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RIDE. Revista Iberoamericana para la Investigación y el Desarrollo Educativo

versión On-line ISSN 2007-7467

RIDE. Rev. Iberoam. Investig. Desarro. Educ vol.13 no.25 Guadalajara jul./dic. 2022  Epub 12-Jun-2023

https://doi.org/10.23913/ride.v13i25.1278 

Artículos científicos

Acción social en la elección de carrera de estudiantes universitarios en Chiapas-México

Social action in the B.A. choice of undergraduate students in Chiapas-Mexico

Ação social na escolha profissional de estudantes universitários em Chiapas-México

Rosana Santiago García1 

Gabriela Grajales García2 
http://orcid.org/0000-0002-5090-9146

Moisés Grajales García3 
http://orcid.org/0000-0002-8260-8110

1Universidad Autónoma de Chiapas, México. rsgarcia@unach.mx

2Universidad Autónoma de Chiapas, México. gabriela.grajales@unach.mx

3Universidad Autónoma de Chiapas, México, moygrg@gmail.com


Resumen

El objetivo de este artículo es analizar el sentido de la acción social en la elección de carrera de estudiantes universitarios de las licenciaturas en: Administración, Medicina Humana y Sociología de la UNACH, se eligieron a estas licenciaturas porque el rigor de admisión varía, siendo el más alto el de Medicina y el más bajo el de Sociología.

El análisis se realiza con base en el concepto de acción social planteado por M. Weber, P. Bourdieu y A. Giddens, indispensable para entender el problema de investigación planteado.

Se utilizó una metodología cualitativa-neoestructuralista basada en observaciones directas, revisión documental y tres grupos de discusión constituidos de 7 a 12 estudiantes (Ibañez, 2001). Los elementos detonadores de la discusión al interior estos grupos fueron fotografías de la historia mundial y de México, personalidades del ámbito histórico y artístico nacional e internacional, que según los planes y programas de estudio de educación básica y media superior se revisaron en la escuela.

El hallazgo principal en el caso estudiado, es que el sentido de la elección de carrera de los estudiantes es racional y está determinado por el origen de clase, el capital económico familiar, cultural y simbólico objetivado en el estatus de cada una de las carreras, más que por vocación o gusto.

Palabras clave: Acción social; educación superior; estudiantes universitarios; elección de carrera

Abstract

The objective of this article is to analyze the way social action takes sense in the career choice of university students of the professional careers in: Administration, Human Medicine and Sociology of the UNACH, these degrees were chosen because the rigor of admission varies, being the highest for Medicine and the lowest for Sociology.

The analysis is carried out based on the concept of social action proposed by M. Weber, P. Bourdieu and A. Giddens, essential in order to understand the research problem posed.

A qualitative-neostructuralist methodology was applied, based on direct observations, documentary review and three integrated discussion groups of 7 to 12 students (Ibañez, 2001). The detonating elements of the discussion inside these groups were photographs of the history of the world and of Mexico, personalities of the national and international historical and artistic field, who according to the plans and study programs of basic and upper secondary education were reviewed in the school.

The main finding in the case studied is that the meaning of the students' career choice is rational and is determined by class origin, family, cultural and symbolic economic capital objectified in the status of each of the careers, more than by vocation or likes.

Keywords: Social action; undergraduate students; higher education; B.A. choice

Resumo

O objetivo deste artigo é analisar o significado da ação social na escolha profissional de estudantes universitários dos cursos de: Administração, Medicina Humana e Sociologia da UNACH, esses cursos foram escolhidos porque o rigor de admissão varia, sendo o mais alto para Medicina e o mais baixo para Sociologia.

A análise é realizada com base no conceito de ação social proposto por M. Weber, P. Bourdieu e A. Giddens, essencial para a compreensão do problema de pesquisa proposto.

Foi utilizada uma metodologia qualitativa-neoestruturalista baseada em observações diretas, revisão documental e três grupos de discussão compostos por 7 a 12 alunos (Ibañez, 2001). Os elementos detonadores da discussão dentro desses grupos foram fotografias da história mundial e do México, personalidades da esfera histórica e artística nacional e internacional, que de acordo com os planos e programas de estudos do ensino fundamental e médio foram revistos na escola.

A principal constatação no caso estudado é que o significado da escolha profissional dos alunos é racional e determinado pela origem de classe, família, capital cultural e econômico simbólico objetivado no status de cada uma das carreiras, mais do que por vocação ou gosto.

Palavras-chave: Ação social; ensino superior; estudantes universitários; escolha profissional

Introducción

La acción social y su sentido ha sido abordada en la Sociología a lo largo del tiempo, es ingénita a la disciplina misma, es Max Weber (sociólogo clásico), quien hizo -desde hace casi un siglo- aportes fundamentales para comprender el sentido de la acción social y la importancia de analizarla para concebir la constitución de la sociedad, no obstante, en la sociología contemporánea es en donde encontramos los trabajos más exhaustivos al respecto, en esta la acción social ha cobrado un renovado interés.

Desde el planteamiento Weberiano (2014), la acción social inherente al individuo humano fue considerada desde hace poco más de un siglo sustantiva para el cambio social y por lo tanto, el análisis de esta es fundamental para entender la dinámica social. Los aportes de Weber al respecto han sido muy importantes y son pieza fundante de los estudios que sobre la acción social se han venido desarrollado fuertemente desde el último cuarto del siglo XX y lo que va del siglo XXI, periodo en el que diversos autores han replanteado y resignificado el concepto, destacando su importancia en los procesos de cambio social, innovación, estructuración y reestructuración social y considerando en su esencia la propuesta interpretativa weberiana. Pierre Bourdieu (2011) y Anthony Giddens (2015), sociólogos contemporáneos de amplio renombre, han hecho importantes aportaciones sobre la acción social y sus actores, por lo que resulta pertinente recuperar sus planteamientos para interpretar fenómenos sociales concretos.

En los esbozos de la sociología clásica cuyo objetivo fue dar respuesta a los distintos problemas de la sociedad, se observa la propuesta de grandes teorías que intentaban explicar no solo el funcionamiento de la sociedad, sino el papel disminuido que el actor social jugaba en los procesos, no obstante y a pesar de ello, Weber -aún desde la sociología clásica- logra destacar el papel central que tiene el actor en la definición de los fenómenos sociales.

Ante los cambios sociales observados en la segunda mitad del siglo XX, posteriores a la segunda guerra mundial y producto del desarrollo científico-tecnológico, la mayor urbanización y división social del trabajo, entre otros; la sociología considera pertinente el análisis de fenómenos sociales particulares, surge entonces la nueva sociología cuya propuesta básicamente consistió en la realización de análisis de nivel micro sociológico, esto fue una idea innovadora y sobre todo muy útil para comprender la complejidad de problemas nuevos y altamente diferenciados que se suscitaban en contextos muy diversos y que exigían de la sociología un esfuerzo por estudiar las peculiaridades de cada uno para dar cuenta de ellos con un alto nivel de profundidad, en esta propuesta analizar el papel del actor resultó ser nodal. […] a los nuevos paradigmas no hay que verlos como sustitutos de los clásicos sino como complementarios. Lo que distingue a los últimos es que dicen que sólo se pueden ofrecer explicaciones parciales de la sociedad. (Marescalchi, et al, 2018, p. 24)

No obstante, esto lejos de ser un problema es una ventaja, ya que los problemas se abordan con mayor nivel de profundidad.

