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Cultura y representaciones sociales

versión On-line ISSN 2007-8110

Cultura representaciones soc vol.14 no.27 Ciudad de México sep. 2019  Epub 20-Ene-2021

https://doi.org/10.28965/2019-27-03 

Artículo (Teorías y métodos)

La doble dimensión del análisis del discurso: perspectiva teórica y herramienta metodológica

The Double Dimension of Discourse Analysis: Theoretical Perspective and Methodological Tool

Sebastián Sayago* 

* Profesor de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco e investigador de CONICET, Argentina. Correo electrónico: sayago.discurso@gmail.com.


Resumen

El objetivo de este artículo es exponer las dos dimensiones que configuran el análisis del discurso. La primera, permite caracterizarlo como una perspectiva teórica con un sesgo más o menos crítico; la segunda, la posibilidad de utilizarlo como una herramienta metodológica para construir, describir e interpretar datos lingüísticos. Con el fin de ejemplificar ambas dimensiones, se realiza el análisis de un texto noticioso, en el cual queda manifiesta la relación entre los grupos promineros y la prensa en una provincia del sur argentino. La atención se centra en dos propiedades del texto noticioso -la narratividad y la argumentatividad- y en las representaciones sociales que este materializa.

Palabras clave: análisis del discurso; perspectiva teórica; herramienta metodológica; texto noticioso; narratividad; argumentatividad; representaciones sociales

Abstract

The aim of this article is to present the two dimensions that build the discourse analysis. The first allows it to be characterized as a theoretical perspective with a less or more critical bias; the second makes it possible to use it as a methodological tool for constructing, describing and interpreting linguistic data. In order to illustrate both dimensions, an analysis is made of a news articles that show the relationship between the promining groups and the press in a southern Argentine province. Attention is focused on two features of the news articles -narrative and argument- and the social representations it embodies.

Keywords: discourse analysis; theoretical perspective; methodological tool; news article; narrativity; argumentativity; social representations

Introducción

El término “análisis del discurso” (AD) refiere tanto a una perspectiva teórica como a una herramienta metodológica. En ambos casos, es utilizado para el estudio de las representaciones sociales (RS). Por un lado, muchos investigadores que se reconocen como analistas del discurso comparten como objetivo central describir e interpretar la relación entre los textos (sus condiciones de producción, de circulación y de recepción) y las RS que estos materializan. Asumen que el lenguaje posibilita la legitimación de y la resistencia a representaciones asociadas al orden social.

Por otro lado, investigadores de ciencias sociales que no se reconocen principalmente como analistas del discurso recurren su análisis como una herramienta para describir y sistematizar las RS en una gran variedad de corpus. Su objetivo es interpretar los datos lingüísticos en campos disciplinarios o interdisciplinarios específicos (Psicología Social, Antropología, Sociología, Historia, Ciencias de la Educación, etcétera).

Entre ambos estudios hay una diferencia de metas y de tradición, no de procedimiento. El análisis de una estrategia discursiva podrá ser objeto de problematización en sí mismo para unos; podrá motivar revisiones, cuestionamientos y nuevas categorías. Para otros, en cambio, será un dato asociado al objeto de estudio, es decir, un medio para aprehender un fenómeno más complejo.

En este texto, expondremos los rasgos más importantes del AD, como perspectiva teórica y como herramienta metodológica, y propondremos un modelo particular de análisis discursivo de las RS.

El análisis del discurso (AD) como perspectiva teórica

El AD es una perspectiva de estudio de las prácticas y producciones discursivas. Presenta dos modalidades denominadas crítica y no crítica, respectivamente. Una centra la atención en las relaciones entre discurso, ideología y poder; la otra, con un acento más etnográfico o sociolingüístico, estudia el uso del lenguaje tomando en consideración el contexto de situación. La diferencia entre ambas es una cuestión de grado y -como es de esperar cuando uno de los términos en una oposición es definido negativamente- quienes practican la perspectiva considerada no crítica, rechazarán este etiquetamiento.

Podemos mencionar dos obras, publicadas el mismo año, que consolidaron las bases para el AD menos focalizado en aspectos ideológicos y políticos. Una es la de M. Stubbs (1983), titulada Discourse Analysis. The Sociolinguistic Analysis of Natural Language, en la que se analizó el uso del lenguaje desde un enfoque sociolingüístico, con aportes de la etnografía, el conversacionalismo y la teoría de los actos de habla. La otra fue elaborada por G. Brown y G. Yule (1983) que, con el título Discourse Analysis, proponía un análisis discursivo inscrito en el campo de la lingüística textual funcionalista. Se puede decir que, a pesar de las diferencias entre ambas tradiciones, coincidían en el interés por el estudio de la interacción verbal y del uso del lenguaje, tanto en la composición del mensaje como en su interpretación en situaciones comunicativas concretas.

El desarrollo de la línea crítica es bastante complejo. Sus fundamentos fueron formulados con gran lucidez por V. Voloshinov (1992), en su libro El marxismo y la filosofía del lenguaje, publicado originalmente en 1929. Sin embargo, a causa de la política represiva del stalinismo y de otros avatares de la historia, fue ignorado y redescubierto tardíamente, cuando ya se habían sentado las bases para dos corrientes surgidas en los setenta: la escuela francesa de análisis del discurso y, en el ámbito anglosajón, la lingüística crítica.

La primera se estructuró a partir de los aportes de la teoría de la enunciación, la filosofía materialista de Michel Foucault y los trabajos de Michel Pêcheux, que imprimieron un giro marxista althusseriano y psicoanalista al estudio del discurso. Con el paso del tiempo, esta corriente aligeró la influencia del marxismo y del psicoanálisis y conservó la metodología de archivo y la concepción del discurso como materialidad. Como advierte desde hace años D. Maingueneau (1993, 2012) -uno de los continuadores-, la escuela francesa carece de la homogeneidad teórica asociada a la idea de “escuela” y, en cambio, constituye un campo de tendencias heterogéneas.

