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Diálogos sobre educación. Temas actuales en investigación educativa

versión On-line ISSN 2007-2171

Diálogos sobre educ. Temas actuales en investig. educ. vol.12 no.23 Zapopan jul./dic. 2021  Epub 06-Dic-2021

https://doi.org/10.32870/dse.v0i23.1106 

Presentación

Presentación


En su pequeño libro A importância do ato de ler (1982), Paolo Freire distinguía dos sentidos de la palabra “leer”. Un sentido literal: leer es leer letras, palabras, libros. Esta lectura supone la alfabetización, el aprendizaje escolar, el dominio de la palabra escrita. Pero “leer” también tiene un sentido metafórico: Leer es, antes y después de la lectura de libros, “leer” el mundo, la naturaleza, la memoria, los gestos, los sentimientos -todo lo que Paolo Freire designa con un neologismo: palavramundo.

Roger Chartier.

Cuando se lee o se escribe, se involucran innumerables acciones llevadas a cabo en contextos específicos donde cobran sentido y trascendencia. Al participar en estas realizaciones, los sujetos construimos identidad, ya sea como estudiantes en la escuela, profesionales en alguna actividad laboral, activistas culturales, usuarios de redes sociales, en fin, ciudadanos. Sabido es que estas prácticas están sujetas a un gran dinamismo, debido a los desplazamientos en las formas y la cuantía de información a la que el día de hoy podemos acceder. Conseguimos ahora integrarnos en extensos universos de posibilidad y abundancia de materiales. Librados de viejas limitantes, exploramos nuevas conexiones en potentes plataformas, y de algún modo superamos incertidumbres provocadas por estrategias de desinformación actualmente en auge.

De acuerdo a Chartier,1 al cambiar las formas de comunicación en cuanto soportes y formatos, formas de publicación y de recepción, lo que se trastoca es el orden de los discursos -las relaciones entre textos, soportes y formas de lectura- que organiza la cultura de lo escrito. De cara a esta situación, las instituciones escolares -donde la cultura escrita es la expresión privilegiada de su quehacer-, los regímenes tradicionales de acción pedagógica acogen renovadas estrategias para una mayor intelección, desempeño y discernimiento crítico en las prácticas letradas de docentes y estudiantes. También se acrecienta el reconocimiento de los vínculos cada vez más estrechos entre las prácticas de lectura y escritura escolares y las que se llevan a cabo fuera del contorno de las aulas, en los múltiples ámbitos de la cultura popular. No obstante, al menos en sociedades como la nuestra, es imposible soslayar el papel privilegiado que desempeñan las instituciones educativas -en todos sus niveles- en el desarrollo de la capacidad para leer el mundo. Inscritos en este marco, los artículos aquí publicados brindan claves importantes de reflexión e intelección desde el prisma sociocultural de la educación.

En los análisis sobre lectura y escritura subyace, de una o de otra manera, la interrogante sobre su potencial para producir cambios en la escala individual y colectiva. En ocasiones, la aptitud de transformación se le atribuye a las virtudes y capacidades asociadas al contenido del texto; no obstante, la mirada analítica se posa cada vez más en las prácticas, en la red de relaciones que, a través de ellas, lo letrado establece entre diversos sujetos, con la intervención de lenguajes y formas de expresión que incluso pueden ser distintas a la textual, con las artes y con el cuerpo, tejiendo una urdimbre de vínculos sociales. Acorde a esta tesitura, un equipo de trabajo se dedicó a lo largo de años a profundizar la posible capacidad performativa de la lectoescritura, en un trabajo de investigación colaborativo y transdisciplinar, llevado a cabo en cuatro distintos espacios sociales de Buenos Aires. Las trayectorias que allí se realizaron son puntualizadas por Ana Inés Heras, María Amalia Miano, Ana Rosa Moyano, Mariel Lucía Ferreira, Eliana Verónica Soto, Horacio Cárdenas, Silvina Adriana Esposito, Judith del Valle, María Inés Mori, María Laura Galli, María Victoria Morana y Ana Patricia Schneider en el artículo “Prácticas de lectura y escritura con potencial transformativo. Una investigación colaborativa en contextos escolares, hospitalarios, comunitarios y barriales”. Con base en un amplio encuadre teórico sociocultural y un cuidadoso trabajo de campo, este estudio da cuenta del complejo entramado de prácticas letradas desarrolladas mediante un extenso repertorio de recursos e interacciones a fin de que los sujetos participantes -incluidos los bebés e infantes, que son apreciados como “grandes lectores”- interpelen al mundo, enfrenten los constreñimientos estructurales e institucionales que los limitan y recreen realidades distintas, con sensibilidad, imaginarios, juego y narrativa.

Desde hace ya algunas décadas, las cambiantes dinámicas en la industria editorial han sido ampliamente estudiadas para detallar sus trayectorias y las repercusiones suscitadas en la cultura escrita en el ámbito global. El artículo “Edición en contextos de encierro: sentidos e interrogantes de publicar en la cárcel”, María José Rubín aborda esta cuestión desde una dimensión singular: la capacidad emancipadora y humanizante que adquiere la publicación de textos cuando representan una conquista frente a situaciones de marginalidad extrema. En este texto se pone en relieve la contribución del fomento de la escritura y de la edición de textos mucho menos conocida, escasamente promovida y aún menos publicitada, que ocurre fuera de los circuitos comerciales dominantes, con la autoría de quienes viven situaciones de encierro carcelario, para quienes la escritura cobra especial fuerza simbólica como dique frente a la despersonalización y el vacío social. De allí que las experiencias de edición se emprenden a manera de un activismo cultural, enfocado a inscribir los textos así producidos en el horizonte de lo enunciable, mediante prácticas político-pedagógicas de escrituralidad.

Paloma Prado y María Guadalupe Pérez Martínez abordan diversos ángulos y perspectivas encaminadas a la enseñanza y el aprendizaje de la escritura, así como a su evaluación. En el texto “Los desafíos de la retroalimentación en la escritura. Estudio de caso en la enseñanza del español en secundaria en México”, se exponen de manera detallada las dimensiones, constitutivos y modalidades de la retroalimentación que los docentes realizan en los trabajos finales escritos para acreditar la asignatura de Español de tercer grado de secundaria. Las autoras muestran la débil relación entre las formas de retroalimentación docente que se llevan a cabo y las especificidades de los objetivos curriculares institucionales, lo que se interpreta como una limitante en el desarrollo de la literacidad académica en el ámbito escolar.

Como es sabido, la literacidad es un derecho que habilita el ejercicio de otros derechos y posibilita formas de desarrollo social y personal. En la amplitud de los procesos que le son asociados, la comprensión lectora es un indicador relevante y la mediación social constituye un recurso de primer orden para la adquisición de dicha competencia. En el artículo titulado “Entre la letra y los niños: mediación del desarrollo para la literacidad”, Luis Felipe Gómez, Ma. Guadalupe Valdés y Ma. de Lourdes Centeno ponen en evidencia las intervenciones mediacionales diseñadas desde una perspectiva constructivista sociocultural, en un centro de atención comunitaria de servicios psicoeducativos para poblaciones desfavorecidas. En el análisis de los casos de intervención es posible identificar las muy diversas formas posibles para realizar la mediación educativa, lo mismo que apreciar sus alcances y límites.

Sobre este mismo tema trata el texto “Factores asociados al rendimiento de la comprensión lectora en estudiantes de secundaria”, de Magally Guadalupe Sánchez y Jesús Izquierdo. Allí se señala el amplio inventario de factores que la literatura especializada ha referido para esclarecer qué determina el desarrollo de la comprensión lectora. A fin de valorar la incidencia de los factores académicos, socioculturales y personales intervinientes en entornos escolares, los autores reportan un estudio realizado con estudiantes de tercero de secundaria, agrupados en dos categorías de despeño en esta competencia, con base en resultados de la Prueba Planea, aplicada en los años 2016 y 2017. Los hallazgos informan ampliamente sobre las motivaciones, objetivos, soportes, tipo de lecturas, estrategias de comprensión e interpretación de los textos, al igual que las preferencias y mediaciones que ejercen su entorno familiar y escolar, datos cuyo conocimiento resulta indispensable para instituciones escolares, educadores y padres de familia.

En “Prácticas de publicación en campos disciplinares percibidas por investigadores de una universidad pública mexicana”, Margarita Méndez-Ochaita, Alma Carrasco y Mara Serrano exploran las tensiones existentes en la literacidad disciplinar cuando se trata de realizar procesos de comunicación pública de la ciencia. Las autoras señalan que escribir y publicar textos científicos, lo mismo que los posteriores procesos institucionales de evaluación, edición y publicación, constituyen formas de pertenencia a comunidades cuyo desempeño se rige tanto por las convenciones del discurso científico en general, como por las especificidades del campo disciplinar particular al que se adscriben. En todo caso, las prácticas de publicación se adscriben implícitamente al ethos científico mertoniano, que puntualiza su carácter desinteresado, comunal y universal, así como el escepticismo organizado que rige sus estrategias metodológicas. Sin embargo, dicha afiliación contrasta con las exigencias de competitividad y productividad a las que actualmente están sometidos los investigadores, así como sus trayectorias de formación académica, con lo que se añaden factores de valoración distintos, mismos que se han arraigado progresivamente en el ámbito de la publicación académica.

En el texto “Prácticas escolarizadas de escritura en estudiantes de Letras hispánicas. Una descripción de la formación de sujetos letrados”, Luz Eugenia Aguilar y Gilberto Fregoso realizan un procedimiento de tipo genealógico al indagar la formación de estudiantes de la licenciatura de Letras Hispánicas, mediante experiencias realizadas durante su niñez y adolescencia. La recuperación de prácticas situadas de distintos órdenes en materia de lectoescritura y el significado que le es otorgado en relación con el desarrollo de habilidades que redundan en la conformación como sujetos letrados, revela un enorme universo relativo a la generación, organización y producción de conocimiento en el contexto sociocultural de las escuelas, y abre la puerta a imaginar formas diversificadas de retroalimentación educativa en esta materia.

Es incuestionable que las habilidades para la escritura académica resultan cruciales en toda formación profesional; esto resulta especialmente cierto en la carrera de periodismo, dada la naturaleza esencialmente comunicativa de su quehacer. Óscar Vázquez, Diana Cervantes, Thelma García y Dalia Gómez se interesan por las “Características coincidentes de estudiantes de Periodismo con talento en la escritura académica”. Los autores optaron por identificar los rasgos comunes de los alumnos que muestran talento para la escritura académica mediante indicadores, mismos que si bien son extraordinariamente amplios y diversificados, pueden ser agrupados en dos grandes grupos: catalizadores ambientales e intrapersonales. Los resultados muestran coincidencia de elementos que parecen potenciarse en conjunto, así como ausencia de determinismos dados por las condiciones familiares, con lo que se ofrece una visión de gran utilidad para padres de familia y educadores de todos los niveles de enseñanza.

La mediación que ejercen las prácticas de lectoescritura cuando se realizan con soportes tecnológicos digitales ha sido un tema de estudio recurrente, al igual que la cuestión relativa a las deficiencias en los cánones lingüísticos y comunicativos que se encuentran regularmente en la escritura de los estudiantes que acceden al nivel de educación superior. Para analizar las características del uso de recursos tecnológicos para la escritura de textos académicos, en el artículo “Literacidad académica en la educación superior: el caso de la Universidad Estatal de Sonora”, Nadia Denise Hernández, Lilián Ivetthe Salado y Alfonso Vargas examinan los distintivos de la mediación docente que se llevan a cabo en esa casa de estudios, la valoración de los estudiantes sobre sus propias prácticas de escritura y los conocimientos que poseen sobre las pautas de la escritura académica. Sobre esta base, les es posible distinguir las racionalidades que encauzan las prácticas de escritura académica en dicha universidad, tanto las que se reconocen como deseables, como aquellas que transgreden las normativas expresamente establecidas.

Es frecuente encontrar estudios que indagan sobre las percepciones, valoraciones y habilidades de los estudiantes en materia de prácticas de lectura y escritura. Menos habituales son las investigaciones que se interesan por las concepciones que sobre ellas poseen los docentes y las que subyacen en los diseños curriculares de los programas académicos de las instituciones educativas donde unos y otros se incorporan. En el artículo “Concepciones de lectura y escritura en un posgrado en Arquitectura: un acercamiento desde la perspectiva de la Alfabetización Académica”, Jésica Franco se da a la tarea de distinguir los modelos implícitos de los procesos de lectura y escritura en estos actores educativos, en este marco institucional. Encuentra que, lejos de ser unívocos o excluyentes, creencias y modelos distintos y hasta contrapuestos se hibridan, a la vez que mantienen escasa vinculación con las especificidades disciplinares específicas de las asignaturas y experiencias educativas previstas en el plan de estudios.

Sin duda, el desarrollo de la literacidad académica en un marco de interculturalidad imprime características específicas a la acción educativa. En el contexto de la educación superior en entornos urbanos y para población mestiza, la participación de estudiantes de etnias indígenas constituye un desafío de gran calado para el desarrollo de literacidades, en cuanto que se ponen en juego un conjunto de normas, valores, identidades y cosmovisiones culturales. En el texto “Artefactos culturales para el desarrollo de la literacidad académica en estudiantes universitarios indígenas”, Juan Carlos Silas y Karla Susana Lombardi presentan un proceso de intervención apoyado en artefactos culturales como agentes mediadores para el desarrollo de la literacidad académica en estudiantes indígenas que experimentan las asimetrías en la legitimidad que se les reconoce a sus distintas formas de percepción y las desventajas que sufren bajo la aparente neutralidad cultural e ideológica de la institución escolar.

Se ha documentado ampliamente que los estudiantes de educación superior enfrentan problemas en lo que concierne a la comprensión lectora, la comunicación oral y la escrita. Ahora bien, los estudiantes de etnias indígenas enfrentan además mayores dificultades cuando están inscritos en instituciones que, en términos generales, siguen operando bajo normas, disposiciones y estándares que no dialogan con formas de comprensión y expresión propias de sus culturas de origen. Requieren además adaptarse a criterios de desempeño homogéneos establecidos para todos los alumnos, al mismo tiempo que a un déficit en acciones pedagógicas de modelaje y retroalimentación docente. En el artículo “Desarrollo de la literacidad en estudiantes indígenas universitarios mediante la autorregulación y la metacognición”, Ruth Belinda Bustos Córdova e Ivet García Montero realizan una reconstrucción de las trayectorias académicas de jóvenes indígenas universitarios, a fin de detectar procesos de metacognición y autorregulación asociados que actúan a manera de potentes mediadores psicológicos, tanto de carácter cognitivo como afectivo. Lo datos obtenidos en este estudio muestran que la aptitud de reconocer el propio conocimiento permite a los jóvenes universitarios indígenas ejercer una mayor autorregulación de sus aprendizajes.

Con una orientación de orden metodológico se presenta el artículo “Las prácticas y hábitos de lectoescritura en alumnos universitarios: construcción de un instrumento de recolección de datos”. Las autoras, Juana Eugenia Silva y Dafne Rodríguez, exponen los criterios de diseño de un instrumento de recolección de datos a partir de la revisión de cuestionarios de estudios sobre este tema, aplicados con anterioridad por diversos organismos públicos nacionales e internacionales. Para el diseño de este instrumento se consideraron tres dimensiones: acceso a la lectura, prácticas de lectura y escritura, y hábitos de lectura y escritura. Con su aplicación en estudiantes de 92 programas académicos se obtuvo una primera aproximación al objeto investigado: las relaciones que los estudiantes universitarios sostienen con la lectura y la escritura.

El plagio en la elaboración de un texto es una conducta falta de ética. Lamentablemente, su reiteración en los ámbitos universitarios parece tomar fuerza, al grado que se han multiplicado igualmente las formas de identificarlo. Pero los métodos que son esencialmente correctivos tienen un limitado alcance educativo. Edrei del Carmen Izquierdo, Deneb Elí Magaña y Román Alberto Quijano se interrogan sobre la percepción que los estudiantes tienen sobre esta práctica en el artículo “Actitud estudiantil ante el plagio y la conciencia para evitarlo”. Con fundamento en una cuidadosa revisión bibliográfica sobre el tema, y a pesar de la ambigüedad que este concepto aún tiene para una significación unívoca, los autores muestran, mediante una investigación realizada con estudiantes de la licenciatura en Contaduría Pública de una universidad estatal, que esta conducta puede predecirse -y por tanto desincentivarse- en función de la conciencia de los estudiantes sobre lo que es el plagio, de la adquisición de competencias necesarias para evitarlo y de las facilidades que tengan para cometerlo sin consecuencias. Con estos datos, la educación puede asumir un rol central para resolver el desafío que el plagio representa en la escritura académica.

En otro análisis sobre esta misma cuestión, María Cristina Sánchez y Martín Sánchez profundizan las relaciones existentes entre las prácticas de plagio y las formas y modalidades de enseñanza de la escritura académico-científica en programas universitarios de posgrado. En el artículo “Uso de los recursos de cita y referencia en la escritura de la tesis de posgrado y su relación con el plagio textual” se muestra que aún queda mucho trabajo por hacer, tanto en el diseño de los planes de estudio universitarios como en las dinámicas educativas, a fin de que los alumnos desarrollen una tesis de grado, texto argumentativo que exige el manejo de los múltiples recursos de atribución de conocimiento implicados tanto en el dominio de contenidos disciplinares, como en habilidades en el manejo de información y en el empleo de recursos lingüísticos diversos.

Similar línea argumentativa encontramos en el artículo titulado “Recursos didácticos para la estimulación de procesos metacognitivos en la escritura académica, escrito por Martha Ávila, donde se examina la literacidad académica desde el análisis de las insuficiencias encontradas en los textos académicos escritos por estudiantes de posgrado en sus trabajos de tesis. Se subrayan los problemas recurrentes que suceden en la adecuación lingüístico-comunicativa de los textos, en su estructura formal y en las normas de publicación que requieren ser observadas. La autora llama la atención sobre los procesos formales de revisión, frecuentemente displicentes o bien restringidos a cuestiones básicas e inespecíficas. Subraya que los errores que cometen los estudiantes constituyen indicadores útiles para que docentes y estudiantes puedan pautar estrategias educativas con miras a la resolución de las incompetencias identificadas. Junto a lo anterior, la autora incluye detalladas sugerencias metodológicas para la estimulación metacognitiva en procesos de autorrevisión de textos académicos, que son apoyos útiles y necesarios en la formación universitaria.