El objetivo de este artículo es revisar el concepto de acción social y el sentido de esta en la elección de carrera de estudiantes universitarios en una universidad pública del país, la Universidad Autónoma de Chiapas, esto analizado desde los planteamiento de tres autores: Max Weber, Pierre Bourdieu y Anthony Giddens, el primero de ellos sociólogo clásico y los dos últimos sociólogos contemporáneos, para a partir de ello analizar el sentido de la acción social en la elección de carrera de los estudiantes de tres licenciaturas que se imparten en la Universidad Autónoma de Chiapas: Medicina Humana, Administración y Sociología.

La investigación fue realizada desde una perspectiva cualitativa-neoestructuralista, basada en la revisión documental y en la información vertida por los propios estudiantes a través de la conformación de tres grupos de discusión, en los que cada uno de ellos expresó el sentido de la elección de la carrera que estudian, se trabajó con estudiantes del quinto semestre de las licenciaturas en Administración, Medicina y Sociología.

El artículo se divide en cuatro apartados, el primero se centra en la revisión y análisis del concepto de acción social (entendida como inherente al individuo humano y promotora de cambio social) desde la perspectiva de Weber, Bourdieu y Giddens. De acuerdo con Bourdieu (2011), la acción social se realiza en el campo y según Giddens (2015) en la sede, por tal motivo, en el apartado dos planteamos el concepto de campo de Bourdieu y la manera en que la acción social se da al interior de este; posteriormente en el apartado tres se recupera el concepto de sede de Giddens y cómo se da la acción social al interior de esta y finalmente, en el apartado cuatro esbozamos qué y cómo orientan sus acciones sociales los estudiantes de tres facultades en mención.

La acción social desde la perspectiva de Weber, Bourdieu y Giddens

La acción social es un fenómeno de estudio que ha inquietado a los investigadores a lo largo del tiempo, es Aristóteles quién aprovisiona el primer concepto de acción social, el cual sugiere que la acción es el objeto de conocimiento durante la praxis y que también tiene aristas de carácter moral, es decir, la acción es el uso constante de la razón que debe estar dirigida al bien de la humanidad (López, 2005). Si bien, el concepto de acción fue estudiado inicialmente en la filosofía, ahora es un concepto de análisis central en la Sociología, varios sociólogos clásicos abordaron el concepto, sin embargo, fue Max Weber quien dio a la acción social una significación altamente relevante, al destacar el papel central del sujeto en la constitución y funcionamiento de la sociedad.

El concepto de acción social es pieza angular del análisis tanto de la sociología clásica como de la sociología contemporánea, sin embargo, el abordaje es distinto en cada una de ellas. Hasta antes de que Weber introdujera el concepto de acción social, en el sentido de destacar el papel central del individuo en la sociedad como generador de cambio social, en la sociología clásica se hablaba de individuos que con sus acciones sociales generaban hechos sociales, los cuales se caracterizaban por la participación de varios individuos en su conjunto, pero que a pesar de ello no los definían, ello en virtud de que las estructuras juegan un papel determinante sobre los individuos y son estas las que definen a los hechos sociales.

Es hecho social toda manera de hacer, fija o no, susceptible de ejercer sobre el individuo una coacción exterior; o también, que es general dentro de la extensión de una sociedad dada a la vez que tiene una existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales. (Durkheim, 2006, p.17)

Como puede observarse, Durkheim precisa el papel preponderante de la estructura sobre el individuo, dio cuenta de los hechos sociales como externos al individuo, constituyentes de la cultura y de la sociedad y por ende de los sujetos que la conforman y en su planteamiento prácticamente anula al sujeto. Bosqueja que la sociedad a partir de sus instituciones moldea la conducta y el comportamiento social de los sujetos sociales, es así como el funcionamiento estructural de la sociedad está garantizado. Este determinismo cultural es el que nulifica al actor y lo deja sin preeminencia en el desarrollo de la sociedad.

Es precisamente el planteamiento de Weber el que evidencia el papel nodal del actor en la sociedad, quien sin dejar de reconocer el importante papel desempeñado por la estructura social para el funcionamiento de la sociedad, esta no es quien lo determina y mucho menos quien promueve el cambio social, para Weber la acción social es fundamental para el análisis de las sociedades y la define de la siguiente forma:

Por “acción” debe entenderse una conducta humana (bien consista en un hacer externo o interno, ya en un omitir o permitir) siempre que el sujeto o los sujetos de la acción enlacen a ella a ella un sentido subjetivo. La acción “social”, por tanto, es una acción en donde el sentido mentado por su sujeto o sujetos está referido a la conducta de otros, orientándose por ésta en su desarrollo (Weber, 2014, p.130)

Considera Weber, que el sentido mentado de la acción es reconocido por los otros en virtud de la conducta de los otros, pero este también está permeado de un sentido subjetivo, el cual es inherente al actor. Tomando en consideración esta definición de acción social, Hekman (1999) sugiere que los tipos puros de dicha definición en realidad se encuentran representando diferentes formas en que la acción social puede estar orientada, la autora lo denomina “el contexto motivacional de la acción”.

Weber además propone lo que denomina la tipología de la acción social, la cual de acuerdo con Gallino (2011), se encuentra acotada para su comprensión en función de dos categorías centrales: tiempo y espacio, desde su planteamiento la acción social va estar en relación de las circunstancias del contexto que rodea al individuo, para poder explicarla es necesario entenderla, lo cual es viable solo a través del ejercicio de la comprensión, es posible comprender la acción social siempre que esta sea estudiada en contexto. Por lo tanto, es Max Weber quien daría su justa dimensión al papel y peso de la estructura en la sociedad y a la capacidad del actor de racionalizar sus acciones y con ello intervenir de manera directa en el rumbo que tomarán los fenómenos sociales.

Hay cuatro tipos fundamentales de acción social: 1) acción determinada de modo racional respecto de un fin, 2) acción determinada de modo racional respecto de un valor, 3) acción determinada por la afectividad y 4) acción determinada por la tradición (por los hábitos que se han adquirido) (Weber, 2014). Con base en estos cuatro tipos de acción, Gallino (2011) ofrece una definición para el concepto de acción social:

Secuencia intencional de actos con sentido que un sujeto individual o colectivo (a menos designado como “actor” o “agente”) lleva a acabo escogiendo entre varias alternativas posibles, con base en un proyecto concebido anteriormente, pero que puede evolucionar en el transcurso de la misma […] con el fin de conseguir un objetivo, o bien de transformar un estado de cosas existente en otro estado más agradable, en presencia de una determinada situación […] (Gallino, 2011, p.1)

Es importante entender que el actor individual o colectivo, antes de decidir qué tipo de acción social va desarrollar para conseguir el objetivo deseado, se encuentra ante varias opciones, puede tomar una u otra en función de sus intereses y modificarla permanentemente en relación a los mismos y para ello cuenta con conocimientos e información que también se amplían y diversifican de tiempo en tiempo. Según Weber (2014), la acción social debe ser comprendida a través de la conducta humana en contexto (condiciones tanto externas como internas del actor), pues las acciones de estos también están motivadas por el sentido subjetivo de los mismos. Para comprender la acción social propone el método de la sociología comprensiva, el cual consiste en el planteamiento del tipo ideal como herramienta heurística. Los tipos ideales son construcciones puras (teóricas) de un fenómeno social (características generales para identificar un fenómeno social), normalmente los tipos ideales son utilizados para captar similitudes y diferencias en situaciones específicas de la vida cotidiana. (Giddens y Sutton, 2014).

