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Iztapalapa. Revista de ciencias sociales y humanidades

On-line version ISSN 2007-9176Print version ISSN 0185-4259

Iztapalapa. Rev. cienc. soc. humanid. vol.37 n.80 Ciudad de México Jan./Jun. 2016

https://doi.org/10.28928/revistaiztapalapa/802016/rl1/crovidruettad 

Reseñas de Libros

Inés Cornejo Portugal y Luis Alfonso Guadarrama Rico (coords.), Culturas en comunicación: Entre la vocación intercultural y las tecnologías de información

Delia Crovi Druetta* 

* Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, crovidelia@gmail.com, crovi@servidor.unam.mx

Cornejo Portugal, Inés; Guadarrama Rico, Luis Alfonso. Culturas en comunicación: Entre la vocación intercultural y las tecnologías de información. México: Tintable (Productora de Contenidos Culturales), México, 2013. colección Tendencias, ISBN: 978-607-95789-4-7.


La obra que coordinan Inés Cornejo Portugal y Luis Alfonso Guadarrama Rico, Culturas en comunicación. Entre la vocación intercultural y las tecnologías de información, tiende un puente sobre dos aspectos nodales del campo de conocimiento de la comunicación: la interculturalidad y las tecnologías digitales. Atravesados por lecturas distintas y desde miradas en ocasiones contrapuestas, estos dos hemisferios tienen, sin embargo, mucho en común, ya que mientras el hemisferio tecnológico potencia al otro, la interculturalidad le da sentido a algunas de las aplicaciones digitales. Lejos de insinuar con esto una mirada tecnodeterminista, pretendo recalcar que sin el concurso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), muchos de los tejidos interculturales se verían privados de una de las potencialidades de esas tecnologías: romper las barreras espacio-temporales.

El libro está planteado así en dos escenarios: el intercultural y el digital. De allí que se estructure en dos partes, con nueve contribuciones en total, a las que se suma una presentación esclarecedora elaborada por los coordinadores, que titulan: “Introducción: hablemos de investigar la comunicación”.

La primera parte de este libro se construye con la aportación de cinco autores, quienes tratan, en cuatro artículos, aspectos específicos de la vocación intercultural de la comunicación. El primer trabajo, de Sarah Corona, constituye una aportación teórico-metodológica que moldea al resto del libro y su intencionalidad. Corona ahonda sobre la particularidad del otro en el proceso de interculturalidad, asegurando que ve en la investigación de estos temas un objeto en movimiento que acompaña, de algún modo, la propia movilidad de los sujetos sociales. Este primer trabajo plantea además una tónica que se seguirá en la primera parte de la obra: la interculturalidad anclada en el tema de la migración.

Jerónimo Repoll, fiel a sus anteriores trabajos, explora la producción de sentido en este movimiento de actores sociales que migran y rompen fronteras, en un desplazamiento que no siempre significa la presencia de una ruptura, pero que siempre impone un cambio. En su artículo “Entre medios, usos y producción de sentido: migración, interculturalidad y después”, referido a migrantes en el área de Barcelona, España, sostiene que el proceso de tomar la palabra, de expresarse, constituye una vuelta a la identidad trastocada por la migración.

También el trabajo conjunto de Inés Cornejo y Patricia Fortuny aborda la migración de hablantes mayas que viven en condiciones de ilegalidad en San Francisco, California. Las entrevistas que realizan tanto en Yucatán como en esa ciudad de Estados Unidos revelan un proceso de desplazamiento geográfico que significa muchos desafíos en términos de los sentimientos personales y del cuidado de la salud. El sueño de cruzar la frontera se topa, entre otras ausencias, con la falta de posibilidades para recibir atención médica, y con un camino plagado de incertidumbres y desafíos que se van forjando y acomodando en una nueva identidad de migrantes.

Dentro de esta primera parte de la obra solo un trabajo aborda específicamente la dimensión intercultural en los medios: el capítulo en que Vicente Castellanos examina a la radio de servicio público en la Ciudad de México, en busca de un modelo comunicativo. Su análisis tiene como foco de atención la oferta de cinco estaciones radiofónicas de servicio público, para las cuales plantea un modelo de comunicación capaz de incorporar la interculturalidad y la convivencia entre identidades y discursos diferentes, a veces minoritarios.

Cinco artículos conforman la segunda parte del libro, en la que seis autores analizan temas relacionados con las tecnologías digitales, salvo uno referido a la televisión. En efecto, vale la pena destacar el texto de Maricela Portillo, única contribución que se aparta de la potencialidad de internet y los celulares, para investigar sobre la espectacularización y el infoentretenimiento en la televisión mexicana, específicamente en los noticiarios nocturnos. La televisión es un medio con alrededor de 95 % de cobertura nacional, por lo que sigue siendo constructor de agendas y lector de la realidad con todas las deformaciones que imponen sus intereses.

