SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.9 número3Detección de Neospora caninum en ganado lechero sacrificado en Aguascalientes, MéxicoDetección del virus de la rabia en órganos no relacionados con el sistema nervioso central de murciélagos vampiro experimentalmente infectados índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista mexicana de ciencias pecuarias

versión On-line ISSN 2448-6698versión impresa ISSN 2007-1124

Rev. mex. de cienc. pecuarias vol.9 no.3 Mérida jul./sep. 2018

https://doi.org/10.22319/rmcp.v9i3.4364 

Artículos

Frecuencia de casos e identificación molecular de Cryptosporidium spp. en corderos lactantes mantenidos en pastoreo en el estado de Veracruz, México

Cases frequency and molecular identification of Cryptosporidium spp. in lactating lambs kept grazing in the State of Veracruz, Mexico

Irene Vitela-Mendozaa  * 

Victor Guillen Lorenzoa 

Carlos Cruz-Vázqueza 

Leticia Medina-Esparzaa 

Miguel Ramos Parraa 

aInstituto Tecnológico El Llano Tel.: +52 449 962 11 00; fax: +52 449 962 11 00, Km 18 carretera Aguascalientes - San Luis Potosí, El Llano, 20330, Aguascalientes, México.


Resumen:

El objetivo fue determinar la frecuencia de la infección por Cryptosporidium spp., y realizar la identificación de especie o genotipo de los ooquistes en corderos lactantes Pelibuey, Black Belly y Katahdin mantenidos en pastoreo en la región de la Huasteca Alta del estado de Veracruz, México. Las muestras de excremento se recolectaron de 210 corderos de 7 a 21 días de edad, procedentes de 21 granjas; se procesaron mediante frotis fecal teñido con Kinyoun y por PCR anidada para amplificar la región del gen 18S rARN del parásito (830 pb); las muestras positivas fueron secuenciadas. La frecuencia de corderos positivos a Cryptosporidium spp., por microscopía fue 19.5 % (41/210), con una escala entre rebaños de 10 a 50 %; en tanto que por técnicas moleculares fue de 26.8 % (11/41) con un intervalo de 14 a 50 %; las demás muestras fueron negativas a ambas pruebas. Las 11 muestras secuenciadas tuvieron una homología del 100 % con la región 18S rARN de C. parvum. Estos resultados confirman la importancia de C. parvum como principal agente de la criptosporidiosis en corderos lactantes y su amplia distribución en esta región de México. Esta identificación destaca que las ovejas pueden considerarse como una fuente potencial notable de criptosporidiosis humana, porque se considera una enfermedad zoonótica, principalmente para las personas que manipulan los rebaños.

Palabras clave: Cryptosporidium parvum; Corderos; Frecuencia; Genotipificación

Abstract:

The objective was to determine the frequency of Cryptosporidium spp., and to identify the species or genotype of the oocysts found, in suckling lambs kept grazing in the Huasteca Alta region, State of Veracruz, Mexico. Fecal samples were collected from 210 lambs Pelibuey, Black Belly, and Katahdin, 7 to 21 d old from 21 sheep farms. Samples were stained with Kinyoun, nested PCR was used to amplify the 18S rRNA gene region of the parasite (830 bp), and positive samples were sequenced. The frequency of animals positive to Cryptosporidium spp by microscopy was 19.5 % (41/210), with a 10 to 50 % range among herds; with molecular techniques, the frequency of positive lambs was 26.8 % (11/41) with a 14 to 50 % range; all other samples were negative to both tests. All 11 samples sequenced showed 100 % homology with the 18S rRNA region of C. parvum. Results confirm the relevance of C. parvum as a major etiology of cryptosporidiosis in lactating lambs and show its broad distribution in this region of Mexico. This identification highlights that sheep can be considered as a significant potential source of human cryptosporidiosis, since it is considered a zoonotic disease, mainly for the people handling the flocks.

