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Revista mexicana de ciencias pecuarias

On-line version ISSN 2448-6698Print version ISSN 2007-1124

Rev. mex. de cienc. pecuarias vol.10 n.3 Mérida Jul./Sep. 2019

https://doi.org/10.22319/rmcp.v10i3.4772 

Artículos

Mejoramiento del porcentaje de parición mediante el uso de inseminación artificial en cerdas

Fernando Canea 

Norma Pereyraa 

Valentina Canea 

Patricia Marinib  c 

Juan Manuel Teijeirod  * 

a MEDAX. Sacco Scarafía 365. Chañar Ladeado. Santa Fe. Argentina.

b Universidad Nacional de Rosario. Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas. Laboratorio de Medicina Reproductiva UNR. Argentina.

c Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario-CONICET. Consejo de Investigaciones de la UNR, CIUNR. Argentina.

d Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, CONICET. Argentina


Resumen

La inseminación intrauterina (IIU), una técnica que utiliza un número menor de espermatozoides que la inseminación artificial convencional (IAC), podría contribuir a mejorar la eficiencia reproductiva de los verracos. Sin embargo, dado que algunos informes de pruebas de campo muestran un rendimiento subóptimo para la IIU, es necesario continuar evaluando y estandarizando esta técnica. En este trabajo se evaluó el uso de cantidades reducidas fijas de espermatozoides y volúmenes por dosis para IIU en comparación con la IAC, utilizando las mismas muestras de semen. Los resultados muestran un incremento del índice de partos con IIU comparada con la IAC (84.80 ± 0.36 vs 71.44 ± 2.63, P<0.05). También se analizaron parámetros tales como el tamaño de la camada, el número de lechones vivos por camada y el número de lechones mortinatos o de fetos momificados, y las diferencias encontradas entre estas técnicas no fueron significativas. Los análisis estadísticos de correlación positiva demuestran que únicamente en el caso de la IAC existe una correlación positiva entre el número de lechones vivos por camada y el número de lechones mortinatos, así como entre el número de lechones mortinatos y el número total de lechones. En conclusión, la inseminación intrauterina tuvo un impacto positivo en el rendimiento reproductivo y en los parámetros económicos de la producción porcina.

Palabras clave Producción porcina; Inseminación intrauterina; Inseminación artificial

Abstract

Intrauterine insemination (IUI), a technique that uses a lower number of spermatozoa than conventional artificial insemination (CAI), could contribute to improve reproductive efficiency of boars. However, since some field trial reports show suboptimal performance for IUI, it is necessary to continue evaluating and standardizing this technique. In this work, the use of fixed reduced sperm amounts and doses volumes for IUI respect to CAI using the same semen samples was assessed. The results show an increase in the farrowing rate using IUI vs CAI (84.80 ± 0.36 vs 71.44 ± 2.63, P<0.05). Parameters such as litter size, live piglets/litter, stillborn or mummified fetuses were analyzed as well and showed non-significant differences between techniques. Statistical positive correlation analyses showed a positive correlation between live piglets/litter and stillborn piglets and between stillborn and total number of piglets, only for CAI. In addition, the economic analysis showed a positive impact on the productivity of the farm, and possibly of the region, by lowering costs using IUI instead of CAI. In conclusion, the intrauterine insemination had a positive impact on the reproductive performance and on the economic parameters of porcine production.

