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Revista Chapingo serie ciencias forestales y del ambiente

versión On-line ISSN 2007-4018versión impresa ISSN 2007-3828

Rev. Chapingo ser. cienc. for. ambient vol.18 no.1 Chapingo ene./abr. 2012

https://doi.org/10.5154/r.rchscfa.2010.11.130 

La evaluación del impacto ambiental y el desarrollo sustentable. Estudio de caso San Pedro Mixtepec, Juquila, Oaxaca

 

Environmental impact assessment and sustainable development in San Pedro Mixtepec, Juquila, Oaxaca

 

Carlos Espinoza-Nájera¶1; Oliverio González-Alafita1; Rigoberto Vargas-Carballo2.

 

1Instituto Tecnológico de Oaxaca. Av. Ing. Victor Bravo Ahuja Núm. 105 esq. calz. Tecnológico, Centro Oaxaca, C. P. 68030, Oaxaca, Oaxaca,MÉXICO. Fax (01951) 5015016. Correo- e: najera47@hotmail.com (Autor para correspondencia).

2Universidad Autónoma Chapingo. División de Ciencias Forestales. km 38.5 Carretera México-Texcoco, Chapingo, Edo. de México, C. P.56230. Tel. (595) 9521500, Ext. 5207.

 

Recibido: 15 de diciembre, 2010
Aceptado: 25 de octubre, 2011

 

RESUMEN

La problemática en materia de impacto ambiental en México está referida a que no se ha realizado una evaluación sobre su efectividad como instrumento de la política ambiental, por lo que es importante conocer si dicho instrumento cumple o coadyuva con los principios básicos del desarrollo sustentable, considerando que debe evolucionar y estar en un proceso de mejora continua. Debe garantizarse, efectivamente, el enfoque preventivo que brinde certeza acerca de la factibilidad ambiental de los diversos proyectos con los cuales se busca promover el desarrollo. En este trabajo se aplicó un sistema de investigación hipotético-deductivo, a través del método empírico descriptivo y correlacional, realizando la recopilación, análisis y evaluación de información existente, principalmente de las manifestaciones de impacto ambiental de proyectos de desarrollo con dictamen técnico, en San Pedro Mixtepec, Juquila, Oaxaca. El resultado demuestra que la información es superficial, y no aporta conocimiento científico sobre los verdaderos impactos que generará el proyecto o actividad al medio ambiente y a los recursos naturales. Se puede concluir que dichos documentos desempeñan un papel preponderante, ya que permiten identificar los impactos ambientales negativos y, al mismo tiempo, armonizar estos efectos aplicando medidas de prevención o mitigación que favorezcan el equilibrio entre el desarrollo y la conservación del ambiente.

Palabras clave: Conocimiento científico, indicadores ambientales, proyectos de desarrollo, normatividad.

 

ABSTRACT

The problematic concerning environmental impact in Mexico means that no assessments on effectiveness as an instrument of environmental policy have been conducted; therefore it is important to know whether the instrument meets or contributes to the basic principles of sustainable development, considering that it must evolve and be in a process of continuous improvement. Precautionary approach should be assured to provide certainty on environmental feasibility of different projects, which aim to promote development. In this study, a hypothetical-deductive research along with a correlational and descriptive empirical method were used, elaborating collection, analysis and evaluation of existing information, mainly on environmental impact statements of development projects with expert opinion, in San Pedro Mixtepec, Juquila, Oaxaca. Results show that the information presented is superficial, without providing scientific knowledge on true impacts generated by the project and/or activity to the environment and natural resources. It can be concluded that these documents play an important role, because they allow the identification of negative environmental impacts, and at the same time, harmonize these effects by applying prevention or mitigation measures that promote a balance between environmental conservation and development.

Keywprds: Scientific knowledge, environmental indicators, development projects, normativity.

 

INTRODUCCIÓN

México está catalogado entre los doce países con mayor diversidad biológica, ya que reúne una elevada proporción de la flora, fauna y otros recursos silvestres del mundo en sólo 1.3 % de la tierra emergida del mar. El país concentra una impresionante biodiversidad: ocupa el primer lugar mundial en cuanto al número de reptiles, con 717 diferentes especies; el cuarto lugar en anfibios, con 295; el segundo lugar en mamíferos, con 500; el décimoprimero en aves, con 1,150 especies y, posiblemente, el cuarto lugar en angiospermas (plantas con flor), ya que se calculan 25,000 especies. En lo referente a invertebrados, no se tiene la información precisa, pero se reconoce que su diversidad es incontable (SEMARNAP, 2000).