Key words: Cryptosporidium parvum; Lambs; Frequency; Genotyping

Introducción

Cryptosporidium spp., es un parásito protozoario que causa infección entérica en varias especies animales, así como en los seres humanos, y es un importante problema de salud animal, así como de salud pública, principalmente en individuos jóvenes o inmunocomprometidos; los ooquistes del parásito son resistentes al medio ambiente y pueden contaminar agua y alimentos1,2,3. En los ovinos, la criptosporidiosis se presenta con un cuadro de diarrea de leve a severa, de color amarillento con un fuerte olor, acompañada de dolor abdominal, pérdida de peso, depresión, y eventualmente la muerte; es más frecuente en corderos lactantes a partir de su nacimiento y hasta un mes de edad4,5. Cryptosporidium spp., es uno de los principales patógenos entéricos asociados con diarrea neonatal y mortalidad en corderos; los borregos adultos asintomáticos son una importante fuente de infección para los animales jóvenes y la principal condición de diseminación dentro de la granja6. Las especies de Cryptosporidium identificadas en ovinos son: C. parvum, C. xiaoi y C. ubiquitum, aunque C. andersoni y C. fayeri también se reportan2,7,8; C. parvum es una especie zoonótica9,10. A la fecha, no se han reportado tratamientos efectivos contra este parásito3,11. El diagnóstico de la infección por Cryptosporidium mediante métodos moleculares como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) ha permitido identificar especies y genotipos del parásito, así como caracterizar la dinámica de transmisión de la infección en los seres humanos y en los animales10,12. Así, se conoce la distribución geográfica de las especies y la diversidad genética del parásito. En el ganado ovino se han reportado diferentes especies de Cryptosporidium en EUA, Reino Unido, Italia, Bélgica, España, Túnez, China, Australia y Brasil, principalmente12,13. Los análisis moleculares han confirmado que C. parvum infecta de forma natural a corderos y cabritos14. En México, este parásito se identificó por primera vez en bovinos lactantes en el año de 1983, mediante microscopía15; sin embargo, en el país hay pocos estudios sobre la infección por Cryptosporidium spp., en ovinos5,15.

El objetivo de la investigación fue determinar la frecuencia de la infección por Cryptosporidium spp., en corderos lactantes de razas de pelo, mantenidos en pastoreo en la región de la Huasteca Alta del estado de Veracruz, México, y realizar la identificación de la especie de los ooquistes encontrados, utilizando herramientas moleculares.

Material y métodos

Sitio de estudio

El estudio se desarrolló en la región de la Huasteca Alta del estado de Veracruz, México, la cual se localiza en la zona norte del estado, en las coordenadas 21º46´ N y 98º27´ O, a una altura de 1 a 150 msnm. Está integrada por siete municipios: Pánuco, Tampico Alto, Tempoal, Ozuluama, Tantoyuca, Naranjos y Tamiahua (Figura 1). La temperatura media anual es 24.4 °C y la precipitación promedio anual es de 1,239 mm. La región cuenta con diversidad climática amplia, que va del clima cálido-extremoso al templado subhúmedo (16.

Figura 1 Región de la huasteca Alta del estado de Veracruz, México, municipios incluidos en la investigación 

Granjas y manejo de animales

La región de la Huasteca Alta cuenta con 6,678 ovejas en etapa reproductiva y 1,991 corderos17. El método epidemiológico de conveniencia de Thrusfield18, se usó para seleccionar el 10 % de la población de corderos; 21 granjas de ganado ovino distribuidos en siete municipios de la región bajo estudio, Panuco, Tampico Alto, Tempoal, Ozuluama, Tantoyuca, Naranjos y Tamiahua, tres granjas por cada uno de ellos; la inclusión de las granjas fue en función de que contaran con ovinos encastados de razas de pelo, principalmente Pelibuey, Black Belly y Katahdin, y que los productores mostraran interés por participar en el estudio. Los ovinos se mantuvieron bajo un sistema de libre pastoreo en praderas naturales o cultivadas, o ambas, con pastos estrella (Cynodon plectostachyus), pangola (Digitaria decumbens), guinea (Panicum maximun) y brizantha (Brachiaria brizantha), sin ningún control reproductivo, y sin aplicar prácticas de manejo y control sanitario.

