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Revista mexicana de ciencias forestales

versão impressa ISSN 2007-1132

Rev. mex. de cienc. forestales vol.5 no.21 México Jan./Fev. 2014

 

Artículos

 

Ensayo de seis especies arbóreas para la reforestación de la segunda. Sección del Bosque de Chapultepec

 

Six tree species essay for the reforestation of the 2nd. Section of Chapultepec forest

 

Stephanie Fabiola López López1 y Héctor M. Benavides Meza2

 

1 Prestadora de servicios profesionales del Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Conservación y Mejoramiento de Ecosistemas Forestales. INIFAP.

2 Centro Nacional de Investigaciones Disciplinarias en Conservación y Mejoramiento de Ecosistemas Forestales. INIFAP. Correo-e: benavides.hector@inifap.gob.mx

 

Fecha de recepción: 20 de diciembre de 2011;
Fecha de aceptación: 9 de septiembre de 2013.

 

RESUMEN

La Ciudad de México ha sufrido un deterioro ambiental debido al crecimiento desmedido de su población humana, por lo que es necesario mejorar sus áreas verdes e incrementar los servicios ambientales y la calidad de vida de sus pobladores. El Bosque de Chapultepec destaca por ser la de mayor extensión (686 ha), además de su relevancia histórica, cultural y recreativa. La 2ª Sección ha sufrido una reducción de su dosel debido, principalmente, a la declinación del eucalipto, una de las especies de mayor frecuencia; sin embargo, con el fin de contar con nuevas opciones para su reforestación, se evaluó la respuesta de seis especies arbóreas nativas de México, mediante un ensayo con un diseño de tres bloques al azar con nueve plantas por especie en cada parcela, en las que se determinó su supervivencia, altura y diámetro basal cada tres meses durante un año. Hubo diferencias entre los porcentajes de supervivencia (100 – 77.78%), aunque no estadísticamente significativos; sin embargo, en las tasas de crecimiento en diámetro y altura se presentaron diferencias, pues los valores más grandes se registraron en Thevethia thevetioides, Heliocarpus reticulatus, y Pinus greggii var. australis. Todas las especies, con excepción de Pinus cembroides, mostraron una buena respuesta a las condiciones ambientales de la 2ª sección, por lo que pueden ser una buena alternativa para reforestar las áreas verdes de la Ciudad de México que reúnan condiciones ecológicas similares.

Palabras clave: Áreas verdes urbanas, Bosque de Chapultepec, Ciudad de México, crecimiento arbóreo, delegación política Miguel Hidalgo, reforestación urbana.

 

ABSTRACT

Mexico City has had a serious environmental degradation due to the excessive growth of human population, so it is important to improve its green spaces and enhance environmental services and quality of life of its inhabitants. Chapultepec Forest stands out as the most extensive green urban area (686 ha), in addition to its historical, cultural and recreational significance. The 2nd Section has suffered a reduction in their canopy due mainly to the decline of eucalyptus which is one of the most frequently found species; nevertheless, in order to have new options for reforestation, the response of six tree species native to Mexico was assessed; a sampling design of three randomized blocks with nine plants per species in each plot was used, in which survival, height and basal diameter were determined every three months during one year. Results show that there were differences between the survival percentages (100 - 77.78%), although not statistically significant, however, in the rates of growth in diameter and height showed differences, as the highest values were recorded in Thevethia thevetioides, Heliocarpus reticulatus and Pinus greggii var. australis. All the tested species, except for Pinus cembroides had a good response to the environmental conditions of the 2nd Section, which suggests that these species can be a good alternative to reforest the green areas of Mexico City that meet similar ecological conditions.

Key words: Urban green areas, Chapultepec Forest, Mexico City, tree growth, Miguel Hidalgo Political Delegation, urban reforestation.

 

INTRODUCCIÓN

La Ciudad de México es una de las urbes más grandes del mundo que a través de los siglos ha sufrido una serie de modificaciones en la composición, distribución y abundancia de su biota, ocasionadas por el crecimiento de la población humana (López, 1991). Uno de los grandes retos es el de impulsar el desarrollo de un sistema de áreas verdes, debido a la influencia que estas ejercen sobre el ambiente que las rodea y a la aportación de beneficios indispensables para el presente y futuro de la ciudad, y que contribuyen a mejorar la calidad de vida de sus habitantes (Martínez, 1991; GDF, 2006a).

En el año 2000, el índice de áreas verdes por habitante de la ciudad era de 5.66 m2 (GDF, 2000), cifra por debajo de los 16 m2/habitante recomendados por la Organización de las Naciones Unidas y los 9 m2/habitante señalados en normas internacionales (Guevara y Moreno, 1987). Además, su extensión en la zona metropolitana ha disminuido drásticamente en las últimas décadas, lo que, en conjunto, con la falta de planeación en las actividades de reforestación y manejo de los árboles urbanos han impedido abatir ese déficit (Martínez, 1991).

A partir del avance del desarrollo urbanístico, la creación de sitios con vegetación es muy limitada, por lo que una alternativa más viable es mejorar las áreas ya existentes mediante su correcto mantenimiento y manejo, en particular aquellos parques emblemáticos de la Ciudad de México como es el Bosque de Chapultepec (Martínez, 1991).

 

Selección y ensayos de especies

La selección de la especie para un sitio es una de las decisiones más importantes para un bosque urbano, pues asegura los beneficios a largo plazo que proporcionan los árboles (ISA, 1999). Sin embargo, se dedica poca atención a este punto, lo cual ha sido causa de numerosos fracasos (Macías, 1952) en las reforestaciones, con la consecuente pérdida de tiempo y dinero. Es por ello que antes de la plantación se deben considerar los requerimientos de cultivo y las características de las especies que se pretende utilizar, sobre todo aquellas que les permitan sobrevivir en un medio urbano, en donde es común la sequía, así como la salinidad y los suelos pobres y compactados.

Adicionalmente, las condiciones ambientales del sitio como son la temperatura, la humedad, la insolación, la precipitación, el viento, la contaminación atmosférica, el suelo y el espacio físico disponible para el desarrollo de las plantas son fundamentales para obtener un buen establecimiento de los ejemplares (Sydnor, 1982; Clark y Kjelgren, 1989; GDF, 2000).

Pese a lo anterior, no se puede determinar la adaptabilidad de una especie al lugar donde se plantará, a pesar de conocer sus requerimientos ecológicos y las características del sitio, ya que en las ciudades existen otros factores sociales y ambientales que influyen en el crecimiento, desarrollo y establecimiento de la vegetación. Uno de los procedimientos más confiables para generar tal información es a través de ensayos con algunos taxa en parcelas pequeñas y representativas del área que se va a reforestar (Willan, 1984; Rowntree et al., 1994).

En México no se han realizado ensayos de especies con fines de mejorar la reforestación urbana y solo existen algunas experiencias documentadas en el ámbito forestal, como el ensayo con taxa del género Pinus y de Fraxinus realizado por Mas et al. (1993), en el que obtuvieron correlaciones en el espaciamiento y tamaño inicial de la planta con la supervivencia y el crecimiento en diámetro y altura. Asimismo, los autores refieren un trabajo en el que se evaluó la supervivencia y el crecimiento en altura de de Pinus spp., Cupressus spp., Casuarina spp. y Eucalyptus spp. en el Cerro "El Batán", Puebla. También cabe destacar la introducción de especies y procedencias de los géneros Eucalyptus y Cupressus en zonas áridas de Baja California Sur, llevado a cabo por Parra y Castro (1978); el de Eucalyptus sp. y Gmelina arborea Roxb. (Seppänen et al., 1999); así como el efectuado por de los Ríos et al. (2008) en el que se determinó la adaptabilidad de Pinus pinceanaGordon, P. cembroides Zucc. y P. nelsonii Shaw en laderas de la Sierra Madre Oriental degradadas por sobrepastoreo y con base en la supervivencia, altura y diámetro basal de cada una, se recomendó a las dos primeras como útiles para reforestar dicha área.

Algunos de los árboles anteriormente mencionados han sido incorporados a programas de reforestaciones urbanas, sin estudios previos directamente en áreas verdes de las ciudades, lo cual es extensivo para especies nativas del país, por lo que se carece de información sobre el desarrollo inicial de varias de ellas en un ambiente metropolitano.

 

Bosque de Chapultepec

Este extenso parque está localizado al sureste de la delegación política Miguel Hidalgo, es el área verde de mayor superficie dentro de la Ciudad de México (686 ha) y constituye un espacio histórico, educativo, recreativo y de convivencia social, el cual es imprescindible mantener en buen estado para el goce y disfrute de los ciudadanos. Además, es una zona importante de preservación ecológica para la flora y fauna, así como una fuente de servicios ambientales para la ciudad, tales como la captación de agua, la producción de oxígeno y la regulación del clima, entre otros (PUEC-UNAM, 2002; GDF, 2006b).