Esto hace que a México se le incluya dentro de las 15 áreas mundiales denominadas hot spots o puntos críticos, que en conjunto ocupan 1 % de la superficie del planeta y albergan de 30 a 40 % de la biodiversidad remanente del mundo. Y se estima que aporta entre 10 y 15 % del total de la diversidad biológica mundial; inmensa riqueza, sin duda, pero en una precaria situación. Es importante mencionar que, como en todas las regiones del orbe, en dichas áreas se registran también elevados procesos de degradación que afectan directamente a los ecosistemas y las especies (SEMARNAP, 2000).

Se puede señalar que los proyectos de desarrollo en México se han caracterizado por el mínimo esfuerzo, para obtener los máximos beneficios financieros, lo cual no está del todo mal, excepto que la naturaleza y los sectores más desfavorecidos de la población humana son quienes han resentido en forma importante tal situación. En este sentido, es conveniente conocer los efectos que causarán dichos proyectos en el medio ambiente, a través de una evaluación del impacto ambiental. Es decir, se tiene que llevar a cabo un análisis detallado del proyecto a realizarse y del sitio donde se pretenda instalar. De esta manera, es posible establecer la factibilidad financiera y ambiental del proyecto (análisis costo-beneficio ambiental-desarrollo sustentable) y, en su caso, determinar las condiciones técnicas y de operación para su ejecución que permitan conocer las posibles afectaciones que provocará al ambiente y a través del procedimiento de evaluación del impacto ambiental, proponer medidas de prevención, mitigación y restauración que eviten o reduzcan al mínimo los efectos negativos que esos proyectos generarán sobre los recursos naturales y el medio ambiente.

El arranque formal del procedimiento de evaluación del Impacto Ambiental se registró en 1988, año en que se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (28 de enero) y su Reglamento en Materia de Impacto Ambiental (7 de junio). Después de ocho años de desarrollo institucional, en 1996, se reforma la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (13 de diciembre), y su Reglamento en Materia de Evaluación del Impacto Ambiental pasa por lo mismo el 30 de mayo de 2000. Estas reformas tuvieron como objetivo fortalecer, particularmente, la evaluación del Impacto Ambiental, todo ello orientado a lograr que los instrumentos jurídicos cumplieran con su función y que se redujeran los márgenes de discrecionalidad de la autoridad en la materia (Instituto Nacional de Ecología, 2000).

Por lo antes mencionado, el presente trabajo tiene como objetivo analizar si la evaluación del impacto ambiental coadyuva o no con el desarrollo sustentable, a través de la revisión y análisis de estudios de impacto ambiental de proyectos de desarrollo con dictamen técnico en el municipio de San Pedro Mixtepec, Juquila, Oaxaca, durante el periodo de 1997 a 2006.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizó un análisis, procurando determinar si la evaluación del impacto ambiental que se lleva a cabo, con respecto a diversos proyectos, coadyuva o no con el desarrollo sustentable. Se utilizó el sistema de investigación hipotético-deductivo, con un método empírico descriptivo y correlacional, a través de recopilar, revisar y analizar información existente en libros y documentos oficiales en materia de impacto ambiental (Serrano, 1992). Principalmente, se evaluaron y analizaron 753 manifestaciones de impacto ambiental de proyectos de desarrollo de competencia federal, las cuales se presentaron a evaluación ante la SEMARNAT Delegación Oaxaca. Estos proyectos se presentaron durante el periodo de 1997 a 2006, de los cuales 27 corresponden a la Región Cañada, 116 a la Región Istmo, 65 a la Región Mixteca, 52 a la Región Sierra Norte, 68 a la Región Sierra Sur, 48 a la Región del Papaloapan, 83 a la Región de Valles Centrales y 294 a la Región de la Costa, donde 159 conciernen al municipio de San Pedro Mixtepec, Juquila, Oaxaca, lugar donde se realizó la investigación. La evaluación y el análisis consistieron en revisar si la información presentada en dichos documentos cumple o no, cuantitativa y cualitativamente, con lo establecido en la normatividad ambiental mencionada. Lo anterior con la finalidad de tener elementos de apoyo para realizar de manera eficiente un análisis de juicio.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

