SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.5 número22Efecto de los incendios en la estructura del sotobosque de un ecosistema templadoTizón suizo (Phaeocryptopus gaeumannii (Rhode) Petrak) en Pseudotsuga menziessi var. glauca (Beissn.) Mayr índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Revista mexicana de ciencias forestales

versão impressa ISSN 2007-1132

Rev. mex. de cienc. forestales vol.5 no.22 México Mar./Abr. 2014

 

Artículos

 

Especies vegetales en peligro, su distribución y estatus de conservación de los ecosistemas donde se presentan

 

Endangered vegetal species, their distribution and conservation status of the ecosystems in which they occur

 

Mario Humberto Royo-Márquez1, Alicia Melgoza-Castillo2 y Gustavo Quintana-Martínez2

 

1 Sitio Experimental Campana-Madera, CIR-Norte Centro-INIFAP.

2 Facultad de Zootecnia y Ecología, Universidad Autónoma de Chihuahua. Correo-e: amelgoza@uach.mx

 

Fecha de recepción: 14 de junio de 2012;
Fecha de aceptación: 18 de junio de 2013

 

RESUMEN

En México, la norma oficial mexicana (NOM-059-SEMARNAT-2010) integra especies de flora y fauna silvestres en riesgo, pero no especifica su distribución geográfica. Como base para la realización de planes de conservación en el estado de Chihuahua es importante identificar las plantas incluidas en dicha norma, otras que deberían integrarse por su distribución restringida y rareza, así como el estado de conservación de los ecosistemas donde se presentan. En este contexto, se revisó una base de datos de alrededor de 4 000 especies de la flora de la entidad; se consultó la literatura disponible; y se realizaron visitas a diversos herbarios. En total se documentaron 195 taxa, 59 con estatus según la NOM-059, pertenecientes a 40 géneros y 21 familias, de los cuales, 19 especies son endémicas para México. Además, se proponen 31 taxa de 23 géneros y nueve familias, para ser estudiadas y evaluar su posible incorporación en la Norma, ya que son endemismos locales o registros únicos para México. Se sugieren 105 especies consideradas como raras, incluidas en 76 géneros y 37 familias. Los bosques y pastizales presentan el mayor número de especies con estatus y la más grande superficie con vegetación secundaria, lo que indica que esos ecosistemas presentan diversos grados de deterioro. Se requieren estudios poblacionales de las especies propuestas para plantear estrategias de conservación y manejo sustentable de los ecosistemas donde se desarrollan.

Palabras clave: Especies en riesgo, especies endémicas, especies raras, degradación, tipos vegetación, vegetación secundaria.

 

ABSTRACT

In Mexico, the official Mexican standard (NOM-059-SEMARNAT-2010) lists wild animal and vegetal endangered species but does not specify their geographical distribution. As a basis for the development of conservation plans in the state of Chihuahua, it is important to identify the plants included in this standard and other species that should be incorporated in it due to their restricted distribution and rarity, as well as the conservation status of the ecosystems in which they occur. Within this context, a database containing approximately 4 000 plant species in the state was revised, the available literature was consulted, and visits were made to several herbariums. A total of 195 taxa were documented –59 of them with a status according to the NOM-059 standard–, belonging to 40 genera and 21 families, of which 19 species are endemic for Mexico. Besides, 31 taxa of 23 genera and 9 families are proposed to be studied and for assessment of their potential incorporation to the standard, as they are local endemisms or unique registers for Mexico. The incorporation of 105 species which belong to 76 genera and 37 families and are considered as rare is suggested. Forests and grasslands have the highest number of species with a status and the largest surface with secondary vegetation, which indicates that these ecosystems show various degrees of deterioration. Population studies of the proposed species are required in order to formulate conservation and sustainable management strategies for the ecosystems in which they occur.

Key words: Endangered species, endemic species, rare species, degradation, vegetation types, secondary vegetation.

 

INTRODUCCIÓN

México es uno de los 12 países mega diversos del mundo, con 10 a 12 % de la diversidad global. En relación con las plantas, ocupa el quinto lugar (WCMC, 1994; Magaña y Villaseñor; 2002), con base en las más de 200 mil especies vegetales identificadas a nivel mundial (Toledo, 1994); Sarukhán et al. (2009) citan que lo anterior se debe a que en el país existen los cinco tipos de biomas que hay en el planeta, nueve de los 11 tipos de hábitat, 51 de las 91 ecorregiones y 25 de las 28 categorías de suelos reconocidos. De los aproximadamente 22 mil taxa de plantas vasculares registrados en el territorio nacional (Rzedowski, 1991a), 9 300 especies son endémicas, lo que equivale a 52 % (Rzedowski, 1991b). Por otro lado, en los estudios florísticos del norte de México sobresalen Durango con 3 630 taxa (González et al., 1991); Coahuila con 3 207 (Villarreal, 2001); y Chihuahua con 4 008 (Melgoza et al., 2005). En Coahuila, Villarreal y Encina (2005) consignan 350 taxa endémicos o de distribución restringida; es decir, 11.2 % de la flora estatal; la mayor parte de ellas forman parte de los matorrales micrófilo y rosetófilo.

A nivel mundial se documentan 12 055 plantas amenazadas, con categorías como baja preocupación (LC) y datos deficientes (DD) (IUCN, 2008). Se registran como principales causas de amenaza: la población en aumento, el cambio de uso de suelo, la deforestación, el sobre pastoreo, la extracción y comercio ilegal, la introducción de especies exóticas y el cambio climático (Robbins, 2003; Semarnat, 2005; Hernández et al., 2007), sobre todo en la ecorregión del Desierto Chihuahuense (Towsend et al., 2002; Callaway y Maron, 2006; Royo et al., 2006).

En México se tiene la norma oficial mexicana, NOM-059- SEMARNAT-2010 (Semarnat, 2010) cuyo objetivo es identificar las especies o poblaciones de flora y fauna silvestres en riesgo. En ella, se integra un total de 983 plantas vasculares. Los grupos con el mayor número de taxa en riesgo son las cactáceas con 324; orquídeas, con 188; y palmas, con 64. Del total de cactáceas catalogadas en la Norma, 136 especies se encuentran en el Desierto Chihuahuense (Hernández et al., 2004), y se agrupan en las categorías de extintas (E), peligro de extinción (P), amenazada (A) y sujeta a protección especial (Pr). Estudios estatales registran en San Luis Potosí 29 especies y cinco variedades en riesgo, de las cuales corresponden a cactáceas 23 especies y cuatro variedades (Salas et al., 1999). En el estado de Nuevo León, Alanís et al. (2004) identifican 66 especies en riesgo, que corresponden a 38 de la familia Cactaceae; y para Querétaro, 17 especies de cactáceas (Hernández et al., 2007).

A la par con la cuantificación de la flora en riesgo, es importante conocer el estado de conservación de los ecosistemas donde se desarrollan. La Semarnat (2005) cita que en 2002, 72.58 % del territorio nacional estaba compuesto por comunidades naturales y solo 50.8 % de ellas mantenían su vegetación primaria; esto pone en evidencia que el resto presenta disturbio total o parcial por actividades humanas o naturales. De igual manera, 44 % de los suelos estaban degradados en categorías de moderado a extremo y se consignan como principales causas: el sobrepastoreo, con 42 %; la deforestación, con 19 %; y el cambio de uso de suelo, con 12 %, en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas.

En el caso de los bosques templados, las causas de degradación son la deforestación, cambio de uso de suelo y sobrepastoreo con porcentajes de 38, 28 y 20 %, respectivamente. A nivel estatal, las tasas de deforestación anual en el período comprendido entre 1993 y 2000 fueron de -1.141, -0.427 y -0.799 ha año-1, lo que equivale a una pérdida de 473, 236, y 41 mil hectáreas en siete años, para los bosques, matorrales y selvas (Semarnat, 2005). Por otra parte, Pinedo et al. (2007) determinaron una superficie sobreestimada de 35 % para el bosque; dichos autores indican que entre 1993 y 2007 se perdieron alrededor de 630 mil hectáreas. Los pastizales no tienen un mejor estado de conservación que los bosques en el estado, ya que de 1978 a 2004, 6.4 millones de hectáreas perdieron su condición o buen estado de salud (Royo et al., 2008; Valerio et al., 2005).

Otro factor de riesgo para las especies es la rareza, ya que un bajo número y una distribución restringida las hace vulnerables a cualquier tipo de cambio, antrópico o natural (IUCN, 2008; Hernández et al., 2007). Para el estado de Chihuahua, el INEGI (2003) describe cuatro grandes tipos de vegetación: Matorral, Pastizal, Bosque y Selva, que cubren 32, 29, 24 y 3 % de la superficie, respectivamente. El porcentaje restante se compone de 5 % sin vegetación aparente y 7 % por áreas abiertas a la agricultura, cuerpos de agua, manchas urbanas, etcétera. En este trabajo se pretende: identificar las plantas incluidas en la NOM-059 para Chihuahua, determinar en qué tipo de vegetación se desarrollan y proponer nuevos taxa en posible riesgo; además de, analizar la información cruzada entre el número de especies en peligro por ecosistema y la superficie perdida de la vegetación original, con la finalidad de identificar los ecosistemas con mayor riesgo. Este análisis servirá para determinar regiones o áreas prioritarias de conservación en la entidad que concentren el mayor número de especies de plantas en riesgo.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Área de estudio

El estado comprende dos provincias fisiográficas que corren de norte a sur, al este se localiza la provincia de Sierras y Llanuras del Norte y al oeste, la Sierra Madre Occidental. Se tomaron como base los tipos de vegetación descritos por Cotecoca (1978) e INEGI (2003), se subdividieron en 10, según su forma de vida y por las condiciones edáficas que determinan su composición.

Matorrales Desérticos Micrófilos. Es el tipo de mayor extensión y amplia distribución; se ubica de norte a sur y desde la parte central del estado hacia el este. Está constituido por diversas especies arbustivas de tamaño mediano (1 a 2 m). Los principales tipos son: 1) Inerme Parvifolio, 2) Subinerme, 3) Subespinoso, 4) Espinoso, y 5) Alto Espinoso. Las especies dominantes son Larrea tridentata (DC.) Coville (gobernadora), Flourensia cernua DC. (hojasén), Prosopis glandulosa Torr. (mezquite), Acacia neovernicosa Isley y A. constricta Benth. (largoncillo), con dominancia variable según el tipo de matorral en los primeros cuatro (González, 1972). El Matorral Alto Espinoso se presenta en pequeñas vegas de arroyos, con arbustivas de 3 a 4 m de alto, predominancia de: mezquite, largoncillo, Celtis ehrenbergiana (Klotzsch) Liebm. (granjel) y Koeberlinia spinosa Zucc. (junco). En general, la topografía de los matorrales micrófilos es plana ondulada, lomeríos bajos y medianos. La pendiente varía de 0 a 20 % y la altitud desde 900 a 1 500 m. Los tipos climáticos corresponden al muy seco templado (BWk) y el muy seco semicálido (BWh); temperatura media anual de 15 a 22 °C; la precipitación pluvial de 200 a 300 mm anuales, régimen de lluvias en verano, época seca de 7 a 9 meses y período libre de heladas de 195 a 280 días.

