Sr. Editor:
La principal misión de un hospital es atender a los enfermos por eso muchas veces se habla de la asistencia como un valor por encima de la docencia e investigación. Desde hace mucho tiempo los hospitales son considerados como instituciones que proveen atención a pacientes, por medio de personal especializado con el objetivo principal de ayudarles a recuperar la salud1.
Los hospitales de enseñanza son tan antiguos como el concepto de salud que surge con el Renacimiento. Sin embargo, la medicina flexneriana y su impacto en el aumento de la especialización, a partir de comienzos del siglo XX, amplió el alcance de estas instituciones, haciendo obligatoria la vinculación orgánica y la dependencia institucional entre facultades de medicina y hospitales de enseñanza. A lo largo de este siglo, se aumentó la importancia y la autonomía de los hospitales universitarios. Los hospitales universitarios son organizaciones que cuentan con servicios especializados, diversificados y complejos, que sirven a grandes poblaciones y usuarios de todo tipo1,2.
Un hospital que aplica y reproduce correctamente los conocimientos más actualizados de la medicina es un buen hospital. Sin embargo, solamente si incorpora la investigación científica a su quehacer cotidiano podrá considerársele un hospital moderno. No basta recibir la información, hay que generarla. Un paciente no debe ser «un caso más» de algo perfectamente descrito, sino un individuo que expresa en forma particular una dolencia donde debemos identificar problemas específicos y buscarle soluciones diferenciadas. Para que se cumpla cada profesional debe tener un pensamiento científico. Solamente la actividad investigativa desarrollada en el hospital como un todo y en cada uno de los servicios, puede asegurar la formación de este tipo de profesional1,2.
Aunque desde sus inicios la Fundación Hospital Infantil Napoleón Franco Pareja se abrió como espacio para la formación de médicos generales y especialistas, solo desde 2002 se abre la discusión en torno a la creación de una unidad dentro de la estructura organizacional que gestione las actividades de docencia, servicio e investigación. Sin embargo, es en 2010 cuando un estudio especializado por Orozco y Ortiz se plantea un nuevo modelo de organización donde se deja explícita la necesidad de contar con un centro de investigación y docencia. Hoy el centro de investigación y docencia cuenta con tres grupos de investigación reconocidos por Colciencias, además de mantener convenios de docencia y servicio con universidades e instituciones de educación reconocidas, consolidándose como un centro de investigación y formación por excelencia1,3.