A partir de la evaluación realizada por la SEMARNAT a las 753 manifestaciones de impacto ambiental durante el periodo señalado, 521 (69.19 %) se autorizaron y 322 (30.81 %) no. Considerando esos dictámenes y aplicando el método mencionado, se observó que en sólo dos de las ocho regiones del estado de Oaxaca se realizaron la mayoría de los estudios de impacto ambiental, las cuales fueron la Costa y el Istmo, por lo que para delimitar el área de estudio y profundizar en el análisis se utilizaron, en principio, diez unidades o criterios de análisis en estas dos regiones (Cuadro 1).

En el Cuadro 1 se observa que en la Región de la Costa del estado de Oaxaca, el mayor número de estudios de impacto ambiental, a través de los cuales se pretende conservar o minimizar el impacto en diez diferentes tipos de ecosistemas, incluyen selvas medianas y bajas, bosques templados, pastizales, agricultura de temporal, bosque mesófilo, vegetación halófila, manglar, vegetación de dunas costeras y esteros. Estos trabajos se propusieron en 22 municipios, de los cuales cinco se encuentran en el distrito de Jamiltepec, siete en Juquila y 10 en Pochutla. En este sentido, y con la finalidad de delimitar de manera más precisa el espacio de análisis, se procedió a revisar a fondo únicamente la información contenida en la región de la Costa.

Para la región analizada, se presentaron 294 estudios de impacto ambiental, de los cuales 11 corresponden al Distrito de Jamiltepec, 95 al Distrito de Pochutla y 188 al Distrito de Juquila. De este último municipio, cuatro estudios corresponden a Santa Catarina Juquila, uno a Santos Reyes Nopala, uno a San Juan Quiahije, uno a San Juan Lachao, dos a San M. Panixtlahuaca, 20 a Villa de Tututepec de Melchor Ocampo y 159 a San Pedro Mixtepec. De este último, 156 fueron financiados de manera privada y solo tres se realizaron con financiamiento público. Estas obras o actividades se llevaron a cabo, principalmente, en dos de los tres desarrollos urbanos más importantes del Distrito de Juquila: Puerto Escondido y Bajos de Chila.

Por lo anterior, y por los datos obtenidos en el análisis realizado a las 753 manifestaciones de impacto ambiental ingresadas a evaluación a la SEMARNAT, en el periodo de 1997 a 2006, a las 11 guías de impacto ambiental, a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (13 de diciembre de 1996) y su Reglamento en Materia de Evaluación del Impacto Ambiental (30 de mayo de 2000), información del Consejo Nacional de Población (2005), y de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (1998), se determinó que el principal municipio motivo del estudio es San Pedro Mixtepec, Juquila, Oaxaca, en virtud de que es el municipio con mayor número de manifestaciones de impacto ambiental presentadas a evaluación a la SEMARNAT. Lo anterior refleja que es un municipio en el cual se realiza una importante inversión en obras, principalmente de desarrollos inmobiliarios, obras hidráulicas y vías generales de comunicación, así como actividades acuícolas, entre otras. Según se percibe en el Plan Estatal de Desarrollo Sustentable 2004-2010 (Gobierno del Estado de Oaxaca, 2004), se continuará realizando inversiones hacia dicho municipio, que por otra parte, según la CONABIO (1998), es una de las regiones terrestre e hidrológica consideradas prioritarias.

En este aspecto, y con la finalidad de analizar a profundidad la situación que guarda la evaluación del impacto ambiental y el desarrollo sustentable en el municipio de San Pedro Mixtepec, se procedió a evaluar un estudio de caso a través de una manifestación de impacto ambiental de un proyecto de desarrollo, ubicado en su Agencia de Puerto Escondido, el cual se referiere a la construcción de un fraccionamiento.

Características del proyecto

Al sitio de proyecto se llega por la Carretera Federal Núm. 131 Oaxaca-Puerto Escondido, recorriendo una distancia de 248 km desde la capital del estado. La superficie total del predio, para el desarrollo de la infraestructura, es de 10 ha; todos los lotes son de forma regular, algunos con un ancho al frente de 16 m por 30 m de largo y otros de 20 m de frente por 25 m de largo; en cada terreno se construirán viviendas unifamiliares. La zona cuenta con todos los servicios: agua potable, energía eléctrica y teléfono, entre los más importantes, ya que esta área se encuentra dentro de la zona urbana de Puerto Escondido (Hernández, 2006).