La lingüística crítica tuvo un desarrollo más homogéneo, pero mucho más breve. En dos libros publicados a fines de los años setenta (Fowler, Hodge, Kress y Trew, 1979, y Hodge y Kress, 1979), expuso una perspectiva de análisis del discurso de la prensa que sintetizaba ideas de la gramática funcionalista de M. Halliday, del relativismo whorfiano y del marxismo althusseriano. Esta producción no fue continuada en la década siguiente, y el espacio abierto favoreció la emergencia del análisis crítico del discurso (ACD), impulsado por los trabajos de Teun A. van Dijk y Norman Fairclough. Esta corriente también configura un campo heterogéneo, con planteamientos teóricos muy diversos entre sí (ver, por ejemplo, Wodak y Meyer, 2003). Coinciden en la intención de criticar aspectos del orden social que contribuyan a reproducir asimetrías y discriminaciones y que involucren el uso del lenguaje. Por esta razón, Teun A. van Dijk (2012, 2016) propuso dejar de lado la denominación ACD -por considerar que hace referencia principalmente a una cuestión metodológica- y adoptar en cambio estudios críticos del discurso (ECD), asumiendo que expresa mejor la perspectiva ética y política de los analistas del discurso “comprometidos con la igualdad y la justicia sociales” (Van Dijk, 2016: 139). En este artículo, utilizaremos la denominación ECD en el mismo sentido; se incluirán también los trabajos de la tradición francesa que manifiesten la misma orientación crítica.

El análisis del discurso (AD) como herramienta metodológica

Como ya dijimos, además de ser una perspectiva teórica -y política-, el AD también es una herramienta metodológica. Su estatus no es del todo claro porque ha sido caracterizado como método, como metodología y como técnica de análisis (Sayago, 2007; Santander Molina, 2011). Fairclough lo define como un método para las ciencias sociales, aunque expresa sus reservas acerca de esta categoría:

Si se entiende la palabra “método” como una técnica, como una herramienta en una caja de herramientas a la que es posible recurrir cuando se necesita para luego devolverla a la caja, resulta fácil considerar que este concepto es una especie de “habilidad transferible”. (Fairclough, 2003: 179).

Parte del problema para definir el estatus metodológico del AD deriva de la falta de acuerdo sobre el significado de los términos método, metodología y técnica de análisis (Sayago, 2007, 2014). Más allá de cuál sea la distinción entre las dos primeras, es indudable que ambas son más complejas que la técnica de análisis. Involucran, entre otras, decisiones acerca de la clase de investigación -exploratoria, descriptiva o explicativa-, del modo inferencial -deductivo, inductivo o abductivo-, del uso de hipótesis, de la utilización de estrategias cualitativas y/o cuantitativas y de las posibilidades de generalización. La técnica de análisis, en cambio, solo indica una manera de construir un dato, transformando uno de los rasgos de la unidad de análisis en información. Puede ser empleada en investigaciones de diferentes clases, con cualquiera de los modos inferenciales, con hipótesis o sin ellas, con estrategias cualitativas y/o cuantitativas. Si aceptamos que el AD puede ser utilizado en investigaciones exploratorias, descriptivas o explicativas; que su sostén lógico puede ser deductivo, inductivo o abductivo; que puede estar orientado a validar hipótesis o no, y que puede construir o procesar datos cualitativos y/o cuantitativos, hay razones de peso para considerarlo una técnica de análisis y no un método o una metodología (Sayago, 2007, 2014).

Sin embargo, el AD es bastante más que una simple técnica, porque está cargado de teoría; sus conceptos son producto de planteamientos, discusiones y revisiones desarrollados dentro de campos teóricos particulares. Esto diferencia al AD del análisis de contenido, que es una técnica más procedimental. En vez de diseccionar textos y establecer correlaciones entre elementos preexistentes, crea el elemento que analiza. Así, por ejemplo, en una cláusula puede construir como datos una multiplicidad de rasgos: el sujeto semántico o lógico, la modalización, el tipo de proceso representado, la transitividad, los operadores argumentativos, el estilo, el uso de metáforas o de ironías, etcétera.

Esta densidad teórica no quita flexibilidad a la herramienta metodológica. El AD puede ser utilizado de un modo ligero -o superficial- o de un modo más pesado -o profundo-, depende de la destreza del investigador y de los objetivos del trabajo. El modo ligero se manifiesta en el recurso a un listado de categorías teóricas, generalmente establecidas a priori del análisis, con el fin de reconocer y describir diferentes aspectos del texto analizado. No apunta hacia una reflexión de la teoría del AD. El modo pesado, en cambio, además de partir de un menú apriorístico de categorías, está abierto a incorporar otras, a modificar las existentes e, incluso, a la creación de nuevos conceptos. Además de la búsqueda de hallazgos referidos al caso estudiado, apunta a una revisión de la teoría del AD. Las categorías utilizadas en el modo ligero suelen ser más simples o, al menos, son tomadas de manera menos problemática que en el otro modo.

El tratamiento de los datos ofrece dos vías: una por niveles o componentes y otra por segmentos. La primera avanza en la construcción y sistematización de recursos lingüísticos o multimodales, centrando la atención de manera lineal o secuencial en cada uno de los niveles o componentes planteados en el modelo de análisis, para llegar a una síntesis global. La segunda vía avanza de manera transversal por segmentos o tramos textuales para reconocer, en cada uno, recursos que corresponden a diferentes niveles o componentes. Ambas vías se pueden esquematizar de la siguiente manera:

Fuente: elaboración propia.

Esquema 1 Vías de tratamiento de datos de AD 

Las flechas horizontales indican un barrido de recursos por nivel o componente, de manera aislada o secuencial. Las flechas verticales indican un barrido por segmento textual.

Por último, en tanto herramienta, el AD puede ser empleado en investigaciones inscritas en diferentes campos disciplinares y con distintos marcos teóricos. Es un recurso metodológico adecuado para realizar el análisis de datos construidos mediante entrevistas -semiestructuradas y en profundidad-, observaciones etnográficas y técnicas de archivo de textos escritos, orales o multimodales.

Narratividad, argumentatividad y representaciones sociales

A continuación, presentamos una propuesta de análisis del discurso noticioso desde una perspectiva crítica que toma dos supuestos de la tradición materialista: “la ideología se materializa en el discurso” y “la producción discursiva está condicionada por relaciones de disputa por la hegemonía”.

