Comunicación política y sus expresiones en la ciudad es un libro guiado por un criterio didáctico, donde la académica Yolanda Meyenberg se propone conocer la integración de la comunicación política, lo que se intenta responder con claridad a través de dos interrogantes; en primer lugar pregunta: ¿Cuáles son los elementos de la comunicación política que sirven para entender las interacciones entre los actores que contribuyen al intercambio de información entre los medios de comunicación, los políticos y las instituciones públicas? Siguiendo con ¿Cuáles son los procesos a partir de los que esa información se va a convertir en producto atractivo susceptible de persuadir la opinión pública y que se logre su apoyo? Con la finalidad de responder a estas preguntas, el texto se ha organizado en once secciones a partir de los aportes de la comunicación política.

La tesis central de la autora es mostrar el vínculo de la disciplina de la comunicación con el campo de la política, señalando cómo se ha ido transformando la comunicación política en los últimos 20 años en la Ciudad de México, a partir de diversas herramientas, como lo son los medios de comunicación, redes sociales y la era digital.

Asimismo, las transformaciones que se han presentado en los últimos años ponen en duda, por primera vez, la hipótesis de las experiencias políticas que marcan el hito en la historia, la manera en que lo cuentan los actores que participan en ella y la forma en la que lo registran los medios de comunicación digital y convencional.

Pese a los enormes avances de la comunicación, el propósito de la autora es comprender estas transformaciones en los últimos años y lo hace a partir de quiénes son los actores que parten de los procesos comunicativos, establece los procesos y dinámicas de intercambio que pertenecen a la función informativa, plantea una sección de campañas políticas, un debate actual centrado en la tecnología, el abuso de la misma y, por último, la expresión negativa de la esfera pública a través de una reflexión final, dejándonos mirar hacia el lado oscuro de la comunicación política.

El título del libro es utilizado como atajo conceptual para designar la comunicación que corresponde con el supuesto de la parte política en la ciudad y cómo la primera ha marcado la manera en que se han contado las transformaciones de la segunda y la forma en que la registran los medios convencionales y digitales; se considera que este tema afecta en las decisiones de los individuos al momento de establecer los procesos y las dinámicas de la función informativa de la comunicación política; sin embargo, es importante destacar de manera positiva cada aspecto presentado en el texto, debido a que se encuentra en un conocimiento del pasado y ayuda a conocer las transformaciones de la comunicación desde sus inicios.

Se hace una descripción con el fin de responder las interrogantes que la autora se plantea a lo largo de la obra, respecto a la transformación de la comunicación política, a través de los procesos y dinámicas de intercambio que pertenecen a la función informativa de manera más detallada, a través de la metodología descriptiva, en donde en el desarrollo del libro se expone una muestra de las piezas del caleidoscopio que constituye la comunicación política, utilizando como instrumento didáctico dos preguntas y respondiéndolas a través de once secciones que se presentan en los siguientes párrafos.

En las dos primeras secciones “¿Qué es la comunicación política?” y “Comunicación política y democracia”, se establecen principalmente los fundamentos que van a permitir que se comprenda la comunicación política como una tarea importante y de manera esencial en las sociedades contemporáneas; aquí, la autora hace un recuento de definiciones que van a servir como punto de partida para comprender el acompañamiento de la comunicación en los procedimientos para definir a la democracia.

La comunicación es un proceso considerado para transmitir información, pero la comunicación política para Meyenberg (2018) es el intercambio que tiene que ver con la forma en que conviven el ejercicio del poder y la autoridad, y con la manera en que se justifica la legitimidad. Esto se resume en quién va a tomar las decisiones, los principios legales que se toman en cuenta y los mecanismos que las instituciones van a considerar para tomarlas y por qué esto se relaciona con la autoridad; de forma específica, la comunicación política hace referencia al conjunto de las acciones, normas y estrategias en donde se van a difundir y a evaluar los mensajes respecto a los distintos autores.

Es entonces que se considera como un hallazgo importante para la comunicación política, que es comprendida como la condición del funcionamiento de un espacio, donde se nos va permitir intercambiar los discursos contradictorios de los actores mencionados, los cuales cuentan con legitimidad para que se exprese de manera pública y política, es decir, creando interacción entre información, política e incluso democracia. Por eso mismo, se toma en cuenta la postura de Diamond y Morlino de la buena democracia, considerada como aquella en la que los ciudadanos gozan de la capacidad de responder sus inquietudes (Diamond y Morlino citado en Meyenberg, 2018).

Respecto a la democracia que se presenta como hallazgo importante en la comunicación política, considera la autora garantías básicas, como lo son la libertad de expresión y la pluralidad de fuentes de información; en este sentido, en primer lugar la libertad de expresión va a permitir que el ciudadano tenga el derecho de participar y expresar su decisión en cuestiones políticas sin que se le imponga una sanción o se censure, lo cual considero importante para que se rescaten las propuestas por parte de la sociedad. Mientras que por otra parte, en la pluralidad los ciudadanos van a tener el derecho de contar con las fuentes de información con distintos enfoques donde podrán enterarse de los asuntos políticos y se les permitirá conocer las razones de quien va a tomar las decisiones.

En ese sentido, respecto a la postura de la autora en estos apartados, se considera positivo su punto de vista debido a que los medios de comunicación en una sociedad democrática cumplirían la función de contribuir la información de cultura cívica, donde podrá formarse la educación y se podrá supervisar el poder público y el interés político por parte de los ciudadanos. Por su parte, para las tres secciones que prosiguen, primero toma en cuenta a los actores de la comunicación política, siguiendo con la opinión pública y tercero, a los medios y los procesos de comunicación política, en donde se va a dedicar a explicarnos cómo se van relacionando los actores que participan en los procesos de comunicación, como se muestra en las estrategias utilizadas por los políticos, instituciones, medios de comunicación y la opinión pública para conseguir un lugar importante en la agenda del debate público.

Meyenberg (2018) considera que la comunicación política tiene tres protagonistas: políticos, periodistas y opinión pública, quienes intercambian mensajes de acuerdo con su propia visión e interpretación de la información. Por eso mismo, se manifiesta de manera razonable la postura de la autora, debido a que la cobertura de las noticias va a tender a reproducir las versiones e interpretaciones que se van a generar por los actores mencionados, incluso se caracteriza por la democracia contemporánea, que se encargará de determinar el contenido que se difunde a través de la opinión pública de los medios de comunicación, contribuyendo a definir la agenda pública.

Incluso Meyenberg (2018) agrega la opinión pública como la expresión de lo que piensan los distintos grupos de la sociedad, en relación con lo que sucede en el entorno que se desenvuelven. De igual forma, la opinión pública puede ser considerada como una medida en donde se deriven los resultados de los diversos aspectos presentes en la vida política o los distintos colectivos sociales sobre temas de su interés. Aquí podemos tener presente temas del nivel de gobierno, situación económica y las evaluaciones de las instituciones, definiendo tendencias de la forma de pensar y el comportamiento de la sociedad. Incluso, los medios de información son el espacio donde se hace presente el resultado o movimiento de la interacción de la comunicación política y estos mismos cuentan con la capacidad de decidir qué información de la realidad va a convertirse en noticia, con el fin de buscar tener un lugar en el espacio público.

Cabe mencionar, que la autora hace una relación con la obtención de un lugar en el espacio público, a través de los procesos de comunicación que, según Meyenberg (2018), son la capacidad para definir los temas, lo que no es potestad y su posibilidad de influir en las actitudes y opiniones. De igual forma, respecto a la postura de la autora, se considera un gran aporte sobre la información de los medios de información, debido a que explica que los medios jerarquizan los hechos desde su tiempo y su lugar, haciéndolo a través de sus procesos de comunicación donde definen la capacidad de influir con sus temas seleccionados en las actitudes y opiniones de la comunidad.

Ya establecidos los procesos y dinámicas de intercambio de la función informativa, la autora dedica tres secciones a la función persuasiva, tomando en cuenta los siguientes puntos: mensajes e historias, persuasión y confianza; y mercadotecnia. Donde se nos hablará de los procesos y dinámicas y se aludirá a la estructura, el contenido de mensajes y la forma en que son creados a través de campos de empatía con el público. También se describe cómo los profesionales de la comunicación van desarrollando estrategias a través de la mercadotecnia para convencer a la opinión pública de la información transmitida. Se incluye una sección más, con el título de “campañas electorales”, donde añade un ejemplo de comunicación política en el contexto de identificar las dinámicas de manera muy cotidiana y el resultado del intercambio entre los actores que lo van conformando.

En las primeras tres secciones mencionadas, ya no solo se refiere a los actores participes de la comunicación política sino también a los procesos que la van a identificar, en donde aborda contenidos mucho más susceptibles que se convierten en noticias. Cómo los medios son el vehículo donde se dan a conocer los mensajes y la vinculación de la lógica de las acciones con la vida cotidiana es la intención de hacer comunicación institucional y es precisamente la construcción del mensaje donde se origina la persuasión de la comunicación política.

En la sección de campañas electorales, la información que se distribuye permite a los ciudadanos estar informados, pero por otra parte, según Meyenberg, esta tiene como objetivo que se consigan votos; en este sentido se relaciona con las secciones pasadas, en donde la mercadotecnia política se enfoca primordialmente en las personas y las relaciones entre ellas debido a que se necesita la existencia del entorno democrático para la difusión de diferentes posiciones políticas que se vean reflejadas en la votación. Por último, la autora toma en cuenta el debate central de la tecnología y el abuso de la misma; hace además una reflexión sobre las expresiones negativas que van proliferando en la esfera pública.

Mediante este debate Meyemberg nos presenta, primeramente, la manera de hacer más efectivo el derecho a la información, la expresión, la forma de circular las ideas y el abuso de las misma; nos ayuda acentuar de manera simple el lado obscuro de la política, debido a que discute alcances de la comunicación política pero, ya de manera digital y en redes sociales, como una nueva forma de organización digital del gobierno, en donde se relaciona con el interés por emprender procesos de persuasión mediante las tecnologías.

Asimismo, el planteamiento coincide con la capacidad con la que cuentan las redes para introducir actores, contenidos y organizaciones sociales como centros de poder en las TIC y explica cómo la opinión pública es expresada por los medios digitales y cómo se ajustan las percepciones institucionales y políticas, formando parte de la conversación de la sociedad. De igual forma, en la reflexión final se desarrollan de manera negativa las expresiones que van proliferando en la esfera pública y la manera en que inhiben la deliberación democrática, cómo se va exponiendo la información y cómo somos partícipes de ello día con día.

Finalmente, esta lectura se puede relacionar con Van Dijk (2016) con el análisis del discurso, quien comenta lo siguiente:

Análisis Crítico del Discurso (ACD) es un tipo de investigación que se centra en el análisis discursivo y estudia, principalmente, la forma en la que el abuso de poder y la desigualdad social se representan, reproducen, legitiman y resisten en el texto y el habla en contextos sociales y políticos (Van Dijk 2016, 204).

Partiendo de la postura del autor mencionado, se hace una breve comparación en cómo Meyenberg hace un acercamiento de la comunicación política, así como el intercambio que va desde la práctica de información hasta las estrategias persuasivas en donde se busca compartir valores, emociones o incluso el cambio de comportamiento por el abuso del poder, de la misma forma en la que Van Dijk lo relaciona a su estudio de ACD, en donde se centra en la forma en que se abusa del poder y se presenta la reproducción en los textos.

Por último, se concluye con los aspectos que se toman de manera positiva, tomando en cuenta las tendencias de mediatización que fomentan la libertad de expresión y promueven transparencia pero, por el contrario, lo negativo de esta circunstancia es cómo la parte informativa es superada por el aspecto persuasivo, considerando que estos puntos son puestos en balanzas para todo el público en general y la intención es exponer las piezas del caleidoscopio que constituye a la comunicación como una tarea dinámica que le ofrece a la sociedad la posibilidad de la actuación de los políticos y los medios de comunicación, sirviendo como base fundamental para obtener mayor información y creando condiciones para que el poder público se pueda ejercer en público, donde el ejercicio del poder, cumpliendo sus expectativas, buscará incrementar la calidad de la democracia.