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Revista mexicana de ciencias forestales

versión impresa ISSN 2007-1132

Rev. mex. de cienc. forestales vol.5 no.22 México mar./abr. 2014

 

Ensayo

 

El plan costa como una mejor opción de manejo para especies forestales tropicales de Jalisco

 

The costa plan as a better option of management for tropical forest species of Jalisco

 

Maribel Apodaca-Martínez1, Gonzalo Millán Curiel-Alcaraz2, Martín Alfonso Mendoza-Briseño1, Mónica Vargas-Mendoza1, Juan Ignacio Valdez Hernández3 y Diego Esteban Platas Rosado1

 

1 Colegio de Postgraduados, Campus Veracruz. Correo-e: martinmendoza@yahoo.com

2 Servicios Forestales El Tuito, Jalisco, México.

3 Colegio de Postgraduados, Campus Montecillo.

 

Fecha de recepción: 7 de marzo de 2013;
Fecha de aceptación: 19 de noviembre de 2013.

 

RESUMEN

Se exponen las políticas administrativas y tratamientos silvícolas del método Plan Costa (PC), tal como se han aplicado en Jalisco desde 1983. Se busca con esta retrospectiva conocer si PC es exitoso por sí mismo. El trabajo se funda en información de los programas de manejo forestal autorizados con este sistema. Los datos se cotejaron respecto a la teoría y evidencia científica y se contrastaron con visitas de campo (en 2011 y 2012), además de entrevistas con técnicos y productores. El PC reemplaza las especificaciones usuales de diámetro mínimo, intensidad y ciclo de corta por un criterio único que integra atributos de madurez del árbol con su rendimiento maderable potencial y con el probable efecto de su extracción; ha mantenido el flujo de remoción que abastece numerosos productos a una compleja serie de cadenas productivas. Sus tratamientos silvícolas han favorecido el renuevo de todas las especies comerciales importantes, excepto Tabebuia rosea. La ocupación productiva del suelo es total, pero los inventarios de madera han disminuido por efecto de un ataque de pudrición de fuste en Enterolobium cyclocarpum, la especie de mayor volumen. El desempeño de PC podría considerarse producto de su diseño, más que de las circunstancias predominantes en la zona. Al compararlo con el plan Quintana Roo (PQR), el método silvícola mexicano tropical mejor documentado, ambos han evitado cambios en la frontera forestal y, si en PQR aún no se han observado respuestas silvícolas exitosas atribuibles al método, en PC son patentes.

Palabras clave: Manejo de selvas, método francés, plan Quintana Roo, silvicultura tropical, turno fisiológico, uso múltiple.

 

ABSTRACT

Administrative policies and silvicultural treatments of the Costa Plan (PC) method are presented, as they were applied in the coast of Jalisco since 1983. The idea was to know with this retrospective if PC is successful by itself. The work is based on information from forest management programs authorized by PC. The data were compared with respect to theory and scientific evidence and were compared with field visits (2011 and 2012), as well as interviews with technicians and producers. The PC replaces the usual specifications of minimum diameter, intensity and cutting cycle by a single criterion that integrates attributes of maturity of the tree with its potential timber yield and the likely effect of their removal. The PC has maintained the flow of removal that supplies many products to a complex set of chains. Silvicultural treatments have helped renovate all important commercial species except Tabebuia rosea. The productive and use is total, but inventories of timber have decreased because of an attack of stem rot in Enterolobium cyclocarpum, the species of greatest volume. The performance of PC could be considered product of its design, rather than of the circumstances prevailing in the area. When comparing the PC with the Quintana Roo plan (PQR), the best documented Mexican tropical forestry method, both have avoided changes in the forest border, and if in PQR there have not yet been observed attributable successful silvicultural responses to the method, in PC they are evident.

Key words: Tropical rain forest management, French method, Quintana Roo plan, tropical forestry, physiologic turn, multiple use.

 

INTRODUCCIÓN

Los tratados de dasonomía (Osmaston, 1968; Mendoza, 1993; von Gadow et al., 2010) plasman los muchos siglos de avances en materia forestal de los llamados métodos de manejo. El entendido actual de qué es un método de manejo lo plantea con elegancia Klemperer (1996) en su introducción, en la cual señala que la cualidad utilitaria de los recursos que el bosque contiene hace necesaria su gestión administrativa, tal como ocurre en cualquier tipo de organización, sea esta productiva o de otra naturaleza. El uso de un esquema de gestión administrativa suele ir de la mano de la decisión sobre cuál tecnología aplicar, a la que se le se denomina, en los métodos de manejo, como régimen silvícola (Mendoza, 1993).

Lo peculiar de la literatura de manejo forestal es su énfasis en el desarrollo de nuevos métodos, sin previo análisis de la vigencia de los anteriores, si sirvieron a su propósito teórico, o cumplieron con los motivos circunstanciales por los cuales se les adoptó y aplicó (Osmaston, 1968). Estas carencias son más graves en los bosques tropicales, probablemente, porque los fracasos mundiales para conducirlos son patentes (Walters et al., 2005).

El presente trabajo busca el rescate de la experiencia histórica, producto del empleo de un método de manejo de selvas, el Plan Costa, y juzgarlo en función de sus intenciones teóricas y su efecto en conducir un caso concreto de aplicación comercial.

En los bosques y selvas de México se usan diversos sistemas de manejo. Entre los que más superficie y casos abarcan está el Método Mexicano de Ordenación de Montes de coníferas (MMOM), y sus versiones modernizadas: el Método Mexicano de Ordenación de Bosques Irregulares (MMOBI), el Método de Desarrollo Silvícola (MDS) y su derivado, el Sistema de Conservación y Desarrollo Silvícola (SICODESI) (Cano, 1988). En materia tropical se tiene al Plan Quintana Roo (PQR) que ha sido documentado nacional e internacionalmente (Gómez-Pompa, 1987; Keyes, 1998; Synnott, 2007) y al Plan Costa de Jalisco (PC). Los informes sobre los resultados de estos métodos han enfatizado las formas de organización de la empresa social y sus logros para captar, consistentemente, donativos y subsidios gubernamentales y de donantes extranjeros; además, eventualmente, han sido capaces de integrar y hacer funcionar de manera continua un negocio de acopio de trocería y su procesamiento en productos de escuadría (Moreno-Sánchez y Torres-Rojo, 2010).

En ausencia de elementos que evalúen los efectos silvícolas, y dada la pobre situación estadística regional de Quintana Roo, es difícil hablar con fundamentos en favor o en contra del PQR como método de manejo eficiente y tecnificado.

PQR no incluye ninguna tarea específica para repoblar las áreas cortadas, ni para controlar densidad, composición, crecimiento o sanidad de la masa arbórea. Con este manejo, en el cual la remoción total es del orden de medio metro cúbico por hectárea maderable cada 20 años, se promueve el mantenimiento de una masa residual similar a la original, lo que limita el establecimiento y el crecimiento, excepto para las especies adaptadas a este régimen de mínimo disturbio (Snook, 2005). Por lo menos ocho de las especies comerciales son abundantes y prosperan después de las perturbaciones características del PQR.

Los temas de investigación científica en PQR parecen circunscribirse solo a la dinámica natural de la reproducción y establecimiento de caoba (Swietenia macrophylla King), lo que pudiera interpretarse en un temor de que las labores silvícolas actuales no conduzcan a repoblar con dicha especie los espacios dejados por la cosecha (Argüelles et al., 2005). Al respecto se ha estudiado el fracaso evidente de métodos de siembra y de plantación bajo dosel, quedando claro que la caoba y especies de similar hábito heliófilo solo podrán reocupar espacios, si desaparecen grandes cantidades de dosel (Negreros y Mize, 2008); la cantidad de dosel removido, las circunstancias y labores complementarias aún están siendo exploradas, sin haber un acuerdo todavía de las relaciones causales, la eficacia y la variabilidad de resultados de estos tratamientos (Negreros y Mize, 2008). También existen estudios sobre la clasificación de tierras, los cuales concluyen que la distribución de caoba está concentrada en ciertos sitios, como los suelos fértiles, oscuros, profundos, no inundables, y en menor proporción en suelos rojos (Negreros et al., 2005). A partir de esas investigaciones, vistas en conjunto, se puede decir que aún no se conoce una forma eficaz de cosechar y repoblar con especies maderables las selvas de Quintana Roo (Gómez-Pompa, 1987).

