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Revista Chapingo serie ciencias forestales y del ambiente

versión On-line ISSN 2007-4018versión impresa ISSN 2007-3828

Rev. Chapingo ser. cienc. for. ambient vol.18 no.2 Chapingo may./ago. 2012

https://doi.org/10.5154/r.rchscfa.2010.09.074 

Pérdida de cobertura forestal en la reserva de la biosfera Mariposa Monarca, Michoacán, México (2006–2010)

 

Forest cover loss in the Monarch Butterfly biosphere reserve, Michoacán, Mexico (2006–2010)

 

Omar Champo–Jiménez; Luis Valderrama–Landeros; María Luisa España–Boquera*

 

Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. IIAF Posta Veterinaria, km 4.5 Carretera Morelia–Zinapécuaro. Correo–e: boquera@umich.mx (*Autor para correspondencia).

 

Recibido:13 de septiembre, 2010.
Aceptado: 16 de marzo, 2012.

 

RESUMEN

En el presente trabajo se analiza la pérdida de cobertura forestal en la reserva de la Mariposa Monarca en el periodo entre 2006 y 2010, a partir de imágenes satelitales de alta resolución (10 m) SPOT. Las imágenes se calibraron, se corrigieron atmosféricamente y se sobrepusieron con puntos de control. En cada imagen se obtuvo un mapa de bosque y no bosque (con y sin vegetación arbórea aparente). Los mapas se validaron a partir de imágenes de muy alta resolución de las mismas fechas. Dentro de la zona de bosque, se distinguió entre oyamel (Abies religiosa (Kunth) Schltdl. y Cham.) y pino, a partir de una clasificación supervisada y un criterio de altitud. La comparación de los mapas permitió establecer la pérdida de bosque de oyamel, se estimó en 2,227.00 ha en el periodo estudiado, que corresponde a una tasa de deforestación de 556.75 ha·año–1. El mapa de cambios se comparó con los reportes de áreas afectadas por plagas, presentados por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y la Universidad Autónoma Chapingo en 2004, y los trabajos de saneamiento realizados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) entre 2005 y 2009.

Palabras clave: Deforestación, WWF, Fondo Monarca, SEMAR, SPOT, RBMM.

 

ABSTRACT

This paper analyzes the loss of forest cover in the Monarch Butterfly Biosphere Reserve in the period between 2006 and 2010 using high–resolution SPOT satellite imagery (10 m). The images were calibrated, atmospherically corrected and superimposed with control points. A map of forest and non–forest (with and without apparent tree vegetation) was constructed with each image. The maps were validated using very high–resolution images of the same dates. Within the forest area, the natural boundary between oyamel fir forest (Abies religiosa (Kunth) Schltdl. and Cham.) and pine forest was set based on a supervised classification and an altitude criterion. Comparing the maps allowed us to establish the loss of oyamel fir forest in the period studied, which is estimated at 2,227.00 ha, which corresponds to a deforestation rate of 556.75 ha·year–1. The change map was compared to reports identifying areas affected by pests presented by the National Forestry Commission and the Universidad Autónoma de Chapingo in 2004, and others detailing phytosanitary measures undertaken by the Ministry of Environment and Natural Resources between 2005 and 2009.

Key words: Deforestation, WWF, Monarch Fund, SEMAR, SPOT, MBBR.

 

INTRODUCCIÓN

La reserva de la biosfera Mariposa Monarca (RBMM) es una zona prioritaria para la conservación en México, pues en ella se presenta el fenómeno natural de la migración de esta mariposa (Danaus plexippus (Kunth) Schltdl. y Cham) de gran belleza y peculiar ciclo de vida. En 1980 se estableció como zona de reserva y refugio de fauna silvestre, en 1986 se declaró área natural protegida, con una extensión de 16,100 ha, de las cuales 4,097 ha se consideraron áreas núcleo (Diario Oficial de la Federación [DOF], 1986), y en el año 2000 se le dio carácter de reserva de la biósfera, con una superficie total de 56,259 ha y una zona núcleo de 13,551 ha (Diario Oficial de la Federación [DOF], 2000).