Toma de muestras

Las granjas se visitaron en una sola ocasión, eligiendo al azar diez animales clínicamente sanos de la población de corderos que tuviera entre 7 y 21 días de edad, ya que en este intervalo de edad son más susceptibles a la infección11. Se tomaron muestras de excremento directamente del recto, anotando el nombre de la granja, identificación del animal y su edad; las muestras se conservaron a 4 °C, y se procesaron en el laboratorio dentro de 24 a 72 h después de colectada la muestra.

Limpieza y concentración de las muestras fecales

Previo al diagnóstico microscópico y molecular, se realizó la limpieza de las muestras fecales2, tomando 15 g de heces de cada muestra que se transfirieron a tubos de 50 ml que contenían 35 ml de agua destilada (dH2O). El contenido de cada tubo se mezcló vigorosamente durante 2 min, pasando la muestra a través de una malla de poro de 50 mm a un segundo tubo de 50 ml, y el volumen final se ajustó a 50 ml con dH2O. Los tubos se centrifugaron a 1,800 xg durante 15 min, y el sobrenadante se desechó; el sedimento se suspendió de nuevo en 25 ml de dH2O y se mezcló vigorosamente durante 2 min. Se añadieron 25 ml de cloruro de cesio (CsCl) a una concentración de 1.4 g L-1 en cada tubo y se centrifugó a 300 xg durante 20 min. Solamente 4 ml de sobrenadante se aspiraron de la parte superior de cada muestra, los cuales se transfirieron a un tubo de centrífuga, y se agregó dH2O hasta obtener un volumen final de 15 ml. Las muestras se centrifugaron a 1,800 xg durante 15 min y se lavó el material dos veces con dH2O, posteriormente el pellet final fue resuspendido en 500 µl de dH2O.

Diagnóstico microscópico

Un frotis fecal se realizó con 100 µl del material concentrado previamente con CsCl, diluyendo la muestra 1:1 con agua oxigenada. Después se dejó secar por 24 h a temperatura ambiente (25 °C), se procesaron mediante la técnica de tinción ácido-alcohol resistente de Kinyoun19, y se observó el frotis en un microscopio (LCD Digital, Leica®) a 100X. La muestra se consideró negativa al no observar ningún ooquiste después de revisar seis campos microscópicos en cada portaobjetos (laminilla de vidrio 75 mm x 26 mm); con la finalidad de minimizar las lecturas de falsos positivos la muestra se consideró positiva cuando se observaron al menos ≥ 5 ooquistes de Cryptosporidium spp., los cuales se presentan de forma esférica y teñidos de color rosa brillante20.

Extracción de ADN

La extracción de ADN total de cada muestra se realizó a partir del material concentrado previamente con CsCl, utilizando el paquete comercial DNeasy Tissue Kit (Qiagen®, Valencia, CA), de acuerdo a lo recomendado por el proveedor11.

Amplificación del Gen 18S rARN.

Un fragmento de la región 18S rARN del gen de Cryptosporidium spp., se amplificó utilizando una PCR anidada con los iniciadores descritos Xiao et al21, (5'-TTCTAGAGC TAATACATGCG-3' y 5'- CCCTAATCCTTCGAAACAGGA-3' para la PCR primaria, y 5’-GGAAGGGTTGTATTTATTAGATAAAG-3’ y 5’-AAGGAGTAAGGAACAACCTCCA-3’ para la PCR secundaria. Para la primera PCR, la reacción contenía: buffer 1X de PCR (Sigma-Aldrich®); MgCl2, 3 mM (Sigma-Aldrich®); dNTP (Invitrogen® Life Technologies), 0.2 mM de cada uno; Taq polimerasa (Invitrogen® Life Technologies) 2.5 U; Albumina sérica bovina (BSA; Sigma-Aldrich ®) 2.5 ml (0.1 g/10 ml) y 1 µM de cada iniciador (New England Biolabs, Beverly, MA), en un volumen de 50 µl de reacción. La mezcla se sometió a 35 ciclos, cada uno de 94 °C durante 45 seg, 59 °C durante 45 seg, y 72 °C durante 1 min, un arranque en caliente a 94 °C durante 3 min. También se incluyó un paso de extensión final a 72 °C por 7 min. Para la segunda PCR la reacción fue idéntica a la primera, excepto que se utilizó una concentración de 1.5 mM de MgCl2. Las condiciones de amplificación fueron las siguientes: 40 ciclos de 94 °C durante 30 seg, 58 °C durante 90 seg, y 72 °C durante 2 min, con un arranque en caliente a 94 °C durante 3 min y una etapa de extensión final de 72 °C durante 7 min, utilizando un Termociclador Bio-Rad® T100.

