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Intervención (México DF)

versión impresa ISSN 2007-249X

Intervención (Méx. DF) vol.10 no.20 México jul./dic. 2019  Epub 09-Oct-2020

https://doi.org/10.30763/intervencion.2019.20.220 

Reseña de exposición

Una mirada a la exposición Esencias, riquezas y secretos. 100 años custodiando el patrimonio, en el Museo Regional de Guadalajara (MRG), México

A Look at the Exhibition Essences, Riches, and Secrets. 100 Years Guarding the Heritage, in the Regional Museum of Guadalajara (MRG), Mexico

Alejandra Mosco Jaimes1 

1Museo Regional de Guadalajara (MRG), Centro INAH Jalisco, Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), México alexmoja@gmail.com


Resumen

El Museo Regional de Guadalajara (MRG) cumplió 100 años en 2018. Como parte de las celebraciones de su centenario, preparó una exposición conmemorativa. Aquí se presentan algunos antecedentes de la fundación del recinto, una descripción de sus salas y una “mirada” a la muestra como visitante.

Palabras clave: museo regional; exposición; colecciones; Jalisco; México

Abstract

The Regional Museum of Guadalajara (MRG) celebrated its 100th anniversary in 2018. As part of its centenary celebrations, it prepared a commemorative exhibition. This review presents background on the founding of the museum, describes its exhibition rooms, and provides a small glance at the exhibition through the eyes of a visitor.

Keywords: regional museum; exhibition; collections; Jalisco; México

El 16 de marzo de 2018 se inauguró la exposición Esencias, riquezas y secretos. 100 años custodiando el patrimonio, que marca el inicio de los festejos por el centenario del Museo Regional de Guadalajara (MRG).

Para contextualizar la relevancia de esta muestra es necesario hacer una breve revisión de los antecedentes del recinto. Se inauguró el 10 de noviembre de 1918 como Museo de Bellas Artes, Etnografía y Enseñanzas Artísticas de Guadalajara1. Tiene colecciones de paleontología, arqueología, historia y etnografía del estado de Jalisco. Destaca porque cuenta con la colección prehispánica de culturas de Occidente más completa, pero, además, por razón de que, a diferencia del resto de los museos del INAH, resguarda, dado que nació como museo de bellas artes, una colección artística tan valiosa que puede considerarse la pinacoteca en la entidad con mayor número de obras de los siglos XVI al XX, con piezas de artistas de la talla de Miguel Cabrera, José de Ibarra, Cristóbal de Villalpando así como con trabajos de Gerardo Murillo, mejor conocido como Dr. Atl, Juan O’Gorman, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, entre otros.

Juan Farías y Álvarez del Castillo, mejor conocido como Ixca Farías2, uno de los fundadores y el primer director del MRG, en Datos relativos al Museo de Guadalajara, explica que se inauguró con las piezas que él había rescatado en su calidad de Inspector de Monumentos en Jalisco, “de templos y conventos de los que habían tomado posición las fuerzas constitucionalistas, objetos que podrían correr peligro de perderse o destruirse, embodegándolos para su seguridad” (Farías 1934). Junto con “ciento un cuadros que fueron adquiridos en la capital de la República, procedentes de la Academia de San Carlos” (Farías 1934). Las gestiones fueron hechas en la Ciudad de México por Jorge Enciso, Inspector y conservador de Monumentos Coloniales y de la República para traer los cuadros y demás objetos, además de “diez y ocho vaciados en yeso de monumentos arqueológicos del Museo Nacional” (Copia del acta […]” 1918).

Enciso, desde el gobierno federal gestiona en colaboración con la Escuela Nacional de Bellas Artes, la Academia de San Carlos y grandes artistas amigos suyos, la selección de las obras que serían donadas y trasladadas a Guadalajara para la apertura del museo. Su formación como artista y su filiación jalisciense, fueron determinantes. La selección que hizo de la colección pictórica para el museo es de muy alta calidad, hoy en día es ampliamente reconocida en todo el país (Montes 2018).