La población de la región es fundamentalmente rural, con niveles significativos de pobreza y pobreza extrema. Los terrenos son en su mayoría propiedad de comunidades indígenas y ejidos. El aprovechamiento de los recursos forestales fue el eje rector de la economía regional hasta la declaración de reserva natural protegida, en 1986. A partir de este momento las condiciones de pobreza se agudizaron. Actualmente, un porcentaje elevado de comuneros, ejidatarios y jefes de familia sin derechos agrarios se emplean temporalmente fuera de la región, aunque sus familias continúan habitando allí, desarrollando agricultura y ganadería de subsistencia. En muchas comunidades la migración representa la principal fuente de ingresos. El turismo no ha logrado ser una actividad económicamente importante, debido a la restricción de acceso a los santuarios y a una infraestructura turística bastante limitada (Brenner, 2006; DeFries Hansen, Turner, Reid & Liu, 2007; Mannigel, 2008; Merino & Hernández, 2004; Naughton Buck & Brandon, 2005).

Con el fin de paliar la afectación a las comunidades por la ampliación de la zona núcleo con el decreto de 2000 se creó el Fondo para la Conservación de la Mariposa Monarca con capital aportado por la fundación privada estadounidense World Wildlife Fund (WWF), el gobierno mexicano y los gobiernos estatales de Michoacán y estado de México, donde se encuentra la reserva (Honey–Roses et al., 2004). Con los intereses generados por este capital, se realizan pagos compensatorios a los ejidatarios que cumplen con su compromiso de no cortar árboles (Honey, López, Rendón, Peralta, & Galindo, 2009; Missrie & Nelson, 2007). Si bien se trata de apoyos muy pequeños, la mayoría de los 38 ejidos de la zona núcleo están participando en dicho Fondo y respetando sus compromisos, en la medida de lo posible. Sin embargo, a pesar de esfuerzos importantes, como construcción de barreras y zanjas para impedir el paso de camiones, en muchas ocasiones no se puede frenar la tala indiscriminada por parte de grupos de talamontes armados (a veces ajenos a la región y algunos supuestamente ligados al narcotráfico), debido a la falta de capacidad de respuesta de las autoridades (Brenner, 2006, Honey 2009; Honey–Rosés et al., 2004; World Wildlife Fund México [WWF], 2004, 2006).

Ante esta situación y sin un plan de manejo forestal integral para toda la reserva (sólo hay planes de manejo parciales, inadecuados o mal aplicados), el deterioro del bosque es evidente (Navarrete, Ramírez & Pérez, 2011). A la pérdida de masa forestal se suma el envejecimiento de los árboles y la falta de renuevos, lo que trae como consecuencia mayor susceptibilidad a ataques de plagas (Nagendra, 2008). Desde el año 2004 se reporta un informe de zonas afectadas por descortezadores, barrenadores y muérdago enano (Dendroctonus mexicanus, Dendroctonus adjunctus, Scolytus mundus y Arceuthobium abietis religiosa, respectivamente), con diferentes grados de afectación (Comisión Nacional Forestal [CONAFOR] y la Universidad Autónoma de Chapingo [UACh], 2004).

En los años siguientes, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) autorizó algunas labores de saneamiento, que fueron difíciles de implementar y no resultaron suficientes, ya que la hibernación de las mariposas entre octubre y febrero, y la época de lluvias, entre junio y octubre, dejan un periodo muy corto para la realización de trabajos forestales. La situación es aún más difícil en las zonas controladas por grupos armados, las cuales resultan inaccesibles.

Dada la complejidad del tema, contar con información actualizada, objetiva y confiable sobre el estado del bosque, como la que pueden proporcionar los datos satelitales, resulta de suma importancia para valorar el problema y tomar decisiones. Brower et al. (2002), a partir de fotografías aéreas de tres fechas, estimaron una degradación de 12,225 ha en el periodo 1971–1999. Para estos mismos años, Ramírez et al. (2003) estimaron únicamente 3,006 ha, empleando fotografías de escala mayor e imágenes satelitales. La WWF reportó pérdidas de 141.3 ha en el periodo 2001–2003, 479.0 ha en 2003–2005, 576.4 ha durante 2005–2006 y 1,539.0 ha entre octubre 2004 y febrero 2006 en la zona núcleo y 8,240.0 ha, en la zona de amortiguamiento, para este último periodo. Además se calculan 329.08 ha de bosque con diferentes grados de afectación entre 2006 y 2007 (Honey–Rosés et al., 2004; WWF, 2004, 2006, 2007).

