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Revista mexicana de ciencias forestales

versão impressa ISSN 2007-1132

Rev. mex. de cienc. forestales vol.4 no.17 México Mai./Jun. 2013

 

Nota de investigación

 

Degradación de la hojarasca en sitios con vegetación primaria y secundaria del matorral espinoso tamaulipeco

 

Litter degradation in places with primary and secondary vegetation of the tamaulipan trhonrscrub

 

José G. Marmolejo Moncivais1, César M. Cantú Ayala1 y Michelle A. Gutiérrez Suárez1

 

1 Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Autónoma de Nuevo León. Correo-e: jmarmole@gmail.com

 

Fecha de recepción: 7 de marzo de 2013.
Fecha de aceptación: 29 de abril de 2013.

 

 

RESUMEN

La degradación de la hojarasca es un proceso crítico para el mantenimiento de la fertilidad y productividad de los ecosistemas terrestres. La mayoría de las investigaciones sobre el particular corresponden a ecosistemas de bosques templados, por tal motivo se realizó un estudio para conocer el grado de degradación de la hojarasca en vegetación primaria y secundaria del Matorral Espinoso Tamaulipeco en Nuevo León. Se colocaron 60 bolsas con hojarasca en cada uno de sitios de muestreo seleccionados, dos por tipo de vegetación. Una vez al mes se recolectaron cinco bolsas por sitio, y su contenido se secó y pesó. Se estimó la pérdida de peso anual, el porcentaje de degradación diaria y la tasa de descomposición (k). Se efectuaron comparaciones entre sitios mediante un análisis de varianza (ANOVA). Los porcentajes máximos de degradación fueron 25.92% para el sitio uno, 24.58% para el dos, 26.16% para el tres y 26.51% para el cuatro. El peso promedio al final fue de 14.8 g (NS) para el sitio uno, 16.1 g (NS) para el dos, 14.7 (NS) para el tres y 14.6 (NS) para el cuatro. Los valores de k fueron de -0.42 (NS) para el sitio uno, -0.43 (NS) para el dos, -0.47 (NS) para el tres y -0.50 (NS) para el cuatro. No se registraron diferencias significativas entre sitios con vegetación primaria y secundaria, aunque en los primeros, la tasa de degradación fue ligeramente mayor. Los valores de k fueron equivalentes a los registrados para tipos de vegetación similares.

Palabras clave: Degradación de hojarasca, Matorral Espinoso Tamaulipeco, Método de bolsa de hojarasca, tasa de degradación (k), vegetación primaria, vegetación secundaria.

 

ABSTRACT

Litter decomposition is a critical process for the maintenance of the fertility and productivity of terrestrial ecosystems. Most studies about litter decomposition were made in temperate forests ecosystems. For this reason a study was made with the aim to determine the decomposition rate of litter from sites of primary and secondary vegetation in the Tamaulipean Thornscrub in Nuevo Leon, Mexico, in which the litter bags method was used. Sixty nylon bags were filled with fresh fallen litter from this type of vegetation and were located in four study sites, two with primary vegetation and two with secondary vegetation. Every month five bags were collected from the sites, which were dried and then weighted. The experiment lasted 300 days. For each site annual weight loss, percentage of daily degradation and litter decomposition rate (k) were estimated. Comparisons between sites by mean variance analysis (ANOVA) were made. The maximal percentage of decomposition for the study sites were: 25.92% for site one; 24.58% for site two; 26.16% for site three, and 26.51% for site four. The mean weight after 300 days were: 14.8 g (NS) for site one; 16.1 g (NS) for site two; 14.7 (NS) for site three, and 14.6 (NS) for site four. The litter decomposition rates (k) were: -0.42 (NS) for site one; -0.43 (NS) for site two; -0.47 (NS) for site three, and -0.50 (NS) for site four. No significant differences between the study sites of primary vegetation and the study sites of secondary vegetation were found, even though the sites with primary vegetation showed a slightly higher litter decomposition rate. The k values estimated in this study were similar to those registered for similar vegetation types.

Key words: Ltter decomposition, litter bags, litter decomposition rate, primary vegetation, secondary vegetation.

 

El reciclaje de nutrimentos en los ecosistemas se refiere a procesos físicos y químicos importantes, ya que a través de la descomposición de materiales en el suelo, hojas, ramas e incluso raíces, se transforman en sus constituyentes más simples, y quedan nuevamente disponibles para la vegetación (Andersson, 2005; Xu et al., 2004). Por lo tanto, la degradación de la hojarasca es un proceso crítico para el mantenimiento de la fertilidad y productividad de los ecosistemas terrestres (Prescott, 2005). En muchos de ellos, la productividad de las plantas depende, en gran medida, del reciclaje de nutrimentos (Gartner y Cardon, 2004). Las fluctuaciones estacionales en la producción de hojarasca están reguladas, básicamente, por procesos y factores biológicos y climáticos, aunque también la topografía, las condiciones edáficas, la especie vegetal, la edad y densidad del bosque son relevantes (Hernández et al., 1992). El ambiente físico-químico, las características de la hojarasca y la composición de la comunidad de descomponedores son los principales elementos que controlan su degradación (Hättenschwiler et al., 2005). Hoorens et al. (2003) y Zhang et al. (2008) consignan que la calidad de la hojarasca es determinante para el grado de descomposición, ya que la mayoría de los ecosistemas terrestres están integrados por una variedad de especies vegetales, cada una de las cuales contribuye al aporte anual de proceso, lo que significa que su composición ejerce un fuerte impacto en este sentido (Hättenschwiler, 2005). Por otro lado, Tuomi et al. (2009) indican que la temperatura y la precipitación son los factores primordiales que afectan la degradación. La descomposición de la hojarasca es un proceso fundamental en todos los ecosistemas, por lo que cualquier disturbio que lo altere puede intervenir en su funcionamiento (Vasconcelos y Laurance, 2005).

El método de la bolsa de hojarasca (litter bag) es muy empleado en el estudio de la descomposición a nivel del suelo. Para ello, la hojarasca recién caída se dispone en bolsas de tela mosquitera y se recupera a intervalos preestablecidos, a fin de medir el peso remanente (Karberg et al., 2008).

Numerosos estudios sobre la descomposición de la hojarasca se han realizado en distintos tipos de ecosistemas en todo el mundo, desde la tundra ártica hasta la selva tropical. Sin embargo, existen más ejemplos de análisis en bosques templados (60% de los trabajos disponibles), puesto que las investigaciones en ambientes altamente diversos, como los bosques tropicales, están subrepresentados (Hättenschwiler et al., 2005).

Asimismo, los estudios comparativos sobre la degradación de la hojarasca en bosques primarios y secundarios son escasos, de ellos se pueden citar los de Xuluc-Tolosa et al. (2003), Mo et al. (2006) y Barlow et al. (2007). Además del análisis de Martínez-Yrízar et al. (2007) respecto a la degradación de la hojarasca en el desierto Sonorense, se carece de trabajos que la consideren en el Matorral Espinoso Tamaulipeco (MET). En consecuencia, la presente investigación se llevó a cabo para determinar la velocidad de descomposición del mantillo en ese tipo de vegetación bajo condiciones primaria y secundaria.

El estudio se efectuó en cuatro sitios del MET localizados en terrenos de la Facultad de Ciencias Forestales y del Centro de Producción Agropecuaria, ambos de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) en Linares, Nuevo León (Cuadro 1).

El clima, según la clasificación de Köppen modificada por García (1981) es tipo (A) Cx’a (e), que corresponde a un semi-cálido, sub-húmedo con lluvias principalmente en verano y presencia de sequía interestival; la precipitación promedio anual es de 805 mm con una desviación estándar de 260 mm y una temperatura media anual de 22.3 °C; con temperaturas superiores a 40°C en verano y heladas durante el período de diciembre a marzo (González, 1996).

Se utilizó el método de la bolsa de hojarasca (litter bag) (Bocock y Gilbert, 1957); que consistió en recolectar 20 g de hojarasca recién caída en bolsas de 20 x 15 cm de tela mosquitera de nylon de 1 mm de luz,. Se colocaron al azar un total de 60 bolsas por sitio de estudio: dos localizados en áreas con matorral conservado y dos en zonas con matorral degradado (Cuadro 1). El experimento duró diez meses (300 días), y mensualmente se recogieron cinco bolsas de cada sitio, las cuales se llevaron al laboratorio de la Facultad de Ciencias Forestales de la UANL, donde se secaron a 60°C, hasta llegar a un peso constante. Cinco bolsas se dejaron en el laboratorio a una temperatura promedio de 26°C durante todo el experimento, al final del mismo se secaron y pesaron, con esos datos se calculó el porcentaje de pérdida de peso.

La tasa de descomposición se estableció mediante la ecuación de Olsen (1963):

k= (-ln X/X0 )/t

Donde:

k = Constante de descomposición
X = Masa de hojarasca en un tiempo dado
X0 = Masa inicial de hojarasca en el tiempo 0
t = Tiempo expresado en años (tiempo en años = días /365)

Los datos se sometieron a un análisis de varianza (ANOVA) para determinar la existencia de diferencias significativas en la descomposición de la hojarasca entre sitios.

Los porcentajes máximos de degradación por sitio fueron de 25.92% para el sitio uno, 24.58% para el dos, 26.16% para el tres y 26.51% para el cuatro. El peso promedio después de 300 días fue de 14.8 g (NS) para el sitio uno, 16.1 g (NS) para el dos, 14.7 (NS) para el tres y 14.6 (NS) para el cuatro. Aunque estos resultados muestran que en los sitios más conservados la pérdida de peso fue ligeramente mayor, los análisis estadísticos no mostraron diferencias significativas entre sitios. En la Figura 1 se aprecia que la pérdida de peso promedio por intervalos de tiempo en los cuatro sitios fue similar. Asimismo, no se registraron diferencias significativas al comparar el sitio dos (matorral degradado) con el sitio tres (matorral conservado).

Los valores promedio de los porcentajes de degradación diaria fueron los siguientes: 0.107% (NS) para el sitio uno; 0.110% (NS) para el dos; 0.118% (NS) para el tres y 0.126% (NS) para el cuatro. El porcentaje diario de degradación en cada sitio por intervalos de tiempo se presenta en la Figura 2, en la que se observa un comportamiento similar para los cuatro sitios.

En cuanto a las tasas de descomposición, los valores de k fueron de -0.42 (NS) para el sitio uno, -0.43 (NS) para el dos, -0.47 (NS) para el tres y -0.50 (NS) para el cuatro. La tasa de descomposición en cada sitio por intervalos de tiempo se consigna en la Figura 3, en la que se evidencia un comportamiento similar en todos los sitios. Con estos valores de k el tiempo para alcanzar una degradación de 99% de la hojarasca (t0,99= ln(1-0,99)/k) varió entre 10.9 y 9.1 años.

Los grados de descomposición registrados para los cuatro sitios no mostraron diferencias significativas, aunque se advirtió que los lugares más conservados presentaron grados de descomposición ligeramente mayores. Barlow et al. (2007) tampoco consignaron diferencias significativas en las tasas de descomposición de hojarasca en el caso de bosques tropicales primarios y secundarios en Brasil. La duración del presente análisis fue de 300 días, por lo que los patrones de degradación pudiesen cambiar en una investigación de duración más larga, como lo discutió Prescott (2005). Dicho autor mencionó que los estudios de descomposición de hojarasca de larga duración alcanzaron la estabilización, incluso con una considerable masa de hojarasca sin degradar.

Ayres et al. (2009) indicaron que el clima y las cualidades iniciales de la hojarasca explican cerca de 70% de la variabilidad de su descomposición a escala global. Por otro lado, los mismos autores precisaron que la descomposición es más rápida (8%) cuando la hojarasca utilizada se coloca debajo de las especies que la produjeron. En este trabajo se empleó una mezcla de hojarasca de distintas especies del MET provenientes de un mismo sitio (sitio 1) y, dado que no hubo diferencias significativas entre sitios, los contrastes observados pudieran estar en el otro 30% de los factores desconocidos que señalaron los autores arriba citados. Los porcentajes de descomposición y los valores de k obtenidos (24.58-26.51 y -0.42--0.50, respectivamente) parecen bajos, en principio, si se comparan con valores registrados para bosques tropicales. Por ejemplo, Rocha Loredo y Ramírez Marcial (2009) obtuvieron valores de k entre -1.40 y -1.44 con porcentajes de descomposición de 34 a 52% para bosques de pino y de pino encino en Chiapas; mientras que Xuluc-Tolosa et al. (2003) documentaron valores de k que variaron de -2.54 a -1.46 para especies de fases sucesionales del bosque tropical caducifolio en Campeche, México.

Por otro lado, los valores de k determinados en este estudio resultan altos si se confrontan con los registrados para bosques situados en latitudes más altas, como los mencionados por Stohlgren (1988), quien cita valores de k entre -0.18 y -0.62 para bosques mixtos de coníferas en Estados Unidos de América. En cuanto a bosques de pino en India, Das y Ramakrishnan (1985) estimaron valores de k entre -0.307 y -0.46, similares a los del presente análisis. Respecto a la fluctuación en los valores de k, Zhang et al. (2008) recopilaron la información de 293 valores de k de 70 estudios y los fijaron entre -0.006 y -4.993; asimismo, citaron los más bajos para la tundra ártica y los más altos para el bosque tropical lluvioso. Para la vegetación arbustiva, los mismos autores indicaron valores de k entre -0.4 y -0.6, los cuales concuerdan con los estimados en esta investigación.

Por último, los valores de k fueron mayores durante los primeros meses y, posteriormente, el proceso de degradación fue más lento. Sundarapandian y Swamy (1999) notaron un comportamiento similar en su trabajo sobre bosques tropicales en India.

Aunque no se advirtieron diferencias significativas entre los sitios del MET, la tasa de degradación fue ligeramente mayor en aquellos con vegetación primaria. Los valores de k obtenidos resultaron similares a los registrados para tipos de vegetación equivalentes.

 

AGRADECIMIENTOS

Al Programa de Mejoramiento al Profesorado (PROMEP) el financiamiento otorgado para la realización de este estudio (proyecto: PROMEP/103.5/11/1047). Al Dr. Dino Ulises González U. la lectura crítica del manuscrito y la revisión de los análisis estadísticos.

 

REFERENCIAS

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