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Intersticios sociales

versión On-line ISSN 2007-4964

Intersticios sociales  no.26 Zapopan sep. 2023  Epub 23-Oct-2023

 

Reflexión teórica

Un marco para el análisis conceptual de las ideologías partidarias. El caso del Partido Revolucionario Institucional (1929-2018)

A framework for the conceptual analysis of party ideologies. The case of the Partido Revolucionario Institucional (1929-2018)

Miguel Ángel Ramírez Hernández* 
http://orcid.org/0000-0002-2881-1687

Javier Contreras Alcántara** 
http://orcid.org/0000-0001-5090-5500

*Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo, México. Maestro en Asuntos Políticos y Políticas Públicas, El Colegio de San Luis, México. 0618551x@umich.mx

**El Colegio de San Luis, SNI I, México. Doctor de Investigación en Ciencias Sociales con mención en Ciencia Política, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), México. javier.contreras@colsan.edu.mx


Resumen

El presente artículo tiene el objetivo de desarrollar un marco de análisis para el estudio de las ideologías partidarias. Se postula que las ideologías partidarias pueden ser expresadas como un entramado conceptual institucionalizado que estructura el comportamiento discursivo de los actores organizacionales a través del tiempo. Este marco establece que el análisis de la forma y contenido de las ideologías partidarias puede realizarse mediante la descripción de tres categorías conceptuales centrales: 1) partido, 2) nación y 3) oposición. Para sustentar teóricamente este marco se combinan los aportes de los estudios organizacionales sobre los partidos políticos, el nuevo institucionalismo y el enfoque conceptual de las ideologías partidarias. Para sustentar empíricamente este marco se observa el desarrollo de las categorías conceptuales propuestas en el caso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante el periodo 1929-2018.

Palabras clave: ideología; conceptos; instituciones; partido político; Partido Revolucionario Institucional

Abstract

This article aims to develop an analytical framework for the study of party ideologies. It is postulated that party ideologies can be expressed as an institutionalized conceptual framework that structures the discursive behavior of organizational actors over time. This framework establishes that the analysis of the form and content of party ideologies can be carried out through the description of three central conceptual categories: 1) party, 2) nation and 3) opposition. To theoretically support this framework, the contributions of organizational studies on political parties, the new institutionalism and the conceptual approach of party ideologies are combined. To empirically support this framework, the development of the conceptual categories proposed in the case of the Institutional Revolutionary Party (PRI) during the period 1929-2018 will be observed.

Keywords: ideology; concepts; institutions; political party; Institutional Revolutionary Party

Introducción

Todos los partidos políticos son portadores de una ideología. Sin embargo, para la tradicional literatura organizacional de los partidos políticos la ideología es una dimensión que tiene un bajo potencial explicativo del comportamiento de los actores políticos, pues la consideran como una dimensión accesoria que se da en el plano de las ideas y cuya repercusión efectiva no se puede determinar.1 La ideología política tampoco ha sido un concepto de uso extenso en las arenas políticas ni ha sido considerada como una categoría de análisis relevante para los estudios clásicos de ciencia política.2 Quizá como resultado de no reconocer a primera vista su importancia para la explicación del comportamiento de los actores o por la ausencia de herramientas teórico-metodológicas para su estudio sistemático. Descartar la reflexión sobre la ideología puede provocar una comprensión limitada del impacto de las ideas sobre el comportamiento político de los actores partidarios.

El presente artículo afirma que la ideología es una variable explicativa fundamental del comportamiento de los actores político-partidarios. A partir de la revisión de la literatura de la teoría organizacional de los partidos políticos3, el nuevo institucionalismo en ciencia política4 y el enfoque conceptual de las ideologías políticas5 se postula que la ideología es un entramado conceptual que configura institucionalmente el comportamiento discursivo de los actores pertenecientes a las organizaciones partidarias. Para demostrar lo anterior se construye un marco de análisis que sintetiza los componentes conceptuales centrales que conforman una ideología partidaria. Este marco constituye una herramienta descriptiva para funcionar a un nivel de análisis meso, es decir que, pretende tener un nivel de generalidad que permita sintetizar los elementos conceptuales que están presenten en el discurso ideológico de organizaciones partidarias. De esta manera se pueden sentar las bases para aportar en términos de estudios comparativos entre partidos con diferentes experiencias históricas.

El marco propone que el punto de inicio para comprender sistemáticamente una ideología partidaria y su impacto en el comportamiento es la realización de un análisis conceptual. Este permite establecer la forma y contenido de la ideología a través del tiempo, mediante una descripción densa de los componentes conceptuales centrales e ineliminables de: 1) partido; 2) nación, y 3) oposición. A estos componentes centrales se vinculan a dos tipos de conceptos dentro de la red que varían en función de su nivel de perdurabilidad temporal. En primer lugar, se encuentran los conceptos perdurables que le dan contenido y forma la identidad organizacional del partido y en segundo lugar están los conceptos coyunturales que se adaptan a las exigencias contextuales del partido. En conjunto estos tres tipos de conceptos: 1) centrales ineliminables (sin cambio), y 2) de identidad del partido (de cambio lento) y coyunturales del contexto (de cambio rápido) conforman la base normativa de la identidad organizacional. Esta identidad es la contenedora de las premisas de valor que orientan la toma de decisiones de los miembros del partido en el ámbito práctico y discursivo. Para desarrollar estos argumentos dividimos este artículo en tres bloques.

En el primer bloque se parte del reconocimiento de la ideología como una categoría de análisis relevante para la comprensión del funcionamiento de las organizaciones partidarias. Se procede con una revisión del concepto de ideología en la teoría organizacional de los partidos políticos y se retoma la importancia de las élites en el desarrollo de las ideologías. Después se hace una revisión de la literatura del nuevo institucionalismo en ciencia política y la concepción de la ideología como factor institucional que constriñe el comportamiento dentro de la organización. La combinación de ambas perspectivas teóricas constituye el fundamento para comprender el fenómeno de la ideología dentro de las organizaciones partidarias.

En el segundo bloque se desarrolla el marco de análisis de las ideologías político partidarias. Se enuncia una definición general de ideología política como entramado conceptual que estructura institucionalmente el comportamiento discursivo de los actores dentro de las organizaciones partidarias. Después, establecemos que la estructura general de las ideologías partidarias se edifica a partir de las categorías conceptuales de: 1) partido; 2) nación, y 3) oposición. Estas categorías abstractas sintetizan los elementos significativos más recurrentes en una ideología partidaria.

En el tercer bloque se aplica el marco de análisis al caso de la ideología del Partido Revolucionario Institucional (PRI). En este apartado se muestra el contenido o densidad significativa empírica que se puede encontrar para cada categoría conceptual del marco en el caso de las expresiones discursivas del PRI. Se describen los elementos significativos contenidos en cada concepto, destacando sus continuidades y cambios en términos de enlaces conceptuales. Por último, se asientan las conclusiones del trabajo.

La literatura sobre la ideología de las organizaciones partidarias

Todos los partidos políticos dentro de las democracias crean y desarrollan ideologías. El propio diseño institucional de las democracias prescribe que los partidos políticos definan y promuevan una ideología concreta. Este requisito normativo tiene por objeto que los partidos expongan una visión de los objetivos y valores políticos que promueven y harán realidad si acceden al poder. La ideología tiene una doble función: en primer lugar, la función externa de facilitar que los potenciales electores identifiquen y distingan un partido político de otro, en segundo lugar, la función de permitir la integración interna de los miembros del partido. De estas dos funciones, la segunda no es abordada por la teoría organizacional de los partidos políticos.6

Si bien el enfoque organizacional de los partidos políticos ha hecho una gran contribución a la comprensión del funcionamiento interno de los partidos políticos, no ofrece una explicación satisfactoria en lo que se refiere a cómo funcionan las ideologías y sobre todo en cómo condicionan el comportamiento discursivo de los miembros del partido. El estudio clásico de Maurice Duverger señala que las ideologías no tienen un papel destacado en el funcionamiento del partido político.7 El autor menciona que la ideología solo es un factor importante en las etapas de fundación del partido, en tanto que permiten que los individuos se agrupen en nombre de una causa o visión común de los asuntos públicos. Esta visión de la ideología, prácticamente la posiciona como un elemento recurrente pero estéril en términos explicativos. Sin ningún impacto importante sobre el funcionamiento ulterior de la organización.

