Introducción
El autoconcepto es una de las variables que ha despertado mayor interés en la comunidad científica de diversas disciplinas. Este elemento humano se define como la percepción de sí mismo/a como un individuo compuesto por las dimensiones física, social y espiritual (Shavelson, Hubner & Stanton, 1976) que, a su vez, están constituidas por las experiencias interactivas con el entorno y la opinión autorreferencial resultante de esta interacción (García & Musitu, 1999).
La integración sinérgica de las experiencias y la solidez de las bases cognitivas y emocionales caracterizan el correcto desarrollo del autoconcepto en el adolescente y la respuesta del individuo ante los estímulos del ambiente es lo que determina la relación entre la autopercepción del adolescente y su capacidad de ajuste social (Fuentes, García, Gracia & Lila, 2011).
El proceso de ajuste y el bienestar psicosocial de los adolescentes está intrínsecamente ligado con las relaciones paterno-filiales (Cava, 2003) y con la autoevaluación propia de la etapa de la adolescencia e incentivada por los vínculos sociales, culturales e históricos del individuo, en donde se presenta la consolidación multifactorial del autoconcepto, la construcción social de la personalidad y la preparación del adolescente como individuo socialmente competente (Musitu, Martínez &Varela, 2011).
La relación entre el autoconcepto y el ajuste social del adolescente se traduce en resultados obtenidos por estudios al respecto, mostrando que puntuaciones referentes a un alto autoconcepto muestran escasas conductas agresivas y destacan en conductas positivas de carácter social (Fuentes, García, Gracia & Lila, 2011), mientras que las puntuaciones de bajo autoconcepto denotan el acontecimiento de conductas violentas hacia iguales en diferentes modalidades; física, verbal-emocional, relacional y manifiesta (Carrascosa, Cava & Buelga, 2016). Los problemas del ajuste psicoemocional de los adolescentes están relacionados con el autoconcepto negativo y la deficiencia en habilidades sociales (Castro, Núñez, Musitu & Callejas, 2019).
La familia, al ser uno de los pilares en la vida de los adolescentes, se convierte en un factor influyente en la construcción de la personalidad y ejerce el papel de mediador de las conductas del adolescente mediante la comunicación familiar (Cava, 2003). La comunicación familiar abierta se caracteriza por ser espontánea y generar un clima de calidez mediante la capacidad de escucha y la aceptación, mientras que la comunicación ofensiva presenta dureza verbal, mediante la verbalización y manifestación humillante por medio de insultos y gritos (Castro, Núñez, Musitu & Callejas, 2019). Los tipos de comunicación familiar junto con la dinámica familiar percibida por el adolescente se consolida como un modelo de referencia, de este modo, las variables relacionadas con la funcionalidad familiar son factores explicativos del comportamiento de los adolescentes en el núcleo familiar, en otro entorno (Jiménez, Murgui, Estévez & Musitu, 2007) y actúa como factor de protección que regula la motivación de venganza a través del autoconcepto (León-Moreno & Musitu-Ferrer, 2019), así como la violencia escolar (Romero-Abrio et al.,2018; Varela, Ávila & Martínez, 2013).
El comportamiento problemático puede darse tanto en el entorno familiar como en el ambiente de la escuela y presentarse las causas subyacentes en cualquiera de estos ámbitos sociales o incluso, en variables individuales. La violencia escolar es un fenómeno que se presenta en las escuelas y es definida como una situación en que un individuo o un grupo de alumnos acosan intencionalmente a otro u otros estudiantes de la escuela, donde se establece una diferencia relacional y se estipulan el rol de víctima y el del victimario (Valdés & Martínez, 2014).
La violencia escolar es un tema recurrente en la política de índole escolar y un fenómeno que ha adquirido un incremento de dimensiones en México (Muñoz, 2008). El aumento de los casos de violencia, las consecuencias físicas y psicológicas presentadas por las víctimas y las características propias del victimario que ofrecen explicaciones causales de su comportamiento son variables determinantes en la concepción de un problema que aqueja la sociedad mexicana pero también los indicios de las posibles soluciones, en donde el ajuste psicosocial es mediado por el autoconcepto del adolescente.