Sin embargo, su uso público ha generado daños a la vegetación y a la fauna del bosque debido a la falta de cultura ambiental de los visitantes, pues propician una acumulación excesiva de basura y provocan la compactación del suelo y, paralelamente, daños a los árboles (GDF, 2006a). Esta problemática situación hace necesario y urgente un manejo correcto del Bosque de Chapultepec por el significado social, cultural, histórico y ambiental que tiene.

 

Segunda Sección del Bosque de Chapultepec. Este territorio comprende una superficie de 168 ha y fue inaugurada el 24 de octubre de 1964 con la finalidad de proveer un área verde que funcionara como "pulmón" para la zona poniente de la Ciudad de México (PUEC-UNAM, 2002; GDF, 2006b). Ahí prevalece un clima templado subhúmedo con lluvias en verano. Los suelos son muy heterogéneos, en general, ácidos, secos, están compactados y contienen residuos de materiales de construcción, lo cual aumenta la solubilidad de los metales que son tóxicos para la vegetación (INIFAP-DBCh, 2010).

El informe del PUEC-UNAM (2002) consignó que Fraxinus uhdei (Wenz.) Lingelsh (fresno), Eucalyptus camaldulensis Dehnh. (eucalipto rojo) y Ligustrum lucidum W. T. Aiton (trueno lila) fueron las especies más abundantes y de mayor distribución, de ellas, la segunda presenta los problemas de sanidad y vigor más serios. Igualmente, el INIFAP-DBCh (2010) registró que en la zona existen 38 825 individuos arbóreos y arbustivos pertenecientes a 131 taxa; F. uhdei, E. camaldulensis, L. lucidum, Thuja occidentalis L. (thuja), Pinus radiata D. Don (pino radiata), Casuarina equisetifolia L. (casuarina) y Cupressus lusitanica Mill. (cedro blanco) reúnen el mayor número de ejemplares y, en su conjunto, conforman 76.8 % del arbolado total. Los autores del informe recomendaron ciertas acciones para el manejo y conservación del arbolado, como: el derribo de los árboles de alto riesgo, declinantes, plagados y enfermos, por lo que se requiere la sustitución de la cubierta arbórea mediante la reforestación con especies que se adapten mejor a las condiciones de clima y suelo, y que brinden a la ciudadanía los beneficios ecológicos, ambientales, recreativos, económicos y de salud correspondientes.

Por todo lo anterior, el objetivo del presente trabajo fue evaluar la supervivencia y crecimiento de seis especies arbóreas nativas de la región central de México, a las condiciones ambientales y ecológicas de la 2ª Sección del Bosque de Chapultepec, con el fin de determinar su utilidad para reforestar dicha área.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Con base en la información de un catálogo de especies recomendables para la reforestación de la 2ª Sección del Bosque de Chapultepec que se generó en el INIFAP (Benavides et al., 2010), y en cuya integración se consideraron las condiciones ambientales donde se desarrollan, además de sus características biológicas, requerimientos ecológicos y de mantenimiento; se determinó evaluar la respuesta de Bursera fagaroides(Kunth) Engl., Pinus cembroides Zucc., Pinus greggii Engelm. ex Parl. var. australis, Pinus maximartinezii Rzedowski, Thevetia thevetioides(Kunth) Schumann y Heliocarpus reticulatus Rose, las cuales son nativas de la región centro y norte de México, resistentes a sequía, suelos pobres y además no se habían establecido o se les encuentran con poca frecuencia en la 2ª sección.

Se eligieron tres sitios que presentaran una baja densidad de arbolado en las áreas denominadas Café del Bosque, Casa Redonda y Washington, cada una con un estrato arbóreo cerrado, medio abierto y abierto, respectivamente.

Con la finalidad de que el trabajo de investigación se realizara de acuerdo con los procedimientos convencionales que se utilizan en la reforestación urbana, la planta que se empleó provenía de viveros que abastecen de material vegetal a dicha actividad y que funcionan bajo sistemas tradicionales. En este sentido, las plantas de pino se obtuvieron del Vivero Coyoacán de la Semarnat (Distrito Federal) y fueron producidas en bolsas de plástico con un sustrato compuesto por tierra negra y composta elaborada con los residuos del propio vivero. Los individuos de B. fagaroides, T. thevetioides y H. reticulatus se trajeron de un vivero comercial ubicado en Celaya, Guanajuato, mismos que se produjeron en bolsas de plástico con un sustrato de arena y tierra lama en una proporción de 1:1. La edad de las plantas fue entre uno (P. greggii var. australis) y cinco años (B. fagaroides y H. reticulatus).

La plantación se efectuó del 23 al 29 de abril de 2009 con un diseño de bloques al azar con seis tratamientos (especies) y tres repeticiones (parcelas) en cepas de 40 x 40 cm. La parcela se conformó por nueve plantas de cada especie, ordenadas de forma aleatoria y arregladas en tres hileras con una distancia de 1.5 m entre individuos y se protegieron con una malla de plástico ojillada (Figura 1). Esporádicamente se aplicaron riegos de auxilio hasta el inicio de la temporada de lluvias.

Cada tres meses durante un año se determinó la supervivencia y se midió la altura con una cinta métrica y el diámetro basal con un vernier digital de la marca Mitutoyo modelo CD- 6" BS. Asimismo, al segundo año de la plantación se contabilizó el número de plantas vivas y se llevó a cabo un análisis de varianza de los porcentajes por taxon, a los que se les aplicó la transformación arcoseno.

Dado que hubo diferencias entre especies en el tamaño inicial de los árboles, y en la forma de producción de la planta en vivero, se consideró pertinente estimar las tasas de crecimiento de dichas variables, ya que expresan de mejor manera la respuesta de los taxa a las condiciones en que fueron plantadas. Para tal efecto se utilizaron cinco plantas por taxon en cada parcela, debido a que algunas de ellas fueron trozadas, no obstante la protección de la parcela con malla "ojillada". Si se hubieran utilizado los datos de todas los individuos sobrevivientes, se hubiera registrado una disminución de los valores medios de crecimiento, lo que no reflejaría el comportamiento de las especies.

Para calcular las tasas de crecimiento se obtuvo el logaritmo de los datos para cada variable y su respectivo ajuste por mínimos cuadrados. El análisis de las mismas se hizo mediante pruebas de varianza (ANOVA) con el programa Excel y para las pruebas de comparación de medias (Tukey),se utilizó la versión 2.5 del paquete de diseños experimentales FAUANL (Olivares, 1994).

 

RESULTADOS

Supervivencia

La muerte o remoción de las plantas ocurrió después de la temporada de lluvias y entre los sitios experimentales la mayor mortandad se presentó en Café del Bosque (Cuadro 1). La supervivencia promedio general a los dos años fue de 85.8%. H. reticulatus registró el mayor porcentaje para los tres sitios (100 %) y P. greggii var. australis el menor, con un valor medio de 85.2%. No obstante lo anterior, el análisis de varianza evidenció que no hubo diferencias estadísticas entre especies (Cuadro 2).

De los 162 individuos plantados solo se registraron siete desaparecidos y 16 muertos (14.2%) y de estos, cinco murieron roídos por ardillas en la base del tallo o trozados y los 13 restantes por otras causas como la sequía y las heladas. Además, se observaron 25 plantas trozadas (15.43 %) a un año de la plantación y los más afectados fueron P. cembroides y B. fagaroides, con 10 y ocho árboles, respectivamente (Cuadro 3).

 

Altura

Pinus cembroides presentó las menores tasas de crecimiento en altura en todos los sitios (Cuadro 4), mientras que H. reticulatus, T. thevetioides, y P. greggii var. australis tuvieron los valores más altos de velocidad de crecimiento en Casa Redonda, Café del Bosque y Washington, respectivamente.

La mayor tasa de crecimiento se obtuvo durante el periodo de lluvias, en especial B. fagaroides y H. reticulatus, la cual disminuyó después de octubre y en algunas especies no se reactivó hasta la última medición en abril de 2010, pues en esos meses ocurren las temperaturas y precipitaciones más bajas (figuras 2 y 3).

La tasa de crecimiento promedio para el ensayo fue de 0.0006 y los resultados del análisis de varianza mostraron diferencias significativas entre especies (0.00011). T. Thevetioides registró el valor más alto en velocidad de crecimiento, aunque solo difirió significativamente (p=0.05) de P. maximartinezii y P. cembroides y esta última especie fue la que presentó un valor promedio significativamente menor a las demás (Cuadro 5).

 

Diámetro basal

En este parámetro destacaron por sus altos valores de velocidad de crecimiento T. thevetioides, H. reticulatus y P. greggii (Cuadro 6).

Al igual que en la altura, todas las especies evidenciaron un mayor crecimiento de abril a octubre, que corresponde con la temporada de lluvias y los meses cálidos o con temperaturas moderadas (figuras 3 y 4).

El análisis de varianza aplicado a los datos de diámetro basal permitió detectar diferencias significativas entre especies (p=0.05); se determinó que aquéllas con los valores de velocidad de crecimiento superiores (T. thevetioides, H. reticulatus y P. greggii var. australis), fueron estadísticamente diferentes a B. fagaroides, P. maximartinezii y P. cembroides (Cuadro 7). El promedio de tasa de crecimiento en diámetro para el experimento fue de 0.0008.

Si se considera la longitud y el grosor que creció cada especie, con respecto a su tamaño inicial (porcentajes de incremento), los valores concuerdan con los obtenidos en velocidad de crecimiento (Cuadro 8). Sin embargo, no hubo una plena concordancia entre el incremento que se registró y la velocidad a la que crecieron, pues T. thevetioides presentó el valor más alto de tasa de crecimiento, pero creció menos en longitud y grosor que B. fagaroides, la cual tuvo una tasa de crecimiento menor.

 

DISCUSIÓN

Todas las especies presentaron altos porcentajes de supervivencia y no se detectaron diferencias significativas entre las mismas. La mortandad de plantas ocurrió durante el estiaje y de las 16 plantas registradas como muertas, solo 5 fueron trozadas o roídas por roedores.

Rowntree et al. (1994) señalan que, a diferencia de los bosques naturales, en los urbanos existen factores sociales que por lo regular no se consideran o se desconoce su impacto; entre ellos, lamentablemente, se incluyen el robo y el vandalismo, mismos que se registraron durante este experimento; a pesar de haber protegido cada parcela con malla de plástico. Así, 22.8% de los arbolitos plantados presentaron daños ocasionados por los visitantes o por la fauna doméstica (plantas trozadas), sobre todo perros, además de un probable ataque de ardillas, sobre todo en los individuos de B. fagaroides y P. cembroides. Esta información es relevante porque la 2ª Sección del Bosque de Chapultepec es un área dedicada a actividades recreativas y de esparcimiento; por lo tanto, es necesario conocer el efecto de los visitantes y sus mascotas sobre el establecimiento de los árboles, para que en futuros proyectos de reforestación se busque disminuir el impacto humano por medio de programas de concientización ecológica que coadyuven a revertir la falta de cultura ambiental de los visitantes, o mediante la plantación de individuos de mayor tamaño y el control de la población de perros y ardillas del lugar.

Respecto a la evaluación del crecimiento, los análisis de varianza indicaron que tanto en diámetro basal como en altura, T. thevetioides, H. reticulatus y P. greggii presentaron valores de velocidad de crecimiento significativamente mayores a P. cembroides y P. maximartinezii. Lo anterior concuerda con lo consignado por Benítez et al. (2004) quienes documentan un crecimiento de medio a rápido para P. greggii; Malda et al. (s/f) declaran que es medio para B. fagaroides y lento para los piñoneros. Cabe destacar que en P. cembroides se observó un crecimiento en altura menor (14.5 cm) a los 30 cm anuales que señalan los modelos de crecimiento (de los Ríos et al., 2008), lo cual se debió, en parte, a la calidad de las plantas, ya que se establecieron individuos con cierta desproporción entre el tamaño de cepellón y su altura. Dicho resultado permite ponderar que además del hábito de crecimiento, la calidad de planta en todas sus acepciones (altura, tamaño del cepellón, sanidad, proporción parte aérea - parte radical) es fundamental para lograr una mayor supervivencia de las plantas en las campañas de reforestación urbanas.

Heliocarpus reticulatus creció de manera rápida y fue capaz de duplicar su altura (167.5 cm) en tan solo un año, lo cual corresponde con descripciones de otras especies de este género, como Heliocarpus donell-smithii Rose, de la que Pennington y Sarukhán (1998) consignan un crecimiento rápido. Con respecto a T. thevetioides, no se obtuvo información sobre su velocidad de crecimiento, pero el ensayo confirmó que crece rápidamente y de forma similar a P. greggii.

Las discrepancias entre los valores de tasa de crecimiento y los incrementos registrados en T. thevetioides y B. fagaroides, se deben principalmente a las diferencias en el tamaño inicial de las plantas, pues si se considera la longitud y grosor que crecieron con respecto a su tamaño inicial, es evidente que T. thevetioides duplicó su altura y casi triplicó su diámetro (110.37 y 196.5 % de incremento, respectivamente), mientras que B. fagaroides creció solo 75.8 % en altura y 50 % en diámetro. Si bien esta última creció más en ambos parámetros, la primera se desarrolló más rápido en proporción a su altura y diámetro inicial, por lo que su tasa de crecimiento constituye un mejor parámetro de comparación cuando se presentan diferencias en el tamaño inicial de las plantas por evaluar.

Aunado a lo anterior, se observó que los árboles de las especies caducifolias H. reticulatus y B. fagaroides presentaron una alta tasa de crecimiento durante la temporada de lluvias, que disminuyó considerablemente en la estación menos favorable (invierno), justo cuando ocurre su defoliación y la aparición de yemas.

En cambio, en las perennifolias los valores de tasa de crecimiento registrados de abril a octubre fueron más bajos y la disminución de su crecimiento fue menor en otoño-invierno. A pesar de esas diferencias, todas las especies mostraron una buena adaptabilidad al clima del Bosque de Chapultepec, pues su crecimiento fue acorde al régimen pluvial y térmico registrado.

Es importante señalar que no obstante en algunos sitios se observaron residuos de material de construcción en el suelo (Washington) y la presencia de tepetate (Café del Bosque), las especies evaluadas, con excepción de P. cembroides, lograron desarrollarse y presentar un crecimiento significativo bajo condiciones que habitualmente dificultan su desarrollo (Gama et al., 2007), por lo que se considera que son una buena alternativa de reforestación para sustituir el arbolado muerto o en declinación.

Este trabajo confirma que el ensayo de especies posibilita la selección de las especies adecuadas para un sitio en particular, proporciona información relevante sobre la respuesta de las mismas a las condiciones ambientales en el sitio de plantación (Willan, 1984). Es por ello que se deben destinar más recursos financieros a la investigación en dasonomía urbana, que permita generar información para una mejor planificación y manejo de las áreas verdes urbanas de la Ciudad de México.

Los resultados obtenidos permiten suponer que las especies evaluadas pueden ser utilizadas en otras áreas verdes con condiciones ambientales muy similares a las de la 2ª Sección. Sin embargo, es conveniente dar continuidad a la evaluación de las parcelas experimentales por un periodo de tres a cinco años, con el propósito de contar con datos precisos sobre la respuesta de las mismas a las condiciones de este lugar, a fin de promover su producción en viveros institucionales encargados del abastecimiento de planta destinada a los programas de reforestación urbana.

Es recomendable realizar estudios con especies nativas que tengan un potencial de uso en la dasonomía urbana, para determinar su utilidad en las áreas verdes urbanas y así mejorar la calidad del arbolado, lo que a su vez repercutirá en un incremento de los servicios ambientales que brindan a los habitantes de las ciudades.

 

CONCLUSIONES

Todas las especies, con excepción de P. cembroides, mostraron una buena respuesta a las condiciones ambientales de la 2ª Sección del Bosque de Chapultepec, ya que durante el periodo de evaluación registraron altos porcentajes de supervivencia e incrementos importantes e incluso significativos, en diámetro y altura; lo que sugiere condiciones climáticas de la 2ª Sección propicias para las especies, así como para T. thevetioides, H. reticulatus y P. greggii var. australis que tuvieron un rápido crecimiento e incrementos en dichas variables durante el experimento.

 

AGRADECIMIENTOS

El apoyo y colaboración de la Dirección del Bosque de Chapultepec y del Fideicomiso Pro-Bosque de Chapultepec fueron fundamentales para la realización del proyecto intitulado "Diagnóstico y Caracterización de la 2ª Sección e Inventario Total de su Arbolado y Determinación y Evaluación de Especies para la Reforestación de la 2ª Sección del Bosque de Chapultepec".

 

REFERENCIAS

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