Los productos de la PCR se sometieron a electroforesis en un gel de agarosa al 1% en TAE (40 mM Tris-acetato, 1 mM EDTA). El marcador de peso molecular utilizado fue de 1 kb (Invitrogen®) para identificar la banda correspondiente a 830 pb. Controles positivos y negativos se incluyeron en todos los casos. Después se tiñó el gel con bromuro de etidio a una concentración de 5 mg ml-1 durante 15 min. Los resultados de esta fase se observaron en un Transiluminador Bio Doc.it Imagin System®.

Identificación molecular

Las muestras identificadas como positivas a Cryptosporidium spp., se purificaron con el paquete comercial Min Elute PCR Purification Kit, (Qiagen®, Valencia, CA). Las muestras purificadas se secuenciaron en ambos sentidos, utilizando los iniciadores ya descritos, con el sistema de secuenciación BigDye Terminator Cycle Sequencing utilizado en el equipo 3100 Genetic Analyzer (Applied Biosystems), en el Laboratorio Nacional de Genómica (CINVESTAV Unidad Irapuato, Guanajuato, México). Las secuencias obtenidas en el estudio fueron alineadas y comparadas por homología con las reportadas en el GenBank, empleando el programa BLAST (Basic Local Alignment Search Tools)22.

Análisis de la información

La frecuencia de corderos positivos a la presencia de ooquistes de Cryptosporidium spp., se calculó en el total de las muestras, por municipio y por granja incluida en el estudio, así como por intervalo de edad de los corderos, considerando los resultados obtenidos por microscopia y por técnicas moleculares.

Resultados

La técnica parasitoscópica de frotis fecal teñido por el método de Kinyoun, permitió identificar 41 muestras positivas a Cryptosporidium spp. La frecuencia general de casos fue de 19.5 % (41/210; IC 95% 14-25). La frecuencia entre rebaños varió de 10 a 50 % (Cuadro 1), existiendo 62 % (13/21) de las granjas con al menos un cordero infectado. En el grupo de corderos de 7 a 14 días de edad se identificó una frecuencia de 10.4 % (22/210; IC95% 6-15) mientras que en el grupo de 15 a 21 días fue 9 % (19/210; IC95% 5-13). En los siete municipios estudiados se encontraron corderos positivos a la presencia de ooquistes del parásito; la frecuencia en los municipios se presentó en un rango de 6.7 % (2/30; IC95% 1-23) en Pueblo Viejo a 36.7 % (11/30; IC95% 20-56) en Tamiahua (Cuadro 2).

Cuadro 1 Frecuencia de Cryptosporidium spp., en la región de la Huasteca Alta de Veracruz, México, distribuida por la granja y el grupo de edad 

Municipio Granja + - Edad 7-14 días + Edad 15-21 días- Frecuencia por grupo de edad (%) Frecuencia por granja (%)
7-14 15-21
1 0 10 0 0 0
Naranjos 2 4 6 3 1 13.3 10.0 40
3 3 7 1 2 30
1 4 6 2 2 40
Ozuluama 2 0 10 0 0 10 16.6 0
3 4 6 1 3 40
1 3 10 7 2 1 2 30
Pánuco 2 0 8 10 0 0 6.6 0
3 1 10 9 0 1 10
1 0 10 0 0 0
Pueblo viejo 2 2 8 0 2 0 6.6 20
3 0 10 0 0 0
1 3 7 2 1 30
Tamiahua 2 3 7 2 1 20 16.6 30
3 5 5 2 3 50
1 2 8 2 0 20
Tabtoyuca 2 4 6 3 1 16.7 3.3 40
3 0 10 0 0 0
1 0 10 0 0 0
Tempoal 2 3 7 2 1 6.6 3.3 30
3 0 10 0 0 0
Total 21 41 169 22 19 10.4 9.0

