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México y la cuenca del pacífico

versión On-line ISSN 2007-5308

Méx.cuenca pac vol.11 no.33 Guadalajara sep./dic. 2022  Epub 10-Oct-2022

https://doi.org/10.32870/mycp.v11i33.816 

Reseñas

El impacto de la covid-19 en las relaciones de China con EUA, América Latina y Asia Oriental, de Juan González García

América I. Zamora Torres1 
http://orcid.org/0000-0003-1811-4711

1 Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales. Gral. Francisco J. Múgica S/N, Felícitas del Río, 58040 Morelia, Michoacán, México. Correo electrónico: america.zamora@umich.mx

González García, Juan. 2021. El impacto de la covid-19 en las relaciones de China con EUA, América Latina y Asia Oriental. México: Universidad de Colima, 143p.


El objetivo de la obra es analizar la manera en que la covid-19 está obligando a China a redefinir sus relaciones transpacíficas, particularmente con Estados Unidos de América (EUA), América Latina, México, Asia Oriental y Oceanía. Es así como la obra contribuye al entendimiento, análisis y distinción de los principales impactos que la covid-19 ha tenido y tiene en las relaciones de China con estas economías y regiones del mundo.

El documento parte de la contextualización de cómo la covid-19 -con las tres olas de contagio de 2019 a 2021- ha impactado a nivel global al sector de la salud y al económico. Ello debido, por un lado, a que el número de contagiados representa el 3.1% de la población mundial y que la tasa de letalidad del virus es del 2.0%; y, por otro, al decrecimiento del 3.5% de la economía global, resultado de las múltiples medidas de política de salud que los países aplicaron para contener los contagios, lo cual agudizó los problemas que enfrentaban las economías del mundo. Asimismo, la pandemia ocasionó que algunos países se avocaran a la investigación y generación de vacunas, mientras que otros simplemente esperaron a que los primeros generaran las vacunas. Lamentablemente la aplicación de la vacuna ha sido diferenciada, acción que propició el debate global en torno a la universalidad de las vacunas versus los intereses de las empresas. Incrementando a la par la crítica en torno a la cooperación y solidaridad de los países desarrollados, y al poco peso que tiene la Organización Mundial de la Salud (OMS) para hacer cumplir los acuerdos. Mientras que el virus causante de la covid-19 avanza y muta en nuevas variantes de mayor contagio.

Específicamente, en este libro se estudia lo que ha hecho y hace actualmente China; debido a que la pandemia ha incidido directamente en sus decisiones socioeconómicas nacionales e internacionales. La obra parte de la hipótesis de que China aprovecha la covid-19 para reafirmar su influencia en la escala global, lo cual la lleva a enfrentarse nuevamente con Estados Unidos, a buscar fortalecer sus relaciones con América Latina y México, y a robustecer su presencia en Asia Pacífico.

Para atender estos planteamientos el libro se estructuró en cuatro apartados. En el primero, titulado “La guerra comercial de Estados Unidos contra China: ¿Juego de suma cero?”, se analizan los orígenes, evolución y perspectiva del conflicto comercial entre Estados Unidos y China. En este sentido se establece que el conflicto se presentó en el periodo 2018-2021, y que sus repercusiones se han extendido a otras economías y sobre todo ha incidido negativamente en el comercio mundial. Con el cambio de gobierno en Estados Unidos en enero de 2017, y la visión de America first, se impulsó una política proteccionista, sobre todo con países con los que Estados Unidos tuviera un déficit comercial importante. Desencadenando en marzo de 2018 el conflicto comercial con países de Europa, Asia, y particularmente con China. A quien le exigió mayor reciprocidad respecto a los derechos de propiedad, trato igualitario a las empresas estadounidenses en China y no discriminación, así como eliminar las prácticas desleales de comercio.

En el segundo apartado, titulado “La política de EUA hacia América Latina y la relación de esta región con China: ¿Inercia y continuidad o cambio y ajuste?”, se estudian las relaciones de Estados Unidos con América Latina y el vínculo de China con América Latina en el contexto de la covid-19 y el gobierno de Biden. En ese sentido, parte de la toma de posesión de Biden el 20 de enero de 2021 como presidente de Estados Unidos y su eslogan America is back. Sin dejar de señalar que las disputas generadas por la covid-19 durante 2020 y 2021 impidieron llevar a cabo las acciones pactadas en la fase uno del Acuerdo para detener la guerra comercial de Estados Unidos con China firmado el 15 de enero de 2020, y que con el gobierno de Biden el Acuerdo entró en un impasse.

Se argumenta, por otro lado, que la retirada de Estados Unidos de los organismos internacionales y los acuerdos multilaterales, producto de la administración de Trump, ha dado la pauta para que China amplíe sus vínculos con varios países de América Latina. El combate a la covid-19 a partir de donaciones y venta de instrumentos, material médico y vacunas, es una oportunidad para fortalecer sus lazos con la región latinoamericana.

Es de señalar que el hecho de que Estados Unidos sostenga una guerra comercial con China ocasionará que Latinoamericana se vea presionada a disminuir sus vínculos con China, por lo que la región deberá de analizar si escucha o ignora dicha petición. Aunque se reconoce que difícilmente todos los países que integran la región abandonarán del todo sus vínculos con China, más aun si se avizora una recuperación de su dinamismo económico. De esta forma, se observa para el corto plazo una intensificación de las relaciones de la región con China, debido, por un lado, a la proveeduría de vacunas contra la covid-19, y por otro, a la relación ganar-ganar que ha consolidado con varios países de la región (comercio, inversión, y asistencia tecnológica, de salud y financiera). Por lo que, independientemente del grado de fricción entre Estados Unidos y China, la región tratará de mantenerse al margen de la disputa.

