La vegetación en una región es el resultado de la acción conjunta de diversos factores ambientales sobre las plantas que ahí prosperan (Barbour et al. 1999, Rüdiger et al. 2001, Arévalo et al. 2012), particularmente climáticos, como la humedad y temperatura, además del relieve y de las condiciones edáficas, así como la influencia humana (Rzedowski 1978, González-Elizondo et al. 1993, González-Medrano 2003).
El estado de Coahuila se localiza en el noreste de México y de acuerdo con Ferrusquía-Villafranca (1990), es parte de cuatro provincias morfotectónicas, lo cual propicia la presencia de amplias regiones desérticas, además de sistemas montañosos aislados que determinan la presencia de comunidades como bosque de pino, bosque de encino y bosque de oyamel, en las regiones con climas templado (Villarreal-Q & Valdés-R 1992-93), mientras que en las zonas áridas y semiáridas, de la mayor parte de la entidad, son comunes las comunidades de matorral xerófilo y pastizal, propias de climas secos (Marroquín et al. 1981). Muller (1947) desarrolló para Coahuila la primera descripción de la vegetación y su relación con el clima, posteriormente Henrickson & Johnston (1986) describen la vegetación del Desierto Chihuahuense, ecorregión que incluye gran parte del estado de Coahuila. Más reciente Villarreal-Q & Valdés-R (1992-93) ofrecen una visión general de los tipos de vegetación de Coahuila, con base a Muller (1947), Rzedowski (1965), Arce-González & Marroquín (1985) y Henrickson & Johnston (1986). En Coahuila, algunas regiones montañosas poseen inventarios florísticos y descripción de la vegetación como la Sierra de La Paila (Villarreal-Q 1994), la Sierra de Parras (Rodríguez-Gámez et al. 1994), la Sierra de Jimulco (Alba-Ávila 2011), la Sierra del Carmen (Muldavin et al. 2014), además del Bolsón de Cuatro Ciénegas, que incluye la Sierra de La Madera (Pinkava 1984). En la Sierra de Zapalinamé, el estudio de la vegetación inició con los estudios de Arce-González (1980) y Arce-González & Marroquín (1985), quienes describen 11 asociaciones vegetales. Esta información fue utilizada como base en la elaboración del plan de manejo para el uso múltiple del cañón de San Lorenzo (Carrera-López et al. 1981) y, posteriormente, para el plan de manejo de la zona sujeta a conservación ecológica Sierra de Zapalinamé (UAAAN 1998).
La Sierra de Zapalinamé es un Área Natural Protegida decretada en 1996 por el gobierno de Coahuila (Periódico Oficial 1996), que se localiza al norte de la Sierra Madre Oriental y es una estribación de la Gran Sierra Plegada, en la zona de transición entre las provincias florísticas de la Sierra Madre Oriental y la Altiplanicie (UAAAN 1998). Alberga una riqueza florística estimada en 921 especies, integradas en 110 familias y 475 géneros (Encina-Domínguez et al. 2016), lo cual representa el 28.71 % de los 3,207 taxa reportados por Villarreal-Quintanilla (2001) para el estado de Coahuila. El conocimiento de las comunidades vegetales, su distribución y el estado de conservación, son parte importante para el manejo de un Área Natural Protegida. Por lo anterior, se plantea el presente estudio, con el propósito de obtener la cobertura de vegetación actualizada y el uso del suelo de la Sierra de Zapalinamé y además determinar los agentes de cambio en los últimos 20 años (1998-2017).
Materiales y métodos
Área de estudio. La Sierra de Zapalinamé se encuentra aledaña de la ciudad de Saltillo, al sureste del estado de Coahuila dentro de los municipios de Saltillo y Arteaga, se ubica entre las coordenadas 25º 15' 00" - 25º 25' 58.35" N y 100º 47' 14.5" - 101º 05' 3.8" O (Figura 1). Al norte y al este, colinda con la carretera 57 (México-Piedras Negras), al Oeste, con la carretera 54 (Saltillo-Zacatecas) y al sur está limitada por la coordenada de latitud 25º 15' 00" N. La región pertenece a la subprovincia fisiográfica de la Gran Sierra Plegada; el macizo incluye valles, planicies y montañas. La orientación de los pliegues transversales es de este a oeste, las altitudes van desde 1,590 m en el pie de monte, hasta 2,200 m en los valles intermontanos, alcanzando su mayor elevación en el cerro El Penitente, a 3,140 m (UAAAN 1998). La zona serrana se compone de cañones, con pendientes abruptas y topografía accidentada. Las rocas que afloran en el área son de tipo sedimentarias marinas del Jurásico y Cretácico; las rocas calizas cubren el 43 % del área, mientras que las areniscas y los conglomerados solamente el 17 % (SPP 1983). Los suelos aluviales ocupan casi el 30 % del área. Los suelos de tipo litosol cubren el 49 % y los de tipo rendzina el 29 %. En menor proporción se localizan los xerosoles cálcico y feozem calcárico. El clima predominante en la región es de tipo BSkw, en las partes altas el clima es de tipo C(w0). La temperatura media anual es de 16.9 ºC mientras que la precipitación media anual es de 498 mm, las lluvias son de tipo convectivo, coincidiendo con los meses calientes del año (UAAAN 1998).