El objetivo de este trabajo es estimar la pérdida de bosque en la reserva en el periodo marzo 2006–febrero 2010, a partir del análisis comparativo de dos imágenes SPOT de estas fechas. En 2006 se agravó el ataque de las plagas detectadas en la zona y en febrero 2010 se produjeron fenómenos meteorológicos atípicos, con viento y lluvias intensas, que dieron lugar a la caída de numerosos árboles y a deslaves dentro del bosque, lo que evidenció el mal estado del mismo.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Zona de estudio

La RBMM se localiza en el límite de los estados de Michoacán y México. Tiene una extensión de 56,259 ha, con una zona núcleo de 13,551 ha. La reserva pertenece a la provincia fisiográfica Sierra Transversal Mexicana, que marca el extremo sur de la Altiplanicie Mexicana y la separa de la depresión del Balsas (Comisión Forestal del estado de Michoacán [COFOM], 2001 ). Posee un sistema montañoso discontinuo, con predominio de pendientes fuertes que dan lugar a cambios contrastados en altitud (1,800 a 3,200 m) y exposición. En general, por arriba de los 2,250 m hay una humedad constante que mantiene frío el suelo. La frecuencia de heladas (20 a 25 días por año) y granizadas es limitante para el desarrollo de cultivos. Es una zona importante de captación fluvial. La temperatura media anual es de 18 °C o más en el 17 % del área, principalmente al oriente y sur, y entre 6 °C y 16 °C en el 83 % del área. (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas [CONANP], 2001, COFOM, 2001 ).

La zona se caracteriza por la predominancia de Abies religiosa [(Kunth) Schltdl. y Cham.], comúnmente conocido como oyamel, que constituye el hábitat característico de la mariposa monarca. También se encuentran especies de Pinus, Quercus, Juniperus y Cupressus (Giménez, Ramírez, & Pinto, 2003).

Imágenes

Para construir los mapas de vegetación de las dos fechas estudiadas, se utilizaron dos imágenes SPOT multibanda de 10 m de resolución espacial (datos proporcionados por la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR), en el marco del convenio Armado entre la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y la Estación de Recepción México de la constelación SPOT (ERMEXS), ERMEXS–UMSNH 2010), de fechas 10/03/2006 y 14/02/2010.

Datos de referencia

Para validar los mapas construidos, se utilizaron como referencia, imágenes de muy alta resolución, de fechas cercanas a las de las imágenes multibanda: para 2006, se utilizaron las imágenes Global Map (de 0.4 m), que aparecen en el servidor GoogleEarth, disponible en línea; para 2010 se utilizó la imagen pancromática SPOT (de 2.5 m), tomada simultáneamente con la multibanda y proporcionada también por la SEMAR. Asimismo, se utilizó el mapa de la serie cartográfica Monarca, Vegetación y Cubierta de Suelo 2006, generado por el Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para la RBMM, con interpretación visual de imágenes Aster y Landsat ETM+ (Ramírez, Miranda , & Zabaleta, 2006).

Se analizó el informe de diagnóstico fitosanitario forestal en 4,800 ha arboladas en la RBMM, en el estado de Michoacán elaborado por la CONAFOR y la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) en 2004, y el listado de las notificaciones de saneamiento emitidas por la SEMARNAT, entre 2005 y 2009, ambos proporcionados por la dirección de la RBMM. El informe de CONAFOR–UACh contiene las coordenadas de los perímetros de las áreas diagnosticadas (en total, 4,800 ha), sus características fitosanitarias y el mapa correspondiente, en el que se señalan los polígonos visitados, distinguiendo entre infectados y sanos. Este mapa se digitalizó y se extrajeron los vectores asociados a los polígonos reportados. En el listado de SEMARNAT no aparecen referencias geográficas, sólo los nombres de los predios, los metros cúbicos de madera extraída, la especie y las hectáreas afectadas.