Cuadro 2 Frecuencia de Cryptosporidium spp., detectada por microscopía y de identificación de C. parvum mediante PCR, en corderos 

Municipio n Cryptosporidium spp. (microscopia) Frecuencia(%) n C.parvum(PCR) Frecuencia(%)
Naranjos 30 7 23.4 7 1 14.2
Ozuluama 30 8 26.6 8 2 25.0
Pánuco 30 4 13.3 4 1 25.0
Pueblo viejo 30 2 6.7 2 0 0
Tamiahua 30 11 36.7 11 4 36.3
Tantoyuca 30 6 20.0 6 3 50.0
Tempoal 30 3 10.0 3 0 0
Total 210 41 19.5 41 11 26.8

Del total de muestras recolectadas, 11 resultaron positivas por microscopía y por la prueba de PCR anidada, mientras que 30 muestras positivas por microscopía no amplificaron el segmento en la prueba de PCR anidada; el resto de las muestras fueron negativas en ambas pruebas, arrojando una frecuencia de 26.8 % (11/41; IC95% 4-43) de muestras que amplificaron el segmento, observándose que por municipios se tuvo un rango de 14.3 % (1/7; IC95% .07-58) a 50 % (3/6; IC95% 13-86) (Cuadro 2).

La identificación de la especie de Cryptosporidium presente en las muestras de ADN de los corderos positivos por microscopía, mostró que tuvieron una homología del 100 % para C. parvum (Accesión GenBank AF093493). Seis muestras positivas a C. parvum correspondieron al grupo de corderos de 7 a 14 días de edad y cinco al grupo de 15 a 21 días de edad. No fue posible identificar alguna otra especie o genotipo en las muestras.

Discusión

La infección por Cryptosporidium spp., se caracteriza por afectar primordialmente a los animales neonatos y se ha estudiado en bovinos, pero en ovinos está poco documentada, en particular en sistemas de pastoreo23. Algunos estudios han mostrado la frecuencia de Cryptosporidium utilizando diversas técnicas de diagnóstico. En México la información sobre la frecuencia de la infección en ovinos es escasa; un estudio desarrollado en el Estado de México realizado en 37 granjas con corderos estabulados se identificó una prevalencia de 34.3 %15, y en el municipio de Perote, Veracruz, México, en ovinos de razas de pelo mantenidos en sistemas de pastoreo se identificó, una prevalencia de 67.5 %, mientras que en los corderos menores de un mes fue de 88.2 %, todos las granjas fueron positivas al parásito, identificado mediante la técnica de microscopia mediante la cual sólo es posible identificar el género Cryptosporidium5; siendo el diagnóstico molecular la manera más certera de identificar especie9,11.

En el presente estudio, la frecuencia general de casos fue de 19.5 % y por grupo de edad, 10.5 % en los de 7-14 días de edad y 9 % en los de 15-21 días, valores menores que los reportados en los estudios desarrollados en México; solo el 62 % de los rebaños presentaron ovinos positivos, aunque en todos los municipios hubo al menos una granja con casos positivos a Cryptosporidium spp. Las diferencias entre estos estudios son comprensibles porque cada uno de ellos se desarrolló bajo condiciones particulares de tiempo, diseño del muestreo, diversidad en las prácticas de manejo, y en última instancia a la competencia de la persona que realiza el diagnóstico microscópico, así como al criterio para considerar una muestra positiva.

En la literatura hay estudios desarrollados con la misma finalidad que el presente. Así, en Bélgica se reporta una prevalencia en corderos menores de un mes de vida de 13.1 % (18/137), identificando positivos solo en el 40 % de los diez rebaños estudiados22; mientras que en Zambia, la prevalencia fue de 12.5 % en corderos menores de un mes14. En Turquía24, indican en corderos de esta misma edad una prevalencia de 38.8 % (155/400), distribuida en el 90 % (18/20) de las granjas observadas, mostrando que de acuerdo con los grupos de edad, la frecuencia en corderos de una semana de edad fue 44.4 % (67/151), en corderos de dos semanas fue 37.5 % (39/104), en los de tres semanas 40 % (38/95) y 22 % (11/50) en los de cuatro semanas de edad. En la India, se identificó una infección de 65 % en corderos de menos de un mes de edad25; en Zaragoza, España, Cryptosporidium spp., se presentó en corderos de 14 días de edad26. La comparación entre estudios desarrollados en otros países con el nuestro es difícil; la información generada en ellos permite confirmar que este parásito infecta con mayor frecuencia a corderos menores de 30 días de edad, como se reporta en la literatura11, y la prevalencia es tan diversa como los sistemas de producción.