La cubierta vegetal de las áreas con exposición sur está representada por matorrales de tipo rosetófilo y micrófilo, mientras que, en las partes altas entre 2,600 a 3,000 m de altitud, está integrada por bosque de pino y oyamel (Ramírez-Martínez 1998), en los cañones se localizan los bosques de encino y en las laderas bajas de exposición norte y oeste se presenta el matorral denso inerme parvifolio de rosáceas (Marroquín 1976b, Arce-González & Marroquín 1985).
Trabajo de campo y de gabinete. Para la elaboración del mapa de vegetación y uso del suelo escala 1:150,000, se utilizaron imágenes de satélite del año 2016 ubicadas en la zona 14R. La interpretación de tales imágenes se realizó con técnicas de análisis visual en el programa Google Earth Pro, a partir del cual se identificaron y delimitaron cada una de las comunidades vegetales previamente definidas. Posteriormente se aplicaron herramientas SIG (Sistema de Información Geográfica) para la edición final del mapa y obtener la superficie total de las comunidades vegetales. La información geográfica fue generada con el software Arc Map 10.1 (ESRI 2011) y almacenada en formato shape. Para detallar el mapa de vegetación y uso del suelo se realizaron 36 recorridos de campo, a través del macizo montañoso, para ubicar sitios de verificación.
En cada sitio se registraron las coordenadas geográficas, altitud, exposición, posición topográfica y el agente causante de perturbación, además se listaron las especies más abundantes en los estratos que se reconocieron en campo, los cuales fueron arbóreo, arbustivo y herbáceo de acuerdo al siguiente criterio, el cual fue adaptado y modificado de Moreno (1984): i) árbol (planta perenne, con un tallo lignificado, el cual se ramifica por arriba de la base, por lo general de más de 3 m de altura), ii) arbusto (planta perenne con varios tallos lignificados, ramificados desde la base, por lo general de menos de 3 m de alto, dentro de este se incluye a las especies de Cactaceae y Asparagaceae), iii) hierba (planta anual o perenne, con tallos herbáceos y no lignificados). Se realizaron colectas botánicas y los ejemplares fueron depositados en los herbarios ANSM y MEXU. El listado florístico del área de estudio y los números de colecta son citados por Encina-Domínguez et al. (2016). Para el reconocimiento de la vegetación se aplicó un criterio fisonómico de las formas de vida dominantes (Miranda & Hernández-X 1963, Rzedowski 1978, González-Medrano 2003).
Para definir las comunidades vegetales se aplicaron los tipos de vegetación propuestos por Henrickson & Johnston (1986), Muller (1947), Villarreal-Q & Valdés-R (1992-93) y Arce-González & Marroquín (1985), quienes estudiaron la vegetación del Desierto Chihuahuense, del estado de Coahuila y de la Sierra de Zapalinamé, respectivamente. Además, se consideró a Rzedowski (1965), en el estudio de la vegetación del estado de San Luis Potosí, a partir del cual se adoptaron los conceptos de matorral desértico micrófilo, matorral desértico rosetófilo y zacatal. En la Tabla 1 se muestran las equivalencias entre las comunidades vegetales consideradas en el presente estudio, con respecto a las que definen Miranda & Hernández-X (1963), Rzedowski (1978) y Arce-González & Marroquín (1985). En el inicio de la descripción de cada comunidad se indica, entre paréntesis, el tipo de vegetación equivalente considerando la clasificación de Rzedowski (1978). Se realizó un ejercicio comparativo de la superficie obtenida en el presente estudio para la mayoría de las comunidades vegetales con las reportadas por UAAAN (1998).
Este trabajo | Miranda & Hernández-X (1963)México | Rzedowski (1978)México |
Arce-González & Marroquín
(1985) Sierra de Zapalinamé |
---|---|---|---|
Bosque de encino | Encinares | Bosque de Quercus | Bosque de encinos |
Bosque de oyamel | Bosque de abetos u oyameles | Bosque de coníferas | Bosque de Pseudotsuga-Cupressus-Abies |
Bosque de pino | Pinares | Bosque de coníferas | Bosque de pinos |
Bosque de pino piñonero | Pinares | Bosque de coníferas | Bosque de pino piñonero |
Chaparral montano | Chaparrales | Matorral xerófilo | Matorral denso inerme parvifolio de rosáceas, Matorral de encinos arbustivos |
Matorral de arroyos | Matorral inerme parvifolio | Vegetación acuática y subacuática | ---- |
Matorral desértico micrófilo | Matorral inerme parvifolio | Matorral xerófilo | ---- |
Matorral desértico rosetófilo | Matorral crasi-rosulifolios espinosos | Matorral xerófilo | Matorral desértico rosetófilo |
Matorral de táscate | Chaparrales | Bosque o matorral de Juniperus | ---- |
Vegetación riparia | Tulares, carrizales | Vegetación acuática y subacuática | ---- |
Zacatal | Pastizales | Pastizal | Zacatal con leñosas arbustivas |
Resultados
Descripción de las comunidades vegetales. Se describen las comunidades vegetales de la Sierra de Zapaliname, indicando su distribución en el gradiente altitudinal y las especies dominantes, las cuales son listadas en orden alfabético; para algunas se menciona el agente de disturbio observado en campo. En el Apéndice 1 se listan las especies mas relevantes de las comunidades vegetales y las 10 especies catalogadas en estatus de conservación, dentro de las cuales destaca la familia Cactaceae; 14 especies son consideradas como raras debido a su baja frecuencia y nueve son endémicas para la zona de estudio y áreas adyacentes. En la Figura 2 se muestran imágenes de algunas comunidades vegetales presentes en la Sierra de Zapalinamé.
1. Matorral desértico micrófilo.- (Matorral xerófilo). Se distribuye a una altitud de 1,900 a 2,000 m, se localiza al lado noroeste de la zona de estudio, en valles al sur del macizo montañoso, así como en las partes bajas de abanicos aluviales con suelos profundos. Comunidad fragmentada por el establecimiento de bancos de materiales y asentamientos humanos los que han disminuido su superficie. Está integrado por especies arbustivas con alturas de 0.4 a 1.5 m, así como individuos subarbóreos aislados de 3 m. Son representativos de este matorral arbustos inermes como Flourensia cernua DC. y Larrea tridentata (DC.) Coville y algunos arbustos espinosos esparcidos como Cylindropuntia imbricata (Haw.) F.M. Knuth. El estrato herbáceo está dominado por hierbas anuales, en áreas con mayor presión ganadera debido al apacentamiento dominan especies de zacates.
2. Matorral desértico rosetófilo.- (Matorral xerófilo). Se establece en las áreas más secas del macizo montañoso, como son laderas pedregosas con exposición sur y sureste, en altitudes de 2,000 a 2,500 m, con mayor radiación solar, sobre suelos someros. Presenta evidencias de perturbación debido al pastoreo del ganado caprino. El matorral está dominado por arbustos con hojas formando una roseta, además de plantas espinosas y otras con tallos crasos, que forman un matorral denso de 0.3 a 1.30 m de alto. Las especies más frecuentes son Agave asperrima Jacobi, A. lecheguilla Torr. y Dasylirion cedrosanum Trel., pero también son comunes varias especies de cactáceas. En el lado sur de la sierra, en laderas con exposición sur, es frecuente que se presenten individuos aislados de Pinus pinceana Gordon. En lomeríos al lado sur de la sierra se presenta Bursera fagaroides (Kunth) Engl., que es una especie rara para el área. Por el contrario, son comunes especies rupícolas de helechos y selaginelas. En el estrato herbáceo abundan las gramíneas amacolladas, además de otras hierbas perennes.
3. Matorral de arroyos.- (Vegetación acuática y subacuática). En los márgenes y en el lecho de corrientes intermitentes, con suelos pedregosos, en altitudes de 1,600 a 2,100 m, se presenta un matorral dominado por arbustos y algunos individuos arbóreos. Las especies arbustivas poseen alturas de 1.5 a 2 m, las más comunes son Baccharis salicifolia (Ruiz & Pav.) Pers. y Brickellia laciniata A. Gray. En arroyos con mayor humedad y suelos profundos se presentan Buddleja cordata Kunth y Rhus microphylla Engelm. Las especies arbóreas presentan una altura de 3 a 5 m, mientras que en el estrato herbáceo se encuentra alta riqueza de especies perennes, donde es frecuente Hunnemannia fumariifolia Sweet, además de malezas ruderales. En ocasiones se encuentran especies trepadoras leñosas sobre las rocas como Parthenocissus quinquefolia (L.) Planch.
4. Matorral de táscate.- (Bosque o matorral de Juniperus). Esta comunidad se distribuye aledaña al límite inferior de distribución del bosque de pino piñonero y se presenta a manera de ecotono con el zacatal y en ocasiones con el chaparral montano. Se localiza en laderas bajas, en suelos calcáreos poco profundos. Esta dominada por especies arbustivas del género Juniperus spp. Al suroeste de la serranía, a 2,070 m de altitud, se presenta una asociación dominada por Juniperus saltillensis M.T. Hall. Cerca del cerro de los Elotes (al noreste del ejido Sierra Hermosa), en altitudes de 2,000 a 2,100 m, se presentan Juniperus coahuilensis (Martínez) Gaussen ex R.P. Adams y J. saltillensis. En la localidad del Camino del Cuatro, (aledaña a la ciudad de Saltillo), a una altitud de 1,970 m, se presenta un bosque bajo de Juniperus flaccida Schltdl., el cual tiene una escasa superficie y se asocia con arbustos del chaparral montano como Malacomeles denticulata (Kunth) G.N. Jones y Purshia plicata (D. Don) Henrickson. El estrato herbáceo está dominado por especies de zacates como Aristida curvifolia E. Fourn., además de Thymophylla setifolia Lag.
5. Chaparral montano.- (Matorral xerófilo). Comunidad que se localiza en altitudes de 1,800 a 2,800 m, entre el matorral rosetófilo y los bosques de encino y pino, en laderas con exposición norte y noroeste, en suelos calcáreos y poco profundos. Su presencia es favorecida por los incendios que ocurren en las comunidades boscosas. Está integrado por especies inermes, con hojas perennifolias y coriáceas que tienen una elevada cobertura de copa, de hasta 2 m de alto. Debido a que es la comunidad con mayor distribución en el macizo montañoso, es también la que presenta un mayor número de asociaciones. El matorral dominado por especies de Rosaceae es el que cuenta con mayor superficie, y las más frecuentes son Cercocarpus fothergilloides Kunth, Malacomeles denticulata y Purshia plicata. Crecen algunas especies de árboles aislados, con altura de 3 a 5 m, el mas frecuente es Juniperus flaccida. Una variante de este matorral está dominada por encinos arbustivos rizomatosos. Las especies más comunes son Quercus intricata Trel. y Q. microphylla Née que se presenta en las laderas medias y altas con exposición sur y norte. En la cima de la sierra de Las Nieves (al noreste del Ejido El Diamante), a una altitud media de 2,750 m, se encuentra un matorral de Quercus intricata, con árboles bajos y aislados de Pinus remota (Little) D.K. Bailey & Hawksw. Como parte de la comunidad es frecuente encontrar arbustos propios del matorral desértico rosetófilo. En el estrato herbáceo se encuentra Dichromanthus cinnabarinus (La Llave & Lex.) Garay, además de zacates como Muhlenbergia rigida (Kunth) Kunth.
6. Bosque de encino.- (Bosque de Quercus). La distribución de este bosque se limita a las laderas y cañones con mayor humedad, donde el clima es templado subhúmedo, en altitudes entre 2,000 y 2,600 m, en suelos profundos, con abundante hojarasca. Vegetación afectada por los incendios forestales que ocasionan la disminución de su superficie. La comunidad se compone de árboles de 6 a 10 m. En el cañón de San Lorenzo (ubicado al noroeste del Ejido Sierra Hermosa), dominan Quercus greggii Trel. y Q. mexicana Bonpl., mientras que, en cañones expuestos en la ladera noroeste de la sierra, cerca de Lomas de Lourdes y el Camino del Cuatro (en áreas aledañas y al lado sureste de la ciudad de Saltillo), existen comunidades de Quercus saltillensis Trel. - Q. laeta Liebm., con frecuencia se asocian con arboles aislados de Arbutus xalapensis Kunth y Prunus serotina Ehrh. A una altitud de 2,700 m, en el Cañón de San Lorenzo, se encuentra un bosque de Quercus sideroxyla Bonpl. asociado a Pinus greggii Engelm. ex Parl. El estrato arbustivo alcanza una altura de 1.5 m dominado por Ageratina saltillensis (B.L. Rob.) R.M. King & H. Rob. El estrato herbáceo incluye una alta riqueza de hierbas perennes como gramíneas, helechos y orquídeas.
7. Bosque de pino.- (Bosque de coníferas). Se presenta en altitudes mayores a 2,600 m, en clima templado y semihúmedo, en laderas altas expuestas hacia el norte y noroeste, donde existe mayor humedad y temperaturas bajas. Su área de distribución ha disminuido debido a incendios forestales. En las partes altas entre los 2,600 y 2,830 m de altitud, las especies dominantes son Pinus arizonica Engelm. var. stormiae Martínez y P. greggii Engelm. ex Parl. Está dominado por especies arbóreas con alturas de 5 a 15 m. Con frecuencia incluye arbustos como Arbutus xalapensis. El estrato herbáceo está integrado por varias especies de las familias Asteraceae y Poaceae, además de algunos helechos como Asplenium resiliens Kunze y Myriopteris alabamensis (Buckley) Grusz & Windham. En la cima del cerro El Penitente, a 3,100 m de altitud, se presenta un bosque dominado por Pinus hartwegii Lindl., el cual ocupa una porción reducida. El estrato arbustivo está integrado por arbustos aislados de Quercus greggii, mientras que en el estrato herbáceo domina Muhlenbergia macroura Hitchc.
8. Bosque de pino piñonero.- (Bosque de coníferas). Esta comunidad se distribuye en altitudes de 2,150 a 2,650 m, en valles intermontanos con suelos profundos y laderas bajas con poca pendiente. Comunidad fragmentada por el establecimiento de fraccionamientos campestres. El bosque con mayor abundancia está dominado por Pinus cembroides Zucc., que presenta diámetro medio de 25 cm y altura de 8 m y en lugares con mayor altitud se presentan árboles aislados de P. arizonica var. stormiae, en las ramas de los arboles es frecuente encontrar plantas epífitas. En laderas medias con exposición norte y noroeste el bosque presenta un dosel abierto y se asocia con el chaparral montano, en laderas mas secas con exposición sur se infiltan especies de afinidad xérica, comunes en el matorral desértico rosetófilo. El estrato arbustivo está integrado por individuos aislados de Juniperus deppeana Steud., además de Agave gentryi B. Ullrich. En áreas cercanas al ejido Cuauhtémoc, el estrato arbustivo está dominado por Prunus cercocarpifolia Villarreal. El estrato herbáceo está dominado por Piptochaetium fimbriatum (Kunth) Hitchc. En áreas con disturbio es común Asphodelus fistulosus L. y Gymnosperma glutinosum Less. En laderas de exposición sur, en el cerro de los Elotes (al noreste del Ejido Sierra Hermosa) y al sur de la sierra en el ejido El Recreo, se presenta un bosque, por lo general con dosel abierto, en el que predomina Pinus pinceana Gordon.
9. Bosque de oyamel.- (Bosque de coníferas). Comunidad confinada a laderas altas y en la cima del cerro El Penitente (al norte del ejido Sierra Hermosa) y en La Alameda (al este del ejido Sierra Hermosa), en laderas de exposición noroeste, con altitudes de 2,700 a 3,000 m donde existe mayor humedad, protección del viento y de la radiación solar. Su área de distribución ha disminuido debido a la ocurrencia de incendios forestales. Los bosques se localizan en suelos poco profundos y con hojarasca abundante, con un estrato arbóreo de 15 a 20 m, integrado por Abies vejarii Martínez y Pseudotsuga menziesii (Mirb.) Franco, especies que tienen troncos con diámetro medio de 20 cm. El estrato arbóreo inferior, de 4 a 6 m de altura, está formado por especies de latifoliadas. Los arbustos tienen altura menor a 1.5 m y crecen aislados, son frecuentes especies con hojas esclerófilas, mientras que en el estrato herbáceo dominan especies perennes de helechos y zacates. Son comunes varias especies de plantas consideradas como raras para el area de estudio.
10. Zacatal.- (Pastizal). Comunidad presente en altitudes entre 1,850 y 2,350 m, ocupa áreas pequeñas entre bosques de pino piñonero, matorral micrófilo y áreas agrícolas. El zacatal se distribuye en los valles intermontanos con suelos aluviales, profundos y arcillosos. El zacatal se distribuye en los valles al sur y sureste del cerro de Los Elotes, además de áreas cercanas al ejido El Recreo y Jaguey de Ferniza al sur del macizo montañoso. Esta vegetación ha sido fragmentada por el aumento de la frontera agrícola. Las especies dominantes tienen alturas de 10 a 50 cm y las más comunes son Bouteloua dactyloides (Nutt.) Columbus, B. gracilis (Kunth) Lag. ex Griffiths y B. uniflora Vasey además de Aristida havardii Vasey con arbustos y arboles bajos aislados inermes y espinosos. La riqueza de especies herbáceas se incrementa en la estación lluviosa, donde son predominantes las familias Asteraceae y Fabaceae. Son frecuentes algunas malezas como Asphodelus fistulosus, así como arbustos aislados de Buddleja scordioides Kunth y Prosopis glandulosa Torr.
11. Vegetación riparia.- (Vegetación acuática y subacuática). En la sierra los cuerpos de agua permanentes que ocupan la mayor superficie se presentan en las localidades de Los Chorros, al norte del macizo montañoso, en altitudes de 1,800 a 1,900 m, y en el Cañón de San Lorenzo, de 2,200 a 2,300 m. Vegetación dominada por especies exóticas invasoras y debido al desecamiento de manantiales, su presencia es cada vez menor. En la primera localidad domina Arundo donax L., acompañado por árboles aislados de Salix nigra Marshall. El estrato herbáceo está integrado por Equisetum hyemale L. además de varias especies de malezas ruderales y gramíneas introducidas y la trepadora Vitis berlandieri Planch. En cuerpos de agua del cañón de San Lorenzo existen árboles de Salix lasiolepis Benth, además de herbáceas como Equisetum hyemale y Polypogon viridis (Gouan) Breistr.
Distribución y extensión de las comunidades vegetales. En la Sierra de Zapalinamé se presentan 11 comunidades vegetales. El paisaje del macizo montañoso está dominado por chaparral montano y bosque de pino piñonero, comunidades que tienen amplia distribución, de esta forma el chaparral montano ocupa 13,253.09 ha (Tabla 2 y Figura 3) que representa el 30.22 % del área, le sigue el bosque de pino piñonero, con 11,100.60 ha (25.31 %), el bosque de encino con 692 ha (1.58 %) y el bosque de oyamel con 414.13 ha (0.94 %). Debido a su extensión, el chaparral montano se asocia con la mayoría de las comunidades presentes en el macizo montañoso. Dentro de la categoría de usos del suelo, las áreas agrícolas de temporal ocupan la mayor superficie, con 4,706.72 ha (10.73 %). Por su parte, las áreas agrícolas de riego cubren el 0.97 %.
Categoría | Superficie 1998 (ha) | Superficie 2017 ha (%) | Diferencia (ha) |
---|---|---|---|
Vegetación | |||
Bosque de encino | 200.58 | 692.00, (1.58) | + 491.42 |
Bosque de oyamel | 833.49 | 414.13, (0.94) | - 419.36 |
Bosque de pino | 8,498.31 | 2,610.81, (5.95) | - 5,887.50 |
Bosque de pino piñonero | 11,248.50 | 11,100.60, (25.31) | - 147.90 |
Chaparral montano | 6,233.90 | 13,253.09, (30.22) | + 7,019.19 |
Matorral de arroyos | -------- | 584.21, (1.33) | -------- |
Matorral desértico micrófilo | 1,887.07 | 1,264.97, (2.88) | - 622.10 |
Matorral desértico rosetófilo | 1,838.22 | 3,234.43, (7.38) | + 1,396.21 |
Matorral de táscate | -------- | 463.21, (1.06) | -------- |
Vegetación riparia | -------- | 26.67, (0.06) | -------- |
Zacatal | 4,715.49 | 2,917.19, (6.65) | - 1,798.30 |
Usos de suelo | |||
Agricultura de riego | -------- | 424.30, (0.97) | -------- |
Agricultura de temporal | 4,965.64* | 4,706.72, (10.73) | + 165.38** |
Área sin vegetación aparente | -------- | 91.57, (0.21) | -------- |
Asentamiento humano | 541.83+ | 734.61, (1.68) | + 423.04++ |
Banco de material | -------- | 108.57, (0.25) | -------- |
Cuerpo de agua | -------- | 23.86, (0.05) | -------- |
Fraccionamiento campestre | -------- | 188.30, (0.43) | -------- |
Plantación forestal | 862.36 | 972.01, (2.22) | + 109.66 |
Vías de comunicación | -------- | 41.97, (0.10) | -------- |
Total | 43,853.20, (100.00) |
Nota: * Superficie considerada como Area roturada (UAAAN 1998) **Es la diferencia de la Agricultura de riego y Agricultura de temporal con respecto al Area roturada. +Desarrollo urbano rural (UAAAN 1998) ++Es la diferencia de asentamiento humano y fraccionamiento campestre con respecto al Desarrollo urbano rural.
En la Tabla 2 se presenta un comparativo de las áreas ocupadas por la mayoría de las comunidades vegetales y por otros usos del suelo obtenido en este estudio con respecto al reportado por el plan de manejo de la zona sujeta a conservación Sierra de Zapalinamé, donde se aprecia una diferencia negativa en comunidades como el bosque de pino que disminuyó casi el 69.2 % de su cobertura, así como el bosque de oyamel que se redujo en un 50 %, lo anterior debido principalmente a la ocurrencia de incendios forestales, los que a través del tiempo han fragmentado estas comunidades vegetales y han permitido el establecimiento del chaparral montano, el cual se incrementó en un 112 %. La apertura de áreas agrícolas tanto de riego como de temporal se incrementó en un 3.33 %, afectando algunas áreas del zacatal, el cual disminuyó su superficie en un 38 %. Por su parte, los asentamientos humanos, en especial a través del establecimiento de fraccionamentos campestres, se incrementaron en un 78 %, lo cual ocasionó la disminución de la superficie del bosque de pino piñonero en un 1.31 %. La reducción del 32.9 % de la superficie del matorral desértico micrófilo es debido al cambio de uso del suelo para establecer asentamientos humanos para la actividad industrial, además de bancos de material y vías de comunicación, que se han incrementado en los últimos años.
Discusión
Distribución de las comunidades vegetales y factores ambientales. En la Sierra de Zapalinamé las comunidades vegetales se distribuyen en un rango de 1,700 a 3,100 m de altitud. Se considera que tal patrón de distribución está influenciado por el gradiente de elevación, similar a lo reportado por Estrada-Castillón et al. (2015) y Rascón-Ayala et al. (2018). Algunos autores como Sánchez-González & López-Mata (2003) y Encina-Domínguez et al. (2008, 2018a) han demostrado que, en comunidades de clima templado, así como en matorral xerófilo (Rüdiger et al. 2001), el gradiente altitudinal esta correlacionado con la precipitación y temperatura, lo que ocasiona cambios graduales en la vegetación. Por lo anterior, se considera que en el área de estudio la vegetación se distribuye a través de un gradiente de humedad.
Los bosques de Quercus, bosque de coníferas, matorral xerófilo y pastizal reportados para México por Rzedowski (1978), están presentes en el área estudiada a través de ocho comunidades vegetales. En el presente estudio, no se reconoce el bosque deciduo templado (Marroquín 1976a) y zacatal con leñosas arbustivas (Arce-González 1980), ya que se considera que la primera comunidad está poco representada en el área, además de que ambas no fueron bien diferenciadas en recorridos de campo. Asimismo, se presentan ocho de las 12 comunidades vegetales referidas por Villarreal-Q & Valdés-R (1992-93) para Coahuila. Las comunidades de matorral de táscate, matorral de arroyos y bosque de pino piñonero, son incluidas por tales autores en matorral submontano, vegetación riparia y bosque de pino, respectivamente.
El bosque de montaña es un tipo de vegetación denominado por Henrickson & Johnston (1986) para la región del Desierto Chihuahuense y retomado por Villarreal-Q & Valdés-R (1992-93) para Coahuila, que incluye comunidades de bosque de oyamel, bosque de encino y bosque de pino, que ocupan el 3.15 % de la entidad (Encina-Domínguez et al. 2018b). En el área de estudio los bosques ocupan el 33.79 %; de éstos, el bosque de pino piñonero, dominado por Pinus cembroides (Ortiz-Badillo 2010) es la comunidad más extensa. Este bosque es común en la Sierra Madre Oriental, en Coahuila (Villarreal-Q & Valdés-R 1992-93). De acuerdo con Marroquín (1976b), este bosque crece en la zona de transición entre el Desierto Chihuahuense y la Sierra Madre Oriental.
Con menor proporción se presenta el bosque de oyamel con el 0.94 % del área protegida, el cual es considerado por Rzedowski (1978) como parte de dos comunidades del bosque de coníferas: bosque de Abies y bosque de Pseudotsuga, aunque Arce-González & Marroquín (1985) lo nombran como bosque de Pseudotsuga-Cupressus-Abies, donde cohabitan dos especies de ambos géneros de Pinaceae, con pocos individuos de Cupressus, en bosques de laderas de exposición noroeste, en altitudes superiores a 2,700 m (Encina-Domínguez et al. 2008, Encina-Domínguez 2015). Esta vegetación es reportada por Henrickson & Johnston (1986) para serranías del centro y norte del estado. El bosque de encino se establece en el fondo de los cañones con mayor humedad (Encina-Domínguez et al. 2009), ocupa 692 ha (1.58 %). En Coahuila está poco representado ya que ocupa el 1 % de la superficie estatal, se establece en cañones de los principales sistemas montañosos (Villarreal-Q & Valdés-R 1992-93, Encina-Domínguez et al. 2018b), en la Planicie Costera del Golfo, en sitios con mantos freáticos superficiales, suelos profundos y en áreas cercanas a ríos (Encina-Domínguez et al. 2011).
El chaparral montano (Muller 1947), tiene similitud fisonómica y florística con el referido para el Desierto Chihuahuense (Henrickson & Johnston 1986) y corresponde en parte al matorral submontano reportado por Villarreal-Q & Valdés-R (1992-93) para Coahuila. Se ubica en laderas montañosas de regiones semiáridas en altitudes superiores a 2,000 m (Muller 1947, Pinkava 1979, Valiente-Banuet et al. 1998). En el area de estudio presenta más asociaciones de especies y de acuerdo con Arce-González & Marroquín (1985) las mas frecuentes son: matorral denso inerme parvifolio de rosáceas y matorral de encinos arbustivos.
Los matorrales desérticos micrófilo y desértico rosetófilo son agrupados por Rzedowski (1978) en el matorral xerófilo y son comunes en regiones áridas y semiáridas del Altiplano Mexicano, ambos dominan el territorio Coahuilense ya que ocupan el 58.30 % de la superficie de la entidad (Encina-Domínguez et al. 2018b). En el macizo montañoso estudiado el matorral desértico rosetófilo, incluye una elevada riqueza de cactáceas (Flores-Hernández 2015), varias de ellas bajo estatus de conservación, incluidas en la norma oficial mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 (SEMARNAT 2010).
Distribución de las comunidades vegetales y disturbio. La mayoría de las comunidades vegetales estudiadas presentan evidencias de perturbación debido a incendios forestales, aprovechamiento forestal, desmontes irregulares y sobreapacentamiento, provocado por la población local, lo que ha sido más intenso en los últimos años (Valdés-Dávila 2008, Gómez-Pérez et al. 2011, Synnott 2013, PROFAUNA 2017). Actualmente existe una fuerte presión por el incremento de la zona urbana de las ciudades de Saltillo y Arteaga, además de fraccionamientos campestres, el cambio de uso del suelo para estos asentamientos aumentó en un 78 % en los últimos 20 años. Aunado a la sobreexplotación de recursos, en especial la extracción de agua para consumo humano e industrial (Valdés-Dávila 2008, Villanueva-Díaz et al. 2009, Valdés-Dávila et al. 2013). Los incendios ya sean naturales o antropogénicos, son el principal disturbio en el área (Carrera-López et al. 1981, Portes-Vargas 2001, Ávila-Sánchez 2016), es posible que su ocurrencia se incremente con el aumento de la presión por espacios urbanos aledaños al área protegida (PROFAUNA 2017). La acción del fuego ha reducido de forma significativa la superficie del bosque de pino, bosque de encino y bosque de oyamel, desde finales del siglo pasado (Portes-Vargas 2001), por lo que las comunidades presentan diferente grado de fragmentación y reducción de la superficie. De acuerdo con Carrera-López et al. (1981) y UAAAN (1998), la mayoría de los bosques han sido fragmentados por incendios forestales, además de que consideran que las áreas donde se presentan bosques originales son solamente las laderas más altas e inaccesibles. Algunos bosques de encino de Quercus saltillensis y Q. laeta han desaparecido de las áreas aledañas a Lomas de Lourdes, ubicada en la periferia de la ciudad de Saltillo, debido al incendio ocurrido en 1998, que afectó una superficie de 1,000 ha (S. Marines com. pers.).
En general en laderas con exposición norte y noroeste del macizo montañoso, la vegetación está dominada por el chaparral montano, esto debido a los incendios recurrentes que han eliminado las comunidades boscosas y las especies arbustivas que dominan este matorral son buenos colonizadores después de la ocurrencia de incendios. Marroquín (1976b) y Arce-González & Marroquín (1985) mencionan que en el area de estudio los matorrales de este tipo son una etapa sucesional del bosque de Pinus cembroides afectado por la influencia humana.