Construcción de los mapas bosque/no–bosque

El análisis se enfocó en la estimación de la desaparición de zonas de bosque, por lo que se distinguió entre dos clases de cobertura: arbolado y sin vegetación arbórea aparente, que se identificaron como bosque y no bosque. No se consideraron diferentes grados de degradación porque no es necesario que se pierdan todos los árboles para afectar a las mariposas en sus sitios de hibernación, ya que la remoción de algunos árboles modifica sustancialmente las condiciones microclimáticas requeridas para su supervivencia (Brower et al., 2009; WWF, 2004). Por otra parte, la resolución espacial de las imágenes SPOT (10 m) permite la detección de pequeños claros aislados, por lo que no es necesario que se trate de grandes áreas para que se contabilicen.

Las imágenes se calibraron a partir de las ganancias de los sensores (datos proporcionados por Spotimage) (Jones & Vaughan, 2010) para corregir el efecto de los equipos en las mediciones radiométricas y pasar los números digitales brutos a radianzas; asimismo, se corrigieron atmosféricamente para pasar de radianzas a reflectancias, eliminando el efecto de la atmósfera y de la curva de irradianza solar (Matthew et al., 2003). La imagen del año 2010 presenta algunas nubes (< 10 % de la zona de estudio) que se cubrieron con una máscara. Con el fin de garantizar la superposición de los mapas construidos para cada fecha, se utilizaron 757 puntos de control, para hacer coincidir geométricamente las dos imágenes, con un error menor de 1 píxel (función Adjust, algoritmo Nearest Neighbor de ArcGis, ArcMap).

Para el total de la reserva (56,259 ha), excepto las zonas cubiertas por nubes en 2010, se construyeron los mapas de las zonas de bosque de las dos imágenes multi–banda, a partir de regiones de interés (o zonas de entrenamiento) seleccionadas cuidadosamente en las imágenes de referencia. En cada imagen se tomaron dos juegos de dos regiones de interés (bosque y no–bosque), con más de 10,000 pixeles cada una. Con un juego de regiones se realizó una clasificación supervisada, aplicando el algoritmo de máxima verosimilitud (ENVI, Classification–Supervised–Maximum likelihood), con la cual el sistema etiquetó cada píxel como bosque o no bosque, según a qué región de interés se parecía más. En cada caso se eliminó ligeramente (para no perder zonas pequeñas de deforestación) el efecto "sal y pimienta" (presencia de pixeles aislados), con dos iteraciones de un filtro majority (ENVI, Post–classification–Majority/minority), con una ventana de 3 x 3 pixeles. El segundo juego de regiones se utilizó para validar la clasificación, contabilizando el número de pixeles de cada región correctamente clasificados, a partir del análisis de la matriz de confusión correspondiente (ENVI, Post–classification–Confusion matrix–roi) (Campbell, 2002; Mather, 2001; Tso & Mather, 2001).

Delimitación de la zona de oyamel

Con la finalidad de determinar el límite potencial del oyamel, para utilizarlo en los cálculos de deforestación, se subclasificó la zona clasificada como bosque en la imagen del año 2006, para distinguir el oyamel del pino. Se tomaron dos nuevas regiones de interés, de cerca de 5,000 pixeles cada una, representativas del oyamel y del pino, a partir del mapa de vegetación de la RBMM construido por la UNAM (Ramírez et al., 2006) y se realizó una clasificación supervisada con el algoritmo de máxima verosimilitud (ENVI, Classification–Supervised–Maximum likelihood). En este caso se realizaron varias iteraciones de un filtro majority (ENVI, Post–classification–Majority/minority) con diferentes tamaños de ventana, con el fin de obtener un límite suave, aunque aproximado, de la zona de transición entre oyamel y pino. Como apoyo para completar el límite potencial del oyamel en las zonas de no bosque, se comparó el resultado de la clasificación con diferentes curvas de nivel (3000, 2900 y 2800 m) del modelo digital de elevación del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (INEGI) de 30 m, disponible en línea (http://www.inegi.gob.mx). Manualmente se trazó el límite natural del oyamel, respetando el resultado de la clasificación y tomando en cuenta las curvas de nivel superpuestas, así como el mapa de vegetación construido por la UNAM (Ramírez et al., 2006). El límite obtenido se utilizó tanto para la imagen del año 2006 como para la del año 2010, por tratarse de un límite potencial de la especie en la zona de estudio.

