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Intervención (México DF)

versión impresa ISSN 2007-249X

Intervención (Méx. DF) vol.5 no.10 México jul./dic. 2014

 

 

A First Approach towards the Binding of Choir Books copied by Friar Miguel de Aguilar in New Spain

 

Tania Estrada Valadez, Patricia de la Garza Cabrera y Thalía Edith Velasco Castelán

 

Postulado; Submitted 13.01.2014
Aceptado; Accepted 04.08.2014

 

Resumen

Las referencias documentales y bibliográficas en torno de la manufactura de los libros de coro en la Nueva España son escasas, limitación que, aunada a la localización de un conjunto de libros de coro copiados por un mismo copista novohispano, fray Miguel de Aguilar, despertó el interés por realizar el registro y el estudio de estas obras, temáticas centrales del presente INFORME.

Como parte de ello, y dado que los ejemplares de este conjunto se conservan en distintos acervos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH): los museos nacionales del Virreinato (MNV) y de Historia (MNH), y la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH), todos en México, se decidió llevar a cabo un análisis comparativo de sus materiales constitutivos y sus características constructivas, cuyas similitudes y diferencias arrojan valiosa información sobre la tradición de encuadernación mexicana en el siglo XVIII.

Palabras clave: libros de coro; manufactura; encuadernación; siglo XVIII; México.

 

Abstract

Documental and bibliographic references on the production of choir books from New Spain are scarce. This restriction, coupled with the finding of a collection of books produced by the Novo Hispanic copyist Miguel de Aguilar, aroused the authors' interest to carry out the registration and study of these works, central themes of this REPORT.

As part of the research project it was decided to carry out a comparative analysis, also because the respective items of the collection are stored in different archives of the Instituto Nacional de Antropología (National Institute of Anthropology and History, INAH): el Museo Nacional del Virreinato (National Museums of Mexican Viceroyalty, MNV) el Museo Nacional de Historia (National Museum of History, MNH), and the Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (National Library of Anthropology and History; BNAH), all in Mexico. By comparing the constituting materials of the different copies as well as their constructional properties, both similarities and differences came to the light, which yield valuable information about the tradition of Mexican bookbinding in the eighteenth century.

Key words: choir books; manufacture; book-binding; eighteenth century; Mexico.

 

La estabilización, el registro y el estudio del acervo de libros de coro del Museo Nacional del Virreinato (MNV), perteneciente al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), México, nos permitió identificar un conjunto de volúmenes escritos por un mismo calígrafo novohispano,1 hallazgo que nos impulsó a analizar las características de los libros elaborados en la Nueva España entre los años 1700 y 1719 por el copista fray Miguel de Aguilar2 y, con ello, conocer su técnica de manufactura y materiales constitutivos.

 

Antecedentes

El libro de coro de 1715 del Museo Nacional de Historia, MNH-INAH, (LC-1715-MNH)3 llegó en 1973, para su restauración, a la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), entonces Departamento de Conservación del Patrimonio Cultural, según datos registrados en el oficio de entrada (CNCPC-INAH 1973). No fue sino hasta el 2011 cuando la investigación del libro se retomó como tema de tesis (Estrada y De la Garza 2013); durante el desarrollo, en conjunto con el de otras investigaciones y proyectos que se han generado en torno de los libros corales en nuestro país,4 identificamos un importante conjunto de volúmenes escritos por el mismo calígrafo: fray Miguel de Aguilar. Los quince libros de coro elaborados por este copista hoy están resguardados en distintas colecciones: uno pertenece al MNH-INAH, dos a la Biblioteca Nacional de México de la Universidad Nacional Autónoma de México (BN-UNAM) y doce al MNV.5

 

Estado de la cuestión6

Para comprender el contexto histórico, uso y función de los libros de coro se hizo una revisión bibliográfica de los estudios e investigaciones sobre este tipo de bienes documentales. En nuestro país, por un lado, este tipo de libros se ha estudiado desde el punto de vista del contenido y su función social (Romero de Terreros 1943a; Tello 1988; Lara Cárdenas 1996; Marín 2007; Velasco Castelán 2009a y Salgado Ruelas 2010), sin atender a detalle la técnica de manufactura y los materiales constitutivos y, por el otro, son escasas las investigaciones sobre el oficio e historia de la encuadernación (Estrada y De la Garza 2013:5).

Peor aún, tras la revisión de las fuentes bibliográficas (Bueno 2005; Velasco Castelán 2009b; Pérez 2009; García Isac, Lidón y Sánchez 2010) dedicadas a los libros de coro mexicanos, determinamos que existen vacíos en dos sentidos. El primero es la casi nula información e interpretación de los datos obtenidos sobre la estructura y materialidad de las encuadernaciones y el segundo, la poca vinculación de tales datos con las propuestas de intervención de estos bienes. Cabe señalar que el estudio arqueológico7 del libro, es decir, como artefacto, es reciente en México, por lo que ha de considerarse que nuestro trabajo ha aportado información novedosa sobre la encuadernación de los libros de coro del siglo XVIII en la Nueva España.

 

Construcción, uso y traslados durante tres siglos

Como parte del trabajo de investigación, se realizaron indagaciones documentales para rastrear los orígenes y procedencia de los libros estudiados. La presencia del colofón,8 con la fecha de manufactura y los datos del comitente9 y del copista, o scriptor,10 es un elemento del libro que aporta información relativa a su manufactura.

Como ya se mencionó, se han localizado quince libros de coro copiados por fray Miguel de Aguilar, incluidos dos cuadernillos, que contienen un colofón,11 gracias a lo cual se logró identificar al personaje y los volúmenes que produjo, amén de la referencia del copista en algunas letras iniciales dentro del contenido de las obras.12 Esta información se vio enormemente enriquecida con el hallazgo de un oficio emitido por Antonio Cortés en 1915 (Cortés 1915), trabajador del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología (MNAHE), México, quien hizo un inventario de los objetos que la BN donaría a este museo (Estrada y De la Garza 2013:26).

Si bien la mayoría de los colofones analizados tienen un mismo estilo caligráfico y de contenido, en cuanto a su formato, varían la forma y el estilo del marco que los rodea: en casi todos los casos es rectangular o cuadrada, definida con un diseño en líneas quebradas, pero en ocasiones presenta formas como la circular o en rombo, con líneas en tinta; respecto de su contenido, prácticamente en todos es constante: además de mencionar el nombre del copista, fray Miguel de Aguilar, se hace referencia al comitente y al año en el que se elaboró.

De acuerdo con los datos bibliográficos recabados, se sabe que el copista fray Miguel de Aguilar era "español", originalmente (a fines del siglo XVII) miembro de la provincia13 de Michoacán;14 en 1701 fue trasladado a la provincia de México, donde permaneció hasta 1720, año en el que fue reubicado en Lolotla, Hidalgo (Ruiz 1984:140 y 407). El periodo comprendido entre estos dos años, en el que podemos asegurar que De Aguilar se encontraba en la ciudad de México (Estrada y De la Garza 2013:20-28), coincide con la mayoría de las fechas de producción de los quince libros mencionados.

Así, podemos sugerir, por una parte, que el libro más antiguo elaborado por De Aguilar que hoy conservamos, escrito en 1700, es el único que no se produjo en la ciudad de México, mientras que el resto, fabricados en 1701, 1706, 1707, 1708, dos en 1713, tres en 1714, 1715, 1716, 1718 y dos en 1719,15 probablemente sí.

De acuerdo con la información citada por fray Alipio Ruiz, entre 1714 y 1717 fray Miguel de Aguilar tuvo también el cargo de definidor, es decir, formaba parte del cuerpo consultivo de la gestión de las provincias,16 dato del que se infiere que algunos copistas no se dedicaban únicamente al trabajo artesanal de copiar los libros, lo que significa que De Aguilar, además de elaborar seis en este periodo —tres en 1714, uno en 1715 y dos en 1716—, realizaba actividades administrativas dentro del convento (Ruiz 1984:140 y 407).

Como ya se dijo, otro dato registrado en los colofones es el nombre del comitente, así como su cargo dentro de la comunidad: si era provincial17 o definidor. El primer comitente identificado en los libros de coro fue fray Gaspar Ramos, "español", provincial de México entre 1699 y 1702 (Ruiz 1984:140 y 407): coinciden con estas fechas tanto el LC-1700-MNV18 como el LC-1701-MNV. La mayoría de aquéllos —siete ejemplares: LC-1707-MNV, C-1711-MNV,19 LC-1713-MNV, LC-1713-BN, LC-1714-BN, LC-1714-MNV y LC-1715-MNH— fueron encargados por fray Antonio Gutiérrez, "español", natural de Medina del Campo (provincia de Castilla, España), miembro del convento de Salamanca, España, quien fuera presidente de capítulo de la provincia de México a la fecha de su fallecimiento, el 3 de marzo de 1715 (Ruiz 1984:140). El tercer comitente registrado es Baltasar Sánchez, nacido también en la Península Ibérica en 1669, quien solicitó el cuadernillo C-1716-MNV y los libros LC-1716-MNV, LC-1718-MNV, LC-1719-MNV1 y LC-1719MNV2, según sus respectivos colofones.20

Manuel Romero de Terreros afirma en La iglesia y convento de san Agustín (Romero de Terreros 1943b) que fray Miguel de Aguilar —cuya labor como copista destaca— produjo la mayoría de estos libros en el convento de san Agustín en la ciudad de México entre 1701 y 1719, donde, puntualiza, los propios frailes los escribían. Otro elemento que confirma esta procedencia es la existencia, en un gran número de volúmenes de este conjunto, de un chapetón21 central con la representación del símbolo agustino22 (corazón atravesado por dos flechas en cruz), alrededor del cual se observan otros cuatro chapetones redondos, cuya figura principal es una flor, que forman un rombo; a su vez, presentan esquineras, asimismo con el símbolo agustino, protecciones de cantos al pie y a la cabeza, y dos broches en el canto de frente de las tapas (Figura 1).

Durante más de siglo y medio,23 los libros de coro servían al interior del convento para la celebración del oficio divino,24 actividad que se deduce de las huellas de uso que observamos en los cuerpos de los libros, tales como manchas y roturas en las esquinas de canto de frente, grietas y suciedad en las esquinas inferiores de los folios, efecto del constante movimiento de las hojas y goteo de cera por el uso de velas. También son evidentes reparaciones históricas, como parches, costuras, raspado de pergamino y repintes, así como injertos en el material de recubrimiento, elaboración de nuevas costuras y reencuadernaciones completas.

A partir de 1859, año en que se decretó la ley de nacionalización de los bienes del clero, numerosos acervos documentales y bibliográficos conventuales pasaron a propiedad del gobierno mexicano, entre ellos, los de San Agustín (Ruiz Castañeda et al. 2004:481). En 1867 se decretó la conversión del antiguo convento de San Agustín en sede de la nueva Biblioteca Nacional, lo que explica que la colección de libros de coro de este recinto religioso se conservara unida (Salgado Ruelas 2010:19).

En la década de 1910 se le solicitó a la BN la donación de distintos objetos al MNAHE, entre los que se encontraba un conjunto de libros de coro. Una vez realizadas algunas gestiones, en 1915 se encomendó a Antonio Cortés, empleado del MNAHE, que realizara una visita a la BN para ubicar y enumerar los objetos que se trasladarían al museo para su exhibición.

El oficio de Antonio Cortés que se conserva en la BN25 describe nueve libros de coro que, se asegura, realizó fray Miguel de Aguilar —es decir, no los quince que hoy se tienen del copista (Cortés 1915)—, de los cuales se han localizado ocho. El único que hace falta localizar tiene como referencia la fecha de manufactura (1710), así como la siguiente información: "En 2 de marzo de 1710 (se empezó el 2 de marzo y se acabó el 29 del mismo mes)" (Figura 2).

Los datos que se incluyen en este documento son muy generales: en ocasiones sólo contamos con el año de producción del libro, lo que dificulta relacionarlo con cada ejemplar, mientras que los casos en los que se hacen referencias de algún dato complementario (como, por ejemplo, "tiene la fecha en la página 23": LC-1701-MNV) o de algún deterioro característico ("sin la portada ni las ocho primeras páginas": LC-1713-MNV) nos permitieron identificar el volumen con mayor facilidad (Figura 2).

Si bien Antonio Cortés emitió dicho oficio en 1915 (Cortés 1915), no se sabe si efectivamente en ese año se efectuó el traslado de los libros, pues no se ha localizado ningún documento en el que estén asentadas la salida de las piezas de la BN ni su entrada al MNAHE. No se tiene noticia, sino hasta 1925, del ingreso de aproximadamente treinta y siete libros de coro al MNAHE, descrito en un oficio del Archivo Histórico del Museo Nacional de Antropología (AHMNA), aunque no se tiene la lista específica de los libros corales (AHMNA-INAH 1925: f.124). Del conjunto de los copiados por de Aguilar únicamente dos, el LC-1713-BN y el LC-1714-BN, se conservaron en la BN.

Gracias al descubrimiento de estos dos documentos podemos afirmar que los libros de coro estaban resguardados en la BN y que probablemente en la década de 1920 se trasladaron al MNAHE, en el que permanecieron durante varias décadas para, posteriormente, incorporarse a los acervos del MNV y el MNH.

En el caso específico del volumen LC-1715-MNH, sabemos que fue desplazado al MNH, fundado en 1954 (Olivé Negrete y Cottom 2003:34), en el que se conservó hasta octubre de 1973, fecha en la que fue llevado al entonces Departamento de Restauración del Patrimonio Cultural (CNCPC 1973).

En 1964 se creó el MNV, recinto al que se trasladaron los libros LC-1700, LC-1701, LC-1706, LC-1707, LC-1708, C-1711, LC-1713, LC1-1714, LC2-1714, C-1716, LC-1716, LC-1718, LC1 -1719 y LC2-1 71926 (Lara Cárdenas 1996:52).

 

Análisis de los libros de coro

El obtener información relativa a la manufactura de la encuadernación de estos libros de coro fue uno de los motivos que nos impulsó a realizar un registro exhaustivo de materiales, técnicas decorativas, características y elementos estructurales, así como a elaborar su análisis comparativo. Aunque podíamos afirmar que todos los volúmenes aquí identificados habían sido copiados por fray Miguel de Aguilar, carecíamos de información respecto de su encuadernación, y fue así como surgieron las siguientes interrogantes: ¿estas encuadernaciones las ejecutaron distintos artesanos? El encuadernador o el taller de encuadernación ¿era de la Orden de los agustinos o se trataba de laicos que trabajaban en un taller ajeno a ella?

Es importante aclarar que, no obstante el estudio derivado de tales cuestionamientos se enfoca en el análisis de la encuadernación, el dato por el que identificamos y buscamos relaciones entre el conjunto fue el del nombre del copista, a partir del cual deducimos que lo más probable es que únicamente copiara los libros,27 esto es —sin poder asegurarlo—, que no estuvo involucrado en el proceso de elaboración de la encuadernación, que probablemente se llevó a cabo en el convento de San Agustín, lugar donde laboraba y, según las evidencias, se elaboraron los libros. De ahí que el estudio de estas encuadernaciones sea de gran valor, pues nos permitirá comparar y conocer las características de un grupo de volúmenes producidos en la Nueva España en las primeras dos décadas del siglo XVIII.

Una vez identificados los libros referidos, se realizó el mencionado análisis comparativo de las características estilísticas y materiales de la encuadernación, para lo cual se retomó tanto la ficha de descripción propuesta en la tesis de Estrada y De la Garza (2013:211-232) como la ficha del proyecto "Estabilización de la colección de los libros de coro del Museo Nacional del Virreinato, Tepotzotlán". Cada ejemplar se clasificó en cinco grupos, que se presentan en la siguiente tabla (Figura 3).

Por ahora, si bien nos hemos enfocado en aquellos libros que presentan la primera encuadernación —probablemente elaborada en una época cercana a la de su escritura—, pues son lo que nos pueden otorgar más información sobre sus materiales y estructura, cabría afirmar que la totalidad de los volúmenes nos podrían aportar conocimiento sobre la manufactura de los libros (Figura 4).

 

Descripción formal y técnica de factura

La información que a continuación se presenta es sólo el primer acercamiento en cuanto a manufactura de la encuadernación del conjunto de cuatro libros que presentan la primera encuadernación:

a) Cuerpo del libro

• Este conjunto de libros se distingue por su gran formato: son los más grandes que existen en la colección de los libros de coro del MNV. El largo de las cuatro encuadernaciones supera los 900 mm y el ancho, los 650 mm. Otro de los elementos compositivos que caracteriza el trabajo de este copista es la presencia de márgenes amplios, que rondan los 176 X 189 mm.

• El cuerpo del libro está integrado por cuadernillos de pergamino, en los que siempre se mantiene la regla de Gregory28 (Figura 5). Por lo anterior, se deduce que, antes de que el copista transcribiera el texto, tenía planeados tanto su orden y distribución como la cantidad de hojas de pergamino que se requerían.

• La construcción de las fojas es similar en todos los casos: formadas al adherir dos hojas por medio de escartivanas, o talones,29 con la prolongación del mismo pergamino (Figura 6). Casi todos los cuadernillos de pergamino están compuestos por tres fojas (seis hojas en total).

• Las guardas se encontraban cosidas al primer y último cuadernillos; sin embargo, en la mayoría de los casos parecen haber sido sustraídas del volumen, excepto en el LC-1715-MNV, que conserva la guarda posterior de pergamino de reúso.30 Llama la atención que tres de los cuatro volúmenes no tienen las guardas (anterior y posterior), aunque se conserva el talón; probablemente deben haber sido reutilizadas, debido a su costo o a su escasez.

• Los cantos de los libros son lisos, regulares y sin decoración.

 

b) Encuadernación

b.1) Estructura:

• La costura de los cuatro libros analizados es seguida, no compensada, con siete estaciones de costura: cadenetas al pie y a la cabeza, y cinco nervios dobles de fibras vegetales similares a una cuerda, distribuidos a intervalos regulares a lo largo de la lomera (Figura 7).

• Los cuatro libros tienen lomera en media caña y cabezadas tejidas con costura compensada. Las almas son de fibra y sus prolongaciones, que están trenzadas, también se enlazan a las tapas.

• En todos los casos el endose es fraccionado, transversal y de nervio a nervio; los bordes de sus prolongaciones están adheridos a las tapas.

• Ambas tapas presentan siete alojamientos en el exterior y en el interior, los cuales tienen la función de albergar las prolongaciones de los nervios y de las almas de las cabezadas (Figura 8). Se puede inferir que cada tapa está formada por piezas unidas por medio de ensambles de caja y espiga, y reforzadas, posiblemente, con adhesivo de origen animal.

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