La infraestructura utilizará materiales de la región, como son tejas, ladrillo de barro rojo recocido, loseta de barro, palma y madera. Cabe mencionar que en México algunos arquitectos lo denominan "estilo vernáculo" o "mareño". De la superficie total, 58,600 m2 corresponden a la cobertura vegetal a ser afectada en el área del proyecto. Los residuos que se generarán por las actividades propias del proyecto serán: residuos sólidos de origen vegetal, domésticos, reutilizables o reciclables (papel, cartón y plástico, entre otros); para su recolección se colocarán tambos de 200 L, los cuales se verterán al tiradero municipal, a través del servicio de limpia (Hernández, 2006).

No habrá disposición inadecuada de aguas residuales sanitarias, ya que sus descargas se conectarán a la red de drenaje municipal y de ahí a la planta de tratamiento de aguas residuales del municipio en cuestión (Hernández, 2006).

El tipo de vegetación que se presenta en el sitio de proyecto es selva baja caducifolia, no catalogada como vegetación primaria; su estructura, composición y formación se deben a los procesos de sucesión vegetal, por lo que es considerada como vegetación secundaria, debido a que se desarrolla en suelos donde antes se practicaron labores de desmonte para la práctica de la agricultura tradicional y el establecimiento de la zona urbana. Las especies predominantes en este tipo de vegetación son: Gyrocarpus americanus (palo santo), Maclura tinctoria (palo de mora) y Sapindus saponaria (palo blanco). El estrato herbáceo presente en la época de lluvias, de junio a septiembre, disminuye considerablemente al final de la temporada y es casi nulo en la época de secas; la altura de este estrato va de 0.1 a 1.0 m. En el sitio de proyecto se reportan especies como Cryptostegia grandiflora (quiebraplatos), Anulacaulis enosolenus (pegajosa), zarzas del género Robusta, Flagellari sp. (flagelaria) y pastos de los géneros Cenchrus y Desmodium sp. (García, 2006).

Diagnóstico ambiental

La manifestación de impacto ambiental presentada a evaluación ante la SEMARNAT señala que los impactos identificados se evaluaron cuantitativa y cualitativamente, utilizando como criterios para su ponderación a la naturaleza y considerando las características ambientales del sitio de proyecto, como son agua, suelo, aire, flora y fauna, sin el proyecto y con el proyecto; la duración, en términos del tiempo que persistirán las etapas de proyecto (preparación del sitio, construcción, operación, mantenimiento y abandono); la importancia, que incluye las particularidades de los impactos ambientales, socioeconómicos y culturales que generará el proyecto; y, finalmente, la magnitud, considerando la dimensión del proyecto y de los impactos ambientales potenciales negativos generados por las obras o actividades propias del proyecto. Se busca obtener un factor de fácil interpretación, con escalas establecidas por un grupo consultor ambiental denominado Consorcio Ambiental de Antequera; se determinó que el valor resultante oscilara en una escala que permitiera la fácil interpretación del efecto, por lo cual se pudo determinar que con el proyecto se afectará la fauna silvestre, ya que no se permitirá su libre tránsito además de que las especies ahora existentes tenderán a desplazarse; la calidad del aire disminuirá y aumentará el nivel de ruido, debido al transporte de materiales que se utilizarán dentro del área, considerando que los automotores utilizan diesel o gasolina. La flora también se afectará, ya que en la zona se observaron plantas de importancia para aprovechamientos con fines domésticos, en particular leña y plantas medicinales (Hernández, 2006).

Además, habrá efectos sobre la hidrología superficial en el área del proyecto, ya que por ahora se cuenta con un escurrimiento natural con flujo intermitente; la imagen visual también se verá afectada, desde el punto de vista ambiental en el paisaje y mermará la visibilidad y calidad paisajística e incrementará la fragilidad en forma significativa. Es evidente que se trata de un cambio de uso de suelo forestal (Hernández, 2006).