Autores del enfoque organizacional posteriores como Ángelo Panebianco y Alan Ware han reivindicado el papel de las ideologías en el funcionamiento del partido, aunque no ofrecen una alternativa teórico metodológica para estudiarlas sistemáticamente. De Panebianco y Ware se recupera que las élites cumplen un papel central en la definición originaria de las orientaciones ideológicas del partido. A partir del momento fundacional la ideología se erige como una variable dentro del partido que no solo establece su identidad específica, sino que condiciona su funcionamiento ulterior en el plano práctico y discursivo.8 El enfoque organizacional reconoce que las ideologías tienen un papel importante en la etapa de fundación, aunque con el transcurrir del tiempo disminuye su relevancia. Las ideologías transitan de ser “manifiestas” en la etapa de fundación, a “latentes” durante su funcionamiento ulterior.

El elemento clave que debe recuperarse en el estudio de las ideologías partidarias es el papel que cumplen las élites. Los estudios clásicos de los partidos desde el enfoque organizacional enfatizan el papel de las élites como el centro para la comprensión de la dinámica interna de los partidos políticos y cualquier otro tipo de organización política. El estudio de Robert Michels, sobre los partidos afirmaba que, en el caso del régimen democrático, quien dice organización, dice oligarquía.9 Su famosa ley de hierro establece que existen tendencias oligárquicas inmanentes a toda organización humana que persigue el logro de fines definidos. En sintonía con esto, Maurice Duverger, señala que la dirección de un partido tiende a tomar una forma oligárquica, es decir, que con el transcurrir de la existencia del partido, se tiende a formar un núcleo de líderes inaccesible para sus demás miembros: una élite.10 Es precisamente esta élite la que toma las decisiones relevantes en la organización y, por lo tanto, elige cuáles son los intereses y prioridades de la misma.

De acuerdo con esta línea argumentativa, Robert Michels señala que las élites surgen como una necesidad práctica para la toma de decisiones en el seno de la organización. Estas élites sirven como un núcleo de coordinación y dirección general de la organización.11 No obstante, Ángelo Panebianco señala que la capacidad de decisión de la élite, es de hecho, más aparente que real. La llamada élite no es siempre un núcleo fijo o una figura personal unitaria. La élite es siempre una coalición de individuos o grupos que se vuelve hegemónica durante un tiempo determinado. En otras palabras, se trata de una coalición dominante que, a través de negociaciones y acuerdos internos. conduce la vida de la organización.12

La noción de coalición dominante que conduce a la organización partidaria resulta útil para comprender las dinámicas de funcionamiento de la propia ideología. La coalición dominante constituye la red de actores que configuran la forma de la ideología, cualquier modificación en su conformación puede repercutir en la modificación de la forma o énfasis de la ideología. Los cambios en los atributos de los actores que conforman la coalición como resultado de relevos generacionales se manifiestan como cambios y continuidades de elementos conceptuales dentro de la ideología partidaria. Por lo general, las adaptaciones conceptuales tienen como objetivo complementar modificaciones institucionales formales que la coalición previamente ha orquestado para la organización.

La teoría organizacional de los partidos políticos nos permite reconocer que la configuración ideológica depende en gran parte de las motivaciones de la coalición dominante. Es precisamente esta la que establece la ideología del partido desde su fundación y la pone en la arena política a través de los discursos. La ideología partidaria está íntimamente vinculada con la identidad organizacional, la cual le da unidad y coherencia al partido. En otras palabras, de acuerdo con la teoría organizacional la ideología no va más allá de cumplir un papel simbólico de identificación común entre los miembros de un partido. En síntesis, la teoría organizacional tiene un límite explicativo con respecto al funcionamiento de las ideologías dentro de las organizaciones partidarias. Por lo tanto, es indispensable recurrir a una exploración teórica que permita estudiar sistemáticamente las ideologías y observar cómo pueden repercutir sobre el comportamiento.

Para profundizar en la comprensión de cómo la ideología repercute en el comportamiento de los individuos dentro de las organizaciones partidarias es necesario combinar primero los estudios organizacionales con el nuevo institucionalismo normativo en ciencia política. El institucionalismo reivindica el papel de las instituciones (reglas) como las variables explicativas fundamentales del comportamiento de los actores políticos dentro de las organizaciones.13 De acuerdo con este enfoque, los principales actores de los sistemas políticos modernos son las organizaciones formales. Esto quiere decir que el comportamiento político de los individuos pertenecientes a las organizaciones formales está incrustado en una estructura institucional de reglas, normas, expectativas y tradiciones que limitan severamente el libre juego de la voluntad y el cálculo individual. Por lo tanto, las instituciones deben entenderse como factores independientes que ordenan la vida colectiva y en especial la vida política.14

Las instituciones funcionan como limitaciones estructurales creadas por los seres humanos para darle forma a la interacción humana dentro de una sociedad. Las instituciones son concretamente una colección de reglas y prácticas organizadas tanto formales como informales que dan orden a las relaciones sociales.15 Se trata de reglas que distribuyen el poder, creando capacidades para actuar en el individuo, es decir, que determinan quién tiene derecho a tomar decisiones en ciertas áreas, qué acciones están permitidas o prohibidas, qué procedimientos deben seguirse, así como qué información debe facilitarse.16

El vínculo entre la ideología y el comportamiento de los actores se encuentra en la identidad organizacional. El institucionalismo normativo reconoce que para influir en el comportamiento de los miembros de la organización se debe desarrollar una identidad. Esta identidad se manifiesta como una construcción significativa capaz de sintetizar dentro de sí todas las estructuras normativas inherentes a la organización.17 Esta permite que, ante cada nueva situación que se presenta, el actor se adhiera a las prescripciones institucionales que establece su rol social dentro de la organización. Este proceso se da mediante la denominada lógica de apropiación de una identidad organizacional. De acuerdo con James March, en el proceso de toma de decisiones el actor no solo toma en cuenta las consecuencias o expectativas personales, sino también los marcos normativos prescritos por su identidad organizacional.18 Esta noción de funcionamiento de las instituciones dentro de las organizaciones políticas es adaptada al caso de los partidos. En este caso la identidad organizacional es de tipo político, y necesariamente debe ser interiorizada y desarrollada a través de experiencias de acción práctica y discursiva que se dan bajo un referente político-ideológico.

Bajo la perspectiva normativa, las instituciones son activadas por los actores organizacionales a través de una lógica de la apropiación que se despliega en un proceso de tres pasos: 1) En primer lugar, el reconocimiento de la situación, el actor reconoce una nueva situación dentro del ámbito de su competencia organizacional. En el caso del partido son situaciones de competencia político-electoral o de formación política; 2) en segundo lugar, el reconocimiento de la propia identidad, el actor reconoce la organización de pertenencia y los marcos de interpretación para evaluar dicha situación. En el caso del partido se trata de los objetivos, políticas y valores que son distintivos del partido al que está adherido el individuo, y 3) en tercer lugar, el reconocimiento de las reglas, el actor analiza el abanico de reglas de acción que su identidad organizacional le prescribe para enfrentar esa situación; es decir, el abanico de cursos de acción posibles. En el caso del partido se refiere a los comportamientos y discursos típicos que son prescritos por la organización. En síntesis, la lógica de apropiación opera cuando el individuo interioriza una identidad organizacional que implícitamente contiene las reglas de acción para enfrentar determinadas situaciones.19

La efectividad de las instituciones dentro de la organización partidaria depende del grado de interiorización de las normas en el individuo, es decir en el nivel de arraigo en una identidad que interioriza las premisas de decisión elementales para el individuo.20 No obstante, el enfoque normativo no enfatiza el proceso de constitución de la identidad, la cual representa una parte fundamental en el proceso de funcionamiento de las instituciones. Por lo tanto, es pertinente proponer que la dinámica de constitución de la identidad política en los partidos políticos se da mediante la construcción de una ideología que establece la constelación de significados normativos.