Key words Porcine production; Intrauterine insemination; Artificial insemination

Introducción

A comienzos del siglo XX, Ivanow reportó el uso de la técnica de inseminación artificial (IA) en los cerdos1,2. Sin embargo, la aplicación comercial de la IA se inició en los años 19803. Su éxito puede atribuirse al mejoramiento de la proporción entre verracos y cerdas, al incremento del impacto de los verracos individuales en el avance genético y la eficiencia reproductiva, y a la propagación limitada de las enfermedades venéreas. El mejoramiento del manejo de los animales y de los controles de calidad de las dosis de semen y su uso comercial han aumentado el rendimiento reproductivo4. La inseminación artificial convencional (IAC) suele emplear entre 2.5 y 4 mil millones de espermatozoides por cada inseminación en un volumen de entre 70 y 100 ml de diluyente, los cuales se depositan en el útero a través del cérvix dos o tres veces durante el estro5. Los verracos utilizados para la IA pueden producir entre 20 y 40 dosis de IAC con 2.5 a 3.0 mil millones de espermatozoides móviles en 70 a 100 ml de diluyente. Una reducción del número de espermatozoides por dosis daría como resultado un mayor número de dosis producidas por cada verraco, con considerables ahorros económicos; por este motivo, constantemente se estudian nuevas estrategias encaminadas a reducir el número de espermatozoides por dosis en la IA6. La inseminación intrauterina (IIU) es una técnica que utiliza un número menor de espermatozoides por dosis que la IAC7. Sin embargo, los datos reportados en relación con la aplicación de esta técnica muestran cierta discrepancia en el número de espermatozoides por dosis (el cual aún no ha sido estandarizado). Es más, en la mayor parte de la literatura que compara tratamientos no se incluyen grupos con un número similar de espermatozoides por dosis, lo que dificulta señalar si los resultados se deben al número de espermatozoides por dosis o a la técnica misma4.

Se considera que la exposición de las cerdas a verracos antes de la inseminación induce contracciones miometrales que contribuyen al transporte de los espermatozoides; sin embargo, hay incertidumbre sobre si exponer a las cerdas a verracos antes de insertar el catéter de IIU es perjudicial para la inserción, y si la exposición a los verracos tiene efectos benéficos para la IAC. Hasta la fecha no se cuenta con suficiente información para sugerir los efectos nocivos o benéficos de ninguno de estos enfoques8. Surgen aún otros temas de discusión cuando se consideran las ventajas y las desventajas de la aplicación de la IIU en comparación con la IAC. Estos incluyen el tiempo que se consume en insertar los catéteres para la IIU, que es menor para la IAC; el reflujo seminal debido al mayor volumen utilizado en la IAC; el sangrado en el momento de insertar los catéteres de IIU, y el uso de inducción de la ovulación e inseminación a tiempo fijo.

Existe información sobre el uso de tecnología de IIU que muestra variaciones no sólo entre países sino también al interior de cada país9. Pese a la considerable variación entre países y granjas, es posible monitorear el éxito de la IA utilizando medidas clave para el control de calidad y el rendimiento reproductivo8. De modo que se llevó a cabo un estudio para comparar los parámetros reproductivos -el índice de partos, el tamaño de las camadas, el número de lechones vivos por camada, el número de lechones mortinatos y de fetos momificados- entre la IAC y la IIU. Además, analizar el impacto económico en la granja estudiada y el posible impacto en la región.

Material y métodos

Recolección de semen

Se recolectaron muestras de semen de verracos fértiles adultos mediante el método de la mano enguantada en Medax (Chañar Ladeado, Santa Fe, Argentina). La fracción rica en espermatozoides se diluyó en Vitasem (Magapor®, Zaragoza, España) y se conservó a una temperatura de 16 ºC hasta su uso, durante no más de dos días. Se midió su viabilidad mediante el ensayo de exclusión de eosina, y el promedio para los tres verracos fue de 92.6 %. Se midió la motilidad subjetivamente, y el promedio fue de un 91.26 % de espermatozoides móviles. Se evaluó la morfología según se informó antes10, y el porcentaje normal de espermatozoides de las muestras fue de 89 % para el verraco B, 91 % para el verraco C y 93 % para el verraco A.