Máscaras

Se construyeron diferentes máscaras, a partir de los siguientes vectores (función Build Mask, de ENVI): límite de la RBMM (según decreto presidencial de 2000, sin considerar el cerro Altamirano, que no aparece en las imágenes analizadas), zona núcleo (según decreto presidencial de 2000), nubes (se trazó manualmente el contorno de las nubes que aparecen en la imagen 2010; esta máscara se superpuso a las dos imágenes, a fin de considerar en los dos casos, la misma superficie) y zona potencial del oyamel.

Comparación de los mapas

Con el fin de obtener los valores de deforestación en el periodo estudiado, se superpusieron los mapas de los dos años, lo que dio como resultado el mapa de diferencias (ENVI, Basic Tools/Change detection/Compute Difference Map). Se realizaron tres iteraciones de un filtro majority (ENVI, Post–classification–Majority/minority) para eliminar ligeramente los píxeles aislados. Se utilizó la máscara construida de zona de oyamel, a fin de estimar la pérdida de bosque de oyamel en la reserva, posteriormente, se superpuso la máscara de la zona núcleo de la RBMM para estimar la deforestación en esta zona. A partir del número de píxeles, el sistema obtiene la superficie correspondiente en hectáreas, multiplicando por el tamaño de píxel (1 píxel = 20 m x 20 m = 400 m2 = 0.04 ha).

Revisión de reportes recientes de inspección y saneamiento

En la inspección realizada por la CONAFOR y la UACh, en 2004, se revisó el estado fitosanitario de 12 predios de la RBMM. En particular, se realizaron visitas de inspección a los predios que conforman la parte norte del núcleo de la reserva (Propiedad Federal [Chincua], Cerro Prieto, Los Remedios, Santa Ana, Senguio [ampliación], Calabozo [1 y 2]). En todos los casos se detectó presencia establecida y en aumento, de descortezador y muérdago, con una incidencia de baja a mediana, excepto en Cerro Prieto y Los Remedios, donde los árboles estaban afectados por descortezador. Se califica como una situación de alto riesgo. En la relación de notificaciones de saneamiento forestal emitidas por la SEMARNAT, en 2005, en estos ejidos, junto con el cercano Jesús de Nazareno, se retiraron más de 1000 m3 de madera infectada principalmente de oyamel, en 2006 se retiraron 870 m3 principalmente de pino; en 2008 1,580 m3 principalmente de oyamel; y en 2009, cerca de 7,500 m3. La superficie reportada como afectada es de 4.75 ha en 2005, 3.3 ha en 2006, 8.38 en 2008 y 45.26 ha (mayoritariamente en Chincua y Santa Ana) en 2009.

Un poco más al sur, se sanearon los ejidos Ocampo, El Rosario y El Asoleadero, retirándose cerca de 2,200 m3 de madera infectada en 2008 y 3,400 m3 en 2009. Se estimó un superficie afectada de 14 ha en 2008 y 20.47 ha en 2009. Otra zona revisada en 2004 fue la parte central de la reserva, en particular los ejidos Francisco Serrato y Donanciano Ojeda. En ambos se reportaron tanto zonas sanas como zonas con incidencia alta de descortezador. En 2009 se reportó un saneamiento de 28 m3 de pino en 0.06 ha afectadas. En 2004 se revisó el ejido Nicolás Romero, en la parte sur de la reserva Cerro Pelón, el cual se encontró sano. No se reportan trabajos de saneamiento en esta zona.

Esta información se resume en el Cuadro 1, donde se divide la reserva en cuatro partes (Figura 3) (1, 2).

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Construcción de los mapas

Se clasificaron las dos imágenes SPOT en dos clases (bosque y no bosque), utilizando un juego de regiones de interés para cada clase y fecha. Los mapas obtenidos se validaron con juegos independientes de regiones de interés. En ambos casos se obtuvo una precisión superior a 98 %, con un índice Kappa de 0.99.

La Figura 1 muestra los mapas obtenidos a partir de las imágenes de 2006 y 2010, en los que se distinguen las dos clases: bosque y no bosque. La clase bosque incluye zonas con alta densidad de arbolado, predominantemente de oyamel, si bien también se pueden encontrar zonas de transición, de pino, de pino–encino y eventualmente zonas de vegetación arbustiva. La clase no–bosque incluye claros con pastizal, zonas completamente deforestadas, zonas de matorral y zonas agrícolas.

Delimitación de la zona de oyamel

La Figura 2 muestra la subclasificación de la zona clasificada como bosque en la imagen 2006. En rojo aparece la clase delimitada como bosque de oyamel y en cian la de pino, si bien es posible que se incluyan otros tipos de agrupaciones vegetales, en particular el pino–encino y vegetación arbustiva. En blanco aparece la clase delimitada como no–bosque, incluyendo las áreas cubiertas con nubes. Las curvas de nivel con altitudes de 2,800, 2,900 y 3,000 m se muestran superpuestas en diferentes tonos de amarillo.

Manualmente se trazó el límite de la zona del oyamel en verde, a partir del resultado de la clasificación oyamelpino, tomando como apoyo las curvas de nivel, en los casos con poco arbolado. Se trata de un límite potencial, al interior del cual se encuentran claros, como pastizales inducidos, áreas deforestadas y zonas sin vegetación aparente, así como algunas zonas agrícolas en los límites externos. Es una zona de 25,400.00 ha.

Mapa de diferencias

La Figura 3 muestra el resultado de comparar los dos mapas de la Figura 1. En negro aparecen los límites de la RBMM, tanto el externo como la delimitación de la zona núcleo. En rojo aparecen los píxeles que en la imagen del año 2006 se clasificaron como bosque y que en la imagen del año 2010 pasaron a la clase no–bosque (pérdidas), en azul son los píxeles que tuvieron el comportamiento inverso: no eran bosque en el año 2006, pero sí en el año 2010 (ganancias). En blanco son los píxeles que no cambiaron, incluyendo las nubes, que para el cálculo permanecieron cubiertas por una máscara.

Al considerar en esta imagen únicamente la zona potencial de oyamel, se calculó una superficie total de pérdidas (en rojo) de 2,227.00 ha y de ganancias (en azul) de 577.77 ha, para el periodo estudiado. Dentro de la zona núcleo, las pérdidas totales se calcularon en 1,368.40 ha y las ganancias en 270.49 ha. Expresadas en porcentajes, las pérdidas suponen 3.96 % del total de la reserva, 10.10 % de la zona núcleo y 8.77 % si se considera únicamente la zona potencial de bosque de oyamel. Como se trata de pérdidas acumuladas durante cuatro años, el promedio anual es la cuarta parte, con lo que las tasas anuales de deforestación resultan de 0.99 % en la reserva, 2.52 % en la zona núcleo (342.10 ha·año–1) y 2.19 % en la zona de oyamel (556.75 ha·año–1).

Las ganancias aparecen fundamentalmente fuera de la zona de oyamel y corresponderían a procesos de reforestación, que lamentablemente se sabe que prácticamente no existen en la RBMM (o son tan recientes que aún no fueron detectables). La ganancia aparente de vegetación, en algunas partes de la RBMM que corresponden a vegetación arbustiva, se puede explicar por la diferencia de fechas entre las imágenes utilizadas: la imagen de 2006 es de marzo, Anal de la época de secas, mientras que la imagen de 2010 es de febrero, que es una época más fresca en general y en el caso particular del mismo año, más húmeda, ya que hubo lluvias atípicas en febrero. Dentro de la zona de oyamel, se pudo dar eventualmente algún desplazamiento en la superposición de los claros.

Al oeste de la zona norte se han reportado ganancias de bosque denso en el periodo 1993–2006 (Figura 3 [1]) (Navarrete et al., 2011). En el centro oeste, el área que aparece en azul corresponde, según el mapa de la UNAM, a vegetación arbustiva (2). Se trata de los ejidos San Cristóbal y Emiliano Zapata. En el primero, los ejidatarios quemaron el bosque en respuesta al decreto de 1986 y se reportó sin bosque denso desde 1993 (WWF, 2006). En Emiliano Zapata hay zonas de corte autorizadas desde los años de 1990. En el periodo 2000–2006 tuvo pérdidas de 96 %, muy por encima de la pérdida promedio de los predios con plan de manejo, que fue de 14 %. Los planes de manejo estuvieron mal diseñados y permitieron la fragmentación del bosque, lo que aceleró su degradación (Navarrete et al., 2011). En la zona de Cerro Pelón, la deforestación se inició en la década de 1990 y continuó en años posteriores (Honey– Rosés et al., 2004).

En la parte norte (3) se encuentra una zona que es la mejor preservada de la RBMM. Según el mapa de Velasco, Champo, España y Baret (2010), en 2001 era de las zonas con mayor índice de área foliar. A pesar de que en 2004 se reportó una afectación media de descortezador, no se encontraron pérdidas entre 2006 y 2010, lo que llevaría a pensar que se logró controlar la plaga. Según la WWF, en su reporte de 2003, se trata de comunidades que se comprometieron con el Fondo Monarca y cambiaron los permisos de aprovechamiento por árboles en pie. Dentro de la misma zona (4) se encuentran las áreas reportadas con afectación alta de plagas (Los Remedios y Cerro Prieto), que presentan pérdidas importantes y han sido objeto de las más intensas labores de saneamiento anual desde 2005. En sus informes la WWF documentó la pérdida de más de 650 ha en cada uno de estos predios en 2002. Hacia el oriente (5) se observan también manchones de deforestación. Se trata de predios sometidos a planes de manejo autorizados, donde además se han presentado problemas de plagas, si bien no aparecen en los informes con que se cuenta, ya que éstos corresponden sólo al estado de Michoacán.

En la zona centro se distingue, al noreste, una pequeña línea (6) casi horizontal, de pérdida, que corresponde al mayor de los deslaves ocurridos como consecuencia de las fuertes lluvias de enero del año 2010, unas semanas antes de la adquisición de la imagen SPOT utilizada. Las autoridades reportaron más de 50 deslaves en el interior del bosque, algunos de varios kilómetros, como el que se observa en la figura, y otros de pocos metros. Para realizar un mapa detallado de los deslaves sería necesario utilizar imágenes de mayor resolución.

Al sur de la zona centro se observan dos manchas importantes de deforestación, que penetran en la zona núcleo (7), en el ejido Francisco Serrato. Se puede considerar que las pérdidas encontradas en el periodo estudiado (2006–2010) son una ampliación de la zona deforestada entre 2001 y 2003, según reportes de la WWF, quien estimó por fotointerpretación, la pérdida de 42.6 ha dentro de la zona núcleo y del total de las 250 ha de superficie de bosque denso de oyamel en la zona de amortiguamiento (en la firma del decreto se negoció que esta parte no entrara en la zona núcleo). A consecuencia de esto, la comunidad indígena de este ejido fue la única que en el año 2003 no recibió el pago por servicios ambientales que esta asociación internacional otorga como incentivo para la conservación del bosque, dentro del programa Fondo Monarca. Es posible que haya algún grado de afectación de plagas, pero por tratarse de ejidos considerados altamente peligrosos y de difícil acceso, no hay reportes recientes de revisión ni saneamiento.

