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Revista mexicana de ciencias pecuarias

versión On-line ISSN 2448-6698versión impresa ISSN 2007-1124

Rev. mex. de cienc. pecuarias vol.5 no.4 Mérida oct./dic. 2014

 

Notas de investigación

 

Comportamiento ingestivo de vacas en una asociación grama nativa/Arachis pintoi en el trópico húmedo veracruzano

 

Ingestive behavior of cows in a native grass/Arachis pintoi association in the humid tropic of Veracruz

 

Epigmenio Castillo Gallegosa, Rodrigo Rascón Chincoyab, Diana García Gonzálezb, Jesús Jarillo Rodrígueza, Andrés Aluja Schunemannc, Len't Mannetjed

 

a Centro de Enseñanza, Investigación y Extensión en Ganadería Tropical, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México. AP 136, Martínez de la Torre, Veracruz, 93600 México. Tel & fax: (232) 3243941. pime11302002@yahoo.com.mx. Correspondencia al primer autor.

b Escuela de Ingeniería Agronómica Zootecnista, Facultad de Ingeniería Agrohidráulica, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. México.

c Coordinación de Investigación y Relaciones Interinstitucionales, Universidad Autónoma de Yucatán. México.

d Profesor Emérito (†), Universidad de Wageningen, Países Bajos.

 

Recibido el 28 de agosto de 2010.
Aceptado el 18 de enero de 2011.

 

RESUMEN

Se introdujo la leguminosa Arachis pintoi CIAT 17434 (AP) en una pastura de gramas nativas, para estudiar su efecto sobre la conducta de ingestión del animal al pastar, en la época lluviosa del trópico húmedo del estado de Veracruz. Los tratamientos fueron gramas nativas (PN, testigo) y AP asociado a gramas nativas (PNA). La rotación fue 1 día de pastoreo/20 días de recuperación con carga de 3.2 vacas F1 (Holstein x Cebú)/ha. Las diferencias se probaron a P<0.05, presentándose primero las medias ± error estandar de PNA y luego de PN. Hubo diferencias entre tratamientos en cantidad de materia seca (MS) presente antes del pastoreo (4,225 ± 212 vs 3,314 ± 212 kg/ha), así como en proteína cruda (15.1 ± 0.45 vs 10.6 ± 0.5 %) y materia orgánica (MO) digestible (67.65 ± 1.7 vs 64.1 ± 2.4 %) de la extrusa esofágica. El tiempo de pastoreo (367 ± 11 vs 380 ± 11 min/24 h) fue similar entre tratamientos y el de rumia diferente (291 ± 8 vs 379 ± 8 min/24 h). No hubo diferencias en consumo de MO calculado por Cr-indigestibilidad in situ (2.09 ± 0.11 vs 2.16 ± 0.11 kg MO/100 kg PV), pero por comportamiento ingestivo, si las hubo (1.54 ± 0.12 vs 2.02 ± 0.12). La producción diaria (kg/vaca) de leche ordeñada (6.8 ± 0.4 vs 6.1 ± 0.4) y consumida por el becerro (4.4 ± 0.4 vs 3.8 ± 0.5) fueron similares, pero la producción total fue diferente (9.0 ± 0.6 vs 7.2 ± 0.6 kg/animal/ día).

PALABRAS CLAVE: Arachis pintoi, Comportamiento ingestivo, Extrusa esofágica, Calidad nutricia.

 

ABSTRACT

A study was conducted in the humid tropics of the state of Veracruz during the rainy season, in order to determine the effect of introducing the legume Arachis pintoi CIAT 17434 (AP) into a native pasture, upon the grazing ingestive behavior of cows. Treatments were the native pasture (PN, control) and PN associated with AP (PNA). A 1 d grazing/ 20 d recovery rotation and a stocking rate of 3.2 F1 (Holstein x Cebú) cows/ha were used. Significance was set at P<0.05. Means ± standard error are presented for PNA first and then for PN. There were differences in standing dry matter (kg/ha) before grazing (4,225 ± 212 vs 3,314 ± 212 kg/ha), and crude protein (15.1 ± 0.4 vs 10.6 ± 0.5) and digestible organic matter (OM) (67.6 ± 1.7 vs 64.1 ± 2.0 %) of oesophageal extrusa. Grazing time (min/24 h) was similar between treatments (367 ± 11 vs 380 ± 11), but ruminating time was not (291 ± 8 vs 379 ± 8). OM intake (kg OM/100 kg LW) calculated by Cr-in situ digestibility was similar between treatments (2.09 ± 0.11 vs 2.16 ± 0.11), while intakes calculated by ingestive behavior were different (1.54 ± 0.12 vs 2.02 ± 0.12). Saleable milk yield and milk intake by calf (kg/animal/d) were similar between treatments: 6.8 ± 0.4 vs 6.1 ± 0.4; and 4.4 ± 0.4 vs 3.8 ± 0.5, but total milk yield was different: 9.0 ± 0.6 vs 7.2 ± 0.6.