La construcción de la noticia es un proceso ideológico y discursivo que transforma un acontecimiento (Martín Barbero, 1978; Charaudeau, 2003; Rodrigo Alsina, 2005) en algo más simple y entendible: el hecho noticioso. Este producto final se realiza en el texto noticioso (TN), una especie discursiva que, entre otros aspectos, se caracteriza por tener dos propiedades: la narratividad y la argumentatividad (Sayago, 2010, 2012, 2016, 2017) que, a su vez, organizan el hecho noticioso en dos planos: el global y el micro. Desde la narratividad, en el plano global, el TN es una narración, cuyo núcleo es el par complicación-resolución. Por su parte, el plano micro, o local, es una serie de encadenamientos narrativos que manifiestan cambios de situación. Desde la argumentatividad, en el plano global, el TN es una argumentación, en tanto orienta el texto en torno a la posibilidad de violación de una norma, algo que está asociado a la función de irritación moral que cumplen los medios de comunicación (Luhmann, 2000). Por su parte, en el plano local, es una serie de encadenamientos argumentativos que sostienen la coherencia de la narración. La argumentatividad noticiosa es menos evidente que la narratividad y, por eso, menos estudiada.

Estas propiedades del TN contribuyen en la manifestación discursiva de las representaciones sociales (RS). La narratividad logra el anclaje de tales construcciones simbólicas mediante el despliegue de los recursos que conforman el relato. Bajo la apariencia de novedad, lo que se cuenta rara vez es sorpresivo. En general, se trata de acciones que son previsibles y repetidas, asociadas a estereotipos y conocimientos de sentido común. La narratividad también propicia la objetivación a través de la construcción narrativa de un hecho verosímil y concreto, localizado espacial y temporalmente cerca del lector. La argumentatividad, por su parte, facilita el anclaje al tratar el hecho noticioso, ya sea como un caso típico o como uno excepcional, en relación con cierta regla que se presume conocida y que define la noticiabilidad de hechos más o menos similares. A la vez, contribuye a la objetivación mediante la reducción del hecho noticioso a un esquema sencillo, cuya coherencia depende de escasas relaciones causales que se sintetizan en el par argumento-conclusión.

Las RS expresadas de manera más o menos explícita en los textos noticiosos (TN) pueden ser clasificadas de acuerdo con el grado de consenso. Al tomar como referencia las propuestas de Moscovici (1988) y Raiter (2002), proponemos las siguientes clases (Sayago, 2017):

  • RS universales: representaciones tomadas como aproblemáticas y compartidas por todos (por ejemplo, América Latina forma parte del continente americano; el ejercicio físico es saludable; los niños deben ser protegidos).

  • RS dominantes: representaciones menos extendidas que las anteriores, promovidas por grupos e instituciones interesadas en imponer una visión determinada sobre algún tema particular (las mascotas son una buena compañía para los niños; el medioambiente debe ser preservado; la democracia representativa es un buen sistema de gobierno).

  • RS polémicas: representaciones que se oponen a representaciones dominantes o a otras menos extendidas (el consumismo es un hábito cultural negativo; el aborto legal reduce el riesgo de muerte por abortos clandestinos; la educación universitaria debe ser gratuita).

  • RS grupales: representaciones asociadas a saberes y prácticas propias de grupos particulares (el soborno a funcionarios del gobierno es necesario para obtener contratos ventajosos; el Fortnite es un juego que requiere una versión de Android 5.0; la biomasa es una fuente de energía alternativa).

Esta clasificación no es rígida, ya que hay cambios y desplazamientos sincrónicos y diacrónicos. En un corte temporal, una representación puede ser universal en alguna región del mundo, dominante en otra y polémica en otra. También, en una misma sociedad, con el paso del tiempo, lo que es dominante puede dejar de serlo y lo que es polémico puede pasar a ser dominante.

En un TN suele haber más de una RS. Comúnmente, las representaciones universales constituyen el telón de fondo para el desarrollo del hecho noticioso; las dominantes y las polémicas aportan el material de corte más ideológico en el tratamiento periodístico de un tema y, por ello, revelan el posicionamiento del medio -lo que es dominante para un diario puede no serlo para otro-. En cada caso, se realizarán diferentes estrategias de anclaje y objetivación (Hoijer, 2011).

Tanto para asignar la clase a las RS como para reconocer su jerarquía y cantidad en un TN el punto de vista del analista es determinante, ya que debe situarse de manera conveniente en el contexto histórico y social que crea las condiciones de posibilidad del caso que estudia. En otras palabras, debe ser capaz de comprender críticamente la entropía hermenéutica (Angenot, 2010) que rige los textos.

A continuación, intentaremos demostrar la utilidad de la propuesta mediante el análisis de un TN publicado en un diario de Chubut, provincia de la Patagonia argentina. Para ello, comenzaremos con una breve contextualización histórico-política.

El caso: megaminería y prensa en la provincia del Chubut

En Argentina, durante el gobierno neoliberal del justicialista Carlos Saúl Menem (1989-1995, 1995-1999), se llevó a cabo un cambio de paradigma económico-político que, entre otras cosas, se caracterizó por la privatización de numerosas empresas estatales -Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL), Aerolíneas Argentinas, Ferrocarriles del Estado, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), Agua y Energía Eléctrica, Empresa Nacional de Correos y Telégrafos (ENCOTEL), Gas del Estado, entre otras-. La Constitución Nacional, reformada en 1994, completó el desguace del Estado nacional con la transferencia de los recursos naturales a los estados provinciales:

Artículo 124.- Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines y podrán también celebrar convenios internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al Gobierno federal o el crédito público de la Nación; con conocimiento del Congreso Nacional. La ciudad de Buenos Aires tendrá el régimen que se establezca a tal efecto.

Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio.

El nuevo marco regulatorio permitió que los gobiernos provinciales contrataran a empresas para explotar sus recursos naturales. Así, se fue consolidando un esquema extractivista que abrió las puertas a empresas privadas que avanzaron territorialmente con muchas ventajas económicas y pocos controles. Se promovió una economía de rapiña, cuya lógica es “extraer todo lo más rápido posible para luego abandonar el lugar al acabarse los recursos” (Galafassi, 2008: 156). Una de las ramas de producción en la que se manifiesta con mayor claridad esta modalidad es la minería. A partir del Código Minero menemista, se promovió la llegada de empresas de capitales canadienses, norteamericanos, europeos y australianos que desarrollaron y aún desarrollan una actividad altamente rentable mediante la acumulación por despojo (Galafassi y Composto, 2013). La industria minera está liberada del pago de muchos impuestos, aporta un porcentaje mínimo de regalías (el tope es el 3% del valor de boca de mina que ella misma declara) y además recibe numerosos subsidios (cf. Ameriso, Benítez, Gagliardini y Raffo, 2015).

Un caso particular es el de la provincia del Chubut, donde no se habilitó la megaminería o minería metalífera a cielo abierto, pese a que hay yacimientos de oro, plata y uranio y las presiones empresariales son cada vez más fuertes.1 Esta resistencia está motivada y sostenida por movimientos socioambientalistas que, desde hace más de quince años, enfrentan las continuas embestidas de la alianza de grupos económicos transnacionales y grupos políticos locales (Weinstock, 2006; Svampa y Álvarez, 2010).

Entre los hitos más importantes de tal acción colectiva de resistencia se pueden mencionar:

  • la consulta popular realizada, en marzo de 2003, en la ciudad cordillerana de Esquel, en la que el 82% de los votantes se pronunció en contra de la apertura de una mina cercana;

  • la ley provincial 5.001 (actualmente, Ley XVII-N°68),2 aprobada dos meses después de la consulta popular, que prohíbe la actividad minera metalífera en la modalidad cielo abierto y la utilización de cianuro en los procesos de producción minera, y

  • el Proyecto de Iniciativa Popular presentado en 2014 a la Legislatura provincial con el fin de prohibir definitivamente la megaminería en la provincia.3

Durante 2018, a través de los principales medios de comunicación de la provincia -en especial de los diarios y de los portales de noticias más importantes- se ha acentuado la operación del lobby minero, constituido por sectores del gobierno y grupos empresariales.4 Dos hechos contribuyen al incremento de esta presión: por un lado, la presencia de la empresa Pan American Silver, interesada en explotar lo que ha definido como “el mayor yacimiento de plata del mundo”5 y, por otro, la firma de un memorando de entendimiento entre el presidente argentino Mauricio Macri y su par, Vladimir Putin, en febrero, para favorecer la llegada de empresas rusas para la explotación de uranio. Aunque los términos de este acuerdo son secretos, trascendió que hay proyectadas veinte cunas de uranio.6

En mayo de ese mismo año, tomó estado parlamentario un proyecto de ley que busca permitir la actividad en un área que representa el 64% del territorio provincial. Se le conoce como Proyecto de Zonificación Minera y fue elaborado por el lobby prominero y presentado públicamente como una solicitud de las poblaciones de la zona más pobre de Chubut -la meseta central-, donde se localizaría la mayoría de los yacimientos.7 Teniendo en cuenta que en 2019 habrá elecciones generales y que este es un asunto conflictivo, es comprensible la urgencia por resolverlo antes de que comiencen las campañas proselitistas.

El tema de la megaminería en general y de este proyecto en particular es compartido por la agenda política, la agenda de los medios y la agenda pública (Rogers y Dearing, 1994). El juego de relaciones puede representarse como se muestra en el Esquema 2:

Fuente: elaboración propia.

Esquema 2 Interacción entre la agenda política, la agenda de los medios y la agenda pública 

El lobby minero ha logrado instalar en la agenda de los medios el tema de la minería desde un encuadre positivo -como oportunidad de desarrollo socioeconómico-. Dicha agenda está regulada por la prensa oficial, la cual recibe del Estado y de las empresas mineras la pauta publicitaria. De esta manera, impone este tema en la agenda pública, provocando reacciones a favor o en contra de parte de la ciudadanía. Por ejemplo, los sindicatos asociados indirectamente con la actividad y afiliados al gobierno provincial se pronuncian positivamente -la Unión Obrera de la Construcción Argentina (UOCRA) y el Sindicato de Petroleros Privados-, mientras que las organizaciones socioambientales y algunos partidos políticos de izquierda lo hacen de manera negativa. La agenda de los medios cumple una función mediadora entre la agenda política y la pública, informando a cada una lo que ocurre en la otra. Este rol no es neutral, por supuesto, y la información es producida de manera sesgada. Otorga una gran importancia a acontecimientos protagonizados por actores promineros y, al contrario, invisibiliza o empequeñece acontecimientos protagonizados por actores antimineros.8

A la vez, el vínculo entre la ciudadanía y los grupos políticos y empresariales puede darse de manera más directa. Pensemos, por ejemplo, en una movilización hacia el lugar donde se encuentra un funcionario particular o el ingreso a la legislatura de un proyecto de ley elaborado o promovido por alguna organización social. Sin embargo, al estar la comunicación política fuertemente mediatizada, el vínculo directo entre ciudadanía y élite política y empresarial es algo extraordinario y, además, puede ser subestimado.

A continuación, analizaremos una de las noticias que los principales medios de la provincia replicaron como parte de la campaña de legitimización de la actividad: un evento de promoción de la minería en Trelew, una de las ciudades argentinas con nivel más alto de desempleo.9

Vale aclarar que los discursos socioambientalistas hablan de megaminería y los discursos promineros de minería a secas. La denominación, por supuesto, no es neutral: mientras unos no se oponen a la minería en términos genéricos, sino específicamente a la minería metalífera a gran escala -que es la que está prohibida-, los otros plantean la defensa de la minería en general, algo a lo que es difícil oponerse. Esta falta de especificación contribuye a la confusión de la opinión pública.

Cuestiones metodológicas y corpus

La metodología empleada es dialéctica, en tanto observa los siguientes criterios:

  1. Consideración de la praxis vital del investigador como dimensión fundamental de la investigación. El inicio y el desarrollo de un proyecto de investigación está basado en la biografía personal, social y profesional del sujeto que investiga. De ella provienen los conocimientos, los intereses y las expectativas que promueven la atención sobre temas particulares y la preferencia por ciertos enfoques teóricos.

  2. Recurso a diferentes inferencias y vías de construcción de datos. Un proceso complejo de investigación es un conjunto de experiencias intelectivas y afectivas, en el que se desarrollan razonamientos deductivos, inductivos y abductivos que pueden ser objeto de reflexión o no por parte del investigador. Siempre hay en juego hipótesis más o menos declaradas (deducción), descubrimientos (inducción) y establecimiento real o figurado de casos (abducción).

  3. Desarrollo de un proceso de ida-y-vuelta continuo entre la instancia de la teoría y la instancia de la empiria. Respecto del proceso de construcción del conocimiento, se asume que no hay una secuencia lineal que vaya de la teoría a la empiria o viceversa, sino un continuo movimiento de recuperación de experiencias intelectivas y experienciales. La empiria es ordenada por la teoría y esta es validada por su correspondencia con la descripción empírica.

Tal concepción del método dialéctico, inspirada en la obra del metodólogo argentino Juan Samaja (1994, 1996, 2000, 2007), puede reconocerse en el proceso de investigación que enmarca la elaboración del presente trabajo. La elección del tema, por ejemplo, está relacionada con intereses que trascienden lo académico y que pueden ser asociados a mi carácter más general de ciudadano o de sujeto social. La adopción del enfoque teórico, a su vez, está más asociada a mi biografía académica, a mis preferencias, capacidades y limitaciones, a mi capital científico, que también, de un modo u otro, está vinculado con lo extra-académico. A la remanida pregunta acerca de si el origen de la investigación está situado en la instancia de la teoría o en la instancia de la empiria, respondemos que se localiza en la instancia de la praxis vital del investigador.

El corpus de la investigación está conformado por textos noticiosos publicados durante 2018 en órganos de prensa oficial y alternativa en la provincia del Chubut. Se han seleccionado los medios de comunicación oficiales digitales más importantes de las tres regiones con mayor densidad poblacional: la zona cordillerana (Cholila), el Valle (Puerto Madryn y Trelew) y el Golfo San Jorge (Comodoro Rivadavia):

  • Prensa oficial: Diario de Madryn (Puerto Madryn), Jornada (Trelew), El Chubut (Trelew), Cholila Online (Cholila), ADN Sur (Comodoro Rivadavia), El Patagónico (Comodoro Rivadavia)

  • Prensa no oficial: No a la mina (Esquel), Prosa urgente (Trelew)

En el análisis se incluyen también tres medios de prensa asociados directamente a empresas mineras, publicados en Buenos Aires, ya que, en ocasiones, ahí aparecen noticias sobre este tema que luego son reproducidas en algunos de los periódicos oficiales chubutenses: Mining Press, Diario Once y El Pregón Minero.

Hasta el momento de elaboración de este trabajo, se han recolectado 44 textos noticiosos referidos a la zonificación minera en la provincia.

El texto cuyo análisis expondremos a continuación informa sobre un acontecimiento que fue tratado de manera muy similar por tres diarios de la prensa oficial: Jornada, Diario de Madryn y ADN Sur.10

De hecho, la estructura, el estilo y la organización semántica permiten conjeturar que los tres recontextualizaron un mismo texto base, elaborado por Goldemberg -una empresa encargada de obtener licencia social para la industria minera- o por alguien cercano.11

El acontecimiento en cuestión tuvo lugar el 25 de julio de 2018 en la ciudad de Trelew. La Asociación Sindical del Personal Jerárquico Profesional y Técnico de la Actividad Minera Argentina realizó una charla titulada “Minería, la otra industria de Chubut” y convocó a todas las personas interesadas en trabajar en la minería a llevar sus curriculum vitae.

Análisis

Exponemos el análisis del texto noticioso (TN) publicado en el Diario de Madryn el mismo día en que se llevó a cabo la charla. Con el fin de reconocer en esta pieza discursiva aspectos teórica y políticamente relevantes de la comunión discursiva entre el lobby minero y la prensa oficial en la provincia, centraremos la atención en tres ejes: narratividad, argumentatividad y representaciones sociales.

Narratividad

Desde una perspectiva global de la narración, el texto está compuesto por dos segmentos. El primero es un relato de re -sobre la realización de una charla abierta- y el segundo, un relato de dicto -sobre las declaraciones de los organizadores-. El titular expresa una síntesis del relato de re, que es el que motiva la noticia:

Volanta:12 Una larga fila de cuatro cuadras se formó para entregar currículums

Título: Trelew: Más de 1,500 personas se anotaron para trabajar en minería

Hay un paralelismo sintáctico entre ambas cláusulas: sujeto + verbo (cuasirreflejo, con flexión de PPS) + frase preposicional. También hay un paralelismo semántico: sujeto colectivo + verbo que refiere una situación con telicidad13 (una realización en el primer caso y un logro, en el segundo)14 y que implica voluntad + complemento de finalidad.

En ambos paralelismos se pone énfasis en la cantidad de personas dispuestas a entregar currículums para trabajar en minería, esto implica que el número es alto. Sobre este aspecto de la representación del acontecimiento se centra el foco de noticiabilidad del titular; se informa la existencia de una necesidad social, de una masiva demanda de trabajo.

El núcleo narrativo, compuesto por el par complicación-resolución puede expresarse de la siguiente manera: Más de 1,500 personas formaron una fila-Se anotaron para trabajar en minería.

El primer párrafo del cuerpo de la noticia o lead confirma el encuadre narrativo positivo, al presentar esa charla como algo extraordinario -por la gran convocatoria- y bueno -por el objetivo-:

Más de 1,500 personas acercaron este miércoles sus CVs al Club Huracán de Trelew, donde se llevó adelante una jornada abierta a la comunidad en la que se brindaron charlas vinculadas a la industria minera y, en especial, a los empleos que genera.

Este párrafo repite y amplía la información del titular. La configuración del encuadre positivo se despliega mediante la apertura y el desarrollo de campos semánticos asociados a la democracia y al trabajo, para lo cual se utilizan las siguientes expresiones léxicas: acercaron, llevó adelante, jornada abierta, comunidad, brindaron, charlas, industria minera, empleos.

Esta insistencia en la acción de difusión de información y en las oportunidades laborales de la industria se mantiene en el resto del texto, a través de recursos de redundancia -repetición y paráfrasis- y de especificación -incorporación de detalles o particularizaciones-. Así, por ejemplo, en el segundo párrafo se enfatiza la realización de estas jornadas de difusión, se introduce un actor -la ASIJEMIN- y se menciona el proyecto de zonificación minera:

La actividad contó con [la] organización de la Asociación Sindical del Personal Jerárquico Profesional y Técnico de la Actividad Minera Argentina (ASIJEMIN), en el marco de las distintas jornadas que se han llevado adelante en los últimos meses con el objetivo de brindar información a la comunidad sobre el proyecto de zonificación minera en la Meseta chubutense y la industria en general.

El relato expresa que el objetivo de estas acciones es “brindar información”; una descripción ingenua, dado que se ha convocado a la gente con la promesa de trabajo, en un contexto sociopolítico en el que una parte de la población se opone a la industria minera. Entonces, detrás del objetivo declarado, está el objetivo oculto: obtener la licencia social que legitime la megaminería en la provincia. Pero el relato es naïve y no da indicios de este trasfondo polémico, que es lo que da relevancia a la noticia.

Tampoco informa con claridad quién es responsable de este evento en particular. No es lo mismo decir “La actividad contó con [la] organización de la Asociación Sindical” que decir “La actividad fue organizada por la Asociación Sindical”. La responsabilidad se vuelve más difusa a medida que el relato continúa. Aparecen mencionados en un rol secundario actores que son importantes en virtud de su rol político institucional:

También brindaron información, en especial sobre el proyecto de zonificación, jefes comunales de la Meseta.

La denominación “jefes comunales de la Meseta” presupone que son las máximas autoridades electas de algunas comunas rurales de la provincia, por lo que su participación podría haberse destacado.

También hay otro actor involucrado en la organización de la convocatoria: Sergio Goldemberg. Apunta el narrador (la voz del diario): “Nos convocamos en Trelew para hacer la bolsa de trabajo por ASIJEMIN, con gran cantidad de gente: tres a cuatro cuadras de cola”, dijo Sergio Goldemberg, responsable de la consultora que lleva su apellido, especializada en minería, y que fue la encargada de reunir los CVs.

Este actor es el protagonista excluyente del relato de dicto. Sus declaraciones, citadas en estilo directo e indirecto, componen la mayor parte del texto.

La oscuridad en la identificación de la responsabilidad del evento que propició el hecho noticioso es un rasgo estilístico de un discurso que se esfuerza por presentar las situaciones y acciones narradas como algo (muy) positivo. Por ejemplo:

Si bien la invitación para aquellos interesados en oportunidades laborales en minería era a partir de las 9 de la mañana, la fila comenzó a formarse en las puertas del Club Huracán, en la calle San Martín, desde cerca de las 4 de la madrugada.

Lo que en realidad fue una promesa de empleo se presenta como una invitación para aquellos interesados en oportunidades laborales.

Apuntaremos dos aspectos más de la narratividad de este texto. Uno de ellos es que los subtítulos orientan la lectura, actuando como una síntesis del significado global: Desde la madrugada, La demanda laboral, Empleos en blanco, Sigue la convocatoria.

Otro aspecto destacable es la mención de los actores que participan del hecho noticioso. Son 5: ASIJEMIN, Marcelo Mena - secretario general de ASIJEMIN-, jefes comunales de la Meseta, Sergio Goldemberg y la gente. Este último actor incluye más de 1,500 personas, hombres y mujeres; hace fila, entrega currículums, se anota para trabajar en minería. Es decir, es un colectivo heterogéneo y caracterizado por la carencia y la necesidad. También se menciona la presencia de algunas personas que tienen una posición contraria a la industria minera y que participaron de la actividad. Se dice que hicieron preguntas a Mena, pero no se especifica qué tipo de preguntas ni si, además de preguntas, formularon críticas -algo que parece verosímil, ya que, de otro modo, ¿cómo se puede inferir la posición contraria a la industria?-.

Los recursos narrativos se utilizan para producir un relato simplificador y extremadamente parcial a favor de las empresas mineras. La complejidad sociopolítica del tema minero queda reducida a la representación de una actividad desarrollada por actores movidos por intenciones positivas y declaradas.

Argumentatividad

El TN, además de ser narrativo es también argumentativo. En términos globales, la noticia está orientada a legitimar la megaminería en general y el proyecto de zonificación minera en particular. En el proceso, también legitima a los actores del lobby ya mencionados.

Si retomamos el titular podemos reconocer un mismo encadenamiento argumentativo en la volanta y el título: acción-finalidad.

Volanta: Una larga fila de cuatro cuadras se formó (acción) para entregar currículums (finalidad)

Título: Trelew: Más de 1,500 personas se anotaron (acción) para trabajar en minería (finalidad)

La argumentatividad sostiene las acciones narradas de manera lógica, dándoles un sentido coherente. Para ello, explota varios tópicos: el rol dignificador del trabajo, los beneficios de la actividad industrial, la validez democrática de la difusión de información y el problema de la crisis económica de Chubut y de la Meseta, entre otros. Estos tópicos forman parte del conocimiento compartido y presupuesto que constituye el contrato de lectura del diario.

El texto también reproduce líneas argumentativas específicas del área de la administración minera, expresadas por Goldemberg. El discurso citante contextualiza el discurso citado, especificando el tema, siempre desde una perspectiva positiva. Funciona como un par tema-desarrollo: el diario introduce el tema y el enunciador citado lo desarrolla. El dialecto y el registro empleados por cada enunciador -el diario y Goldemberg- son idénticos, lo que produce un efecto de uniformidad estilística. Acerca de las características de la demanda laboral en un proyecto minero, afirmó: “Tenemos gente de la construcción, cocineros, enfermeros, absolutamente de todo”, y dijo que en el caso de que en Chubut se habilite el Proyecto Navidad -la mayor reserva de plata del mundo sin explotar, en la Meseta- “estamos hablando de entre 3,000 y 4,000 personas directas e indirectas. Eso requiere de todo tipo de perfiles”.

En este pasaje utiliza el nosotros inclusivo, asumiéndose como parte de la industria minera. Expresa una hipérbole para enfatizar la posibilidad de empleo: todo tipo de perfiles. Es, por supuesto, una falacia. Los recursos apuntados en el párrafo anterior se repiten en los demás. Por ejemplo, en el siguiente, orientado a convencer sobre la apertura de la oferta laboral mediante la referencia al rol de la mujer en la industria:

Sobre la incorporación de mujeres, que en buena cantidad también se sumaron a la convocatoria, Goldemberg dijo que “en líneas generales la industria minera es inclusiva. Es más en algunas minas que conozco, ya que recorro todo el país, gustan más las choferes mujeres que los hombres. Son más meticulosas, más ordenadas”.

A partir del uso de varias mitigaciones -en líneas generales, algunas minas que conozco-, afirma que hay casos en los que las choferes mujeres “gustan” más que los hombres. El verbo gustar es ambiguo, porque algo puede gustar de diversas maneras. Esta ambigüedad se reduce con la siguiente justificación: Son más meticulosas, más ordenadas. El valor laboral de la mujer no está respaldado por cualidades estrictamente laborales, como responsabilidad, eficiencia o pericia, sino por atributos propios del ámbito doméstico.

Para finalizar el análisis de la argumentatividad noticiosa, nos detenemos en el último párrafo:

En la consultora que lidera “trabajamos desde Jujuy hasta Santa Cruz. Cuando un proyecto minero empieza en una provincia, tienen que agotarse todas las posibilidades para que toda la gente de la provincia sea la que primera sea convocada. Ahí no hay negociación. La prioridad la tienen los chubutenses”.

Este pasaje es importante por tres rasgos. El primero es su ubicación al final del texto, lo cual indica que es el remate elegido por el autor. El segundo es el empleo de la palabra “lidera”, utilizada en esta ocasión por la voz del diario y, en otro momento, por Goldemberg, con el mismo sentido. Este contagio léxico indica, como mínimo, una cercanía entre quien redactó el texto y el consultor. El último rasgo es la aseveración de que la empresa de Goldemberg -aquí ya utiliza un nosotros exclusivo; no se refiere a toda la industria minera, sino a su organización- no está dispuesta a negociar la prioridad de los chubutenses en el acceso al empleo. Goldemberg construye un escenario de disputa, en el que habría otros actores que promoverían el empleo de personas de otras provincias y él asumiría la defensa del pueblo de Chubut.

Los recursos argumentativos dan coherencia a la charla en el club y a las declaraciones de los actores involucrados, sobre todo de Goldenberg. De hecho, la representación de la charla actúa como un disparador para que estos actores, apoyados por el enunciador principal, desarrollen sus argumentos a favor de la minería, convirtiendo la noticia en un texto publicitario.15

Representaciones sociales

La narratividad y la argumentatividad facilitan el anclaje y la objetivación de las RS (Sayago, 2016, 2017, 2018). Convierten un acontecimiento complejo en un relato simple, comprensible, coherente, referido a hechos concretos -registrados fotográficamente, incluso-, sostenidos por tópicos tomados como válidos y por razonamientos aceptados por el diario.

Siguiendo la propuesta de Hoijer (2011), reconocemos en este TN cuatro clases de anclaje: por denominación, emocional, temático y basado en antonimias.

El primer tipo de anclaje se logra con el etiquetamiento léxico de los diferentes aspectos del acontecimiento. Un acto de campaña prominero es denominado “jornada abierta a la comunidad”, la promesa de oferta de trabajo ilegal es llamada “convocatoria a presentar CVs”, etcétera. Como apuntamos, las redes semánticas y léxicas contribuyen a reforzar esta representación complaciente de lo que fue un acto proselitista.

El anclaje emocional explota dos vías. La primera es el efecto de la representación de la necesidad de la gente, de sus deseos de trabajar, lo que puede resultar conmovedor y provocar enojo, frustración o, incluso, indignación por el hecho de que la megaminería no esté habilitada en la provincia. La segunda vía es el efecto de la representación de la actitud positiva y abierta de los actores involucrados en la organización de la charla, quienes ofrecen una solución a todas las personas afectadas por la crisis económica.

El anclaje temático más evidente se produce mediante la relación del acontecimiento referido con el tema general de la crisis económica del país, de la provincia y de la zona del Valle, en particular. Esta RS queda inserta en el marco de las noticias en las que se informa acerca de la inflación, la desocupación, los reclamos salariales y la insuficiencia del presupuesto estatal. También hay un anclaje temático menos evidente: la discusión en torno al proyecto de zonificación minera. La reiteración de noticias asociadas a este tema propicia el anclaje temático, ya que se asume que cada publicación sigue y desarrolla una posibilidad que es relevante para la sociedad.16

Por último, hay un anclaje basado en las siguientes antinomias: desocupación/empleo, prejuicio/información, atraso/desarrollo, exclusión/inclusión. El encuadre noticioso y el discurso citado afirman el segundo término de cada oposición, sobreentendiendo que el rechazo de la megaminería estaría asociado inevitablemente al primero. Así, de acuerdo con tal RS, esta industria sería la única alternativa para acabar con el desempleo y para desarrollar la región, y quienes se oponen a ella, además de no ofrecer alternativas económicas, estarían actuando motivados por prejuicios.

Hoijer también distingue dos maneras de objetivación. Una es la emocional, que se produce cuando una imagen particular ocupa un lugar destacado en la noticia y activa emociones fuertes y definidas; la otra es la personificación, que consiste en volver más concreto el acontecimiento a partir de la participación de una figura conocida. La objetivación emocional en este TN se logra a través de la imagen del club con las gradas colmadas de gente. En los otros diarios, con el mismo texto base, la imagen más destacada es la de la fila. La objetivación mediante personificación es particularmente interesante porque, en el texto, se construye socialmente un actor -Sergio Goldemberg- que, hasta el momento, había permanecido ignoto.

En este TN reconocemos una RS universal: “El trabajo dignifica a la persona”. Tal valoración del trabajo -y, sobre todo, del trabajo en blanco- es algo que el discurso periodístico reafirma y que, en el caso analizado, utiliza como base para provocar cambios en una representación menos aceptada: “La megaminería es una conveniente alternativa de desarrollo social y económico”. Cumple con una función legitimadora de la industria -y, más allá, del capitalismo extractivista-, la prensa oficial intenta que una RS que aún es polémica se convierta en dominante. Para ello, se invisibiliza el trasfondo polémico: no se cuestiona la megaminería ni se mencionan los argumentos en su contra. Sin embargo, como señalamos, gran parte de la noticiabilidad de este texto depende de ese conjunto de presuposiciones conflictivas.

Conclusiones

Hemos afirmado que el AD es una perspectiva teórica y una herramienta metodológica. En tanto perspectiva, posibilita un abordaje crítico de la relación entre discurso e ideología y, en tanto herramienta, ofrece un menú de recursos para construir datos, principalmente lingüísticos.

El análisis efectuado permitió reconocer e interpretar aspectos del discurso de la prensa oficial asociados a un papel legitimador del capitalismo extractivista en una provincia argentina. Demostramos que la estrategia utilizada fue la elaboración de un relato naïve y el desarrollo de una argumentación orientada a respaldar la tesis de la conveniencia de esta industria.

Tomamos como referencia un modelo estratificado de agendas que conceptualiza el rol mediador e instrumental de los medios, altamente sensibles a la agenda política -marcada por intereses empresariales-. En este caso, el discurso de la prensa es utilizado por el lobby minero como un instrumento de persuasión. Al haber sido elaborado por asesores de la industria, la eficacia de los mensajes es mayor si, además de circular por los medios de prensa mineros, son retransmitidos por los diarios oficiales como parte de las noticias relevantes para toda la sociedad.

Utilizamos tres categorías básicas: narratividad, argumentatividad y representaciones sociales. Realizamos un análisis vertical, consistente en registrar los rasgos de una categoría a la vez. La secuencia avanzó desde lo más conocido y manifiesto -los recursos narrativos- hasta lo menos evidente -las representaciones-. Esta progresión supuso que el análisis de la argumentatividad tomaba como base el de narratividad y el de las RS los dos anteriores, asumiendo que ambos contribuyen a las operaciones de anclaje y objetivación.

El estudio expuso, con la comunión ideológica y discursiva entre el lobby minero y la prensa, un hecho que cuestiona las condiciones de posibilidad de las decisiones políticas sobre los recursos del Estado en una democracia representativa, caracterizada, entre otras cosas, por una opinión pública informada de modo sesgado e insuficiente. De manera congruente con una vasta tradición de estudios críticos del discurso (ECD), reconocimos que se trató de un caso más en el que el discurso de la prensa actuó como un instrumento de manipulación y de empobrecimiento de la democracia.

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3Este proyecto fue el primer caso del mecanismo de democracia semidirecta contem-plado en la Constitución provincial y contó con el respaldo de la firma de 13 000 electores. Pero, en la sesión en la que debía ser tratado, un grupo mayoritario de diputados modificó el texto para que habilitara la megaminería. La situación fue aún más escandalosa porque uno de esos legisladores, Gustavo Muñiz, fue fotografiado intercambiando sms con el gerente de una empresa minera, que le pedía cambios en el proyecto de ley adulterado. Si bien días después el gobernador promulgó la ley, la repercusión negativa en la prensa nacional e internacional fue tan grande que nunca fue implementada.

4Hay muchas evidencias periodísticas de la existencia de esta alianza, con declaracio-nes de empresarios y de funcionarios del gobierno. También se han revelado infor-mes de algunas de las empresas involucradas en los que se detallan reuniones y otras acciones realizadas de manera conjunta. Por ejemplo: https://prosaurgente.blogspot.com/2018/10/pan-american-silver-afirma-que-se-reune.html?fbclid=IwAR1mW9k5dQBcLhZTDL1O0AcI4C_HFJwfuFNRuZFwFOgr1Yo7Ra--aM3noSw&m=1. Estas actividades son celebradas por la prensa oficial, la que actúa como oficina de comunicación de las empresas. Por ejemplo: https://www.adnsur.com.ar/2018/10/la-secretaria-de-mineria-de-nacion-encabezo-debate-en-telsen/.

8Como ejemplo de invisibilización, podemos mencionar una multitudinaria marcha de vecinos y vecinas, realizada el 28 de julio de 2018 en Rawson, la capital de la provincia. El acontecimiento solo fue registrado por un sitio de noticias socioambientales: https://noalamina.org/argentina/chubut/item/41649-masiva-marcha-en-rawson-contra-la-avanzada-minera

11Esta organización se presenta como una institución especializada en el reclutamiento de recursos humanos para las industrias minera, petrolera y gasífera. En la auto-descripción publicada en la página web, define su capacidad de la siguiente manera: “Una sólida trayectoria y conocimiento de dicha industria, nos otorga una profunda comprensión de los obstáculos y desafíos que deben enfrentar las empresas y los profesionales que están en la búsqueda de nuevos desafíos”. Se puede inferir que, de un modo no del todo claro, indica que tratan con “los obstáculos y desafíos” (el rechazo social o la falta de legitimación) que enfrentan las empresas que “están en la búsqueda de nuevos desafíos” (nuevos lugares de explotación). Ver: http://www.sergiogoldemberg.com/nosotros.html.

12La volanta es una frase de enganche que precede al título en la noticia.

13Una situación télica o con rasgo de telicidad es autoconclusiva, es decir, con un fin inherente.

14Según la clasificación de situaciones propuesta por C. Smith (1997), la realización es una situación dinámica, que tiene duración y que implica una finalización; el logro también tiene el rasgo de dinamismo, pero no el de duración: lexicaliza un cambio de estado.

15Incluso en el penúltimo párrafo, se dan las instrucciones para el envío de CV: “En este sentido informó que ‘la gente que, por algún motivo no pude acercarse, puede mandar el Currículum a info@sergiogoldemberg.com. Y en el asunto del mail, poner Trelew’ ”.

16En algunos diarios, como ADN Sur, estas noticias aparecen bajo el rótulo Debate minero.

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