En el centro norte de la zona sur (9) se distinguió, fuera de la zona de oyamel, un área de pino que CONAFOR–UACh reportaron como infestada por muérdago y descortezador y donde la SEMARNAT realizó un saneamiento, en 2009, que abarcó 0.06 ha. Estas pérdidas no están contabilizadas en las reportadas como resultado para oyamel. Haciendo el cálculo por separado, corresponden a casi 400 ha, lo que elevaría la tasa de deforestación total a más de 650 ha·año–1. Se trata de los ejidos Donanciano Ojeda y Francisco Serrato, que en 2003 ya presentaban pérdidas, según el reporte de WWF de 24.17 ha y 49.9 ha, respectivamente; sin embargo, en el reporte para 2005–2006 se menciona que ya detuvieron su proceso de deforestación.

La principal mancha de deforestación en el periodo estudiado (10) se encuentra en la zona sur, dentro del área núcleo. Corresponde al ejido Crescencio Morales y por sí misma supone una pérdida de 438 ha. Se trata de una comunidad con conflictos agrarios y sociales graves, de acceso difícil por la presencia de grupos armados (según reportes de la WWF). Este predio no aparecía en la zona núcleo, hasta el decreto del año 2000, lo que supuso la pérdida de la autorización de manejo; sin embargo, éste se siguió ejerciendo de manera indiscriminada y la comunidad indígena de Crescencio Morales no quiso participar en el Fondo Monarca. Para este ejido la WWF reporta una pérdida de 49.9 ha entre 2001 y 2003 y de 427.20 ha entre 2005 y 2006 (WWF, 2006).

En la zona de Cerro Pelón, las pérdidas de bosque de oyamel suponen una ampliación del área deforestada en la década de 1990.

 

CONCLUSIONES

El análisis de las imágenes permitió distinguir dos tipos de cobertura de la RBMM, correspondientes a la zona arbolada y la no arbolada, y dentro de la primera, el bosque de oyamel y el de pino (o pino–encino). La comparación de los dos mapas obtenidos permitió cuantificar la deforestación en el periodo estudiado (2006–2010). Las pérdidas dentro de la zona de oyamel suman un total de más de 2000 ha, lo que corresponde a una tasa de deforestación de más de 500 ha·año–1; en la zona núcleo la tasa es de más de 300 ha·año–1.

Por la precisión de los datos utilizados y la metodología de análisis, se trata de valores aproximados, pero que reflejan la situación real de la reserva a inicios de 2010. Dada la situación particular de esta zona, es importante contar con información objetiva y actualizada. No hay cifras oficiales confiables del efecto que esta pérdida de bosque está teniendo sobre la migración de las mariposas monarca, pero es claro que, de no implementarse un plan de rescate rápido y contundente, terminarán por desaparecer de la reserva. Al problema de la deforestación se suma el calentamiento global, que ya está reflejando efectos negativos sobre la cantidad de mariposas que llegan anualmente.

El análisis particular de la situación de cada ejido revela la existencia de posicionamientos contrastantes: mientras que en algunos casos el rechazo a la situación de reserva protegida es contundente, en otros, es manifiesto el deseo de participar activamente en la preservación. Así, ejidos como Francisco Serrato o Crescencio Morales, que desde el principio se opusieron a la declaración de reserva, han sufrido procesos tan severos de deforestación que han perdido toda su cubierta arbórea. Esto hace pensar que quizá la situación ya ha llegado a su nivel más crítico y que la tasa estimada de deforestación no necesariamente se mantendrá en los próximos años.

El haber dejado que la situación llegara al estado en que se encuentra tendrá un alto precio. Para revertir el entorno actual se necesitan planes de restauración y manejo integrales, de largo plazo, bien diseñados y cuidadosamente implementados, que cuenten con el acuerdo y la participación de los ejidatarios así como la protección efectiva de las autoridades.

 

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo se generó con datos provenientes de la "ERMEXS–UMSNH 2010".

Los autores agradecen a la dirección de la reserva de la biósfera Mariposa Monarca (SEMARNAT–RBMM) y a la Comisión Forestal de Michoacán (COFOM) por la información de campo y los reportes de saneamiento proporcionados, y a la Coordinación de la Investigación Científica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (CIC–UMSNH) por el financiamiento de esta investigación.

 

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