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Inter disciplina

versión On-line ISSN 2448-5705versión impresa ISSN 2395-969X

Inter disciplina vol.9 no.25 Ciudad de México sep./dic. 2021  Epub 22-Nov-2021

https://doi.org/10.22201/ceiich.24485705e.2021.25.79963 

Editorial

Editorial

Felipe Contreras Molotla*


Desde hace varias décadas se han consolidado transformaciones en las sociedades rurales contemporáneas, que tienen un origen relacionado con la restructuración económica, las políticas agrícolas, el crecimiento de la infraestructura carretera, el aumento en el acceso a las tecnologías de información y comunicación, la dinámica demográfica, la insuficiente demanda de mano de obra rural y urbana, que, en su conjunto, han estimulado el crecimiento de las ocupaciones rurales no agropecuarias, articulando con mayor fortaleza los intercambios entre el campo y la ciudad, e incidiendo en la organización de la producción y reproducción de los hogares. Las familias rurales tienen una amplia complejidad en su composición, estructura y disposición de recursos, por lo cual se ha logrado visibilizar una gama de arreglos y estrategias de vida que varían entre regiones, género y generación.

La expansión de las ocupaciones rurales no agrícolas y el trabajo agrícola asalariado se pueden considerar como un conjunto de respuestas económico-laborales de los hogares frente a la crisis agrícola en la que se encuentran los pequeños y medianos productores, que paulatinamente han abandonado parcialmente el cultivo de las parcelas familiares, como consecuencia de la restricción de los mercados y la distribución de sus productos. Afectando la generación de ingresos y la calidad en el consumo de alimentos.

Las actividades no agrícolas han sido parte inherente de la reproducción de los hogares rurales. Los ingresos derivados de las actividades no agrícolas de procedencia rural y urbana, o de la migración internacional han sido estrategias de vida que han implementado para complementar los gastos en la agricultura y el consumo familiar. Esta situación depende entre otras cosas de la disposición de fuerza de trabajo, recursos económicos y no económicos de los que disponen. Recientemente existe un consenso en que los ingresos por salario se han convertido en parte esencial de los hogares rurales.

Las transformaciones demográficas como el descenso de la fecundidad, la disminución del tamaño del hogar, la persistencia de la emigración (despoblamiento), el envejecimiento de los productores, la dependencia demográfica, el ciclo de vida familiar, las características laborales y económicas de los hogares rurales, los sitúan en una dinámica social y económica inédita, que se considera relevante estudiar desde distintas perspectivas de abordaje teórico y metodológico.

En este número temático de la revista INTER DISCIPLINA se ofrecen algunas reflexiones y evidencias empíricas en torno a la dinámica económico-laboral que han adoptado las familias rurales. Poniendo especial énfasis en las principales transformaciones en la reorganización socioeconómica y las estrategias de sobrevivencia de las unidades domésticas (campesinas, no campesinas) contemporáneas. Se busca refrescar la visión del estudio de los hogares rurales de campesinos, productores y no productores, reconfigurados desde principios del siglo XXI.

En el trabajo de Germán Quaranta se examinan las transformaciones demográficas, sociales y productivas presentadas recientemente en una provincia predominantemente campesina de Santiago del Estero, Argentina. Las cuales se vinculan con las nuevas características de los procesos migratorios de los trabajadores temporarios y el sector de actividad económica en el que se insertan, trastocando la organización productiva y laboral de los hogares. Asimismo, muestra los principales cambios en términos de la estructura de los hogares y sus medios de sustento que se refieren al ingreso no agrícola y a las participaciones de las transferencias monetarias y con una menor tendencia en la disminución de la producción de las parcelas familiares.

El texto de Juan Romero se centra en el análisis de los hogares y el trabajo rural en Uruguay, bajo un contexto en el que se presenta un crecimiento económico y, posteriormente, una estabilización que consolida las nuevas formas de producción capitalista agrícola, caracterizadas por una mayor flexibilización y descentralización productiva, que da nueva forma a las características de la mano de obra con el crecimiento del trabajo temporal y estacional, la feminización de la mano de obra y urbanización de los trabajadores rurales. El análisis se presenta a través de una estratificación socioeconómica, que muestra las principales transformaciones en el medio rural, llegando a la conclusión del aumento de las unidades familiares plurifuncionales y una mejoría de los trabajadores asalariados rurales.