Farías relata que, junto con Enciso, solicitaron en 1917 al entonces gobernador de Jalisco, General Manuel M. Diéguez, el edificio que hoy ocupa el museo (Farías 1934). El inmueble data del siglo XVIII (1743-1758), fue construido para ser sede del Seminario Conciliar de San José (Jiménez 2018: 6-11). Después, como consecuencia de las Leyes de Reforma, en 1861 el edificio fue ocupado como Liceo de varones hasta 1914, fecha en que quedó abandonado hasta 1918 (Rivera s.f.: 14-15), cuando se convierte en sede del Museo del estado.

Ixca Farías fue director del museo desde su fundación hasta su muerte en 1948. Dirección en la que se dio a la tarea de incrementar las colecciones del museo recuperando y gestionando la donación, rescate y compra de piezas de muy diversa índole; desde antigüedades arqueológicas, piezas de arte popular, objetos históricos de personajes ilustres de Jalisco, objetos cotidianos y artes decorativas de la elite jalisciense del siglo XIX, hasta especímenes de animales disecados, fósiles botánicos y paleontológicos, dando como resultado una colección particularmente heterogénea (Colecciones e inventarios 1917-1931).

En 1940, el museo se integra a de la red de museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). En 1943, el inmueble es declarado monumento histórico (INAH 2000:8). Finalmente, fue hasta 1976, después de un proceso de restauración del inmueble y de reestructuración de sus salas, cuando se reabrió al público con su nombre actual: Museo Regional de Guadalajara (MRG) (Olmedo 1990: 11).

Regresando a la exposición conmemorativa, la propuesta curatorial se trabajó en conjunto entre cinco especialistas del museo,3 que se dieron a la tarea de seleccionar las piezas más representativas del acervo y organizarlas en otros tantos núcleos temáticos: Obras fundacionales, El patrimonio recuperado, Proyección a otras latitudes, Colecciones reveladas e Íconos.

Cabe mencionar que el recorrido no es cronológico, ni está clasificado por especialidades, sino, más bien, en cada tema se entremezclan piezas de paleontología, arqueología, historia, etnografía y arte. De ahí que la articulación de tan diverso acervo sea más bien temática. Uno de los objetivos principales de la muestra es mostrar la riqueza y diversidad de sus colecciones.

A continuación, haré una descripción de cómo se organiza y se presenta la exposición y posteriormente emitiré algunas opiniones. En el primer núcleo, Obras fundacionales, se muestran las primeras piezas que recolectó uno de los iniciadores del museo, su primer director, Juan, Ixca, Farías. Aquí encontramos el fósil de un árbol y la defensa de un mamut petrificado (Figura 1), en convivencia con pinturas de los siglos XVII al XX de autores como Cabrera, O’Gorman, Dr. Atl, Siqueiros y Rivera, entre otros (Figura 2). También se exhiben: dos ejemplos de trajes tradicionales de principios del siglo XX, un quexquemetl de lana poblano, una cuera hecha en Guerrero así como piezas de arte popular de Morelos y Jalisco. Como parte de la muestra histórica encontramos objetos de uso cotidiano de la clase alta del siglo XIX: costurero, joyero, sellos para lacre e incluso una pequeña máquina de coser portátil (Figura 3). Como apoyos museográficos pende del techo una “nube” de fotografías de los primeros años del museo, reproducidas en paneles luminosos, que cierran dos pantallas táctiles con la cronología de algunos de los objetos destacados de la muestra en su conjunto (Figura 4). Todo esto, como se advierte en la cédula introductoria, “da cuenta del carácter universal y ecléctico de esta primera etapa del museo” (MRG 2018).

Figura 1 Vista de la sección Obras fundacionales (Fotografía: Alejandra Mosco, 2018; cortesía: MRG, 2018).  

Figura 2 Vistas de obra pictórica de la sección Obras fundacionales (Fotografía: Alejandra Mosco, 2018; cortesía: MRG, 2018).  

Figura 3 Piezas históricas del siglo XIX de la sección Obras fundacionales (Fotografía: Alejandra Mosco, 2018; cortesía: MRG, 2018).  

Figura 4 Apoyo museográfico, “nube” de fotografías sobre los primeros años del museo (Fotografía: Alejandra Mosco, 2018; cortesía: MRG, 2018).  

Continuando el recorrido, en El patrimonio recuperado se observa un breve y estrecho pasillo, donde se encuentra una pared con vitrinas que muestran piezas paleontológicas, entre ellas, fosilizadas, las rosetas de carapacho y la mandíbula de un gliptodonte, y vestigios arqueológicos, como una vasija en forma de jaguar de la cultura zapoteca de Oaxaca y trabajos del siglo XIX hechos de barro policromado, como la figura, procedente de Tlaquepaque, Jalisco, de un jinete montando su caballo (Figura 5). Justamente frente a todas ellas, en el otro muro del pasillo, aparecen cuatro pinturas de autores desconocidos, una del siglo XVII y tres del XIX (Figura 6), las cuales tienen en común que se integraron o recuperaron para el acervo, dado que “el museo ha coadyuvado en la recuperación y registro de diversas piezas entregadas por particulares, decomisadas a saqueadores e incluso robadas” (MRG 2018).

Figura 5 Vista de la sección El patrimonio recuperado (Fotografía: Alejandra Mosco, 2018; cortesía: MRG, 2018).  

Figura 6 Vista de la sección El patrimonio recuperado (Fotografía: Alejandra Mosco, 2018; cortesía: MRG, 2018).  

El tercer núcleo, Proyección a otras latitudes, exhibe las piezas más “viajeras” de la colección, que han visitado otros espacios como parte del trabajo de “difusión del patrimonio cultural de Jalisco dentro y fuera del país” (MRG 2018). Comienza con cuatro obras de arte popular del siglo XIX hechas en barro, procedentes de Tonalá. Sobresalen objetos prehispánicos de cerámica estilo Tumba de Tiro y piezas de metal, entre ellas, delicados ornamentos de oro con aplicaciones de turquesa de la región de Occidente; también se pueden ver los catálogos donde aparecieron algunas imágenes de las colecciones del MRG expuestas en museos de París, Roma, Seúl y Tokio. Cuatro obras pictóricas se seleccionaron para este núcleo: La Asunción, de Cristóbal de Villalpando, del siglo XVII (Figura 7); el Escudo emblema de Iturbide, del siglo XIX, y dos obras del siglo XX, Las bañistas de Gerardo Murillo, y un Retrato de Guadalupe Marín, hecho por Amado de la Cueva (Figura 8).

Figura 7 Vista de la sección Proyección a otras latitudes (Fotografía: Alejandra Mosco, 2018; cortesía: MRG, 2018).  

Figura 8 Otra vista de la sección Proyección a otras latitudes (Fotografía: Alejandra Mosco, 2018; cortesía: MRG, 2018).  

El cuarto y el quinto núcleos son los más extensos. En Colecciones reveladas se presentan las “piezas que no habían sido expuestas anteriormente o bien, lo habían sido de manera esporádica” (MRG 2018). Al centro de la sala aparece el gran Lienzo de la conquista de San Sebastián (Figura 9), datado en el siglo XVIII, proveniente de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, el cual comparte espacio con una trilogía sobre la vida de la Virgen María atribuida a Luca Giordano y tres pinturas anónimas, todas del siglo XVII, con temas religiosos.

Figura 9 Vista de la sección Colecciones reveladas (Fotografía: Alejandra Mosco, 2018; cortesía: MRG, 2018).  