La aplicación de PQR podría resumirse en una política para mantener un ritmo exageradamente lento de remoción de caoba, acompañado de cosecha de otras especies comerciales. Esto es, con la finalidad de que al siguiente ciclo haya madera suficiente para justificar, al menos, una corta más de iguales características y obtener productos de similar monto, dimensiones, especies y calidad, al tiempo que el bosque residual de esta segunda corta siga sosteniendo inventarios comerciales y potencial de producción futura al menos igual al ciclo previo de PQR.

En cuanto a las preocupaciones sobre la disminución de la caoba, que al principio de los aprovechamientos industriales tenía grandes dimensiones, de presentarse esta sería atribuible a la silvicultura, aunque en el fondo tampoco es posible afirmar que haya habido cambio alguno en el bosque, en tanto que la caoba y otras especies preciosas siempre han sido componentes extraordinariamente pequeños de la biomasa forestal (Curiel, 1992).

Y por ello es imposible derivar conclusiones estadísticamente válidas fundadas en las cifras usuales disponibles para la región. Informes que comparan inventarios sucesivos registran una merma fuerte de volúmenes de caoba, junto con la reducción de los diámetros cortados (Negreros y Mize, 2012); sin embargo estas afirmaciones son aceptables por los problemas de no comparabilidad entre inventarios sucesivos, los que surgen por no usar métodos estadísticos adecuados para captar fenómenos dinámicos; por ejemplo, medir los mismos sitios y árboles. Tampoco ayuda la falta de rigor estadístico requerido para estimaciones de números pequeños (Schreuder et al., 2004). En el contexto internacional, el panorama es bastante parecido al caso de Quintana Roo (Walters et al., 2005). El aparente fracaso en Quintana Roo contrasta con los registros provenientes de las selvas tropicales de Jalisco, donde PC ha concluido con normalidad su primer ciclo y se han renovado los programas de manejo para la siguiente intervención.

Con base en los inventarios sucesivos en Jalisco se espera captar elementos para entender si verdaderamente PC ha sido una técnica exitosa, en cuanto a los objetivos que se le han impuesto y respecto a la situación contextual en que se ha utilizado. Tener como referente a PQR será un artificio que facilite identificar los atributos con cambios significativos. Por lo tanto, este trabajo se enfoca en describir el método de manejo forestal PC considerando los factores ambientales, culturales y socioeconómicos que propician el éxito del mismo, relativo a las aportaciones en beneficios marginales del plan Quintana Roo para el periodo 1990-2012.

En Quintana Roo existen factores que han favorecido el desarrollo de una cultura forestal. Por ejemplo, es el estado de más reciente creación y está escasamente poblado (30 habitantes por kilómetro cuadrado, en 2010 (INEGI, 2013), lo que facilita la relación entre funcionarios gubernamentales y campesinos. Finalmente, las existencias relativas de maderas preciosas por hectárea e incrementos volumétricos son mayores que en otras partes del trópico mexicano.

Los ejidatarios tienen un alto aprecio por sus recursos y vigilan a los intrusos en áreas de aprovechamiento (Nolasco et al., 2005). Los transgresores de las normas ejidales que realizan actividades prohibidas pueden perder las utilidades que provienen de la madera.

Jalisco es uno de los primeros cinco estados con mayor producción de madera, con alrededor de 9 % del total nacional. Esta entidad reúne a bosques templados, selvas y especies de climas áridos y semiáridos. Los bosques destacan por su importancia maderable, pues en ellos predominan los pinos y los encinos. Las selvas ocupan la franja costera, principalmente, y las últimas prevalecen hacia el interior (norte y noreste). En una gran proporción se desarrollan los pastizales, naturales o cultivados, además de áreas transformadas, las cuales se conforman por tierras agrícolas, zonas urbanas y poblaciones rurales. Las selvas bajas ocupan 80 % de la vegetación de la costa y se ubican en las partes bajas de la planicie costera. La selva media está en terrenos con más pendiente, con mayor humedad, a orillas de ríos y arroyos (Figura 1).