La frecuencia de la infección por Cryptosporidium spp., puede ser influenciada por diferentes factores en mayor o menor intensidad, tales como el sistema de crianza, estado nutricional, el estado inmunológico de los animales, la estación del año y el manejo sanitario en las granjas. Sin embargo, la edad es un factor considerado como marcador de riesgo a contraer la infección; los animales jóvenes, en especial los lactantes, son los más propensos a sufrir esta enfermedad, y a ello se le adicionan al menos otros dos factores de riesgo, el estado inmunológico de los animales y el manejo sanitario25-28. La exposición inicial de los neonatos a la infección ocurre en las áreas de parición, como consecuencia de la eliminación de ooquistes por parte de las borregas gestantes; por lo general los ooquistes contaminan la ubre, el agua, el alimento y las áreas donde habitan los corderos; así, el sistema de manejo interviene en la probabilidad de transmisión del protozoario entre animales infectados y susceptibles27. La infección en el hospedador inmunocompetente es autolimitada y deja en el sujeto una inmunidad sólida ante la re-infección; lo contrario, ocurre en sujetos con deficiencias linfocitarias o de gammaglobulinas; hay que recordar que los ooquistes son infectantes al momento de excretarse de su hospedero2. La resistencia de los ooquistes en el medio ambiente también es importante, ya que sobreviven en camas, paredes, comederos, bebederos y utensilios, y mantienen su capacidad infectante durante largos periodos de tiempo; además, el contacto entre los animales recién nacidos y los adultos representa una importante fuente de contaminación y de dispersión del parásito en su fase infectante12,29. La diseminación del parásito ocurre cuando el excremento contaminado se deposita en el suelo, de tal forma es factible que los ooquistes se transporten por agua o aire a los sitios o materiales que actúan como vehículos de contagio17,10. En sistemas de producción intensivos se detecta una prevalencia más alta que en los manejados en pastoreo4,15, probablemente debido a que las condiciones de confinamiento favorecen la presencia de la infección como se ha demostrado en becerros lactantes2,26,30.

En la presente investigación, C. parvum fue la única especie identificada en las muestras procesadas; esta especie es la que se presenta con mayor frecuencia en los rumiantes domésticos, particularmente en animales jóvenes31-34, además de ser una especie con capacidad zoonótica9,17. En México, C. parvum ha sido identificada mediante biología molecular en ganado bovino lechero33; el hallazgo de su presencia en el ganado ovino incluido en el presente estudio, representa el primer reporte en el país para esta especie animal.

Conclusiones e implicaciones

Los resultados observados en este estudio muestran que la frecuencia de la infección por Cryptosporidium spp., en corderos es moderada en la población estudiada; sin embargo, denota la amplia distribución del parásito en la región. La identificación de C. parvum como única especie presente en las muestras estudiadas, confirma que la misma es de carácter cosmopolita y la más frecuente en rumiantes; así, este hallazgo es de importancia epidemiológica, porque sugiere que los animales infectados pueden actuar como diseminadores del parásito para otros animales domésticos y silvestres, e incluso para los seres humanos, particularmente para los manejadores de ganado.

Agradecimientos

Se agradece a los ovinocultores que participaron en este estudio por su amplia colaboración. Este proyecto (4559.12-P) fue financiado por el Tecnológico Nacional de México.

