Introducción
En la actualidad las explotaciones pecuarias cuentan con infraestructura, manejo y sistemas de alimentación variables, lo que repercute de manera directa en la predisposición del animal a la incidencia de agentes patógenos que afectan la producción; sobre todo aquellos que aprovechan la baja eficiencia del sistema inmune, cuando los animales jóvenes se separan del cobijo materno (Costa et al., 2013; Henn et al., 2010; Zeng et al., 2015). Durante décadas los antimicrobianos sintéticos han sido utilizados como una herramienta para este fin, lo que permite una adecuada producción en los animales alojados en condiciones intensivas (Ayrle et al., 2016; Walter y Bilkei, 2004; Windisch et al., 2008).
Sin embargo, varios de ellos han cedido su lugar a productos con reducido efecto residual, dando cabida a aquellos que no representan riesgo a la salud humana, sobre todo a base en metabolitos vegetales (Ayrle et al., 2016; Burt y Reinders, 2003; Costa et al., 2013). Cabe mencionar que la utilización de productos de origen natural en la prevención o tratamiento alternativo de patologías microbianas es un cambio necesario en la producción pecuaria (Baser, 2008; Henn et al., 2010; Manzanilla et al., 2006; Vondruskova et al., 2010; Windisch et al., 2008).
Ejemplo de lo anterior son el timol y el carvacrol (o cymophenol), presente en las plantas de la familia Origanum, Thymus, Coridothymus, Thymbra, Satureja y Lippia que han presentado acciones antimicrobianas (Ayrle et al., 2016; Baser, 2008; Betancourt-López, 2012; Jugl-Chizzola et al., 2006; Windisch et al., 2008) e inmunomoduladoras (Stelter et al., 2013), así como de saborizante de alimentos. El primero de ellos es empleado como hierba aromática en la cocina, además de tener un conocido efecto inhibidor de algunas cepas bacterianas y con ello beneficia la productividad animal (Ayrle et al., 2016; Baser, 2008; Betancourt-López, 2012; Domínguez-Martínez et al., 2015); siendo generalmente empleado como aditivo solido mezclado homogéneamente en el alimento.
Existen variedades cuyos efectos han sido evaluados escasamente en producción pecuaria, como por ejemplo el Origanum aetheroleum (OA), se ha utilizado en el agua de bebida en pollos (Eleiwa et al., 2011; Jamroz et al., 2005; Močár et al., 2010). Según los hallazgos reportados, el uso de OA, tiene los siguientes benéficos: a) conferir sabor al alimento, haciéndolo palatable, b) trata de manera preventiva y curativa la diarrea, c) mejora los parámetros; conversión alimenticia, ganancia diaria de peso (GDP) y la digestibilidad; además no requiere periodo de retiro previo al sacrificio del animal, ya que el orégano como fitobiótico no deja residuos en la carne (Ayrle et al., 2016; Parrado et al., 2006). Sin embargo, a pesar de lo anterior no se ha empleado en lechones al destete.
El objetivo del estudio fue evaluar in vivo el efecto de la adición de OA al agua de bebida sobre la carga leucocitaria, eritrocitaria en sangre; así como su impacto en parámetros productivos de lechones.
Material y Métodos
Ubicación del experimento
El presente experimento se realizó en las instalaciones porcinas ubicadas en la periferia de la ciudad de Tepatitlán de Morelos, Jalisco (20° 54' 50" y los 21° 01' 30" de latitud norte y 102° 33' 10" a los 102° 56' 15" de longitud oeste, a una altura de 1,800 msnm).
Material biológico
Se utilizaron cerdos (n = 90) de la cruza Landrace-York en etapa de desarrollo (peso inicial 25.0±3.0 kg) durante un periodo de 45 días, los cuales fueron alojados en corraletas elevadas (1.5 x 2.0 metros), con piso cribado plástico, ubicadas en un galerón techado con láminas metálicas. Los animales sirvieron para realizar la valoración de tres niveles de adición del fitoaditivo Origanum aetheroleum al agua de bebida (0, 7.5 y 15 mg /L).
Mediciones y recolección de muestras
Posterior al destete, los animales se adaptaron a instalaciones durante 5 días previos al inicio del estudio, y pesados a los 15, 30 y 45 días; midiendo los parámetros zootécnicos, consumo de agua, alimento y ganancia de peso (gramos/día; empleando en este último como co-variable el peso inicial). El alimento fue elaborado a base de maíz-sorgo, suero de leche y con la adición de una premezcla vitamina-mineral comercial, atendiendo los requerimientos nutrimentales de la etapa. El alimento y agua fueron proporcionados para consumo ad libitum durante todo el estudio.
Tanto al inicio como al final del estudio fueron tomadas muestras de sangre en la oreja empleando tubos Vacutainer® con ácido etilendiaminotetraacético (EDTA), inmediatamente almacenadas en frio (refrigerantes a 5°C), para su transporte al laboratorio; posteriormente se procesaron para determinar la serie blanca (leucocitaria), así como la cantidad de eritrocitos en circulación como respuesta a la adición de los diferentes niveles de OA en el agua ofrecida al lechón.
Durante el desarrollo del estudio se contó con la constante supervisión de un Médico Veterinario y se respetaron los lineamientos del Reglamento de Protección Animal del estado de Jalisco.
Análisis estadístico
Los datos obtenidos fueron analizados empleando el procedimiento GLM del programa SAS (Statistical Analysis System, versión 9) y se estableció a priori un alfa de 0.05 para declarar diferencias entre los diferentes niveles del fitoaditivo en el agua; cuando estas existieron, los promedios fueron comparados con la prueba Tukey.
El modelo estadístico empleado fue:
Resultados y Discusión
Como puede observarse en el cuadro 1, el consumo de agua de bebida por parte de los lechones experimentales fue variable (P > 0.05), sin un efecto directo del nivel de AO adicionado, ya que con 7.5 mg/l del aditivo se redujo de 338 ml la ingesta de líquido. En cambio, los autores Betancourt López (2012) y Silva-Vázquez et al. (2015) al emplear el orégano en la alimentación de pollos, observaron que éste actuaba como un saborizante, estimulando con ello el consumo de agua sin afectar el correspondiente del alimento. En el presente estudio, la ingesta de alimento por los lechones se incremento al adicionar el extracto de oregano (P < 0.05); de igual manera Park et al. (2016) al adicionar aceite de Oregano aetheroleum al, mejoraron en 8% el consumo de lechones. Sin embargo, Jugl-Chizzola et al. (2006) mencionan en su trabajo que el uso de fitobióticos en el alimento ofrecido mejora la ingesta de alimento.
Por otro lado, la ganancia de peso (gramos por día) se incrementó un 23.36% con el uso de OA a niveles de 7.5 mg/l, así como en un 30.60% con la adición de 15 mg/l de agua (P < 0.05). Walter y Bilkei (2004) y Park et al. (2016) mejoraron la GDP de lechones alimentados con aceite de orégano, en cambio Ariza-Nieto et al. (2011) y Tan et al. (2015) al emplear aceite esencial de orégano en la alimentación de la hembra y su posible efecto sobre el lechón, no observaron una respuesta significativa en la GDP de la progenie, cuando el fitobiótico era proporcionado a la madre. En cambio, Loisel et al. (2014) reportaron camadas significativamente más livianas al nacimiento en marranas que recibieron el fitoaditivo, que las que no fueron tratadas; pero los lechones de hembras tratadas superaron el peso de sus congéneres después del destete.
En cambio, los autores Ilsley et al. (2003), al emplear una mezcla herbácea con carvacrol, cinamaldehído y oleorresinas de Capsicum annum en marranas lactantes; mejoraron la digestibilidad y la productividad del lechón en la etapa pre-destete. Por otro lado, los investigadores Matysiak et al. (2012), Neill et al. (2006), y Park et al. (2016) al usar un extracto con aceite de orégano, mejoraron la GDP de lechones; reduciendo además la mortandad pre- y pos-destete. Domínguez-Martínez et al. (2015) al incrementar el nivel de aceite de orégano en el alimento de pollos, disminuyendo la cantidad de mesófilos en pechuga, mejorando así la calidad cárnica y mejoraron su vida de anaquel. En el actual estudio no se observó mortandad en las unidades experimentales empleadas.
Por otra parte, la conversión alimenticia (alimento consumido en relación a GDP), fue afectada estadísticamente (P < 0.05), como se observa en el cuadro, al utilizar 7.5 mg/l de la solución de OA; se logró una reducción de 17.84%, comparado con el tratamiento testigo (sin OA); en cambio con 15 mg/l, esta disminución fue de tan solo 2.02%. Lo anterior pone en evidencia que con el uso del 7.5 mg/l del aditivo orgánico, reduce el requerimiento de alimento para lograr una ganancia similar. Otros autores (Ariza-Nieto et al., 2011; Loisel et al., 2014; Matysiak et al., 2012; Neill et al., 2006; Tan et al., 2015) cuando adicionaron esencia de orégano al alimento de la marrana, no observaron efecto alguno en la conversión de la progenie, lo que puede estar relacionado con el posible metabolismo de los principios por parte de la madre, lo que redujo su presencia en calostro recibido por el animal joven.
Además, la cantidad de eritrocitos circulantes (inicial vs. final; millones de células por microlitro), se vieron incrementados con el uso del OA en el agua, sin lograr la significancia estadística (P > 0.05; Cuadro 1). Por su lado, Henn et al. (2010) empleando aceite de orégano en el alimento, no afectaron la composición de la fórmula roja en el lechón, con valores similares a los encontrados en la actual prueba.
En el presente estudio al realizar el conteo de leucocitos (x 106 mm3) en sangre circulante en el lechón, se pudo observar que, comparado con el valor inicial, el OA los aumentaba numéricamente (Cuadro 1); sin ser diferentes estadísticamente en relación al nivel empleado. De igual manera los anteriores autores (Henn et al., 2010) en lechones de 55 días de edad, observaron una concentración promedio de leucocitos de 17.6 x 106 mm3, sin variar entre el testigo y los que recibieron aceite de Origanum vulgare.