Diseño experimental

El estudio se realizó en una granja comercial ubicada en Monte Maíz, Córdoba, Argentina (coordenadas GPS: -33.206561, -62.600330). Se utilizaron tres verracos maduros -dos PIC®415 (Pig Improvement Company, Ciudad Municipal de Pásig, Filipinas) (A y B) y uno Landrance (C) de Topigs (Topigs Norsvin, Burnsville, EEUU)- como donadores de semen. En el semen del verraco A se encontraron 91.9 ± 2.13 espermatozoides móviles; el verraco B produjo 91.4 ± 3.2 espermatozoides móviles, y el verraco C, 90.5 ± 4.0. Las inseminaciones se llevaron a cabo entre febrero y diciembre de 2015. Quinientas sesenta (560) cerdas multíparas alojadas fueron separadas en dos grupos de 280 cerdas cada uno. Los criterios de selección para el diseño experimental fueron: cerdas producidas mediante la cruza de hembras Largewhite y verracos Landrance, de entre 190 y 200 días de edad, con un peso mínimo de 130 kg y cuatro ciclos detectados, con una paridad de 3.9. Se realizaron un total de 560 inseminaciones. Un grupo fue inseminado con inseminación artificial convencional (IAC) (280 inseminaciones), y el otro grupo, con inseminación intrauterina (IIU) (280 inseminaciones) utilizando los mismos verracos como donadores para cada técnica. A fin de evitar variaciones en la calidad del semen debido a diversos factores (la individualidad de los verracos, la estacionalidad, las condiciones físicas y sanitarias, etc.), se distribuyó la misma eyaculación para practicar las inseminaciones de los dos grupos. Trabajadores expertos realizaron una detección del estro dos veces al día. Se capacitó cuidadosamente al personal para los procedimientos de inseminación y se evaluó el retorno al estro antes de proceder a realizar nuevas inseminaciones. Las cerdas se inseminaron simultáneamente con las dos técnicas. Fueron expuestas al mismo ambiente, alimentadas con la misma dieta comercial, y se les proporcionó agua a voluntad.

Inseminación artificial convencional

La IAC se realizó utilizando un catéter espiral (Magapor®, Zaragoza, España) y 3 x 109 espermatozoides en 100 ml/dosis. Todas las cerdas fueron inseminadas dos veces estando en celo con reflejo de inmovilidad en presencia de un verraco.

Inseminación intrauterina

La IIU se llevó a cabo de acuerdo con Hancock11, utilizando 1.5 x 109 espermatozoides en 50 ml/dosis y en ausencia de verracos, como se recomienda para una mejor introducción de la cánula de IIU (catéter espuma M. Magapor®, Zaragoza, España). No se detectó sangrado ni reflujo seminal.

Análisis del impacto económico

Se analizó una comparación entre los parámetros económicos obtenidos con cada técnica utilizando el software “Análisis productivo y económico de granjas porcinas”12 (APEC). En este análisis con modelado computacional, el costo estándar de los catéteres, el costo de la mano de obra, el tiempo de trabajo, el precio del kilogramo de carne y los días no productivos (DNP) fueron los parámetros utilizados. Los DNP se calcularon con base en un ciclo productivo de las cerdas de 136 días (115 días gestacionales + 21 días de lactancia). Las técnicas y los procesos fueron aprobados en cuanto a la ética por el Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA, Argentina), Resolución No. 63/2011.

Análisis estadístico

El análisis estadístico se llevó a cabo con el programa InfoStat (Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina). Se realizó la prueba de normalidad de Shapiro-Wilks, y se aplicó la prueba estadística no paramétrica de rangos con signos de Wilcox.

Resultados

Análisis de los parámetros reproductivos

En una comparación entre la IIU y la IAC, en las cuales se utilizaron las mismas muestras de semen de verraco, los datos estadísticos mostraron un incremento del índice de partos con la IIU en relación con la IAC. El índice de partos de la IAC era 71.44 ± 2.63, mientras que el de la IIU 84.80 ± 0.36 (Cuadro 1). Los otros parámetros analizados -el número de lechones vivos por camada, el número de lechones mortinatos o el número de fetos momificados- no mostraron diferencias estadísticas. Sin embargo, cabe señalar que se observó un leve aumento no significativo en el tamaño de la camada en la IIU comparada con la IAC (14.61 ± 0.06 vs 13.72 ± 0.52). Dado que se utilizaron los mismos verracos para realizar las inseminaciones y que las cerdas fueron inseminadas simultáneamente con las dos técnicas, se podría utilizar el coeficiente de correlación de Pearson para facilitar una mejor comprensión de las diferencias observadas. Se encontró una correlación estadísticamente positiva entre el número de lechones vivos por camada y el número de lechones mortinatos (r= 1; P=0.0074), y entre el número de lechones mortinatos y el número total de lechones (r= 1; P= 0.0569) solamente para la IAC (Cuadro 2). El análisis de la IIU no mostró correlación entre los parámetros estudiados.

Cuadro 1 Datos del índice de partos, número de lechones nacidos vivos, número de lechones mortinatos, número de fetos momificados y tamaño de la camada con IAC y con IIU 

Verraco Número de
Inseminaciones
Índice de
partos %
Lechones
vivos/camada
Lechones
mortinatos
Fetos
momificados
Número total
de
lechones/camada
Inseminación artificial convencional
A 74 72.72 13.13 1.22 0.41 14.75
B 79 75.5 12.25 0.93 0.15 13.33
C 127 66.6 11.96 0.84 0.29 13.08
Media 71.44 ± 2.63a 12.45 ± 0.61 1.00 ± 0.11 0.28 ± 0.08 13.72 ± 0.52
Inseminación intrauterina
A 84 84.62 12.96 0.88 0.88 14.71
B 70 84.28 12.97 1.15 0.47 14.60
C 126 85.5 12.81 1.27 0.42 14.51
Media 84.80 ± 0.36b 12.21 ± 0.05 1.10 ± 0.12 0.59 ± 0.15 14.61 ± 0.06

a,b Superíndices diferentes indican diferencias significativas (P<0.05). Medias ± errores estándar.

Cuadro 2 Estimaciones del coeficiente de correlación de Pearson para el estudio de las variables reproductivas con IIU y con IAC 

Variable Variable Pearson Valor de P
Inseminación artificial convencional
Índice de partos Lechones vivos/camada 0.44 0.7112
Índice de partos Lechones mortinatos 0.43 0.7186
Índice de partos Fetos momificados -0.35 0.7742
Índice de partos Número total de lechones 0.35 0.7755
Lechones vivos/camada Lechones mortinatos 1.00 0.0074a
Lechones vivos/camada Fetos momificados 0.69 0.5146
Lechones vivos/camada Número total de lechones 0.99 0.0643
Lechones mortinatos Fetos momificados 0.70 0.5071
Lechones mortinatos Número total de lechones 1.00 0.0569a
Fetos momificados Número total de lechones 0.76 0.4502
Inseminación intrauterina
Índice de partos Lechones vivos/camada -0.98 0.1385
Índice de partos Lechones mortinatos 0.53 0.6465
Índice de partos Fetos momificados -0.34 0.7776
Índice de partos Número total de lechones -0.66 0.5441
Lechones vivos/camada Lechones mortinatos -0.70 0.5080
Lechones vivos/camada Fetos momificados 0.54 0.6390
Lechones vivos/camada Número total de lechones 0.80 0.4056
Lechones mortinatos Fetos momificados -0.98 0.1311
Lechones mortinatos Número total de lechones -0.99 0.1024
Fetos momificados Número total de lechones 0.93 0.2335

a Los superíndices indican diferencia significativa (P<0.05).

Análisis del impacto económico

Se analizó el impacto económico de cada técnica de inseminación, y se encontró un incremento de las ganancias utilizando la IIU en comparación con la IAC en un periodo de un año, para una granja con 560 cerdas (Cuadro 3). Con base en estos datos, el rendimiento reproductivo potencial por cada cerda sería de 2.59 partos/cerda/año, considerando 5 días entre el destete y la siguiente inseminación intrauterina. Este valor se encuentra por encima del promedio en esta región de Argentina, el cual oscila entre 2.21 y 2.35 partos/cerda/año. Estos resultados también mostraron un incremento de 2.32 a 2.36 concepciones/cerda/año a favor de la IIU. Considerando el incremento del tamaño de la camada en 0.89 (14.61 a 13.72) y un porcentaje de mortalidad de la granja del 6 %, la ganancia puede calcularse como 0.89 x 2.36 (concepciones/cerda/año) x 280 (cerdas) = 573.16 - 6% (mortalidad) = 538.77. Por lo tanto, 538.77 x 112 kg (peso de venta de cada cerdo) = 60,342 kg. Si se contempla un precio de 1.09 USD por kilo de cerdo, hay un beneficio calculado de 65,773 USD si se utiliza la IIU en lugar de la IAC en la granja estudiada. Tomando en cuenta el precio del catéter para IIU, que es más costoso que el que se usa en la IAC, en el estudio económico con modelado computacional hay un ingreso neto de 3,428 USD a favor de la IIU. Es decir, la diferencia entre el ingreso neto proveniente de la IIU y el obtenido mediante la IAC es de 37,008 USD -33,580 USD. Si contemplamos un promedio de 3,000 cerdos por granja de tamaño similar en la región, la ganancia será de gran beneficio para la economía local.

Cuadro 3 Impacto económico de la implementación de la IIU y la IAC en una granja de la región central de Argentina 

Variable IAC IIU
Número de cerdas 280 280
Índice de partos, % 71.44 84.08
DNP/fracaso/ciclo 10 7,38
Parto/cerda/año 2.32 2.36
Peso de cerdos, kg/cerda/año 2,784 2,832
Ingreso neto anual en dólares 33,580 37,008

Los valores en dólares se calcularon según los precios del cerdo por kilo en Argentina en 2015.

Discusión

La inseminación artificial es ampliamente utilizada y constantemente se buscan nuevas estrategias para lograr una mayor eficiencia. La IA a tiempo fijo, el uso de verracos con un alto mérito genético o el cambio de sitio de depósito del semen son ejemplos de estos intentos de mejorar la eficiencia. Watson y Behan7 reportaron índices de partos de 91.1, 91.8 y 65.8 % para la IAC, mientras que la técnica de la IIU mostró índices de 90.5, 90.5 y 86.9, utilizando 3, 2 y 1 mil millones de espermatozoides en 80 ml, respectivamente. La media de los tamaños de camada con IAC fue de 12.5, 12.6 y 10.6, y con IIU, 12.3, 12.3 y 12.1, respectivamente. Demostraron que solamente con la dosis de 1 mil millones de espermatozoides con la técnica de IAC el índice de parto y el tamaño de la camada fueron significativamente menores. Rozeboom et al13 demostraron que la inseminación al inicio del cuerno uterino con volúmenes y números de espermatozoides convencionales (1 mil millones de espermatozoides) produjo resultados similares a los de la inseminación en la cavidad cervical (con 4 mil millones de espermatozoides). Sin embargo, el tamaño de la camada y el número de lechones vivos por camada fueron más bajos con la IIU que con la IAC con esas cantidades de espermatozoides por dosis. Es más, cuando se utilizaron 500 millones de espermatozoides para la IIU, el índice de partos se redujo aproximadamente en 10 % en comparación con el grupo de IAC (78 vs 88.2 %, respectivamente); también en el tamaño de la camada la diferencia entre ambas técnicas favoreció a la IAC (9.4 vs 11.6, respectivamente). Levis14 reportó resultados similares. Otros trabajos15 establecieron que el índice de partos no difirió entre la IAC con 3.5 x 109 espermatozoides en 100 ml y la IIU con 2, 1 o 0.5 x 109 espermatozoides en 50 ml. Peltoniemi et al16 concluyeron que la inseminación uterina no tuvo un efecto significativo en el número de lechones vivos por camada ni en el índice de partos. Los resultados de esos estudios no necesariamente reflejan los datos resultantes de procedimientos similares en otras granjas. En conjunto, la información resumida sobre las tecnologías reproductivas de los cerdos con énfasis en la aplicación en campo, sugiere que los altos índices de partos y los tamaños de camada grandes se están volviendo comunes cuando se utiliza la IA estándar con solamente 1.5 mil millones de espermatozoides por inseminación17.

En el diseño experimental de este trabajo, todas las cerdas se encontraban en la misma granja y fueron inseminadas con los mismos lotes de dosis seminales; se distribuyeron la IAC y la IIU en proporciones iguales en el mismo día, y las inseminaciones se llevaron a cabo con semen de los tres verracos. Estos parámetros controlados permiten una mejor comparación entre las dos técnicas. Se encontraron diferencias en los índices de partos entre el uso de 3 x 109 espermatozoides en 100 ml para la IAC y el de 1.5 x 109 espermatozoides en 50 ml para la IIU, que apoyan el cambio de la IAC a la IIU en la granja estudiada. Además, si bien el incremento del 0.89 en el tamaño de las camadas no es estadísticamente significativo, hace que la aplicación de la IIU resulte más conveniente que la de la IAC. Para obtener una mayor eficiencia, se debe lograr la IA reduciendo el número de espermatozoides; en este trabajo, el número de espermatozoides y el volumen del diluyente utilizados en cada dosis se redujeron a la mitad.

Ya se ha analizado la IIU con una reducción del número de espermatozoides en un volumen fijo18, aunque en ese trabajo no se contrastó la IIU con la IAC; los autores del mismo sugirieron que 0.5 x 109 espermatozoides en 20 ml son suficientes para obtener una IIU exitosa. Al probar ese volumen, en nuestro trabajo, la dificultad de manejar una dosis de 20 ml contrarrestó la posible mejora. La reducción del número de espermatozoides y del volumen de la dosis es sumamente rentable para los centros de inseminación artificial, puesto que el uso de verracos superiores produce el doble de dosis para la IIU que para la IAC, de modo que es necesario incluir esta característica en los futuros análisis del impacto económico.

Además, en los experimentos presentados, un verraco se hallaba presente cuando se desarrolló la IAC y ausente cuando se llevó a cabo la IIU. No se recomienda la presencia de un verraco cuando se practica la IIU debido a la dificultad para introducir la cánula. Pero sí se recomienda para la IAC, a fin de contribuir al celo con reflejo de inmovilidad y para inducir las contracciones miometriales que favorecen el transporte de los espermatozoides; pero se requiere mano de obra adicional para mover al verraco8. Pese a la ayuda adicional para el tránsito de los espermatozoides como resultado de la presencia del verraco, no se mejoró el índice de partos con la IAC. Este trabajo coincide con la idea del beneficio adicional de la IIU en cuanto a la menor necesidad de manejo de los verracos para su aplicación. Dado que Steverink et al19 reportaron que el reflujo seminal excesivo en el caso de la IAC tiene un efecto negativo en los resultados de la fertilización cuando se utilizan 1 x 109 espermatozoides en 80 ml, se planteó la hipótesis de que una reducción del volumen mejoraría la eficiencia de la técnica al reducir el reflujo. En este trabajo no se observó reflujo seminal con el uso de dosis de 50 ml, volumen que parece ser adecuado y fácil de manejar durante el procedimiento. El principal obstáculo para la aplicación de la IIU es la compleja anatomía del tracto genital de la cerda, compuesto por pliegues cervicales, así como la longitud y la naturaleza rizada de los cuernos uterinos. Este obstáculo fue salvado mediante la utilización de personal bien entrenado, el cual fue evaluado sistemáticamente a lo largo del experimento. Este puede ser uno de los motivos del éxito de la IIU en este trabajo. El hecho de que la IIU requiere de tiempo y de capacitadores profesionales debe tomarse en cuenta en los futuros estudios económicos.

Hasta donde se sabe, en los trabajos anteriores no se hizo un análisis de correlación estadística. Un dato interesante es que se determinó una correlación estadísticamente positiva entre el número de lechones vivos por camada y el número de lechones mortinatos en la IAC, pero no se observó esta correlación en la IIU (Cuadro 2). El coeficiente de correlación de Pearson es una medida de correlación lineal entre dos variables cuantitativas, de modo que los resultados que se presentan aquí se pueden interpretar como que se requieren más servicios para obtener más lechones vivos por camada cuando se utiliza la IAC. Cabe señalar que se podría atribuir esta correlación al verraco, a la cerda o a los efectos del entorno, pero los resultados de la IIU realizada en las mismas condiciones nos llevan a descartar esta posibilidad. Puesto que se tienen datos recientes que demuestran la posibilidad de llevar a cabo la IIU en cerdas primíparas20, parece ser que el uso de un menor número de verracos en los centros de IA y la producción de más dosis de IA con un número menor de espermatozoides por verraco es una opción interesante que vale la pena considerar para mejorar la eficiencia en la producción porcina.

Si se considera que un solo verraco podría generar 30 dosis mínimas, y tomando en cuenta la salud, el pienso, las instalaciones y los costos de manejo, sería posible reducir los costos totales utilizando la IIU en lugar de la IAC. Como se demostró, resultaría más rentable cambiar de la IAC a la IIU empleando 1.5 x109 espermatozoides en dosis de 50 ml.

Conclusiones e implicaciones

El uso de la IIU con 1.5 x 109 espermatozoides en 50 ml, sin la presencia de un verraco y con personal bien capacitado para realizar la inseminación en cerdas en celo con reflejo de inmovilidad tuvo un impacto positivo en el rendimiento reproductivo y en los parámetros económicos de la producción porcina.

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Recibido: 19 de Febrero de 2018; Aprobado: 25 de Octubre de 2018

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