Literatura citada:

1. Karanis P, Kourenti C, Smith H. Waterborne transmission of protozoan parasites: a worldwide review of outbreaks and lessons learnt. J Water Health 2007;5:1-38. [ Links ]

2. Fayer R, Santín M, Macarisin D. Cryptosporidium ubiquitum n. sp., in animals and humans. Vet Parasitol 2010;172:23-32. [ Links ]

3. Razzolinia M, Souza De L.M, Hachichc EM, Zanoli MI, Nardoccia AC. Giardia and Cryptosporidium infection risk by simultaneous exposure to drinking water. Microbl Risk Anal 2016;4:1-6. [ Links ]

4. Quílez J, Torres E, Chalmers RM, Hadfield SJ, Del Cacho E, Sánchez-Acedo C. Cryptosporidium genotypes and subtypes in lambs and goat kids in Spain. Appl Environ Microbiol 2008;74:6026-6031. [ Links ]

5. Romero-Salas D, Alvarado EC, Cruz RA, Aguilar DM, Ibarra PN, Merino CJ, Pérez LA, Hernández TJ. Prevalence of Cryptosporidium in small ruminants from Veracruz, Mexico. BMC Vet Res 2016;12:14. [ Links ]

6. Castro-Hermida JAM, González W, Mezo M. Natural infection by Cryptosporidium parvum and Giardia duodenalis in sheep and goats in Galicia (New Spain). Small Ruminant Res 2007;72:96-100. [ Links ]

7. Santın M, Trout JM, Xiao L, Zhou L, Greiner E, Fayer R. Prevalence and age-related variation of Cryptosporidium species and genotypes in dairy calves. Vet Parasitol 2004;122:103-117. [ Links ]

8. Fayer R, Santín M. Cryptosporidium xiaoi n. sp. (Apicomplexa: Cryptosporidiidae) in sheep (Ovis aries). Vet Parasitol 2009;164:192-200. [ Links ]

9. Xiao L, Ryan UM. Cryptosporidiosis: an update in molecular epidemiology. Curr Opin Infec Dis 2004;17:483-490. [ Links ]

10. Khalil S, Mirdhaa BR, Paulb J, Pandaa A, Makhariac G, Chaudhrya R, Bhatnagard S. Development and evaluation of molecular methods for detection of Cryptosporidium spp. in human clinical samples. Exp Parasitol 2016;170:207-213. [ Links ]

11. Santin M, Trout JM, Fayer R. Prevalence and molecular characterization of Cryptosporidium and Giardia species and genotypes in sheep in Maryland. Vet Parasitol 2007;146:17-24. [ Links ]

12. Zucatto AS, Aquino MCC, Inácio SV, Figueiredo RN, Pierucci JC, Perri SHV, Meireles MV, Bresciani KDS. Molecular characterization of Cryptosporidium spp. in lambs in the South Central region of the State of São Paulo. Arq Bras Med Vet Zoot Belo Horizonte 2015;67:1678-7067. [ Links ]

13. Wang Y, Feng Y, Cui B, Jian F, Ning C, Wang R, Zhang L, Xiao L. Cervine genotype is the major Cryptosporidium genotype in sheep in China. Parasitol Res 2010;106:341-347. [ Links ]

14. Goma FY, Geurden V, Siwila J, Phiri IG, Gabriel S, Claerebout E, Verccruyse J. The prevalence and molecular characterization of Cryptosporidium spp. in small ruminants in Zambia. Small Ruminant Res 2007;72:77-80. [ Links ]

15. Alonso-Fresán MU, García-Alvarez A, Salazar-García F, Vazquez-Chagoyan JC, Pescador-Salas N, Saltijeral-Oaxaca J. Prevalence of Cryptosporidium spp. in asymptomatic sheep in family flocks from México State. J Vet Med Series B 2005;52:482-483. [ Links ]

16. García E. Modificación al sistema de clasificación climática de Koeppen. 2a ed. Instituto de Geografía. Universidad Nacional Autónoma de México. 1973. [ Links ]

17. SAGARPA. Anuario Estadístico y Geográfico del estado de Veracruz Anuario Estadístico y Geográfico del estado de Veracruz http://www.sagarpa.gob.mx , Consultado 12 May, 2012. [ Links ]

18. Thusfield M. Veterinary epidemiology. 2nd ed. London: Blackwell Science; 1995. [ Links ]

19. Fayer R, Trout JM, Craczyk TD, Lewis EJ. Prevalence of Cryptosporidium, Giardia, and Eimeria infections in post-weaned and adult cattle on three Maryland farms. Vet Parasitol 2000;93:103-112. [ Links ]