En el tercer apartado, titulado “Las relaciones bilaterales China-México: del impasse al resurgimiento en el marco de la covid-19”, se establece que la crisis sanitaria y económica que enfrenta el mundo como consecuencia de la covid-19 ha modificado los planes y acciones de las distintas economías. Obligándolas a convertirse, desde el punto de vista de las relaciones internacionales, en actores activos. Éste es el caso de México y China, quienes han optado por la comunicación, el entendimiento, la cooperación y la colaboración para enfrentar la pandemia.

Desde el contexto histórico de las relaciones México-China, el autor establece que los problemas de entendimiento económico y político que se suscitaron a lo largo del periodo 1990-2017 impidieron que el nexo entre estas economías avanzara. Sin embargo, el surgimiento de una crisis sanitaria y económica producto de la covid-19, y una nueva administración en México en 2018, provocó que las relaciones con China se retomaran con un espíritu de cooperación y colaboración. Esto bajo la expectativa de una asociación estratégica integral que le otorgara mayor certeza a China en el mercado americano y a México el acceso al mercado de este gigante asiático.

En los años venideros la relación bilateral entre México y China enfrentará el reto de mantener, y por qué no, acrecentar, el nivel alcanzado hasta la fecha. De esta forma, en cuanto al aspecto económico será importante generar confianza en México hacia las empresas chinas; fomentar la ampliación de la base exportadora de bienes agropecuarios hacia el mercado chino; y consolidar el turismo chino en México. Finalmente, en términos educativos, culturales y científico tecnológicos la relación de México con China tendrá que desarrollarse con gran fuerza a luz de las diversas áreas de oportunidad que implica para el futuro.

En el cuarto apartado, titulado “El RCEP: nuevo salto adelante en la estrategia global de China”, se analizan los antecedentes y la evolución de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés). Argumentando que si bien la Segunda Guerra Mundial generó un nuevo orden económico internacional (NOEI) al amparo de organismos multilaterales que propiciaron la firma de acuerdos de libre comercio (ALC) o acuerdos comerciales regionales (ACR), Asia Oriental estuvo por décadas renuente a firmar acuerdos formales y buscó a través de acuerdos no vinculantes la integración económica, creando así en 1989 el mecanismo de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés).

Luego de años de expectativa el proyecto APEC experimentó algunos reveses como la crisis asiática de 1997-1998, el desinterés de Estados Unidos por impulsar la agenda de liberalización a raíz de los ataques del 11 de septiembre de 2001, y la crisis financiera internacional de 2009; que a la postre incidieron en el incumplimiento de las metas de 2010 y 2020. En este contexto es que asume gran relevancia el proyecto de China del Área de Libre Comercio de Asia Oriental y Oceanía. El RCEP se firmó el 15 de noviembre de 2020, y al entrar en vigor será el mayor ALC generado en el mundo desde la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 1994.

Al respecto, el autor establece que los ACR imperan en el mundo para crear bloques económicos o incentivar el comercio multinacional y hacer que las naciones avancen y se desarrollen en torno a las necesidades que así demanden. En ese sentido, la mayoría de ACR se encuentra en Asia Oriental, ya que en el presente siglo la región complementó sus estrategias de apertura y liberación comercial no vinculante con los ACR y ALC vinculantes. De esta forma, no se puede hablar del RCEP como ACR sin considerar al ASEAN (Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia, Filipinas, Brunei, Vietnam, Laos, Myanmar y Camboya), que aglutina a 661 millones de personas, con un producto interno bruto (PIB) de $2.6 billones de dólares y un comercio exterior de $2.5 billones de dólares, lo que lo convierte en una de las más grandes regiones comerciales del mundo. Como se puede observar, el RCEP (que está integrado por Australia, China, Corea, Japón, Nueva Zelanda), el ASEAN, y los ALC y ACR que poseen sus miembros harán de la región un boque comercial que integrará al 30% de la población mundial, al 30% del PIB mundial y al 38% del comercio mundial.

Por lo desarrollado hasta ahora, queda claro que el RCEP será el ACR que fortalecerá a los bloques comerciales del mundo, comenzando con Asia. A priori el RCEP, de la mano de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI) o Nueva Ruta de la Seda propiciará una seria expansión del desarrollo del oriente de Asia. Esto, naturalmente, inquieta a Estados Unidos quien desempeña y desempeñará un rol muy importante para que los países asiáticos, y sobre todo China, no se desarrollen a su voluntad. En ese sentido, Estados Unidos refuerza sus relaciones con socios estratégicos (Taiwán, India, Australia y Japón) en el noreste y sudeste de Asia para no dejar el poderío económico solamente a China. Sin embargo, y siguiendo la lógica anterior, China también puede usar a sus socios comerciales para tener una relación más estrecha con México y con ello incorporarse mediante el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en el mercado de América del Norte.

A manera de conclusiones generales, el autor señala que la pandemia de la covid-19 cambió al mundo, y aunque la comunidad implementó estrategias locales, nacionales y globales para controlarla, esto ha sido insuficiente. Los contagios siguen estando presentes y la economía no se ha podido dinamizar, es decir, estamos inmersos en una doble crisis (de salud y económica). De esta forma, la covid-19 ha tenido consecuencias directas e indirectas al interior de los países pero, sobre todo, en las relaciones que estos mantienen con la comunidad internacional.

El autor concluye la obra enfatizando que la covid-19 se está convirtiendo en el gran factor determinante que lidera un cambio paradigmático en el orden económico internacional y que el rol de China es fundamental, al ser un actor principal en dicho cambio. Ello sin dejar de llamar la atención de que la pandemia es un fenómeno aún en marcha y que sus consecuencias definitivas aún no están establecidas.

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