Introducción
El grisón (Galictis vittata; Shreber 1776) es una especie de la familia Mustelidae que se distribuye a lo largo de las áreas tropicales y subtropicales de América. Su distribución actual conocida abarca desde México, pasando por Centroamérica y Suramérica, hasta Paraguay, el norte de Argentina y el sur de Brasil (Yensen y Tarifa 2003; Cuarón et al. 2008). En Colombia, la especie se distribuye a lo largo del Caribe, los Andes y la Orinoquía (Solari et al. 2013), aunque existen menciones anteriores sin confirmarse en la Amazonía y el Pacífico (Alberico et al. 2000; Muñoz-Saba y Alberico 2004; Asprilla-Perea et al. 2013). Si bien la especie presenta una amplia distribución tanto en el ámbito global como nacional, la información sobre su ecología, distribución y estado de conservación es escasa e imprecisa.
Hasta la fecha, no existe ningún estudio específico publicado sobre la especie en el país, y la información es principalmente de naturaleza anecdótica (Calderón-Capote et al. 2015). En el ámbito nacional, la especie ya ha sido previamente identificada entre las prioridades de investigación, principalmente en términos de su biología, ecología y distribución (González-Maya et al. 2011). En Colombia, el grisón se encuentra dentro del Apéndice III de la Convención sobre el Comercio internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), y en el entorno internacional, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), está catalogada como en Preocupación Menor (Cuarón et al. 2008). Sin embargo, en Colombia se desconoce su situación real de conservación, ya que, como se mencionó, no existe información suficiente para evaluar su estado actual (González-Maya et al. 2011).
En especial, en la región Caribe existen pocos especímenes depositados en colecciones, y la distribución de la especie propuesta en varias fuentes parece no estar corroborada por dichos registros (Alberico et al. 2000; Cuarón et al. 2008). En este trabajo se revisan todos los registros confirmados de Galictis vittata en la región caribe de Colombia, y se amplía su distribución. De tal modo, se avanza en el conocimiento de la especie en esta región y en el país.
Materiales y métodos
Área de estudio. La región Caribe colombiana se ubica en la porción norte del país. Colinda al oeste y al norte con el mar Caribe, y al este con Venezuela. La región incluye tradicionalmente siete unidades administrativas (departamentos): Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena y Sucre. No obstante, para los fines del presente estudio, se incluyó el departamento de Antioquia, dada su amplia proporción, que corresponde a dicha región. A pesar de que geográficamente el departamento del Chocó incluye una pequeña parte dentro de la región, este departamento es tradicionalmente incluido como parte de la región Pacífico del país. Históricamente, la región ha sufrido un largo proceso de transformación. Allí, la mayoría del territorio ha sido utilizado en actividades productivas (González-Maya et al. 2013) y actualmente cuenta con pocos relictos de cobertura natural, la mayoría de los cuales están aislados.
Métodos. Se buscó toda la información disponible de la especie en el país; se incluyó la consulta de colecciones de museos nacionales e internacionales en la plataforma en línea de The Global Biodiversity Information Facility (GBIF 2015), así como 97 centros de documentación del país, entre los que se encuentran Universidades, ONG y Corporaciones Autónomas Regionales. También se realizó una búsqueda general en internet. La búsqueda simple incluyó la revisión de todos los documentos que mencionan la especie en cualquiera de sus apartados.
Adicionalmente, se obtuvo registros de campo provenientes de proyectos desarrollados por ProCAT Colombia en la región Caribe entre 2009 y 2012, en los que se usó tres metodologías complementarias: cámaras-trampa, entrevistas y transectos. Cada una de las etapas de campo se llevó a cabo en diferentes proyectos, todos enfocados en el levantamiento de información ecológica de mamíferos como herramienta de planificación para la conservación. De la base de registros de ProCAT, se extrajeron todos los registros de la especie en la región, con su respectiva coordenada geográfica. Asimismo, se incluyeron registros recientes obtenidos del trabajo de campo realizado en el departamento de Córdoba por investigadores de la Universidad de Córdoba y por la Unidad de Parques Nacionales Naturales (citados de aquí en adelante como fuente González-Maya et al., datos sin publicar).
Una vez recopilados los registros, se depuró la base de datos para obtener sólo aquéllos con información sobre la localidad y tipo de registro, en especial aquéllos con información geográfica precisa. Los registros fueron proyectados espacialmente y analizados frente a la información de distribución disponible en la Lista Roja de Especies Amenazadas de IUCN (Cuarón et al. 2008). Con los puntos finales obtenidos, se estimó el mínimo polígono convexo como una aproximación a su extensión de ocurrencia (i. e., extent of occurrence; Balaguera-Reina et al. 2009), de acuerdo con los lineamientos de (IUCN 2012). Se estimó el área de extensión del área de distribución aproximada de la especie respecto de la distribución previamente estimada (Cuarón et al. 2008).
Resultados
Se encontraron 161 documentos relacionados con Galictis vittata, de los cuales sólo 11 fueron específicos de la región Caribe de Colombia, con información georreferenciada sobre la presencia de la especie. Además de 78 registros en el Caribe colombiano. Hubo registros confiables distribuidos en los departamentos de Cesar, Magdalena, Sucre y Córdoba, así como registros de baja confiabilidad en los departamentos de Antioquia, La Guajira y Bolívar (Tabla 1). De éstos, 74.4 % corresponde a menciones en entrevistas; 16.6 %, a observaciones directas; 5.13 %, a colectas, y 3.85 %, a fotografías de cámaras trampa. Del total, el 91.03 % de los registros fueron considerados de baja confiabilidad, mientras que el restante 8.97 %, de alta confiabilidad (Tabla 1; Figura 1). Los datos de observaciones en el departamento de Antioquia fueron considerados de baja confiabilidad dado que, a pesar de estar incluidos en GBIF, no se hallan respaldados por especímenes en colecciones ni por documentos de soporte (Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia 2009). Los últimos registros confiables de la especie, sin incluir los nuevos registros aquí proporcionados, datan de 1949 y están basados, por un lado, en un espécimen colectado por Hershkovitz en el departamento de Sucre, que se encuentra depositado en la colección de The Field Museum of Natural History (FMHN), y por otro lado, en una observación de 2010 obtenida en un informe técnico de monitoreo de fauna de la Mina de Cerro Matoso. De los nuevos registros, el más reciente fue de 2012, mediante cámaras-trampa, en el Parque Nacional Natural Tayrona (Figura 2).
Tipo (TI) dentro de esta columna: observados (Ob), entrevista (En), fotos (Fo), especímen (Es). Fuente de la informacion (Ft).
Los nuevos registros de distribución obtenidos, que incluyen en total 54 registros (48 de entrevistas, tres fotografías y tres observaciones; Figura 3) expanden la distribución conocida de la especie, de acuerdo con (Solari et al. 2013), a los departamentos de Córdoba, La Guajira y Cesar. Asimismo, esta nueva recopilación expande la distribución conocida en el Caribe colombiano y en el país, en aproximadamente 162 km lineales hacia el sur, y en aproximadamente 36,500 km2 (Figura 1).
Discusión
Los estudios relacionados con pequeños carnívoros en Colombia son escasos. En general, es poca la información existente relacionada con aspectos básicos como su distribución, ecología o estado de conservación (González-Maya et al. 2011; Suárez-Castro y Ramírez-Chaves 2015). En el país, el Caribe es una de las regiones con menor información sobre el grupo, a pesar de algunos esfuerzos recientes por documentar su biodiversidad (González-Maya et al. 2011).
El grisón (G. vittata) es una de las especies de pequeños carnívoros con mayor distribución en el país; sin embargo, es al mismo tiempo una de las menos conocidas (González-Maya et al. 2011; Suárez-Castro y Ramírez-Chaves 2015; Calderón-Capote et al. 2015). Los nuevos resultados obtenidos en este trabajo aumentan significativamente la distribución conocida de la especie en el Caribe colombiano. A pesar de que las tres listas de especies de mamíferos colombianos indican la presencia de G. vittata en el Caribe, y en específico en los departamentos de Antioquia, Magdalena y Sucre (Cuervo et al. 1986; Alberico et al. 2000; Solari et al. 2013), los registros aquí presentados aumentan considerablemente la distribución de la especie en la región y en el país; además, proveen la primera recopilación de registros con algún tipo de respaldo en la región.
Los registros obtenidos también amplían la distribución de la especie en Colombia. Se incluye registros en tres departamentos previamente no considerados en su distribución conocida (Solari et al. 2013), así como espacialmente extienden la distribución hacia el sur de la distribución propuesta por (Cuarón et al. 2008).
Es importante destacar que los registros de alta confiabilidad de la especie se obtuvieron en áreas con amplia cobertura de cuerpos de agua, concordante con el planteamiento de que la especie está fuertemente asociada a cuerpos de agua y a bosques con alta cobertura vegetal (Yensen y Tarifa 2003; Cuarón et al. 2008). Es también de destacar que la mayoría de su distribución actual está siendo alterada por las diversas presiones antrópicas. Por lo tanto, es importante realizar estudios que evalúen la tolerancia de la especie a las presiones ejercidas en su distribución natural, y de esta manera, definir una real categoría de amenaza para la especie.
Dado el considerable vacío de conocimiento sobre la especie, esta nueva información aporta conocimiento sobre la distribución de la misma, y puede servir como base para análisis posteriores que involucren aspectos de su ecología y estado de conservación. Teniendo en cuenta los fuertes procesos de trasformación de los ecosistemas naturales en el país, y en especial en el Caribe colombiano (González-Maya et al. 2013), contar con información actualizada y completa de la distribución de las especies es fundamental como base para planificar su conservación.