Me parece interesante recuperar este análisis desde lo espectacular y el entretenimiento por varias cuestiones: el potencial televisivo, su capacidad para banalizar la realidad y simplificarla en interpretaciones sin historia ni contexto, así como la emergencia de los temas de la digitalización y sus transformaciones sociales, que desde mi perspectiva han ido desplazando el análisis de los medios tradicionales. No obstante, estos medios, incluso más que los digitales, se han transformado a partir de las innovaciones tecnológicas, cambiando la integración de las empresas que los manejan, sus sistemas productivos y los modos de distribución y recepción. Creo, sin embargo, que no por ello perdieron vigencia en el mundo de lecturas complejas urdidas a partir de discursos de diferente procedencia y racionalidad.

Cuatro trabajos centran sus análisis en los medios más destacados de la convergencia digital: tres referidos a internet y uno a la telefonía celular. María Rebeca Padilla de la Torre reporta resultados de su investigación acerca de internet en relación con las prácticas políticas de los jóvenes. Este artículo, mediante un trabajo empírico concreto, remite a una duda cada vez más notoria que resumo en una pregunta: ¿es internet un medio para el activismo o se trata solo de un recurso que puede llegar incluso a aplazar la participación? Internet visto como placebo de una participación social activa, comprometida, necesaria, aparece en los resultados de este estudio como un referente de la voluntad de no innovar. Identifica la tendencia a seguir utilizando canales probados, históricos tal vez, para la intervención en política, quizás porque los nuevos no ofrecen nada novedoso. Desde mi punto de vista, la responsabilidad del emisor en este proceso es mucha, porque si entendemos la comunicación como una práctica social, vemos que los recursos tecnológicos la han dotado de nuevas posibilidades de interacción, lo cual no significa que haya cambiado la voluntad de dialogar con el otro, no al menos en el mundo de la política.

También el trabajo de Victoria Isabela Corduneau se refiere a jóvenes. En su artículo “Que esto no termine aquí: jóvenes mexicanos, participación política y movilizaciones sociales”, analiza las movilizaciones políticas juveniles. Las mira como fenómenos emergentes desde la construcción de identidades y sujetos colectivos, cuyo cambio de sentido frente a diferentes fenómenos sociales responde más que a sus historias personales a ese llamado compartido por la juventud que proviene de una realidad social que los determina. Su trabajo se centra en el movimiento #YoSoy132, que los aglutinó frente a un reclamo común: la democratización de los medios, biografías diferentes, cuyo rasgo común fue el de ser estudiantes y jóvenes. El análisis de un movimiento que sería germinal para acciones colectivas posteriores demuestra, en mi opinión, la importancia de registrar estas expresiones de nuevo cuño y abrirse hacia nuevas interpretaciones teóricas.

Salvador de León Vázquez y Normal Medina Mayagoitia escriben sobre “Los portales de internet como parte del espacio público”. Los autores sitúan el análisis en el caso de Aguascalientes, México. Buscan desentrañar la propensión al diálogo de dicho espacio público con la ciudadanía, valorando prácticas informativas, expresivas (para muchos en realidad definidas como usabilidad del sitio) y comunicativas. Una de las ideas clave que acompañan al proceso de digitalización es identificarlo con la interacción y el diálogo. Sin embargo, después de dos décadas de su incidencia masiva, es poco lo que sabemos a ciencia cierta sobre la intencionalidad de algunos emisores, en especial los que persiguen fines políticos, de hacer de esos recursos un canal de expresión, información y sobre todo comunicación. Sostengo que su comportamiento, lejos de la interactividad, suele retrotraernos a carteles expositivos que gritaban, a veces con mucha creatividad, algunas ideas pero que pocas veces ofrecían canales de retorno. Los portales analizados en esta contribución se han quedado en esta perspectiva de la comunicación: unidireccional, sin retorno ni diálogo.

El texto de Luis Alfonso Guadarrama cierra el libro con una reflexión sobre los usos sociales de la telefonía celular entre jóvenes universitarios. Toma como universo de análisis a estudiantes de licenciatura del sistema escolarizado de la Universidad Autónoma del Estado de México, consultados en línea. Devela, como lo han hecho trabajos anteriores sobre el mismo tema, la dimensión emocional que posee el uso y la apropiación de la telefonía celular, tan cerca de la expresión y el diálogo como de la evasión y el silencio. Muestra asimismo las huellas que dejan las brechas de las diferentes generaciones tecnológicas y, sobre todo, de los sistemas de acceso y sus planes de pago, determinantes para el modo de usar los móviles. En este sentido, y más allá de lo expresado en este trabajo, me parece importante destacar que es en esta tecnología, así como en los videojuegos, donde se percibe una revancha del usuario que ha sido capaz de revertir la intencionalidad de los productores, forzándolos a adaptar sus propuestas para hacerlas acordes con los procesos de apropiación y cambio cultural que experimentan como usuarios.

Tal vez porque los compiladores de esta obra pensaron que sus lectores tenderían puentes entre ambos hemisferios, el libro carece de una propuesta final de sus articulaciones. Esto sin duda deja una invitación abierta para lecturas que pueden priorizar la interculturalidad o inclinarse sobre la importancia de la digitalización, así como unirlas en los postulados que las entretejan. Este universo interpretativo abierto sugiere al lector su propio cierre, con una mirada personal que le permita trasponer y entrelazar ambos hemisferios.

Recibido: 30 de Mayo de 2015; Aprobado: 30 de Agosto de 2015

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