Matorral de Médanos. Se localiza en la parte media del norte centro del estado. La comunidad está formada por un complejo de especies de arbustivas y gramíneas, principalmente, Atriplex-Sporobolus, hasta sitios desprovistos de vegetación. Los componentes principales son Atriplex canescens (Pursh) Nutt. (chamizo), mezquite, Atriplex acanthocarpa (Torr.) S. Watson (saladillo), Sporobolus airoides (Torr.) Torr. (zacatones alcalino), S. flexuosus Rydb. (flexuoso) y S. contractus Hitchc. (compacto). Se caracteriza por llanuras con montículos de arena y dunas móviles por acción del viento; la altitud de 1 200 a 1 400 m. El clima es muy seco templado con verano cálido (BWk); la temperatura media anual de 16 a 18 °C; la precipitación pluvial de 200 a 250 mm anuales, régimen de lluvias en verano, época seca de 10 meses y período libre de heladas de 210 días.

Matorral Rosetófilo. Se localiza en la región oriental; está constituido por especies arbustivas de hojas carnosas y dispuestas en rosetas, con tallo corto o no visible. Las principales especies son Agave lechuguilla Torr. (lechuguilla); Yucca spp. (palma) y Dasylirion leiophyllumEngelm. ex Trel. (sotol) (González, 1972). La topografía del terreno es de cerriles y escarpados con pendiente que varía de 25 a más de 60 %, la altitud de 900 a 1 600 m. El clima dominante es el muy seco semicálido (BWh); temperatura media anual de 18 a 22 °C; la precipitación pluvial de 250 a 300 mm anuales, régimen de lluvias en verano, época seca de 8 a 10 meses y período libre de heladas de 260 a 280 días.

Pastizales. Se les encuentra principalmente en los valles centrales de las estribaciones de la Sierra Madre Occidental. Están compuestos por gramíneas perennes de talla mediana (0.5 a 1 m), en un complejo de especies de navajitas y tres barbas (Bouteloua-Aristida). La topografía del terreno son planicies de gran extensión, en partes con ondulaciones de lomeríos bajos de aspecto suave, hasta quebrados; la pendiente varía de 0 a 50 %, la altitud de 1 300 a 2 000 m. El clima es seco templado con verano cálido: (BS0k) y (BS1k); temperatura media anual de 15 a 18 °C; precipitación pluvial de 300 a 500 mm anuales, régimen de lluvias en verano, época seca de siete a nueve meses y período libre de heladas de 200 a 250 días.

Pastizales Halófitos y Gipsófilos. Se desarrollan en las partes bajas de las planicies cerradas; los conforman gramíneas de 0.5 a 2 m de alto, resistentes a concentraciones altas de sales, suelos muy alcalinos y mal drenados. Domina Pleurophys mutica Buckley (zacate toboso) y el zacatón alcalino; en las zonas de transición con los matorrales se asocian con mezquite y chamizo (González 1972). La topografía del terreno es plana con pendientes que varían de 0 a 4 %, la altitud de 1 180 a 2 100 m. El clima es variado y no es el principal factor que determina la presencia de pastizal.

Bosque de Encino. Se extiende al pie de la Sierra Madre Occidental, en las zonas de transición entre los pastizales del altiplano y las selvas bajas de las barrancas con el bosque de pino. Lo conforman especies arbóreas de 4 a 7 m de altura, domina el género Quercus y en algunos sitos el táscate (Juniperus monosperma (Engelm.) Sarg.) y pino piñonero (Pinus cembroides Zucc.). La topografía del terreno es de lomeríos bajos a altos, pendiente de 10 a 60 %; altitud varía de 800 a 1 000 m en la vertiente del Pacífico y de 1 650 a 2 100 m en la vertiente interior. El clima es seco templado (BS0k); temperatura media anual de 13 a 18 °C; la precipitación pluvial de 350 a 500 mm anuales, régimen de lluvias en verano, época seca de siete a ocho meses y período libre de heladas de 180 a 215 días. Se observa en clima seco semicálido (BS0k), temperatura media anual es de 18 a 22 °C; precipitación pluvial de 400 a 500 mm anuales. Y el BWk con temperatura media anual de 14 a 18 °C y precipitación de 200 a 300 mm anuales.

En los encinares de los barrancos el clima es semicálido, subhúmedo con lluvias de verano [(A) C (wc)]; temperatura media anual de 18 a 22 °C; precipitación pluvial de 700 a 1 000 mm anuales, distribuidas de junio a octubre, con una época seca de cinco a seis meses y período libre de heladas de 285 días.

Bosque de Pino. Se localiza, principalmente, en las partes más altas de la Sierra Madre Occidental, sobre las laderas intermedias de ambas vertientes (Pacífico e interior), y en los ramales y prolongaciones hacia el oriente de la sierra. Las especies arbóreas alcanzan de 6 a 20 m de altura, con dominancia del género Pinus. La topografía del terreno es abrupta con pendientes que varían de 2 a más de 70 %; la altitud de 1 600 m en los límites con Sinaloa y de 2 250 a 3 000 msnm en la vertiente interior. Los climas que dominan son el seco templado con verano cálido (BS0k) y el templado subhúmedo [C (w1)], con temperatura media anual de 10 a 17 °C; precipitación pluvial de 650 a 1 000 mm anuales, con precipitaciones en invierno en el clima C(w1), época seca de cuatro a siete meses y período libre de heladas de 160 a 210 días.

Selva Baja Caducifolia. Se localiza en la región suroeste del estado, sobre las laderas interiores de las barrancas. Está constituida por especies arbóreas de 8 a 12 m de altura, domina el mauto (Lysiloma divaricatum Jacq. J.F. Macbr.), tepeguaje (Lysoloma watsoni Rose, L. microphylla Benth.), torote (Bursera microphylla A. Gray), torote prieto (B. laxiflora S. Watson) y mulato (B. grandifolia (Schlecht.) Engl.). La topografía del terreno es abrupta con pendientes que de 20 a más de 70 %; la altitud de 450 hasta 900 m. El clima es húmedo y semicálido [(A) C(w1)]; temperatura media anual de 22 a 25 °C; la precipitación pluvial es de 600 a 800 mm anuales, con régimen de lluvias en verano, época seca de seis meses, sin heladas durante el año.