KEY WORDS: Arachis pintoi, Ingestive behavior, Oesophageal extrusa, Nutritive quality.

 

El objetivo de la administración de pasturas es manipular la cantidad de forraje ofrecido y su composición botánica, así como la calidad, para maximizar el desempeño productivo animal. Al pastar, el rumiante emplea la vista, el gusto, el olfato y el tacto para seleccionar el bocado de pastura que va a ingerir(1). Entonces, los cambios en las características de la pastura inducirían cambios en el patrón normal de forrajeo del animal y afectarían la cantidad y calidad del alimento ingerido. Por consiguiente, se vería también afectada la conducta de alimentación en pastoreo del animal al pastar, entendida ésta como las actividades y el tiempo que cada actividad toma al animal para adquirir el alimento que lo nutre. Tales actividades son: apacentamiento (pastoreo), rumia, y otras distintas, como beber agua, caminar y descansar, ya sea echado o de pie. Por medio de observaciones directas es posible cuantificar los tiempos que toma al animal cada actividad. Por tal motivo, es recomendable describir también la conducta de alimentación del animal y cómo la afecta el manejo de la pastura(2).

Además, la cantidad y calidad de la materia seca (MS) ingerida son mediciones necesarias para explicar diferencias en producción animal de pasturas cuya administración es diferente(3). El consumo de MS, así como su calidad y la relación con la conducta de alimentación del rumiante, ha sido estudiado en pasturas asociadas de gramíneas introducidas y A. pintoi con razas productoras de carne principalmente(4,5,6). Sin embargo, estos estudios son escasos en asociaciones de gramas nativas con A. pintoi y con otro tipo de animales, y que se hacen necesarios debido a que las gramas nativas son una vegetación inducida de gran importancia en la ganadería de doble propósito del trópico mexicano, ya que dependiendo de la región que se trate, forman del 25 hasta el 70 % de las áreas de pastoreo(7). Las gramas nativas producen menos biomasa y ésta es de menor calidad, que las gramíneas introducidas. Además, su crecimiento es marcadamente estacional, pero su establecimiento es sencillo y de bajo costo, y una vez establecidas son persistentes(7).

El objetivo del presente estudio fue determinar el efecto de introducir Arachis pintoi CIRT 17434 en una pastura de gramas nativas, sobre la calidad del forraje ingerido y la conducta de alimentación en pastoreo de vacas de doble propósito (F1, Holstein x Zebu) en el trópico húmedo del estado de Veracruz.

El estudio se llevó a cabo en la época de lluvias, de junio 25 a agosto 14 del 2000, en el Centro de Enseñanza, Investigación y Extensión en Ganadería Tropical (C4I4GT) de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNRM, el cual está situado a unos 40 km al oeste de la línea costera del Golfo de México (20° 02' N, 97° 06' W, 112 msnm). Hay tres épocas climáticas: lluviosa (julio-octubre), con altas precipitaciones y temperaturas; invierno o "nortes" (noviembre-febrero), con temperaturas bajas y menor lluvia que la anterior; y seca (marzo-junio) con altas temperaturas y escasas lluvias. Los nortes y la sequía son periodos de bajo crecimiento del pasto debido a bajas temperaturas y alta demanda evaporativa, respectivamente. Los suelos son ultisoles ácidos (pH 5.4), con bajos contenidos de fósforo (12 ppm; Bray II) y nitrógeno (0.0018 %) y contenidos medios de materia orgánica (2.4 %); su textura es arcillo limosa. La delgada capa arable (0 a 25 cm) descansa directamente sobre arenisca compactada, llamada localmente tepetate, característica que extrema los efectos negativos de la sequía sobre el crecimiento de la pastura(7).

Las pasturas de gramas nativas (PN) empleadas en el presente estudio, se originaron de pasturas de especies introducidas que se establecieron al inicio de los 80s, y luego fueron paulatinamente invadidas, principalmente por gramíneas nativas y algunas leguminosas, que se volvieron dominantes a principios de los 90s. Entre las gramíneas nativas presentes en cantidades importantes están los pastos trencilla (Paspalum notatum y P. plicatulum), carpeta (Axonopus affinis y R. compressus), cola de zorra (Setaria sp), Bermuda (Cynodon dactylon) y malezas de importancia como los pastos amargo (Paspalum virgatum) y sabana (Sporobolus poiretii). Aunque en menor contenido en la composición botánica, están las leguminosas pega-pega (Desmodium spp) y otras consideradas como malezas, como el pinahuistle (Mimosa pigra).

