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Botanical Sciences

versión On-line ISSN 2007-4476versión impresa ISSN 2007-4298

Bot. sci vol.90 no.1 México mar. 2012

 

Botanical Sciences, nuevo nombre y otras adecuaciones editoriales para el Boletín de la Sociedad Botánica de México

 

Botanical Sciences, a new name and other editorial changes for the Boletín de la Sociedad Botánica de México

 

Jorge A. Meave1,7, Teresa Terrazas2, Guillermo Ibarra-Manríquez3, Francisco G. Lorea Hernández4, J. Alberto Gallardo-Cruz1, Rosalinda Medina-Lemos2, Rosa Maricel Portilla-Alonso5, Silvia H. Salas-Morales1,6 y Susana Valencia-Á.1

 

1 Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México.

2 Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México.

3 Centro de Investigaciones en Ecosistemas, Universidad Nacional Autónoma de México.

4 Instituto de Ecología, A.C.

5 Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.

6 Sociedad para el Estudio de los Recursos Bióticos de Oaxaca, A.C.

7 Autor para la correspondencia: jorge.meave@ciencias.unam.mx

 

Resumen

En 1944 la Sociedad Botánica de México comenzó a publicar una revista científica con el objetivo de dar a conocer la investigación botánica realizada en México, llevando en ese entonces el escueto título de Boletín. A través de las décadas esta publicación periódica ha tenido una serie de transformaciones, desde su nombre (pasó a llamarse Boletín de la Sociedad Botánica de México) hasta diversos aspectos de formato y contenido. En este trabajo se da a conocer el nuevo nombre de la revista, Botanical Sciences, el cual va acompañado de varias adecuaciones cuyo objetivo es consolidar el papel primordial que ha alcanzado la revista en la difusión de la investigación botánica en los ámbitos nacional e internacional. Estas características son sin duda un reflejo del crecimiento y la madurez de la organización académica y profesional responsable de su publicación.

Palabras clave: cambio de título, factor de impacto, indización, revistas científicas, Sociedad Botánica de México.

 

Abstract

In 1944 the Sociedad Botánica de México (Botanical Society of Mexico) launched a scientific journal with the aim of disseminating the botanical research conducted in Mexico; at that time the journal bore the very short title of Boletín. Through the decades that followed this journal has undergone a series of changes, including the title (it took the title Boletín de la Sociedad Botánica de México), format and content. The purpose of this paper is to introduce the new title of the journal, Botanical Sciences, and additional changes whose objective is to consolidate its prime role in the Mexican scientific arena and the international level acquired by this journal, both of which are characteristics that reflect the growth and maturity of the academic and professional organization responsible for its publication.

Keywords: Botanical Society of Mexico, impact factor, indexing, scientific journals, title change.

 

En enero de 1944 la Sociedad Botánica de México concretó la idea, gestada algunos años antes, de comenzar a publicar una revista científica. De esta manera, esta organización profesional, constituida en 1941, atendía uno de los objetivos planteados por los miembros fundadores para guiar su trabajo: la publicación de las investigaciones realizadas por botánicos mexicanos o extranjeros sobre las plantas mexicanas (Lot y Carvajal, 1981). Extrañamente, la iniciativa de fundar una publicación científica no estuvo empatada por la propuesta de un título adecuado. Por lo tanto, los primeros números simplemente llevaron por título la palabra (Figura 1), acompañado de la firma de la Sociedad Botánica de México. Con los años y sin que aparentemente mediara ninguna decisión consciente, el título terminó por incorporar el nombre de la organización que la concibió, de modo que a partir del número 18 (julio de 1955), durante una de las gestiones de Efraim Hernández-X. como Presidente de la Sociedad, comenzó a llamarse . Este nombre se mantuvo muchos años, hasta llegar al número 89 en diciembre de 2011.

Durante las casi siete décadas de publicación de esta revista, este órgano de divulgación de trabajo científico de la Sociedad Botánica de México ha experimentado numerosas transformaciones que le han permitido amoldarse al devenir y las tendencias del quehacer científico en México y el mundo entero. En este artículo se da a conocer un conjunto de nuevos cambios, de los cuales el título es el más notable pero no el único ni el más importante. El propósito fundamental de estas modificaciones es consolidar la trayectoria de esta publicación periódica y proyectarla hacia el futuro con mayor solidez.

