Adonis Germinal Cocho Gil nació en Madrid el Día Internacional de los Trabajadores del año 1933 y murió en la Ciudad de México el año pasado en el aniversario de la victoria aliada sobre la Alemania nazi. Dos fechas extraordinarias marcan el intervalo vital de este hombre extraordinario. Su padre, un abogado republicano, no pudo tener mayor acierto en nombrarlo Germinal que, como se conoce, es el séptimo mes del calendario revolucionario francés, inicio de la temporada donde la tierra germina. Eso fue el paso por la Tierra de este científico “mexicano con origen hispano” como él mismo en su momento se definió.

Los primeros años de su vida estuvieron marcados por las turbulencias de la Guerra Civil en España. En 1936, un piquete falangista detuvo y fusiló a su abuelo por el solo delito de tener un hijo republicano. En 1939, sus padres cruzaron los Pirineos hacia Francia, donde fueron internados en un campo de concentración, dejando atrás al niño Germinal quien permaneció en el pueblo de los abuelos. La familia consiguió llegar a México en el año 1940 y no fue hasta 1944 que logró reunirse en la capital mexicana.

Su educación elemental estuvo atestada de resultados sobresalientes como se observa en sus boletas de calificaciones en el Colegio Español de México, el Instituto Luis Vives. Ingresó a la UNAM en 1950 para estudiar medicina y se graduó con una tesis dirigida por el notable científico Ruy Pérez Tamayo. Colateralmente, estudiaba física y matemáticas superiores de manera autodidacta. Mientras cursaba su último año en la Facultad de Medicina ya estudiaba física en la Facultad de Ciencias de su alma mater. En algún momento de ese periodo conjeturó que deberían existir principios y leyes comunes para el estudio de los sistemas físicos, biológicos y sociales. Este es el origen del carácter interdisciplinario de la obra científica de Germinal. Concluida su segunda carrera, se marchó a la Universidad de Princeton donde obtuvo su doctorado en física en el año 1962. Posteriormente, hizo una estancia posdoctoral de dos años en el Centro Internacional de Física Teórica de Trieste. Su trabajo en esa institución le valió ser nombrado miembro asociado de dicho Centro.

De regreso a la UNAM, comenzó su trabajo académico en el Instituto de Física de esta casa de estudios, desplegando una actividad notable. Alrededor de 1985, con la colaboración de otros colegas desarrolló un seminario sobre cosmología y vacío cuántico, que se mantuvo activo por más de 15 años. La influencia de esta actividad académica fue enorme, toda vez que definió la vida científica de muchos de los que allí participaron.

Germinal es sin duda el fundador de los estudios sobre la complejidad en México. Más aún, se adelantó cuando menos una década a muchas universidades de países desarrollados en el fomento del estudio de este tipo de fenómenos. Propuso la creación de un programa de investigación sobre la dinámica de los sistemas complejos, germen del actual Departamento de Sistemas Complejos y Física Estadística del Instituto de Física de la UNAM. Más adelante sus intereses interdisciplinarios lo llevaron a plantear en un ámbito más amplio: la formación de los grupos universitarios interdisciplinarios. Su apoyo al CEIICH ha sido determinante en el fortalecimiento de este Centro de nuestra universidad.

Su legado se ha transmitido de manera exitosa a través de sus muchos alumnos y seguidores que en México y otras partes del mundo difunden su obra y herencia intelectual. El rasgo más notable de su actuación ha sido la absoluta entrega a la investigación científica y la difusión del conocimiento científico. Esta devoción incondicional al cultivo de las ciencias le han valido numerosos reconocimientos como son el Premio de Investigación de la Academia Mexicana de Ciencias en 1969, el Premio Universidad Nacional de Investigación en 1991 y haber recibido la categoría de Investigador Emérito de la UNAM, en 2002.