Estas pasturas recibieron pastoreo rotacional (2 a 3 días de pastoreo, 50 a 70 días de recuperación) con una carga animal promedio de 1.25 UR/ha entre diciembre de 1993 y octubre de 1994, periodo en que su composición botánica fue: 39 % de gramíneas introducidas (GI), 48 % de gramíneas nativas (GN), 3 % de arvenses de hoja ancha (MR), 6 % de arvenses de hoja angosta (MN) y 5 % de leguminosas nativas (LN).

Hubo dos tratamientos: la pastura de gramas nativas (PN) como testigo y la pastura experimental (PNR), en la cual se introdujo Arachis pintoi (CIRT 17434); cada una ocupó 2.5 ha. La primera se implementó en 1996 a partir de gramas nativas ya establecidas. El A. pintoi se plantó vegetativamente en las gramas nativas empleando una distancia entre surcos de 1.0 m y entre plantas de 0.5 m, entre agosto y noviembre de 1996, y fue pastada por vez primera en mayo de 1997. Cada pastura se dividió en 21 potreros con el fin de llevar a cabo el pastoreo rotacional de 1 día de pastoreo por 20 días de descanso. La carga animal aplicada en el periodo experimental fue de 3.2 vacas/ha, que de acuerdo a los pesos de las vacas durante el experimento fueron equivalentes a 3.2 y a 3.6 unidades animal (UR = 450 kg PV) por hectárea para PN y PNR, respectivamente.

Se utilizaron ocho vacas intactas (VIN, sin fístula esofágica), de la cruza F1 (Holstein x Cebú) por tratamiento, cuyo peso promedio ± desviación estándar fueron 450 ± 64 kg para PN y de 505 ± 61 kg para PNR, las cuales se manejaron en un sistema de doble propósito, con ordeña una vez al día por la mañana, tiempo en el cual se suplementaron con aproximadamente 1.2 kg de melaza/vaca/día (» 1 kg MS/vaca/ día). En sus primeros cuatro meses de lactancia amamantaron sus becerros por 30 min después del ordeño (0800 h) y por el mismo tiempo en la tarde (1400 h). Se usaron además dos vacas fistuladas al esófago (VF4), de la cruza % Holstein - 1/ cebú, que pastaron potreros similares a los experimentales y pesaron en promedio 576 ± 68 kg. Adicionalmente se contó con tres toros con fístula ruminal provistos de cánulas permanentes con tapón removible, cuyo peso promedio fue de 550 ± 65 kg.

Las mediciones en las pasturas y animales se llevaron a cabo del 25 de junio al 14 de agosto del 2000. Para evitar causar estrés a las vacas fistuladas al esófago a causa de muestreos frecuentes, las mediciones de comportamiento ingestivo se realizaron primero en el tratamiento PNR, durante los 21 días seguidos del ciclo de pastoreo (periodo 1, 25 de junio a 15 de julio) y luego, en el tratamiento PN en el ciclo siguiente (periodo 2, 25 de julio al 14 de agosto).

Se muestrearon los 21 potreros de cada tratamiento, estimando la MS presente (MSP, kg/ha) antes del pastoreo con el método del rendimiento comparativo(8). En los cuadrantes de referencia, el forraje se cortó a ras de suelo y luego se secó en estufa de aire forzado por 48 h a 62 °C para estimar el contenido de MS. La composición botánica (CB, %) se estimó con el método de rangos de peso seco(9). La MSP y la CB se calificaron visualmente en 100 cuadrantes por potrero. Se consideraron los componentes botánicos: A. pintoi (RP), gramíneas nativas (GN) e introducidas (GI), arvenses de hoja ancha (MR) y de hoja angosta (MN) y leguminosas nativas (LN); asimismo, en la CB, los pastos amargo (Paspalum virgatum) y sabana (Sporobolus poiretii) se consideraron como especies individuales y no dentro del grupo de especies de gramíneas nativas, ya que son malezas importantes en las pasturas experimentales y a nivel regional, además que son poco consumidas por el ganado.

Las principales especies en los distintos grupos botánicos fueron: GN - pasto bahía (Paspalum notatum), P. dilatatum, P. plicatulum, P. conjugatum, pastos alfombra (Axonopus affinis y R. compressus), pasto Bermuda (Cynodon dactylon) y Setaria spp.; GI - pasto estrella de África (Cynodon nlemfuensis) y pasto tanner (Brachiaria arrecta); MN - Cyperus spp.; MR -escobilla (Sida acuta) y las leguminosas Mimosa pudica y M. pigra; y LN - especies de los generos Desmodium, Rhynchosia y Centrosema.

Los componentes botánicos considerados en la extrusa esofágica fueron: Arachis pintoi, leguminosas nativas, gramíneas y otras especies. Se tomó una submuestra de 400 g de extrusa fresca, que se extendió uniformemente en una bandeja, que se examinó. La composición botánica de la extrusa se calculó a partir de 400 puntos observados bajo el microscopio estereoscópico a lo largo de la bandeja. Esta técnica es una modificación de la empleada por Harker et aX10).

La conducta de alimentación en pastoreo, se midió por observación directa de las actividades de apacentamiento, ya fuese visual, auditiva, o ambas cosas a la vez(2). Estas mediciones se efectuaron un día sí y dos días no, por lo cual en el ciclo de pastoreo de 21 días se realizaron siete mediciones. En el primer ciclo de pastoreo se midió la conducta de alimentación en las ocho vacas que pastaron la pastura asociada, y en el segundo periodo, en las otras ocho que estuvieron en gramas nativas solas. La actividad de las vacas intactas se clasificó en: apacentamiento o pastoreo (TP, min/24 h), cuando se observó visualmente al animal con su cabeza baja, cerca del suelo, prehendiendo o a punto de prehender una porción de la pastura; rumia (TR, min/24 h), cuando la vaca estaba rumiando tanto de pie como echada; y otras actividades (TO, min/24 h), si el animal no pastaba ni rumiaba y estaba parado, echado o caminando. Estas variables se registraron en cada animal a intervalos de 10 min por 24 h continuas, iniciando a las 1500 h. El tiempo total por actividad fue el producto del número de registros por 10 min, suponiendo que cada registro representó la actividad en los 10 min posteriores. Se emplearon 10 seg para confirmar la actividad registrada.

La tasa de bocados (TB, bocados/min) y el tamaño de bocado (TM, g MO/bocado) se estimaron usando las dos vacas fistuladas al esófago, a las que se permitió pastar por 30 a 40 min en la mañana y en la tarde, tiempo durante el cual se contaron los bocados en el tiempo efectivo de apacentamiento, usualmente 30 min. La TB fue igual al número de bocados registrados entre el tiempo efectivo de apacentamiento. El bocado se definió como el sonido característico producido cuando el pasto es separado de la pastura por la vaca, lo cual es fácilmente audible(11). El TM se calculó dividiendo el peso de la materia orgánica (MO) de extrusa esofágica colectada, entre el número total de bocados, ambas variables registradas durante el tiempo efectivo de apacentamiento. En la extrusa esofágica, se determinaron los contenidos de MS, MO y proteína cruda(12). Si bien la información generada a partir de la extrusa no permite valorar con exactitud la calidad de la dieta, sí permite generar valores que indican diferencias entre dietas que permitan explicar los resultados productivos.

Para medir el consumo de materia seca se utilizó sesquióxido de cromo (Cr2O3) como marcador externo para estimar la producción diaria de excremento. Las vacas intactas se dosificaron diariamente por 21 días con exactamente 4 g/día del marcador. Se consideró que los primeros 14 días eran necesarios para lograr el estado de flujo continuo y uniforme del marcador a lo largo del tracto gastrointestinal; las muestras fecales se colectaron individualmente directamente del recto de cada animal, en los últimos siete días. Se formó una muestra de excremento compuesta a partir de alícuotas diarias, y el contenido de Cr se determinó por espectroscopia de absorción atómica(13). La producción de excremento se obtuvo con la fórmula: [(g de Cr dosificados)*(Tasa de recuperación)] / [Cr] en excremento; se supuso una tasa de recuperación del 82.5 %, con base en la información presentada por Danes et al14).

La digestibilidad de la MS del pasto ingerido (extrusa) se estimó con el método in situ a tiempo de 48 h de incubación ruminal(15) de muestras de extrusa esofágica, que se introdujeron ya secas y molidas (Molino Wiley #4, criba de 1 mm) por triplicado al rumen; esos animales además del pasto que consumieron libremente en un potrero de 6.6 ha, formado principalmente por los pastos Tanner (Brachiaria arrecta), estrella (Cynodon nlemfuensis) y gramas nativas (Paspalum spp, Axonopus spp) recibieron desde cinco días antes, hasta terminar todas las corridas, 2 kg de concentrado de engorda (16% de PC, 88% de MS) por animal por día, con el fin de asegurar una población microbiana uniforme en número y actividad; las bolsas comerciales empleadas fueron construidas con tela de monofilamento de poliéster color blanco, con tamaño de poro de 53 ± 10 micras y son libres de nitrógeno, con tamaño de 10 cm x 20 cm. El consumo de MO (CMO, kg/vaca/día) se calculó como sigue(13): Producción de heces (g MO/vaca/día) / 1 - digestibilidad de la MO.

