El presente número de la revista México y la Cuenca del Pacífico contiene una opinión invitada, tres artículos en su sección de "Análisis" y una reseña. En el primer artículo, Carlos Cerda examina el devenir histórico reciente de Myanmar, particularmente su reinserción en el escenario internacional a partir de lo que parecen ser signos de apertura y de cambio tras décadas de una dictadura militar represiva y aislacionista. Sin embargo, el autor afirma que dicha transición expedita, pero incompleta, ha contado de alguna manera con la complacencia de países y organismos internacionales que parecen pasar por alto los muchos pendientes en materia de derechos humanos, democracia y gobernanza que aún prevalecen en la realidad birmana, lo que plantea la interrogante de si han actuado con la convicción de impulsar la incorporación de Myanmar al escenario internacional o si su proceder obedece más bien a decisiones pragmáticas que buscan, de manera específica, reducir la presencia e influencia china y ocupar un espacio del que han estado ausentes durante mucho tiempo, pero que siempre han considerado de vital importancia geopolítica y geoeconómica. Hoy Myanmar, la antigua Birmania, cobra un renovado interés debido a su posición geoestratégica, por compartir fronteras con las dos naciones más pobladas del mundo y porque países occidentales desean ahora incrementar su presencia económica e influencia política en la zona.

Daniel Toledo analiza el arribo de Thaksin Shinawatra al escenario político de Tailandia, cuyo triunfo en las elecciones generales de enero de 2001 representó un verdadero hito en la historia política contemporánea de ese país, no sólo porque ejemplifica una combinación exitosa entre negocios y política, tan propia de Tailandia, sino sobre todo porque, por la vía de la institucionalidad y de lucha por la democracia, impulsó una "agenda nacional" que, por un lado generó amplias expectativas y apoyo entre los sectores populares, tanto rurales como urbanos, pero por otro despertó suspicacias y desconfianza en la clase política tailandesa tradicional sobre su liderazgo y peculiar estilo de gobernar que, muy pronto, empezaron a tildar de populista. El autor expone que, con la idea de superar los estragos de la crisis asiática de 1997 y de posicionar y promover a Tailandia como potencia regional y activo protagonista en el escenario económico mundial, Thaksin convocó a un "nuevo pacto social" en donde el Estado asistencialista y benefactor debía ejercer un rol central, tanto para garantizar la viabilidad de un paquete de reformas sociopolíticas encaminadas a su propia modernización, como para facilitar la realización de negocios personales, toda vez que "política y negocios son inseparables". En este contexto y apoyado en una estable y cómoda mayoría parlamentaria, sostiene el autor, Thaksin Shinawatra acometió una serie de reformas conducentes a la construcción de un "nuevo orden social" para favorecer a los sectores sociales tradicionalmente afectados por las crisis, particularmente los pequeños y medianos negocios urbanos, así como las grandes empresas rurales; pero también fue evidente que manejó el país como un negocio personal y familiar, fue renuente e intolerante a las críticas, particularmente con aquellos que lo acusaban de autoritario y de ejercer un "populismo irresponsable", provocando una profunda división y polarización de la sociedad tailandesa. Finalmente, Daniel Toledo señala que si bien Thaksin Shinawatra ha sido el único primer ministro que ha permanecido en su cargo más de cinco años, fue derrocado por un golpe de Estado en septiembre de 2006, que lo condenó al exilio e interrumpió el proceso democrático que duró más de 15 años, algo inédito en la historia política de Tailandia.

Daniel Lemus reflexiona en torno al confucianismo y el proyecto de modernidad occidental. En su trabajo el autor afirma que en las Analectas se proponen elementos universales que pueden enriquecer el proyecto de la modernidad; el punto de partida es que las Analectas constituyen un texto abierto que permite un diálogo transcivilizatorio y transtemporal. Por lo tanto, para Lemus es posible retomar las propuestas confucianas sobre el humanismo y la responsabilidad comunitaria como dos principios básicos para una convivencia universal. El artículo concluye que si somos capaces de reincorporar el humanismo universal confucionista, entonces es posible trascender el exclusivismo modernizador occidental abriendo nuevos caminos para superar las limitaciones del proyecto moderno.

Expresamos nuestro sincero agradecimiento a todos nuestros colaboradores por el apoyo brindado a México y la Cuenca del Pacífico, a los miembros tanto del Consejo Editorial como del Comité Editorial por su generosa e invaluable labor para preservar la calidad de la revista, y al Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara por el apoyo para la publicación de la misma.