20. Baxby D, Blundell N, Hart CA. The development and performance of a simple, sensitive method for the detection of Cryptosporidium oocysts in faeces. J Hyg (Lond) 1984;93:317-23. [ Links ]

21. Xiao L, Morgan U, Limor J, Escalante A, Arrowood M, Shulaw W, Thompson RCA, Fayer R, Lal A. Genetic diversity within Cryptosporidium parvum and related Cryptosporidium species. App Environ Microbiol 1999;65:3386-3391. [ Links ]

22. Stephen AF, Madden TL, Schaffer AA, Zhang J, Zhang Z, Miller W, Lipman DJ. Gapped BLAST and PSI-BLAST: a new generation of protein database search programs. Nucleic Acids Res 1997;25:3389-3402. [ Links ]

23. Al-Habsi K, Yang R, Williams A, Miller D, Ryan U, Jacobson C. Zoonotic Cryptosporidium and Giardia shedding by captured rangeland goats. Vet Parasitol: Region Stud Rep 2017;7:32-35 [ Links ]

24. Geurden T, Thomas P, Casaert S, Vercruysse J, Claerebout E. Prevalence and molecular characterization of Cryptosporidium and Giardia in lambs and goat kids in Belgium. Vet Parasitol 2008;155:142-145. [ Links ]

25. Sari B, Arslan MO, Gicik Y, Kara M, Tasci GT. The prevalence of Cryptosporidium species in diarrheic lambs in Kars province and potential risk factors. Trop Anim Health Prod 2009;41:819-826. [ Links ]

26. Ahamed, I, Yadav, A, Katoch, R, Godara, R, Saleem, Taniya, Nisar, NA. Prevalence and analysis of associated risk factors for Cryptosporidium infection in lambs in Jammu district. J Parasit Dis 2015;39:414-417. [ Links ]

27. Causapé AC, Quilez J, Sanchez-Acedo C, del Cacho E, López-Bernad F. Prevalence and analysis of potential risk factors for Cryptosporidium parvum infection in lambs in Zaragoza (northeastern Spain). Vet Parasitol 2002;104:287-298. [ Links ]

28. Xiao L, Fayer R. Molecular characterization of species and genotypes of Cryptosporidium and Giardia and assessment of zoonotic transmission. Int J Parasitol 2008;38:1239-1255. [ Links ]

29. Kim CW. Laboratory animal models for experimental cryptosporidiosis: a mini-review. Res Rev Parasitol 1994;54:13-28. [ Links ]

30. Vergara C, Quiles J. Criptosporidiosis: una zoonosis parasitaria. Rev MVZ Córdoba 2004;9:363-372. [ Links ]

31. Taylan-Ozkana A, Yasa-Durub S, Uslucac S, Lysend C, Yed J, Roelligd DM, Fenge Y, Xiao L. Cryptosporidium species and Cryptosporidium parvum subtypes in dairy calves and goat kids reared under traditional farming systems in Turkey. Exp Parasitol 2016;170:16-20. [ Links ]

32. Mueller-Doblies D, Giles M, Elwin K, Smith RP, Clifton-Hadley FA, Chalmers RM. Distribution of Cryptosporidium species in sheep in the UK. Vet Parasitol 2008;154:214-219. [ Links ]

33. Castillo-García C, Cruz-Vázquez C, López RR, Sánchez GM, Rosario CR, Vitela MI, Medina EL. Frequency and molecular identification of Cryptosporidium spp in confined suckling dairy calves in Aguascalientes, Mexico. Téc Pecu Méx 2009;47:425-434. [ Links ]

34. Paoletti B, Giangaspero A, Gatti A, Iorio R, Cembalo D, Milillo P, Traversa D. Immunoenzymatic analysis and genetic detection of Cryptosporidium parvum in lambs from Italy. Exp Parasitol 2009;122:349-352. [ Links ]

Recibido: 07 de Febrero de 2017; Aprobado: 12 de Diciembre de 2017

* Autor de correspondencia: vitelairene@yahoo.com.mx

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons