora bien, para resolver estas cuestiones se necesita volver a Hegel de una forma histórica, aprovechando la lógica especulativa. En este sentido, Rose (2009, p. 52) señala que “leer una proposición especulativa significa que la identidad afirmada entre sujeto y predicado es vista igualmente para afirmar una escasez de identidad entre sujeto y predicado”. Esto significa, como explica Zizek (2006, pp. 142-143), que “la marca de identidad entre sujeto y predicado designa solamente su falta de identidad”. En otras palabras, lo que distingue la relación del sujeto con su predicado son todos los esfuerzos fallidos por alcanzar una identidad plena. Otra forma de observarlo sería concebir la lógica especulativa como el camino fracturado hacia la unidad entre el pensamiento y el ser, que es el que se corresponde con la identidad entre el pensamiento y el ser. Y tal camino fracturado no es más que la dialéctica que implica Aufhebung: anular, conservar y resolver en tanto experiencia de la conciencia.4

Desde mi perspectiva, lo que Rose quiere explicar es que la lógica especulativa se reduce a las implicaciones latentes que muestra la construcción de las verbalizaciones explicativas, que no es más que una expresión de los esfuerzos por comprender el fenómeno social, aunque infructuosos, porque el sujeto de la oración nunca será abarcado por el predicado. La autora escribe varios ejemplos, pero hay uno que me parece más claro. La expresión “Dios existe”, leída especulativamente, significa que los humanos son seres finitos y sin libertad, que viven entre la conciencia de algo puro y su existencia social; que, a diferencia de otras especies, los humanos tienen una conciencia que los coloca en una posición en la que se dan cuenta de la contradicción entre la fe y el saber. Contradicciones que se mueven dialécticamente por las relaciones de sentido que coloca la conciencia con saber en comunidad según sus valores. De manera que la lectura especulativa es también una lectura dialéctica: “pero Aufhebung es otro término para la experiencia especulativa, para la experiencia de la diferencia o la negación, de la identidad relativa, de la contradicción entre la conciencia y su real existencia, la cual no es reconocida y es reconocida al mismo tiempo” (Rose, 2009, p. 110).

Uno de los fallos de Rose es que, en efecto, en el libro se dedica a comentar diversos episodios de las obras de Hegel sin explicar a fondo los beneficios de la especulación hegeliana para la sociología. Incluso Daubt (1984, p. 357) señala: “Hegel contra Sociology trata sobre la ausencia de una experiencia dialéctica en la teoría social, pero elige no ejemplificar tal enfoque”.5 Sin embargo, hay que reconocer que Rose abrió un frente para reflexionar por qué el pensamiento de Hegel está lejos de agotarse, por lo que puede aportar elementos interesantes a la sociología contemporánea. En este sentido, para tener cierta claridad sobre cómo acontece lo anterior, es necesario explotar más la idea de la identidad precaria entre pensamiento y ser, en tanto el error es parte intrínseca de una verdad momentánea. Esto lleva a reflexionar que los conceptos formulados en la teoría social se relacionan tardíamente con la realidad humana, porque primero se mueve el ser y después llega el pensamiento a verbalizarlo, de ahí que la ciencia siempre llega tarde a la comprensión científica de los fenómenos sociales. Pero va más allá: si la identidad incluye lo faltante en su verbalización, se pone en marcha la negación interior, que en cualquier investigación sociológica puede significar los límites intrínsecos de cualquier investigación, y que al expresarlas se fortalecen más las conclusiones. Así, cada investigación -por ejemplo, sobre la migración de retorno- es una serie de modos frustrados y distorsionados en que la sustancia como sujeto se reconoce a sí misma, es decir, por la que una sociedad se da cuenta de lo que es movimiento perpetuo.

Como se observa, este libro de Rose ha sido polémico, principalmente en la sociología por su poca claridad y utilidad a la discusión. No obstante, es pertinente, ya que hay una perspectiva positivista en la sociología académica que está segura de anunciar la verdad de la ciencia social a través del “empirismo abstracto”, cuya principal consecuencia es la eliminación de la construcción y explicación teórica al dar prioridad a la descripción. Esto es así porque pone por delante el marco conceptual seguido de la realidad social, lo que presenta un mundo aparentemente sin cambios en lo absoluto y, además, determinado por el concepto. Así, lo que no encaja en el marco conceptual no existe. Pero si se lanza una mirada a Hegel, sabremos que la ciencia es el vuelo de la lechuza de Minerva en el ocaso, que siempre llegará tarde a la verbalización de las experiencias de la realidad social, y que las sentencias científicas siempre implican otras cosas, por lo que la ciencia, vista especulativamente, está destinada a enfrentarse a la cuestión de lo que se debe valorar prioritariamente y de lo que hay que desechar.

Referencias

Bourdieu, Pierre; Chamboredon, Jean-Claude, & Passeron, Jean-Claude (2002). El oficio del sociólogo, México, Siglo XXI. [ Links ]

Brower-Latz, Phillip (2015). The Social Philosophy of Gillian Rose: Speculative Diremptions, Absolute Ethical Life. Tesis de doctorado. Durham University. [ Links ]

Butler, Judith (1987). Subjects of Desire. Hegelian Reflections in Twentieth-Century France. New York: Columbia University Press. [ Links ]

Doubt, Keith (1984). Review of Hegel contra Sociology by Gillian Rose. Phenomenology and Pedagogy, 1(3), 356-358. [ Links ]

Elias, Norbert (1990). La sociedad de los individuos. Ensayos. Barcelona: Península. [ Links ]

Giddens, Anthony (2006). La constitución de la sociedad. Bases para la teoría de la estructuración. Buenos Aires/Madrid: Amorrortu. [ Links ]

Houlgate, Stephen (2016). G.W.F. Hegel: An Introduction to His Life and Thought. En Houlgate, Sthephen, & Baur, Michael (eds.), A Companion to Hegel. Oxford: Wiley Blackwell. [ Links ]

Milbank, John (2006). Theology and Social Theory, Oxford: Blackwell. [ Links ]

Minogue, Kenneth (1985). Review of Hegel contra Sociology by Gillian Rose. The British Journal of Sociology, 36(3), 477-478. [ Links ]

Pippin, Robert (1989). Hegel’s Idealism. The Satisfactions of Self-Consciousness. Cambridge: Cambridge University Press. [ Links ]

Popper, Karl (2010). La sociedad abierta y sus enemigos. Barcelona: Paidós. [ Links ]

Toth, Kathleen (1983). Review of Hegel contra Sociology by Gillan Rose. American Journal of Sociology, 88(4), 828-830. [ Links ]

Wartenberg, Thomas (1999). Hegel’s idealism: The Logic of Conceptuality. En Beiser Frederick (ed.), The Cambridge Companion to Hegel. Cambridge: Cambridge University Press. [ Links ]

Zizek, Slavoj (2006). Porque no saben lo que hacen. El goce como un factor político. Buenos Aires/Barcelona/México: Paidós. [ Links ]

1Si bien Zizek (2006) menciona el trabajo Hegel contra Sociology de Rose dos veces en el cuerpo argumentativo de su libro Porque no saben lo que hacen,Pippin (1989) es más tímido, porque en su obra principal Hegel’s Idealism solamente recurre a la autora en tres notas al pie de página.

2La obra La sociedad de los individuos, de Elias, fue elaborada en 1939 y publicada hasta 1987, junto con otros trabajos del autor. De manera que la necesidad de explicar la relación entre individuo y sociedad fue concebida desde la década de 1930.

3Este enfoque interpretativo de las obras hegelianas también lo tiene Pippin (1989), quien rechaza una interpretación metafísica de Hegel, promueve un realismo desde la teoría del significado y, de hecho, tiene una íntima relación con las aportaciones de Kant realizadas en la Crítica de la razón pura (Wartenberg, 1993).

4 Houlgate (2016, p. 7) explica que la lógica especulativa se relaciona con la negación dialéctica: “An important result of Hegel’s immanent logic is that each form of being proves to be inseparable from its negation; indeed, it proves in a certain respect to be its own negation”.

5A su vez, Minogue (1985, p. 478) sentencia: “if I were a sociologist, I should not spend too much time worrying that my work is merely sterile because of failure to liberate myself from the barriers of neo-Kantianism”.

Acerca del autor

Daniel Manchinelly es doctor en ciencia social con especialidad en sociología por El Colegio de México. Actualmente se desempeña como encargado de proyectos y recursos educativos en el Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social (CIESS). Sus principales temas de investigación son migración en México y Centroamérica, migración y seguridad social, y filosofía social. Ha realizado investigación de campo sobre migración de retorno y grupos vulnerables, principalmente vinculado al tema laboral y educativo en México.

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