En la contextualización del autoconcepto, el estudio se planteó como objetivos: 1) Examinar en qué medida se relaciona el autoconcepto con las variables familiares (comunicación abierta y ofensiva de mamá y papá) y las variables escolares (agresión manifiesta directa y agresión relacional indirecta); 2) Analizar las posibles divergencias entre los grupos de autoconcepto (bajo, moderado y alto), las variables familiares y escolares; y 3) Puntualizar el valor predictivo de las variables familiares y escolares con autoconcepto.
Desarrollo
Método
Participantes
El estudio es explicativo y con un diseño transversal. De un universo poblacional de 14,759 alumnos de la región Costa Norte de Puerto Vallarta Jalisco, se obtuvo una muestra de 1,681 adolescentes de 12 a 17 años (M = 13.65, DT = 1.14), 46% hombres y 54% mujeres, referentes a 15 centros educativos de tercero, segundo y primer grado. Se utilizó la estratificación por conglomerados para la selección de los participantes, las unidades de muestreo fueron los centros y el curso el estrato. La muestra fue probabilística con error muestral que se asumió fue de ± 2.5%, con el 95% de confiabilidad y 0.50 de varianza poblacional.
Procedimiento
Los centros educativos fueron informados sobre las características de la investigación, posterior a la autorización, se tuvo una sesión con los padres de familia de los menores de edad y se solicitó el consentimiento informado por escrito. Posteriormente se acudió a los salones y se le aplicó la batería de instrumentos a los alumnos autorizados por los padres, a los cuales se les señaló que su participación era voluntaria, anónima y podían abandonar el proceso de contestar los cuestionarios en cualquier momento; respetando los acuerdos de la Declaración Helsinki.
Instrumentos de evaluación
En la Tabla 1 se sintetizan las escalas utilizadas en el presente estudio.
Escala | Autores | Mide | Alfa de Cronbach |
---|---|---|---|
1. Autoconcepto 53. Forma 5 -AF-5- | García y Musitu, 1999 | Autoconcepto académico, social, emocional, familiar y físico | .86 |
2. La Escala de Comunicación Padres- Adolescentes PACS | Barnes y Olson, 1985 | El tipo de comunicación existente entre el adolescente y el padre y la madre | .93 |
3. La escala de conducta violenta en la escuela | Little, Henrich, Jones, & Hawley, 2003 | Dos tipos de violencia en el contexto escolar | .90 |
Resultados
Los datos se analizaron con en el paquete estadístico SPSS (versión 22). En primer lugar, se analizó las correlaciones de Pearson para determinar la relación entre autoconcepto con las variables familiares y escolares. Se utilizaron las puntuaciones de la escala global de autoconcepto para clasificar a los adolescentes, conformando tres grupos: bajo autoconcepto, autoconcepto medio y alto autoconcepto; los adolescente que puntúan una desviación típica arriba de la media se ubican en el grupo de alto autoconcepto; los que puntúan una desviación debajo se sitúan en el grupo de bajo autoconcepto y los que obtienen los puntajes restantes se asignan al grupo de autoconcepto medio, de acuerdo a los criterios de Marini, Dane, Bosacki y YLC-CURA (2006).
Se calculó el MANOVA y ANOVA a partir de los grupos de contraste, para analizar las variables familiares y las variables escolares. Para examinar el valor predictivo de las variables referidas con el autoconcepto se realizó el análisis de regresión lineal.
Correlaciones
En la Tabla 2 se presentan las correlaciones entre las variables del estudio. Se obtuvieron correlaciones significativas entre autoconcepto y el resto de las variables. El autoconcepto académico correlaciona de manera positiva con autoconcepto social (r= .317, p<.01), autoconcepto familiar (r= .400, p<.01), autoconcepto físico (r= .513, p<.01),comunicación abierta con la madre (r= .376, p<.01), comunicación abierta con el padre (r= .325, p<.01); a su vez correlaciona negativamente con autoconcepto emocional (r= -.127, p<.01), comunicación ofensiva con la madre (r= -.108, p<.01), comunicación ofensiva con el padre (r= -.099, p<.01), agresión manifiesta directa (r= -.263, p<.01) y agresión relacional indirecta (r= -.123, p<.01).
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | |
1. Autoconcepto Académico | 1 | ||||||||||
2. Autoconcepto Social | .317** | 1 | |||||||||
3. Autoconcepto Emocional | -.127** | .189** | 1 | ||||||||
4. Autoconcepto Familiar | .400** | .378** | .099** | 1 | |||||||
5. Autoconcepto Físico | .513** | .473** | -.075** | .459** | 1 | ||||||
6. Comunicación Abierta Madre | .376** | .310** | -.013 | .611** | .381** | 1 | |||||
7. Comunicación Ofensiva Madre | -.108** | -.152** | -.217** | -.421** | -.090** | -.144** | 1 | ||||
8. Comunicación Abierta Padre | .325** | .310** | .043 | .532** | .397** | .658** | -.057* | 1 | |||
9. Comunicación Ofensiva Padre | -.099** | -.159** | -.168** | -.327** | -.067** | -.043 | .700** | -.081** | 1 | ||
10. Agresión Manifiesta Directa | -.263** | -.159** | -.014 | -.299** | -.095** | -.230** | .262** | -.202** | .190** | 1 | |
11. Agresión Relacional Indirecta | -.123** | -.110** | -.119** | -.232** | -.103** | -.179** | .230** | -.172** | .162** | .554** | 1 |
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (2 colas).
*. La correlación es significativa en el nivel 0,05 (2 colas).
Manova y Anova de los grupos de autoconcepto y las variables familiares y escolares
Posteriormente se procedió al análisis de varianza, el cual reveló diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de autoconcepto con las variables familiares y escolares (˄ = .978, F (6,1306) = 11274.93, p< .001, n2 = .978).
El Anova mostró diferencias significativas en comunicación abierta con la madre (F, (2,1533) = 235.31, P<.001, n2=.235), comunicación ofensiva con la madre (F, (2,1533) = 72.33, P<.001, n2=.086), en comunicación abierta con el padre (F, (2,1533) = 194.51, P<.001, n2=.202), comunicación ofensiva con el padre (F, (2,1533) = 47.82, P<.001, n2=.059), agresión manifiesta directa (F, (2,1533) = 52.73, P<.001, n2=.064) y agresión relacional indirecta (F, (2,1533) = 35.28, P<.001, n2=.044).
Como se constata en la Tabla 3, las pruebas Bonferroni indicaron que los adolescentes con alto autoconcepto obtuvieron las puntuaciones estadísticamente más elevadas en comunicación abierta con la madre y comunicación abierta con el padre, diferenciándose de los adolescentes con bajo y medio autoconcepto. Por otro lado, los adolescentes con bajo autoconcepto mostraron medias más altas en la comunicación ofensiva con la madre, la comunicación ofensiva con el padre, en la agresión manifiesta directa y en la agresión relacional indirecta, con respecto a los adolescentes con medio y alto autoconcepto.
Autoconcepto bajo | Autoconcepto Medio | Autoconcepto alto | F | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
M | (DT) | M | (DT) | M | (DT) | ||
Variables Familiares | |||||||
Comunicación Abierta Madre | 2.84 c | 1.06 | 3.67 b | .91 | 4.18 a | .76 | 235.31*** |
Comunicación Ofensiva Madre | 2.28 a | .97 | 1.92 b | .93 | 1.55 c | .75 | 72.33*** |
Comunicación Abierta Padre | 2.53 c | 1.08 | 3.20 b | 1.04 | 3.85 a | .90 | 194.51*** |
Comunicación Ofensiva Padre | 2.14 a | .98 | 1.91 b | .92 | 1.56 c | .76 | 47.82*** |
Variables Escolares | |||||||
Agresión Manifiesta Directa | 1.56 a | .43 | 1.41 b | .35 | 1.31 c | .30 | 52.73*** |
Agresión Relacional Indirecta | 1.51 a | .39 | 1.41 b | .32 | 1.32 c | .27 | 35.28*** |
Nota: M=Media; DT=Desviación Típica; F= F de Fisher-Snedecor; F Prueba de Bonferroni. a>b>c
*p<0,05; **p<0,01; ***p<0,001.
Valor predictivo de las variables familiares y escolares en el autoconcepto
Por último, los resultados del análisis de regresión confirmaron el valor predictivo de las variables familiares y escolares en el autoconcepto como se verifica en la Tabla 4, las variables familiares explican el 39 % y las variables escolares el 7.6% del autoconcepto, las familiares poseen un valor predictivo más alto que las variables escolares.
Variables Predictoras | R2corregida | F | β | P |
Variables Familiares | .390 | 251.11 | ||
Comunicación Abierta Madre | .327 | .000 | ||
Comunicación Ofensiva Madre | -.177 | .000 | ||
Comunicación Abierta Padre | .274 | .000 | ||
Comunicación Ofensiva Padre | -.095 | .000 | ||
Variables Escolares | .077 | 69.12 | ||
Agresión Manifiesta Directa | -.211 | .001 | ||
Agresión Relacional Indirecta | -.098 | .000 |
Nota: R2Correlación múltiple cuadrada; F=F de Fisher- Snedecor; β=Beta; p=α=0,05.
Se constata que la comunicación abierta con la madre (ß= .327; p=< .001), y comunicación abierta con el padre (ß= .274; p=< .001), la comunicación ofensiva con la madre (ß= -.177; p=< .001), la comunicación ofensiva con el padre (ß= -.177; p=< .001), son variables explicativas estadísticamente significativas en la explicación del autoconcepto.
En cuanto a las variables escolares, se constata que la agresión manifiesta directa (ß= -.211; p=< .001) y agresión relacional indirecta (ß=-.098; p=< .001), son variables estadísticamente significativas.
Conclusiones
En el presente trabajo de investigación se planteó el objetivo de analizar las relaciones entre las variables familiares y escolares, y su relación con el autoconcepto.
Los hallazgos permiten confirmar que el autoconcepto se relaciona significativamente con las variables familiares y escolares estudiadas. Los datos indican que los adolescentes con alto autoconcepto, en comparación con bajos y con medio autoconcepto, presentan mejor ajuste en las variables familiares y escolares.
Los adolescentes con un alto autoconcepto en sus dimensiones académica, social, familiar y física poseen una identidad ajustada que es retroalimentada por la interacción con su familia al convivir con una comunicación abierta con la mamá y el papá, al comunicarse el adolescente puede expresar lo que siente de forma sincera, demostrando afecto, sintiendo que los padres lo escuchan y entiende su punto de vista, con sinceridad. Estos resultados coinciden con los estudios que señalan al autoconcepto retroalimentado por la comunicación abierta, es un elemento de regulación en las motivaciones de venganza (León-Moreno y Musitu-Ferrer, 2019) conductas positivas de carácter social (Fuentes, García, Gracia & Lila, 2011), la formación de competencias sociales (Varela, Ávila & Martínez, 2013) y protección en las conductas violentas en la escuela (Romero-Abrio et al., 2018; Fuentes, García, Gracia & Lila, 2011).
Los datos a su vez confirman que los adolescentes con bajo autoconcepto muestran el peor ajuste en las variables familiares y escolares que los grupos de medio y alto autoconcepto. Los adolescentes con bajo autoconcepto poseen una identidad desajustada y conviven con los padres con una comunicación ofensiva en donde de forma recíproca alimentan un clima familiar negativo cargado de hostilidad, ofensas, una falta de afecto en el tipo de comunicación con una dureza verbal (Castro, Núñez, Musitu & Callejas, 2019).
A su vez, los resultados nos indican que los adolescentes con bajo autoconcepto ejercen en la escuela violencia manifiesta directa e indirecta. Un adolescente con bajo autoconcepto se percibe como mal estudiantes, le es difícil hacer amigos, se siente criticado en la familia, no se cuida físicamente haciendo deportes, se siente inseguro y nervioso, elementos multidimensionales en su personalidad que propician un desajuste al relacionarse con los demás facilitando en involucrarse en conductas de agresión escolar con sus compañeros (Carrascosa, Cava & Buelga, 2016; Varela, Ávila & Martínez, 2013), tales como peleas, hacer daño a los demás, amenazar, insultar, despreciar, tratar con indiferencia y contar cosas negativas y rumores.
A su vez, los datos muestran las variables familiares con más peso y las variables escolares predicen el autoconcepto, hallazgos que corroboran la importancia de comunicación abierta con la madre y el padre aportan elementos de ajuste positivo al autoconcepto; y la comunicación ofensiva de la madre y el padre, la agresión manifiesta directa y agresión relacional indirecta en el desajuste del autoconcepto.
Finalmente, los resultados expuestos deben interpretarse con cautela por su diseño transversal y correlacional, un estudio longitudinal con medidas en distintos tiempos ayudaría a la clarificación de las relaciones causales, aun de estas limitaciones, este trabajo aporta datos novedosos sobre el autoconcepto, comunicación abierta y ofensiva de mamá y papá, agresión manifiesta directa y agresión relacional indirecta, que pueden orientar los programas de educación para la paz a nivel medio.