Riparia o Humedales. Se presenta a lo largo y ancho del estado, comunidades cuyo común denominador es ser más mésicas que las condiciones naturales de precipitación del lugar, o involucra ríos, arroyos, lagos, playas y ojos de agua. Dominan los árboles de Populus spp., Prosopis spp., Salix spp., Celtis laevigata var. reticulata (Torr.) L.D. Benson, Platanus spp., Juglans spp., Alnus spp., Anisacanthus spp., Ficus cotinifolia Kunth, F. petiolaris Kunth, F. pertusa L.f., Forestiera acuminata (Michx.) Poir., Pithecellobium dulce (Roxb.) Benth., Ambrosia monogyra (Torr. & A. Gray) Strother et B.G. Baldw., Sideroxylon tepicense (Standl.) T.D.Penn., entre otros (Rzedowski, 1978; Lebgue et al., 2005).

 

Toma y Análisis de datos

Los registros de las especies incluidas en la NOM 059 (Semarnat, 2010) se obtuvieron de una base de datos de alrededor de 4 000 taxa y de la consulta de los listados florísticos publicados para Chihuahua (Lebgue y Valerio, 1985; Spellenberg et al., 1996; Valdés et al., 1975; Estrada et al., 1997; Estrada y Martínez, 2000; García, 1986; Royo y Melgoza, 2001; Valencia, 2004; Lebgue et al., 2005; Enriquez-Anchondo, 2003; Herrera y Peterson, 2007). Además, se realizaron visitas a diferentes herbarios de México y Estados Unidos de América: Rancho Experimental La Campana (INIFAP), Facultad de Zootecnia (UACH), Universidad Agraria Antonio Narro en Saltillo, CIIDIR en Durango, Universidad de Sul Rose en Alpine, Texas y el Jardín Botánico del Desierto Chihuahuense en Fort Davis, Texas.

Una vez identificadas las especies se desarrollaron fichas con la información consultada en la literatura disponible (Miller y Lamb, 1985; Silva, 1986; Martínez, 1992; NMRPTC, 1999; Irish y Irish 2000; Lebgue, 2002; e Floras, 2008; USDA-NRCS, 2012). Posteriormente, se elaboraron tres listados: el primero con las especies presentes en Chihuahua y mencionadas en la NOM 059; el segundo con los taxa que a consideración de los autores deberán ser estudiados para su posible inclusión en la Norma, ya que son endemismos locales o los únicos registros del taxón para México (Dávila et al., 2006; Glass, 1998; Guzmán et al., 2003; Hernández et al., 2004; Herrera et al., 2004; Herrera y Peterson, 2007; Sierra et al., 2008; Valencia, 2004; Villarreal y Encina, 2005). Por último, se realizó una lista de especies de plantas que raras para el estado, con base en la literatura (Henrickson y Johnston, 1997) y la experiencia de los autores, según su avistamiento en múltiples recorridos de campo.

La información consignada en los listados contiene el nombre científico de la especie, su autor, familia botánica y el tipo de vegetación. Los nombres científicos, sinonimias y autores se consultaron en la página web The Plant List (2010). Se efectuó un análisis cruzado entre el número de especies en riesgo y la superficie degradada de los diferentes tipos de vegetación (condición primaria y secundaria) (INEGI, 2003; Semarnat, 2005) para determinar el estado de riesgo que presentan los ecosistemas en relación con la diversidad vegetal, específicamente, en términos de riqueza y de manera indirecta de su abundancia.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Se registraron un total de 195 especies y taxa infraespecíficos de plantas en riesgo, endémicas y raras, pertenecientes a 51 familias y 112 géneros. De estas, 59 son las que están ya incluidas en la NOM-059. Con base en este número y del análisis de 4 008 taxa citados para el estado (Melgoza et al., 2005), se determinó que 1.5 % de su flora está en riesgo según la NOM-059 (Semarnat, 2010). Esto es un valor bajo, si lo comparamos con el porcentaje de flora mundial en riesgo (13.1 %) y nacional (6.1 %) propuestos por IUCN (2008) que considera, además, especies raras e indeterminadas. Con base en la NOM-059, las plantas vasculares en riesgo para México es del orden de 4.18 %, a partir de las 23 522 especies de plantas vasculares y 983 con estatus (Semarnat, 2005). Si se toma el criterio de la IUCN y se contabiliza el total propuesto en este trabajo, el porcentaje de especies en riesgo para Chihuahua aumentaría a 4.87 %. Para el estado de Nuevo León e incluso para todo el país también la lista de plantas en riesgo es incompleta (Alanís et al., 2004). Otros autores más estrictos proponen que el valor mundial propuesto por la IUCN está seriamente subestimando, ya que calculan de 22 a 47 % de la flora en riesgo (Pitman y Jorgensen, 2002). Los autores sustentan sus argumentos en el desconocimiento de las floras de muchos de los países tropicales (donde se encuentra la mayoría de las plantas vasculares) y endemismos existentes en ellos. Por lo anterior, es posible que las plantas vasculares en riesgo para Chihuahua estén subestimadas de 3 a 5 %, por varias razones: 1) desconocimiento de la flora estatal; 2) falta de especialistas de los grupos vulnerables de plantas; 3) la pérdida masiva de hábitats; y 4) una norma oficial nacional que considere a las especies raras como un factor de riesgo.

En el Cuadro 1 se presentan 59 taxa con estatus en la NOM-059 registradas para Chihuahua, agrupadas en 40 géneros y 21 familias. De estas, 11 están en peligro, 21 amenazadas y 27 con protección especial. Se identificaron 19 especies endémicas de México, incluidos cuatro endemismos estatales. La familia Cactaceae fue la de mayor riesgo, con 43.3 % de las taxa. Resultados similares se han citado para el Desierto Chihuahuense y algunas otras entidades (Salas et al., 1999; Alanís et al., 2004; Hernández et al., 2004). Pinaceae ocupó el segundo lugar en cuanto al número de taxa en riesgo con 10 %; cantidades parecidas se documentan para Nuevo León (Alanís et al., 2004); son el grupo más amenazado a nivel mundial (31 % de sus especies), debido a sus características leñosas y la distribución relictual de algunas de ellas. En México sus comunidades se consideran islas climáticas en la diversidad y endemismos (Rzedowski, 1991a; 1991b; Reyes et al., 2005).

Los géneros con más especies en riesgo fueron Echinocereus, Mammillaria con cinco y cuatro, respectivamente. Dentro de las cactáceas amenazadas para el Desierto Chihuahuense según la NOM-059, Hernández et al. (2004) citan al género Mammillaria con 79 especies y en cuarto lugar a Echinocereus con 30. De toda esta región, en Chihuahua se localiza 20 y 5 % de las especies de los géneros Echinocereus y Mammillaria, respectivamente.

En el Cuadro 2 se consignan los 31 taxa propuestos para realizar estudios poblacionales y de distribución para su posible inclusión en la NOM-059, con base en los criterios oficiales establecidos para tal efecto (Semarnat, 2010). La revisión de la información disponible sugiere que las especies son endemismos locales, o bien registros únicos para México, o sus poblaciones están en peligro, debido a su explotación no sustentable. Las familias más abundantes fueron Poaceae, Cactaceae y Nolinaceae con 17, cuatro y tres especies, respectivamente. Con base en su distribución, los tipos de vegetación con mayor número de especies fueron el bosque de pino (10), el bosque de encino (9) y el matorral micrófilo (7).

En el Cuadro 3 se presentan las 105 especies propuestas como raras, distribuidas en 76 géneros y 37 familias. Las familias más abundantes fueron Poaceae, Asteraceae y Scrophulareaceae con 24, ocho y seis especies, respectivamente. El género más abundante, Muhlenbergia con siete taxa, seguido por Bouteloua, Penstemon y Euphorbia, con tres taxa cada uno. Los tipos de vegetación con mayor número de registros correspondieron a los bosques de pino y encino, seguidos de los pastizales y en tercer lugar los matorrales desérticos con 44, 43 y 33 especies, respectivamente.

Los bosques de encino y pino son los más amenazados, ya que incluyen 36 taxa de la NOM-059. Estas plantas más las propuestas en el presente trabajo dan un total de 97 especies en riesgo. Además, poseen la mayor superficie de vegetación secundaria (Figura 1) y la tasa de deforestación más alta, -1.14 ha año-1, valores que se ubican muy por encima del promedio nacional (-0.79 ha año-1) (Semarnat, 2005). En segundo término están los pastizales con 23 taxa con estatus en la NOM-059, más las propuestas dan un total de 74 posiblemente en riesgo. La vegetación secundaria abarca más de 50 % de los pastizales del estado, lo que probablemente los ubique con una vulnerabilidad superior a la del matorral (Figura 1). Los pastizales medianos de Chihuahua muestran una degradación de 89 % en una condición de moderada a extrema (Royo et al., 2008). Valerio et al. (2005) evidenciaron, mediante imágenes de satélite, que más de 6 millones de hectáreas de pastizal ya no reconocen esa firma espectral, posiblemente, esto responda al incremento de las poblaciones de arbustos (Cuadro 4).

El tercer lugar lo ocupan los matorrales desérticos con 18 taxa con estatus, sumados a las 61 con posible riesgo. Salas et al. (1999) documentan para San Luis Potosí 80 % de las especies con estatus en los matorrales desérticos y 20 % para los pastizales. En Nuevo León, los matorrales desérticos presentan 57.6 % del total de especies con estatus (Alanís et al., 2004). Por lo anterior, el matorral del Desierto Chihuahuense es importante para la diversidad mexicana. Afortunadamente, en Chihuahua los matorrales cuentan con 10.1 a 19 % de vegetación secundaria, mientras que en otros estados; por ejemplo, Nuevo León tienen 34 %, en promedio. Lo anterior refleja la baja tasa de deforestación de Chihuahua (-0.427 ha año-1), la cual está por debajo de la tasa nacional de -0.48 ha año-1; en términos generales los matorrales conservan 70 % de su extensión original (Semarnat, 2005).

En la selva baja caducifolia se ubicaron siete especies catalogadas en la NOM-059 y 20 en riesgo, cifra menor a la esperada, debido a los pocos estudios florísticos en la región (INEGI, 2003; Lebgue et al., 2005). Su tasa de deforestación es de -0.799 ha año-1, 50 % menos de la media nacional de -0.58 (Semarnat, 2005). Sin embargo, la vegetación secundaria en el estado es de 65.7 % (Figura 1), ya que la tasa está en proporción a la superficie existente; por lo tanto, resulta ser el más amenazado. Asimismo, es probable que en las zonas de barrancas haya más especies con estatus, si se toma en cuenta que los bosques tropicales secos en México tienen alta diversidad genérica (Villaseñor, 2004) y específica (Rzedowski, 1991a). Aunque, las áreas de selva mediana en Chihuahua ocupan superficies muy pequeñas ubicadas en las partes planas y bajas de las barrancas; es urgente el estudio y protección de estas áreas, ya que seguramente aumentan de manera importante la diversidad estatal y están en peligro de desaparecer, debido a las actividades antrópicas como la agricultura de subsistencia, minería y el turismo (Lebgue et al., 2005).

En la vegetación riparia se registraron solo cuatro especies en la NOM-059 y 18 en riesgo. Este tipo de vegetación está poco estudiado, y cubre menos de 1 % del territorio de la entidad; sin embargo, esos ambientes suelen ser únicos, muy diversos y amenazados por asentamientos humanos, apertura de tierras para cultivo y sobrepastoreo (Granados et al., 2006). De las 24.7 millones de hectáreas con que cuenta el estado, 1.8 millones corresponden a tierras abiertas al cultivo y zonas urbanos, 6.9 millones tienen vegetación secundaria y 16 millones primaria (Figura 1); aunque se desconoce su condición o estado de salud, probablemente más de 85 % de la vegetación primaria presente una condición de regular a pobre (Melgoza et al., 1998), o bien un estado de salud de moderado a extremo (Royo et al., 2008; Valerio et al., 2005). Situación que pone en alto riesgo de extinción a las especies propuestas en la presente investigación, así como la posibilidad de que su número se incremente, de continuar las altas tasas de deforestación, o los cambios de uso de suelo (Semarnat, 2005; Carreón et al., 2008).

 

CONCLUSIONES

Los resultados evidencian el incremento en más de 100 % el número de especies de plantas en peligro para Chihuahua.

Con base en los criterios de la NOM-059 e IUCN las plantas en riesgo para Chihuahua están por debajo del promedio nacional y mundial, aunque pueden aumentar de manera significativa cuando se tenga la flora estatal completa, así como los resultados de estudios exhaustivos de los grupos de plantas más vulnerables.

La familia Cactaceae es la más amenazada, con relevancia en la biodiversidad mundial por el alto grado de endemismo. En segundo lugar se ubica a Pinaceae, que sobresale en el ámbito nacional por el número de especies que se desarrollan en comunidades relictos.

Los bosques templados constituyen el tipo de vegetación con mayor número de especies en riesgo. Sin embargo, independientemente de su número, la pérdida o degradación de los hábitats iguala en importancia a todos los tipos de vegetación presentes en el estado.

Las selvas y áreas ribereñas están poco inventariadas, lo que implica un bajo conocimiento de su flora. Se requieren de estudios poblacionales de las especies propuestas para observar las tendencias y plantear estrategias que impliquen la conservación de los ecosistemas y sus especies.

Menos de 60 % de la superficie estatal presenta vegetación primaria y la mayoría muestra un deterioro de moderado a extremo. Es imperante implementar prácticas de uso sustentable, planes regionales de manejo, rehabilitación de áreas degradadas u ordenamientos territoriales para frenar el deterioro de todos los tipos de vegetación y en consecuencia mantener la diversidad vegetal.

 

REFERENCIAS

Alanís, G. J., C. G. Velazco, R. Foroughbackhch, V. Valdéz y M. A. Alvarado. 2004. Diversidad florística de Nuevo León: Especies en categoría de riesgo. Ciencia UANL 7(2):209-218.         [ Links ]

Callaway, R. M. and J. L. Maron. 2006. What have exotic plant invasions taught us over the past 20 years? Trends in Ecology and Evolution 21(7):369-374.         [ Links ]

Carreón H., E., C. Pinedo A., A. Lafón T. y J. C. Guzmán A. 2008. Cambios en la cobertura vegetal de la ecorregión Desierto Chihuahuense: Análisis retrospectivo de las décadas 1970 – 2000. In: Memoria. Trabajo Completo. V Simposium Internacional de Pastizales. Saltillo Coah. México. pp. 27-47.         [ Links ]

Comisión Técnica Consultiva para la Determinación Regional de los Coeficientes de Agostadero (Cotecoca). 1978. Comisión Técnica Consultiva para la Determinación Regional de los Coeficientes de Agostadero, Chihuahua. Subsecretaría de Ganadería. SARH. México, D.F. México. 151 p.         [ Links ]

Dávila, P., M. T. Mejia-Soulés, M. Gómez-Sánchez, J. Valdéz-Reyna, J. J. Ortíz, C. Morín, J. Castrejón y A. Ocampo. 2006. Catálogo de las gramíneas de México. UNAM. Conabio. México, D.F. México. 671 p.         [ Links ]

eFloras. 2008. Flora of North America. Missouri Botanical Garden, St. Louis, MO & Harvard University Herbaria, Cambridge, MA. http://www.efloras.org. (12 de mayo 2011).         [ Links ]

Enriquez-Anchondo, I. D. 2003. Flora y vegetación de la región de los Médanos de Samalayuca, Chihuahua. Tesis Maestría. Universidad Autónoma de Chihuahua, Facultad de Zootecnia, Chihuahua, Chih. México. 91 p.         [ Links ]

Estrada A., E., R. Spellenberg y T. Lebgue. 1997. Flora vascular de la Laguna de Babícora, Chihuahua, México. SIDA 17:809-827.         [ Links ]

Estrada C., A. E. and A. Matinez M. 2000. Legumes from de central part of the state of Chihuahua, México. SIDA 19(2):351-360.         [ Links ]

García V., E. R. 1986. Flora del área Experimental Forestal "Madera". INIFAP-SARH. Cienc. Forest. en Méx.11(60):3-20.         [ Links ]

Glass, C. E. 1998. Guía para la identificación de cactáceas amenazadas de México. Vol. I. Conabio. Ediciones CANTE. México, D.F. México. 210 p.         [ Links ]

González, M. H. 1972. Manipulating shrub-grass plant communities in arid zones for increased animal production. In: Wildland Shrubs – Their biology and utilization. C.M. McKell, J.P. Blaisdell y J.R. Goodin (Eds.). Forest Service. USDA. Ogden, UT. USA. pp. 429-434.         [ Links ]

González E., M., S. González E. y Y. Herrera A. 1991. Listados Florísticos de México. IX Flora de Durango. Instituto de Biología. UNAM. México, D.F. México.167 p.         [ Links ]

Granados S., D. M. A. Hernández G. y G. F. López R. 2006. Ecología de las zonas áridas. Revista Chapingo. Serie Ciencias Forestales y del Ambiente 12(1):55-69.         [ Links ]

Guzmán, U., S. Arias y P. Dávila. 2003. Catálogo de Cactáceas Mexicanas. UNAM. Conabio. México, D.F. México. 315 p.         [ Links ]

Hernández, H. M., C. Gómez H. and B. Goettsch. 2004. Checklist of Chihuahuan Desert Cactaceae. Harvard Papers in Botany 9(1):51-68.         [ Links ]

Hernández O., J. G., R. Chávez M. y E. Sánchez M. 2007. Factores de riesgo en las cactáceas amenazadas de una región semiárida del Desierto Chihuahuense México. InterCiencia 32(11):728-734.         [ Links ]

Herrera A., Y., P. M. Peterson y M. Cerda L. 2004. Revisión de Bouteloua Lag. (Poaceae). IPN-CIIDIR Durango. Conabio. Durango, Dgo. Mex. 187 p.         [ Links ]

Herrera A., Y. y P. M. Peterson. 2007. Muhlenbergia (Poaceae) de Chihuahua, México. Sida, Botanical Miscellany. Botanical Research Institute of Texas. BRIT Press. Fort Worth, TX. USA. 109 p.         [ Links ]

Henrickson, J. and M. C. Johnston. 1997. A flora of the Chihuahuan Desert region. Los Angeles, California. USA. 1687 p.         [ Links ]

Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). 2003. Síntesis de Información Geográfica del Estado de Chihuahua. Aguascalientes, Ags. México. 145 p.         [ Links ]

International Union for Conservation of Nature (IUCN). 2008. Wild life in a changing world: An analysis of the 2008 IUCN Red List of Threatened Species. J. C. Vié, C. Hilton-Taylor y S. N. Stuart. (eds.). http://data.iucn.org/dbtw-wpd/edocs/RL-2009-001.pdf. (17 de mayo 2012).         [ Links ]

Irish, M. and G. Irish. 2000. Agaves, Yuccas, and related plants. A gardener's guide. Timber Press. Portland, OR. USA. 312 p.         [ Links ]

Lebgue., T. y A. Valerio. 1985. Lista parcial de las plantas vasculares del Rancho Teseachic de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Producción Animal en Zonas Áridas y Semiáridas. UACH, Chihuahua, Chih. 4(2):30-36.         [ Links ]

Lebgue K., T. 2002. Gramíneas de Chihuahua, Manual de Identificación. Textos Universitarios. UACH. Chihuahua, Chih. México. 340 p.         [ Links ]

Lebgue T., M. Sosa y R. Soto. 2005. La flora de las Barrancas del Cobre, Chihuahua, México. Ecología Aplicada 4(1):17-23.         [ Links ]

Magaña P., y J. L. Villaseñor. 2002. La flora de México: ¿Se podrá conocer completamente? Ciencias 66:24-26.         [ Links ]

Martínez, M. 1992. Los pinos mexicanos. Ediciones Botas. Tercera Edición. México. D.F. México. 361 p.         [ Links ]

Melgoza C. A., M. H. Royo M., A. D. Báez G. y G. Reyes L. 1998. Situación de los predios ganaderos después de cuatro años de sequía en las zonas áridas y semiáridas de Chihuahua. Folleto Técnico No. 4. Campo Experimental La Campana, INIFAP. Chihuahua, Chih. México. 23 p.         [ Links ]

Melgoza C., A., M. H. Royo M. y J. S. Sierra T. 2005. Listado preliminar de la flora del estado de Chihuahua. Resumen. In: Memorias de Simposio Internacional "El conocimiento botánico en la gestión ambiental y el manejo de ecosistemas". 2do Simposio Botánico del Norte de México. Durango, Dgo. México. 54 p.         [ Links ]

Miller, H. A. and S. H. Lamb. 1985. Oaks of North America. Naturegraph Publishers, Inc. Happy Camp, CA. USA. 327 p.         [ Links ]

New Mexico Rare Plant Technical Council (NMRPTC). 1999. New Mexico Rare Plants. Albuquerque, NM. http://nmrareplants.unm.edu (Latest update: 30 March 2012). (4 de junio 2012).         [ Links ]

Pinedo A., C., A. Pinedo A., R. M. Quintana M. y M. Martínez S. 2007. Análisis de áreas deforestadas en la región centro-norte de la Sierra Madre Occidental, Chihuahua, México. Tecnociencia 1(1):36-43.         [ Links ]

Pitman, N. C. A. and P. M. Jorgensen. 2002. Estimating the size of the world's threatened flora. Science 298(5595):989.         [ Links ]

Reyes H., V. J., J. J. Vargas H., J. López U. y H. Vaquera H. 2005. Variación morfológica y anatómica en poblaciones Mexicanas de Pseudotsuga (Pinaceae). Acta Botánica Mexicana 70:47-67.         [ Links ]

Robbins, C. S. 2003. Comercio Espinoso. TRAFFIC Norteamérica. Fondo Mundial para la Naturaleza. Washington, DC. USA. 66 p.         [ Links ]

Royo, M.H. y A. Melgoza. 2001. Listado florístico del Campo Experimental La Campana y usos de su flora. Téc. Pec. Méx. 39:105-125.         [ Links ]

Royo, M. H., A. Melgoza y S. González. 2006. Cambios de la vegetación y diversidad de pastizales, de 1959-2005 en la parte central de Chihuahua. In: III Simposium Internacional de Pastizales. Resumen. Chihuahua, Chih. México. 25 p.         [ Links ]

Royo, M., M. H., J.S. Sierra T., C. R. Morales N., R. Carrillo R., A. Melgoza C. y P. Jurado G. 2008. Estudios Ecológicos de Pastizales. Capítulo III. In: A. H. Chávez S. (comp.). Rancho Experimental La Campana 50 años de investigación y transferencia en pastizales y producción animal. Libro Técnico No. 2. INIFAP-CIRNOC. Chihuahua, Chih. México. 213 p.         [ Links ]

Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. Limusa. México, D.F. México. 432 p.         [ Links ]

Rzedowski, J. 1991a. Diversidad y orígenes de la flora fanerogámica de México. Acta Bot. Mex. 14:3-21.         [ Links ]

Rzedowski, J. 1991b. El endemismo en la flora fanerogámica mexicana: una apreciación analítica preliminar. Acta Bot. Mex. 15:47-64.         [ Links ]

Salas L., S. N., A. García M., J. A. Reyes A. y C. Villar M. 1999. Distribución geográfica y ecológica de la flora amenazada de extinción en la zona árida del estado de San Luis Potosí, México. Polibotánica 10:1-21.         [ Links ]

Sarukhán, J., G. Halffter, P. Koleff, R. González, J. Carabias, I. Marsh, J. Soberón, A. Mohar, R. Dirzo, S. Anta, J. Llorente-Busquers y J. De La Maza. 2009. Capital natural de México. Síntesis: conocimiento actual, evaluación y perspectivas de sustentabilidad. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, México. 100 p. http://www.biodiversidad.gob.mx/pais/pdf/CapNatMex/Mexico_Sintesis.pdf. (22 de abril 2012).         [ Links ]

Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). 2005. Informe de la situación del medio ambiente en México. Compendio de Estadísticas Ambientales. México, D.F. México. 380 p.         [ Links ]

Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). 2010. NOM-059-SEMARNAT-2010. Protección ambiental - especies nativas de México de flora y fauna silvestres - categorías de riesgo y especificaciones para su inclusión, exclusión o cambio - lista de especies en riesgo. Diario Oficial de la Federación (30 de diciembre 2010). México, D.F. México. 77 p.         [ Links ]

Sierra T., J. S., C. R. Lara M., R. Carrillo R., C. Morales N., A. Melgoza C. y M. H. Royo M. 2008. Los sotoles (Dasylirion spp.) de Chihuahua. Sitio Experimental La Campana-Madera. INIFAP-CIRNOC. Chihuahua, Chih. México. Folleto Técnico No. 20. 49 p.         [ Links ]

Silva, J. 1986. Encyclopedia Coniferae. Phytologia Memoirs VIII. New York, NY. USA. 217 p.         [ Links ]

Spellenberg, R., T. Lebgue and R. Corral D. 1996. XIII. A specimen-based annotated checklist of the vascular plants of Parque Nacional "Cascada de Basaseachi" and adjacent areas, Chihuahua, Mexico. In: Listados Florísticos de México. Instituto de Biología, UNAM. México, D.F. México. 72 p.         [ Links ]

The Plant List. 2010. Version 1. Published on the Internet; http://www.theplantlist.org/. (26 de marzo 2012).         [ Links ]

Toledo, V. M. 1994. La diversidad biológica de México. Nuevos retos para la investigación en los noventas. Ciencias 34:43-58.         [ Links ]

Townsend P., A., M. A. Huerta O., J. Bartley, V. Sánchez C., J. Soberón, R. H. Buddemeier and D. R. B. Stockwell. 2002. Future projections for Mexican faunas under global climate change scenarios. Nature 416:626-629.         [ Links ]

United States Department of Agriculture- Natural Resources Conservation Service (USDA-NRCS). 2012. The PLANTS Database. http://plants.usda.gov. (8 de febrero 2012).         [ Links ]

Valdés R., J., A. Beetle y M. H. González. 1975. Gramíneas de Chihuahua. Boletín Pastizales. Rancho Exp. La Campana. INIP-SAG. 6(3):1-60.         [ Links ]

Valencia, S. 2004. Diversidad del género Quercus (Fagaceae) en México. Bol. Soc. Bot. Méx. 75:33-53.         [ Links ]

Valerio, V. A., E. Carreón H., A. Lafón T., J. M. Ochoa B., P. Calderón D., D. M. Soto V., C. Chacón Z. y E. Favela T. 2005. Distribución, extensión espacial y condición de los pastizales en el estado de Chihuahua. Protección de la Fauna Mexicana, A.C., en colaboración con The Nature Conservancy. Chihuahua, Chih. México. 78 p.         [ Links ]

Villarreal Q., J. A. 2001. Listados Florísticos de México. XXIII Flora de Coahuila. Instituto de Biología. UNAM. México, D.F. México. 138 p.         [ Links ]

Villarreal Q., J. A. y J. A. Encina D. 2005. Plantas vasculares endémicas de Coahuila y algunas áreas adyacentes, México. Acta Bot. Mex. 70:1-46.         [ Links ]

Villaseñor, J. L. 2004. Los géneros de las plantas vasculares de la flora de México. Bol. Soc. Bot. Mex. 75:105-135.         [ Links ]

World Conservation Monitoring Center (WCMC). 1994. Biodiversity Data Sourcebook. In: B. Groombridge (ed.). World Conservation Press, Cambridge, UK. 155 p. http://archive.org/details/biodiversitydata94groo. (4 de junio 2012).         [ Links ]

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons