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Revista mexicana de ciencias forestales

versión impresa ISSN 2007-1132

Rev. mex. de cienc. forestales vol.2 no.6 México jul./ago. 2011

 

Artículos

 

El papel de las unidades de manejo ambiental en la conservación de los tipos de vegetación de Coahuila

 

The environmental management units in the conservation of vegetation types in Coahuila state

 

César Cantú Ayala1*, Fernando González Saldivar1, Patricia Koleff Osorio2, José Uvalle Sauceda1, José G. Marmolejo Monsivais1, Jorge García Hernández1, Laura Rentería Arrieta1, Jonás Delgadillo Villalobos1, Cynthia Resendiz Infante1 y Edgardo Ortíz Hernández3

 

1 Facultad de Ciencias Forestales, UANL. *Correo-e: ccantua@prodigy.net.mx

2 Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. CONABIO.

3 Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas. CONANP.

 

Fecha de recepción: 16 de mayo de 2011.
Fecha de aceptación: 5 de julio de 2011.

 

RESUMEN

Se determinó con el método de análisis de vacíos y omisiones de conservación (GAP), cómo contribuyen las 289 unidades de manejo para la conservación de la vida silvestre (UMA) de Coahuila a la conservación de los tipos de vegetación natural. Mediante un análisis de componentes principales se definió la relación entre los tipos de vegetación de Coahuila, respecto a su representatividad en áreas protegidas (AP). Las UMA en el estado cubren 1,546,778 ha, de ellas 72.6% se localizan, principalmente, en sitios con cuatro tipos de vegetación primaria, que en orden de cobertura son: matorral desértico rosetófilo, matorral espinoso tamaulipeco, matorral desértico micrófilo y pastizal natural. Si se considera a las UMA como elementos equivalentes a las AP en la conservación de la biodiversidad, éstas cubrirían todos los tipos de vegetación que son omisiones de conservación en la red de AP, con excepción de la vegetación gipsófila y la halófila. Sin embargo, no incluirían los cuatro tipos de vegetación, que son a la vez vacíos de conservación en la actual red de AP, las cuales en suma sólo representan 12,514 ha. Las UMA comprenden más del 25% de la extensión del matorral espinoso tamaulipeco y 4 mezquital primarios de Coahuila, actualmente sub-representados en la red de AP de la entidad por lo que éstas, podrían contribuir a la conservación de la biodiversidad, si se manejaran sustentablemente, y de la cobertura natural del suelo.

Palabras Clave: Áreas protegidas, biodiversidad, Coahuila, conservación, tipos de vegetación, UMA.

 

ABSTRACT

In order to know the way in which the 289 units for management and conservation of wildlife (UMA, according to its initials in Spanish) contribute to the conservation of natural vegetation types of Coahuila, the gap method was used. By the Principal Component Analysis was determined the relationship of the vegetation types of the state in regard to the representativeness in protected areas (PA). The local UMAs cover 1, 546, 778 ha; 72 % of them are found, mainly, in places where the four types of primary vegetation are present, which, according to their extent, would be as follows: desert microphilous scrub, desert rosetophilous scrub, tamaulipean thorn scrub and natural grassland. If UMA would be considered equivalent to PA for biodiversity conservation they would cover five vegetation types which are gaps in current protected areas; however, two plant communities: halophilous vegetation and gypsophilous vegetation would be represented in PA below the reach of the national protected average of Mexico (12%). Moreover, four vegetation types, which represent only 12,514 ha, are not represented neither in PA nor in UMA. Coahuila's UMAs cover 25% of its tamaulipean thorn scrub and mesquite land extension in primary condition, which are currently under-represented in state PA network. That means, UMA can contribute to biodiversity conservation if they are sustainably managed, protecting natural land cover.

Key words: Protected areas, biodiversity, Coahuila, conservation, vegetation types, UMA.

 

INTRODUCCIÓN

A más de una década de la implementación de las unidades de manejo para la conservación de la vida silvestre (UMA), existen opiniones encontradas acerca del papel que juegan en la protección de la biodiversidad. Las UMA fueron creadas en 1997 por parte del Gobierno Federal Mexicano como un instrumento para lograr sistemas productivos compatibles con la premisa del desarrollo sustentable. Actualmente, en México existen 8,255 UMA, que cubren 28.95 millones de hectáreas, equivalentes al 14.7% del territorio nacional (DGVS-SEMARNAT, 2008). Sin embargo, dadas las prácticas culturales que se realizan en ellas, tales como: el control de depredadores, cercos altos, alimentación suplementaria, etc., algunos expertos en conservación ecológica desestiman su papel para proteger la biodiversidad (Koleff et al ., 2009). Por otra parte, en el país, hoy en día 382, áreas protegidas (AP) de carácter federal, estatal y municipal, cuya extensión comprende 23,878,228 hectáreas, es decir 12% de la superficie del país (Koleff et al., 2009). Destaca que las AP son reconocidas como uno de los instrumentos de conservación más importantes a nivel mundial (Cantú et al., 2004).

El estado de Coahuila tiene una extensión de 151,572 km2, lo que representa 7.7% de la superficie del territorio nacional; presenta un intervalo altitudinal de 129 a 3,701 m; cuenta con una población de 2,495,200 habitantes, de los cuales 68% se concentra en cinco de sus 38 municipios que en orden de importancia son: Saltillo (26%), Torreón (23.1%), Monclova (8%), Piedras Negras (5.8%), y Acuña con 5.1% (INEGI, 2005).

Para la entidad se reconocen tres grandes provincias fisiográficas: Grandes Llanuras de Norteamérica, la Sierra Madre Oriental y las Sierras y Llanuras del Norte; asociados a éstas se ubican diferentes tipos de vegetación, en respuesta a las condiciones edáficas y climáticas particulares, entre las que destacan las comunidades de matorral, bosques y de halófitas. Las variantes del matorral son las principales comunidades vegetales, y abarcan la mayor parte de las planicies bajas y altas, así como los lomeríos y partes bajas de las sierras. Lo constituyen diferentes formas biológicas, desde arbustos inermes hasta espinosos, con hojas pequeñas, áfilos, de tallos crasos, hojas espinosas y sus variantes intermedias. El matorral xerófilo se caracteriza por su extensa distribución y diversidad fisonómica, de cobertura, densidad y diversidad en las partes más áridas del estado, especialmente en su porción occidental, desde el norte hasta el sur; las principales variantes del matorral denominado xerófilo son cinco: matorral micrófilo, matorral rosetófilo, matorral de halófitas y gipsófitas, matorral submontano y matorral espinoso tamaulipeco (Villarreal y Valdés, 1993).

En la actualidad, Coahuila cuenta con nueve AP decretadas, siete de las cuales son de jurisdicción federal, una estatal y otra municipal, que suman un total de 2,328,673 ha, lo que representa 15.3% de su territorio. Así mismo, existen 833 UMA que comprenden 4,300,063 ha, es decir, 28.4% de la superficie de la entidad; aunque, sólo 289 UMA (1,546,778 ha) están cartografiadas digitalmente en la base de datos de la Dirección General de Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (DGVS-SEMARNAT, 2008) (Figura 1).

El objetivo del presente estudio fue evaluar si las UMA de Coahuila contribuyen a la conservación de la biodiversidad, mediante la cuantificación de la cobertura de su vegetación natural (INEGI, 2005); para ello se tomó como punto de referencia los valores de representatividad en la red de AP de Coahuila y de la República Mexicana.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

El estudio se realizó siguiendo la metodología desarrollada por el programa de análisis de vacíos y omisiones de conservación (GAP) de los Estados Unidos de América (Scott et al ., 1993, Cantú et al ., 2003, Cantú et al. , 2004) la cual consiste en determinar la proporción de superficie, en este caso de las UMA que representan la diversidad biológica y en la que se consideraron como indicadores las comunidades vegetales. Para ello, se utilizaron las UMA disponibles en la base de datos cartográficos de la Dirección General de Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y las AP de jurisdicción federal, estatal y municipal de la base de datos del Gobierno del estado de Coahuila y Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Se usó el mapa digital de uso del suelo y vegetación Serie III (INEGI, 2005). El análisis de elevación de las UMA, AP y tipos de vegetación se hizo a partir del modelo digital de elevación en formato reticulado de 1 km2 de resolución (INEGI, 1998). Todas las cubiertas digitales fueron combinadas y analizadas con los programas ArcGis® versión 9.1 y ArcView® versión 3.2.

