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Estudios sociológicos

versión On-line ISSN 2448-6442versión impresa ISSN 0185-4186

Estud. sociol vol.39 no.115 Ciudad de México ene./abr. 2021  Epub 06-Sep-2021

https://doi.org/10.24201/es.2021v39n115.1936 

Artículos

La importancia de los lazos sociales: clases sociales y mecanismos de acceso al empleo en el Área Metropolitana de Buenos Aires

The Importance of Social Ties: Social Classes and Job Access Mechanisms in the Buenos Aires Metropolitan Area

1Instituto de Investigaciones Gino Germani, Universidad de Buenos Aires (IIGG-UBA), Buenos Aires, Argentina, Joaquin.carrascosa91@gmail.com


Resumen:

Este artículo analiza las diferencias entre clases sociales en el uso de mecanismos de acceso al empleo en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Se distingue entre mecanismos basados en la movilización de lazos sociales ligados a distintos ámbitos de socialización, como la familia, el barrio, la escuela, la universidad, el trabajo, etc., y el acceso sin el uso de lazos. También se analizarán la relación entre el uso de lazos sociales y el acceso al empleo formal o informal y las diferencias en el uso de lazos según trayectorias de movilidad social intergeneracional e intrageneracional hacia la clase media. Se utiliza una metodología cuantitativa con datos provenientes de la encuesta del PI-Clases Reproducción y movilidad social en trayectorias familiares y cursos de vida (2015-2016). Los lazos fuertes y débiles mostraron ser de gran importancia para acceder al empleo; dentro de los segundos se destaca la importancia de los compañeros de trabajos anteriores y de los lazos barriales para las personas de clase obrera. Sin embargo, en la clase obrera y para los trabajadores no manuales, el uso de lazos sociales está ligado al acceso a empleos informales. Además, quienes son intergeneracionalmente estables en la clase media utilizan en gran medida sus lazos familiares, lo que sugiere mecanismos de reproducción de clase.

Palabras clave: clases sociales; acceso al empleo; lazos sociales; capital social

Abstract:

This paper analyzes differences between social classes in the use of job access mechanisms in the Metropolitan Area of Buenos Aires. A distinction is made between mechanisms based on the mobilization of social ties linked to various spheres of socialization such as family, neighborhood, school, university and workplace and job finding without the use of these ties. The paper also analyzes the relationship between the use of social ties and access to formal or informal jobs and the differences in the use of ties according to the trajectories of intergenerational and intragenerational social mobility toward the middle class. Quantitative methodology is used with data from the PI-Clases survey Reproduction and social mobility in family trajectories and life courses (2015-2016). Both strong and weak ties proved crucial to obtaining access to employment. The latter include the importance of former colleagues and neighborhood ties for working-class people. However, in the working class and for non-manual laborers, the use of social ties is linked to informal jobs. Moreover, those who are intergenerationally stable in the middle class largely use their family ties, which suggests class reproduction mechanisms through social capital.

Keywords: social classes; access to employment; social ties; social capital

Los contactos o redes de relaciones pueden apropiarse de un lugar fundamental a la hora de conseguir trabajo o ascender ocupacionalmente. Son los que brindan información sobre las oportunidades disponibles, recomiendan a personas específicas para algún puesto, ofrecen una ocupación de manera directa, proporcionan préstamos económicos para emprendimientos personales, etc. Las formas de conseguir trabajo o de enterarse de una búsqueda laboral son muchas y nos hablan de las diferentes maneras en que tanto las personas que buscan empleo como las que lo ofrecen se vinculan en el mercado laboral. Así pues, estudiar este proceso puede ayudar a conocer cómo las personas consiguen trabajo, más allá de la suma de antecedentes educativos y laborales expresada en un curriculum vitae, a partir de poner en movimiento su capital social.

El clásico trabajo de Granovetter (1974) mostró que para los trabajadores de tipo profesional, gerencial y técnico era fundamental el uso de lazos sociales de tipo débil, particularmente entre compañeros y excompañeros de trabajo, para conseguir empleos de mejor calidad y con mejores salarios. Sin embargo, es posible que personas de distintas clases sociales (y con diversas trayectorias de clase) hagan usos diferenciales de los lazos que tienen y que también obtengan beneficios desiguales. El uso de los lazos para acceder al empleo puede depender, en primera instancia, de las redes en las que las personas se insertan junto con la forma en que funcione el segmento del mercado de trabajo donde busquen insertarse (formal/informal, público/privado) y también de la situación macroeconómica (pensando principalmente en las diferencias entre etapas de estabilidad y crecimiento económico contra etapas de inestabilidad o crisis con aumento de desempleo y precariedad laboral).

A la vez, las desigualdades de clase social en relación con los beneficios de la movilización del capital social están vinculadas a mecanismos de cierre social y acaparamiento de oportunidades por parte de las clases sociales, que pueden funcionar como factores en procesos de reproducción de la estructura de clases y de formación de clases sociales, particularmente de la clase media profesional y gerencial a partir de su mayor capital social (Li, Savage, & Warde, 2008). En este sentido, se ha observado que el acceso a lazos sociales, fuertes y débiles, difiere sustancialmente según la posición de clase social y la trayectoria intergeneracional de clase: a mayor clase social y origen social, se tiene lazos con personas en ocupaciones de mayor estatus (Paredes,Carrascosa, & Lazarte, 2020).

Los estudios vinculados al paradigma clásico sobre estratificación y movilidad social se centraron en tres procesos principales que inciden en la estructura de oportunidades educativas y ocupacionales: i) los cambios en la estructura económica; ii) los cambios demográficos vinculados a las diferencias entre las tasas de natalidad y fecundidad, y iii) los flujos migratorios. En la actualidad se ha incorporado el estudio de mecanismos, como las políticas de gobierno, en tanto tienen un impacto directo en la distribución de la riqueza y el capital social, dado que la inserción de los individuos en redes sociales les provee de recursos que pueden potenciar sus capacidades y su desempeño (Filgueira, 2007). Recientemente ha habido un cambio en el peso relativo de los mecanismos que impulsan la movilidad social; los factores tradicionales (nivel educativo, ocupación e ingresos) explican parcialmente las trayectorias de las personas, mientras que crecen en importancia mecanismos ligados al capital social (Kessler, & Espinoza, 2007).

En América Latina diversos estudios han analizado la importancia del capital social en relación con el logro ocupacional, que es significativo en Uruguay (para ambos sexos) y en Chile (para los hombres) (Espinoza, Rey, & Barozet, 2017). El capital social se encuentra socialmente estratificado según la clase social, pero puede ayudar en procesos de superación de la pobreza y movilidad social en los sectores bajos (Rey, 2015 y 2017). Además, se destaca el papel de los mecanismos de acceso al empleo ligados a los lazos fuertes y débiles (Boado, 2008). En Ciudad de México, el capital social es usado en mayor medida por las personas con menor escolaridad, menores ingresos y orígenes sociales desaventajados con una tendencia a los lazos familiares y canales de influencia (en vez de la información o herencia), pero este uso no permite el acceso a un mejor empleo (Brunet, 2017).

En Argentina, quienes mejor se posicionan en la estructura de clases gozan de mayor apoyo interpersonal, con lazos generados en marcos institucionalizados, mientras que los sectores bajos tienen pautas de sociabilidad más vinculadas al ámbito barrial. La familia continúa cumpliendo una función privilegiada en la construcción y mantenimiento de vínculos en todos los niveles socioeconómicos, especialmente en los bajos y entre las mujeres (De Grande, 2010 y 2015). Estos lazos familiares y barriales son importantes para la reproducción en las clases populares (Dalle, 2016; Seid, 2017). La búsqueda de empleo está fuertemente asociada a la intermediación, ya sea institucionalizada en servicios como bolsas de trabajo o agencias de empleo o de manera informal a partir de lazos sociales ligados a la familia, amistades, del barrio, entre otros (Neffa, & Korinfeld, 2006). A su vez, particularmente para los jóvenes del municipio de La Matanza, las redes sociales tienen un peso importante en la búsqueda y el acceso al empleo (Pérez, 2008).

A partir de lo anterior, las preguntas de investigación que guían este trabajo son los siguientes: ¿En qué medida se utilizan los lazos sociales para acceder al empleo? ¿En qué ámbitos de socialización se conforman los lazos que permiten conseguir trabajo? ¿Qué diferencias hay en el uso de los mecanismos según la clase social? ¿El uso de lazos sociales implica el acceso a mejores o peores empleos? ¿Las personas de familias de clase media cuentan con ventajas a partir de sus lazos en comparación con quienes ascienden a esta clase? ¿En qué medida sirven los lazos sociales para insertarse en la clase de servicios?

