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Estudios sociológicos

versão On-line ISSN 2448-6442versão impressa ISSN 0185-4186

Estud. sociol vol.34 no.100 Ciudad de México Jan./Abr. 2016

 

Reseñas

Edward E. Telles y el Project on Ethnicity and Race in Latin America (PERLA), Pigmentocracies: Ethnicity, Race, and Color in Latin America

Eduardo Torre-Cantalapiedra1 

1El Colegio de México etorre@colmex.mx

Telles, Edward E.Project on Ethnicity and Race in Latin America (PERLA). Pigmentocracies: Ethnicity, Race, and Color in Latin America. Chapel Hill: University of North Carolina Press, 2014. 320p.


En Pigmentocracies: Ethnicity, Race, and Color in Latin America, Edward Telles y sus colegas1 exponen los hallazgos del Proyecto sobre Etnicidad y Raza en América Latina (perla). En este proyecto se recaban y analizan nuevos datos sobre un amplio rango de cuestiones étnico-raciales en cuatro países de Latinoamérica: Brasil, Colombia, México y Perú. Los autores muestran nuevas evidencias sobre la existencia de desigualdades, injusticias y prejuicios basados en diferencias étnico-raciales que determinan las oportunidades vitales de las personas. Estas novedosas certezas permiten reabrir algunos debates relativos a las cuestiones étnico-raciales que previamente habían sido opacados por la proliferación de las ideologías del mestizaje.

La obra se compone de seis capítulos adecuadamente integrados: el primero introduce el contenido y estructura del libro, y aborda, entre otros, el diseño de la investigación y la metodología seguida. Los capítulos del segundo al quinto están principalmente enfocados en la historia y hallazgos particulares de perla para cada uno de los cuatro países abordando las mismas temáticas y siguiendo una estructura similar, a la par que son continuas las referencias cruzadas entre los mismos. El sexto capítulo aborda los cuatro casos a la vez de manera comparativa, ofrece un panorama más amplio de la región y aporta evidencias más contundentes para contrastar ciertas ideas y mitos, que se han mantenido en cada uno de estos países, y en la región en su conjunto, con respecto a la raza y la etnia.

En el primer capítulo de Pigmentocracies, Telles hace una introducción del contenido del libro y expone la metodología seguida. La mayor parte de la obra está basada en seis encuestas representativas realizadas en Brasil, Colombia, México y Perú sobre raza y etnicidad, que permiten un alto grado de comparabilidad; con tal de lograr mayor profundidad en la investigación las encuestas estuvieron centradas en los afrodescendientes en Brasil y Colombia, y en la población indígena en México y Perú. Las encuestas de perla son novedosas tanto por los aspectos metodológicos como sustantivos, lo que a la postre hace sumamente interesante el contenido del libro. En las encuestas del proyecto se utilizaron diversas formas de clasificación étnico-racial y elementos para medir las desigualdades.2 Se incluyeron en las encuestas preguntas respecto de percepciones sobre discriminación,3 preguntas sobre opinión pública, y sobre minorías étnico-raciales, políticas sociales y movimientos sociales,4 por citar algunos de las cuestiones que se abordaron; con ello se pudo lograr novedosos análisis que previamente no eran factibles con las bases de datos disponibles (censos y encuestas). Todas estas preguntas se estudian de manera integrada en el contexto histórico, político y social particular de cada uno de los cuatro países, sin el cual no serían comprensibles. Además, Pigmentocracies se nutre de datos cuantitativos (censos, encuestas, un breve módulo en la encuesta del año 2010 del Barómetro de las Américas conducida por el Proyecto de Opinión Pública de Latinoamérica), de datos cualitativos y de una amplia literatura académica en varios idiomas.

También en este primer capítulo Telles relata al intenso debate que los miembros de perla sostuvieron en cuanto a las formas de clasificación étnico-raciales; la discusión les condujo a observar las carencias de los censos y al uso de una multiplicidad de formas de tipificación. De acuerdo con los investigadores de perla, ninguna forma de clasificación resulta óptima para todas las investigaciones (por ejemplo, la autoidentificación es buena para el estudio del fenómeno de la identidad, pero no lo es para analizar el fenómeno de la discriminación). Además, a lo largo del libro se evidencia que las identidades en Latinoamérica son fluidas (lo que permite a los individuos escapar de las categorías fenotípicas y culturales e identificarse con el grupo dominante), y son cambiantes de generación en generación; ambas cuestiones dificultan de manera notable el estudio de las desigualdades a través de la autoidentificación. Derivado de lo anterior, en su investigación decidieron medir el color de la piel a través de una paleta de 11 colores, que utilizaron los encuestadores para clasificar a los entrevistados; con el objeto de captar si el color de la piel afecta a la estratificación social y a la discriminación. Telles señala que este novedoso método para el caso de Latinoamérica no quedó exento de controversias, dentro y fuera del proyecto.

Asimismo, en este primer capítulo, Telles realiza una síntesis de la historia étnico-racial de los cuatro países enfatizando los aspectos comparativos y desarrollando cinco aspectos: la colonización, la esclavitud, el blanqueamiento, el mestizaje y el multiculturalismo; y también, analiza las estadísticas oficiales sobre etnia y raza en Latinoamérica desde una perspectiva histórica. Un último aspecto a destacar del capítulo introductorio es que en él se recoge la discusión conceptual de los términos raza y etnia. En ese sentido, siguiendo a Frederik Barth (1969) y Andreas Wimmer (2013), los investigadores de perla decidieron utilizar el término étnico-racial como un adjetivo, y entonces con el de etnia o raza se refieren a las fronteras socialmente significativas que las personas crean en su interacciones sociales, tanto si éstas están basadas en las diferencias fenotípicas como en las culturales, más notablemente en el idioma. Asimismo es importante recalcar que los autores, siguiendo a Peter Wade (1997), analizan a los negros e indígenas de manera conjunta, en el entendido de que esto permite un desarrollo más amplio y sistemático del conocimiento de la formación nacional y de las relaciones sociales en Latinoamérica.

A continuación, y sin pretender ser exhaustivo, se presentan algunos de los más destacados hallazgos expuestos en los capítulos de Pigmentocracies. Por cuestión de espacio y sin menoscabo del interés de cada una de las secciones del libro, me centro en los capítulos referidos a México y Brasil (enfocados a la población indígena y a la población afrodescendiente, respectivamente) y en el capítulo sexto donde se realiza un análisis comparativo de los cuatro casos. Asimismo omito hacer referencias a las exhaustivas revisiones de bibliografía y de fuentes de datos que se plasman en la exposición del contexto histórico, social y político particular para cada uno de los países.

En el segundo capítulo, “The different Faces of Mestizaje. Ethnicity and Race in Mexico”, Regina Martínez Casas, Emiko Saldívar, René D. Flores y Christina A. Sue examinan el caso de México. En este capítulo se muestra que la cifras de quiénes son indígenas varía sustancialmente de acuerdo con el criterio de clasificación escogido, y cómo la clasificación externa en cuanto a categorías étnico-raciales no coincide con lo que las personas perciben de sí mismas; por ejemplo, más de la mitad que se consideran indígenas son clasificados como mestizos de acuerdo con la valoración de los entrevistados. Entonces, ¿qué explica identificarse como mestizo, blanco o indígena en México? Los autores indican que el nivel educativo (ligado probablemente a la ideología del mestizaje) y las características de los familiares suponen una mayor propensión a considerarse como mestizos. De acuerdo a los autores, entre aquéllos que se autoidentifican como blancos destaca su menor nivel de estatus socioeconómico en comparación con los que se autoidentifican como mestizos y una menor educación formal (puesto que son los más propensos a querer utilizar el capital simbólico que la sociedad otorga a la blanquitud). También son relevantes en la explicación de la autoidentificación como blanco, las ideologías imperantes del contexto donde residen (por ejemplo, el color de la piel es más importante para explicar las autoidentificaciones en el norte que en el sur, a la hora de declararse blancos). En cuanto a quiénes se identifican indígenas, los autores señalan que se asocia con las lenguas que hablan el padre y la madre, así como al tamaño poblacional del lugar. En referente a las percepciones de discriminación, los autores señalan que las personas de piel más obscura, además de por el estatus económico y por el uso de una lengua indígena, reportan sufrir más actos de discriminación que otras poblaciones, mientras que los de piel más clara son los que reportan haber presenciado más actos de esta clase. La mayoría está de acuerdo con los matrimonios entre diversas razas; sin embargo, de facto existe un predominio de la endogamia. Uno de los aspectos del capítulo que merece resaltarse es el de la desigualdad social, que en México es ampliamente considerada fruto exclusivo de las clases y de ser indígenas, y que las diferencias étnico-raciales no importan en la sociedad en general. Sin embargo, los autores señalan que existe un número creciente de trabajos que demuestran que esto no es así. Los autores analizan los niveles educativos en función de las diferentes clasificaciones, y muestran que si se usa la autoidentificación conduce a que los mestizos tienen mayores niveles educativos, pero que cuando se utiliza la clasificación en función de la paleta de colores se obtiene que el color de la piel más oscuro se relaciona con más bajos niveles educativos de manera consistente, inclusive controlando por las categorías étnico-raciales.

En el quinto capítulo, “Mixed and Unequal. New Perspectives on Brazilian Ethnoracial Relations”, Graziella Moraes Silva y Marcelo Paixão estudian el caso de Brasil. En este capítulo se muestra que las cifras de quienes son afrodescendientes varía radicalmente de acuerdo con el criterio de clasificación escogido (la diferencia alude a más de un 50% de la población brasileña). La clasificación externa de los entrevistadores en cuanto a categorías étnico-raciales coincide sustancialmente con la manera como las personas se perciben a sí mismas (en más de 80% para brancos, pretos y pardos). Con el uso de la paleta de color se atestigua la importancia del color de piel en la autoidentificación racial que realizaron los entrevistados. La encuesta permite a los autores de este capítulo observar el orgullo racial que todos los grupos tienen de su raza, pero que, sin embargo, esta identidad es declarada menos relevante que la identidad nacional; y observar que para cada raza “el otro cultural” en la sociedad brasileña son los indígenas. Moraes Silva y Paixão señalan que los brasileños de todas las razas muestran un gran apoyo a las acciones afirmativas en favor de negros e indígenas, así como se muestran partidarios de que su historia sea enseñada en las escuelas. Nuevamente, en este quinto capítulo se debe destacar la importancia de la conexión entre las desigualdades sociales y las diferencias raciales. En contraste con los otros países analizados, Brasil cuenta con una gran cantidad de estudios donde se revisan las desigualdades raciales que se beneficiaron de contar con estadísticas oficiales sobre raza y color. Por lo que la principal aportación original de perla en este aspecto reside en el uso de múltiples formas de clasificación racial, particularmente la paleta de color y el uso del fenotipo, que permiten reducir la endogeneidad entre la categorización racial y el estatus socioeconómico. La educación es utilizada como proxie de estatus socioeconómico por funcionar mejor dado el tamaño de la muestra en la encuesta. La mayoría de las clasificaciones señalan las diferencias en cuanto a las desigualdades en educación entre aquellos que son clasificados más claros o más oscuros. Las percepciones de discriminación también son abordadas en este capítulo; los autores muestran que la desigualdad racial y los prejuicios raciales son claramente percibidos por la inmensa mayoría de los encuestados, sin embargo, los mismos están divididos en cuanto a su percepción de discriminación racial.

En el sexto capítulo, “A comparative Analysis of Ethnicity, Race, and Color in Latin America Based on perla Findings”, Edward Telles y René D. Flores exponen los cinco hallazgos clave en la encuestas de perla. El principal hallazgo sustantivo del trabajo es que varias de las sociedades latinoamericanas son pigmentocracias, es decir, sociedades en las que el color de la piel constituye un eje central para entender la estratificación social. A este le acompañan otros cuatro importantes hallazgos: 1) la raza/etinicidad es multidimensional y puede ser medida en múltiples formas; 2) las estimaciones de desigualdad basada en las clasificaciones étnico-raciales no apoyan consistentemente las expectativas de pigmentocracia; 3) la discriminación étnico-racial se experimenta y se presencia frecuentemente en Latinoamérica; 4) la mayoría de los latinoamericanos apoyan los movimientos sociales basados en la raza y la etnia, y las políticas públicas para promover a la población negra e indígena.

Finalmente, se quieren señalar algunas importantes preguntas para futuras investigaciones que Pigmentocracies deja abiertas ya sea implícita o explícitamente, o cuanto menos, pueden ser planteadas con base en esta obra. La pregunta quizás más relevante a responder sería: ¿cuáles son los mecanismos que producen las desigualdades raciales encontradas? Los intentos por responderla han permitido avanzar en su respuesta, pero también resultan insuficientes. Por otra parte, el surgimiento de evidencias sobre desigualdades étnico-raciales en México y otros países como Perú o Colombia y las reclamaciones de movimiento indígenas y de afrodescendientes al respecto ¿conducirá a un debate público amplio con base en las cuestiones étnicoraciales? En caso de que se considerase conveniente buscar medios para revertir las desigualdades en estos países mediante políticas públicas, ¿deberían emprenderse medidas de discriminación positiva como las conducidas en Brasil?

1EL equipo de perla incluye a expertos de diversos países y de múltiples disciplinas: Juan Carlos Callirgos, Regina Martínez Casas, René Flores, Marcelo Paixão, Emiko Saldívar, Graziella Moraes Silva, Christina A. Sue, David Sulmont, Fernando Urrea Giraldo, Carlos Augusto Viáfara López y Mara Viveros Vigoya.

2La encuesta incluye una pregunta cerrada con base en la auto-identificación étnica —sin especificación de los criterios de adhesión—, una pregunta cerrada con base en los “antepasados y costumbres”, y una pregunta abierta sobre la identidad racial. Además, los encuestadores clasificaron a los encuestados de acuerdo con categorías étnicas y raciales (incluyendo blanco, mestizo, negro, indígena y mulato), y clasificaron el color de su piel de acuerdo a la paleta de colores impresa.

3Preguntas sobre experiencias de discriminación por la raza, por el idioma o estatus económico, ya sea en carne propia o al ser testigo de la mismas; y dónde ocurren.

4Preguntas sobre por qué son pobres estas minorías, sobre su opinión respecto de las políticas públicas de discriminación positivas para estos grupos, sobre matrimonios con estos grupos, sobre la legitimidad de las reivindicaciones de los movimientos indígenas y de afrodescendientes, etcétera.

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