 

Origen y primeros años

El primer número del que publicó la Sociedad Botánica de México incluyó dos contribuciones (Figura 1A). La primera, firmada por Ladislao Paray, llevaba por título Exploración botánica de la barranca de Tolantongo; el segundo, titulado Investigaciones botánicas en México, fue escrito por el entonces presidente de la Sociedad, Maximino Martínez (Figura 2). Hubo que esperar otro año para que la revista se volviera a publicar: en 1945 aparecieron dos números, con un aumento considerable de trabajos incluidos en sus páginas (cuatro artículos en el fascículo no. 2, de la autoría de Maximino Martínez, Américo Schwarz, Blas Pablo Reko y Gabriel Itié, y seis en el fascículo no. 3 con trabajos de Efraim Hernández-Xolocotzi, Ángel Roldán (dos artículos), Aaron J. Sharp, Porfirio Hernández y Ladislao Paray (Romero-Romero y Meave, 2007).

Al finalizar la primera mitad del siglo XX se habían publicado 11 fascículos de la revista donde habían aparecido en total 52 artículos, sólo uno de ellos con cuatro autores y todos los demás de autoría única. Un análisis de los autores de dichos trabajos revela un resultado sorprendente: sólo cuatro hombres fueron responsables de la publicación de 30 trabajos, es decir, de 58% de todo el material publicado hasta ese entonces: Blas P. Reko (11 trabajos), Ladislao Paray (ocho), Maximino Martínez (seis) y Efraim Hernández-Xolocotzi (cinco). Siete trabajos más fueron contribuciones de otros dos botánicos prominentes: Aaron J. Sharp (cuatro artículos) y Ángel Roldán (tres). En sus primeros siete años de existencia, fue posible publicar dos números de la revista en cuatro años, mientras que en los otros tres años sólo se publicó uno en cada uno (Romero-Romero y Meave, 2007).

 

Crecimiento, consolidación y... obstáculos

Las siguientes tres décadas estuvieron caracterizadas por los tradicionales ejemplares amarillos de la revista que mostraban el índice en la portada principal (Figura 1B-E). Para ese entonces el título ya se había consolidado (Figura 1B) y se había multiplicado el número de autores. Estos años, de gran crecimiento en las investigación botánica de nuestro país y en el número de artículos publicados en la revista (Figura 3), atestiguaron grandes contradicciones en el desarrollo de la misma. Por un lado, ésta comenzó a ser utilizada con gran frecuencia por autores extranjeros, sobre todo estadounidenses, para publicar sus trabajos sobre aspectos de la flora mexicana. Sin embargo, también es evidente que fue muy difícil mantener la frecuencia de publicación de dos números por año: aparecieron dos números sólo en cinco de los 31 años comprendidos entre 1951 y 1980 (1951, 1954, 1957, 1958, 1975). Además, lo que fue más preocupante y en coincidencia con el fallecimiento de dos personajes prominentes de la botánica mexicana, Maximino Martínez y Faustino Miranda, no apareció ningún número de la revista en 1964, situación negativa que se repetiría seis veces más (1966, 1967, 1968, 1971, 1973, 1978; Meave, 2009). A pesar de estos tropiezos, es relevante destacar que en estos años se publicaron en las páginas del algunos de los trabajos más citados y de mayor trascendencia para la botánica mexicana: Contribuciones a la fitogeografía florística e histórica de México. I. Algunas consideraciones acerca del elemento endémico en la flora mexicana (J. Rzedowski, No. 27, 1962), Los tipos de vegetación de México y su clasificación (F. Miranda y E. Hernández-X., No. 28, 1963), y Relaciones geográficas y posibles orígenes de la flora de México (J. Rzedowski, No. 29, 1965).

 

En la proximidad del cambio de siglo

El inicio de la década de 1980 coincidió con el arranque de una nueva época del . En este periodo la portada de la revista tuvo una modificación importante. La costumbre que persistió durante años de exhibir el contenido en su cara frontal desapareció en el número 42 (agosto de 1982), a partir del cual una rama floral de la especie icónica de la Sociedad Botánica de México, el árbol de nombre común Macpalxóchitl ( Larreat., Malvaceae) definiría la personalidad exterior de la revista hasta el fascículo 54 (Figura 1E). De hecho, los números 40 y 41 presentan una transición de la portada, ya que además de tener el índice tenían de fondo la ramita de Macpalxóchitl que después se quedó sola como portada (Figura 1D).

En este periodo se estabilizó casi por completo la periodicidad semestral de la publicación, con las excepciones de 1984, cuando sólo apareció un fascículo, y de los años 1985-1986, en los que nuevamente no apareció ninguno, todos ellos en el periodo en el que el Consejo Directivo estuvo presidido por Hernando Sánchez-Mejorada Rodríguez. Después de estos años nunca más se ha vuelto a romper el ritmo de publicación de dos números por año.

El año 1994 fue particularmente trascendente para el (Lot y Butanda, 1994). En ese tiempo, la conjunción de dos grandes visiones acerca de la botánica y la ciencia en general, la del presidente de la Sociedad, Daniel Piñero, y el editor de la revista, Ken Oyama, permitieron al Consejo Directivo tomar la decisión de imprimirle una fisonomía completamente nueva, más acorde con la apariencia corriente de las revistas científicas más sólidas e importantes en el mundo. Estos cambios incluyeron no sólo una nueva portada (Figura 1F), sino también un formato novedoso: un tamaño más grande, una tipografía más elegante en un papel de mejor calidad y una organización de cuadros y figuras más convencional. No es exagerado afirmar que a partir de este momento el diseño y la estructura de la revista, así como la amplitud de su contenido (Figura 4), son comparables con los de la mayoría de las revistas científicas más prominentes publicadas en el mundo entero en el campo de la botánica. Desde el fascículo 55 (diciembre de 1994), la portada de color negro ha servido de telón de fondo para ilustrar numerosas especies y comunidades de plantas mexicanas; en diez de ellos (5564) se contó con hermosas acuarelas realizadas por Elvia Esparza, ilustradora botánica del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (Figura 1F, G). Desde el número 65 (diciembre de 1999) y en una práctica vigente hasta nuestros días, dichas ilustraciones fueron reemplazadas por fotografías (Figura 1H-M), con frecuencia proporcionadas por los autores, que han dado a conocer a los lectores nacionales y extranjeros bellos ejemplos de la flora y la vegetación mexicanas.

Entre las innovaciones importantes que se han usado como ayuda visual en la presentación de los artículos publicados en la revista se incluyen las ilustraciones a color y mapas desplegables (Figura 5). Además, se ha seguido cuidadosamente un formato para las referencias de los trabajos citados en los artículos, lo que ha permitido que la revista mantenga limpias y virtualmente sin errores las ligas de citación, requisito indispensable para diversos aspectos de su consulta y evaluación del impacto de las revistas científicas modernas.

 

El Boletín de la Sociedad Botánica en el siglo XXI y el tercer milenio

En 2001 la Sociedad Botánica de México convocó al XV Congreso Mexicano de Botánica, cuyo lema sería "Los retos de la botánica en el presente siglo". Esta oración hacía referencia a la magnitud de la tarea que enfrentaban los botánicos mexicanos para dar continuidad a la labor iniciada más de un siglo atrás y mantener a la botánica como una disciplina de vanguardia y actualidad. La frase, además, se aplicaba perfectamente a la revista y bien podría haber dicho "Los retos del en el presente siglo". ¿Cómo enfrentarlos?

Con la llegada del nuevo siglo, sobre todo a partir de 2002, se introdujeron nuevos cambios surgidos de la necesidad de someter a la revista a un proceso continuo de adaptación a las circunstancias siempre cambiantes que definen la publicación de revistas científicas. En el contexto mundial, una de las innovaciones más profundas tuvo que ver con la utilización de los recursos digitales y la internet para dos fines: (i) el envío de manuscritos y su arbitraje por los pares, y (ii) la publicación de los artículos como archivos electrónicos. Estos recursos fueron introducidos inicialmente y han sido mejorados por las casas editoriales comerciales más importantes y poderosas, pero las revistas científicas publicadas por organizaciones académicas y civiles sin fines de lucro los han adoptado también, en general con éxito.

De acuerdo con estas tendencias, el comenzó a estar disponible en formato digital, en el sitio de internet de la propia Sociedad. Unos años más tarde se recibió una invitación por parte de Redalyc (Red de Revistas Científicas de América Latina y El Caribe, España y Portugal), un proyecto hospedado en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), para incorporar el material publicado en la revista a su hemeroteca virtual <http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/HomRevRed.jsp?iCveEntRev=577>. En un principio se colocaron todos los artículos aparecidos de 2002 en adelante, pero un poco más tarde se añadieron los archivos digitales de los artículos publicados en 2000 y 2001, pues de esa manera se cumplía el requisito exigido por el Directory of Open Access Journals (DOAJ), con sede en la Universidad de Lund, Suecia (http://www.diaj.org), para dar cobertura a la revista. A partir de octubre de 2011 se inició la incorporación de los materiales publicados en el (números 87, 88) a la hemeroteca virtual de Scielo México <http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_serial&pid=0366-2128&lng=es&nrm=iso> y se irán incorporando todos los volúmenes de este siglo en fechas próximas. En el contexto latinoamericano, el proyecto Scielo (Scientific Electronic Library Online o Biblioteca Científica Electrónica en Línea), concebido en Brasil pero ampliado paulatinamente a otros países de la región, se ha convertido en uno de los medios más importantes para diseminar la investigación científica publicada en revistas de América Latina (Alonso y Fernández-Juricic, 2002; Packer, 2002). Además de Redalyc, esperamos que Scielo pronto se convierta en uno de los medios más eficientes y populares para acceder a las páginas de .

Queda pendiente la tarea de elaborar los archivos digitales de los artículos publicados durante el siglo XX, muchos de los cuales siguen teniendo vigencia pero no es siempre fácil acceder a ellos. No obstante, toda la producción científica publicada en la revista durante el siglo XXI está disponible de manera irrestricta e inmediata a todos los interesados en cualquier lugar del mundo.

Otro acontecimiento significativo en la historia de la re-vista fue su inclusión en uno de los índices que mantiene la empresa estadounidense Thomson Reuters en su proyecto . En 2007 el fue incluido en el y en 2009 se le calculó un factor de impacto de 0.243, mismo que para 2010 casi se duplicó (0.455). Sin pretender ignorar todas las críticas en torno a este índice como una métrica adecuada para medir la trascendencia (o impacto) de un artículo científico (Lawrance, 2003; Adler ., 2008; Laborde, 2009; Ricker ., 2009), es un hecho que la inclusión de la revista en el JCR es un indicador de su calidad; para ser considerada en los una revista debe pasar varios filtros de calidad, incluyendo la puntualidad, la periodicidad, el arbitraje y el formato adecuado de las referencias, entre otros.

La necesidad y la posibilidad de aumentar la frecuencia de publicación fueron palpables en 2007, año en el que una colección de trabajos presentados en un simposio en uno de los congresos organizados por la Sociedad, y que fueron sometidos a riguroso arbitraje, permitió preparar un fascículo adicional a los dos publicados regularmente ya durante varios años. Este fascículo fue designado como el suplemento del número 80 (Figura 1K).

Es razonable suponer que gracias a estas modificaciones la revista ha llegado a ser más atractiva para numerosos autores, tanto mexicanos como extranjeros, de acuerdo con la tendencia creciente en el número de manuscritos recibidos y aceptados registrada en los últimos cinco años. Esta tendencia es muy relevante sobre todo en virtud de la existencia de dos revistas hermanas muy exitosas, ambas publicadas por sendas iniciativas de instituciones de reconocido prestigio académico, la (publicada por la Universidad Nacional Autónoma de México) y (a cargo del Instituto de Ecología A.C.), las cuales dan cabida en sus páginas numerosos artículos sobre temas botánicos.

 

Botanical Sciences, la revista de la Sociedad Botánica de México en el contexto científico internacional del presente

El Consejo Directivo de la Sociedad Botánica de México llevó a cabo durante 2011 un análisis concienzudo de la situación actual de la revista científica publicada por esta Sociedad durante más de 65 años. Dicho examen puso sobre la mesa las fortalezas de la revista, plasmadas en gran medida en la sección anterior, así como los factores que potencialmente podrían generar incertidumbre en su desarrollo futuro. A partir del balance de esta dicotomía y con base en un debate en el que se expresaron ideas muchas veces divergentes pero todas motivadas por las mejores intenciones respecto al futuro de la revista, el Consejo Directivo de la Sociedad Botánica de México tomó la decisión de realizar un conjunto de cambios que, lejos de tener un carácter puramente cosmético, constituyen un paquete innovador integral cuyo propósito en última instancia es fortalecer la revista y asegurar el mantenimiento del papel que ha alcanzado en la actualidad.

El primero de ellos y quizá el más visible, no necesariamente el más importante pero sí el más difícil de hacer, se refiere al cambio de título. La percepción generalizada al interior del Consejo Directivo es que el título en uso durante tantos años había dejado de reflejar cabalmente la naturaleza, la calidad y el alcance de la publicación. Se propusieron numerosas posibilidades en español, latín e inglés, y a partir de ello se hizo una primera selección tomando en cuenta varios criterios, incluyendo que éste fuera más breve, que reflejara la amplitud de la gama de disciplinas de investigación que cubre y que manifestara claramente su carácter internacional. Al final la decisión mayoritaria fue a favor de un título de dos palabras, en idioma inglés, por ser éste a todas luces el más utilizado y comprendido por los científicos en todo el mundo (Poomkottayil ., 2011). El uso del inglés para los artículos en la revista ha sido promovido desde hace algunos años, pero las contribuciones en idioma español han sido y seguirán siendo siempre bienvenidas. Fue así como surgió como el nuevo título de la revista.

Acompañando al nuevo título destacan otros cambios importantes en la revista. A partir de este número, usará el sistema de volumen-número para sus fascículos. El primer volumen es el 90, en seguimiento al fascículo 89 publicado en diciembre de 2011 (Figura 1M). Se intenta aumentar la periodicidad para contar con una publicación trimestral, es decir, la meta es publicar cuatro números al año (se considera al menos inicialmente la posibilidad de conjuntar la publicación de dos números, lo cual dependerá de la disponibilidad de trabajos aceptados para publicación en cada momento). Asimismo, cuenta con una página de internet propia que permitirá hacer disponible la revista en línea <http://www.botanicalsciences.com.mx>, no sólo los artículos ya publicados en papel, sino también los que ya han sido aceptados y editados pero que están en espera de publicación. Este recurso permitirá que la información publicada en esté disponible de inmediato a los usuarios, en concordancia con la práctica científica moderna. El contar con un sitio propio y adecuado en internet permitirá a la revista adquirir un DOI ( o identificador de objeto digital), código numérico que permite la localización veloz y precisa para cada artículo de documentos digitales en internet.

 

Coda

La publicación prácticamente continua de una revista científica durante casi 70 años es un ejercicio de gran importancia para la construcción de una tradición y el fortalecimiento de una cultura científica en un país como el nuestro (Meave, 2009). Este hecho debe ser motivo de orgullo para la Sociedad Botánica de México en su conjunto. Sin embargo, de ninguna manera la autocomplacencia de México debe justificar un descenso en el ritmo y el compromiso de esta meta. El recuerdo de quienes iniciaron esta empresa extraordinaria nos ha inspirado para hacer estos cambios en la revista, buscando alcanzar metas académicas siempre más altas. Para nuestros colegas que alberguen dudas sobre la pertinencia de estos cambios, les pedimos pensar que la única acción que realmente puede dañar a esta revista es privarla de nuestros mejores trabajos de investigación. Para finalizar, sólo queremos resaltar que hemos procedido con la convicción y la certeza de contribuir a que tenga un futuro promisorio y brillante en la botánica mexicana y la ciencia internacional.

 

Agradecimientos

Agradecemos muy sinceramente a los numerosos miembros de la Sociedad Botánica de México y de la comunidad botánica mexicana en general que compartieron con nosotros sus puntos de vista sobre la pertinencia de llevar a cabo los cambios en la revista que publica esta asociación. La revisión cuidadosa de Trudy Kavanagh permitió mejorar sensiblemente la versión en inglés de este trabajo.

 

Literatura citada

Adler R., Ewing J. y Taylor P. 2008. Citation Statistics. A report from the International Mathematical Union (IMU) in cooperation with the International Council of Industrial and Applied Mathematics (ICIAM) and the Institute of Mathematical Statistics (IMS). Documento disponible en línea: <http://www.mathunion.org/fileadmin/IMU/Report/CitationStatistics.pdf>         [ Links ]

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