Extensión pasada y actual de las comunidades vegetales. Las áreas agrícolas se localizan en los valles intermontanos con suelos profundos entre 2,000 a 2,300 m de altitud, en los ejidos de El Recreo, Cuauhtémoc, Sierra Hermosa, El Cedrito y El Diamante. A finales del siglo XIX e inicios del siglo XX los zacatales del norte de México eran fuente de riqueza para las haciendas que se dedicaban a la ganadería. Con el reparto agrario a los ejidos por parte del gobierno, en las mejores áreas de zacatal se establecieron áreas agrícolas para cultivo de maíz (Shreve 1942). En el área de estudio, la actividad agrícola inició desde finales del siglo XIX (Favret-Tondato 2013) para el cultivo de trigo, maíz, frijol y cebada y algunos frutales. Tal influencia humana ha ocasionado un incremento de las áreas agrícolas de 165.38 ha en los últimos 20 años y ha propiciado a través del tiempo una alta riqueza de especies arvenses, algunas no nativas de México (Encina-Domínguez et al. 2016). En México los zacatales presentan grandes variaciones ecológicas y composición de especies. El 80 % se ubican en el Altiplano Mexicano, por lo general en suelos profundos y están dominados por especies del género Bouteloua (Miranda & Hernández-X 1963, Rzedowski 1978). Cada vez son más vulnerables debido al apacentamiento no planificado, apertura de áreas agrícolas, invasión de especies, así como la sequía que está ocasionando su disminución (Estrada-Castillón et al. 2010, Gómez-Sánchez et al. 2011, Encina-Domínguez et al. 2014). En el área de estudio es la vegetación más fragmentada por la apertura de áreas agrícolas y se asocia con el bosque de pino piñonero, matorral desértico micrófilo y matorral de táscate.
El bosque de pino piñonero (Pinus cembroides), ha reducido su superficie debido a los fraccionamientos campestres (Synnott 2013, PROFAUNA 2017), los cuales continúan en aumento debido a la gran demanda por lotes pequeños. Es común el establecimiento de casas-habitación entre zonas arboladas. El chaparral montano ha sido afectado por el incremento de la zona urbana de la ciudad de Saltillo y Arteaga (Portes-Vargas 2001, Gómez-Pérez et al. 2011) y por la apertura de bancos de material, ambos eliminan por completo la cubierta vegetal. En áreas de los matorrales donde el apacentamiento de ganado caprino es extensivo (PROFAUNA 2017), documentado hace más de 30 años por Carrera-López et al. (1981) y que, en la actualidad continua en aumento, ha favorecido el establecimiento de especies espinosas como Alloberberis trifoliolata (Moric.) C.C. Yu & K.F. Chung y Mimosa aculeaticarpa Ortega var. biuncifera (Benth.) Barneby, además de Gymnosperma glutinosum, que reemplazan especies de la familia Rosaceae de los géneros Cercocarpus, Lindleya, Malacomeles y Purshia propias del chaparral montano (Encina-Domínguez et al. 2012).
Al comparar la superficie de algunas comunidades vegetales obtenidas en el presente estudio, con las referidas por el plan de manejo de la Sierra de Zapalinamé (UAAAN 1998), se aprecia que en los últimos 20 años los bosques de pino y de oyamel presentaron una disminución de más del 50 % de su superficie. Esto puede atribuirse al cambio de uso del suelo o sustitución por matorrales. Sin embargo, en estas dos comunidades no se cuenta con registros de incendios de gran magnitud o cambios de uso del suelo que ocasionen la afectación de tal superficie (S. Marines pers. comm). Estas diferencias pueden ser atribuidas a la metodología implementada en este estudio, el nivel de resolución de las imágenes de satélite, además de que se realizaron sitios de verificación en campo. Los usos del suelo como área agrícola y asentamiento humano, varios de ellos irregulares (PROFAUNA 2017), además de fraccionamientos campestres, incrementaron su superficie, demostrando una mayor presión de la población para el cambio de uso del suelo.
En la Sierra de Zapalinamé las comunidades boscosas y el zacatal son las más vulnerables de disminuir su superficie y ser fragmentadas, la primera debido a los incendios forestales, mientras que los zacatales por la ampliación de la frontera agrícola y el sobreapacentamiento. Por su parte la vegetación riparia podría desaparecer del macizo montañoso debido a la disminución de cuerpos de agua permanentes. La información sobre la superficie actual de las comunidades vegetales y los usos del suelo, además de los agentes de fragmentación y reducción identificados en el presente estudio servirán de base para la toma de decisiones para el manejo y conservación del Area Natural Protegida. Es importante regular el cambio de uso del suelo en el área estudiada, además de promover el monitoreo y vigilancia continua de las comunidades vegetales, así como la restauración de las áreas impactadas, lo anterior, como estrategia para atemperar su disminución y/o deterioro y de esta forma asegurar la permanencia de los servicios ecosistémicos que proporciona la vegetación.