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Revista mexicana de ciencias pecuarias

versão On-line ISSN 2448-6698versão impressa ISSN 2007-1124

Rev. mex. de cienc. pecuarias vol.11 no.4 Mérida Out./Dez. 2020  Epub 02-Mar-2021

https://doi.org/10.22319/rmcp.v11i4.5073 

Artículos

La resistencia antimicrobiana en Escherichia coli aislada de canales y heces bovinas de rastros en el centro de México

Vicente Vega Sáncheza 

Martín Talavera Rojasb 

Jeannette Barba Leónc 

Andrea Paloma Zepeda Velázqueza 

Nydia Edith Reyes Rodrígueza  * 

a Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Instituto de Ciencias Agropecuarias. Área Académica de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Tulancingo, Hidalgo, México.

b Universidad Autónoma del Estado de México. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Centro de Investigación y Estudios Avanzados en Salud Animal. Toluca, México.

c Universidad de Guadalajara. Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias. Departamento de Salud Pública, Jalisco, Mexico.


Resumen

Escherichia coli es importante en la microbiota intestinal de los animales y los humanos. Su presencia en los alimentos es un indicador de una posible contaminación fecal. Algunas cepas pueden causar enfermedades, lo cual se deben principalmente al consumo de agua y/o alimento contaminado. Como aportación al panorama epidemiológico en México, el objetivo de este estudio fue determinar la resistencia a compuestos antimicrobianos y el carácter genético de cepas de E. coli presente en las canales y heces de bovinos sacrificados en rastros. Este trabajo se llevó a cabo con 32 cepas aisladas de muestras colectadas de bovinos en tres rastros municipales del centro de México. Se analizó el perfil de resistencia y la relación genética entre los diferentes aislados mediante genotipificación con la enzima XbaI y la técnica PFGE. Se construyó un dendrograma utilizando el coeficiente de similitud de Dice con una tolerancia del 1.5 %. El 75 % (24/32) de los aislados presentaron resistencia a algún antibiótico. El 84.3 % (27/32) de ellos tenían un perfil intermedio y el 12.5 % (4/32) eran sensibles a todos los antibióticos. El 28.1 % (9/32) fueron resistentes a múltiples fármacos (MDR). Se identificaron 27 pulsotipos en el PFGE. En el dendrograma se formaron siete racimos con dos o más aislados (A-F e I) y dos integrados de una cepa (G y H). Los resultados demuestran la diversidad de resistencia antimicrobiana entre las cepas de E. coli presentes en las canales y heces bovinas en México. Estas cepas son un claro factor de riesgo y un problema de salud pública.

Palabras clave Escherichia coli; Contaminación de heces; Canal; Contaminación de alimentos

Abstract

Escherichia coli is an important microorganism as an intestinal microbiota of animals and humans, so its presence in food serves as an indicator of possible fecal contamination; some strains can cause disease, mainly due to the consumption of water and animal food contaminated. The objective of this study was to detemine the resistance to antimicrobials and the genetic character of E. coli present in the carcasses and feces of bovines killed in slaugtherhouses, and to know the epidemiological panorama in Mexico. The study was carried out in 32 strains in three municipal slaugtherhouses (A, B and C) obtained from bovines in Central Mexico; their resistance profile and their genetic relationship between the different isolates were analyzed by genotyping with the enzyme XbaI-PFGE; The dendrogram was constructed using the coefficient of similarity of Dice with a tolerance of 1.5 %. It is observed that 75 % (24/32) of the isolates show resistance to some antibiotic, 84.3 % (27/32) have an intermediate profile and 12.5 % (4/32) are sensitive to all antibiotics, the 28.1 % (9/32), were MDR; 27 PFGE and pulsetypes will be identified; 7 clusters were formed with 2 or more isolates (A-F and I) and two integrated with a strain (G and H). This study shows a diversity antimicrobial resistance present in cattle carcasses and feces in Mexico, which is a risk factor and a public health problem.