También encontramos otros fósiles, el fragmento de la mandíbula de un gonfoterio y varios moluscos bivalvos (Figura 10). En esta sala está la mayor cantidad de piezas de arte popular manufacturadas en diversas zonas de Jalisco, desde las de cerámica y miniaturas de vidrio, hasta los textiles bordados de muy buena factura así como un traje completo y la máscara de Tastoán de Zapopan; asimismo, la copia de la obra de José Obregón, Xóchitl y el descubrimiento del pulque, que representa un motivo de la mitología prehispánica, pero con aplicaciones de arte plumario hecha por un artesano local y fechado en 1886. Sobre el tema histórico el visitante puede admirar algunas pinturas miniatura así como tres piezas más: pequeña lupa, lapicero y cigarrera decorada, todos del siglo XIX. Aquí vuelven a destacar las piezas de cerámica del antiguo Occidente: Colima, Nayarit, Michoacán y Jalisco, el Brasero del dios Tláloc y la figura de un cacique sentado, que resaltan no sólo por su tamaño sino por su impresionante factura y simbolismo (Figura 11). Esta sala cierra con cuatro imágenes fotográficas de principios del siglo XX, realizadas, dos, por Tina Modotti y otras dos, por Edward Weston, las cuales, como se comenta en la cédula, formaron parte de una exposición que se llevó a cabo en este mismo museo en 1925, en un esfuerzo por situar la fotografía como parte de las bellas artes.

Figura 10 Otra vista de la sección Colecciones reveladas (Fotografía: Alejandra Mosco, 2018; cortesía: MRG, 2018).  

Figura 11 Piezas de cerámica del antiguo Occidente -procedentes de Colima, Nayarit, Michoacán y Jalisco-, el Brasero del dios Tláloc y la figura de un cacique sentado, sección Colecciones reveladas (Fotografía: Alejandra Mosco, 2018; cortesía: MRG, 2018).  

Con el tema de Íconos, la exposición concluye en la última sala -la más extensa espacialmente- o núcleo, a cuyo centro aparece una fila de vitrinas con piezas de cerámica prehispánica, como un Hacha antropomorfa con elementos olmecas, la Vasija antropomorfa de estilo elefantino, personajes de tradición Tumba de Tiro y otras piezas de la región de Occidente. Se presentan: del tema paleontológico, el enorme cráneo y los huesos fosilizados de un rinoceronte; del etnográfico, un óleo que representa la Gran feria comercial en platanar; destaca la escultura tallada en cantera de la representación de Uteanaka, algunos utensilios -morral, escobeta con mango de hueso e incrustaciones de concha y una exquisita licorera de vidrio soplado- del siglo XX. Siete pinturas se observan casi al final de la sala: dos retratos de gran formato, junto a otras cuatro obras de los siglos XIX y XX, y un óleo de santa Teresa del siglo XVII. La parte histórica está representada por un facsimilar del Acta de Independencia del Imperio mexicano, junto a una pila bautismal de piedra caliza tallada y la escultura de madera tallada y policromada de fray Antonio Alcalde (Figura 12), ambos del siglo XVIII. Finalmente, Esencias, riquezas y secretos cierra con un óleo del siglo XIX, en gran formato, titulado Prisciliano Sánchez alegoría de las artes liberales, firmado por José María Uriarte.

Figura 12 Escultura de madera tallada y policromada de fray Antonio Alcalde, siglo XVIII, sección Íconos (Fotografía: Alejandra Mosco, 2018; cortesía: MRG, 2018).  

En primer lugar considero que la exposición cumple con el propósito de mostrar la riqueza, pero, principalmente, la gran diversidad del acervo resguardado en el MRG. Encuentro como gran acierto el trabajo que los curadores hicieron en cuanto a la selección de piezas. Creo, además, que existe un buen equilibrio entre el número de objetos que representan cada especialidad.

