Introducción
El ocelote Leopardus pardalis es uno de los seis felinos reportados para México (Ceballos y Oliva 2005); es de talla mediana (adultos pesan entre 6 y 15 kilogramos) y la cola es proporcionalmente corta; el color de su cuerpo va de café a café grisáceo, con un patrón de manchas alargadas en los costados; es parecido al margay (Leopardus wiedii), pero este es de menor tamaño (adultos pesan entre 3 y 7 kilos), con grandes ojos y cola larga (Murray y Gardner 1997; Aranda 2012). El ocelote habita en zonas tropicales y áreas de transición con zonas neárticas; se ha registrado en selva baja caducifolia (Martínez-Calderas et al. 2011; Valdez-Jiménez et al. 2013), bosque de oyamel (Aranda et al. 2014), bosque de encino, bosque tropical lluvioso (Almazán-Catalán et al. 2013; Pérez-Irineo y Santos-Moreno 2014), matorral submontano, selva mediana, selva alta perennifolia, bosque mesófilo de montaña, bosque de pino-encino y matorral desértico micrófilo (Martínez-Calderas et al. 2011; Almazán-Catalán et al. 2013) en altitudes hasta los 3,150 m (Almazán-Catalán et al. 2013; Aranda et al. 2014). Su distribución está registrada desde el sureste de Estados Unidos hasta el norte de Argentina (Murray y Gardner 1997). En México se ha registrado desde Sonora hasta Chiapas y desde Nuevo León y Tamaulipas hasta Quintana Roo (Grigione et al. 2009; CONABIO 2010).
En México la especie se encuentra catalogada "en peligro de extinción" (SEMARNAT 2010), mientras que a nivel internacional como "de preocupación menor" (IUCN 2015) y su comercialización se encuentra regulada por CITES, donde se ubica en el Apéndice I (CITES 2015). Actualmente el comercio ilegal representa una amenaza para la especie, en conjunto con la pérdida y fragmentación del hábitat y la matanza en represalia por la depredación de aves de corral (Caso et al. 2008).
El conocimiento sobre la distribución del ocelote en Nuevo León se limita a siete registros documentados: un ejemplar colectado en abril de 1946 cerca del municipio de General Bravo (Jiménez-Guzmán et al. 1999), dos ejemplares cazados: uno en 1940 en el municipio de Santiago (Moreno-Valdéz 1998) y otro en 1995 en el municipio de China (Jiménez-Guzmán et al. 1999); tres reportes como fauna asociada al jaguar en la Gran Sierra Plegada (Sierra Madre Oriental), en vegetación de matorral submontano y bosque de encino (Rosas-Rosas y López-Soto 2002) y el registro más reciente es un ejemplar encontrado muerto en el Área Natural Protegida Cerro de la Silla, en el municipio metropolitano de Guadalupe, en vegetación de matorral submontano y bosque de encino (Velazco-Macías y Peña-Mondragón 2015; Figura 1a).
Materiales y métodos
El Parque Ecológico Chipinque (PECh) es un Área Natural Protegida privada ubicada en el límite noreste del Área Natural Protegida Federal "Parque Nacional Cumbres de Monterrey" (PNCM), Nuevo León, México y su uso principal es la conservación. Colinda al norte con el área metropolitana de Monterrey; al este con vegetación de bosque templado; al sur con matorral desértico rosetófilo y al oeste con bosque templado y un fraccionamiento habitacional de baja densidad. A aproximadamente 9 km en dirección oeste-noroeste la vegetación cambia de bosque templado a matorral submontano. Como parte de un estudio de "Monitoreo de la mastofauna" implementado en el PECh desde agosto de 2010 se establecieron 11 estaciones de cámaras-trampa (Bushnell; https://www.bushnell.mx; simples, sin cebo ni atrayentes) espaciadas entre sí de 0.9 a 2 km en bosque de pino-encino, bosque de encino-pino, bosque de encino y matorral submontano (siendo las especies representativas en bosque Pinus pseudostrobus, P. teocote, Quercus rysophilla, Q. canbyi, Q. polymorpha, mientras que en matorral submontano son Helietta parvifolia, Cordia boissieri, Pithecellobium pallens; Figura 1b).
Resultados
Desde que se colocaron las estaciones de cámaras-trampa, estas han permanecido encendidas permanentemente y a la fecha se han obtenido dos fotografías de ocelotes adultos en eventos independientes. El primer evento se registró el 2 de septiembre de 2014 a las 5:50 h (25° 35' 37.05" N, -100° 19' 46.55" O; 1,274 m; bosque de pino-encino; Figura 1b). El segundo evento se registró el 14 de septiembre a las 5:28 h (25° 36' 14.79" N, -100° 21' 14.36" O; 1,390 m; bosque de encino-pino; Figuras 2a, 2b); el área se caracteriza por ser terreno abrupto con altas pendientes. Para corroborar la identificación de la especie se utilizó el método de triple ciego (Kelly et al. 2008).
Para hacer la colocación de las cámaras-trampa se utilizó como referencia el tamaño del ámbito hogareño del gato cola rabona (Lynx rufus, 1.12 Km2), por ser de hábitos alimenticios estrictamente carnívoros y ser el felino de menor movilidad presente en el PECh. Las estaciones en las que se registró el ocelote se encuentran separadas entre sí 2.6 km y están ubicadas a 3 km y 0.4 km de la principal zona de recreación del PECh; ambos sitios son veredas poco transitadas por visitantes. Según Grigione et al. 2009 el Parque Ecológico Chipinque se encuentra dentro del área de distribución potencial del ocelote, por lo que con este primer registro del ocelote en el PECh se confirma su presencia.
Discusión
Las cámaras-trampa son una técnica eficiente en la búsqueda de nuevos registros de especies elusivas y de hábitos crípticos, como el ocelote. Estudios previos muestran que la distribución del ocelote va desde bosques de coníferas y matorral hasta bosques tropicales. Se ha sugerido que la presencia de la especie está restringida por factores como el estado de conservación del hábitat (Haines et al. 2006) y características abióticas del sitio como la temperatura y la precipitación (Jiménez-Maldonado 2007).
Es notable la falta de estudios sobre la distribución del ocelote en Nuevo León; previamente esta especie ha sido reportada en el norte del estado en los municipios de General Bravo (Jiménez-Guzmán et al. 1999), Santiago (Moreno-Valdéz 1998), China (Jiménez-Guzmán et al. 1999); en la Gran Sierra Plegada (Rosas-Rosas y López-Soto 2002, sin especificar municipios) y Guadalupe (Velazco-Macías y Peña-Mondragón 2015). Los reportes realizados sobre la distribución en el noreste de México sugieren que es posible que la Gran Sierra Plegada albergue una población residente de ocelote que conecta las poblaciones del norte con las del sur. El Parque Ecológico Chipinque (PECh) se encuentra dentro de la gran Sierra Plegada (Figura 1a) y, de acuerdo con otros autores, debido a las características de vegetación (Rosas-Rosas y López-Soto 2002; Ramírez Bravo et al. 2010; Martínez-Calderas et al. 2011), grado de conservación (Haines et al. 2006), altitud (Almazán-Catalán et al. 2013; Aranda et al. 2014) y características abióticas de temperatura y precipitación (Jiménez-Maldonado 2007) que se presentan en el PECh, es probable que este sea parte del área que sirve como corredor biológico para la especie. En Estados Unidos las únicas poblaciones conocidas de ocelote se limitan al extremo sur-este de Texas, donde la propiedad privada constituye el 97 % de su territorio y por tanto la conservación depende fuertemente del apoyo de sus propietarios (Haines et al. 2006). Dentro del Parque Nacional Cumbres de Monterrey el Parque Ecológico Chipinque es un caso especial de propiedad privada enfocada al turismo y destaca por su importancia como zona de conservación y de resguardo de especies amenazadas y sensibles al disturbio causado por factores antropogénicos (e. g. oso negro, puma y jaguaroundi).