Medidas de mitigación

De acuerdo con la identificación y evaluación de impactos ambientales realizados, el grupo consultor ambiental señaló en la manifestación de impacto ambiental, las medidas preventivas, correctivas y de mitigación más significativas o relevantes, desde el punto de vista ambiental, en la realización del proyecto en cualquiera de sus etapas. Cabe señalar que estas medidas están basadas en los impactos identificados anteriormente, cuyo cumplimiento será responsabilidad del promovente, siendo éstas las siguientes:

Fauna silvestre: permitir el libre tránsito a la fauna silvestre del lugar durante las etapas del proyecto.

Calidad del aire: afinación de vehículos y maquinaría, principalmente en las etapas de preparación del sitio y construcción.

Nivel de ruido: colocación de silenciadores para vehículos y maquinaria, durante el tiempo que dure la preparación del sitio y la construcción.

Flora: se realizará la protección de plantas de importancia para los lugareños, en particular leña y plantas medicinales, actividad que se llevará a cabo únicamente en la etapa de preparación del sitio.

Hidrología superficial: se tendrá el cuidado de no obstruir el agua superficial con residuos sólidos municipales o con residuos producto del proceso de construcción.

Imagen visual: se realizará una reforestación con especies nativas en el sitio de proyecto, de manera paralela a los trabajos de desmonte y despalme durante la etapa de preparación del sitio.

Cambio de uso de suelo: sólo se eliminará la vegetación en la superficie destinada al proyecto, directamente en las áreas destinadas a la implementación de infraestructura permanente. Actividad que se realizará durante la preparación del sitio.

Indicadores ambientales

Los indicadores ambientales utilizados se basan en el esquema denominado "Presión-Estado-Respuesta" (PER), propuesto por Environment Canadá y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); a través de una lógica de causalidad, se presuponen relaciones de acción y respuesta entre los aspectos sociales, económicos y del medio ambiente (Instituto Nacional de Ecología, 1997). En este ejercicio se utilizarán los indicadores mostrados en el Cuadro 2, con los siguientes resultados:

1. Toneladas por hectárea por año perdidas en el sitio de proyecto; se basará en variables establecidas en el balance entre el proceso de formación del suelo y la erosión en terrenos dedicados a varios usos, según se indica en el Cuadro 3.

En donde se tomó como dato el valor señalado en la columna de uso del suelo forestal, considerando las pérdidas permisibles de suelo que al multiplicarlo por la superficie total de 62,064.88 m2 que corresponden a la suma de las áreas de construcción dentro de los lotes y de las vialidades y áreas de servicio, superficie en donde habrá el cambio de uso de suelo, se tiene que:

Producción= (1.8 t·ha-1·año-1) (6.206488 ha) = 11.1717 t·ha-1·año-1

Considerando que el cambio de uso de suelo se realizará en un periodo de seis meses, tres meses para la etapa de preparación del sitio y tres meses para la etapa de construcción, en donde el uso de suelo se considera como área sin vegetación, cuya pérdida por erosión equivale a 16.0 t·ha-1·año-1, se tiene que el área total sin vegetación es:

área sin vegetación = (16.0 t·ha-1·año-1) (6.206488 ha) = 99.3038 t·ha-1·año-1.

Ahora bien, para conocer las toneladas por hectárea de suelo perdido se suma el resultado de la producción con el resultado obtenido del área sin vegetación, obteniendo:

toneladas por hectárea de suelo perdido = 110.4755 t·ha-1·año-1.

2. Cantidad de agua que deja de infiltrarse al subsuelo

La precipitación anual en la zona de proyecto varía entre 800 y 1,200 mm anuales (García 1998). Para fines de conocer la cantidad de agua que deja de infiltrarse al subsuelo en el sitio de proyecto por su implementación, se consideró una precipitación anual promedio de 1,000 mm (1.0 m de lámina) y se obtuvieron las superficies que tendrán los 78 predios que conforman el proyecto como áreas verdes. Éstas son 25 % de la superficie total de cada lote, considerando también el área que corresponde a la construcción de vialidades y áreas de servicio, se obtuvieron los resultados señalados en el Cuadro 4.

Ahora bien, considerando que las áreas que no permitirán la infiltración de agua al subsuelo por sus características propias son:

Construcción dentro de los lotes = 48 822.26 m2.

Vialidades y áreas de servicio = 13 242.62 m2.