Las bases teórico-metodológicas del marco de análisis conceptual para las ideologías partidarias

El presente apartado desarrolla el marco de análisis de las ideologías partidarias estableciendo las bases teórico-metodológicas derivadas de la literatura de análisis conceptual de ideologías de Michael Freeden.21 La perspectiva conceptual postula que las ideologías se manifiestan como redes o entramados conceptuales que establecen un conjunto de significados comunes para un grupo político u organización. Este entramado conceptual común posibilita que la organización ordene y haga coherente el comportamiento de los individuos en sus actividades políticas cotidianas desde el plano de los significados hasta el plano operativo. Esta ideología como configuración conceptual constituye de hecho el fundamento significativo del orden institucional de la organización.22

Dentro del marco de análisis conceptual de las ideologías políticas, la ideología se define como un entramado conceptual que le da orden significativo a la organización para la acción colectiva. La perspectiva de entramado o red conceptual es una herramienta heurística que permite apreciar de manera clara los elementos conceptuales que integran una ideología política. Las ideologías políticas están conformadas por categorías conceptuales que se definen y nutren a través de su asociación constante con otros conceptos sociopolíticos básicos. A partir de esta idea, se puede concebir a las diferentes ideologías partidarias como configuraciones conceptuales distintivas. Y es gracias a estas coordenadas conceptuales comunes brindadas por la ideología que la organización puede definir y desarrollar una identidad política que constriñe institucionalmente el comportamiento de los miembros. Son precisamente estas coordenadas conceptuales las que permiten que la organización pueda operar en las diferentes arenas y tiempos políticos como un actor colectivo con identidad definida y reconocible.

Ahora bien, para analizar el entramado conceptual de una ideología es indispensable proceder al estudio del concepto de forma individual. Immanuel Kant reconoce que no hay experiencia sin conceptos, ni conceptos sin experiencia. Las experiencias empíricas dadas a través de los sentidos y la representación de las mismas se interiorizan bajo la forma de conceptos, los cuáles constituyen todos los elementos de nuestro conocimiento sobre la realidad. Para integrar las experiencias en la propia vida es indispensable construir conceptos, pues estos permiten retener la experiencia incluso cuando estas ya se han desvanecido. Por lo tanto, la única manera de experimentar el mundo es a través de una representación del mismo en la conciencia humana bajo la forma del concepto.23 Por su parte, para Reinhart Koselleck, los conceptos posibilitan que el individuo pueda recordar, pensar y actuar sobre la realidad presente.24 Por lo tanto, la experiencia político-social solo es posible por mediación de los contenidos significativos integrados en los conceptos.25

El concepto es el bloque básico de construcción de la ideología política. El fenómeno ideológico, es un fenómeno construido en el ámbito de los significados, por lo tanto, el concepto es el elemento primario con el cual se puede comenzar a construir una estructura reticular que servirá de base para la ideología. En el ámbito que analizamos, cuando una nueva organización partidaria surge, esta tiende a realizar una apropiación selectiva de los conceptos políticos fundamentales disponibles en el contexto político-social de su espacio y su tiempo. La organización partidaria integra estos conceptos a través de la ideología como su conjunto básico de elementos significativos, los cuales cuentan con un número limitado de combinaciones posibles, puesto que se encuentran constreñidos por un contexto que define aquellas asociaciones conceptuales que son legítimas. Este contexto sociocultural es importante, pues funciona como un constreñimiento institucional que activamente establece cuales son las asociaciones conceptuales normativamente aceptables para los actores de las arenas políticas de una sociedad determinada.26

Para poder analizar la ideología bajo la perspectiva conceptual se debe representar analíticamente como una red de conceptos enlazados de una forma particular. En el caso de los partidos políticos, las coaliciones dominantes constituyen el actor colectivo que orquesta la integración y fijación de los conceptos socio-políticos centrales y periféricos de la red conceptual que constituye la ideología. Esta red conceptual o entramado de la ideología puede cambiar en función del partido, las élites, el espacio o el tiempo. Estas variables pueden alterar la forma de los enlaces del entramado y el contenido significativo que se le atribuye a los conceptos. Por lo tanto, todo estudio de la identidad política debe efectuarse mediante el análisis de su morfología conceptual, esto es, el análisis de la forma específica del entramado conceptual y su trasformación a través del tiempo.27

La principal función de la ideología en tanto entramado conceptual es la de operar como un marco interpretativo de la realidad político social.28 Visto así, la ideología puede ser expresada como un conjunto de nodos conceptuales que enlaza una red de significados que funcionan como marco de interpretación de la organización. Este marco de interpretación de la organización partidaria es indispensable para que los miembros puedan simplificar la interpretación de la totalidad de los fenómenos políticos experimentados y a los cuales se les puede atribuir un juicio de valor. El marco ordena estos fenómenos contingentes en una red de significado con patrones recurrentes. El momento culminante de la ideología como marco interpretativo es cuando se llega a institucionalizar como un patrón de interpretación recursivo para los miembros de la organización.29

El marco de análisis

El marco de análisis de las ideologías partidarias propuesto aquí, está conformado por al menos tres categorías conceptuales: 1) partido; 2) nación, y 3) oposición (Figura 1). Estos tres conceptos constituyen el mínimo de conceptos centrales ineliminables en torno a los cuales se agrupa toda la densidad significativa de una ideología partidaria. Estas categorías conceptuales son de hecho guías metodológicas que permiten ir clasificando la información contenida en los discursos ideológicos para poder comprenderlos de manera coherente e integrada como una red conceptual que se desarrolla a través del tiempo. Tomando como guía estas categorías conceptuales es posible detectar el contenido empírico de una ideología partidaria dada en los diferentes formatos de expresión discursiva de la organización partidaria.

Fuente: elaboración propia con base en Freeden, Ideología. Una brevísima introducción, 72-73; Chantal Mouffe, En torno a lo político (Buenos Aires: FCE, 2007), 18; Teun A. Van Dijk, “Análisis del discurso ideológico”, Versión 6, Estudios de Comunicación Política (1996): 18-19; Carl Schmitt, El concepto de lo político (Ciudad de México: Alianza, 2014 [1932]), 59.

Figura 1 Marco de análisis conceptual de las ideologías partidarias 

Las tres categorías conceptuales propuestas por el marco tienen el propósito de aumentar la capacidad descriptiva para comprender la forma y el contenido de las ideologías partidarias. Este marco de análisis puede ser aplicado a una organización partidaria en distintos momentos o a distintas organizaciones partidarias en un solo momento. Una representación visual como una red conceptual de asociaciones recurrentes entre categorías conceptuales centrales y sus conceptos sociopolíticos periféricos constituye una herramienta útil para identificar rápida y claramente cuál es la forma y contenido de una ideología de manera sincrónica (corte temporal de un caso o comparación de casos) y diacrónica (un caso a través del tiempo). El entramado conceptual que se logrará visualizar constituirá la base interpretativa del partido para cada situación político-social. Otro de los aspectos destacados del mapeo conceptual es, que permite observar cuales son las divergencias conceptuales o puntos irreconciliables entre una ideología y otra. A continuación, se expresa el contenido que se encuentra dentro de cada categoría conceptual del marco de análisis.

El concepto de partido

La categoría conceptual de partido hace referencia directa a la construcción de la identidad del partido en tanto organización. Se trata de la autoimagen que los miembros de la organización construyen sobre sí mismos a través del discurso. En otras palabras, todas aquellas características expresadas como adjetivos que el partido asume como propios. Las asociaciones recurrentes de la categoría de partido tienen una fuerte carga del momento fundacional del partido, adhiriéndose a una postura, movimiento, valores, problemática o personajes coyunturales del momento histórico de surgimiento. Aunque el concepto de partido puede cambiar en cuanto a su forma o contenido a través del tiempo en función de las élites y el contexto, la asociación conceptual originaria tiende a ser latente. Otro aspecto recurrente en la categoría conceptual de partido es la integración de la experiencia acumulada del partido bajo adjetivos positivos como oposición política o como partido en el gobierno.