Las especies forestales de importancia económica maderable en la costa jalisciense son cobano (Swietenia humillis Zucc), rosa morada (Tabebuia rosea Bertol), árbol María (Calophyllum brasiliense Cambess), culebro (Astronium graveolens Jacq.), habillo (Hura poliandra Baill), parota (Enterolobium cyclocarpum (Jacq.) Griseb), primavera (Tabebuia donnell-smithii Rose), pinolillo (Leucaena sp.), tampizirán (Dalbergia congestiflora Pittier), garrapato (Lonchocarpus constrictus Pittier), tzinacacao (Trichilia havanensis Jacq.), zapotillo (Ouratea mexicana Engl.) (Ortega, 1997). Los taxa que se utilizan para postes y otros usos son arrayán (Psidium sartorianum (O. Berg) Nied), hincha huevos (Comocladia engleriana Loes), palo fierro (Lonchocarpus ssp.), tepemezquite (Lysiloma microphyllum Benth) (Ortega, 1997). El total de especies presentes en la mayoría de los rodales comerciales de selva mediana y baja es alrededor de 100, pero solo las citadas tienen un mercado formal y aprovechamiento continuo; a las restantes se les agrupa en una categoría genérica de "especies corrientes".

La colonización de la costa de Jalisco es reciente y la mayoría de las personas que forman los nuevos centros de población es gente inmigrante. La colonización de la costa de Jalisco es reciente y la mayoría de las personas que forman los nuevos centros de población es gente inmigrante. En la costa de Jalisco durante el siglo XX ocurrieron desmontes a favor de actividades agropecuarias que provocaron el agotamiento parcial de especies preciosas (Ortega, 1997).

 

Origen del Plan Costa

El modelo creado en el marco del Plan Piloto Forestal en Quintana Roo se pretendió extender a todas las regiones tropicales. Para adecuarlo a las condiciones de la costa de Jalisco se realizó un taller en el que se identificaron las peculiaridades de sus selvas; y en el cual participaron personal de la Dirección General para el Desarrollo de la Producción Forestal; así como de la Unidad de Conservación y Desarrollo Forestal Costa de Jalisco. Como resultado, se generó una propuesta alterna: el "Plan Costa", cuya operación en los estados de Jalisco y Colima se ha efectuado hasta 2012. El PC favorece, en lo posible, a las especies valiosas, pero no sacrifica a las que se clasifican como comunes tropicales (Ortega, 1997).

 

Regulación de la corta en el Plan Costa

El PC toma como antecedente el método francés o de Mélard, en su versión llamada del cuartel azul (Mendoza, 1993). El método francés agrupa a los rodales de un bosque normal coetáneo con arbolado de dimensiones inventariables, en tres categorías de tamaño y edad; y en una categoría aparte, sin efecto en la regulación de la corta, se acomodan los rodales comerciales temporalmente sin vegetación, o cubiertos de renoveras (arbolado no inventariable); aunque técnicamente esos rodales se contabilizan como parte del cuartel de arbolado más viejo, pintados en azul en los mapas forestales. Solo el tercio más viejo de los rodales con individuos inventariables podrá recibir tratamientos silvícolas de regeneración, y no se permitirá regenerar ningún rodal de otro cuartel hasta que el renuevo de todos los rodales del cuartel azul hayan sido declarados plenamente restablecidos capaces de resistir los inviernos y las avalanchas, que con otros métodos de manejo estropeaban los ritmos del plan de cortas, al caer inesperadamente y destruir rodales completos de arbolado pequeño y poco firme.

Con el tiempo, los rodales regenerados configurarán una secuencia de áreas que el administrador irá dosificando para que representen áreas equiproductivas. Al final de un turno, en el caso de que no se presenten disturbios serios al plan de cortas, como consecuencia del establecimiento de masas nuevas de composición balanceada hacia las especies productivas y que ocuparon eficientemente todo terreno disponible; en respuesta a su cultivo bajo un régimen silvícola rigurosamente normal, los inventarios de existencias en pie juveniles (rodales blancos), maduros (rodales amarillos), y seniles (rodales azules) serán normales. A falta de información empírica sobre la densidad normal, en tiempos del siglo XIX se asumía una función lineal que establece una relación de existencias de 1:3:5 de volumen de rodales amarillos, blancos y azules (Mendoza, 1993). Por supuesto, el método francés en su variante Mélard es un esquema flexible que va acomodando los eventos catastróficos conforme suceden, y reconfigurando sus metas ordenatorias acorde a los hechos consumados. En este sentido, la guillotina lógica que dice que no se avanzará a cambiar cuarteles hasta completar la renovación del cuartel azul actual, será igual que otras metas, algo que la experiencia y talento del dasónomo podrá mantener o ajustar si así lo considera pertinente.