De ahí que se obtiene una superficie total de 62,064.88 m2, que multiplicada por 1,000 mm, como precipitación media anual, se tiene que 62,064.88 m3 anuales de agua dejan de infiltrarse al subsuelo. Esto equivale a 62,064,880 L, que, dividido entre 31,536,000 s·año-1, se obtiene 1,9681 L/s. Para tener una idea más clara de esta situación, se comparó con tinacos de 1,100 L de capacidad, dando como resultado que serán 56,422.62 tinacos o, en su caso, 3,266,572.63 de garrafones de agua de 19 L de capacidad.

En cuanto a los resultados obtenidos anteriormente, en donde se aprecia la pérdida de recursos naturales, debido a la realización del proyecto de desarrollo en cuestión, se genera controversia con lo que establece el artículo 28 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (1996), donde se señala que el objeto de la evaluación del impacto ambiental consiste en establecer las condiciones a las que se sujetará la realización de obras y actividades que puedan causar desequilibrios ecológicos o rebasar las disposiciones de protección ambiental, para evitar o reducir al mínimo sus efectos negativos sobre el ambiente. Debido a que no queda claro si las obras y actividades pueden o no permitirse, queda a juicio de la SEMARNAT determinar, de manera discrecional, si se prohíbe la realización de proyectos y actividades que no sólo rebasen los límites establecidos, sino también los que causen afectación a ecosistemas y daños a los recursos naturales, o si pueden permitirse se condicionarán al cumplimiento de medidas que eviten o reduzcan sus efectos negativos al medio ambiente.

Las evaluaciones de impacto ambiental son previas a la realización de una obra o actividad. En efecto, son prospectivas, ya que en la identificación de los impactos ambientales se trata de construir imágenes de cómo podrían ser las consecuencias por la ejecución de proyectos específicos. Gutiérrez (1997) señala que por ello es todo un reto hacer predicciones útiles, basadas en conocimientos ecológicos, antes de la ocurrencia de los impactos que realmente causará el proyecto.

La valoración de un impacto ambiental, y la consiguiente aceptación o rechazo de la acción que lo produce, es un asunto de criterio; esto causa dificultad y proporciona interés intelectual a los estudios de impacto ambiental, cuya calidad exige un conocimiento profundo de las relaciones actividad-entorno, una preparación multifacética, una habilidad especial para encontrar la forma de medirla y un criterio para valorarla. Gómez (2002) menciona que en el impacto ambiental, además de la dimensión técnica, presumiblemente objetiva, hay una dimensión social y, por lo tanto, cultural.

Se considera que la información que se presenta en las manifestaciones de impacto ambiental, debe realmente aportar conocimiento científico sobre los verdaderos impactos que generará un proyecto de desarrollo al medio ambiente y a los recursos naturales, realizando el análisis a mayor profundidad, utilizando indicadores ambientales de agua, suelo, aire, flora y fauna.

 

CONCLUSIONES

Los resultados obtenidos en esta investigación, cuyo objetivo es conocer la relación que guardan la evaluación del impacto ambiental y el desarrollo sustentable a través de un estudio de caso en San Pedro Mixtepec, Juquila, Oaxaca, permiten llegar a las siguientes conclusiones:

La modificación o pérdida de agua de infiltración en el sitio de proyecto, por la presencia de obras, repercutirá en la dinámica de circulación del agua hacia las playas de Manzanillo, Puerto Escondido, Oaxaca, y en la recuperación de mantos acuíferos ubicados en la periferia de la mancha urbana de Puerto Escondido, Oaxaca.

La pérdida del suelo, debido al cambio de uso de suelo generado por el proyecto de desarrollo en cuestión, provocará desertificación, fenómeno asociado con la disminución de la capacidad productiva y la pérdida de servicios ambientales que existían en el lugar antes de su implementación, así como la destrucción de flora y fauna localizada dentro del sitio de proyecto y de su zona de influencia, la cual se ha desarrollado de forma exponencial, debido al crecimiento de la mancha urbana.

El estudio de impacto ambiental aplicado para el proyecto de desarrollo presentado en el estudio de caso, se refiere a cuestiones descriptivas y especulativas que no permiten evaluar a fondo los impactos ambientales reales, potenciales, acumulativos o sinérgicos del proyecto, por lo que se puede afirmar que el mencionado instrumento de la política ambiental en México, para el multicitado proyecto, no cumplirá ni coadyuvará con los principios básicos del desarrollo sustentable.

 

LITERATURA CITADA

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