Una de las razones por las que Weber propone el uso de tipos ideales, es porque son útiles para estudiar periodos históricos determinados en donde hubiese sucedido un acontecimiento o fenómeno que llamara su atención. Giddens y Sutton (2014, p. 53) entienden que: “Un tipo ideal es como una perspectiva desde la cual se puede observar el mundo social, un punto de referencia que permite al investigador comenzar a formular algunas preguntas realistas sobre el fenómeno en cuestión”.

Sin embargo, los tipos ideales no son suficientes para explicar las acciones sociales, el análisis de estas deberá estar mediado por la compresión. De acuerdo con Giddens (1971), Weber no sugiere que el tipo ideal es un nuevo método conceptual, sino la explicación de la praxis. En efecto, Weber (2014) en su libro Economía y Sociedad se enfoca en tres conceptos básicos:1) Acción social (Soziales Handeln), 2) Comprensión (Verstehen) que tiene un enfoque totalmente hermenéutico y hace énfasis en una interpretación interna (la cual realiza el investigador sobre la acción social) y, 3) Explicación (Erklären) la cual normalmente está enfocada a una cuestión externa que motiva a los actores a actuar.

Inevitablemente la teoría weberiana revolucionó la forma de estudiar a los fenómenos sociales al poner en el centro del análisis al actor y marca un hito en la necesidad inexorable de considerar el papel del actor en la sociedad. A casi un siglo de haber sido publicada su obra Economía y Sociedad, su propuesta sigue estando vigente y es punto de partida para los estudios de la acción social.

Situar al actor social y sus acciones sociales en un tiempo y espacio determinado es indispensable para comprender el o los fenómenos sociales en los que este intervenga. Según Weber “los seres humanos, a diferencia de otros seres del mundo natural, crean un entorno significativo, y para comprender sus acciones individuales tenemos que ubicarlos en el contexto de ese entorno social”. (Giddens y Sutton, 2014, p. 51).

Los principios básicos sobre la naturaleza de la acción social planteados por Weber y la manera en que esta se objetiva son recuperados por Pierre Bourdieu (1989), quien además agrega otros elementos para que la acción social se consolide, como primer punto establece que en la sociología se puede representar el mundo social a través de un espacio que contiene varias dimensiones, las cuales se encontrarán distribuidas de acuerdo con las propiedades activas (acción) que tenga cada una de ellas, son estas acciones las que permiten la construcción del espacio social que se constituye a través de manejo de capitales -económico, social, cultural y simbólico-, sugiere que la acción social se da de manera diferenciada y en función de la posición de poder que los diferentes actores tengan en el campo, definido este como el espacio social donde diversos agentes convergen de forma rutinaria, para realizar acciones o tareas específicas.

El concepto de campo en términos bourdianos se fue construyendo en el tiempo, en primera instancia Bourdieu (1966) lo denominó campo intelectual para luego transformarlo en campo de poder o simplemente campo, sin embargo, la esencia de dicho concepto radica en que no se trata de un espacio neutro en donde pueden encontrarse variedad de interacciones, sino que se encuentra constituido por una serie de relaciones que están en constante conflicto y competencia en posiciones diferentes. En el campo la acción social se manifiesta través de relaciones de fuerza e intereses y por supuesto, posiciones; visto así, el poder no se posee por antonomasia, sino que se construye de manera colectiva y la estructura social es percibida como redes de intercambios continuos y cotidianos (Fowler y Zavaleta, 2013).

Desde el planteamiento Bourdiano, aunque la acción social, hasta cierto punto, se encuentra influenciada fuertemente por la estructura social, esta no la determina del todo, ya que son los individuos quienes en la interacción social y a través de un proceso de reproducción social la van modificando. A los actores que inciden en la estructura para modificarla Bourdieu (1989) los denomina agentes, los cuales juegan posiciones determinadas para llegar a un fin específico en la sociedad y se encuentran ocupando diferentes posiciones en diferentes campos, por lo tanto los agentes jugarán diversos roles sociales dependiendo del manejo de capitales que tengan, así, los agentes obtienen un estatus social que se traduce en prestigio, renombre y legitimación, el cual tiende a reproducirse.

Bourdieu (2009) sugiere que este proceso de reproducción inicia desde el entorno familiar, ya que el individuo está, en general, sujeto a su condición de clase, con base en ello reproduce las condiciones económicas, culturales y sociales. Sin embargo, cada actor social es portador tanto capital económico, como capital social y cultural, el manejo de estos permite que el individuo se posicione de mejor manera en el entorno social, pues a mayor manejo de capitales, mucho más poder tendrá y entre menos manejo de estos tenga, será mucho más difícil su accionar social cotidiano para resolver los problemas de su entorno. El sentido, contenido y significado de la acción social debe ser analizado desde la condición de clase del actor y en función del manejo de sus capitales que lo posicionan en el campo.

Anthony Giddens, al igual que los dos autores anteriores, destaca el papel central del actor en la sociedad, sugiriendo que la acción social se trata de la duración de la conducta humana, es decir, son actos que permiten explicar vivencias de la vida cotidiana, las cuales son realizadas a través de conductas intencionales, por lo tanto, el actor social debe llevar a cabo un acto de reflexividad para efectuar la acción en su vida rutinaria (Ortiz, 1999).

Importante en el planteamiento teórico de Giddens es la identificación de los actos que realicen los actores, así como las consecuencias de estos (ya sea que de estos se obtengan resultados positivos o negativos). En su obra es observable el tránsito del Giddens joven con el concepto de actor y acción social, al Giddens maduro en el que plantea la propuesta del actor como agente promotor de cambio social. El agente, es el actor cuyas acciones son el resultado de un proceso de racionalización, en donde este es plenamente consciente de lo que está realizando.

Así, aunque el peso de la estructura sobre el actor sigue siendo muy importante, el papel del actor sobre la estructura lo es también, ya que a través de los distintos actos mediados por la racionalidad del actor, la sociedad entra en lo que él denomina un proceso de estructuración, en el que la estructura influencia al actor pero este influye en ella y la modifica a través de la acción social (el actor puede modificar la estructura social mediante sus motivaciones o razones para actuar).

Entonces, estructura y acción son constitutivas de la sociedad, la acción social no solo es inherente a la sociedad misma, sino constitutiva de esta, al igual que la estructura. El planteamiento de acción social en Giddens ha sido complementado muy atinadamente con el concepto de agente y de agencia, en lo que refiere al agente, Giddens (2015, p. 86) lo define de la siguiente forma: “Por agente o actor entiendo al sujeto humano global localizado en el espacio tiempo corpóreo del organismo vivo”. Actor y agente en Giddens es utilizado de manera indistinta.

Los agentes humanos o actores -empleo estos términos indistintamente- tienen, como un aspecto intrínseco de lo que hacen, la aptitud de comprender lo que hacen en tanto lo hacen. Las aptitudes reflexivas del actor humano se incluyen en general de una manera continua en el flujo de la conducta cotidiana y en los contextos de una actividad social. Pero la reflexividad opera sólo en parte de un nivel discursivo. Lo que los agentes saben sobre lo que hacen y sobre las razones de su hacer -su entendimiento como agentes- es vehiculizado en buena parte por la conciencia práctica. Una conciencia práctica consiste en todas las cosas que los actores saben tácitamente sobre el modo de “ser con” en contextos de vida social sin ser capaces de darles una expresión discursiva directa. La significación de la conciencia práctica es un tema rector del libro, y se la debe distinguir tanto de la conciencia (conciencia discursiva) como de lo inconsciente. (2015, p. 24)

La idea de Giddens radica en que el agente realiza acciones sociales reflexivas de manera cotidiana al interior de la sociedad en un tiempo y espacio determinado guiado por la conciencia práctica.

El agente es el individuo con capacidad creadora, aquel que comprende la realidad en su contexto, actúa en él y puede llegar a transformarlo.

El agente lo es porque es un individuo social y en la sociedad en donde se desempeña, los agentes actúan con base en la reflexividad, concepto que ha sido definido por Giddens y Sutton (2014, p. 64) como: “Modo de caracterizar a la relación entre el conocimiento y la sociedad, y/o entre el investigador y el sujeto, que se centra en la continua reflexión de los actores sociales sobre sí mismos y sobre su contexto social”. Siempre el registro reflexivo llevará consigo la racionalización en un espacio-tiempo determinado, en donde también se realizan procesos de reproducción social, ya que estos son parte de la estructura (Giddens, 2015).

En los planteamientos teóricos de Weber, Bourdieu y Giddens, el papel del actor y de la acción es esencial y consustancial a la sociedad, por lo tanto constitutiva de los diversos fenómenos sociales, así como trascendental e indispensable para el cambio social. En el análisis de la acción social, el estudio de los planteamientos al respecto realizados por estos tres autores son modelos teóricos alternativos y un referente indispensable del análisis sociológico y por supuesto, de la teoría social.

Destacan en sus planteamientos cuatro elementos sustantivos y componentes centrales de su teoría: 1) el actor o agente como promotor del cambio social, 2) subrayan la necesidad de analizar la acción social acotada a un tiempo y espacio determinado, solo ello permitirá la comprensión cabal del fenómeno estudiado, 2) enfatizan el papel de la estructura como estructurante de la sociedad y, 3) la convergencia de acción social y estructura en la configuración de la sociedad.

En este recorrido teórico se observa que el concepto actor social en Weber transita al de agente en Bourdieu y Giddens, para destacar, en todo momento, la importancia del actor en el proceso de estructuración social. La toma de decisiones del actor según Weber se da a partir de un proceso de racionalidad, según Bourdieu en la interacción de los agentes en el campo con base en el manejo de sus capitales económico, cultural y simbólico y en el caso de Giddens a partir de la reflexividad del agente.

Acción social en el campo a través del habitus

Plantea Bourdieu (2011), que el campo se encuentra constituido por agentes que han sido distribuidos socialmente de acuerdo al manejo que hagan de sus capitales: económico, cultural y social; el espacio social, el espacio de las interacciones sociales es un espacio diferenciado, es en él donde se pueden encontrar tres elementos clave que lo determinan: las posiciones sociales, las disposiciones (habitus) y las tomas de posición (elecciones que tienen que ver más con dominios de la praxis). Para Bourdieu es en el espacio social en donde este conjunto de posiciones distintas coexiste, se encuentran relacionadas o totalmente opuestas, las relaciones se establecen preponderantemente entre agentes con similar origen de clase y en virtud de la posesión de capital económico y cultural.

Bourdieu (2011) plantea lo anterior de la siguiente forma:

Más generalmente, el espacio de las posiciones sociales se retraduce en un espacio de tomas de posición por intermedio del espacio de las disposiciones (o de los habitus) o, en otros términos, al sistema de separaciones diferenciales que define las diferentes posiciones en las dos dimensiones mayores del espacio social corresponde un sistema de separaciones diferenciales en las propiedades de los agentes (o de las clases construidas de agentes), es decir, en sus prácticas y en los bienes que ellos poseen. A cada clase de posiciones el habitus, que es el producto de condicionamientos sociales asociados a una determinada condición, hace corresponder un conjunto sistemático de bienes y de propiedades, unidos entre ellos por una afinidad de estilo. (Bourdieu, 2011, p. 31)

Bourdieu brinda especial importancia al habitus, ya que este tiene la función de dar cuenta de los estilos que atraviesan, tanto a las prácticas como a los bienes de un agente, es decir, el “habitus” es ese principio generador y unificador que retraduce las características intrínsecas y relacionales de una posesión en un estilo de vida unitario” (Bourdieu, 2011, p. 31), por lo tanto, el habitus es único en cada individuo y también es intransferible. Los habitus que pueden encontrarse en la sociedad son distintos y también distinguen a los actores, por lo tanto son operadores de diferenciación.

El campo definitivamente es una estructura social, la cual estructura y determina a los actores sociales, de acuerdo con Bourdieu es la estructura la que nos constituye, esta es tan fuerte que en la mayoría de los casos existe un proceso de reproducción que puede transmitirse de generación en generación a través del habitus, ejemplo de ello son las actividades que los actores realizan cotidianamente como el tipo de comida que consumen, el área laboral en donde se desempeñan e incluso las actividades de entretenimiento, tales como deportes o juegos.

Así expresa Bourdieu (2011) el funcionamiento del campo en las estructuras sociales: Estructuras estructuradas, principios generadores de prácticas distintas y distintivas -por ejemplo, lo que el obrero come y sobre todo su manera de comerlo, el deporte que practica y su manera de practicarlo, sus opiniones políticas y su manera de expresarlas difieren sistemáticamente del consumo o de las actividades correspondientes del industrial-, los habitus son también estructuras estructurantes, esquemas clasificatorios, principios de clasificación, principios de visión y de división, de gustos, diferentes. Producen diferencias, operan distinciones entre lo que es bueno y lo que es malo, entre lo que está bien y lo que está mal, entre lo que es distinguido y lo que es vulgar, etc. Así, por ejemplo, el mismo comportamiento o el mismo bien puede parecer distinguido a uno, pretencioso a otro, vulgar a un tercero (Bourdieu, 2011, p. 32).

Tomando en consideración que dentro del campo existen estas diferencias entre los actores, y que, por supuesto, cada uno de ellos se encuentra inserto en un distinto estrato social, entonces sus estructuras estructuradas y estructurantes, son las responsables de ir moldeando a los actores de acuerdo con el habitus de su contexto, comenzando por la familia.

Sin embargo, si bien el habitus determina en dónde se situará el actor en el campo, existe otro elemento clave que Bourdieu le atribuye al campo: El poder. El habitus, constituido esencialmente por el capital económico y cultural, es el medio que permitirá que los actores se posicionen en un lugar mejor que los demás. Aunque el autor señala que a mayor capital económico corresponde mayor capital cultural (en virtud de que se poseen los mecanismos para obtenerlo), el capital económico aunque puede ser el medio para adquirir capital cultural, también es el medio para obtener poder, ello permite a los actores que los poseen, posicionarse mucho mejor en el campo.

A pesar de que Bourdieu no se denomine estructuralista, lo cierto es que su teoría se encuentra basada preponderantemente en la manera en que las estructuras sociales estructuran a los individuos sociales y cómo estas constituyen a los actores, de acuerdo con Giménez (2002), Bourdieu es estructuralista porque entiende a la realidad vista desde estructuras objetivas y sobre todo, porque considera que estas se encuentran independientes de la conciencia y voluntad de los actores, no obstante, el concepto de habitus implica la articulación de lo individual y lo social en el individuo, así como de las estructuras internas de la subjetividad del actor y las estructuras sociales externas. Por lo tanto, el agente social no solo actúa desde las disposiciones externas, sino también lo hace en función de su subjetividad y por las disposiciones adquiridas a través del habitus.

De acuerdo con Giménez (2002), el habitus del que Bourdieu habla tiene dos registros categoriales que son fundamentales para entender cómo funciona la estructura social: la disposición (heredado desde la filosofía moral) y el esquema (heredado del estructuralismo). En conjunto, el actor obtiene elementos para actuar, sentir y pensar de cierta forma dentro del campo, para Bourdieu, el habitus se manifiesta en el sentido práctico, es decir, por las habilidades que el actor tiene para moverse y actuar según la posición que ocupe dentro del campo, básicamente son este conjunto de disposiciones (habitus) las que hacen que el actor tenga autonomía en este espacio de juego, llamado campo.

Es en el campo, en donde los actores demuestran las aptitudes que tienen a través de sus capitales, los cuales pueden ser tres: Capital económico (solidez monetaria), capital cultural (diplomas escolares y universitarios) y capital social (capacidad de movilizarse en redes sociales extensas y de diversos grupos). Bourdieu:

Con singular agudeza detectó que en las prácticas sociales los agentes tienden a agruparse o alejarse en relación muy estrecha con la posesión o no de cierto tipo de capitales, y como la distribución de los recursos en circulación es desigual, esto tiende a configurar un espacio social asimétrico y jerárquico al cual llamó “campo”. (Cerón, 2019, p. 314)

Si un agente cuenta con estos elementos y sabe manejarlos en el campo, entonces tendrá mayores posibilidades de estar mejor posicionado, esto le brinda a la persona un cuarto capital, el simbólico, este último es el que dota al actor de ciertas propiedades que son inherentes a él, por ejemplo: prestigio, reputación, fama, honorabilidad. Es por ello que Bourdieu establece que el capital simbólico “no es más que el capital económico o cultural en cuanto conocido y reconocido” (2000, p.160). Es por esta movilización de capitales que el campo se distribuye de manera diferenciada y desigual entre los agentes, ya que la relación observada es: capital - poder.

Campo, habitus y sentido práctico, son los ejes teóricos sobre los que Bourdieu desarrolla su propuesta teórica para la comprensión de la acción social de la sociedad moderna de su tiempo.

Acción social en las sedes, rutinización y copresencia

El concepto de sede de Giddens (2015) radica en el estudio de los procesos sociales en espacios donde los agentes se encuentren interactuando, este espacio debe ser un contexto específico, por ejemplo una casa, una escuela o incluso una institución. Giddens establece que las sedes funcionan de manera similar a escenarios donde se comparten rutinas. La rutinización es entendida como una actividad social cotidiana que juega un papel fundamental en las sedes, ya que no solamente se trata de un espacio físico, sino de un escenario de interacción rutinaria, sin embargo, estos se encuentran constituidos por medios físicos (de infraestructura) y por medios sociales (que son inherentes al actor), estos en conjunto dan como resultado que en un espacio-tiempo determinado se efectúen diariamente procesos sociales cotidianos, Giddens define a la rutinización como:

La rutina (todo lo que se haga de manera habitual) es un elemento básico de la actividad social cotidiana. Empleo la expresión actividad social cotidiana en un sentido muy literal, no en el más complejo, y creo que más ambiguo, que la fenomenología ha vuelto familiar. El término cotidiana apresa con exactitud el carácter rutinizado propio de una visa social que se extiende por un espacio-tiempo. La repetición de actividades que se realizan de manera semejante día tras día es el fundamento material de lo que denomino la naturaleza recursiva de la vida social. (2015, p. 24)

Sugiere que una sede es una especie de estación en donde existen infinidad de interacciones en tan solo un par de horas. Para estudiar una sede, es necesario tomar en consideración las llamadas regiones anteriores y posteriores, las cuales Giddens propone con base en el posicionamiento de rutinización de Goffman. Las regiones anteriores se refieren a las motivaciones internas del individuo, mientras que las posteriores, son la manera en que realiza la acción social de manera externa, sin embargo, para que estas regiones funcionen es necesario realizar interacciones en copresencia la cual se centra en el análisis de la integración social siempre y cuando se realicen en un espacio-tiempo determinado con una consciencia de práctica, es decir, a través de la interacción cara a cara con los demás (Giddens, 2015).

Giddens (2015) menciona que él se ha basado en Erving Goffman a partir de la tipología que este elaboró acerca de los perfiles de interacción en copresencia: 1) Reuniones, 2) Ocasiones sociales, 3) Interacción difusa e 4) Interacción convergente: encuentros (compromisos faciales), rutinas (episodios). En cualquiera de estos encuentros Goffman sugiere que existe un registro reflexivo mutuo de copresencia, en donde el contexto (físico y social) tiene un papel determinante de la acción social que están realizando los actores. Giddens (2015) llama sede a este contexto que conlleva rutinización y copresencia, ya que los actores tienen una senda de vida única, sin embargo, cuando conviven en las sedes, lo hacen porque tienen una motivación o un objetivo personal que los vincula, dentro de un sistema social.

Sistemas sociales - he señalado - se organizan como prácticas sociales regularizadas, sustentadas en encuentro dispersos por un espacio-tiempo. Ahora bien, los actores cuya conducta constituye esas prácticas tienen postura. Todos los actores tienen postura o están situados en un espacio-tiempo, y viven a lo largo de lo que Hägerstrand denomina sus sendas espacio-temporales, y también tienen postura en un orden relacional, como lo indica la expresión misma posición social. (Giddens, 2015, p. 116-117)

El posicionamiento de Giddens tiene una fuerte influencia de Goffman, quien centra su análisis teórico en las dimensiones internas y externas de los individuos para generar interacción social, lo cual le permite pasar al ámbito colectivo y con ello generar teoría social, sin embargo, su teoría va mucho más allá de este planteamiento, Giddens sugiere la constitución de la sociedad a través de prácticas sociales que normalmente se encuentran influidas por significaciones, legitimación o dominación, lo cual da como resultado que exista una clasificación de los actores sociales y por supuesto de sus acciones. Destaca que cada uno de los actores lleva consigo una estructura que viene de su entorno familiar (que va desde la cultura hasta la posición social) y que brinda al actor las herramientas para realizar las acciones sociales cotidianas rutinizadas y en copresencia.

El sentido de la acción social de los estudiantes de las licenciaturas en Medicina Humana, Administración y Sociología en la Universidad Autónoma de Chiapas

La Universidad Autónoma de Chiapas se erige como la institución de educación superior pública más importante del estado desde la década de los 70 del siglo pasado, a ella acuden a estudiar jóvenes de diverso origen socioeconómico e ingresan a ella para estudiar uno de los 38 diferentes programas de licenciatura que se ofrece, además de un buen número de posgrados.

A pesar de existir un examen de admisión general para el ingreso a la universidad, resulta que la demanda de estudiantes a cada una de las carreras es distinta. La amplia demanda estudiantil para estudiar algunas de las carreras que la universidad ofrece, ha traído como consecuencia que diversas escuelas y/o facultades (sobre todo aquellas que tienen amplia demanda) hayan implementado otros mecanismos de selección además del examen de admisión general, con lo cual se complica y dificulta el ingreso de los estudiantes.

Estos mecanismos de selección adicionales, tienen como característica la exigencia de mayores conocimientos de cultura general, de conocimientos especializados en la licenciatura de la que se trate, mayores habilidades lógico-matemáticas, mejor expresión oral y escrita, mayor capacidad lecto-escritora, además un promedio de aprovechamiento en los estudios previos (educación media superior), más alto.

Con el paso del tiempo y en virtud del crecimiento de la demanda, estos mecanismos por un lado, se han ido institucionalizando y por otro, se han ido endureciendo, aun así la cantidad de aspirantes dispuestos a enfrentar estos retos sigue creciendo, destaca pues, el evidente interés de los aspirantes por cubrir todos los requerimientos impuestos, a partir de ello surge la pregunta siguiente: ¿Cómo se explica la elección de carrera (sentido de la acción) de los aspirantes a las distintas licenciaturas de la UNACH, las cuales presentan requisitos y mecanismos de admisión diferenciados y qué es lo que permite el logro del objetivo?

A lo largo de este documento se han recuperado diversos planteamientos de autores que han abordado el significado de la acción social, a saber: Weber, Bourdieu y Giddens, sin duda tanto la elección de una carrera como estudiarla representa un conjunto de toma de decisiones. Según Weber las acciones sociales son orientadas de acuerdo a fines y mediadas por la racionalidad.

Por ejemplo, un actor social se puede preguntar si está de acuerdo con sus intereses inmediatos, o en virtud de poder en el futuro sostener a una familia con cierto nivel de vida, estudiar una carrera universitaria, o una carrera técnica, o no estudiar y poner un negocio. (Zalpa, 2020, p. 128)

De acuerdo a Giddens acciones sociales son realizadas en función de la capacidad de agencia del individuo y el nivel de estructuración y, según Bourdieu estas son realizadas con base en la posición que el individuo juega en el campo, mediado por supuesto por su capital económico y cultural, dentro de una estructura social determinada.

Este último planteamiento es el eje articulador desde el cual se analiza el caso de los estudiantes que eligen carrera y estudian en la UNACH, se trata de estudiantes de las licenciaturas en Medicina, Administración y Sociología, tres disciplinas correspondientes a tres áreas de conocimiento distintas, la primera del área de las ciencias naturales, la segunda de las ciencias sociales pero más técnica que teórica y la última del área de las ciencias sociales.

Se proyecta analizar la influencia del capital cultural de los estudiantes de la Universidad Autónoma de Chiapas sobre la toma de decisiones (elección) y posiciones (logro del objetivo) en una región sede, entendida como las acciones sociales rutinizadas y en copresencia que realizan los actores en un espacio-tiempo específico. Ahora bien ¿por qué utilizar el concepto de sede de Giddens y no el de campo de Bourdieu? Bourdieu considera que en el campo, las relaciones de poder son determinantes de la posición que los actores tienen en él, si bien este principio prima también en el entorno educativo universitario estudiado, consideramos que desde el concepto de sede se puede explicar de mejor manera lo que sucede en los entornos universitarios particulares (facultades de la universidad en las que se imparten tres licenciaturas antes mencionadas), sedes en las que es observable la incidencia de un conjunto de elementos para la elección y curso de una carrera, como lo son: condiciones socioeconómicas, apego familiar, tradición familiar, vocación, capacidades físicas e intelectuales, entre otras, que si bien son atravesadas por relaciones de poder, pueden ser explicadas puntualmente en función de las acciones sociales de rutinización y copresencia que realizan los estudiantes en cada una de las sedes en las que se dan las interacciones sociales.

Rutinización y copresencia son dimensiones de la vida social e inciden en la constitución del agente en su senda de vida, ya que a través de las relaciones sociales cara a cara, la estructura social va moldeando al individuo y este a su vez va transformando a la estructura con base en sus acciones. La rutinización es esencial en el estudio de las acciones sociales, si bien cada actor tiene sus propias sendas de vida, las cuales están diferenciadas porque el manejo de capitales (económico, cultural y social) será único en cada uno de ellos, es en la sede - a través de la copresencia- que los actores realizan este intercambio de interacciones sociales, todas ellas mediadas por la rutinización.

En las tres carreras elegidas para analizar el sentido de la acción social de los estudiantes universitarios de la UNACH, los requisitos de ingreso y permanencia son distintos, para el caso de la licenciatura en Medicina Humana el proceso de selección requiere cubrir los siguientes requisitos: Aprobar el examen de admisión general (conocimientos generales de preparatoria), quienes logran no solo aprobar el examen, sino obtener una muy alta calificación en él ingresan al curso propedéutico, el cual tiene una duración de cuatro meses, tiempo en el que se cursan materias directamente relacionadas con la medicina y cuyas evaluaciones son muy rigurosas en virtud del nivel de competitividad al que están sujetos los participantes, solo ingresa al primer semestre de la carrera 10% del total de los aspirantes; en el caso de los estudiantes de Administración los requisitos son menores a los de Medicina Humana, es necesario aprobar el examen de admisión (conocimientos generales de preparatoria) y existe la posibilidad de ingresar por pase directo para el caso de los aspirantes que hayan obtenido los puntajes más altos, para quienes no hayan alcanzado estos puntajes pero hayan aprobado, ingresan al curso propedéutico que dura cuatro meses, después del cual habrá una selección, ingresa 40% de los participantes; mientras que para el caso del ingreso a la licenciatura en Sociología, los requisitos son mínimos: presentar el examen de admisión (teóricamente el examen debe ser aprobado, no obstante, en virtud del bajo número de aspirantes, ingresan todos los que solicitan ficha y realizan el examen), no hay curso propedéutico o algún otro tipo de requisito.

Estos requisitos son conocidos por los estudiantes antes de su ingreso a la Universidad y con base en ello y su gusto o vocación eligen alguna de las carreras en mención. La toma de decisión del estudiante por estudiar una u otra carrera, es realizada a través de una acción orientada por la estructura social que lo ha constituido y su capacidad de agencia, la cual desarrolla en función de la posesión de sus capitales económico y cultural, así los estudiantes realizan cálculos y a partir de ellos optan por una u otra carrera.

Para analizar el sentido de la acción social de los aspirantes a estudiar estas tres licenciaturas, se conformaron tres grupos de discusión con estudiantes del 5º. semestre de cada una de las carreras estudiadas, en ellos cada grupo a partir de elementos detonadores de la discusión que consistió en: La proyección de imágenes de cultura general asociadas a personajes históricos importantes, lugares comunes e importantes en el mundo, música y literatura universal y local (conocimientos que debieron adquirido en los estudios previos de primaria a preparatoria), expresaron que tanto sabían de cada una de ellas, lo cual es una muestra de la posesión de capital cultural.

Los resultados reportaron que, se trata de estudiantes altamente desiguales entre las sedes (Facultad de Medicina Humana, Facultad de Contaduría y Administración y Facultad de Ciencias Sociales), en términos de capital económico, capital cultural y capital simbólico y bastante homogéneos al interior de cada una de las sedes.

Los estudiantes de la licenciatura en Administración se caracterizan por tener un ingreso económico que oscila entre 1.5 y 8.7 UMAs (unidad de medida y actualización), ingreso promedio familiar mensual menor a de los estudiantes de medicina, el cual se encuentra entre 2 y 15 UMAs y mayor que el de los estudiantes de sociología cuyo ingreso familiar promedio se encuentra entre 1 y 5 UMAs.

Los estudiantes de la licenciatura en Administración realizaron sus estudios previos en escuelas tanto públicas como privadas y a pesar de ello tienen un capital cultural bajo, de las 40 imágenes expuestas, las conocían todas, pero solo 10 de ellas de manera correcta. En el caso de los estudiantes de medicina, estos conocían en promedio 38 imágenes, las dos que desconocían son de música (trova cubana) y a pesar de no tener una referencia completa de ellas su percepción fue correcta, estos estudiantes en su mayoría realizaron sus estudios previos en escuelas privadas. Finalmente los estudiantes de Sociología, conocían en promedio 38 imágenes de manera correcta, aunque en su caso la mayoría de ellas solo las conocían a través de los libros o internet, el mismo número de imágenes que identificaron los estudiantes de medicina, hubo 2 imágenes que no identificaron y correspondían a museos en Francia.

Según el planteamiento de Bourdieu la posesión de capital económico se corresponde con la posesión de capital cultural, en este caso la relación no es directa, el capital cultural más bajo está en los estudiantes de Administración y estos no son los de más bajos recursos económicos, lo cual implica un haber tenido una formación previa a los estudios universitarios deficiente que no ha sido posible revertir durante la carrera, una explicación posible quizá es que los contenidos de la carrera son muy técnicos, lo que no promueve una formación integral de los estudiantes, a pesar de que han tenido la posibilidad de viajar y de acceder a diversos eventos culturales, esto no ha elevado de manera significativa su capital cultural.

Los estudiantes de Sociología, son los de menores recursos económicos y tienen un capital cultural más alto que los estudiantes de Administración y se encuentran al mismo nivel que los estudiantes de Medicina; ellos refieren que capital cultural fue adquirido parcialmente en los estudios previos a los universitarios y en escuelas públicas y, reforzado con los estudios de la licenciatura. Este capital cultural les ha permitido permanecer en la sede y cumplir con el objetivo, no han tenido la posibilidad de viajar más allá del estado, incluso algunos solo conocen su lugar de origen y la ciudad en la que estudian y tampoco tienen posibilidad de asistir a muchos eventos culturales, en general acceden a la información a través de internet, en los equipos de cómputo que se encuentran a su disposición en la universidad, la mayor parte de ellos tienen que trabajar para poder estudiar.

En el caso de los estudiantes de Medicina, en ellos sí se observa una correspondencia entre capital económico y capital cultural, que en los dos casos es alto.

Es evidente la desigualdad existente entre los estudiantes de la UNACH de estas tres licenciaturas, Giddens llama a esto desigualdad de oportunidades vitales y lo define de la siguiente manera: “Posición económica relativa de grandes grupos sociales, que se define a partir de la ocupación, la propiedad, la riqueza o las elecciones de estilos de vida” (Giddens, 2014, p.145). Estas desigualdades básicamente han existido en las estructuras sociales a lo largo de la historia, es por ello que Giddens (2014) apunta que estudios más profundos y con antelación fueron realizados tanto por K. Marx como por M. Weber.

Para Marx las desigualdades sociales son producto de una estructura social basada en la explotación del hombre por el hombre y determinada por aquellos quienes poseen los medios de producción. Por su parte Weber, quien también consideró el factor económico como uno de los determinantes de la desigualdad, apuntaba que habían otros elementos que incidían en las desigualdades sociales y sugería que la división de clase no solo provenía de la economía, sino también de las competencias y cualificaciones de los actores (posesión de capital cultural), en donde realizar una actividad podría dar más prestigio que otra y por lo tanto encontrarse mejor posicionado en la escala social, ya que ello se constituía a través de las percepciones se los otros actores (Giddens, 2014).

Bourdieu y Passeron (2008) plantean que para entender cómo funcionan las acciones de los estudiantes es necesario realizar un perfil que describa las características de los estudiantes que ingresan a ciertas carreras, por ejemplo del médico, del sociólogo o del filósofo, porque ya sea por estatus, recursos económicos o cultura, existen estudiantes que se inclinan hacia una carrera determinada, que normalmente se asocia con las condiciones familiares.

Para comprender en qué y por qué la situación del estudiante encierra la posibilidad objetiva de una relación irreal o mistificada con los estudios y el futuro al que preparan, hay que construir, al menos con fines heurísticos, el tipo ideal de la conducta estudiantil perfectamente conforme a la racionalidad, conducta que apelará exclusivamente a los medios considerados adecuados con referencia a los fines planteados de manera unívoca. Por más alejada que esté la realidad, esta construcción ficticia no es en absoluto una imagen ideal pues resulta del desarrollo lógico de la realidad implicado en el hecho de ser estudiante o de estar en la situación de estudiante. (Bourdieu y Passeron, 2008, p. 83)

Bourdieu propone regresar a la construcción de los tipos ideales de Weber, lo cual resulta muy interesante, ya que podría realizarse un tipo ideal de estudiante universitario por carrera, se trataría de una densa descripción del ethos académico de los estudiantes universitarios tomando como referencia las acciones sociales que se realizan antes, durante y después de haber sido formados en una institución de educación superior y en una carrera determinada. Resulta interesante conocer cómo está constituido dicho ethos académico.

Bourdieu (2009), sugiere que existen disciplinas que brindan más estatus, tal es caso de medicina, y menos estatus, como estudiar letras. Aunque este estatus es simbólico -porque ese valor lo da la sociedad - lo cierto es que, actualmente, la elección de una carrera universitaria brinda al estudiante cierto capital simbólico que va transformando su estructura interna y que orienta sus acciones sociales, en general en relación directa con su posición de clase.

Si es verdad que el determinante fundamental de las actitudes es el origen social, si es cierto que los estudiantes provenientes de la burguesía siguen siendo la mayoría y que los valores que deben a su medio continúan imponiéndose a ellos, a través de ellos, a los estudiantes provenientes de otras clases, se puede considerar legítimamente que el medio estudiantil debe muchas de sus características al grupo que sigue allí dominante, numérica y estatutariamente. (Bourdieu y Passeron, 2008, p. 77)

Los autores afirman que tanto las actitudes como los valores sociales están determinados por la burguesía, ya que esta se impone por su peso económico, numérico y estatutario, así estas determinaciones rigen y condicionan la percepción social general, esto es lo que hace que cada carrera tenga diferente estatus y que en función de ello la mayoría de los individuos sociales aspire a estudiarlas, esto explica por qué la licenciatura en medicina, cuyo estatus es el más alto-en función del resto de carreras- es la que aglutina al mayor número de aspirantes y hace que quienes logren ingresar sean los de mayor nivel económico y mayor capital cultural, el cual han adquirido en escuelas en su mayoría del sector privado y afianzado a través de cursos extracurriculares, realización de viajes y asistencia a diversos eventos culturales, ninguno de los estudiantes trabaja, se dedican exclusivamente a estudiar.

El ethos académico de cada carrera es producto de la valoración social que se hace de cada una de ellas, si el estatus asignado a cada carrera es creado por la clase dominante, los estatus más altos corresponden a carreras que contienen un conjunto de requerimientos que difícilmente un individuo de clase baja puede cubrir; ello implica que la elección de carrera esté determinada -en gran parte- por la posición de origen de clase de cada estudiante, es esto lo que orienta la acción social de los estudiantes en la elección de carrera.

Si bien la posesión de capital cultural de los estudiantes de las licenciaturas estudiadas varía en cada una de las carreras, esta no está en relación directa con la posesión de capital económico, no obstante, el peso del estatus de carrera en relación con su posición de clase si está siendo determinante en la toma de decisión sobre el estudio de una carrera u otra.

Ahora bien, en independencia de la carrera que cada uno de los estudiantes elija, sigue existiendo como parte de sus aspiraciones a corto y mediano plazo el beneficio que reportaría culminar la carrera con éxito, es decir, está presente la idea de que la educación es el mecanismo a través del cual es posible alcanzar el éxito económico, la movilidad y el cambio de estatus social, este es el fin por el cual se decide estudiar una carrera universitaria.

No obstante, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe:

Existe una relación causal entre los procesos de crecimiento económico estables y duraderos de mediano y largo plazo y las mejoras nacionales (también constantes y duraderas) con la tecnología y la educación. La mayor inversión en educación ha llevado a mayores niveles de tecnología y productividad, tasas de crecimiento y nivel de vida (Godín y Katz, 2008). Sin embargo, los beneficios del crecimiento y del mejor nivel de vida se han tendido a distribuir desigualmente y no implican movilidad social ni aumento de oportunidades per se. (Stezano, 2021, p. 29)

Lo cual implica que el solo hecho de estudiar una carrera universitaria no garantiza el cambio de estatus económico y social, en virtud de la desigual distribución de beneficios sociales.

Conclusiones

Estudiar y comprender el sentido de la acción social no es una tarea sencilla, sobre todo porque cada uno de los actores que convergen en un espacio-tiempo determinado, tienen por un lado, diferentes estructuras que adquirieron a lo largo de su vida (familiar, escolar, inter e intrapersonal) las cuales los configuran y por otro, las acciones sociales de los actores inciden en la configuración de la estructura.

El estudio de la acción social, encuentra un precedente muy importante en la obra de Max Weber, por la importancia y trascendencia de la misma ha sido replanteada por diversos autores a lo largo del tiempo, entre otros: Pierre Bourdieu y Anthony Giddens. Sin duda los tres autores coinciden varias conclusiones al respecto: El papel central del actor o agente en la estructura social y promotor de cambio social; la estructura como estructurante de la sociedad; que la acción social debe ser estudiada en contexto para poder ser comprendida, por ser consustancial tanto al actor o agente como a la sociedad; el peso de la acción-estructura en el proceso de estructuración social y la convergencia de estas en la constitución de la sociedad.

Cabe destacar que para los fines de esta investigación, la cual se desarrolla en la Universidad Autónoma de Chiapas, el análisis del capital económico, cultural y social de los actores en cada una de las sedes resultó imprescindible para comprender las acciones que los están orientando a estudiar alguna de las tres carreras mencionadas.

Para el caso estudiado, la elección de carrera parece estar determinada por el origen de clase, el capital económico familiar y el capital simbólico objetivado en el estatus de cada una de las carreras, más que por vocación y capital cultural. La toma de decisión sobre la carrera a estudiar corresponde al sentido mentado de la acción (acción social reconocida por el grupo social al que pertenecen los actores), tal y como lo plantea Weber. El proceso de reflexividad realizado por los estudiantes está orientado por sus intereses en contexto, en los que el peso de su condición de clase, condición económica y estatus de la carrera determina la toma de su decisión.

Es en las sedes en donde dichos actores interactúan, comparten e intercambian diversas experiencias y aprendizajes que han tenido a lo largo de su vida, esto se realiza en copresencia y a través de la rutinización de conductas. En cada una de las sedes (Facultades de la Universidad), se observa que los actores participan de una serie de características que los aglutinan -económicas, culturales y políticas- esto les da sentido pertenencia y facilita el convencimiento de que la elección realizada ha sido la correcta.

Entender el papel de la estructura sobre los individuos y el papel de estos en ella, brinda elementos de análisis muy importantes para cuestionar la idea de estudiar o no una carrera universitaria por elección, vocación y en general, a través de la libre toma de decisiones, ya que en el caso estudiado es mayor el peso de la estructura sobre el individuo, que el de este sobre ella, ello permeado en todo momento por la idea racional de que estudiar una carrera universitaria garantiza el logro del éxito económico y social, sin considerar la desigual distribución de bienes al interior de la sociedad asociada directamente al capital económico de los actores.

Sería muy interesante realizar un estudio del ethos académico de los estudiantes de la Universidad Autónoma de Chiapas, conocer el estatus de cada carrera a partir de las representaciones sociales que sobre ellas se tienen y buscar la relación de la elección y estudio de la carrera con el origen de clase de clase, capital económico, cultural y simbólico.

Futuras líneas de investigación

Sociología de la educación, ciencias de la educación, problemas educativos regionales.

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Recibido: Enero de 2022; Aprobado: Julio de 2022

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