Por otro lado, los textos que acompañan a la exposición tienen varias virtudes. En primera instancia, están bien jerarquizados, es muy claro identificar visualmente la cédula que introduce a toda la exposición, las temáticas introductorias a cada uno de los núcleos y las subtemáticas que tratan temas específicos de cada especialidad. Los textos son cortos y claros -su lenguaje no es especializado- y, lo más importante, explican y sintetizan muy bien la idea central de cada tema. Sin embargo, la muestra omite uno de los principios básicos de la interpretación temática aplicada al campo museológico, falta una cédula de cierre o conclusión que sintetice y destaque la importancia de los aportes del MRG en estos cien años a la historia cultural y artística de Jalisco y la región; así como la importante labor de conservación del patrimonio que viene desempeñando desde hace un siglo (como se especifica en el título).

Ahora bien, de manera general, considero que como público no resulta sencillo comprender la propuesta. Hago esta conjetura a partir de trabajar la presente reseña, pues para escribirla hice varias visitas a la exposición, observé el croquis que aparece en la entrada, seguí el recorrido ordenadamente de acuerdo con los núcleos, hice un registro fotográfico de las piezas y de su distribución en las salas, también anoté todos los textos del cedulario, los leí más de una vez y observé el recorrido y las rutas que hicieron algunos visitantes. Es evidente que no soy la visita promedio, y aun así me costó trabajo relacionar los objetos con los temas, las temporalidades, los contextos, las regiones, los materiales y las técnicas tan extraordinariamente distintos. Ahora bien, es una realidad que una exposición de estas características presenta retos importantes, como tener que sintetizar cien años de la historia del museo, coordinar y equilibrar el trabajo de cinco curadores y resolver la distribución de la obra en el espacio que no fue diseñado para ser museo (recordemos que el edificio fue pensado y construido como seminario en el siglo XVIII).

El primer inconveniente al que se enfrenta el público es la ruta de circulación: aunque no se trata de un recorrido lineal-cronológico, la entrada queda casi justo a la mitad de las salas, por lo que el inicio y el fin de los núcleos temáticos no están muy bien delimitados. Por otro lado, algunos espacios dentro de la exposición resultan muy estrechos. Así, a pesar de que las cédulas están muy bien escritas, si no se leen cuidadosa y cómodamente, y justo al inicio de cada núcleo, prácticamente no es posible comprender por qué están conviviendo piezas tan diversas, es decir, como público la primera pregunta que surge es: ¿Cuál es la relación entre cédulas? Este problema se agudiza dado que los objetos sólo están identificados con datos técnicos, ninguno tiene una explicación específica, por tanto, las piezas pueden apreciarse casi exclusivamente por sus características físicas o estéticas, dado que no se ofrecen mayores elementos para comprender otros aspectos, como usos, simbolismos, corrientes, etcétera, sobre todo la relación entre ellas y la historia del museo a través de sus colecciones en el contexto de sus cien años.

Esto en realidad no parece grave, sin embargo, en virtud de que en la cédula introductoria se advierte que “La historia de Jalisco y el occidente de México se encuentran plasmados en estos objetos…” (MRG 2018); pero en ningún texto se explica por qué las colecciones del museo se nutrieron de piezas de otras partes del país y cómo éstas también contribuyen en la construcción de la historia de Jalisco.

Debo decir que, no obstante el enorme esfuerzo y los grandes aciertos de esta exposición, creo faltó enfatizar justamente la historia de su fundación, explicar cómo se conformaron las colecciones y por tanto su importancia para el desarrollo del estado. Me recuerda más a los gabinetes de curiosidades del siglo XVIII, donde los coleccionistas reunían en un mismo espacio objetos valiosos de origen natural, artístico, histórico y aun fantástico pero sin criterios claros de selección y organización; sin lugar a dudas, amerita un estudio profundo, pero celebro que el Museo Regional de Guadalajara (MRG), a sus 100 años, nos siga asombrando con muestras como ésta.

