SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.7 número13Buscando leer la historia mundial desde Nuestra AméricaEl pensamiento del tiempo trágico índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Valenciana

versão impressa ISSN 2007-2538

Valenciana vol.7 no.13 Valenciana Jan./Jun. 2014

 

Reseñas

 

Curiosidad y entendimiento para una teoría semiótica de la actualidad

 

Marevna Gámez Guerrero*

 

Carlos Oliva Mendoza, Semiótica y capitalismo, Ensayos sobre la obra de Bolívar Echeverría, México, Ítaca / UNAM, 2013

 

*Universidad Nacional Autónoma de México

 

 

La aparición de Semiótica y capitalismo. Ensayos sobre la obra de Bolívar Echeverría, del ensayista, traductor y filósofo Carlos Oliva Mendoza, constituye —sobre todo para los seguidores de la obra de Echeverría— un acontecimiento editorial de gran valor, de entrada porque el conocimiento minucioso que el autor muestra del enmarañado y heterogéneo corpus de textos que dejó Echeverría a la filosofía significa, casi inadvertidamente, un reconocimiento tanto al trabajo reflexivo de un filósofo profundamente crítico y dedicado, como a la escritura de un pensador conmovedoramente elocuente y libre.

El abordaje que Oliva hace a través de los doce ensayos breves que conforman Semiótica y capitalismo es un acercamiento honesto y arriesgado a un corpus, decíamos, particularmente complejo de textos. La complejidad de los materiales estriba, primero, en la diversidad temática que ensayan y, segundo, en su forma fragmentaria y en su autonomía, misma que los hace inestimables si no se hace un estudio minucioso del desarrollo del pensamiento del marxista latinoamericano. Respecto a esto, en un momento de su sexto ensayo, el propio Oliva señala lo siguiente:

"Echeverría no realiza —muy probablemente ni siquiera creía en esto— una obra magna. Él se entrega a una dimensión de la teoría mucho más pragmática y más acorde con las formas en que el español se desenvuelve; básicamente su trabajo teórico está organizado dentro de una compleja y poderosa estructura ensayística. Tiende al fragmento, a la reelaboración de sus escritos, al remontaje de sus ideas. Practica el robo de ideas en el mismo sentido en que lo hicieran los antiguos, en el mismo sentido en que lo hacen Borges o Beckett; esto es: trabaja una idea hasta que la vuelve parte de su obra y le da una dimensión nueva y una potencia desconocida, sólo revelada en el interior de su corpus."

Explica Oliva que el resultado del trabajo teórico que nos ha dejado Echeverría está estructurado dentro de una compleja y singular composición ensayística, basada particularmente en el fragmento, las varias versiones de un mismo texto y la articulación de ideas en lo que parecen ser capas sobrepuestas de un mismo asunto. Esto, aunado a la forma en que él mismo concebía su trabajo filosófico, nos obliga a recordar que Echeverría fue un estudioso poco presionado por las correas de castigo que actualmente la academia impone a las plumas y conciencias de los escritores e investigadores con el fin de acelerar la reproducción escrita con el fin de que ésta sea publicable dentro de los ahora célebres "estándares de calidad". Por lo mismo, algunos de los textos de Echeverría nunca fueron publicados y otros sólo circulan en distintas versiones por internet. Nuestro teórico crítico latinoamericano pensó con esa libertad sus escritos y fue consecuente en ello. Sin embargo, la libertad y dispersión de sus textos son ahora las dificultades principales para aquellos que, contradictoria y erradamente, hemos tratado de acercarnos a su escritura como una obra magna, una unidad o con el arrogante y erróneo apodo de sistema de pensamiento. Después de leer la propuesta de Carlos Oliva, uno puede casi escuchar al oído la sugerencia:

"El problema, pues, es que al no tener una obra de referencia en torno a la cual hacer girar todo su trabajo ensayístico, nos vemos obligados a realizar una reducción del mismo o, lo que posiblemente a él le hubiera agradado, a hacer un uso herético de su obra, a utilizarla como instrumento en un proceso de transformación social que implique el derrocamiento del capitalismo. En este sentido, es una obra que se resiste a ser tratada como tal, a ser colocada dentro de las coordenadas del museo académico; al contrario, es una obra que demanda, por su misma estructura, el uso revolucionario y crítico de la misma".

La teoría crítica y las formas de actualización de lo moderno se han modificado internamente después del abordaje teórico que Echeverría realizó, al reconocer el valor de esta contribución se puede explicar la importancia y necesidad de su estudio. Lo primero será entender su propuesta desde su innovación teórica. Oliva define la obra de Echeverría con las siguientes palabras: "es esencialmente una semiótica de la modernidad que despliega con una fuerza inusual una teoría crítica —la cual vindica siempre la constitución metafísica de lo político—, y una fenomenología hermenéutica de la cultura que ilumina, reactualiza e incluso transforma las posibilidades del lenguaje y del pensamiento que la enuncian. En cierto sentido, la teoría crítica y las formas de actualización de lo moderno se han modificado internamente después del remontaje teórico que hizo Bolívar Echeverría. Esto que señalo es tan sólo una breve anotación acerca de la importancia que tiene el estudio crítico, creativo y sistemático de la obra de Echeverría, pero es útil para introducir estas nociones monádicas, la 'forma natural' y el 'valor de uso', como índices de sentido que se presuponen en sus radicales tesis sobre la revolución".

Es grato encontrar en los ensayos de Oliva líneas que delatan una curiosidad legítima, propia de un filósofo joven, que intenta indagar en los más extraños y herméticos materiales del maestro. En todo momento, la curiosidad contenida en este trabajo interpretativo se ve ligada a un entendimiento magistral de la función vital y política que la obra de Echeverría posee. Estas dos características de la escritura de Oliva —la curiosidad y el apego a la función vital y política— proponen una clave de lectura, una pista aclaratoria, una forma de acercarse a un autor que a muchos nos resulta ahora lamentablemente póstumo.

La frescura explicativa de los ensayos reunidos en Semiótica y Capitalismo va unida también a un rigor crítico y metodológico evidente, que se aprecia en la voz del autor, la cual constantemente muestra una postura frente a las ideas de Echeverría. Oliva, dialoga, delinea contrapuntos, pregunta y se involucra no sólo con los contenidos de los textos, sino con los cabos sueltos, con lo "no dicho" y se arroja a proponer nuevas discusiones a partir de ideas inacabadas del mismo Echeverría.

Después de plantear su postura al respecto del corpus estudiado, el autor de Semiótica y capitalismo se inmiscuye en una parte poco explorada del mismo: los diagramas y esquemas mediante los que, al parecer, Echeverría hace un nueva formulación de los procesos de reproducción de la riqueza y la socialización que Marx desarrollara en El Capital y los Grundisse. Además, los diagramas de Echeverría construyen un esquema sobre la circulación semiótica a partir de los propuestos por Jakobson en su artículo "Closing Statement: Linguistics and Poetics", publicado en 1960. El autor del libro que ahora esbozamos pondera estas figuras como una estructura que ocupa gran parte de la obra del marxista latinoamericano y sugiere que no son solamente un ejercicio de juventud o de formación, sino una constante que perdura en todos los materiales que exponen su lectura e interpretación de Marx y el proceso semiótico de la Modernidad.

Es precisamente a partir de la compleja forma de las estructuras y diagramas trazados por el maestro Echeverría de donde Carlos Oliva recupera una teoría semiótica, filosófica y cultural de la Modernidad en el capitalismo. Lo interesante es que el asunto no queda ahí, una vez recuperada la propuesta semiótica de Echeverría, Oliva intenta hilvanarla con la situación política y social del mundo actual a través de un itinerario construido a partir de algunas palabras clave —señala él mismo en el prólogo— que considera representativas de la historia del siglo XX. El resultado es una serie textos concienzudos y críticos pero a la vez sensibles, textos cargados de cuestionamientos de completa actualidad y pertinencia como las siguientes:

"¿Cómo es posible pensar en la situación del mundo que habitamos? ¿Cómo entender el cambio a comienzos del siglo XXI? ¿Cómo postular un centro de sentido y una posibilidad de transformación en la esfera de las relaciones humanas, que como nunca antes en su historia se manifiesta desigual, injusta y destructora de su entorno?".

En definitiva Semiótica y Capitalismo es un ensayo en el sentido estricto de la palabra, ya que su escritura construye un espacio en el que se ponen sobre la balanza los términos más duros de la filosofía de Echeverría, luego mide y prueba de ellos su pertinencia crítica para montarlos y remontarlos en una lectura de acontecimientos actuales. Este libro, sin duda, une los fenómenos históricos y sociales con la producción de sentido de los mismos —al estilo que Echeverría lo hubiese hecho— para finalmente decantarlos y dejarnos escuchar la voz reflexiva de su autor.

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons