Introducción

La Dirofilariasis es una enfermedad parasitaria producida por Dirofilaria immitis, afecta al ventrículo derecho y la arteria pulmonar; ocasionalmente se pueden encontrar en la cavidad abdominal, bronquiolos, cerebro, ojos y otros tejidos. La forma larvaria llamada microfilaria, se encuentra en la sangre circulando libremente. La enfermedad afecta principalmente a los perros, aunque se puede encontrar en gatos, zorros, hurones, caballos, humanos y mamíferos marinos (^{Paras 2011}, ^{Sánchez Klinge et al., 2011}, ^{Fernández de Araoz et al., 2015}). Los parásitos adultos son gusanos largos y delgados de 12-30 cm. de largo, 0.5 cm. de grosor, tienen la cutícula muy gruesa y pocas características morfológicas obvias. El macho es más pequeño que la hembra, siendo ésta vivípara; produce larvas vermiformes (microfilarias), éstas se encuentran en la sangre circulando libremente, miden 0.25 mm. de longitud y 0.005 mm. de grosor; la cola es larga y afilada (^{Paras 2011}, ^{Gutiérrez et al., 2010}, ^{García et al., 2011}, ^{Fernández de Araoz et al., 2015}).

Ciclo biológico: la hembra adulta produce larvas en su primera fase que pasan al torrente circulatorio, ahí viven algunas semanas. Para desarrollar a la tercera fase o infestante se requiere de la participación de mosquitos hematófagos, de estas especies Culexpipiens, C. fatigans, Aedes aegypti, A. pambaensis, A. geniculatus, Anopheles quadriculatus. Los mosquitos ingieren las microfilarias durante la ingestión de sangre, las larvas migran a los túbulos de Malpighi en donde se completa el desarrollo embrionario. La tercera fase larvaria se desarrolla durante un periodo de 14 a 21 días, entonces la larva infestante migra del tórax a los labios del mosquito para ser transferida con la hemolinfa cuando este se alimenta del huésped. Los mosquitos son susceptibles a las microfilarias, por lo que muere un gran número de ellos (^{Dantas et al., 2009}, ^{Sánchez Klinge et al., 2011}, ^{Fernández de Araoz et al., 2015}). Después de la inoculación de larvas infectivas al perro, éstas cambian al cuarto estado larvario, 9 a 12 días después de la infección y aproximadamente tres meses después de la infección, las formas adultas inmaduras empiezan a migrar al ventrículo derecho y vasos adyacentes. las microfilarias estarán presentes en el útero de los gusanos hembras, de seis a siete meses después de la infección, aparecen las microfilarias en la sangre periférica (^{Paras 2011}, ^{Sánchez Klinge et al., 2011}, ^{Fernández de Araoz et al., 2015}).

Los signos clínicos son raros y solo en casos graves se observa anemia, adelgazamiento, accesos de tos, disnea, intolerancia al ejercicio, hematuria, debilidad de las extremidades posteriores; con frecuencia se pueden ver alteraciones cutáneas, como eritema papuloso, con prurito intenso que en ocasiones provoca ulceración, principalmente en la base de la oreja. Se pueden encontrar signos de insuficiencia cardiaca congestiva del lado derecho con ascitis cuando hay daño hepático, debido a la congestión pasiva crónica generalizada; se puede presentar falla hepática aguda y coagulación intravascular diseminada, hemoglobinuria, ictericia y disnea. La muerte se debe a un deterioro general o a colapso durante el ejercicio (^{Paras 2011}, ^{Sánchez Klinge et al., 2011}, ^{Gutiérrez et al., 2010}, ^{García et al., 2011}, ^{Fernández de Araoz et al., 2015}). Ocasional se puede encontrar microfilarias en globo ocular (^{Dantas et al., 2009}). En felinos domésticos (^{Branco et al., 2009}). El Diagnóstico se establece generalmente a partir de exámenes ordinarios de sangre, como la biometría hemática o a partir de casos de tos crónica en individuos que provienen o viven en áreas endémicas. Para realizar la detección de los gusanos adultos en el corazón y grandes vasos, se hace por medio de placas radiográficas. En animales enfermos se realiza un diagnóstico clínico por varios métodos para la identificación de microfilarias de perros infectados: A) Método de observación directa del suero. B) Método concentración sérico. C) Técnica modificada de Knott. D) Métodos inmunológicos para detectar antígenos (^{Paras 2011}, ^{Gutiérrez et al., 2010}, ^{García et al., 2011}, ^{Fernández de Araoz et al., 2015}). Se encuentra en lugares en donde hay mosquitos, como América Latina y sur de los Estados Unidos de América (^{Dantas et al., 2009}, ^{Branco et al., 2009}, ^{Costa et al., 2004}, ^{Schwan y Durand, 2002}).

Material y Método

La metodología consistió en tomar como representativo el muestreo de las cuatro principales poblaciones de cada uno de los 11 municipios estudiados. Se partió del supuesto de 8 habitantes por cada perro, dato que tiene base en datos usados por la O.M.S. para estimación de la población de perros para la América Latina, y trabajos elaborados para ese objeto en la Cd. de México por lo que al tomar el total de la población del estado 1 084 979 habitantes, se estima 135,623 perros en todo el estado (^{PAHO, 1991}; ^{INEGI, 2015}).

Se hizo un análisis epidemiológico del padecimiento en el estado de Nayarit, México; situado entre los 20º 36' y los 23º 05' de latitud norte y los 103º 43' y los 105º 46' de longitud oeste. Tiene un clima general cálido, tropical seco, con una temperatura media anual de 22.5ºC con una máxima de 32.3º C y mínima de 12.6º C. La estación de lluvias se encuentra bien definida con una precipitación pluvial anual de 2,425 mm. El estado se encuentra dividido en 20 municipios con superficies territoriales variables, así como los ecosistemas que se encuentran en ellos; sin embargo, solo se muestreo 11 municipios (Tabla 1).

Como diseño estadístico, se usó el método de muestreo por conglomerados en las poblaciones seleccionadas. De los animales encontrados se muestrearon solo los mayores de un año, porque el ciclo biológico del parásito es largo y para el método de diagnóstico usado se requiere que tenga en su plasma microfilarias, alrededor de 7 meses después de la infestación. Se obtuvo una muestra de sangre de la vena radial de 3 ml. con anticoagulante (E.D.T.A.), posteriormente la muestra se conservó en refrigeración, hasta ser procesada en el laboratorio en un lapso no mayor de 24 horas. En el laboratorio se usó el método de observación directa del suero; se dejó sedimentar la sangre por espacio de tres horas a temperatura ambiente del laboratorio, para extraer el total del suero (aproximadamente 1.5 ml.) que fue colocado en dos porta objetos, para ser observados con el objetivo de 10X de un microscopio compuesto de trasluminación. Se identificaron las microfilarias, a partir del movimiento y la morfología específica para la especie.

Se tomaron los datos de edad, raza y sexo con objeto de relacionarlos con el padecimiento. Se realizaron pruebas de contingencia en tablas de 2X2 con prueba de hipótesis de ji cuadrada para establecer la correlación entre sexo y la enfermedad.

Resultados y Discusión

Los resultados obtenidos en los once municipios hasta ahora estudiados han sido diversos, en un rango de prevalencia muy amplio 2.5 a 33.33 % (Tabla 2). Se presenta en la Figura 1, como se observó la Dirofilaria immitis.

Figura 1: Dirofilaria immitis en el líquido plasmático con algunos eritrocitos 

Se encontró una proporción de 4:1 machos por hembras muestreados; el 91 % de los perros son mestizos indefinidos, el resto son de razas diversas como Pastor Alemán, Doberman, Rottweiler, Samoyedo, Gran Danés, etc.

Los resultados indican que no existe una relación de la enfermedad con el sexo con la prueba estadística. De la misma manera se buscó establecer la posible relación con la edad de los perros; se encontró que los datos son independientes, ya que no existe relación con la edad de los perros; aunque la proporción de perros de razas puras fue poca, se encontró que tampoco existe relación de la enfermedad con la raza.

La presencia de Dirofilaria immitis en perros, es difícil de diagnosticar en la consulta clínica, ya que en la práctica de la clínica en pequeñas especies, muchos médicos veterinarios no acostumbran a usar el laboratorio clínico como herramienta de apoyo en su práctica profesional, hecho que limita el diagnóstico oportuno de la enfermedad, así como su tratamiento. Los datos encontrados concuerdan con otros trabajos recientes en México, en donde se han encontrado la prevalencia de la enfermedad (^{Gutiérrez et al., 2010}, ^{García et al., 2011}).

Los resultados obtenidos en este trabajo coinciden con los de otros países, en donde se ha encontrado la Dirofilariasis como un problema enzoótico, asociado al ecosistema en que se encuentran los vectores adecuados para las microfilarias, como lo son los mosquitos; estos son abundantes en la mayoría de las poblaciones estudiadas, debido a la hidrología del lugar, época de lluvias, temperatura y humedad relativa; datos que coinciden con lo señalado por otros autores (^{Dantas et al., 2009}, ^{Branco et al., 2009}, ^{Costa et al., 2004}, ^{Schwan y Durand, 2002}).

La Dirofilariasis en el estado de Nayarit se perfila como un problema enzoótico, que vale la pena estudiar más a fondo, debido a que ha sido encontrada en todos los municipios estudiados hasta la fecha; esto significa que muchas de las muertes de perros que suceden en poblaciones pequeñas en las que por la propia idiosincrasia de los habitantes, no se le da importancia a las causas de muerte de los perros. Son muy pocas las necropsias que se practican en perros originarios de los municipios distintos al de Tepic; prácticamente la única causa o enfermedad que a la población en general le interesa determinar en perros es la Rabia, en la cual basta con cortar la cabeza y llevarla al centro de diagnóstico en que se practica éste para realizar el examen, quedando el resto del cadáver sin ningún interés y por lo tanto pasan desapercibidas un gran número de enfermedades, entre las que se puede considerar a la Dirofilariasis.

Conclusión

La Dirofilariasis en el estado de Nayarit es un problema enzoótico, debido a las condiciones del medio ambiente predominante. La prevalencia de Dirofilaria immitis oscila entre 2.5 a 33.33 %. No existe relación entre la enfermedad y el sexo o la edad de los animales. La prevalencia de D. immitis es más elevada en los municipios costeros que tienen condiciones más favorables para el desarrollo del mosquito intermediario.