Referencias

Colección e inventarios 1917-1931 “Colección e inventarios”, Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (CNMH), Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Archivo Geográfico y Planoteca “Jorge Enciso”, Guadalajara, Fondo del Museo Regional de Guadalajara (MRG), legajo I. [ Links ]

Copia del acta de inauguración […] 1918 “Copia del acta original de inauguración que obra en el Libro de Actas de este Museo”, Libro de Actas, Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (CNMH), Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Archivo Geográfico y Planoteca "Jorge Enciso", Guadalajara, Fondo del Museo Regional de Guadalajara (MRG), datos históricos y declaratorias, legajo I, foja 7. [ Links ]

Farías, Ixca 1934 “Datos relativos al Museo de Guadalajara”, Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (CNMH), Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Archivo Geográfico y Planoteca “Jorge Enciso”, Guadalajara, Fondo del Museo Regional de Guadalajara (MRG), datos históricos y declaratorias, legajo I, foja 5. [ Links ]

INAH 2000 Plan de manejo. Museo Regional de Guadalajara, documento de trabajo, Instituto Nacional de Antropología e Historia. [ Links ]

Jiménez, J. 2018 "Estudios". Los edificios del Seminario Tridentino de Guadalajara durante la época colonial, en Museo Regional de Guadalajara. 100 años de difusión cultural, Guadalajara, Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), 5-21. [ Links ]

Montes, T. 2018 Artistas e intelectuales jaliscienses y su propuesta de creación de museos: 1916-1936, Primer Coloquio de Estudios Culturales del Occidente de México, Museo Regional de Guadalajara (MRG). [ Links ]

MRG 2018 Esencias, riquezas y secretos. 100 años custodiando el patrimonio, exposición museográfica, México, Museo Regional de Guadalajara (MRG), marzo de 2018, Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). [ Links ]

Olmedo, J. 1990 Museo del estado. Bosquejo histórico, México, Secretaría de Educación y Cultura. [ Links ]

Rivera, L. (s.f.). Monografía del Museo. Guadalajara, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). [ Links ]

1El único documento, hasta ahora encontrado, donde se refiere este nombre es en el Acta de fundación. En el resto de la documentación oficial-administrativa se inscriben de manera indistinta diferentes nombres: Museo del Estado, Museo de Guadalajara, Museo Regional y finalmente Museo Regional de Guadalajara (MRG) (Cfr. en Copia del acta […] 1918).

2Artista jalisciense que cambió su nombre por el de Ixca, que en lengua indígena quiere decir alfarero.

3Daniel Ruiz, Otto Schöndube, Graciela Abascal, Gladys Abascal y Adriana Cruz, todos investigadores adscritos al MRG-INAH y curadores de las colecciones de paleontología, arqueología, historia, etnografía y pintura respectivamente.

Recibido: 30 de Agosto de 2018; Aprobado: 13 de Diciembre de 2018; Publicado: 01 de Noviembre de 2019

Síntesis curricular del/los autor/es

Alejandra Mosco Jaimes

Profesora investigadora de tiempo completo en el Museo Regional de Guadalajara (MRG). Curadora titular de las salas de Historia. Doctorante en historia (Universidad de Guadalajara [UdG]), Maestra en museología (Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía [ENCRyM], Instituto Nacional de Antropología e Historia [INAH], México), Licenciada en historia (Escuela Nacional de Antropología e Historia [ENAH- INAH], México). Fue profesora investigadora en la maestría en Museología y la especialidad en Museografía en la ENCRyM por siete años. Fue merecedora del Premio INAH “Miguel Covarrubias” 2013 por la mejor tesis de maestría en el área de museografía e investigación en museo, por una propuesta metodológica para desarrollar guiones para exposiciones de la que ahora se deriva el libro: Curaduría interpretativa (2018). Ha impartido cursos en diversas universidades e instituciones, como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la ENAH, la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), la Universidad Autónoma de Yucatán (UAdY), todas en México y la Universidad Autónoma de Colombia.

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