Key words Escherichia coli; fecal contamination; Carcass; Food contamination

Introducción

Escherichia coli (E. coli) puede colonizar al tracto gastrointestinal tanto de los humanos como los animales sin causar daño. Existen varias cepas patógenas de E. coli las cuales constituyen un grupo heterogéneo de organismos con diferentes propiedades de virulencia, serotipos O:H y epidemiología. Con base en los factores de virulencia específicos y las características fenotípicas de cada cepa, las cepas se han subdividido en seis grupos patogénicos: E. coli enteropatógena (EPEC); E. coli enteroagregativa (EAEC); E. coli enterotoxigénica (ETEC); E. coli de difusadherente (DAEC); E. coli enteroinvasora (EIEC) y E. coli enterohemorrágica (EHEC)1. Uno de los más importantes factores de virulencia en las E. coli son las toxinas Shiga (Stx) y los productos de la isla de patogenicidad como el locus del borrado del enterocito (LEE por sus siglas en inglés). Las cepas que producen la Stx se denominan E. coli productora de toxina Shiga (STEC), y uno de los serotipos más comunes es el E. coli O157:H7. Sin embargo, hay otros serotipos no-O157:H72, y estos se han detectado en diferentes productos, como carnes, lácteos, pescados, mariscos, bebidas, hielo y legumbres3. Principalmente han sido implicados en brotes asociados al consumo de carne bovina, su principal reservorio4. En bovinos sanos las cepas STEC se encuentran con prevalencias de 7 a 30 %, y parece que no son patógenas para los animales. Empero, se han detectado con mayor frecuencia en animales que tienen diarrea5, sugiriendo que la carne puede contaminarse por medio de materia fecal que contiene E. coli durante un procesamiento inadecuado del canal en el rastro.

La E. coli puede intercambiar material genético a través de elementos genéticos móviles (MGE por sus siglas en inglés) como plásmidos, transposones e integrones. Este intercambio facilita su adaptación a entornos nuevos y adversos, desde luego contribuyendo a las enfermedades intestinales o extraintestinales. Aunque las cepas de E. coli se diferencian por su virulencia, resistencia, incidencia y gravedad, también se distinguen por el resultado de su interacción con los factores del huésped y el medio ambiente4.

En animales se utilizan a los compuestos antimicrobianos con tres propósitos principales: promoción del crecimiento, medidas profilácticas y como terapia cuando ocurre una enfermedad6,7. Su uso constante ha promovido la supervivencia de cepas resistentes que constantemente están desarrollando nuevos mecanismos de resistencia. Estas se están extendiendo por todo el mundo y como consecuencia poniendo en peligro la capacidad para tratar enfermedades infecciosas comunes, además de prolongar la enfermedad e incrementar la discapacidad y la mortalidad8. Algunas cepas resistentes de E. coli están presentes en las personas, los animales y el medio ambiente (agua, suelo y aire). Se pueden transmitir de las personas a los animales y viceversa, incluso a través del consumo de productos de origen animal. Desde luego un manejo inadecuado del control de las infecciones, las condiciones de procesamiento, la higiene y la manipulación de los alimentos puede promover la propagación de la resistencia a los antimicrobianos8.

El impacto de la enfermedad causada por las STEC hace hincapié a la necesidad de incrementar las medidas preventivas de manipulación de alimentos y la vigilancia de brotes9. Además de las investigaciones epidemiológicas tradicionales, el principal método molecular de vigilancia es la electroforesis de gel de campo pulsado (PFGE por sus siglas en inglés). Este método es lo recomendado por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés)10, dado que es crucial en detectar las infecciones por STEC11. En México existen serotipos de STEC en bovinos que pueden estar involucrados en las enfermedades transmitidas por alimentos12,13. El objetivo del presente estudio fue caracterizar y relacionar STEC de diferentes orígenes para contribuir a la descripción de su diversidad genética en México.

Material y métodos

Aislados

Se usaron un total de 32 aislados de E. coli en el análisis. Se obtuvieron de canales y heces de ganado que se muestrearon en tres rastros municipales (A, B y C) en el centro de México. Los aislados pertenecían a 16 serotipos según una serie de ensayos de aglutinación de serotipificación utilizando placas de microtitulación de 96 pocillos y sueros de conejo (SERUNAM, Ciudad de México, México) en las que probaron 187 antígenos somáticos y 53 antígenos flagelares para E. coli y 45 antígenos somáticos para especies de Shigella. Todos los aislados se recuperaron de cultivos madre congelados. Se cultivaron en agar MacConkey a 37 °C durante 24 h. Se seleccionaron las colonias con la morfología típica, las cuales se cosecharon y sembraron en caldo de tripticasa de soja para su posterior caracterización adicional.

Pruebas de susceptibilidad a los antimicrobianos

La evaluación de la resistencia bacteriana a los compuestos antimicrobianos se realizó mediante la técnica de Kirby-Bauer estandarizada por el Clinical Laboratory Standards Institute (CLSI). La cepa control fue E. coli ATCC 25922. En las pruebas se usaron doce compuestos antimicrobianos: amikacina (AK 30 μg), ampicilina (AM 10 μg), carbencilina (CB 100 μg), cefalotina (CF 30 μg), cefotaxima (CTX 30 μg), ceftriaxona (CRO 30 μg), cloranfenicol (CL 30 μg), gentamicina (GE 10 μg), netilmicina (NET 30 μg), nitrofurantoína (NF 300 μg), pefloxacina (PEF 5 μg) y trimetoprima-sulfametoxazol (STX 25 μg) (Sensidisks, Gram Negative BIO-RAD Cat# 71080280). Se ajustó el inóculo bacteriano a una turbidez equivalente a 0.5 de la escala de McFarland y se sembró en Agar Mueller Hinton con un hisopo estéril. Se colocaron los Sensidisks sobre el inóculo y se incubaron a 37 °C durante 24 h. Todos los aislados se clasificaron como resistentes, intermedios o susceptibles. Los aislados que presentaban resistencia a tres o más tipos de agentes antimicrobianos se clasificaron como resistentes a fármacos múltiples (MDR por sus siglas en inglés)14.

Electroforesis en gel de campo pulsado (PFGE)

El análisis de relación clonal de los aislados de E. coli se realizó mediante la técnica PFGE según el protocolo estandarizado por el CDC para la PulseNet. Como marcador se utilizó la cepa de Salmonella Serovar Braenderup H981215. Las condiciones de electroforesis fueron las establecidas según el protocolo de PulseNet sugerido para el modelo Cheef Dr-II (Bio-Rad, Múnich, Alemania): tiempo inicial: 2.2 seg, tiempo final: 63.8 seg, voltaje: 6v/cm2, y tiempo de ejecución: 21 h10. Se tiñó el gel con 200 mL de bromuro de etidio durante 40 min a 100 rpm y posteriormente se lavó con 200 mL de agua destilada durante 1 h a 100 rpm.

El patrón de bandas se visualizó bajo la luz ultravioleta (UV) y se tomó una imagen digital de los patrones por medio de un SmartGeL II (Sagecreation). Las bandas obtenidas se analizaron con el software BioNumerics versión 7.5 (Applied Maths, Austin, TX). Este programa permite comparar los patrones de bandas obtenidos en diferentes geles e identificar los diferentes perfiles de restricción. El establecimiento de la relación genética entre las cepas se realizó aplicando el coeficiente de similitud de Dice entre los diferentes patrones de bandas obtenidos. Con los resultados se construyó un dendrograma mediante el método de agrupación de pares no ponderado con medias aritméticas (UPGMA por sus siglas en inglés) con un valor de tolerancia del 1.5 %.

Resultados

Del total de los 32 aislados probados la mayoría (75 %; 24 de 32) mostraron resistencia a alguno de los antibióticos utilizados. Nueve de los aislados (28.1 %) se clasificaron como MDR, 27 (84.3 %) presentaron un perfil intermedio en al menos un antibiótico y cuatro (12.5 %) fueron sensibles a todos los antimicrobianos. La frecuencia de resistencia varió ampliamente entre los antimicrobianos: 46.9 % (15/32) con CB, 50 % (16/32) con CF, 37.5 % (12/32) con AK, 28.1 % (9/32) con GE, 21.9 % (7/32) con AM y 3.1 % (1/32) con CTX. Varios aislados mostraron un perfil de resistencia intermedio: 56.3 % (18/32) con AM y 46.9 % (15/32) con PEF. Solo el SXT generó sensibilidad en todos los aislados (Figuras 1 y 2).

Columnas (izq. a der.): serotipos (O:H), identificación, origen (Heces, Canal), rastro (A, B, C), perfil de virulencia (stx, etcétera) y perfil de resistencia (NF-Nitrofurantoína, CB-Carbencilina, PEF- Pefloxacina, NET-Netilmicina, GE-Gentamicina, CTX-Cefotaxina, STX-Trimetoprima-sulfametoxazol, AK-Amikacina, AM-Ampicilina, CRO-Ceftriaxona, CL-Cloranfenicol y CF-Cefalatoxina; S = susceptible, R = resistente, I = intermedio).

Figura1 Perfil de PFGE (XbaI) generado con aislados de STEC de canales y heces de ganado de tres rastros municipales en el centro de México 

Se analizó la relación genética entre los diferentes aislados de E. coli mediante la genotipificación con la enzima XbaI-PFGE. De los 32 aislados estudiados se observaron 27 pulsotipos de PFGE. Se formaron siete agregaciones con dos o más aislados (A-F e I) y dos constituidas por una sola cepa (G y H); todos estos tenían porcentajes de similitud superiores al 85% (Figura 2). Las agregaciones D, E, F y G agruparon los aislados clasificados como MDR. Se identificaron cinco pulsotipos clonales. Los pulsotipos clonales 1 y 2 son del serotipo O22:H8 (agregación B). El primero proviene de diferentes fuentes como canales (aislado 48) y heces (aislado 50) mientras el segundo es de heces (aislados 46 y 51); sin embargo, sus perfiles de resistencia son diferentes. El tercer pulsotipo clonal (agregación D) es del serotipo O118:H21 y su origen es heces y canales (aislados 44 y 21), pero el perfil de resistencia es diferente. El cuarto pulsotipo (agregación F) es del serotipo O?:H51 y proviene de canales y heces (aislados 25 y 28); uno de los aislados es MDR. El quinto pulsotipo (agregación I) es del serotipo O37:H7, es de heces y canales (aislados 3 y 6) y ambos están sensibles a todos los antimicrobianos. Es de notar que los aislados MDR se encuentran en diferentes pulsotipos, lo que muestra su diversidad (Figura 2).

Figura 2 Resistencia antimicrobiana de los aislados STEC de canales y heces bovinas de tres rastros municipales en el centro de México 

Discusión

Cada año las STEC contribuyen a 265,000 casos de enfermedades transmitidas por alimentos en los Estados Unidos; hay informes de la resistencia a los fármacos antimicrobianos entre las STEC pero es probable que la subestiman16. Responsable por más de 700,000 muertes al año, la resistencia a los compuestos antimicrobianos entre los microbios es uno de los problemas más graves en el ámbito médico actual17. En las bacterias la resistencia se debe a una aceleración de los genes de resistencia a los antimicrobianos (ARG por sus siglas en inglés) a través de una mutación de novo. La transferencia horizontal de MGE, como los plásmidos, los transposones y los integrones18, se puede volver un asunto grave de salud pública particularmente en las bacterias transmitidas por la carne ya que es un importante portador de las cepas de E. coli resistentes a los antimicrobianos17. En el presente estudio se identifica las cepas de STEC en canales y heces bovinos y el 28.1 % de ellas son MDR, representando un riesgo especial. Todos los aislados STEC se mostraron sensibles al STX, pero su uso como tratamiento en infecciones de STEC en los humanos puede inducir la producción de la toxina Shiga lo cual puede llevar a una enfermedad más grave19.

La mejor estrategia para evitar las infecciones con STEC es tener un control del procesamiento de la canal. Varios estudios indican que los alimentos de origen animal suelen estar contaminados con bacterias y que es necesario mejorar el procesamiento del canal ya que la contaminación de las canales se produce por un mal manejo del contenido intestinal de los animales portadores2. Por ejemplo, en un estudio realizado en México usando muestras aisladas de carne de res se encontró que el 92.4 % de las cepas eran MDR20. En contraste al presente estudio, estas cepas mostraron patrones de resistencia contra siete a nueve antibióticos a la vez (44 %, n= 77), lo que podría deberse a que las muestras se obtuvieron en supermercados. La contaminación cruzada es de suma importancia ya que la exposición en la etapa de venta representa una exposición cumulativa a toda la cadena de producción (desde la granja hasta la mesa) lo que incrementa el riesgo potencial para la salud pública17. En otro estudio se analizaron aislados de STEC asociados con brotes, recolectados durante 2010-2014 y guardados en el Laboratorio de Referencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Michigan (Lansing, MI, EE.UU.)16. Estos aislados presentaron resistencia a la ampicilina, la trimetoprima/sulfametoxazol y la ciprofloxacina, y su frecuencia de resistencia varió según su ubicación y origen, aunque no hubo diferencias en frecuencia entre localidades, lo cual coincide con observaciones en México.

Una vigilancia permanente de los antibióticos utilizados en el ganado es de gran importancia para determinar la presencia y prevalencia de las cepas resistentes en las canales8. Cuando no se manipula y cocina adecuadamente la carne de res contaminada con bacterias resistentes a los antimicrobianos estas pueden transferir sus genes de resistencia a otros patógenos, además de dejar sus toxinas, lo que podría conducir a enfermedades más difíciles de tratar21. Cocinar la carne contaminada resulta en una reducción mayor del riesgo de enfermedad17. Sin embargo, hay estudios que muestran que la E. coli puede sobrevivir al calentamiento hasta los 70 °C, conservando sus características y los genes que codifican la resistencia, y manteniendo la capacidad de transferir por electroporación, resaltando el riesgo de una transformación natural22. Por lo tanto, la estrategia más indicada para reducir el riesgo de infecciones por STEC consiste en reducir su prevalencia en el ganado aplicando prácticas de producción adecuadas y mejoras en el manejo de canales en los rastros.

En los presentes resultados se identifican varios elementos importantes de las STEC. El serotipo O157:H7, lo cual puede presentarse de forma asintomática o puede causar el desarrollo de diarrea, colitis hemorrágica y/o síndrome urémico hemolítico2, mostró resistencia a cinco antibióticos: AK, AM, CB , CF y GE. El serotipo O117:H4, un serotipo emergente con una presencia epidemiológicamente fuerte que causa sepsis en humanos y se ha encontrado en bovinos con diarrea23, presentó resistencia solo al AM. El serotipo O22:H8 presentó resistencia al AK, CB, CF y GE. Se ha asociado a la enfermedad en humanos y se ha identificado en Brasil24, Francia25 y Argentina26. Estos resultados coinciden con la variabilidad en resistencia reportada en otros partes de México y el mundo. En un estudio en el Valle de Culiacán, en el noroeste de México, varias cepas de O157 y no-O157 STEC se encontraron resistentes a los antimicrobianos pertenecientes a clases como los aminoglucósidos, betalactámicos y cefalosporinas19. En el estado de Tamaulipas, México, un análisis de muestras de carne a la venta a menudo encontró que el 92.4 % de las cepas aislados fueron resistentes a la cefalotina, la ampicilina, la cefotaxima y la nitrofurantoína20. En un estudio realizado en Etiopía, las resistencias más frecuentes entre los aislados fueron contra la cefoxitina, la ampicilina y la amoxicilina27. Aislados de E. coli de muestras de dos granjas avícolas intensivas en China coleccionadas entre el 2000 y el 2012 mostraron ser fuertemente resistentes al SXT, la AM y la GM28. En el mismo estudio se encontró cepas con resistencia a las sulfonamidas, pero esto se debe a que las unidades de producción avícola sufren de cuadros diarreicos de origen bacteriano y parasitario. Asimismo, las STEC no-O157 aisladas de los seres humanos y de animales han mostrado resistencia a múltiples antimicrobianos, incluida la resistencia a la trimetoprima-sulfametoxazol28. Un análisis de aislados de animales y humanos (niños con diarrea) en Egipto encontró que presentaron resistencia a uno o más agentes antibióticos, y que fueron resistentes a la cefalotina, de manera independiente de su origen (alimenticio o humano). Estos mismos aislados han estado estrechamente relacionados (97 %) con las heces del ganado Suizo y las enfermedades en humanas en Alemania29. En conjunto con los resultados de los estudios citados, los presentes resultados resaltan que el uso de antibióticos en entornos ganaderos puede llevar a la existencia de bacterias multirresistentes.

El serotipo O157:H7 se encontró únicamente en el rastro C, en cuatro muestras de canales y una de heces, todas tomadas en diferentes momentos. Este resultado enfatiza la importancia del manejo de canales en los rastros y demuestra la ocurrencia de la contaminación cruzada. Los hechos de que tomaron las muestras en diferentes momentos y que ninguno de estos aislados era clones (tienen un 83.3 % de similitud) confirma la contaminación cruzada. En un estudio sobre los productos cárnicos llevado a cabo desde el 2004 hasta el 2013, también se encontró una similitud del 67% y la ausencia de una relación clonal entre los aislados30. Este confirma una vez más que los productos cárnicos son una fuente importante de la contaminación debido a un manejo inadecuado durante el procesamiento de canales y la obtención de productos y subproductos de origen bovino31. Un ejemplo adicional es un estudio en Argentina, donde el 12% de las infecciones con cepas de E. coli son de origen bovino32. Se identificaron aislados del mismo origen en humanos con síndrome urémico hemolítico, en salsas y en carne de res cocida y cruda.

En el presente estudio los seis aislados del serotipo O22:H8 presentaron diversidad y se agruparon en cuatro pulsotipos: los primeros dos en canales y heces, con perfiles de resistencia diferentes; y los otros dos solo en heces. Este sugiere que estos aislamientos probablemente pertenecen a animales que se encontraron en la misma unidad de producción (91.1 % de similitud). Este serotipo se identificó solo en el rastro C, pero representa un riesgo serio ya que se ha asociado con una enfermedad grave en los humanos. Del serotipo O112:H2 se identificaron tres aislados diferentes: dos de canal y uno de heces. Cada aislado viene de un rastro diferente (A, B y C) y tiene un 88.1 % de similitud, sugiriendo que este serotipo se encuentra a través del área central de México. También se ha encontrado el O112:H2 en carne de vacuno33 y en hamburguesas34, indicando que la fuente más probable será la canal. Los clones del serotipo O118:H21 vienen de canal y de heces muestreados del mismo rastro (C), aunque en diferentes momentos. Desde luego existe la posibilidad de que los animales sean de la misma unidad de producción o que este serotipo no sea tan diverso. La variación en serotipos encontrado en el presente estudio es menos que la reportada en otros estudios en México. Por ejemplo, en un análisis de aislados de E. coli de cuatro fincas rurales en Culiacán, México, se encontró que el serotipo O157:H7 presenta seis pulsotipos en uno de los clones identificados que viene de bovinos, ovinos y aves12. En otro estudio realizado en un rastro tipo inspección federal (TIF) en México en 2009-2010, se encontraron 49 pulsotipos en 97 aislados de O157:H7 agrupados en tres agregaciones y con un 80% de similitud13. Las diferencias entre los estudios en cuanto al número de aislados y serotipos probablemente es un resultado de los distintos manejos de los animales y/o las canales en cada lugar de muestreo. En las fincas de Culiacán el control del manejo sería menos minucioso que en el rastro TIF donde siguen protocolos estrictos en el manejo de los canales. En el presente estudio los aislados originaron de muestras de rastros municipales, donde el manejo es mucho menos riguroso y los animales vienen de varias unidades de producción. La presencia de STEC en los animales que procesan estos rastros, que abastecen una de las principales áreas metropolitanas de México, es causa de preocupación ya que incrementa de manera considerable la posibilidad de la contaminación de los productos cárnicos durante el procesamiento.

Los resultados del presente estudio hacen hincapié a la necesidad de un monitoreo mucho más extenso y profundo en la industria agropecuaria de México. También sugieren que hay un proceso de contaminación cruzada muy amplia que involucra una variedad de serotipos de E. coli. Este problema no es exclusivo a México. Por ejemplo, en una investigación epidemiológica realizada en el noreste de Inglaterra, indagaron sobre las infecciones producidas por STEC y asociadas con el consumo de productos cárnicos y unidades de producción ganadera. Al secuenciar los aislados se encontró nexos epidemiológicos entre los casos clínicos, los carniceros y la finca proveedora del producto, mostrando de esta manera la contaminación cruzada por medio de la carne molida, entre otros productos35.

Conclusiones e implicaciones

El ganado es el principal reservorio de las cepas de E. coli y desde luego el manejo que se da en las unidades de producción pecuaria y los rastros es de suma importancia. Se recomienda un uso prudente de los antibióticos en el ganado con tal de evitar el desarrollo de la resistencia a ellos y de mantener su eficacia. Su uso inadecuado fomenta la evolución de cepas de bacterias resistentes que pueden colonizar el tracto gastrointestinal humano a través de la cadena alimentaria, como los serotipos que se identificaron en este estudio. Con frecuencia estos serotipos conllevan la presencia de toxinas, que puedan causar efectos adversos y tener implicaciones clínicas. La presencia en México de varios serotipos de E. coli con resistencia comprobada a los antibióticos es, sin duda, un grave problema de salud pública.

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Recibido: 01 de Octubre de 2018; Aprobado: 12 de Noviembre de 2019

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