La regulación de la corta en el Plan Costa sigue de manera conceptual el modelo general de Mélard. Aunque en el bosque tropical se pueden tener masas puras y mezcladas, coetáneas e incoetáneas, con el PC se espera que casi todos los rodales sean masas incoetáneas, altamente mezcladas de especies arbóreas tropicales. El PC retiene el postulado fundamental de Mélard; es decir, que la regeneración de un taxón probablemente será errática y propensa a siniestros catastróficos.

Es importante destacar que el PC agrega la idea de madurez fisiológica del individuo. El árbol comercial de las especies meta necesita tener duramen; sin embargo, no hay una edad ni un tamaño que sea un estimador confiable de que en cierto árbol ya se haya formado la cantidad óptima de duramen para elaborar productos comerciales básicos (aserrío); o bien, en caso extremo, no hay una relación suficientemente clara entre tiempo, edad, tamaño del árbol y el momento en que empezará el proceso de pudrición del fuste.

Por otro lado, los árboles juveniles, que aún no tienen duramen y que son de cualquier tamaño y edad, rara vez tienen capacidad para regenerarse y ocupar espacios liberados por la corta. Por lo tanto, se designarán como individuos maduros aquellos que poseen gran capacidad reproductiva y duramen bien formado; en tanto los viejos de cualquier edad y tamaño serán los que presentan una fecundidad reducida y su duramen ha sido dañado por la pudrición del fuste, defectos o lesiones.

Durante los inventarios forestales en PC se utiliza el diámetro como indicador de madurez, de tal manera que para cada rodal se pueda definir el diámetro más grande por especie. Este, expresado en categorías de 5 cm, se divide en tres clases de igual amplitud: arbolado juvenil (blanco), maduro (amarillo) y viejo (azul), como se indica en la Figura 2.

En el arbolado juvenil y renuevo se realiza control de densidad, corrección de composición y mejoramiento silvícola, cortas que se consideran como labores de cultivo y no como aprovechamiento comercial. Toda actividad dirigida al arbolado, y que no genere productos para el mercado, se llevará a cabo en rodales que tengan prescritas cortas finales con el propósito de compartir los costos fijos (servicios técnicos), e indirectos (por ejemplo, caminos). Dentro del área de corta anual, en el arbolado de los tercios intermedio y grande de la distribución diamétrica se permite la remoción de los individuos que muestren características seniles. Es importante señalar que no hay diámetro mínimo de corta y que se cortan todas las especies, aunque solo se extraen las piezas de cualidades comerciales generadas. La intensidad de corta es por área de corta y es menor a 56 % del volumen de existencias iniciales en pie para el arbolado mediano (cuartel amarillo) y grande (cuartel azul).

El ciclo de corta se define en la vecindad de 20 años, cifra producto de una decisión arbitraria con la que se procura conciliar la necesidad de obtener suficiente volumen de remoción por hectárea cortada para justificar los costos de la intervención. Con respecto a las urgencias silvícolas que deben atenderse en el predio bajo manejo, por ejemplo atender los sitios donde más tiempo ha pasado desde la última intervención. El esquema de regulación de la corta opera en cada una de las series de ordenación que se hayan definido en un predio forestal. Cada una corresponde a un macizo arbolado de cierto tipo forestal, casi siempre selva mediana y baja, pero incluye también matorrales, vegetación de dunas, manglar, parcelas agroforestales, orillas de camino, solares de traspatio, plantaciones forestales comerciales y parcelas agropecuarias con algún componente forestal (palma).

 

Silvicultura del plan costa

Las cortas más comunes en el PC son de selección individual y por grupos; están dirigidas al arbolado fisiológicamente sobremaduro. La apertura del dosel en la corta final debe ser mayor que un árbol individual, pero, menor de 0.25 ha para el común de las mezclas comerciales presentes en selva mediana. En selva baja la apertura es aún menor, para tratar de evitar que invadan especies menos deseables. La corta final es individual o por grupo y depende en primer lugar de que haya al menos un árbol comercial: miembro del cuartel amarillo, maduro, reproductivo y con duramen suficiente para generar productos de dimensiones comerciales; el cual pueda ser cosechado. Y si el arbolado vecino fuese de especies deseables y buen porte, la corta individual es posible como un medio de reacomodar los espacios de crecimiento entre el arbolado preexistente de alta calidad. Si no existe arbolado de calidad en la vecindad, y además cerca del individuo comercial candidato a ser derribado hay individuos seniles de cualquier especie, o espacio desocupado, entonces se corta un grupo suficiente para provocar renuevo en el sotobosque.

