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Revista Chapingo serie ciencias forestales y del ambiente

versão On-line ISSN 2007-4018versão impressa ISSN 2007-3828

Rev. Chapingo ser. cienc. for. ambient vol.18 no.1 Chapingo Jan./Abr. 2012

https://doi.org/10.5154/r.rchscfa.2010.10.097 

Relaciones sociambientales entre comunidades y áreas naturales protegidas. Reserva de la Biosfera Calakmul: entre el conflicto y la conservación

 

Socio-environmental relationships between communities and protected natural areas. Calakmul Biosphere Reserve: between conflict and conservation

 

Mauricio Sosa-Montes; Pedro Durán-Ferman; Miguel Ángel Hernández-García.

 

Profesor investigador de la Universidad de la Sierra Sur. Miahuatlán de Porfirio Díaz, Oaxaca. Correo-e: msosa@unsis.edu.mx, masomo69@yahoo.com.mx

 

Recibido: 16 de octubre, 2010
Aceptado: 1 de noviembre, 2011

 

RESUMEN

En la Reserva de la Biosfera Calakmul (RBC) se ha generado una relación de conflicto entre las comunidades y la Dirección de la Reserva de la Biosfera Calakmul (DRBC), porque las relaciones se rigen por un principio en el que la lógica del manejo ambiental subordina a la lógica de quienes han usufructuado los recursos en la región y se manifiesta en restricciones de uso del suelo y actividades productivas. Así, el objetivo de esta investigación fue encontrar las causas principales de dicho conflicto. Para el análisis de las relaciones conflictivas, se usaron indicadores cualitativos que surgieron directamente de la información obtenida mediante la aplicación de cuestionarios estructurados, entrevistas a profundidad y de observación directa. Y para comprobar la validez del análisis cualitativo, se aplicaron dos métodos estadísticos: coeficiente de correlación y componentes principales. Se encontró que el conflicto se debe a que los productores o comunidades rurales no participan en los procesos de planeación y de toma, ejecución y evaluación de las decisiones relacionadas con las acciones que lleva a cabo la DRBC en el área de la RBC.

Palabras clave: Relación de conflicto, recursos naturales, participación, actividades productivas.

 

ABSTRACT

In the Calakmul Biosphere Reserve (CBR), a conflictive relationship has developed between communities and reserve management because their relationship is governed by a principle by which the logic of environmental management subordinates the logic of those who have profited from the region's resources and is manifested in restrictions on land use and productive activities. Thus, the objective of this research was to determine the root causes of the conflict. For the analysis of the conflictive relationships, qualitative indicators that emerged directly from the information obtained through the use of structured questionnaires, in-depth interviews and direct observation were used. To check the validity of the qualitative analysis, two statistical methods were used: correlation coefficient and principal components. It was found that the conflict is due to the producers or rural communities not participating in the planning processes and in the making, implementation and evaluation of decisions related to actions carried out in the CBR by reserve management.

Keywords: Conflictive relationship, natural resources, participation, productive activities.

 

INTRODUCCIÓN

Características e importancia de la región de Calakmul

Considerando la península, desde el golfo de Honduras hasta la laguna de Términos, el área de Calakmul es parte de una extensa región (Ibarra-Manríquez et al., 2002) que, en el nivel regional, configura el límite norte de las diversas selvas centroamericanas y hacia el sur, en el área de El Petén y Belice, representa una de las tres mayores extensiones forestales que se extiende ininterrumpidamente sobre más de tres millones de hectáreas, para hacer posible la continuidad entre el sureste de Chiapas y el sur de Quintana Roo.

Esta conjunción de condiciones geográficas, fisiográficas, climáticas, altitudinales y edáficas, hacen posible que en la región de Calakmul se localicen las únicas selvas altas húmedas de la península de Yucatán, las cuales conforman el área forestal más extensa del trópico mexicano y albergan la mayor diversidad de especies que otras áreas en la península (Galindo-Leal, 1999).

Las comunidades vegetales en la región de Calakmul, descritas como diversas asociaciones de selva alta subperennifolia, selva alta perennifolia, selva mediana subperennifolia, selva baja subperennifolia, sabanas, vegetación acuática y vegetación secundaria (Flores y Espejel, 1994), son importantes, pues propician el desarrollo de una gran biodiversidad cuyo valor biológico, ecológico, social y económico se expresa en la variedad de organismos endémicos (anfibios, reptiles, aves, mamíferos) (Flores-Villela y Navarro, 1993), especies de importancia económica, vegetales y animales, así como de numerosas especies medicinales, ornamentales, alimenticias y simbólico-rituales.

La Reserva de la Biosfera de Calakmul (RBC) y su problemática socioambiental

La RBC, establecida oficialmente por decreto presidencial (Diario Oficial de la Federación, 23/05/1989), con una extensión de 723,185 ha, tiene como objetivo general conservar y ordenar los elementos naturales que integran los ecosistemas y, con ello, proteger y mantener, a largo plazo, la flora y la fauna, así como contribuir a mejorar la calidad de vida de sus habitantes, mediante una normatividad que regule y oriente las acciones de protección, investigación, difusión y, en general, todas aquellas actividades de uso y aprovechamiento de los recursos naturales que se lleven a cabo en la reserva y su zona de influencia (Programa de Manejo Reserva de la Biosfera Calakmul, 1999).

Sin embargo, la RBC, como parte de una región más amplia, cuyos orígenes se remontan a las diferentes etapas de conformación y modernización del país, se convirtió en la heredera de un conjunto de problemas que necesariamente influirían tanto en su constitución como en su operación, pues, como toda regionalización económico-social, la región de Calakmul es producto de una relación histórica que se ha conformado, a lo largo del tiempo y el espacio, bajo la combinación de factores ambientales y sociales.

La historia moderna del aprovechamiento de los recursos naturales en la región comienza cuando, a finales del siglo XIX y principios del XX, llegan a la región compañías madereras extranjeras que se dedicaron a la extracción selectiva de maderas preciosas (Revel-Mouroz, 1972), la cual tiende a intensificarse con la instalación de aserraderos y su equipamiento a mediados del mismo siglo XX.

El resultado de la actividad forestal fue la transformación gradual, de 1900 a 1960, del estado de Campeche, en especial la región de Calakmul (García y Pat, 2001), a causa de la disminución de maderas preciosas, de la extensa red de caminos y de los acahuales que se convirtieron en parte permanente del paisaje (Martínez y Galindo, 2002).

El otro perfil del desarrollo en la región tiene sus orígenes recientes en aquellos procesos de colonización del sureste, con los que en los años setenta se pretendió establecer asentamientos humanos vía la colonización con indígenas y campesinos sin tierra provenientes de varios estados del país, como Chiapas, Tabasco, Veracruz, Oaxaca, Michoacán y otros (lo que era una salida a la demanda de tierra por parte de los campesinos y a manera de intención política renovadora del reparto agrario) (Szekely y Restrepo, 1988), y los medios para lograr un desarrollo basado en la producción agropecuaria de alta tecnología y destinada al mercado de exportación.

Sin embargo, el logro fue la continuación del aprovechamiento forestal (Ponce, 1990; Konrad, 1999), ahora por los campesinos, pero también la imposición de proyectos externos, cuyo resultado acentuó el deterioro de las selvas, mientras que los habitantes no fueron los mejores beneficiados (Porter-Bolland et al., 2008).

Todo esto porque, a pesar de las limitaciones ambientales tanto para la realización de actividades productivas (suelo y agua, principalmente, y los mercados) como para la vida (pobreza, marginación), los nuevos asentamientos humanos, dentro y fuera de la reserva, representaron mayor presión demográfica sobre los recursos y mayor expansión de las fronteras agropecuarias (García y Pat, 2001; Pat y Ku, 2000).

Así, aunque la RBC es integrante de la Red Internacional del Programa El Hombre y la Biosfera (MAB-UNESCO), desde 1993, y está incluida dentro del Programa de Conservación de la Biodiversidad en Áreas Naturales Protegidas Selectas de México, parcialmente financiada por Global Environmental Facility (GEF) (Martínez y Galindo, 2002), la pesada carga histórica de una problemática ecológica, económica, social y política, ha condicionado los fines y objetivos de la reserva y por ello ha presentado, desde su fundación, una serie de problemas relacionados tanto con las características de su configuración y funcionalidad, como con las necesidades de aprovechamiento de los recursos naturales y la realización de actividades productivas de las comunidades que viven dentro y fuera de sus límites, lo que ha inducido a repensar el papel de las instituciones, del conjunto de organismos que actúan al interior de la reserva y el de las mismas comunidades.