Janett Vallejo y Saúl Moreno, bajo una metodología cualitativa, abordan las estrategias adaptativas en el cultivo de papa y la producción de leche en localidades del centro de Veracruz, México, en donde se resalta la importancia de las actividades no agropecuarias para que logre subsistir la producción agrícola y la ganadería que, en cierta medida, fomentan la identidad y el arraigo, aunque el futuro de las actividades sea cada vez más incierto. El mantenimiento de las actividades atraviesa por un dilema de adaptarse a las exigencias internacionales o abandonar e integrarse a actividades pluriactivas del hogar, caracterizado por una mayor diversidad de ocupaciones y abandono paulatino del cultivo de papa y la ganadería.

El artículo de Eric Ramírez y colegas se centra en el análisis de las tendencias alimentarias en los hogares mexicanos en el contexto de la crisis alimentaria de 2008 y muestra cómo los hogares rurales son los que se encuentran en condicio nes deficitarias en su consumo como consecuencia de no lograr el consumo mínimo recomendado para personas que desarrollan actividad física moderada. En este trabajo, utilizan los microdatos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), aplican una metodología para hacer la estimación de kilocalorías (Kc) por adulto equivalente (AE). El análisis desarrollado se presenta por estratificación social y residencial. Los resultados muestran que durante la crisis del precio de los alimentos se restringió el acceso a ciertos productos, mostrando cómo algunos hogares no alcanzaron a cubrir las necesidades mínimas calóricas que se asocian con la persistencia del déficit en el consumo alimentario en los hogares, especialmente en los rurales, que posiciona en riesgo las condiciones de salud de sus integrantes.

Raquel Breitenbach y colegas ofrecen una reflexión teórica respecto a la sucesión de las propiedades para la producción agrícola en el contexto internacional, muestran las principales similitudes y discrepancias de acuerdo con las condiciones locales. En el texto se encuentran a debate situaciones relacionadas con el envejecimiento de la población y la juventud. Las diferencias resaltan en torno al aprovisionamiento económico de los hogares rurales y las similitudes se relacionan con el acceso a las propiedades familiares agrícolas, la formación académica y la emigración. El escenario que se muestra para las juventudes rurales no resulta alentador, sobre todo para el caso de las mujeres, pues en la mayoría de los casos no acceden a las parcelas familiares, por lo cual tienen menores posibilidades de planear un futuro en los espacios rurales, debido a que no podrán acceder a las tierras de producción agrícola, de esta manera su formación se especializa en el mercado de trabajo urbano y existe una tendencia a emigrar. En contraparte, algunos varones tienen la perspectiva de permanencia en los espacios rurales por el acceso a las propiedades o negocios familiares, a pesar de que se ha perdido la valorización del trabajo rural.

Manuel Tomás González y colegas plantean una aproximación al estudio de las juventudes rurales entre España y México. A pesar de presentar diferencias relacionadas en sus procesos de desarrollo, es interesante notar las similitudes generales sobre las condiciones de movilidad, en las que el envejecimiento y el apartamiento de la vida de la producción agrícola reconfiguran las expectativas de vida de las juventudes rurales de ambos territorios, se observa un mayor predominio en el desplazamiento hacia zonas urbanas por motivos laborales, apartándose en cierta medida de la producción agrícola. La formación de estos jóvenes, más que promover su permanencia en sus lugares de origen, impulsa la emigración como expectativa de la formación adquirida para el mercado de trabajo urbano. Solamente en aquellos hogares en los que se encuentran negocios familiares y producción agrícola se mantiene la perspectiva de permanecer en sus localidades.

El último artículo que integra este número temático lo escribe Hubert Carton de Grammont, quien hace una reflexión metodológica para comprender la evolución de los flujos migratorios alrededor de la reorganización del mercado de trabajo rural bajo el contexto de la reorganización compleja del capital global, en el que se encuentran constituidas cadenas de valor que involucran al campo y a la ciudad. Estas condiciones han impulsado grandes transformaciones en los espacios rurales que se pueden apreciar a través de los procesos de movilidad entre las zonas rurales y urbanas, en el cambio en la temporalidad y los perfiles de los migrantes y la creciente pluriactividad de los hogares campesinos que no necesitan migrar de manera definitiva para conseguir un trabajo, debido al crecimiento de los mercados de trabajo regionales. Así pues, los espacios rurales no solamente son en la actualidad un espacio productivo de la agricultura sino que se convierten en un espacio residencia de los trabajadores de las ciudades.

*Editor invitado

Felipe Contreras Molotla

Licenciado en sociología, por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México; maestro en población por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, México, y doctor en estudios de población por El Colegio de México. Investigador Titular A en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM. Es profesor en la licenciatura en sociología de la FCPyS-UNAM.

Líneas de investigación: mercado de trabajo rural, jóvenes rurales, hogares rurales, patrones de consumo alimentario y condiciones socioeconómicas de la población rural. Correo-e: molotla.cf@unam.mx

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