El manejo de arbolado precomercial consiste en elegir los individuos de especies y cualidades deseables, y favorecerlos mediante las cortas comerciales con labores de mínimo costo que puedan hacerse en el interior del rodal de corta final. Las cortas intermedias crean valor en la forma de productos maderables de tipo artesanal.

Los procedimientos de extracción y el control de residuos son prescritos como una forma de preparar el suelo para recibir renuevos o para liberar regeneración preestablecida de las especies deseadas. Como criterio adicional se considera, altamente, importante que cerca del grupo cortado, o del árbol individual cortado existan individuos de taxa comerciales, vigorosos y con alta capacidad de producir semilla; en cuanto a producción de trocería comercial; los ejemplares que permanecerán después de la corta pueden ser de cualquiera de las etapas, excepto la senil.

 

Prácticas culturales complementarias en el Plan Costa

La protección tiene como prioridad evitar el pastoreo en áreas bajo regeneración, por lo menos durante los primeros tres años para algunas especies como el habillo (Hura poliandra Baill.); para otras se prescriben periodos más largos, de por lo menos cinco años, como es el caso del capomo (Brosimun alicastrum Sw.), taxón preferido por el ganado vacuno. Adicionalmente, en el área recién cortada durante varios años subsecuentes a la intervención se reforzarán las medidas preventivas y vigilancia de plagas, enfermedades e incendios.

Evidencia de madurez

Las señales de madurez en los árboles de especies comerciales dependen de cada taxón, aunque casi todas coinciden en: 

i) Diámetro normal mayor a 40 cm.

ii) Duramen suficiente (sonido sólido al golpear el fuste).

iii) Corteza sin espinas, ligeramente fragmentada en placas (caoba) o con desprendimientos iniciales, en caso de no formar placas (papelillo).

iv) Fuste recto, sin defectos, conteniendo al menos una troza de largo comercial. Si la especie lo permite, ya habrá ramas suficientemente largas para obtener trozas de ellas.

v) Sanidad, vigor y vitalidad elevadas, no hay señales de daños, deformaciones, cancros.

vi) Presencia de flores y frutos en temporada.

vii) Copas bien desarrolladas y funcionales, amplia área foliar.

Dentro los criterios de senilidad se pueden mencionar:

1) Deterioro de la madera por pudriciones,

2) Presencia de termiteros,

3) Abundancia de epífitas,

4) Presencia de cavidades, nidos y otras señales de ocupación por fauna,

5) Copas incompletas, poco frondosas, algunas ramas colgantes, muertas o rotas,

6) Aporte de materiales gruesos al suelo.

 

Factores socioeconómicos, comerciales e industriales

A partir del aprovechamiento de la madera también se generan empleos durante la apertura y mantenimiento de brechas, labores de extracción, en el asierre y la elaboración de productos maderables no industriales. Se requiere la participación de los poseedores en actividades de protección y fomento (Ortega, 1997). Cada tipo de producto implica una persona diferente propietaria de derechos sobre el producto, otra para realizar el trabajo, el transporte, una más para hacer los procesos adicionales y vender el producto a un mercado especializado. Los productos maderables, en general, corresponden unos a trocería para aserrío industrial, otros son trocería para procesar en carpinterías, y finalmente, hay una parte importante de productos poco elaborados: varas, palo boleado, postes, morillos, pilotes, puntas, ramas, matapalos y plantas completas.

Se extrae goma de chilte (Cnidoscolus elasticus Lundell), que se utiliza en la fabricación de artesanías: "chicle de Talpa" en el municipio de Talpa de Allende. También se extraen hoja de palma (Sabal mexicana Mart.) empleada en la construcción de palapas, principalmente, de la región de Puerto Vallarta; coquito de aceite, ixtle, frutos, otate, etcétera. (Ortega, 1997).

Además, se cuenta con especies comestibles de uso local, leguminosas y otras especies forrajeras como el capomo, y otras de uso múltiple. Las artesanías, cestería, escobas de palma y estropajos, cunicultura, fruticultura, briquetas de carbón, constituyen alternativas adicionales de trabajo productivo que pueden sumarse al aprovechamiento de los recursos naturales de la comunidad (Ortega, 1997).

La información del Plan Costa se recopiló de los programas de manejo forestal autorizados al inicio y al final del primer ciclo de corta para predios localizados en los municipios Puerto Vallarta, Cabo Corrientes y Tomatlán. El diseño de muestreo utilizado en los inventarios es sistemático estratificado con parcelas en línea ubicadas de forma perpendicular a las corrientes superficiales principales. Estos datos se cotejaron con respecto a la teoría y evidencia publicadas en fuentes científicas y se contrastó también en relación con la información captada en visitas de campo durante 2011 y 2012, así como con la de entrevistas realizadas a responsables técnicos, productores y autoridades.

Los criterios de mérito utilizados fueron los siguientes:

1. Consistencia entre propósitos y resultados atribuibles. al diseño del PC.

2. Grado de control de PC mediante sus tratamientos, sobre variables del bosque relativas a crecimiento, natalidad, composición, sanidad, eficiencia económica

3. Aceptabilidad del PC en cuanto a: superficie que se maneja actualmente con ese programa, número de casos, crítica de la opinión pública y de los especialistas.

4. Distancia entre la teoría del PC (método francés) y su práctica, respecto a la frontera del conocimiento y tecnología forestal.

La principal aspiración en el caso de PC ha sido lograr regeneración en los sitios cortados, además que los renuevos sean vigorosos y de las especies de interés. Este aspecto ha sido muy exitoso, según el segundo inventario de varios predios como la Comunidad Indígena Santa Cruz del Tuito (Figura 3).

Algunas investigaciones como la de Mora (2003), aportan explicaciones concordantes con la interpretación de los dasónomos de Costa Alegre en cuanto a la necesidad de apertura de dosel, y en función de lo drástico del entorno para el renuevo, algunas especies podrían ocupar más espacio que otras. Esta es una de las razones por las cuales PC es eficaz y consistente en la obtención de abundante renuevo en el que dominan taxa de alto valor.

Resultados que indican calificaciones favorables para PC en comparación con PQR en los primeros dos criterios de mérito, en especial por haberse logrado reproducir exitosamente la mezcla de especies propia de la costa jalisciense, con la sola excepción parcial de rosa morada, ya que podría ser normal, si se considera que en el bosque de 1997 este taxón era bastante raro en el dosel maduro.

Tanto en Quintana Roo como en Jalisco, a partir de los inventarios del segundo ciclo de corta, los predios bajo manejo forestal tecnificado siguen siendo forestales, sin ningún avance de las áreas desmontadas. Los mapas de rodales muestran que todo el bosque, en ambos casos, continua ocupado en su totalidad por vegetación forestal y, probablemente, también por los elementos de biodiversidad dependientes, reacomodados acorde a los nuevos patrones de distribución producidos por los programas silvícolas.

Dentro del área forestal productiva de Jalisco no se registraron eventos epidémicos con plagas o enfermedades, ni daños catastróficos causados por fuego o por huracanes; en cambio, en la península de Yucatán los huracanes han sido el factor ambiental más importante en los eventos de reemplazo de rodal. La parota jalisciense (Enterolobium cyclocarpum) fue atacada varios años consecutivos por una intensa epidemia de pudrición del fuste, pero solo causó mortalidad generalizada en los sitios fuera de la zona productiva, sobre todo en arbolado ubicado en caminos, potreros, traspatios y otras zonas muy transformadas. En cuanto a la mortalidad ocasional en otras especies, los eventos detectados en los inventarios y en el marqueo en Jalisco fueron de nivel insignificante y despreciable, únicamente se registraron dos árboles muertos en la muestra de 2010. No obstante, la propensión de las selvas a tener constantes fenómenos de disturbio natural, es clara la poca mortalidad y nulo efecto de mortalidad catastrófica en Cruz del Tuito, lo que sugiere que ha sido producido por el cultivo y por el alto vigor de la masa residual presente en Jalisco.