El concepto de nación

La categoría conceptual de nación constituye el concepto disputable por excelencia en las arenas políticas partidarias. La nación constituye el espacio de acción concreta sobre el que el partido pretende actuar a través de un proyecto político. La nación es un concepto que los partidos construyen para orientar normativamente la acción, ya sea estando dentro o fuera del gobierno. En el curso de su desarrollo el partido tiende a crear una concepción del estado actual de la nación y un futuro deseable para la misma, esto implica que el partido crea un espacio de experiencia y un horizonte de expectativa para la nación.30 Es de esperar que en los contextos democráticos la concepción de nación creada por un partido sea disputada por otros partidos con orientaciones ideológicas divergentes.

El concepto de oposición

El concepto de oposición es la categoría conceptual que contiene a todos los rivales políticos individuales o colectivos del partido. La oposición hace referencia al exterior constitutivo del propio partido. El concepto de oposición es indispensable en una ideología política en tanto que la esencia de lo político es la distinción entre el amigo y adversario. En el contexto democrático, la oposición es el rival que se opone a los valores del propio partido o a la concepción de nación que desarrolla. Aunque la oposición es expresada con mayor énfasis en las etapas de procesos electorales, los partidos siempre entablan una concepción de oposición con la cual tienen una lucha por imponer las definiciones adecuadas de los conceptos socio-políticos clave. El concepto de oposición es ubicuo en todos los discursos ideológicos y concretamente en todas las ideologías partidarias dentro de la democracia.

La aparición de los conceptos centrales ineliminables es recurrente en las expresiones discursivas de los diferentes partidos, puesto que la identidad debe ser construida activamente entre los miembros de la organización. La identidad política solo puede existir en un plano de intercambios discursivos entre los miembros. Los discursos siempre estarán anclados a las coordenadas conceptuales de la identidad política. Es solo gracias a esta base conceptual, que el discurso es capaz de articularse y hacerse comprensibles para los agregados de la organización. En este sentido, los conceptos centrales ineliminables son las unidades básicas de significado a las que se adhieren los conceptos esenciales de la identidad del partido y los conceptos coyunturales del contexto. El discurso es ese medio que permite adaptar este conjunto de conceptos básicos de la identidad partidaria a situaciones concretas.31 En síntesis, la ideología partidaria puede ser expresada como un entramado de conceptos que estructuran y constriñen activamente el comportamiento discursivo de los actores partidarios.

La ideología del Partido Revolucionario Institucional (1929-2018)

En este apartado se analiza la evolución de la ideología política del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a través del marco de análisis conceptual propuesto. El PRI fue el partido hegemónico en México durante gran parte del siglo XX. Desde su fundación en 1929, hasta el año 2000, triunfó en todas las elecciones presidenciales y en prácticamente la totalidad de puestos gubernamentales de elección popular.32 El PRI fue un pilar del régimen político autoritario y eje del sistema electoral no competitivo en México. Nació como partido gobernante y, por ende, su principal objetivo fue conservar el poder, no competir por él.33 En efecto, el PRI fue el instrumento del régimen para asegurar la dominación política, lo cual provocó que su configuración ideológica manifieste una combinación de continuidad sustancial y adaptaciones pragmáticas al contexto.

Partimos del reconocimiento del PRI como un caso con una relevancia fundamental para el sistema político mexicano; sobre todo por su continuidad temporal, la cual es una condición básica para un análisis de la ideología desde un enfoque conceptual. El PRI es un partido que monopolizó el poder político en México durante la mayor parte del siglo XX. Por más de setenta años desde su fundación en 1929 hasta el año 2000, el partido ganó las elecciones presidenciales de manera ininterrumpida y prácticamente la totalidad de los puestos de representación popular. Después de una derrota electoral del 2000 el PRI perdió su hegemonía política, pero continuó siendo un partido electoralmente dominante. El partido continuó en el escenario político por los siguientes dieciocho años, tiempo en el que le tocó ser oposición por doce años y gobierno por seis. La última gestión presidencial del PRI, entre 2012-2018, provocó un desgaste político importante que le hizo perder su posición electoral dominante. No obstante su actual pérdida, el PRI se mantiene como una organización relevante para explicar la configuración específica del sistema político mexicano en el siglo XX y XXI.

El estudio de la ideología del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se justifica, pues los trabajos históricos sobre el partido no la contemplan.34 Lo más cercano al estudio de la identidad política son los estudios sobre la ideología del PRI de Carmen Solórzano35 y Rafael De la Garza36, no obstante, estos trabajos solo se centran en las transformaciones ideológicas más recientes del partido; específicamente el periodo de crisis de la ideología priista durante la etapa neoliberal (1982-2000). Sin embargo, cabe señalar que el trabajo de todos estos autores es fundamental para reconstruir los momentos clave del proceso de construcción de la identidad política del partido.

Aplicando el marco de análisis conceptual de las ideologías partidarias se enuncia que los conceptos centrales ineliminables de la ideología del PRI son los de: 1) Partido; 2) Nación, y 3) Oposición. Los conceptos centrales ineliminables definidos aquí constituyen categoría de análisis para el estudio de la identidad política partidaria en el caso del PRI. Es decir que son conceptos teóricos que nos permiten sintetizar la forma en la que los conceptos empíricos son expresados en las fuentes documentales. Se tratan de categorías conceptuales con un nivel de abstracción capaz de captar las asociaciones nominales multiformes que empíricamente se registran en las fuentes.37

Los resultados presentados en este apartado se construyeron a partir de dos tipos de fuentes documentales. En primer lugar, para la comprensión del contexto de la élite que dirigió el partido en cada periodo se emplean fuentes bibliográficas sobre la historia del PRI. En segundo lugar, para la comprensión del contenido de los conceptos y sus cambios a través del tiempo se emplean tres tipos de fuentes documentales de primera mano producidas por el partido en el periodo 1929-2018. Las fuentes documentales de primera mano son los siguientes: 1) los documentos básicos expedidos por el partido entre 1929 y 2013;38 2) diversos números de la revista oficial de difusión del partido La República entre 1951 y 2015,39 y 3) y los discursos de los líderes nacionales y candidatos del partido realizados entre 1928 y 2018.40 Metodológicamente se procedió conforme al análisis conceptual establecido por el marco de análisis, considerando el contexto, el contenido y el tiempo de los conceptos.

Este apartado muestra de manera sintética la evolución del entramado conceptual de la ideología del PRI conformado por los conceptos constitutivos de: 1) partido; 2) nación, y 3) oposición. Para facilitar la comprensión de la evolución del entramado conceptual de la ideología del PRI se hace una división temporal de cuatro periodos correspondientes a las diferentes etapas donde hubo una élite hegemónica distintiva dentro del partido. Retomamos la división temporal del partido en élites mencionado a lo largo del trabajo de Rogelio Hernández41 y establecemos que el partido ha tenido cuatro élites que han configurado un contenido ideológico del partido en función de sus características socio-políticas y su contexto, se tienen los periodos de: 1) élite posrevolucionaria (1929-1946); 2) élite tradicional (1946-1982); 3) élite neoliberal (1982-2000), y 4) élite regional (2000-2018). La evidencia empírica se presenta a través de una visualización general de los diferentes entramados conceptuales del PRI en cada una de estas etapas a fin de observar los cambios y continuidades en la forma y contenido. Cada apartado comienza con una caracterización general de la élite hegemónica del partido y después una breve síntesis del contenido de cada una de las categorías conceptuales. A continuación, se procede a exponer una caracterización y el contenido significativo de los entramados conceptuales para cada uno de los periodos de las élites del PRI.

El periodo de la élite posrevolucionaria fundacional (1929-1946)

Caracterización del periodo

El periodo de la élite posrevolucionaria fundacional (1929-1946) abarca la etapa de configuración inicial del partido y sus transformaciones más sustanciales. Inicia en 1929 con la creación del partido como Partido Nacional Revolucionario (PNR), de allí se extiende hasta 1938 con su reestructuración como Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y concluye en 1946 con su transición definitiva hacia la denominación de Partido Revolucionario Institucional (PRI). Este periodo está caracterizado por la élite política que construyó material y simbólicamente al partido, además, configuró las instituciones políticas que permitieron su hegemonía en los años venideros.42

Caracterización del contenido conceptual

Durante el periodo fundacional de la élite posrevolucionaria se puede observar el desarrollo de un entramado conceptual que configura los elementos básicos de la ideología del partido (Figura 2). Durante este periodo el concepto de partido fue el que contó con el mayor desarrollo en cuanto a su densidad significativa. La primera y principal asociación conceptual del partido fue con los conceptos de: “revolución”, “nacionalismo”, “institucionalidad”,43 así como “democracia” y “justicia social”.44 Se trata de las coordenadas conceptuales fundamentales del periodo de convulsión revolucionaria y la orientación social que había desarrollado.

En cuanto al concepto de nación ocupado por el propio país de México, se destaca que con la creación del PNR-PRM-PRI como partido de la “revolución” se instauraba un periodo de “vida institucional”45 para el país, es decir, de estabilidad política. Otra caracterización importante que se le atribuía a la nación era un “país subdesarrollado”,46 que tenía “potencial para el desarrollo económico”47 destacando el horizonte de posibilidad de desarrollo del país si el partido de la revolución dirigía el gobierno. Los elementos conceptuales del subdesarrollo son distintivos del periodo de la élite posrevolucionaria y sirvieron de justificación social para la existencia del partido.

Por último, el concepto de oposición durante el periodo de la élite posrevolucionaria fue ocupado por los denominados “conservadores reaccionarios” principalmente representados por los grupos católicos. Durante esta etapa, era normal que el grupo político de los “revolucionarios” en su condición de grupo político hegemónico encapsularan a los opositores políticos “católicos”48 como grupos “conservadores” o “reaccionarios”49 que buscaban detener o hacer retroceder el impulso revolucionario.

Fuente: Elaboración propia con base en fuentes documentales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) del periodo 1929-1945

Figura 2 El entramado conceptual del PRI durante el periodo de la élite posrevolucionaria (1929-1945)50  

El periodo de la élite tradicional (1946-1982)

Caracterización del periodo

El periodo de la élite tradicional (1946-1982) fue la etapa durante la cual el partido tuvo el monopolio del poder presidencial y de prácticamente todos los espacios de poder político nacional. Durante este periodo, la administración pública federal se convirtió en el centro de formación práctica e ideológica de las élites. Este es el periodo de mayor estabilidad nacional y de mayor homogeneidad en cuanto a la composición de la élite. Esta fue una etapa importante donde los miembros sedimentaron completamente los componentes más relevantes de la identidad política priista.51

Caracterización del contenido conceptual

Durante el periodo de la élite tradicional se puede observar el desarrollo del entramado conceptual más denso de todos, donde se asientan las bases de la identidad ideológica del partido para los años subsiguientes (Figura 3). En este periodo el concepto de partido tuvo cambios importantes pues se sintetizó en la noción de “nacionalismo revolucionario”,52 lo cual permitió que el partido se separara de las diferentes posturas del espectro ideológico de izquierda y derecha del momento. En adición a esto, uno de los aportes fundamentales de la élite de este periodo al concepto de partido fueron las que tenían que ver con los adjetivos positivos de desempeño político y gubernamental del PRI, definido como un partido con “fortaleza electoral”, “presencia nacional”,53 “disciplinado”,54 “capacidad de adaptación”55 y “experiencia para gobernar”.56

Fuente: Elaboración propia con base en fuentes documentales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) del periodo 1946-1982.

Figura 3 El entramado conceptual del PRI durante el periodo de la élite tradicional (1945-1982) 

Durante el periodo de la élite tradicional la categoría conceptual de nación tuvo su mayor desarrollo en tres agrupaciones principales: a) se vinculaba el concepto de nación con el de liderazgo, señalando al Presidente como “jefe supremo de la nación” o el “líder de la nación”;57 b) se vinculaba el concepto de nación y el de partido, era común encontrar al PRI como “protector de la nación”,58 “promotor de la estabilidad económica nacional”, “promotor de la justicia social en la nación”59, y c) se vinculaba al país con el concepto de “democracia”,60 sobre todo a partir de las convulsiones estudiantiles de 1968. A partir de este periodo, el concepto de “democracia” se vuelve perdurable y ubicuo en el discurso partidario.

En cuanto al concepto de oposición fue ocupado principalmente por el Partido Acción Nacional (PAN)61 y se le asoció principalmente a tres componentes conceptuales negativos: a) con expresión del “conservadurismo político”62 en el país; b) como un partido “enemigo de la nación”,63 y c) como partido: “elitista”, “defensor de intereses particulares”,64 y “electoralmente débil”.65

El periodo de la élite neoliberal (1982-2000)

Caracterización del periodo

El periodo de la élite neoliberal (1982-2000) fue la etapa durante la cual los gobiernos de extracción priista comenzaron a implementar políticas de corte neoliberal. Durante este periodo la élite política neoliberal formada al interior de la administración pública federal comenzó a prestar mayor atención a los asuntos económicos en detrimento de los políticos y sociales. Este periodo se caracterizó por un abismo entre la teoría y la práctica del partido, pues se promovieron acciones que iban en contrasentido de los ideales tradicionales del partido.66

Caracterización del contenido conceptual

Durante el periodo de la élite neoliberal se puede observar el desarrollo del entramado conceptual con cambios conceptuales sustanciales con respecto a la orientación tradicional del partido (Figura 4). En el periodo neoliberal el concepto de partido sufrió transformaciones radicales como resultado de la nueva orientación que la élite le quiso dar al partido para justificar políticas de liberalización económica en el país. El concepto de partido transitó del tradicional “nacionalismo revolucionario” al nuevo “liberalismo social”67 que buscaba combinar los referentes ideológicos tradicionales con los nuevos componentes del “liberalismo económico” que sustentaban las políticas que el partido estaba implementando en el país.

Fuente: Elaboración propia con base en fuentes documentales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) del periodo 1982-2000.

Figura 4 El entramado conceptual del PRI durante el periodo de la élite neoliberal (1982-2000) 

En este periodo el concepto de nación mantuvo muchos de los elementos de la élite tradicional, pero se adaptó a las nuevas exigencias de políticas neoliberales y crisis política electoral. En este periodo se vinculó el concepto de partido con el de nación, señalando que el PRI era “el promotor de la modernidad nacional”.68 Este tipo de asociaciones es indicativo de que el partido estaba cambiando sus políticas nacionales y por lo tanto sus concepciones sobre su proyecto nacional, transitando de un partido centrado en los resultados con orientación social para la nación en uno promotor de la modernización económica.

En el periodo de la élite neoliberal el concepto de oposición del PRI fue ocupado por dos grupos políticos principales, por un lado, la derecha en el Partido Acción Nacional (PAN) y por otro la izquierda en el Frente Democrático Nacional (FDN) y su posterior transformación en Partido de la Revolución Democrática (PRD). En lo que respecta al PAN se definió como un partido “defensor de intereses particulares” a “defensor de los empresarios”.69 En cuanto al FDN y PRD este fue asociado a ser un partido “estatista”, “clientelar” y “paternalista”.70

El periodo de la élite regional (2000-2018)

Caracterización del periodo

El periodo de la élite regional (2000-2018) fue la etapa durante la cual los cuadros políticos regionales, en especial las figuras de los gobernadores, asumieron la dirección del partido después de la derrota electoral del 2000. Este fue un periodo donde el partido se mantuvo como un actor político dominante en la esfera electoral estatal, pero tuvo que reestructurar su organización y su orientación ideológica.71

Caracterización del contenido conceptual

Durante el periodo de la élite regional se puede observar el desarrollo del entramado conceptual que retoma los elementos tradicionales del partido y los concilia con las tendencias políticas y económicas actuales (Figura 5). El concepto de partido transita de su identificación con “liberalismo social” durante el periodo de la élite neoliberal hasta la actual y definitiva identificación con la “socialdemocracia”72 como ideología oficial. La identificación del PRI con la tradicional ideología política europea de la “socialdemocracia” constituyó la solución del partido para conservar la tradicional orientación social de su política con las nuevas exigencias de políticas económicas liberales.

Fuente: Elaboración propia con base en fuentes documentales del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Figura 5 El entramado conceptual del PRI durante el periodo de la élite regional (2000-2018) 

En lo que respecta al concepto de nación, se retomaron muchos de los elementos del periodo tradicional y cambió otros del periodo neoliberal. En primer lugar, se volvió a asociar a la nación con el concepto de liderazgo, el Presidente fue entronizado como el “transformador institucional de la nación”.73 En segundo lugar, se volvió a asociar el concepto de nación con el de partido, estableciendo que el PRI era un “promotor del desarrollo nacional”;74 esta nueva asociación se adecua más a su nueva ideología socialdemócrata donde se busca reconciliar el desarrollo económico con el desarrollo social.

Por último, el concepto de oposición fue ocupado en la derecha por el PAN como gobierno federal entre 2000 y 2012 y por la izquierda, primero en la figura del PRD, después en el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y finalmente en la figura de Andrés Manuel López Obrador. El PAN fue definido como un partido: “causante del estancamiento económico”,75 “causante de la inseguridad”76 y “antidemocrático”.77 En el contexto de la lucha política el PRI explotó los puntos de fallas gubernamentales del PAN. A mediados del gobierno presidencial, el PRI continuó desarrollando su concepto de oposición, pero ahora fue ocupado por MORENA y su principal figura Andrés Manuel López Obrador, el cual fue definido como “populista” y “autoritario”.78

Conclusión

Lo expuesto muestra que la ideología partidaria puede ser estudiada de manera sistemática a través del marco de análisis conceptual y a partir de él es posible hacer reflexiones sobre su papel como factor institucional sobre el comportamiento práctico y discursivo de sus miembros. El estudio demuestra que las categorías conceptuales de: 1) partido; 2) nación, y 3) oposición son súper componentes capaces de conectar todos los elementos conceptuales de una ideología partidaria como el PRI en el largo plazo. Basados en la teoría del nuevo institucionalismo en Ciencia Política se puede argumentar que dichas categorías conceptuales funcionan de hecho como factores normativos que estructuran el comportamiento discursivo y operativo de los actores dentro de las organizaciones partidarias. Se tratan de factores institucionales que operan en el nivel de abstracción más elevado para la organización, pues hace referencia a regulaciones que operan como premisas de valor que inciden en la toma de decisiones individual.

La representación visual de los entramados ofrecida por el marco y la división temporal por periodos basados en élites políticas distintivas permite observar con detalle los principales cambios y continuidades en las configuraciones conceptuales de la ideología priista. En el caso del PRI los cambios y continuidades clave de una ideología partidaria son atribuidos en gran medida a los actores políticos que conformaban la élite o coalición dominante del partido. La élite conformada concretamente por los sucesivos presidentes, dirigentes, militantes y simpatizantes fue el cuerpo de agentes que se enfrentaron a divergentes contextos sociopolíticos y se dieron a la tarea de interpretar las realidades políticas para los simpatizantes y la militancia del partido. Además de ello, estos actores aportan nuevas concepciones y valores en función de su contexto y atributos, lo que finalmente resultó en una adaptación ideológica para cada nuevo tiempo.

A primera vista, la principal fortaleza del marco es la de herramienta descriptiva de la ideología de una organización político-partidaria. Sin embargo, tal como lo indica Reinhart Koselleck, los conceptos no solo son indicadores de una realidad histórica, sino que también son factor causal de dicha realidad histórica.79 En este sentido, los cambios conceptuales de la ideología del PRI no solo son un reflejo semántico de los cambios en el contexto político-social de la nación, sino que también tienen un carácter performativo. Es importante reflexionar sobre la forma y el alcance en el que los conceptos perdurables configuraron la realidad política nacional que se experimenta hasta nuestros días. Es indudable que la perdurabilidad de las orientación revolucionaria y nacionalista desarrollada por el PRI a lo largo del siglo XX ha imbuido la política nacional de México hasta nuestros días, con sus respetivas reorientaciones hacia la política neoliberal. En lo que respecta a las primeras dos décadas del siglo XXI se ha experimentado un contexto de competencia democrática en el cual otras alternativas políticas han podido reorientar la política nacional de acuerdo a sus propias perspectivas ideológicas.

En síntesis, el marco aporta los elementos teórico-metodológicos para analizar los cambios y continuidades conceptuales en una ideología partidaria a través del tiempo. A partir del análisis conceptual se puede reconocer la potencial influencia de la ideología sobre la organización sobre todo apelando a las continuidades conceptuales. Los conceptos perdurables (cambio lento) asociados a las categorías ineliminables (sin cambio) demuestran que existe una institucionalización de la ideología partidaria en la organización. La evidencia empírica del Partido Revolucionario Institucional (PRI) demuestra que los sucesivos relevos generacionales de las élites fueron acompañados por cambios en algunos elementos conceptuales, pero se caracterizan sobre todo por la permanencia de los componentes conceptuales asociados a su identidad. La continuidad conceptual demuestra que el espacio de experiencia y horizonte de expectativa para la acción discursiva y práctica de los miembros del partido está ceñida a ciertos linderos normativos construidos a través de una acumulación de discursos ideológicos.

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1 Maurice Duverger, Los partidos políticos (Ciudad de México: FCE, 1957), 10-11; Robert Michels, Los partidos políticos. Un estudio sociológico de las tendencias oligárquicas de la democracia moderna (Buenos Aires: Amorrortu, 1969), 18-19.

2 Giovanni Sartori, Partidos y sistemas de partidos. Marco para un análisis (Madrid: Alianza, 2005).

3Cfr. Duverger, Los partidos políticos; Michels, Los partidos políticos; Ángelo Panebianco, Modelos de partido. Organización y poder en los partidos políticos (Madrid: Alianza, 2009).

4 James G. March y Johan P. Olsen, “The New Institutionalism: Organizational Factors in Political Life”, The American Political Science Review 78.3 (1984): 734-749; James G. March y Johan P. Olsen, “Elaborating the ‘New Institutionalism’”. En The Oxford Handbook of Political Institutions, editado por RAW Rhodes, Sarah A. Binder y Bert A. Rockman (Estados Unidos: Oxford University Press, 2006).

5 Michael Freeden, Ideologies and Political Theory. A Conceptual Approach (Nueva York: Oxford University Press, 1996); Michael Freeden, “Ideologies and conceptual history”, Journal of political ideologies 2.1 (1997); Michael Freeden, Ideología. Una brevísima introducción (Santander: Universidad de Cantabria, 2013).

6Cfr. Duverger, Los partidos políticos; Michels, Los partidos políticos; Panebianco, Modelos de partido.

7 Duverger, Los partidos políticos, 10-11.

8 Alan Were, Partidos políticos y sistema de partidos (Madrid: Istmo, 2004), 47-48; Panebianco, Modelos de partido, 304-305.

9 Michels, Los partidos políticos, 56.

10 Duverger, Los partidos políticos, 181.

11 Michels, Los partidos políticos, 79.

12 Panebianco, Modelos de partido, 48-49.

13 March y Olsen, “Elaborating the ‘New Institutionalism’”, 16.

14 March y Olsen, “Elaborating the ‘New Institutionalism’”, 734-736.

15 Douglass North, Instituciones, cambio institucional y desempeño económico (Ciudad de México: FCE, 1990), 13; Guy Peters, El nuevo institucionalismo. La teoría institucional en Ciencia Política (Madrid: Gedisa, 2003), 36.

16 Elinor Ostrom, El gobierno de los bienes comunes. La evolución de las instituciones de acción colectiva (Ciudad de México: FCE, 2000), 94.

17 March y Olsen, “Elaborating the ‘New Institutionalism’”, 2.

18 James G. March, A prime on decision making. How decision happen (Estados Unidos: The Free Press , 1994), 57.

19 March, A prime on decision making, 58-59.

20 March y Olsen, “Elaborating the ‘New Institutionalism’”, 9, 739.

21 Freeden, Ideologies and Political Theory; Freeden, “Ideologies and conceptual history”; Freeden, Ideología. Una brevísima introducción.

22 Sheldon S. Wolin, Política y perspectiva. Continuidad y cambio en el pensamiento político occidental (Buenos Aires: Amorrortu, 1960), 272; Reinhart Koselleck, Futuro pasado. Por una semántica de los tiempos históricos (Madrid: Paidós, 1993), 106.

23 Immanuel Kant, Crítica de la razón pura (Ciudad de México: Porrúa, 1972 [1781]), 67-68.

24 Reinhart Koselleck, “Historia de los conceptos y conceptos de historia”, Ayer. Revista de historia contemporánea 53 (2004): 28.

25 Koselleck, Futuro pasado, 117.

26 Jonathan Leader Maynard, “A map of the field of ideological analysis”, Journal of Political Ideologies 18.3 (2013): 301; Freeden, Ideologies and Political Theory, 2.

27 Freeden, Ideologies and Political Theory, 2.

28 Freeden, Ideologies and Political Theory, 2-3.

29 Freeden, Ideología. Una brevísima introducción, 17-18; Freeden, Ideologies and Political Theory, 55.

30 Reinhart Koselleck, “Introduction and Prefaces to the ‘Geschichtliche Grundbegriffe’”, Contributions to the History of Concepts 6.1 (2011): 31.

31 Terry Eagleton, Ideología. Una introducción (Barcelona: Paidós, 1997), 17; Freeden, “Ideologies and conceptual history”, 4.

32 Luis Javier Garrido, El Partido de la Revolución Institucionalizada (medio siglo de poder en México): La formación del nuevo Estado (1928-1945) (Ciudad de México: Siglo XXI, 1995), 13.

33 Joy Langston, “Breaking out is Hard to Do: Exit, Voice, and Loyalty in Mexico´s One-Party Hegemonic Regime”, Latin American Politics and Society 44.3 (2002): 61; Francisco Reveles Vázquez, Partido Revolucionario Institucional: crisis y refundación (Ciudad de México: Gernika-UNAM, 2003), 11.

34Cfr. Miguel Osorio Marban, El partido de la Revolución Mexicana (Ciudad de México: Salvador Turanzas del Valle, 1970); Rogelio Hernández Rodríguez, Historia mínima del Partido Revolucionario Institucional (Ciudad de México: El Colegio de México, 2016).

35 Carmen Solórzano Marcial, “El régimen y su ideología priista”. En Partido Revolucionario Institucional: crisis y refundación, Francisco Reveles Vázquez (Ciudad de México: Gernika-UNAM, 2003), 291-315.

36 Rafael De la Garza Talavera, “Del nacionalismo al liberalismo: la transformación ideológica del Partido de la Revolución”. En Partido Revolucionario Institucional: crisis y refundación, Francisco Reveles Vázquez (Ciudad de México: Gernika-UNAM, 2003), 317-346.

37 Freeden, Ideologies and Political Theory, 79.

38Los documentos básicos consultados para esta investigación fueron los siguientes: Documentos Básicos del PNR (Ciudad de México: PNR, 1929); Documentos Básicos del PRM (Ciudad de México: PRM, 1938); Documentos Básicos del PRI de 1946 (Ciudad de México: PRI, 1946); Documentos Básicos del PRI de 1950 (Ciudad de México: PRI, 1950; Documentos Básicos del PRI de 1960 (Ciudad de México: PRI, 1960); Documentos Básicos del PRI de 1963 (Ciudad de México: PRI, 1963); Documentos Básicos del PRI de 1971 (Ciudad de México: PRI, 1971; Documentos Básicos del PRI de 1972 (Ciudad de México: PRI, 1972; Documentos Básicos del PRI de 1978 (Ciudad de México: PRI, 1978); Documentos Básicos del PRI de 1984 (Ciudad de México: PRI, 1984); Documentos Básicos del PRI de 1990 (Ciudad de México: PRI, 1990); Documentos Básicos del PRI de 1993 (Ciudad de México: PRI, 1993); Documentos Básicos del PRI de 1996 (Ciudad de México: PRI, 1996); Documentos Básicos del PRI de 2001 (Ciudad de México: PRI, 2001); Documentos Básicos del PRI de 2005 (Ciudad de México: PRI, 2005); Documentos Básicos del PRI de 2013 (Ciudad de México: PRI, 2013).

39Las revistas del partido consultadas para esta investigación fueron las siguientes: 64 números de la revista La República. Órgano Oficial de difusión del Partido Revolucionario Institucional (PRI) entre los años 1951 y 1989; un número de la revista Confluencias XXI. Revista de Pensamiento Político (2009); 27 números de la revista La República. Órgano Oficial de difusión del Partido Revolucionario Institucional entre los años 2013 y 2015.

40Los discursos consultados para esta investigación fueron los siguientes: El discurso durante el 4° informe de gobierno de Plutarco Elías Calles de 1928 y el discurso de Manuel Pérez Treviño durante la Convención Constituyente del PNR en 1929, todos ellos contenidos en: Osorio, El partido de la Revolución Mexicana, 25-54. Diversos discursos de Beatriz Paredes Rangel entre el 2000 y 2011, todos ellos contenidos en: Beatriz Paredes Rangel, Perspectiva. Discursos de Beatriz Paredes como Presidenta del PRI 2007-2011 (Ciudad de México: Porrúa, 2011), 15-169. Diversos discursos de Pedro Joaquín Coldwell, Enrique Peña Nieto, César Camacho Quiroz y Enrique Ochoa Reza entre 2011 y 2017, todos ellos consultados en la página oficial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), disponible en http://pri.org.mx. La selección de los discursos dependió de la disponibilidad y accesibilidad a las fuentes.

41 Hernández, Historia mínima del Partido.

42Cfr. Alan Knight, “The Myth of the Mexican Revolution”, Past & Present 209 (2010): 223-246; Reveles, Partido Revolucionario Institucional, 7-24; Garrido, El Partido de la Revolución, 77-332. Hernández, Historia mínima del Partido, 19-70; Langston, “Breaking out is Hard…”, 61-66.

43Plutarco Elías Calles citado en Osorio, El partido de la Revolución, 26-27; Manuel Pérez Treviño citado en Osorio, El partido de la Revolución, 50.

45Plutarco Elías Calles citado Osorio, El partido de la Revolución, 27.

46Plutarco Elías Calles citado Osorio, El partido de la Revolución, 27.

48 Tania Hernández Vicencio, Tras las huellas de la derecha. El Partido Acción Nacional 1939-2000 (Ciudad de México: Ítaca, 2009), 33.

49Plutarco Elías Calles citado en Osorio, El partido de la Revolución, 25.

50En las figuras para el caso concreto de la ideología del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se presentan tres tipos de conceptos en función de los atributos de perdurabilidad temporal: 1) Los nodos en forma de círculos hacen referencia a las categorías conceptuales centrales que el marco prescribe están presentes temporal y espacialmente en los todos los discursos ideológico-partidarios (sin cambio); 2) Los nodos en forma cuadros hacen referencia a conceptos de asociación constante o latente con los conceptos centrales, los cuales le dan identidad al partido y que son perdurables durante todo el periodo e incluso hasta la actualidad (cambio lento);3) Los nodos en forma de triángulos hacen referencia a los conceptos coyunturales o de asociación temporal que hacen referencia a respuestas del partido al contexto socio-político específico y que son perdurables por el año de aparición o un lapso que no supera el periodo temporal aludido (cambio rápido). Además, dentro de cada nodo se indica el año en el que comienza a mencionarse el concepto en las fuentes documentales, aunque su perdurabilidad es variable como se ha indicado.

51 Reveles, Partido Revolucionario Institucional, 7-26; Hernández, Historia mínima del Partido, 77-148; Langston, “Breaking out is Hard…”, 61-66.

52 Manuel M. Moreno, “Los objetivos del PRI”, La República 58 y 59 (agosto 1951): s/p; Alfonso Martínez Domínguez, “Doctrina Política”, La República 313 (agosto 1969): 30; Jesús Reyes Heroles, “Con la Revolución Mexicana y la Constitución de 1917: Arriba y Adelante”, La República 339 (noviembre 1972): 6.

53 Editorial, “Datos y Conferencias de la Tercera Asamblea Nacional”, La República 219 (abril 1960): 16-17; Paredes, Perspectiva, 54; César Camacho Quiroz, “Memoria y conciencia a lo largo de 85 años: el PRI al servicio de la Patria”, La República (enero 2015): 14.

54 Alfonso Corona Del Rosal, “Teoría y práctica del PRI”, La República 219 (abril de 1960): 7; Paredes, Perspectiva, 19.

55 Leopoldo Zea, “Hacia la reconstrucción política”, La República 219 (abril de 1960): 12; Gustavo Baz, “Los mejores propósitos de renovación creativa deben resistir la prueba de fuego de la práctica”, La República 336 (agosto de 1972): 22; Marco Antonio Velásquez Valencia, “Es oficial, el PRI es el gran partido político de México”, La República (octubre de 2014): 4.

56 Carlos Sansores Pérez, “Somos un partido que da pasos firmes al encuentro del porvenir”, La República 390 (marzo de 1977): 16; Horacio Labastida Muñoz, “Ante los ataques de los oportunistas el PRI fija una vez más su firme posición de partido de vanguardia”, La República 399 (mayo de 1979): 19; Editorial. “Opinión del PRI, partido de las clases trabajadoras”, La República 422 (abril-mayo de 1981): 44; Paredes, Perspectiva, 76.

57Cabe destacar que para el caso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) el concepto de liderazgo depositado en la figura presidencial constituyó un elemento central de su ideología durante el período hegemónico. Sin embargo, con la pérdida del poder en el 2000 el concepto de liderazgo sufrió un vaciamiento al no existir más la figura presidencial como referente. Por lo tanto, el concepto de liderazgo -un elemento conceptual desarrollado bajo las particularidades contextuales del PRI- es descartado del marco de análisis y recuperado en las asociaciones con el concepto de nación.

58 Francisco Arellano Belloc, “La Revolución en el pensamiento de Adolfo Ruiz Cortines”, La República 66 (noviembre de 1951): s/p.

59 Rodolfo Sánchez Toboa, “Con Ruiz Cortines la Revolución seguirá adelante”, La República 69 (enero de 1952): 19; Adolfo López Mateos, “Mensaje Político a la Nación”, La República 224 (septiembre de 1960): 1-2; Editorial, “Mensaje”, La República 268 (febrero de 1964): 1.

60 Editorial, “1952: Plenitud Revolucionaria”, La República 61 (enero de 1952): 4; Alfonso Corona Del Rosal, “Nuestra postura democrática”, La República 212 (septiembre de 1959): 26; Alfonso Martínez Domínguez, “Doctrina Política”, La República 313 (agosto de 1969): 30; Enrique Gonzales Pedrero, “Un voto por el PRI es un voto por el cambio social”, La República 338 (octubre de 1972): 39; Modesto Seara Vázquez, “El PRI a los 60 años: un balance que no es testamento”, La República 500 (marzo de 1989): 24-25; César Camacho Quiroz, “Ganamos sin derrotar a nadie”, La República (agosto de 2013): 3; Aunque el concepto de democracia se menciona desde la fundación del partido en 1929, es particularmente interesante su transformación desde 1952 hasta 2018. Se puede observar una transformación de la democracia desde un concepto plenamente procedimental hacia un concepto holístico como sistema de vida. En el caso del PRI la evolución de la democracia como sistema de vida en el discurso está constantemente vinculado al de revolución y su política social derivada, sin embargo, con el transcurrir del tiempo se vuelve el recipiente de toda la densidad significativa de la revolución. Después de las convulsiones de los años sesenta y setenta el discurso del PRI comienza a integrar valorativamente el pluralismo político y las libertades políticas a su densidad significativa, reconocimiento con ello a los movimientos de oposición. Finalmente, el PRI ha adoptado una noción normativa de democracia como sistema de vida que prescribe ciertas exigencias políticas, económicas y sociales para el partido en su práctica discursiva y operativa desarrollada en los ámbitos electoral y gubernamental.

61Cabe mencionar que aquí nos centramos en el Partido Acción Nacional (PAN) como principal depositario de la oposición en el partido, sin embargo, existieron otros partidos en el espectro político que con el trascurrir del tiempo adoptaron una posición de oposición. Estos son los casos del Partido Demócrata Mexicano (PDM) (1975-1997), el Partido Popular Socialista (PPS) (1948-1997), el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) (1954-2000) y el Partido Comunista Mexicano (PCM) (1919-1981), entre otros, cfr. Elisa Servín, La oposición política: otra cara del siglo XX mexicano (Ciudad de México: CIDE-FCE, 2006); José Woldenberg, Historia mínima de la transición democrática en México (Ciudad de México: El Colegio de México, 2012).

62 Jesús Romero Flores, “La organización en la paz”, La República 63 (octubre de 1951): 17; José Vasconcelos, “Opto por Ruiz Cortines”, La República 84 (junio de 1952): 10-11.

63 Romero, “La organización en la paz”, 17.

64 Editorial, “Al PAN no le interesan las elecciones”, La República 223 (agosto de 1960): 8; Editorial, “Mensaje”, La República 234 (julio de 1961): 1.

65 Editorial, “Al PAN no le interesan las elecciones”, 8. Jesús Reyes Heroles, “La fuerza de la política para transformar a México”, La República 346 (junio de 1973): 11-12.

66 Solórzano, “El régimen y su ideología priista”, 291-315; De la Garza, “Del nacionalismo al liberalismo…”, 317-346; Reveles, Partido Revolucionario Institucional, 26-33; Hernández, Historia mínima del Partido, 149-238; Langston, “Breaking out is Hard…”, 74-83.

67 Knight, “The Myth of the Mexican…”, 264-267; Hernández, Historia mínima del Partido, 211-212.

68 Editorial, “LIII aniversario de la fundación del PRI”, La República 430 (febrero de 1982): 2-3; Pedro Joaquín Coldwell, “Mensaje de toma de posesión como presidente del CEN del PRI”, 8 de diciembre de 2011, disponible en http://pri.org.mx/juntoshacemosmas/saladeprensa/nota.aspx?y=4677 (fecha de acceso: 24 de diciembre de 2015).

69 Hernández Vicencio, Tras las huellas de la derecha, 155.

70 Hernández, Historia mínima del Partido, 180.

71 Hernández, Historia mínima del Partido, 239-279.

72 Enrique Peña Nieto, “El PRI y la socialdemocracia”, Confluencias XXI. Revista de Pensamiento Político (PRI) 4 (enero-marzo de 2009): 29-34; Pedro Joaquín Coldwell, “Camino hacia el futuro”, Confluencias XXI. Revista de Pensamiento Político (PRI) 4 (enero-marzo de 2009): 80; Documentos Básicos del PRI de 2013, 11.

73 Enrique Peña Nieto, “El PRI, el gran partido político de México”, La República (marzo de 2014): 11.

74 Coldwell, “Mensaje de toma de posesión…”.

75 Paredes, Perspectiva, 116-117.

76 Paredes, Perspectiva, 84-85.

77 Paredes, Perspectiva, 156.

78 Enrique Peña Nieto, “Tiempo de unidad y consolidación de reformas”, La República (2015): 4-5; Enrique Ochoa Reza, “Mensaje durante la XLI Sesión Extraordinaria del Consejo Político Nacional”, 20 de octubre de 2017, disponible en http://pri.org.mx/SomosPRI/SaladePrensa/Nota.aspx?y=26419 (fecha de acceso: 1 de noviembre de 2017).

79 Koselleck, “Introduction and Prefaces…”, 8.

Recibido: 12 de Enero de 2022; Aprobado: 26 de Abril de 2022

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