La criticidad, en sus innumerables acepciones, es reconocida como una habilidad estrechamente vinculada a las prácticas letradas. En cualquiera de sus posibles definiciones, implica la capacidad para poder inscribir e interpretar un determinado tipo de texto en el marco del contexto social, político y cultural de su producción como soporte de sus posibles lecturas. En los peculiares contextos que se producen en las llamadas redes sociales virtuales, la capacidad crítica en las prácticas de lectura asociadas enfrenta retos particulares por el tipo de gestión de la información que allí se realiza. En el artículo “La literacidad crítica en redes sociales virtuales, caso específico de estudiantes de la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma del Estado de México”, Claudia Benhumea y Juan Jesús Velasco indagan la literacidad crítica en Facebook, considerando su relevancia como vehículo cotidiano y recurrente de búsqueda de noticias que les son de interés a sus usuarios. Mediante un estudio destinado a identificar las formas de reconocimiento, emociones y posicionamientos de los alumnos frente a prácticas discursivas de distintos formatos y géneros aparecidos en esta red social, los autores muestran la coexistencia de interpretaciones y valores dispares que gobiernan las decisiones e interacciones de los estudiantes con la información que allí es seleccionada y leída.

En continuidad con este tema, el texto “Hacia una literacidad crítica con enfoque de género en la enseñanza de literatura”, Karla Canett, Laura Fierro y Lilia Martínez ponen sobre la mesa la pertinencia de integrar la perspectiva de género en el marco de la literacidad crítica, como un componente formativo transversal en todas las asignaturas curriculares. Para este efecto, las autoras adelantan un modelo para análisis de textos en la asignatura de Literatura que se imparte en el nivel educativo medio superior, diseñado para identificar y cuestionar sistemas de creencias y valores patriarcales subyacentes en los textos, al igual que formas disimuladas de desigualdad e injusticia por razones de género.

Esto nos acerca a las experiencias de cultura popular y los recursos que los lectores movilizan por cuenta propia, donde se inscribe el artículo que cierra esta sección, titulado “Ser, tener y leer. La identidad lectora y el capital lector: ¿son elementos clave en la configuración de las prácticas lectoras vernáculas de un adolescente de secundaria?” Allí, Alma Karina Galindo refiere aquellos elementos que, desde el plano de la subjetividad, guían las prácticas lectoras cotidianas de índole recreativa, al margen de exigencias institucionales o laborales. La autora se interesa primordialmente en indagar el papel que desempeñan el capital lector y la identidad lectora en conjunción con ciertos elementos propiciatorios de las formas que adquieren las prácticas de lectura, donde sobresalen los que encierran un componente afectivo y emocional. Estos factores actúan en interconexión y ejercen su influencia especialmente desde ámbitos de socialización socioculturales extraescolares.

Como podrá advertirse, en el espacio de discusión académica que constituye la revista Diálogos sobre Educación, las prácticas de lectura y escritura ocupan un lugar fundamental en la tarea no solo de leer el mundo, sino en imaginar y modelar uno mejor. Los artículos aquí presentados dan cuenta de la notable evolución habida en las disciplinas y categorías de análisis para comprender estas prácticas culturales, siempre sujetas a continua tensión entre materialidades, dispositivos, convenciones sociales, estrategias institucionales, pautas de significado y actuación de los sujetos situados en un espacio y un contexto determinado. George Steiner aseveraba que, en el dominio de lo escrito, incluso en sus manifestaciones más triviales, subyacen convenciones, relaciones de poder y, por ende, un proyecto civilizatorio. Siguiendo esta reflexión, podemos afirmar que desde la investigación educativa, el carácter esencialmente humano de las prácticas letradas, y su infinita capacidad para engarzar una vasta constelación de inquietudes, saberes, arte, ciencias, y valores, estimula a repensar procesos de desarrollo social y gestión institucional. Y nos inspira a participar responsablemente en los desafíos que le son asociados.

REFERENCIAS

Chartier, R. (2018) Libros y lecturas. Los desafíos del mundo digital. Revista de Estudios Sociales, 64, 119-124. https://doi.org/10.7440/res64.2018.09 [ Links ]

1 Chartier, R. (2018) Libros y lecturas. Los desafíos del mundo digital. Revista de Estudios Sociales, 64, 119-124. https://doi.org/10.7440/res64.2018.09

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