El problema de estudio

Todo esto nos muestra que en la RBC y en su área de influencia existe una problemática en la que intervienen una variedad de actores y factores, la cual habría que analizar desde una diversidad de enfoques, espacios y tiempos.

Así, persiste una situación que ha contribuido a agudizar esta compleja problemática, y es que tanto las instituciones rectoras de las políticas de protección como las autoridades encargadas de la gestión han partido y conservan un principio que consiste en que la lógica del manejo ambiental se debe subordinar, sin más, a la lógica de quienes han usufructuado los recursos en la región: los indígenas y los campesinos, haciendo a un lado no sólo la heterogeneidad de orígenes, formas de usufructo, necesidades e intereses, sino también los fines de la reserva y quienes con ella conviven.

En este marco, el objetivo del presente trabajo fue realizar un acercamiento al funcionamiento actual de las relaciones entre algunas de las comunidades establecidas en áreas críticas y las autoridades de la RBC, quienes son el eslabón que debía unir políticas, planes, programas y proyectos, como vía para sustanciar los objetivos primordiales de la reserva: conservación y mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes, pues, de acuerdo con la percepción actual de los campesinos, la RBC sigue sin tomar en cuenta los intereses de la población afectada, lo cual trae como consecuencia la persistencia de situaciones conflictivas entre sus administradores y las comunidades rurales o ejidos, a causa de las restricciones al uso de suelo y actividades productivas.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

La información de campo de la presente investigación se recopiló en los ejidos (o comunidades rurales) ubicados en el área de influencia de la Reserva de la Biosfera Calakmul. El criterio principal para seleccionar a las comunidades rurales participantes, fue considerar sólo aquellas que han tenido algún tipo de relación (ya sea que hayan recibido algún crédito, apoyo, asistencia técnica u otra) con la Dirección de la Reserva de la Biosfera Calakmul (DRBC). Se encontró que hasta el momento del trabajo de campo, la DRBC sólo ha trabajado en 31 comunidades rurales (Zapata, 2003).1 Cabe mencionar que la información se recopiló a finales de 2003 e inicios de 2004, y a partir de dicha fecha, cada tres años, se han realizado entrevistas no estructuradas con informantes clave para ver cómo siguen percibiendo la relación de conflicto estudiada.

En cuanto a la representatividad de las comunidades rurales, se decidió tomar como criterio principal el seleccionar a dos comunidades de la zona norte (cerca de la zona núcleo II), dos comunidades de la zona sur (cerca de la zona núcleo I) y dos comunidades de la parte centro, ubicadas en plena zona de amortiguamiento (localizadas en medio de ambas zonas núcleo y sobre la carretera internacional Escárcega-Chetumal). Esta selección se hizo con el fin de abarcar toda el área de la RBC y, a la vez, separar a las comunidades en las tres zonas, esto como una de las estrategias que se han utilizado en otras investigaciones realizadas por el Colegio de la Frontera Sur, sede Campeche, Campeche, pues permite lograr la representatividad de toda el área de estudio.

En lo referente al tamaño de muestra para los ejidatarios, se calculó estadísticamente utilizando el muestreo aleatorio estratificado. La variable utilizada para obtener la muestra fue la dotación de terreno por ejidatario. Y como cada uno de los ejidos seleccionados presenta una dotación de terreno por ejidatario diferente, se decidió que cada ejido representara un estrato.

La fórmula utilizada para determinar el tamaño de muestra es la siguiente (Cochran, 2000):

Aunque para el tamaño de muestra resultó ser suficiente con encuestar a 29 ejidatarios, en el presente trabajo se levantaron un total de 42 encuestas, lo cual permitió obtener una mayor confiabilidad de los resultados obtenidos.

Procedimiento general utilizado en el trabajo de campo

Se elaboraron y aplicaron cinco tipos de cuestionarios: uno dirigido a las instituciones o asociaciones campesinas locales, otro a empleados de la DRBC y los otros tres a nivel de ejido: uno dirigido al presidente del Comisariado Ejidal, otro al presidente del Consejo de Vigilancia, y un tercero y el más importante, a ejidatarios o productores. Cabe mencionar que por diversas razones los empleados de la DRBC no quisieron participar y, por lo tanto, no se aplicó entre ellos dicho cuestionario. Las técnicas e instrumentos utilizados fueron el cuestionario, la observación directa y la entrevista a profundidad. Debido a que la mayoría de los representantes de instituciones o asociaciones campesinas locales casi siempre estaban ocupados en sus labores, se tomó la decisión de dejarles el cuestionario para que ellos mismos lo llenaran, aunque siempre se les explicó la importancia de que lo contestaran, y así lo hicieron.

Además de la información cualitativa recopilada y analizada, que se usó para validar la relación de conflicto dicha relación se apoyó también en los resultados de dos métodos estadísticos, el de coeficiente de correlación y el de componentes principales. Éstos se utilizaron para determinar el grado de la relación entre ejidatarios y las instituciones gubernamentales y no gubernamentales o asociaciones campesinas locales con la DRBC y se calcularon utilizando el programa computacional The SAS System.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Análisis cuantitativo. Respecto a las pruebas estadísticas, coeficiente de correlación y componentes principales, aplicados para fundamentar la confiabilidad de los resultados, se encontró que existe una relación inversamente proporcional entre los productores y las instituciones gubernamentales y no gubernamentales o asociaciones campesinas locales con la Dirección de la Reserva de la Biosfera Calakmul (DRBC); es decir, que la DRBC toma sus decisiones sin considerar a los productores y a las instituciones gubernamentales y no gubernamentales o asociaciones campesinas locales.

En el caso de la correlación, se tiene que: a) la relación entre los productores y la DRBC presentó una correlación perfecta de -1, con una probabilidad de 0.0001, lo cual indica que existe una relación inversamente proporcional entre ellos, es decir, tienen una relación totalmente opuesta; b) la relación existente entre instituciones y asociaciones campesinas locales y la DRBC es, igualmente, de -1, con una probabilidad de 0.0001, lo cual indica que existe correlación y es inversamente proporcional entre ellas.

Para el caso de componentes principales, los resultados mostraron, de acuerdo con la matriz de covarianzas, lo siguiente:

Lo cual indica que la covarianza entre Xp y Xnp es negativa, con un valor de 0.1411, y es un indicio de que la relación entre los productores y las instituciones gubernamentales y no gubernamentales y asociaciones campesinas locales con la DRBC es inversamente proporcional.

De acuerdo con esto, los indicadores que tienen más influencia en la relación negativa entre las instituciones gubernamentales y no gubernamentales o asociaciones campesinas locales y la DRBC son: la frecuencia de reuniones con la DRBC, la participación en la toma de decisiones y la forma de mejorar la relación con la DRBC; asimismo, las preguntas que más influyen en la relación inversa entre los productores y la DRBC son el conocimiento del tiempo de funcionamiento de las oficinas de la DRBC, la participación en la toma de decisiones de la DRBC, el tipo de participación en los proyectos apoyados por la DRBC y la presencia de algún conflicto legal con la DRBC o la SEMARNAT.

En síntesis, los resultados indican que hasta el momento ninguno de los productores ha participado en la toma de decisiones de las acciones que realiza la DRBC, por lo cual muchas de las actividades o proyectos ejecutados en la región de Calakmul no han logrado tener el éxito esperado, ya que la población sólo ha aceptado los apoyos como un ingreso más a su economía familiar. Los programas o proyectos formulados y apoyados por la DRBC son aprobados por la CONANP, y generalmente esta misma los evalúa sin la participación de los productores.

Los representantes de las instituciones o asociaciones campesinas locales tampoco participan en la toma de decisiones sobre el quehacer en la RBC, ya que éstas son de carácter oficial. Aunque por reglamento son invitados al Consejo Asesor de la DRBC, pero sólo a reuniones de tipo informativo.

Análisis cualitativo. Además de los indicadores antes mencionados y validados en las pruebas estadísticas, los indicadores cualitativos mostraron la existencia de una relación de conflicto entre las comunidades rurales y la DRBC:

a) El conflicto empezó, de cierta manera, con el decreto de la Reserva de la Biosfera Calakmul (23 de mayo de 1989), ya que, como es sabido, en un decreto no se considera la opinión de la población afectada.

b) A partir del decreto de la reserva, fue necesario crear la Dirección de la RBC con el fin de administrarla. Pero fue hasta 1993 cuando se designó a su primer director. A partir de 1997 se reafirmó un poco más el conflicto, ya que la DRBC empieza a trabajar en la región de Calakmul y lo primero que realizó fue la reubicación de algunas comunidades que estaban dentro de las Zonas Núcleo, con lo cual se empiezan a tener ciertos enfrentamientos con las comunidades afectadas, aunque al final se logra tal objetivo.

c) A partir de la publicación del Programa de Manejo de la Reserva de la Biosfera Calakmul, en enero del año 2000, en cierta manera se hace más evidente el descontento de los productores de la Región de Calakmul, ya que con dicho Programa se expide un reglamento normativo, en el cual se les imponen varias restricciones a sus actividades productivas y de extracción de recursos forestales, que ellos emplean tanto en autoconsumo como en venta, pues son los únicos recursos con que cuentan para subsistir. Entre las principales restricciones están las siguientes: prohibición de tala de árboles, quema para abrir nuevas áreas de cultivo y caza de especies de animales silvestres.

En síntesis, las causas del conflicto radican en: 1) las comunidades no participan en los procesos de planeación y de toma, ejecución y evaluación de decisiones relativas a las actividades, y 2) las restricciones que los productores tienen para realizar sus actividades productivas con las cuales satisfacen sus necesidades básicas de subsistencia.

Esta problemática muestra lo intrincado que resulta la puesta en práctica de acciones tendientes a promover una política de conservación. Así, al pretender acotar y controlar las actividades humanas que presumiblemente ponen en peligro la biodiversidad (que, para quienes tradicionalmente han dependido de ella, es el único medio de realizar su vida), se margina a las poblaciones en diversos sentidos, pues, a pesar de la consideración explícita de contribuir a la satisfacción de las necesidades de la población que reside dentro y en los alrededores de las ANP, su establecimiento implica una limitación en el uso tradicional de los recursos naturales, justificada por la necesidad percibida de conservar el medio ambiente.

Ante esta situación, se puede coincidir, en términos generales, en cuanto a lo que algunos autores consideran respecto al manejo de las áreas protegidas, en el sentido de que la identificación de las oportunidades de manejo que sean adecuadas y efectivas, depende de: 1) los atributos de la biodiversidad de interés, 2) la conectividad del paisaje como medio para delimitar los sitios particulares con fuertes interacciones ecológicas entre el área protegida y su paisaje circundante, y 3) la dinámica socioeconómica que determina el uso actual y futuro de los recursos naturales, dentro y alrededor del área protegida (DeFries et al., 2007).

Es evidente que, tratándose de un área con intrincadas y diversas formas de relación de las comunidades respecto al aprovechamiento de los recursos naturales, la puesta en práctica de estas tres líneas básicas de acción requeriría de una gran dosis de interacción comunicativa, despojada de relaciones de poder, entre autoridades y pobladores, pero también del establecimiento de acuerdos que permitiesen la construcción conjunta de procesos y acciones que conjugaran los objetivos de la reserva, los planes, programas y proyectos institucionales y las necesidades, presentes y futuras, de las comunidades.

Si se considera que, en la medida en que la inducción de un proceso de cambio en el uso del suelo aisla las áreas protegidas de sus paisajes circundantes -que son los fines perseguidos por la reserva- pero también altera las acciones y necesidades humanas que durante años han dependido de esos recursos, entonces el problema sería cómo encontrar las actividades que hicieran posible tanto mantener los equilibrios ecosistémicos como reducir las restricciones sobre el aprovechamiento de los recursos, pues éstos son fundamentales para la subsistencia de las poblaciones.

Idealmente, esto se lograría minimizando la incidencia e intensidad de las actividades humanas mediante una reducción en la dependencia de las comunidades respecto al aprovechamiento de los recursos dentro del área protegida (DeFries et al., 2007). Sin embargo, después de años del establecimiento de la reserva, esto no se ha logrado y en cambio persisten los alejamientos, los desacuerdos, las acciones institucionales nacionales y de organismos internacionales, así como de una variedad de las llamadas ONG, que hacen perder la perspectiva de fines y medios, mientras que la reserva y quienes continúan retorciendo sus nexos de dependencia con los recursos naturales, sencillamente subsisten.

Examinemos ahora las acciones institucionales y las respuestas de quienes han visto la singularidad de la reserva y sus acciones. A finales de los años noventa e inicios del nuevo siglo, los campesinos de la región de Calakmul recibieron apoyo de diferentes programas relativos a agroforestería, agricultura orgánica y apicultura, entre otros, pero muy poco de esto pudo fructificar plenamente por causas económicas, políticas, crediticias, técnicas, de comercialización, de organización, de aceptación, de identificación y desarticulación.

¿Constituirá esto una muestra del fracaso de programas de conservación ambiental que, a través de acciones muy concretas, simplemente ven en ellas y en la participación de las poblaciones una cuestión funcional y política, que otorga visos de legalidad a procesos sociales que realmente no se sustancian con directrices claras de modificación ante la ineludible necesidad de cambio en las relaciones de la sociedad con el uso de sus recursos?

Ante esta situación, cada vez es más evidente que el establecimiento y gestión de Áreas Naturales Protegidas requiere considerar no sólo la participación, sino también el desarrollo de estrategias, políticas e ideologías respecto a la conservación comunitaria, pues un activo proceso político de descentralización requiere que los actores y grupos en el nivel local sean capaces de definir qué es lo que debería ser conservado (Haller y Galvin, 2008), así como de la instauración de nuevas formas de gobernanza ambiental que sean eficaces y se desarrollen de manera socialmente balanceada respecto al ambiguo concepto de desarrollo sustentable como paradigma en la gestión de recursos naturales (Brenner, 2010); esto porque el impacto de las actividades humanas sobre las condiciones y repercusiones ambientales y socioeconómicas sólo puede ser superado mediante el análisis de las estructuras de poder subyacentes y de los conflictos entre diferentes grupos involucrados (Brenner, 2009).

No obstante tal complejidad, la administración de la RBC se ha ejercido con escasa participación real de los afectados y siguen prevaleciendo diferentes formas de resistencia contra las medidas administrativas impuestas. Todo esto, a pesar de que se ha pretendido impulsar programas y proyectos de apoyo, vía algunas actividades agrícolas y económicas derivadas de la agricultura ecológica, y a partir de ello generar alternativas de trabajo e ingreso. El resultado: los desequilibrios ambientales persisten y se acentúan en algunos aspectos, y la resistencia contra la aplicación de políticas ambientales no ha disminuido, lo que se acentúa por la pluralidad de acciones cuyos agentes son las instituciones gubernamentales, los organismos internacionales y las ONG.

 

CONCLUSIONES

Es claro que la reserva ha alterado el sentido y la orientación de las formas de uso y manejo tradicionales, y eso generó una situación conflictiva que ha sido compulsiva y temporalmente atenuada, pero que está lejos de ser eliminada o de acabar con las incertidumbres de los pobladores.

La solución necesariamente deberá contemplar la conjunción de múltiples vías, entre las que presumiblemente se encontrarían: a) la acción política que hasta hoy no ha fructificado y que debe sustanciarse en el diálogo abierto y la concertación de acciones; b) el establecimiento de acuerdos, medios y fines; c) la planificación de horizontes de vida productiva y justicia social, que cuenten con los apoyos técnicos, financieros, administrativos, que contemplen acciones y organización en el pequeño, mediano y largo plazo; d) el diálogo abierto entre actores e instituciones; e) el cambio de perspectivas y racionalidad de la relación con el ambiente, por parte de las comunidades que conviven dentro y fuera de la reserva; f) la confluencia de voluntades que proyecten la unidad de acciones y de metas; y g) la construcción social de una senda que deje atrás aquella visión cosificadora de naturaleza y de seres humanos.

 

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NOTA

1 Baltazar Zapata. Subdirector de la Dirección de la Reserva de la Biosfera Calakmul (DRBC). Zoh-Laguna, Calakmul, Campeche.

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