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México y la cuenca del pacífico

versión On-line ISSN 2007-5308

Méx.cuenca pac vol.8 no.22 Guadalajara ene./abr. 2019

https://doi.org/10.32870/mycp.v8i22.594 

Reseña

China y México. Un diálogo cultural desde las humanidades y las ciencias sociales

Roberto Hernández Hernández1 
http://orcid.org/0000-0002-9145-5865

1Universidad de Guadalajara, CUCSH, Departamento de Estudios Internacionales. Guanajuato 1045, Col. Alcalde Barranquitas, C.P. 44260 Guadalajara, Jalisco, México. Correo: rhernand@csh.udg.mx

China y México. Un diálogo cultural desde las humanidades y las ciencias sociales. Girón, Alicia; Vargas, Aurelia; Pulido, Guillermo. Colección Universitaria de Estudios Asiáticos, vol. 2, UNAM, 2015.


Esta publicación de la Universidad Nacional Autónoma de México nos ofrece una perspectiva general de China a través de una gran diversidad de contenidos temáticos y enfoques metodológicos de las humanidades y las ciencias sociales, de ahí su carácter interdisciplinario que los coordinadores de la obra han señalado como diálogo cultural.

La obra que hoy nos ocupa deja en claro que China no es un país extraño, exótico o incomprensible, sino que posee los mismos elementos que cualquier otra nación para ser estudiada con profundidad. Esto es, que China ostenta un sistema político y una sociedad analizable con las herramientas metodológicas de las ciencias sociales y las humanidades, como Historia, Cultura, Economía, Sociología, Relaciones Internacionales, Ciencia Política, Lengua, Derecho y Medicina.

Otra razón fundamental para realizar un acercamiento sistemático y científico al conocimiento de China es la importancia que ha cobrado este país en la arena internacional. La reemergencia de China, específicamente en campos como el económico, el estratégico-militar y el científico y cultural, ha planteando nuevos retos para la política y la economía mundial, al propiciar el reajuste en la correlación de fuerzas con otros jugadores estratégicos globales, en el contexto de lo que en geopolítica se denomina como el gran tablero mundial.

La nueva identidad de China dentro del sistema internacional se ha construido sobre la base del crecimiento económico y el desarrollo en todos los campos de la ciencia (incluyendo la de carácter militar), la difusión de la cultura y el cambio institucional. El crecimiento económico, por cierto, tiene una relación directa con el incremento en la productividad, y ésta con el uso eficiente de la energía, al combinar varios factores, como ciencia moderna, capital financiero y desarrollo humano. Con estos elementos, actualmente lucha por el predominio dentro de la Cuarta Revolución Industrial liderada por los sistemas cibernéticos.

Otros factores que complementan la explicación del crecimiento económico de China son la inversión extranjera directa y la propensión de los chinos al ahorro (muy presente en la cultura asiática), que el Estado chino traslada a la inversión. Además -y no menos importante-, el desarrollo de China de los últimos 35 años se debe al liderazgo político posterior a Mao Zedong, que propició la transformación institucional, gradual y persistente del país por medio de reformas de la política económica, que redujeron las distorsiones y favorecieron los incentivos económicos, inevitables en el crecimiento económico. Específicamente, el cambio institucional lo impulsó el grupo dirigente encabezado por Deng Xiaoping, el cual aplicó internamente medidas de carácter capitalista, a la vez que internacionalmente se integraba a la estructura económica (comercial y financiera) de Bretton Woods, acordada entre los países más industrializados después de la Segunda Guerra Mundial. La actual “quinta generación” de políticos, encabezada por Xi Jingping, personifica la actualización de esta política de desarrollo. Los resultados son evidentes: tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Mundial consideran que la economía de China es la mayor del mundo, en términos de paridad del poder adquisitivo (PPP).

El libro China y México. Un diálogo cultural desde las humanidades y las ciencias sociales está integrado por 43 trabajos temáticos de reconocidos estudiosos de China. Cada uno de los temas abordados, no obstante su brevedad, es integral en sí mismo y simultáneamente se relaciona con la totalidad de la obra. De ahí que tanto el lector especializado como el neófito en el estudio de China podrán disfrutar de un conocimiento general y al mismo tiempo acercarse a temas especializados de los diversos matices de este gran país, muy prolífero en términos culturales, históricos, sociológicos, lingüísticos, literarios, de relaciones internacionales, legales y médicos.

El libro se divide en dos partes: en la primera, que sirve de marco a la publicación, se realiza una revisión histórica de la sinología y las humanidades en China y México; aquí se incluyen los trabajos sobre el estudio de China en el ámbito internacional, la literatura china y mexicana, las lenguas en China y México, así como la filosofía, la religión y el arte en ambos países.

Conviene resaltar dos temas de sinología: los estudios sinológicos realizados en China y fuera de ella, así como el análisis de China, teniendo como antecedente los viajes de Marco Polo. Posteriormente se incluyen análisis acerca de la literatura de ambos pueblos desde diversas perspectivas, así como de la traducción de obras importantes de la literatura mexicana vertidas al chino. Otra sección de esta parte de la obra está dedicada a las lenguas de China y México y las experiencias de la enseñanza del chino como lengua nacional y como lengua extranjera.

En la segunda parte se abordan esencialmente los temas que atañen a las ciencias sociales, las cuales se encuadran en los temas de “Sociedad china y sociedad mexicana. Revisión histórica y perspectivas”, donde se exponen temas relativos a las relaciones internacionales entre México y China y algunos estudios de sociología e historia de México y China, además de otros apartados sobre sistemas jurídicos comparados entre China y México y la medicina tradicional en China y en México.

Los ensayos sobre las relaciones económicas sino-mexicanas se concentran en la última década y abordan temas como el comercio bilateral; además, se incluyen los trabajos sobre el desarrollo del sistema bancario de China a lo largo de las últimas cuatro décadas.

Por su parte, los textos de carácter sociológico incluyen dos trabajos sobre estudios de género, y dos más sobre temas históricos. Los textos de corte jurídico incluyen investigaciones sobre los sistemas jurídicos comparados de China y México. El análisis de las relaciones laborales de China trata de las profundas transformaciones que ha tenido este país al volcarse hacia una economía de mercado. Asimismo, en la sección de temas jurídicos se aborda el estudio sobre las investigaciones que en varias universidades chinas se han realizado sobre el Derecho Romano, como un modo de acercamiento al Derecho de Occidente.

Tal como se plantea en el libro, para México y América Latina la apertura económica china, iniciada a finales de los setenta, ha tenido enormes efectos, tanto por el tamaño de su economía como por las tasas de crecimiento económico; sus efectos son claros en la estructura del comercio mundial. China es hoy la fábrica del mundo, donde se genera una gran cantidad de bienes industriales intermedios y finales que participan de manera significativa en las cadenas globales de valor. China es el productor y el consumidor más importante de acero, aluminio y carbón; la segunda economía más grande del planeta, en términos de dólares corrientes; además, su economía está respaldada por más de tres billones de dólares en reservas (para enero de 2018), buena parte de las cuales China utiliza para la inversión extranjera directa o en apoyo de sus empresas de capital público y privado. A través de diversos mecanismos financieros, respalda la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), además de las grandes inversiones en la modernización de sus fuerzas armadas.

Uno de los objetivos fundamentales de este libro, impulsado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es propiciar un acercamiento entre los pueblos de China y México, para lo cual se definen los puntos comunes de ambas sociedades.

Cabe señalar que la presente obra ha sido posible gracias al apoyo de varias instituciones, tanto de la UNAM (en particular de la Secretaría de Desarrollo Institucional, el Seminario Universitario de Estudios Asiáticos y el Instituto de Investigaciones Filológicas), como del Centro de Estudios Mexicanos en China, la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing y la Embajada de la República Popular China en México.

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