Para el tercer criterio la opinión nacional e internacional es altamente favorable a PQR (Snook, 2005), si bien, la investigación ha generado interrogantes sobre la eficiencia pública del esfuerzo. En el caso de PC, el criterio tres podría quedar pendiente de calificar, pues a pesar de que tienen más de 20 años de informes sin haber una respuesta reprobatoria, el perfil publicitario de PC no es suficiente para formar un consenso en la opinión pública. En cuanto a casos y superficie, tampoco es posible comparar PC con PQR, pues el primero solo abarca tres municipios y una docena de casos de práctica sistemática.

Gran parte de la diferencia en los resultados de PC respecto a PQR radica en que en ambos la composición del arbolado pasa de 100 especies por predio, pero en QR el trabajo se centra en trocería apta para aserrío y chapa, en tanto que en Jalisco existe una variedad de productos, productores y mercados, y eso permite usar una cantidad muy superior de especies, dimensiones, sitios y tratamientos silvícolas.

El cuarto criterio de mérito, que alude a la armonía, a partir de la experiencia de aplicar el PC en relación con el cuerpo teórico en materia dasonómica, y a la luz de la experiencia en Cruz del Tuito queda parcialmente cumplido. La afectación de la intensa epidemia de pudrición de fuste en parota (Enterolobium cyclocarpum), que desde fuera del bosque afectó seriamente a la población de las áreas maderables, fue una señal de alerta sobre las previsiones que han de tomarse respecto a siniestros que puedan hacer fracasar las intenciones y metas del plan de manejo; por lo tanto, recurrir al método Mélard ha sido una opción inteligente en el PC. Siniestros o no, la dinámica misma de las masas cultivadas con PC no necesariamente se amoldarán a los parámetros y procesos del modelo de bosque normal que se usó para definir los cuarteles dasocráticos y el régimen silvícola. Incluso es plausible que el bosque del futuro inmediato siga una dinámica que la alejaría del bosque meta, pero la evidencia de visitas a campo y el trabajo continuo de los procesos de extracción y venta de múltiples productos forestales generados en Cruz del Tuito y demás predios bajo manejo con PC indica un bosque denso, poblado de arbolado sano, vigoroso, fecundo y de alto valor.

 

CONCLUSIONES

Se han descrito las políticas administrativas y tratamientos silvícolas del método de manejo Plan Costa (PC), esquema de gestión de aprovechamientos maderables persistentes de bosques tropicales, aplicado de forma continua desde 1990 sobre una amplia zona comercial de los municipios Puerto Vallarta, Cabo Corrientes y Tomatlán, Jalisco. PC surgió ante el temor de no lograr suficiente renuevo, crecimiento y sanidad en los rodales mezclados de especies tropicales en selva mediana y baja, si se aplicaran métodos fundados en especificaciones cuantitativas de madurez (diámetro mínimo de corta), y de remoción (intensidad de corta fija, regulación por cabida), tal cual se prescribe en el método plan Quintana Roo (PQR).

La experiencia acumulada en forma de inventarios forestales, investigación científica y opiniones de dasónomos regionales, se expresa en un consenso amplio acerca de que PC ha conducido el cultivo del bosque tropical sin pérdida de la frontera forestal, pero manteniendo el flujo de remoción que sostiene a una compleja serie de productos y cadenas productivas. Al mismo tiempo, los tratamientos silvícolas de PC de manera consistente han provocado la aparición de renuevo de todas las especies comerciales importantes, excepto rosa morada, y ha mantenido el potencial de crecimiento maderable, aunque los inventarios totales de madera han disminuido. Los niveles sanitarios del bosque han sido impecables, y el bosque ha continuado saludable, sin incidentes epidémicos de plagas o enfermedades, ni daños por fuego. Durante el periodo 2011-2012 no incidieron huracanes en esta zona de Costa Alegre, pero se anticipa que el bosque está en condiciones de firmeza para resistirlos mejor que sin los cuidados del PC.

El desempeño de PC es más producto de su diseño que de las circunstancias predominantes en la costa jalisciense, pues en el caso de PQR, si bien se ha logrado estabilizar la frontera forestal de los predios en producción continua, no son claros los resultados de la respuesta silvícola: renuevo, composición, siniestralidad, crecimiento, rendimiento, atribuibles al método.

 

AGRADECIMIENTOS

Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, al Colegio de Postgraduados, así como a Servicios Forestales El Tuito, Jal.

 

REFERENCIAS

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