El objetivo principal de este trabajo es analizar el uso de mecanismos de acceso al empleo ligados a lazos sociales fuertes y débiles conforme a posiciones de clase social en el Área Metropolitana de Buenos Aires. A la vez, se observarán, por un lado, las diferencias en el acceso al empleo formal/informal según el uso de los distintos mecanismos y, por otro, según trayectorias intergeneracionales (de ascenso y herencia de clase) e intrageneracionales hacia la clase media.

Luego de esta introducción se presentan los fundamentos teóricos de la importancia del capital social y los lazos como mecanismos de acceso al empleo, así como una mirada desde el análisis de clases de las desigualdades que aquéllos pueden generar. Posteriormente se expone la metodología utilizada en el trabajo. Después se analizan las diferencias en el uso de los mecanismos de acceso al empleo según posición de clase social y cómo el uso de cada mecanismo se vincula al acceso a un empleo formal o informal. Para completar el análisis se estudian desigualdades intergeneracionales e intrageneracionales en el uso de los lazos sociales en las clases medias (comparando entre quienes ascienden desde orígenes de clase más bajos y quienes tienen orígenes en la clase media). Finalmente, se desarrollan las principales conclusiones del trabajo.

El capital social y los lazos sociales como mecanismos de acceso al empleo: beneficios individuales y desigualdades de clase social

El capital social puede definirse desde la teoría de redes como recursos insertos (embedded) en una estructura social a los que acceden y movilizan individuos en acciones con un propósito determinado (Lin 2001, p. 29). De esta manera, el capital social posee tres componentes que ligan la estructura y la acción: a) los recursos insertos en la estructura social; b) las oportunidades que brindan el acceso a estos recursos, y c) la acción de movilizar los recursos con un objetivo determinado.

Los recursos a los que puede accederse a partir del capital social son bienes materiales o simbólicos, como la riqueza, el poder o la reputación. Para lograrlo se requiere de una inversión en relaciones interpersonales y de la inserción en redes sociales, lo que permite aumentar los beneficios de las acciones que los individuos llevan adelante en diversos ámbitos, como la esfera económica, el mercado laboral, la esfera política o la comunitaria. En este planteamiento es fundamental la capacidad de agencia individual, ya que, para obtener estos beneficios, es necesario movilizar los recursos a partir de una acción de tipo instrumental o expresivo, y aprovechar así los contactos que se tienen para alcanzar un propósito determinado, como concretar una búsqueda laboral (Lin, 2001).

Los recursos insertos en las estructuras sociales se encuentran distribuidos de manera desigual; las posiciones en la estructura social forman jerarquías piramidales en términos de los recursos que poseen, de su nivel de autoridad y de la cantidad de personas que ocupan estas posiciones (Lin, 2001). Simultáneamente, la interacción entre actores ocurre según el principio de homofilia, es decir, entre actores con estilos de vida y características socioeconómicas similares que se encuentran en posiciones cercanas o adyacentes en la estructura social.

En lo que se refiere a los beneficios en el ámbito ocupacional, los recursos que brindan los lazos sociales pueden esquematizarse de la siguiente manera: i) la información que se obtiene sobre alguna búsqueda laboral, capacitación, cursos, etc.; ii) la influencia en términos de recibir una recomendación para ser contratado o ascendido; iii) la oportunidad de ser contratado directamente para un trabajo; iv) y el acceso a recursos financieros que permite realizar inversiones e iniciar emprendimientos propios a partir de un préstamo (Parks-Yancy; DiTomaso, & Post, 2006, p. 95).

Una de las claves para entender la eficacia de los recursos que proveen los lazos sociales en los procesos de logro de estatus yace en la mano invisible del capital social, que ejerce un efecto en el mercado de trabajo (Angelusz, & Tardos, 2008; Lin, & Ao, 2008). Esto ocurre con base en intercambios de información de tipo cotidiano y rutinario sobre oportunidades ocupacionales en las redes de relaciones que no involucran una búsqueda de trabajo activa, pero que puede dar como resultado un mejor empleo. En este tipo de casos, el capital social brinda beneficios de manera indirecta, y el actor prescinde de una movilización intencional.

Los lazos sociales pueden ser de tipo fuerte, con vínculos estables y duraderos, como las relaciones familiares o de amistades cercanas, o de tipo débil, en los que las personas amplían sus redes en busca de información o recursos que no encuentran en relaciones más cercanas. Según esta postura, el estudio de los lazos débiles es esencial para analizar las estructuras de oportunidades, en tanto éstos brindan recursos que pueden facilitar posibilidades de movilidad social, al ser los únicos que funcionan como puentes que conectan distintas redes (Granovetter, 1973).

Para analizar las causas inmediatas de la movilidad social, Granovetter (1974)) liga los niveles micro y macrosociales y se concentra en las dinámicas de los flujos de información a través de las redes sociales que facilitan dicha movilidad. En este sentido se destaca la importancia de factores estructurales (como la posición de clase, el sexo, la edad) que limitan o facilitan el acceso a redes que proveen información sobre oportunidades ocupacionales. Uno de los factores más importantes para acceder a mejores ocupaciones es el intercambio de información entre compañeros y excompañeros de trabajo; al mismo tiempo, las mejores posibilidades de movilidad social están dadas para quienes tienen redes amplias y diversas, establecidas en ámbitos variados, con contactos en ocupaciones distintas a las propias.

La importancia de los contactos e intercambios de información en el ámbito laboral se explica, en parte, porque la esfera económica en la sociedad moderna no se rige únicamente bajo principios universalistas basados en la racionalidad con arreglo a fines y el mérito, sino que se encuentra inserta (embedded) en un conjunto de relaciones sociales complejas (Granovetter, 1985).

Además, se destaca la importancia de posiciones clave en el mercado laboral que controlan recursos e información vinculados a oportunidades ocupacionales, como los dueños empleadores de pequeños o medianos comercios, talleres o emprendimientos; gerentes generales o de área o jefes de sector con control sobre la contratación de personal; trabajadores del área de recursos humanos y reclutadores. Por otra parte, cada vez cumplen un papel más determinante las consultoras de selección de personal o cazadores de talento que actúan como intermediarios entre trabajadores y empresas a la hora de las búsquedas laborales. Formar parte de redes en las que están presentes estos actores puede ser clave en tanto permite obtener ventajas a partir de su ubicación estratégica (Neffa & Korinfeld, 2006; Acosta, & Vuotto, 2000).

Un aporte fundamental para entender el rol del capital social en el mercado de trabajo es el de Requena, Santos (1991), que desde una perspectiva estructural funcionalista desarrolló un modelo teórico de la asignación ocupacional a través de redes sociales, según el cual éstas cumplirían la función de nexo de unión entre las instituciones primarias (familia, grupos de pertenencia, escuela) y el mercado de trabajo. Su importancia está dada porque el aprovechamiento de las redes sociales para la inserción laboral permite reducir considerablemente los costos de búsqueda de empleo, movilidad y desplazamiento. Estas redes se convierten así en cadenas de movilidad socialmente determinadas que procuran la asignación ocupacional en el subsistema social constituido por el mercado laboral.

Según ese esquema, en el mercado de trabajo habría mecanismos formales de acceso al empleo (convocatorias abiertas, agencias de empleo, concursos de oposición, entre otros) y mecanismos informales, basados en el uso del capital relacional o lazos sociales (recomendaciones o referencias de conocidos, amigos, familiares, etc.) (Requena Santos, 1991). Su uso varía fuertemente según el origen social y las instituciones primarias o grupos de pertenencia; los mecanismos informales son de especial importancia para los jóvenes en su entrada al mercado laboral, para los migrantes y para la inserción en empresas pequeñas o de tipo familiar. Al mismo tiempo, y dado que la inserción en redes está determinada por elementos ligados a los orígenes familiares, los barrios de residencia, las escuelas y las ocupaciones, pueden verse como un mecanismo generador de desigualdad de oportunidades.

Por otra parte, el peso de estos mecanismos en el mercado laboral depende de una serie de factores: i) los cambios demográficos; ii) los procesos de inflación de titulaciones universitarias; iii) la situación macroeconómica, pues en etapas de estabilidad y crecimiento operan en mayor medida los criterios universalistas de asignación de posiciones sociales ligados al mérito individual, mientras que en las etapas de crisis y recesión se incrementa el peso de los criterios particularistas 1 (Requena Santos, 1991).

Las desigualdades vinculadas a los lazos sociales se pueden interpretar más allá de las acciones y beneficios que obtiene cada individuo en el mercado a partir de las nociones de cierre social y acaparamiento de oportunidades (Weber, 2005; Parkin, 1984; Tilly, 1998). En este sentido, las ventajas que favorecen a los grupos dominantes en una sociedad (de clase, religión, género, étnicos, entre otros) se canalizan a través del intercambio de recursos sociales en el mercado de trabajo, y así reproducen las desigualdades existentes (DiTomaso, & Bian, 2018).

Desde una mirada macrosocial, las redes de relaciones interpersonales funcionan, según Granovetter, & Tilly (1988), como el marco dentro del cual se desarrollan los conflictos y negociaciones en torno a las desigualdades asociadas al proceso de trabajo entre trabajadores, capitalistas, hogares y gobiernos. Cada uno de estos contendientes se vale de los recursos que su red puede proveerle. En este argumento destaca el rol de la acción colectiva, no sólo en la organización formal, sino en las relaciones de tipo informal y cotidiano entre trabajadores y empleadores. A la vez, el mercado laboral es selectivo en tanto existen redes de reclutamiento por parte de los empleadores y redes de oferta entre trabajadores, que reproducen desigualdades debido a las fronteras de interacción entre grupos sociales (Tilly, 1998).2

En su trabajo clásico sobre movilidad social intergeneracional, Erickson, & Goldthorpe (1992, p. 397) remarcaron la importancia de avanzar en análisis que permitan conocer los procesos involucrados en la movilidad social, es decir, los mecanismos por los cuales las personas aplican sus recursos para aumentar las posibilidades de movilidad ascendente, como parte de estrategias adaptativas a partir de las cuales los individuos aprovechan los recursos económicos, culturales o sociales, tanto de origen como adquiridos, para ascender en sus trayectorias ocupacionales.

En este sentido, el capital social puede considerarse un factor clave en los procesos de formación de clase, en tanto consolida privilegios a partir de la reproducción de las desigualdades al encontrarse distribuido de manera dispar, según la posición social de origen, la trayectoria de clase y la posición de destino en la estructura de clase (Li, Savage, & Warde, 2008). El capital social refuerza las posiciones de clase: mientras mayores son las desigualdades sociales de un país, mayor es la monopolización del capital social por parte de las clases más altas (Pichler, & Wallace, 2009). Al estar distribuido desigualmente entre las clases, el capital social refleja y perpetúa la estructura de estratificación social, ya que las personas en posiciones más bajas ven entonces limitadas sus posibilidades de ascenso social por su menor acceso a redes amplias.

Las relaciones interpersonales se encuentran imbricadas en las estructuras sociales de la comunidad, la economía y otras instituciones (Sautu, 2016). A nivel microsocial, las relaciones funcionan como mecanismo de reproducción del poder económico y de consolidación de situaciones de poder y privilegio a partir del control de los mercados, espacios territoriales, instituciones educativas o medios de comunicación (Sautu, 2011 y 2016). El establecimiento de lazos y redes permite a los integrantes de una clase sostener y consolidar su posición social y acumular mayor poder, mientras que, al mismo tiempo, se excluye del acceso a recursos a otras clases sociales.

Metodología utilizada

Para responder a los objetivos del trabajo, se utilizará una metodología cuantitativa desplegada a partir del análisis estadístico de la encuesta Reproducción y movilidad social en trayectorias familiares y cursos de vida, del Programa de Investigación sobre Análisis de Clases Sociales (PI-Clases, IIGG-UBA), dirigida por Ruth Sautu, Pablo Dalle, Paula Boniolo y Rodolfo Elbert. La encuesta se realizó en el Área Metropolitana de Buenos Aires entre 2015 y 2016, y la unidad de análisis se conformó con personas de ambos sexos de entre 25 y 65 años. La muestra probabilística es de 1 065 casos, de los cuales 1 012 tienen información sobre clase social y acceso al empleo. La encuesta pregunta sobre el empleo actual para el caso de los ocupados, y en el de los desocupados se pregunta sobre su última ocupación. En el cuadro 1 se presenta un resumen de las principales variables utilizadas.

Cuadro 1 Descripción de las principales variables utilizadas  

Clase social (esquema EGP)

Clase de servicios (I)

Clase de servicios (II)

Trabajadores no manuales (IIIa + b)

Pequeña burguesía (IVa + b + c)

Trabajadores manuales calificados (V + VI)

Trabajadores manuales no calificados (VIIa + b)

Mecanismos de acceso al empleo*

Mecanismos informales

Lazos fuertes (familiares)**

Lazos débiles (vecinos del barrio***, compañeros de escuela, de trabajos anteriores, de la universidad, del sindicato o partido político, de país o provincia de origen)

Mecanismos de mercado

Trayectoria intergeneracional de clase hacia la clase media

Estables en clase media

Ascendentes hacia la clase media desde la clase obrera

Trayectoria intergeneracional de clase hacia la clase de servicios

Estables en clase de servicios

Ascendentes hacia la clase de servicios

Ocupación anterior a la actual

Profesionales, gerentes y técnicos (grupos 1, 2 y 3 del CIUO-08)

Administrativos, comerciales y trabajadores manuales (grupos 4, 5, 6, 7, 8 y 9 del CIUO-08)

* Los vínculos establecidos en el ámbito barrial se consideraron débiles; sin embargo, la importancia que muestran para los trabajadores manuales y su bajo peso en la clase de servicios (cuadro 2) hace que sea importante reflexionar sobre las características de estos lazos en su contexto. Es posible que en los barrios de clase obrera los lazos entre vecinos del barrio obtengan características distintas a las adquiridas en barrios de clase media con mayores niveles de confianza, apoyo mutuo y reciprocidad. A lo largo del trabajo se usa la expresión acceso al empleo, aunque corresponde más al trabajo en general, ya que se incluye en el análisis a trabajadores por cuenta propia.

** Teóricamente, un lazo familiar (que correspondería más a la diferencia entre kin y nonkin relationships) no es exactamente lo mismo que un lazo fuerte (por ejemplo, un amigo muy cercano podría ser un lazo fuerte en términos de su intensidad, estabilidad y duración). Se ha optado por utilizar lazo fuerte y lazo familiar como sinónimos en tanto la encuesta no provee detalles sobre la “fuerza” del lazo más allá de si la persona es un familiar o si es un amigo/conocido/contacto, y el marco teórico utilizado se basa sobre todo en los trabajos de Granovetter, donde lazos fuertes y lazos débiles son conceptos centrales.

*** Los vínculos establecidos en el ámbito barrial se consideraron débiles; sin embargo, la importancia que muestran para los trabajadores manuales y su bajo peso en la clase de servicios (cuadro 2) hace que sea importante reflexionar sobre las características de estos lazos en su contexto. Es posible que en los barrios de clase obrera los lazos entre vecinos delbarrio obtengan características distintas a las adquiridas en barrios de clase media con mayores niveles de confianza, apoyo mutuo y reciprocidad.

Fuente: Elaboración propia.

Para definir las posiciones de clase social se emplea el esquema CASMIN (EGP) desarrollado por Erikson, Goldthorpe, & Portocarrero (1979). Se utilizará una versión del esquema original, adaptada para un trabajo comparativo en varios países de América Latina por Solís, & Boado (2016), que incorpora modificaciones específicas que dan cuenta de las particularidades de la estructura de clases en la región. Habitualmente se usa la versión de cinco clases de este esquema; en este trabajo se manejará una de seis clases, separando a la clase de servicios I y II, para observar sus tendencias en mayor detalle, ya que difieren sustancialmente.

Con el fin de analizar los mecanismos de acceso al empleo se recurre a la siguiente pregunta del cuestionario: “¿Quiénes lo ayudaron a conseguir su trabajo actual/último?”. Las opciones de respuesta se refieren a distintos tipos de mecanismos, comunes en el mercado de trabajo (Requena Santos, 1991; Boado, 2008, p. 81); por un lado, se encuentran los relacionales, que implican algún tipo de relación (directa o indirecta) entre quien busca trabajo y quien contrata; esto puede darse a través de una oferta directa de empleo, una recomendación, etc. En consonancia con Granovetter (1973), los mecanismos relacionales pueden aludir a los lazos de tipo fuerte (familiares) o a los de tipo débil (contactos, conocidos, amigos, etc.). Asimismo, los lazos débiles remiten a diferentes ámbitos de socialización, en los que pueden forjarse vínculos que abran oportunidades ocupacionales: el barrio, la escuela, la universidad, los trabajos anteriores, el sindicato o partido político y los conocidos del país o provincia de origen de los migrantes. Por otro lado, para el caso de quienes no recibieron ayuda, se hallan los mecanismos de mercado, que no recurren a lazos sociales en la búsqueda de empleo.

Las diferencias en el uso de mecanismos de acceso al empleo según clase social y trayectoria hacia la clase media se analizan a partir de tablas bivariadas, complementadas con modelos de regresión logística multinomial para controlar las relaciones observadas según sexo y grupo etario al acceder al empleo. Este tipo de regresión resulta apropiado cuando la variable dependiente es de tipo nominal y no binaria, ya que permite contrastar los resultados de cada categoría de la variable dependiente con las otras. Estos modelos informan la razón de riesgo relativo, es decir, la razón de la probabilidad de ocurrencia de una categoría sobre la probabilidad de ocurrencia de la categoría de referencia.

Diferencias según clase social en el uso de los mecanismos de acceso al empleo

En términos generales se observa una predominancia de los mecanismos relacionales sobre los de mercado (cuadro 2). Los primeros representan a casi seis de cada diez casos (57.7%), lo que habla de la importancia de la movilización del capital social en el mercado de trabajo, mientras que los segundos se aprovechan en cuatro de cada diez (42.3%). Por su parte, los mecanismos relacionales se dividen prácticamente en partes iguales entre los vinculados a los lazos fuertes (28.7%) y los vinculados a los lazos débiles (29.0%). Sin embargo, no se utilizan en igual medida por las personas de cada clase social.

Cuadro 2 Uso de mecanismos de acceso al empleo según clase social (%) 

Lazos fuertes

Lazos débiles

Mercado

Total

n

Clase de servicios (I)

14.6

31.9

53.5

100.0

144

Clase de servicios (II)

26.0

27.1

46.8

100.0

188

Trabajadores no manuales (IIIa + b)

31.8

28.9

39.2

100.0

135

Pequeña burguesía (Iva + b + c)

47.3

13.0

39.7

100.0

146

Trabajadores manuales calificados (V + VI)

27.2

28.4

44.4

100.0

162

Trabajadores manuales no calificados (VIIa + b)

27.0

39.2

33.8

100.0

237

Total

28.7

29.0

42.3

100.0

1 012

Nota: chi2 = 60.8; significativo con p < 0.00 y asociación leve con V de Cramer = 0. 173.

Fuente: Elaboración propia con base en Reproducción y movilidad social en trayectorias familiares y cursos de vida (Pi-Clases, 2015).

Los mecanismos de mercado son relevantes para todas las clases sociales; tiene mayor uso por parte de ambos estratos la clase de servicios (I y II), especialmente en el más alto, donde más de la mitad de las personas (53.5%) no se valen de manera directa de sus lazos sociales para conseguir trabajo. Este resultado no implica necesariamente que la clase de servicios se valga menos de su capital social. Una hipótesis alternativa sería que, en esta clase social, a partir de valores meritocráticos, el capital social no es movilizado (o percibido) en forma de ayuda, tal como pregunta el cuestionario, sino que se aprovechan los lazos de maneras más indirectas, en forma de recomendaciones y circulación de información sobre oportunidades.

Por su parte, los trabajadores manuales calificados también hacen importante uso de los mecanismos de mercado (44.4%), esto puede deberse principalmente a procesos formales de selección de personal para el ingreso a fábricas, talleres o empresas de servicios de logística y transporte, seguridad, etc. En contraste, los trabajadores manuales no calificados son quienes menor uso hacen de los mecanismos de mercado (33.8%), y, por lo tanto, los que se valen en mayor medida de sus contactos a la hora de recibir ayuda para conseguir un empleo.

Los lazos fuertes, representados por la ayuda provista de parte de familiares, los utilizan cerca de tres personas de cada diez (28.7%). Lógicamente, estos lazos son indispensables para los integrantes de la pequeña burguesía que llevan adelante emprendimientos familiares (47.2%). También es elevado el nivel de movilización del capital social ligado a los vínculos familiares para obtener un trabajo de oficina, de tipo no manual rutinario (31.8%). Además, los lazos familiares tienen importancia entre los trabajadores manuales calificados y no calificados (27.0 y 27.1%).

Por otra parte, puede observarse una marcada diferencia en el uso de los lazos fuertes entre los estratos de la clase de servicios. El estrato más bajo (II) se vale de los lazos familiares aproximadamente en un cuarto de los casos (26.0%). Por el contrario, el estrato más alto de la clase de servicios, integrado principalmente por profesionales, directivos y grandes propietarios, es el que menor uso hace de los lazos familiares (14.6%).3

Para avanzar con un análisis en mayor profundidad de la movilización del capital social, es importante diferenciar entre distintos ámbitos de socialización, donde se establecen lazos que pueden funcionar como mecanismos de acceso al empleo (cuadro 3). A primera vista, es claro que algunos de los ámbitos prácticamente no tienen peso, específicamente los sindicatos o partidos políticos (0.8%), los conocidos del país o provincia de origen de migrantes (1.1%) y los compañeros de escuela (1.8%).

Cuadro 3 Ámbito de socialización del lazo utilizado para el acceso al empleo según clase social (%) 

Clase social

Su familia

Vecinos del barrio

Compañeros de la escuela

Compañeros de trabajos anteriores

Compañeros de la universidad

Compañeros del sindicato o partido político

Conocidos de su país/provincia de origen

Ninguno

Total

n

Clase de servicios (I)

14.6

7.0

2.8

8.3

9.7

2.8

1.4

53.5

100.0

144

Clase de servicios (II)

26.0

10.0

27

9.6

3.2

0.0

1.6

46.8

100.0

188

Trabajadores no manuales (IIIa + b)

31.8

15.6

3.0

7.4

2.2

0.7

0.0

39.3

100.0

135

Pequeña burguesía (Iva + b + c)

47.3

10.3

0.7

0.7

0.0

0.7

0.7

39.7

100.0

146

Trabajadores manuales calificados (V + VI)

27.2

18.5

1.2

8.6

0.00

0.00

0.00

44.4

100.0

162

Trabajadores manuales no calificados (VIIa + b)

27.0

27.4

0.8

7.6

0.4

0.8

2.1

33.8

100.0

237

Total

28.7

15.8

1.8

7.2

2.4

0.8

1.1

42.3

100.0

1012

Nota: chi2 = 150.3; significativo con p < 0.00 y asociación leve con V de Cramer = 0.172.

Fuente: Elaboración propia con base en Reproducción y movilidad social en trayectorias familiares y cursos de vida (Pi-Clases, 2015).

El uso de los contactos ligados al ámbito barrial es relativamente alto, y representa más de la mitad del uso de lazos débiles (15.8 sobre 29.0% en total). Su uso es particularmente intenso entre los trabajadores manuales no calificados (27.4%) y también entre los trabajadores manuales calificados (18.5%). Por el contrario, la clase de servicios se vale en mucho menor medida de los conocidos del barrio para conseguir trabajo (6.9% para el estrato alto y 10.1% para el estrato bajo).

El ámbito laboral es el otro espacio de socialización en el que se forman lazos que abren la puerta a nuevas oportunidades ocupacionales. La movilización de estos lazos parece similar entre todas clases sociales (con excepción de la pequeña burguesía) y alcanza a cerca de una de cada diez personas. Sin embargo, estos lazos no parecen destacarse tanto como la bibliografía clásica sugiere.

A diferencia de la escuela, la universidad es un ámbito de socialización a partir del cual pueden tejerse redes que brinden capital social movilizable para obtener empleo, aunque estas redes son accesibles únicamente para el estrato más alto de la clase de servicios (9.7%).

Además de la clase social, otros factores importantes vinculados al acceso y movilización del capital social son la edad y el sexo (cuadro 4).4 La edad es uno de los elementos que estructuran las redes sociales de las personas, particularmente en relación con la entrada al mercado laboral (Lin, 2001; Kadushin, 2011; Boado, 2008). El capital social de los más jóvenes sería bajo, dependiendo principalmente de sus lazos familiares; las personas de mediana edad serían quienes tienen redes más amplias y con mejores contactos al alcanzar la cúspide de su carrera ocupacional y, finalmente, el capital social disminuiría con el avance de la edad. Respecto al género, las mujeres tienen menor capital social (Tindall, & Cormier, 2008), por lo que tienen menos oportunidades ocupacionales, aun ampliando las brechas preexistentes (Peter, & Drobnič, 2013). Más allá del mercado laboral, las mujeres hacen un uso particular del capital social y desarrollan estrategias diferentes a las de los varones, más vinculadas al ámbito familiar y comunitario (Warr, 2006; Lai, 2008).

Cuadro 4 Modelo de regresión logística múltiple con mecanismo de acceso al empleo como variable dependiente 

Clase social

Comparación entre uso de lazos fuertes y mecanismos de mercado

Comparación entre uso de lazos fuertes y lazos débiles

Comparación entre uso de lazos débiles y mecanismos de mercado

RRR (razón de riesgo relativo)

Clase de servicios (I) (ref)

-

-

-

Clase de servicios (II)

1.90*

2.00**

0.95

Trabajadores no manuales (IIIa + b)

2.62**

2.10**

1.24*

Pequeña burguesía (Iva + b + c)

4.52*

9.35*

0.48

Trabajadores manuales calificados (V + VI)

2.26**

2.18**

1.03

Trabajadores manuales no calificados (VIIa + b)

2.81*

1.55

1.83*

Sexo

Varón (ref)

-

-

-

Mujer

1.23

1.30

0.94

Grupo de edad (al momento de acceso al empleo)

Hasta 25 (ref)

-

-

-

26-35

0.60**

0.57**

1.04

Más de 35

0.73*

0.44*

1.63*

N

1010

Niveles de significancia estadística: * p < 0.05; ** p < 0.01; *** p < 0.001.

Fuente: Elaboración propia con base en Reproducción y movilidad social en trayectorias familiares y cursos de vida (Pi-Clases, 2015).

Para analizar la influencia de estos factores se utilizarán modelos de regresión logística multinomial que controlan las relaciones ya observadas según sexo y grupo etario al momento del acceso al empleo.

Las primeras dos columnas muestran que, incluso al controlar por sexo y grupo etario, todos los estratos utilizan más sus lazos fuertes que el estrato alto de la clase de servicios (salvo el caso de la comparación entre lazos fuertes y débiles para los trabajadores manuales no calificados). Además, los trabajadores manuales no calificados y los trabajadores no manuales utilizan más sus lazos débiles (antes que los mecanismos de mercado) que las personas del estrato alto de la clase de servicios (RRR = 1.83 y RRR = 1.24, respectivamente).

En relación con la edad se observa lo siguiente: los más jóvenes utilizan en mayor medida sus lazos familiares (en comparación con el uso de ambos tipos de lazos), además, los mayores de 35 años utilizan en mayor medida sus lazos débiles (que los mecanismos de mercado) que el resto (RRR = 1.63). Por otro lado, no hay diferencias significativas entre los sexos en ninguna de las relaciones.

Mecanismos de acceso al empleo e informalidad

En su clásico estudio sobre el acceso al empleo en los sectores gerenciales, profesionales y técnicos, Granovetter (1974) observó que quienes utilizaban sus lazos débiles obtenían los empleos con mejores condiciones laborales y mayores salarios. Sin embargo, al ampliarse esta línea de investigación a otros contextos se observó que, si bien el capital social es fundamental para los desocupados y personas de sectores vulnerables o pobres (Bonoli, & Turtschi, 2015), el uso de lazos por estos sectores funciona más bien como mecanismo de supervivencia y que los empleos a los que se accede son de menor calidad y con menores remuneraciones (Smith, 2000 y 2016).

La misma situación se observa en América Latina, donde el contexto de un mercado laboral heterogéneo lleva a los sectores vulnerables a utilizar los lazos sociales como último recurso o red de seguridad, mientras que en los sectores protegidos la información que circula es sobre oportunidades laborales nuevas y mejores (Deguilhem, Berrou, & Combarnous, 2017). En Argentina, el uso de lazos sociales se analizó como factor clave para la reinserción laboral en etapas de alto desempleo en tanto permitía resguardarse de los efectos de la crisis económica (Feldman, & Murmis, 2002; Toledo, & Bastourre, 2006).

Así, en esta sección se analizará el tipo de empleos a que se accede a partir de los distintos mecanismos. Para ello, se considerará la informalidad como actividades económicas de procesos de generación de ingresos no reguladas por las instituciones estatales (Castells, & Portes, 1989, p. 12, citado en Elbert, 2015). Se tomarán, entonces, como empleos formales a los que tienen algún tipo de registro en la seguridad social, ya sea a partir de descuentos jubilatorios o monotributo, y los informales como los que no tienen registro (tipo en negro). Con este propósito se elaboró un resumen en el cuadro 5, donde cada celda muestra el porcentaje de encuestados con empleo formal para dicha combinación de clase y uso de lazos sociales.

Cuadro 5 Porcentaje de trabajadores asalariados con aportes jubilatorios según clase y mecanismo de acceso al empleo (con recibo de sueldo o monotributo) 

Clase social

Lazos fuertes

Lazos débiles

Mercado

n

Clase de servicios (I)

91.7

100.0

96.7

113

Clase de servicios (II)

90.2

97.7

94.1

153

Trabajadores no manuales (IIIa + b)

73.8

71.0

78.4

131

Trabajadores manuales calificados (V + VI)

66.7

79.1

86.0

100

Trabajadores manuales no calificados (VIIa + b)

50.8

43.0

56.2

218

Total

70.0

71.5

81.4

715

Fuente: Elaboración propia con base en Reproducción y movilidad social en trayectorias familiares y cursos de vida (Pi-Clases, 2015).

En términos generales, los empleos a los que se accede a partir de los mecanismos de mercado son de tipo formal en mayor medida que los que se obtienen con el uso de lazos sociales (81.4% contra 70.0 y 71.5%). Por otra parte, en ambos estratos de la clase de servicios los empleos a los que se accede a partir de los lazos débiles son los de mayor nivel de formalidad, aunque las diferencias respecto a los que se accede a partir de los otros mecanismos son pequeñas y, en todos los casos, los niveles de formalidad están por encima de 90 por ciento.

En cambio, para los trabajadores no manuales rutinarios, los mecanismos de mercado son los que los acercan más a la formalidad (78.4 contra 73.8% de los lazos fuertes y 71.0% de los lazos débiles). En el caso de los trabajadores manuales calificados, también son los mecanismos de mercado los que permiten acceder a empleos formales en mayor medida (86.0%), seguidos de los ligados a lazos débiles (79.1%), mientras que los lazos familiares dan acceso a empleos formales en dos de cada tres casos (66.7%). Para los trabajadores manuales no calificados también son los mecanismos formales los que los acercan más a la formalidad (56.1%), mientras que los empleos a los que acceden a partir de los lazos fuertes y débiles5 presentan mayor nivel de informalidad (50.8 y 43.0%, respectivamente).

Estas diferencias se vinculan fuertemente con la alta heterogeneidad del mercado laboral, marcado por un sector microinformal amplio y elevada precariedad y subempleo (Donza, Poy, & Salvia, 2019). Esta heterogeneidad se traduce en diferencias en los resultados según clase social. En la clase de servicios los niveles de formalidad son altos en general, pero para las posiciones más bajas de la estructura de clases los mecanismos de mercado se encuentran más ligados a la formalidad y al acceso a partir de lazos sociales a empleos con mayor nivel de informalidad.

Para la clase obrera y los trabajadores no manuales, las fábricas, talleres o empresas de servicios del sector formal de la economía ofrecen mejores condiciones laborales. Este segmento puede guiar sus búsquedas laborales a partir de mecanismos de mercado más institucionalizados (con sus departamentos de recursos humanos, consultoras de personal, etc.); en cambio, el sector informal parece focalizarse más en las redes de relaciones sociales, los conocidos del barrio y los emprendimientos familiares. El acceso a una ocupación de tipo formal parece estar mediada más por el curriculum vitae de los postulantes que por sus relaciones, pero para quienes no logran acceder se vuelve fundamental recurrir a sus contactos.

Los lazos sociales en la clase media: desigualdades intergeneracionales e intrageneracionales

Una pregunta central en relación con la movilización del capital social es si las personas con distintas trayectorias intergeneracionales de clase social disponen de los mismos recursos a la hora de buscar empleo. En este sentido, se analizarán las diferencias entre personas con trayectorias de ascenso a la clase media desde la clase obrera, y personas estables intergeneracionalmente en la clase media. También se analizarán específicamente las diferencias entre ambos estratos de la clase de servicios, pero con: a) trayectorias intergeneracionales de ascenso desde el resto de las clases sociales, o b) trayectorias de herencia de clase desde la clase de servicios (I + II). Esta distinción en la clase de servicios según trayectoria permite pensar desigualdades entre quienes nacen en esta posición y quienes vienen desde abajo, lo que evidencia la importancia del capital social que brinda el origen familiar de clase. Este capital social de origen no proviene únicamente de los familiares en sí mismos, sino también de las redes más amplias en las que se inserta la familia, como las instituciones educativas privadas o de élite, clubes de barrio y espacios de socialización, lugares de trabajo de los integrantes de la familia, entre otros.

Asimismo, se analizará la importancia de los lazos sociales para el acceso a la clase de servicios con una mirada intrageneracional en la trayectoria laboral de una persona. Con este propósito se comparará el uso de mecanismos de acceso al empleo a la ocupación actual entre dos grupos: i) personas que actualmente integran la clase de servicios y cuya ocupación inmediatamente anterior a la actual fue de tipo profesional, gerencial o técnico; ii) personas que actualmente integran la clase de servicios y cuya ocupación inmediata anterior fue de tipo administrativo, comercial o manual (calificada o no calificada). 6

Mecanismos de acceso al empleo en la clase media: el ascenso desde la clase obrera y la reproducción intergeneracional

En relación con el uso de los lazos fuertes, se observa que los estables en las clases medias hacen un uso intenso del capital social de origen con el que cuentan, que les brinda ventajas en el mercado laboral en comparación con quienes intentan ascender. Los estables usan más los lazos familiares que los ascendentes, esto se da para acceder a ambos estratos: de la clase de servicios y de trabajadores no manuales (18.3 contra 7.84% en el estrato alto de la clase de servicios; 30.0 contra 20.5% en el estrato bajo, y 42.6 contra 20.9% en los trabajadores no manuales de tipo rutinario).

Se destaca particularmente la gran importancia de los lazos fuertes para las personas estables del estrato de trabajadores no manuales, lo que habla de procesos marcados de reproducción social dentro de esta clase a partir de los recursos que los lazos familiares pueden proveer en el mercado de trabajo para el acceso a ocupaciones de cuello blanco como oficinistas. Por el contrario, provenir de familias de clase obrera y no tener estos lazos puede plantearse como una barrera al ascenso social.

En la pequeña burguesía, las personas con ambos tipos de trayectoria utilizan mucho sus lazos fuertes (42.3 para los estables y 50.0% para los ascendentes); esto permite pensar en el ascenso social a partir del impulso de emprendimientos por cuenta propia, comercios, etc., a nivel familiar.

Nuevamente, los lazos débiles ligados al ámbito barrial son más importantes en general para las personas de clase obrera, en este caso hijos de clase obrera que ascienden a la clase media. Esto se observa en particular en el estrato bajo de la clase de servicios (20.5% para los ascendentes contra 5.4% en los estables) y en los trabajadores no manuales (20.9% para los ascendentes contra 10.3% en los estables). El barrio se constituye, entonces, en un espacio de socialización donde se conforman redes importantes para las personas de clase obrera, tanto para mantener esa posición de clase como para ascender a las clases medias (Carrascosa, & Estévez Leston, 2020).

Cuadro 6 Uso de mecanismos de acceso al empleo según clase social para ascendentes hacia clase media (%) 

Ascendentes a clase media(Hijos de padres de clase obrera V + VI + VII)

Lazos fuertes

Vecinos del barrio

Compañeros de instituciones educativas (escuela y universidad)

Compañeros de trabajos anteriores

Mercado

Total

n

Clase de servicios (I)

7.8

9.8

7.8

13.7

60.8

100.0

51

Clase de servicios (II)

20.5

20.5

1.3

9.0

48.7

100.0

78

Trabajadores no manuales (IIIa + b)

20.9

20.9

1.5

10.4

46.3

100.0

67

Pequeña burguesía (Iva + b + c)

50.0

6.4

1.1

1.1

41.5

100.0

94

Total

27.9

14.1

2.4

7.6

47.9

100.0

290

Fuente: Elaboración propia con base en Reproducción y movilidad social en trayectorias familiares y cursos de vida (Pi-Clases 2015).

Cuadro 7 Uso de mecanismos de acceso al empleo según clase social para estables en clase media (%) 

Estables en clase media

Lazos fuertes

Vecinos del barrio

Compañeros de instituciones educativas (escuela y universidad)

Compañeros de trabajos anteriores

Mercado

Total

n

Clase de servicios (I)

18.3

7.5

15.0

9.7

49.5

100.0

93

Clase de servicios (II)

30.0

5.4

9.1

10.0

45.4

100.0

110

Trabajadores no manuales (IIIa + b)

42.6

10.3

8.8

5.9

32.3

100.0

68

Pequeña burguesía (Iva + b + c)

42.3

19.2

0.0

1.9

36.5

100.0

52

Total

31.3

9.3

9.3

7.7

42.4

100.0

323

Nota: La tabla bivariada entre trayectoria y mecanismo utilizado (que se conforma con los totales de ambas tablas aquí presentes) chi2 = 16.9; significativo con p < 0.00 y asociación leve con V de Cramer = 0.177.

Fuente: Elaboración propia con base en Reproducción y movilidad social en trayectorias familiares y cursos de vida (Pi-Clases, 2015).

Los lazos establecidos en instituciones educativas7 los aprovechan en buena medida las personas estables en la clase media, en particular quienes alcanzan el estrato alto de la clase de servicios (15.0%), y también las del estrato bajo (9.1%), e incluso algunos trabajadores no manuales (8.8%). Esto sugiere mayor vinculación en espacios ligados a la universidad que abren oportunidades ocupacionales. En cambio, estos lazos parecen ser menos accesibles para quienes ascienden (apenas 7.8% para los del estrato alto). Por un lado, esto puede deberse a un cierre de las redes de relaciones ligadas a oportunidades laborales frente a quienes ascienden desde la clase obrera a las universidades y, por otro, a un ascenso social menos ligado al paso por la universidad.

Desigualdades en la clase de servicios: una mirada intergeneracional e intrageneracional

En el estrato bajo de la clase de servicios vemos que uno de cada tres de quienes tienen trayectorias de herencia movilizan sus lazos familiares para conseguir empleo (33.3%), lo que muestra la importancia del capital social que puede brindar el entorno familiar. Quienes ascienden a esta clase también parecen tener cierta posibilidad de usar sus relaciones familiares para conseguir trabajo (20.9%). La contracara es que quienes ascienden necesitan valerse en mayor medida de amigos, conocidos o contactos (31.8%) que quienes tienen trayectorias de herencia (20.5%). Ambos grupos hacen similar uso de los mecanismos de mercado (47.3% los ascendentes y 46.1% los estables).

Cuadro 8 Uso de mecanismos de acceso al empleo según clase social para ascendentes hacia clase de servicios (%) 

Ascendentes hacia clase de servicios (hijos de clase III, IV, V, VI y VII)

Lazos fuertes

Lazos débiles

Mercado

Total

n

Clase de servicios (I)

7.3

32.9

59.8

100.0

82

Clase de servicios (II)

20.9

31.8

47.3

100.0

110

Total

15.1

32.3

52.6

100.0

192

Fuente: Elaboración propia con base en Reproducción y movilidad social en trayectorias familiares y cursos de vida (Pi-Clases, 2015).

Cuadro 9 Uso de mecanismos de acceso al empleo según clase social para estables en clase de servicios (%) 

Estables en clase de servicios (hijos de clase I y II)

Lazos fuertes

Lazos débiles

Mercado

Total

n

Clase de servicios (I)

24.2

30.6

45.2

100.0

62

Clase de servicios (II)

33.3

20.5

46.1

100.0

78

Total

29.2

25.0

45.7

100.0

140

Nota: La tabla bivariada entre trayectoria y mecanismo utilizado (que se conforma con los totales de ambas tablas aquí presentes) chi2 = 9.97; significativo con p < 0.00 y asociación leve con V de Cramer = 0.173.

Fuente: Elaboración propia con base en Reproducción y movilidad social en trayectorias familiares y cursos de vida (Pi-Clases, 2015).

Si enfocamos el estrato alto de la clase de servicios veremos las diferencias entre los que tienen ascensos sociales de larga distancia y quienes provienen de un origen familiar de clase media de tipo profesional/gerencial. Anteriormente, se había observado que, en general, las personas de la clase de servicios no hacían tanto uso de sus lazos familiares, sino que se inclinaban más por los mecanismos de mercado, pero al realizar un análisis según trayectorias, se observan diferencias notables. Quienes tienen trayectorias de estabilidad usan sus lazos familiares en aproximadamente uno de cada cuatro casos (24.2%), mientras que quienes ascienden, lo hacen en menos de uno de cada diez casos (7.3%). En cambio, quienes ascienden se valen fuertemente de los mecanismos de mercado (56.8%); los estables también los utilizan, pero en menor medida (45.2%). El uso de los lazos débiles es muy similar, de casi un tercio para cada clase (30.6% para los estables, y 32,.9% para los ascendentes).

El contraste entre las distintas trayectorias intergeneracionales de clase es notorio. Provenir de un hogar de clase de servicios trae consigo aparejado mayor posibilidad de tener a un miembro de la familia que se encuentre en posición de brindar ayuda a la hora de conseguir empleo (prácticamente el doble, 29.2% en los estables contra 15.1% en los ascendentes). En cambio, quienes logran ascender se encuentran en desventaja, sus familias de origen se ubican en una posición social más baja, con menores posibilidades de ayudarlos en una búsqueda laboral. Por lo tanto, en lo que refiere a la movilización del capital social, pueden valerse únicamente de los lazos que forjan a partir de su capacidad de agencia en las universidades y lugares de trabajo.

Cuadro 10 Modelo de regresión logística múltiple con mecanismo de acceso al empleo como variable dependiente 

Trayectoria hacia clase de servicios (I + II)

Comparación entre uso de lazos fuertes y mecanismos de mercado

Comparación entre uso de lazos fuertes y lazos débiles

Comparación entre uso de lazos débiles y mecanismos de mercado

RRR (razón de riesgo relativo)

Ascendentes (ref)

-

Estables

2.50***

2.71***

0.92

Sexo

 

Varón (ref)

-

Mujer

0.81

1.01

0.80

Grupo de edad (al momento del acceso al empleo)

 

Hasta 25 (ref)

-

-

26-35

0.47*

0.62

0.68

Más de 35

0.80

0.69

1.16

n

331

Niveles de significancia estadística: * p < 0.05; ** p < 0.01; *** p < 0.001.

Fuente: Elaboración propia con base en Reproducción y movilidad social en trayectorias familiares y cursos de vida (Pi-Clases, 2015).

Un modelo de regresión logística multinomial muestra que las diferencias en el uso de los lazos familiares por parte de los estables son elevadas (RRR = 2.5 y RRR = 2.71) y estadísticamente significativas, incluso si se controla por grupo de edad y sexo. Además, se observa que los jóvenes utilizan más los lazos fuertes (que los de mercado) que el grupo de edad intermedio (RRR = 0.47).

Tal como se mostró en la primera sección, los lazos débiles son importantes para el acceso al empleo en los sectores profesionales. Sin embargo, lo observado aquí se plantea en tensión con la bibliografía clásica que destaca la importancia de los recursos e información que proveen estos lazos (Granovetter, 1974). Una posible interpretación es que las personas se apoyan primero en sus lazos más cercanos y, en el caso de quienes tienen origen en las posiciones de clase más alta, éstos cuentan con una riqueza de recursos suficientes para obtener oportunidades ocupacionales (Lin, 2005, p. 14). En cambio, quienes ascienden socialmente no pueden contar con este mismo tipo de apoyo de su familia, y por lo tanto deben valerse por sí mismos en el mercado laboral. Esto implica que la ayuda a la hora de conseguir trabajo puede ser uno de los mecanismos en los que se apoya la transmisión intergeneracional de las desigualdades de clase.

Los lazos sociales, en especial los familiares y los ligados al barrio, son fundamentales en el comienzo de las trayectorias laborales (Pérez, 2008; Carrascosa, & Estévez Leston, 2020), pero el capital social también puede ser importante para otras transiciones dentro de la trayectoria ocupacional de las personas. Particularmente, los lazos pueden servir para ascender ocupacionalmente e insertarse en una posición de clase más alta.8

Cuadro 11 Uso de mecanismos de acceso al empleo según ocupación anterior para clase de servicios (%) 

Clase de servicios (I+II)

Mecanismo de acceso al empleo utilizado para acceder a la ocupación actual

Ocupación anterior

Lazos fuertes

Lazos débiles

Mercado

 Total

n

Profesionales, gerentes y técnicos

14.2

29.8

56.0

100.0

141

Administrativos, comerciales y trabajadores manuales

27.1

31.8

41.1

100.0

129

Total

20.4

30.7

48.9

100.0

270

Nota: chi2 = 8.7; significativo con p < 0.012 y asociación leve con V de Cramer = 0.179.

Fuente: Elaboración propia con base en Reproducción y movilidad social en trayectorias familiares y cursos de vida (Pi-Clases, 2015).

Rápidamente se observa que quienes ya se encontraban en una ocupación de tipo profesional, gerencial o técnica, no movilizaron tanto sus lazos sociales para acceder a su ocupación actual. Casi seis de cada diez (56.0%) no recibió ayuda, un tercio movilizó un lazo débil (29.8%) y el resto (14.2%) se valió de la ayuda de un familiar. En cambio, quienes anteriormente tenían una ocupación de tipo administrativo, comercial o manual, movilizaron su capital social en mayor medida. Tres de cada diez (31.8%) accedieron a su ocupación actual a partir de un amigo, conocido o contacto, y cerca de un cuarto (27.1%) con la ayuda de un familiar, mientras que aproximadamente cuatro de cada diez (41.1%) no usaron sus lazos sociales.

De esta manera, la movilización del capital social para el acceso al empleo resulta importante respecto a la incorporación al estrato alto de la clase de servicios desde ocupaciones de menor jerarquía, por ejemplo, en quienes se gradúan de una carrera universitaria y buscan pasar de un trabajo de menor calificación o medio tiempo a una ocupación ligada a su título superior. El uso de ambos tipos de lazos parece servir para dar el salto a la clase de servicios y luego, cuando su curriculum vitae incluye mayor experiencia laboral, las personas se inclinan en mayor medida por mecanismos más institucionalizados.

Conclusiones

En este artículo se analizó la importancia de los lazos sociales fuertes y débiles, establecidos en distintos ámbitos de socialización, para acceder al empleo. Este análisis permite investigar el capital social en movimiento a partir del estudio de las oportunidades ocupacionales que brindan los lazos para las distintas clases sociales y personas con diferentes trayectorias de clase.

Tanto los mecanismos ligados a los lazos fuertes como a los débiles mostraron ser de gran importancia a la hora de conseguir empleo, y superaron en conjunto los mecanismos de mercado. Entre los lazos débiles, se destacó la importancia de los contactos establecidos en el barrio para la clase obrera, y los lazos forjados en las universidades para las personas de clase de servicios. A la vez, es relevante para todas las clases sociales el peso de los contactos provenientes del ámbito laboral, mientras que los lazos provenientes del ámbito escolar no son de uso frecuente.

El uso de estos lazos también mostró resultados desiguales según la clase social; en la clase de servicios, los lazos débiles abren oportunidades de acceso a ocupaciones ligadas al mercado formal, mientras que para las posiciones más bajas de la estructura de clases el acceso al empleo a partir de lazos sociales está ligado a mayores niveles de trabajo no registrado. Estas diferencias se condicen con la alta heterogeneidad de un mercado de trabajo en el que convive un sector formal con un sector microinformal. Para la clase obrera y los trabajadores no manuales (que en conjunto podrían considerarse una clase trabajadora amplia), el acceso al trabajo formal está mediado institucionalmente a partir de la selección de las empresas grandes o medianas, mientras que el uso de lazos se vincula al trabajo informal.

Para las personas con trayectorias de estabilidad intergeneracional en la clase media, el uso de lazos fuertes mostró ser clave en la reproducción de esta clase a partir del capital social de origen, que los pone en ventaja en relación con quienes provienen de la clase obrera. Para los estables, los lazos familiares se destacan como mecanismo de acceso a ocupaciones de cuello blanco, mientras que quienes ascienden desde la clase obrera lo hacen con apoyo familiar mediante el desarrollo de emprendimientos familiares o comercios. A su vez, se destacó la importancia de los lazos ligados al ámbito barrial en las trayectorias de ascenso desde la clase obrera.

Para la clase de servicios, el análisis según clases sociales reveló la aparente contradicción de que las personas de esta clase, con mayor inserción en redes amplias y variadas, movilizan en menor medida su capital social para acceder el empleo. Sin embargo, al avanzar con un análisis más detallado, según trayectorias intergeneracionales, se observó que no es un rasgo propio de esta clase social, sino que es una cuestión ligada a su composición interna. Quienes ascienden cuentan con menores posibilidades de tener ayuda de sus familias y deben valerse por sí mismos en el mercado laboral, mientras que quienes tienen origen en ésta, aprovechan los recursos e información que le proveen los lazos más cercanos. Al mismo tiempo, a nivel intrageneracional la movilización del capital social resulta fundamental para dar el salto e incorporarse a la clase de servicios desde ocupaciones de menor jerarquía.

El apoyo en redes ligadas al ámbito familiar puede operar como mecanismo que favorece la reproducción social en las clases populares, pero que limita las posibilidades de ascenso (Dalle, 2016). Se observó que este proceso de reproducción ocurre también en la clase media en general, y particularmente en la clase de servicios, lo que da ventajas a quienes tienen origen en esta clase por sobre quienes ascienden y dependen únicamente de los lazos que ellos mismos forjan en universidades y lugares de trabajo. No se trata de restar importancia a los lazos débiles, utilizados ampliamente por todas las clases sociales, sino que es posible que las personas se apoyen primero en sus lazos más cercanos, lo que favorece procesos de reproducción social.

La relativa similitud en el uso de lazos débiles sugiere que no hay grandes desigualdades en el acceso y la formación de redes en los ámbitos educativo y laboral para las personas con distintas trayectorias de clase hacia la clase de servicios. Tanto estables como ascendentes crean, a partir de su capacidad de agencia, vínculos que les proveen capital social y les abren oportunidades ocupacionales. Sin embargo, los recursos que brindan los lazos familiares a la hora de conseguir trabajo pueden actuar como un soporte de la transmisión intergeneracional de las desigualdades de clase, siendo un mecanismo de cierre social excluyente y de formación de la clase de servicios.

Referencias

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1Los criterios universalistas se corresponden más con los mecanismos de mercado donde únicamente se consideran las capacidades y méritos de una persona al contratarla (al analizar, por ejemplo, su curriculum vitae); en momentos de crisis con incremento de desempleo las personas pueden intentar valerse más de sus lazos sociales para refugiarse de los efectos de la crisis (véase Feldman, & Murmis, 2002).

2Por ejemplo, en estas negociaciones, los sindicatos pueden buscar un monopolio sobre la contratación y excluir del mercado laboral a algunos trabajadores con base en características como el sexo, la raza, el origen nacional, la religión, entre otros.

3Este valor disminuye a 10% si se considera únicamente a los asalariados de esta clase social.

4Se incluyen como anexo los tabulados trivariados que no se analizan aquí debido a extensión (mecanismo de acceso al empleo según clase social y sexo; mecanismo de acceso al empleo según clase social y grupo de edad).

5En este estrato de clase son los lazos barriales en particular los que brindan acceso a ocupaciones ligadas al mercado informal.

6A partir de los datos de la encuesta que se refieren a las trayectorias ocupacionales completas de los encuestados, se conoce la ocupación inmediatamente anterior a la actual para realizar esta comparación. Las ocupaciones profesionales, gerenciales y técnicas se corresponden con los grupos principales 1, 2 y 3 del CIUO-08, y las ocupaciones administrativas, comerciales y manuales, con los grupos principales 4, 5, 6, 7, 8 y 9.

7Éstos corresponden casi en su totalidad a lazos establecidos en la universidad.

8Al focalizarnos en la clase de servicios es importante aclarar que difícilmente alcance sólo con tener un lazo o contacto para insertarse en ocupaciones ligadas a esta clase: es fundamental un título terciario o universitario.

Anexo

Cuadro 1 Uso de mecanismos de acceso al empleo según posición de clase social para grupos de edad de acceso al empleo (%) 

Hasta 25 años

Lazos fuertes

Lazos débiles

Mercado

Total

n

Clase de servicios (I)

17.02

23.4

59.57

100.00

47

Clase de servicios (II)

31.94

33.33

34.72

100.00

72

Trabajadores no manuales (IIIa + b)

33.85

21.54

44.62

100.00

65

Pequeña burguesía (Iva + b + c)

54.84

9.68

35.48

100.00

31

Trabajadores manuales calificados (V + VI)

38.46

20.0

41.54

100.00

65

Trabajadores manuales no calificados (VIIa + b)

34.92

26.98

38.1

100.00

63

Total

34.11

23.91

41.98

100.00

343

 

 

 

 

 

 

Entre 26 y 35 años

Lazos fuertes

Lazos débiles

Mercado

 Total

n

Clase de servicios (I)

13.11

31.15

55.74

100.00

61

Clase de servicios (II)

18.33

20.0

61.67

100.00

60

Trabajadores no manuales (IIIa + b)

19.44

33.33

47.22

100.00

36

Pequeña burguesía (Iva + b + c)

53.85

12.82

33.33

100.00

39

Trabajadores manuales calificados (V + VI)

23.53

33.33

43.14

100.00

51

Trabajadores manuales no calificados (VIIa + b)

25.93

35.8

38.27

100.00

81

Total

24.39

28.66

46.95

100.00

328

 

 

 

 

 

 

Mayores de 35 años

Lazos fuertes

Lazos débiles

Mercado

 Total

n

Clase de servicios (I)

13.89

44.44

41.67

100.00

36

Clase de servicios (II)

26.79

26.79

46.43

100.00

56

Trabajadores no manuales (IIIa + b)

41.18

38.24

20.59

100.00

34

Pequeña burguesía (Iva + b + c)

40.79

14.47

44.74

100.00

76

Trabajadores manuales calificados (V + VI)

15.22

34.78

50.0

100.00

46

Trabajadores manuales no calificados (VIIa + b)

22.58

50.54

26.88

100.00

93

Total

27.27

34.60

38.12

100.00

341

Cuadro 2 Uso de mecanismos de acceso al empleo según posición de clase social para hombres y mujeres (%) 

Mujeres

Lazos fuertes

Lazos débiles

Mercado

Total

n

Clase de servicios (I)

17.91

29.85

52.24

100.00

67

Clase de servicios (II)

20.39

26.21

53.40

100.00

103

Trabajadores no manuales (IIIa + b)

31.96

29.90

38.14

100.00

97

Pequeña burguesía (Iva + b + c)

59.46

9.46

31.08

100.00

74

Trabajadores manuales calificados (V + VI)

28.95

23.68

47.37

100.00

38

Trabajadores manuales no calificados (VIIa + b)

28.10

39.22

32.68

100.00

153

Total

30.45

28.57

40.98

100.00

532

Hombres

Lazos fuertes

Lazos débiles

Mercado

Total

n

Clase de servicios (I)

11.69

33.77

54.55

100.00

77

Clase de servicios (II)

32.94

28.24

38.82

100.00

85

Trabajadores no manuales (IIIa + b)

31.58

26.32

42.11

100.00

38

Pequeña burguesía (Iva + b + c)

34.72

16.67

48.61

100.00

72

Trabajadores manuales calificados (V + VI)

26.61

29.84

43.55

100.00

124

Trabajadores manuales no calificados (VIIa + b)

25.00

39.29

35.71

100.00

84

Total

26.67

29.58

43.75

100.00

480

Recibido: 16 de Septiembre de 2019; Aprobado: 20 de Mayo de 2020

Acerca del autor

Joaquín Carrascosa es licenciado en sociología por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Actualmente se desempeña como becario en el Instituto de Investigaciones Gino Germani (IIGG-UBA). Sus principales temas de investigación son las desigualdades de clase y la movilidad social, particularmente en relación con el capital social y los lazos sociales.

Dos de sus trabajos más recientes son:

1. (2020). El capital social y su importancia para el análisis de la desigualdad social. Unidad Sociológica, (4)15. 2. En coautoría con Pablo Dalle, Paula Boniolo y Bárbara Estévez Leston

(2018). Desigualdad de oportunidades de graduación universitaria en Argentina (1965-2015): efectos del territorio, la clase social de origen y el nivel educativo familiar. Ciudadanías. Revista de Políticas Sociales Urbanas, 3

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