Así mismo, se utilizó el programa Multivariate Statistical Package MVSP 3.1 para el análisis de componentes principales con el cual se determinó la relación entre los tipos de vegetación, respecto a su representatividad en AP y las UMA no superpuestas a las AP. Dicho análisis muestra la distancia existente entre los dos grupos de variables. La longitud de las líneas de las variables indican la dirección de la máxima variación y su longitud es proporcional a la tasa de cambio; por consiguiente, los puntos (variables) en los bordes del diagrama (más alejados del origen) son de mayor relevancia e indican el grado de correlación entre las variables, mientras que los puntos más cercanos al centro son los de menor importancia.

 

RESULTADOS

En Coahuila se registran 289 UMA referenciadas geográficamente, que abarcan una extensión de 1,546,778 ha, equivalentes al 10.2% del territorio estatal, de éstas, 43 UMA se localizan dentro de alguna AP, por lo que 246 UMA, cuya extensión es de 1,327,133 ha, se ubican fuera de las AP estatales (Cuadro 1 y Figura 1).

Las nueve AP de Coahuila cubren un intervalo altitudinal que va de 255 msnm (Cuenca del Río Álamos y Río Sabinas) a 3,210 msnm (Sierra de Jimulco y Sierra de Zapalinamé); mientras que las UMA se extienden desde los 138 msnm que constituye el punto más bajo de la entidad, hasta los 3,307 msnm (Figura 2). Cabe destacar que el punto registrado con el modelo digital de elevación fue de 3,701 m.

La cubierta digital de uso del suelo y vegetación (INEGI, 2005), presenta 43 categorías de usos del suelo y tipos de vegetación, 25 de los cuales son de vegetación natural y el resto corresponde a usos antrópicos o de vegetación inducida. Siete tipos de las primarias no forman parte de las AP, es decir son vacíos de conservación. Otros nueve se citan como omisiones de conservación, con coberturas en AP por abajo de la media nacional protegida (12%), entre los que destacan el matorral desértico micrófilo, como el tipo de vegetación con la segunda mayor cobertura en Coahuila (25%), después del matorral desértico rosetófilo (32.7%) (Cuadro 1).

El análisis de componentes principales para los tipos de vegetación permitió relacionar la cobertura de cada uno de ellos respecto a su superficie en AP y las UMA no superpuestas con AP. Destacaron tres grupos principales de tipos de vegetación (Figura 3); el denominado (A) incluye los tipos de vegetación no representados en la red de AP, es decir vacíos de conservación. El grupo (B), comprende la vegetación con mayor cobertura en AP y, finalmente, el (C) incluye las comunidades vegetales con mayor cobertura en UMA, entre las que sobresale el matorral espinoso tamaulipeco que incorpora 296,486 ha a las 75,432 ha existentes en AP, lo que representa un incremento de 500% de su cobertura (Figura 3). 3). Cuadro 1. Relación de la superficie de los tipos de vegetación natural y uso del suelo (INEGI, 2005) en las AP y UMA de Coahuila.

El análisis de componentes principales para los tipos de vegetación permitió relacionar la cobertura de cada uno de ellos respecto a su superficie en AP y las UMA no superpuestas con AP. Destacaron tres grupos principales de tipos de vegetación (Figura 3); el denominado (A) incluye los tipos de vegetación no representados en la red de AP, es decir vacíos de conservación. El grupo (B), comprende la vegetación con mayor cobertura en AP y, finalmente, el (C) incluye las comunidades vegetales con mayor cobertura en UMA, entre las que sobresale el matorral espinoso tamaulipeco que incorpora 296,486 ha a las 75,432 ha existentes en AP, lo que representa un incremento de 500% de su cobertura (Figura 3).

En cuanto a la vegetación natural primaria, en la entidad hay 24 tipos en esta condición y cubren 12,496,348 hectáreas que equivalen 83% de la superficie estatal. El matorral crasicaule, matorral de coníferas, pastizal gipsófilo y la pradera de alta montaña no están representadas en la red de AP estatal; sin embargo, su cobertura total es de sólo 12,514 ha. Por otra parte, son omisiones de conservación: matorral espinoso tamaulipeco, vegetación halófila, vegetación gipsófila, mezquital, bosque de ayarín, pastizal halófilo, que en suma hacen 5,715,871 ha y con 45.5% de la superficie de Coahuila (Figura 4).

Las UMA cubren 956,602 ha, de esa superficie 79% se localizan en sitios con cuatro tipos de vegetación en orden de importancia: matorral espinoso tamaulipeco primario, matorral desértico rosetófilo primario, matorral desértico micrófilo primario y pastizal natural primario (Figura 4).

Las UMA contribuyen a superar las actuales omisiones de conservación de cinco tipos de vegetación en condición primaria: matorral espinoso tamaulipeco, mezquital, matorral desértico micrófilo, bosque de ayarín y pastizal halófilo, así como a incrementar la superficie de cobertura en AP de otros 18 tipos de vegetación natural (Figura 4).

 

DISCUSIÓN

Coahuila es el tercer estado de la República Mexicana en extensión, después de Chihuahua y Sonora. La vegetación natural primaria cubre 83% de sus 151,572 km2 (INEGI, 2005).

El análisis de componentes principales es un método práctico y sencillo con el cual se identificaron las comunidades vegetales con base en su nivel de cobertura, las AP y UMA fuera de AP y, de manera gráfica, el nivel de correlación de estas tres variables. Además permite la estructuración de un conjunto de datos, obtenidos de una población cuya distribución de probabilidades no necesita ser conocida, ya que se trata de una técnica matemática que no requiere un modelo estadístico para explicar la estructura probabilística de los errores (Pla, 1986).

A partir de las características fisonómicas, similitudes en condiciones ecológicas, y sus afinidades florísticas, Villarreal y Valdés (1993) reconocieron 13 comunidades vegetales para Coahuila: 1) matorral micrófilo, 2) matorral rosetófilo, 3) matorrales de halófitas y gipsófitas, 4) matorral tamaulipeco, 5) matorral submontano, 6) bosque de encino, 7) bosque de pino piñonero, 8) bosque de pino, 9) bosque de oyamel, 10) bosque de pino-encino, 11) vegetación alpina-subalpina,12) zacatales y 13) vegetación riparia. En el presente estudio, de acuerdo al análisis del mapa de uso del suelo y vegetación Serie III (INEGI, 2005), destacaron en el contexto estatal por su gran cobertura tres tipos de vegetación primaria: matorral desértico rosetófilo, matorral desértico micrófilo y matorral espinoso tamaulipeco, los cuales representan en su conjunto 63.5% del territorio de la entidad y 77% del total de vegetación primaria.

La actual red de AP de Coahuila no integra a sus tipos de vegetación, ya que tan sólo 14 de sus 24 tipos están incluidos por encima de la media nacional protegida (12%) dentro de los límites de sus AP. Esto significa que 10 tipos de vegetación natural, que se extienden en 47% de su superficie, no están representados, o bien están sub-representados en las AP.

Las UMA de Coahuila tienen una cobertura territorial que casi duplica la superficie de AP. Sin embargo, nada más se cuenta con información cartográfica de 289, de las 833 UMA existentes (SEMARNAT, 2008). No obstante estas 289 UMA cubren 1,546,778 hectáreas, equivalentes a 10.3% de la superficie estatal. Aunque, se debe considerar que 219,645 ha de estas UMA se ubican dentro de AP, por lo el área de las UMA fuera de las AP suman en 1,327,133 ha, es decir 8.8% del estado de Coahuila. Si se añade a la superficie de las AP, la de las UMA se alcanzan las 3,638,425 de ha, casi una cuarta parte del territorio de la entidad.

Las UMA se extienden desde los 138 msnm, el punto más bajo de Coahuila, hasta los 3,307 msnm, intervalo altitudinal más amplio que el de las AP. Las UMA incluyen dentro de sus límites los mismos tipos de vegetación que las AP, con excepción del bosque de galería y la vegetación de desiertos arenosos. Los sitios con vegetación primaria, en los que se localiza 72.6% de 1,546,778 ha de AP, son en orden de cobertura: matorral desértico rosetófilo, matorral espinoso tamaulipeco, matorral desértico micrófilo y pastizal natural.

Destacan como especies dominantes de estas comunidades, para el matorral desértico rosetófilo: Agave lechuguilla Torr. (lechuguilla) y Dasylirion cedrosanum Trel. (sotol); en el matorral espinoso tamaulipeco: Acacia rigidula Benth. (chaparro prieto) , Havardia pallens (Benth.) Britton et Rose (tenaza) , Ebenopsis ebano (Berland.) Barneby et J. W. Grimes (ébano) , Prosopis laevigata (Willd.) M.C. Johnst. (mezquite) , Forestiera angustifolia Torr. (panalero) , Zanthoxylum fagara (L.) Sarg. (colima) , Karwinskia humboldtiana (Willd. ex Roem . et Schult.) Zucc. (tullidora) , Lantana macropoda Torr.(lantana) , Cordia boissieri A. DC. (anacahuita) y Leucophyllum texanum Benth. (cenizo); para el matorral desértico micrófilo: Larrea tridentata (Sessé et Moc. ex DC.) Coville (gobernadora), Flourensia cernua DC. (hojasé), Parthenium incanum Kunth ( mariola) y Prosopis glandulosa Torr. (mezquite).

Para el pastizal natural se distinguen, en los pastizales climáticos: Bouteloua gracilis Lag ., B. curtipendula (Michx.)Torr , B. hirsuta Lag , Aristida adscensionis L. , A. barbata E. Fourn , A. purpurea Nutt. , Digitaria californica (Benth.) Henrard , Enneapogon desvauxii P. Beauv. , Eragrostis cilianensis (All.) Janch. , E. mexicana (Hornem.) Link , E. pilosa (L.) P. Beauv. , Heteropogon contortus (L.) P. Beauv. ex Roem. et Schult. , Lycurus phleoides Kunth , Muhlenbergia emersleyi Vasey , M. montana (Nutt.) Hitchc. , M. porteri Scribn. ex Beal , M. rigida (Kunth) Kunth , Nassellla leucotricha (Trin. et Rupr.)Pohl , Panicum hallii Vasey , P. obtusum Kunth , Paspalum pubiflorum E. Fourn. , Polypogon viridis (Gouan) Breistr. , Setaria leucopila (Scribn. et Merr.) K. Schum. , Stipa eminens Cav.; mientras que en los pastizales edáficos: Bouteloua chasei Swallen , Buchloe dactyloides (Nutt.)Engelm. , Scleropogon brevifolius Phil. , Hilaria swallenii Cory , Monanthochloe littoralis Engelm. , Muhlenbergia gypsophila C. Reeder et Reeder , M. repens (J. Presl) Hitchc. , Panicum bulbosum Kunth , Sporobolus airoides (Torr.) Torr. (Villarreal, 2001; Villarreal y Valdés, 1993).

Otro aspecto muy importante se refiere a que las UMA forman corredores entre las AP existentes, principalmente en la región norte, entre las Cuencas del Río Salado y Álamos.

Las UMA contribuyen a superar las actuales omisiones de conservación de cinco tipos de vegetación en condición primaria: mezquital, matorral desértico micrófilo, bosque de ayarín, pastizal halófilo, matorral espinoso tamaulipeco y vegetación halófila. De ellos sobresale el matorral espinoso tamaulipeco, comunidad vegetal endémica del noreste de México y sur de Texas, que en las AP de Coahuila apenas ocupa 5.4% de su extensión en la entidad, y en las UMA no superpuestas a las AP se ubica más del 25% de distribución estatal.

A pesar de que el papel de las UMA en la conservación de la biodiversidad es controversial, ya que no se ha evaluado sistemáticamente su contribución a la conservación in situ de la vida silvestre nativa (Koleff et al., 2009), se debe considerar que de igual manera en algunas AP se realizan actividades de manejo contrarias a los principios de conservación. Es por ello que resulta necesario analizar con detalle las UMA de Coahuila, para determinar si las prácticas de manejo que se realizan efectivamente contribuyen a la conservación de la biodiversidad.

En cuanto al turismo cinegético, se observó un incremento anual del 8.8% de cazadores nacionales y 10% internacionales. Su efecto económico, tan sólo por la actividad cinegética, para los estados de Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas es del orden de 2,900 millones de pesos, cuando se considera la derrama directa e indirecta generada por la actividad (Guajardo-Quiroga y Martínez-Muñoz, 2004). Sin embargo, el actual clima de inseguridad que priva en México ha generado una marcada disminución en la demanda de esta actividad por parte de los cazadores nacionales y extranjeros, principalmente en el noreste de México..

Gallina-Tessaro et al. (2009) consignan que la importancia económica derivada del aprovechamiento en las UMA no ha sido estimada a detalle, pero una primera aproximación indica una derrama económica superior a los 3,029 millones de pesos. La estimación anterior es conservadora, pues únicamente considera las principales especies cinegéticas aprovechadas.

La importancia de los planes de manejo de las UMA como elementos clave para instrumentar actividades para conservar la biodiversidad en México presentan los mismos problemas que los planes de manejo de los Refugios de Vida Silvestre en Estados Unidos de América, ya que la obtención, síntesis y comprensión de toda la información científica que existente, puede ser una tarea bastante difícil de realizar Schroeder et al. (2009). Sobre todo, si se considera que en México hay 8,255 UMA, cubriendo 28.95 millones de hectáreas; mientras que en Coahuila, se identifican 833 UMA que ocupan 4.3 millones de hectáreas, lo que representa un gran reto para los manejadores de estos importantes instrumentos de conservación.

Con base en lo anterior, se desprende que el gran reto para las autoridades y manejadores de las UMA es implementar medidas de manejo que, a partir de las premisas del desarrollo sustentable, propicien actividades económicamente atractivas, y ambientalmente compatibles para permitir que los procesos ecológicos se desarrollen de manera adecuada, para proteger la biodiversidad y que, en suma, contribuyan al aumento del bienestar social de todas los grupos humanos involucrados.

 

CONCLUSIONES

Las 833 UMA registradas para Coahuila cubren 28.4% de la superficie del estado; mientras que sus nueve AP representan 15.3% de su territorio.

Los cuatro tipos de vegetaciónen los que se localiza 79% de la superficie correspondiente a las 289 UMA son: matorral espinoso tamaulipeco primario, matorral desértico rosetófilo primario, matorral desértico micrófilo primario y pastizal natural primario.

Las UMA cubren más del 25% de la extensión del matorral espinoso tamaulipeco y mezquital primarios, actualmente sub-representados en la red de AP del estado, por lo que éstas, podrían contribuir, de ser manejadas sustentablemente a la conservación de la biodiversidad, y de la cobertura natural del suelo.

Las UMA no superpuestas a las AP, incorporan 296,486 ha de matorral espinoso tamaulipeco a las 75,432 ha existentes en AP, lo que representa un incremento de 500% de la cobertura de este importante tipo de vegetación, endémico en el noreste de México y seriamente amenazado por actividades antrópicas.

 

AGRADECIMIENTOS

Esta investigación fue posible gracias al financiamiento del CONACYT, proyecto "Las Unidades para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (UMA), en la Conservación de la Biodiversidad en el noreste de México" (SEP-CONACYT. Ciencias Básicas-2007. Clave: 82625). Así mismo, los autores expresan su agradecimiento a los revisores anónimos, por sus críticas y atinadas sugerencias para mejorar el presente escrito.

 

REFERENCIAS

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