Introducción
La Seguridad Alimentaria (SA) se define por primera vez en la Cumbre mundial sobre alimentación, celebrada en Roma en 1996, donde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) define que: “Existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a alimentos a fin de llevar una vida activa y sana”1.
En México, de acuerdo con los datos reportados por el CONEVAL, en el 2010 incrementó un 3.2% la población con carencia a la alimentación con respecto al 2008; entre los estados que destacaron por alto porcentaje de población con carencia a la alimentación se encuentra el estado de Tabasco con el 33.3%, después del estado de Guerrero; los porcentajes aumentaban en las zonas donde prevalece la pobreza extrema2.
Por otra parte, el índice de inseguridad alimentaria durante el 2014 en la población tabasqueña fue de 56.8%, en donde la inseguridad alimentaria severa se ubicó con un 23%3.
En relación con la pobreza extrema hay un cambio significativo pasando de 11.0% en 2008 a 7.6% en 2016. La carencia por acceso a la alimentación en 2008 era de un 21.7% y en el año 2016 de 20.1%; lo que revela un cambio poco favorable para la seguridad alimentaria de la población más desprotegida del país. La pobreza en estado de Tabasco en 2010 fue de 57.1%, mejorando en 2016 a 50.9% y la pobreza extrema en 2010 fue de 13.6% disminuyendo en 2016 a 11.8%; aun así, Tabasco ocupa el séptimo lugar a nivel nacional en pobreza y el quinto lugar en pobreza extrema.
En consecuencia, cuando un hogar tiene pobreza y pobreza extrema, poseerá deficiente acceso a los alimentos, manifestará limitación de la diversidad dietética la cual es una medida cualitativa del consumo de alimentos, que refleja el acceso de los hogares a los mismos4.
La seguridad alimentaria engloba varios aspectos, en primer lugar que exista disponibilidad de la oferta de alimentos tanto en el ámbito nacional como local; segundo que los hogares tengan acceso físico y económico a estos alimentos, además que los jefes de familia así como los encargados de la preparación de los alimentos, tengan los cocimientos necesarios para asegurar que cada miembro de la familia cubra sus necesidades nutricionales. Por último, que lo anterior se presente en todo momento; por lo cual el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), utiliza cuatro dimensiones para la evaluación de la seguridad alimentaria: disponibilidad, acceso, utilización de los alimentos y estabilidad en todo momento5. (Figura 1)
La dimensión de la disponibilidad, hace mención de la existencia de los alimentos dentro de un área geográfica y de acuerdo a la FAO6, esta “corresponde a la provisión, suministro o existencia de alimentos, es decir, aborda lo relacionado con la existencia de cantidades suficientes de alimentos de calidad adecuada, suministrados a través de la producción del país o de importaciones, comprendida la ayuda alimentaria”. El acceso se refiere a la capacidad de adquirir alimentos nutritivos; puede presentarse de dos formas: acceso físico y acceso económico. La utilización de los alimentos es la forma en que loós nutrientes son utilizados por el cuerpo, para lo que es necesario encontrarse sano; también abarca aspectos como el modo de preparar los alimentos, la higiene, consumo adecuado de nutrientes, la diversidad alimentaria y su buena distribución entre los miembros de la familia; si estos elementos llevan patrones ideales, se garantiza un estado nutricional óptimo, de lo contrario, podrían presentarse problemas nutricionales como la desnutrición; la última dimensión se refiere a la estabilidad en todo momento de las dimensiones anteriores. Una sola dimensión no otorga seguridad alimentaria, sino que cada una se encuentra entrelazada con las demás, por tanto, al fallar una, hay riesgo de padecer inseguridad alimentaria. (Figura 1)
Cuando hablamos de inseguridad alimentaria (IA), hacemos mención de la condición que resulta de un acceso incierto o nulo a alimentos nutricionalmente adecuados y socialmente aceptables.
De acuerdo con los datos reportados por el CONEVAL, en el año 2010 se incrementó en 3.2% la población con carencia a la alimentación con respecto al año 2008; entre los estados que destacaron por alto porcentaje de población con carencia a la alimentación, se encuentra el estado de Tabasco con 33.3%, después del estado de Guerrero; los porcentajes aumentaban en las zonas donde prevalece la pobreza extrema2. Por otra parte, el índice de inseguridad alimentaria durante 2014 en la población tabasqueña fue de 56.8%, en donde la inseguridad alimentaria severa se ubicó en 23%7.
El objetivo del presente estudio es evaluar la seguridad alimentaria de las familias de los alumnos de la Escuela Secundaria Técnica 26, del Poblado Chiltepec, Paraíso, Tabasco.
Materiales y métodos
El presente es un estudio descriptivo transversal, a conveniencia, en el cual participaron 250 padres o tutores de los alumnos de la Escuela Secundaria Técnica 26, del Poblado Chiltepec, Paraíso, Tabasco; quienes además deben ser los responsables de esas familias.
En los criterios de eliminaron, no se consideró a los padres o tutores que no asistieron a la reunión bimestral de padres de familia o que no quisieron participar en el estudio.
El instrumento empleado para la evaluación de la seguridad alimentaria fue la Escala Latinoamericana y Caribeña de Seguridad Alimentaria (ELCSA), que consta de 15 ítems cuyas respuesta es “Sí” con un valor de uno, o “No” con un valor de cero; e identifica tres niveles de inseguridad alimentaria: inseguridad alimentaria leve que se relacionan en primera instancia con la preocupación por el acceso a los alimentos, demeritando la calidad de la dieta; la moderada, la cual además de disminuir la calidad de los alimentos, refieren tener restricciones en la cantidad de los alimentos consumidos; y la severa, que además de las situaciones anteriores, presentan también experiencias de hambre8. (Tabla 1)
PREGUNTA | DIMENSIÓN QUE MIDE LA PREGUNTA | CATEGORÍA DE INSEGURIDAD ALIMENTARIA |
---|---|---|
Preocupación por que los alimentos se terminen | Preocupación | Inseguridad Alimentaria Leve |
Han dejado de tener una alimentación sana y variada | Calidad | |
Algún adulto ha tenido variedad limitada de alimentos | Calidad | |
Menores han dejado de tener alimentación sana y variada | Calidad | |
Niños consumen poco tipo de alimentos | Calidad | |
En el hogar, se han quedado algún día sin alimentos | Cantidad | Inseguridad Alimentaria Moderada |
Algún adulto comió menos | Cantidad | |
Menores comieron menos | Cantidad | |
Niños disminuyen la cantidad de comida | Cantidad | |
Alguien queda sin un tiempo de comida | Cantidad | |
Menores quedan sin un tiempo de comida | Hambre | Inseguridad Alimentaria Severa |
Algún adulto pasó hambre | Hambre | |
Algún adulto pasó todo un día sin comer | Hambre | |
Menores sintieron hambre | Hambre | |
Menores pasaron un día sin comer | Hambre |
Fuente: Melgar-Quiñonez H y Cols. Prevalencia de inseguridad alimentaria en el hogar en Guatemala. Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOV). 2011.
Para la realización del estudio, se capacitó a ocho trabajadores del plantel educativo, quienes se reunieron en la biblioteca; a cada uno de ellos se les proporcionó una copia del instrumento, se les explicó sus componentes y objetivos, así como las formas adecuadas de aplicación. Las entrevistas se llevaron a cabo durante una reunión bimestral de padres de familia, en la cual, a cada entrevistador se le asignó un grupo de cada grado.
La investigación se llevó a cabo siguiendo los lineamientos del Reglamento de la Ley General de Salud en materia de investigación para la salud; para lo que se utilizó la carta de consentimiento informado, autorizando los padres o tutores.
El análisis estadístico se realizó con el software SPSS versión 15, utilizando estadísticos descriptivos para analizar la frecuencia de los resultados.
Resultados
Se estudiaron 250 familias, de las que la mayoría de los entrevistados son madres de los alumnos (79.2%); 47.2% concluyeron la secundaria y únicamente 5.2% cuentan con nivel superior de escolaridad. En cuanto a la ocupación laboral, 64% se dedica a las labores del hogar y solo 29.6% tienen empleo. En relación con el ingreso económico, 69.2% recibe una cantidad menor o igual a $ 4,000.00 al mes, y únicamente 3.2% cuenta con un ingreso económico en el hogar mayor a $10,000.00 al mes.
Con referencia a los último tres meses, los participantes refirieron haberse encontrado en alguna de las siguientes situaciones por falta de dinero u otros recursos:
78.8% sintió preocupación porque los alimentos se acabarían (Figura 2), 36% manifestaron que se quedaron sin alimentos en su hogar en alguna ocasión durante el periodo mencionado anteriormente. Además, en 29.2% de estos hogares, algún menor dejó de tener una alimentación saludable, 45.6% tuvo una alimentación basada en poca variedad de alimentos, y 22% dejó de comer en algún tiempo de comida; mientras que 39.2% comió menos de lo que debía comer. 42.8% refirió haber disminuido la cantidad servida de alimentos, y en 18.4% algún menor sintió hambre, pero no comió; mientras 12.8% solamente comió una vez al día o dejó de comer durante todo el día (Figura 3).
De acuerdo al número de preguntas cuyas respuestas fueron afirmativas en la ELCSA se llevó a cabo el diagnóstico de seguridad alimentaria de las familias estudiadas, de las cuales, la mayoría (86.8%) se encuentran en algún nivel de inseguridad alimentaria y únicamente 13.2 % cuenta con seguridad alimentaria (Figura 4). 38.4% se encuentran con inseguridad alimentaria leve, 30% con inseguridad moderada y 17.6% con inseguridad severa (Figura 5).
Discusión
La alimentación es uno de los problemas fundamentales que presenta el mundo contemporáneo, donde reina el hambre y la extrema pobreza que son los causantes de la inseguridad alimentaria y nutricional. En México, el derecho a la alimentación está señalado en el Artículo 4° constitucional, donde expresa que “la alimentación debe ser nutritiva, suficiente y de calidad”, puntualizando que el estado garantizará este derecho9. Para dar garantía a éste, el gobierno mexicano ha implementado a lo largo de la historia del país diversas acciones y programas; actualmente los programas que operan para apoyar el acceso a la alimentación, es el Programa de Oportunidades y la Cruzada Contra el Hambre, entre los más importantes; sin embargo, lograr la seguridad alimentaria se ha convertido en una labor difícil, puesto que se requiere abordar las cuatro dimensiones (disponibilidad física, acceso económico y físico a los alimentos, la utilización de los alimentos y estabilidad en el tiempo de las tres anteriores dimensiones) de manera eficaz.
El nivel educativo constituye uno de los factores más sobresalientes que impactan en la seguridad alimentaria10, esto es comprobable en el presente estudio, donde la mayoría de los padres y/o tutores sólo cuentan con el nivel medio básico, haciendo más difícil la obtención de un trabajo; que coincide con los datos del INEGI en el año 2016, donde menciona la incidencia de desocupación laboral y Tabasco se ubicó entre las mayores tasas de desempleo y en consecuencia la obtención de menor ingreso económico; éste es insuficiente para cubrir el gasto mensual de la canasta alimentaria emitido por el CONEVAL en el 201711, aún para satisfacer el bienestar mínimo, poniendo en riesgo el acceso económico a los alimentos llevando a la pobreza y por ende a inseguridad alimentaria.
De acuerdo con la seguridad alimentaria, el CONEVAL reportó que en 2013 más de la mitad de la población mexicana posee seguridad alimentaria, del resto sólo una pequeña parte mostró inseguridad alimentaria severa, donde casi un tercio de la población rural padeció escasez en materia de acceso a los alimentos, y en 2010, reportó que el estado de Tabasco ocupó el segundo lugar de las trece entidades federativas con carencia al acceso de alimentos, sólo despues del estado de Nuevo León; cuatro años después la tasa de inseguridad alimentaria en Tabasco estuvo por encima de la mitad del total de sus habitantes.
La mayor parte de los hogares estudiados sintió preocupación porque los alimentos se acabaran; así como disminución en la cantidad y calidad de los mismos y haber tenido experiencias de hambre por la falta de recursos dentro de los últimos tres meses previos a la aplicación del instrumento, reflejando así carencia al acceso de alimentos y como resultado, un elevado porcentaje de las familias con algún nivel de inseguridad alimentaria, de los que sobresalió la inseguridad alimentaria leve; esta condición concuerda con los resultados obtenidos por Velazco-Perroni12 en su estudio realizado en Oaxaca durante los periodos 2012-2014 así como con los obtenidos por Arriaga13 en el año 2014 en el estado de Morelos, haciendo notar que los resultados obtenidos en ambos estudios, así como en el presente, las cifras sobrepasan por mucho los números emitidos por las instituciones gubernamentales. La causa de la diferencia de los resultados, podría deberse a que el CONEVAL utiliza la Escala Mexicana de Seguridad Alimentaria (EMSA), siendo este un instrumento derivado de la adaptación de la ELCSA, de la que eliminaron 3 ítems, dentro de los cuales se encuentra el que incide en la preocupación porque los alimentos se acaben, precisamente con el mayor número de respuestas afirmativas dentro de este estudio.