La producción de leche vendible (PLV, kg/día) se registró diariamente durante los dos ciclos de pastoreo de 21 días que duró el experimento (42 días en total); 15 de las 16 vacas estaban lactando y de éstas, seis estaban criando su becerro, dos en PN y cuatro en PNR. Cada semana se pesaron los becerros antes y después de mamar para obtener por diferencia, el consumo diario de leche por el becerro (CLB, kg/día). La producción de leche total (PLT, kg/ vaca/día) fue la suma de PLV + CLB, y en caso de que la vaca no tuviese becerro, la PLV fue igual a la PLT.

Cuadro 1

Las variables de respuesta medidas en la pastura y en los animales tuvieron como repeticiones al potrero y a los animales, respectivamente. Los análisis de varianza se realizaron con el procedimiento PROC GLM de SRS(16). En el caso del análisis de varianza de la producción de leche, se emplearon como covariables el número de días en lactancia al iniciar las vacas el experimento y su número de parto, así como el periodo de medición. En todos los casos, el nivel de significancia estadística empleado fue de P<0.05.

En ambos periodos de medición las temperaturas mínimas y máximas no difirieron grandemente de las medias históricas. Sin embargo, en el periodo 1 llovió una cuarta parte de la media histórica, en tanto que en el periodo 2 llovieron 23 mm más que la media histórica

La pastura asociada presentó significativamente 27 % más MSP antes del pastoreo que el testigo.

La contribución de Araehis pintoi a la composición botánica fue aproximadamente 28 %. Las contribuciones de gramíneas nativas, gramíneas introducidas y el pasto sabana fueron significativamente mayores en el testigo con respecto a la asociación. Asimismo, el testigo tuvo significativamente 1.5 veces más arvenses de hoja ancha que el tratamiento PNA. La contribución de pasto amargo y leguminosas nativas fue estadísticamente igual en ambos tratamientos (Cuadro 2).

El porcentaje de A. pintoi en la extrusa esofágica fue 1.5 veces más que el de la pastura (Cuadros 2, 3), en tanto que la cantidad de gramíneas en PN fue significativamente mayor que aquélla de PNA. El contenido de leguminosas nativas y otras especies en la extrusa esofágica, por ser muy reducido, no fue factor determinante en el consumo de MS o la calidad de la dieta.

La proteína cruda y la digestibilidad in situ de la MO de la extrusa esofágica fueron significativamente mayores en PNA que en PN (Cuadro 3). Tanto el efecto lineal como el cuadrático del porcentaje de A. pintoi en la extrusa fueron significativos sobre digestibilidad in situ de la MO y la PC y (Figura 1), siendo las ecuaciones respectivas:

DISMO= 29.40 + 1.14*PCTAP - 0.0129* PCTAP2, R2= 0.25, n = 28; (P<0.05)

PC= 3.35 + 0.53*PCTAP - 0.0056*PCTAP2, R2= 0.39, n= 28; (P<0.05)

El tiempo de apacentamiento fue estadísticamente similar en ambos tratamientos, en tanto que el tiempo de rumia fue significativamente menor en PNA con respecto a PN. La diferencia en tiempo dedicado a otras actividades fue significativa a favor de PNA. La tasa de bocados de PN fue significativamente mayor a la de PNA, ocurriendo lo opuesto con el tamaño de bocado. El consumo de MO por el método del doble marcador fue similar entre tratamientos (Cuadro 3). Por el contrario, el consumo de MO calculado a partir del comportamiento ingestivo resultó en valores menores, presentando el tratamiento testigo un consumo significativamente mayor al de la asociación.

La producción de leche vendible y el consumo de leche del becerro fueron estadísticamente iguales entre tratamientos. Sin embargo, la producción total de leche por vaca de la pastura asociada superó significativamente la del testigo (Figura 2).

En un experimento de pastoreo, la MSP tiene poco valor por sí misma. Es más racional expresar la MSP en términos de disponibilidad: unidades de forraje ofrecido por unidades de peso vivo animal, ya que así puede relacionarse tanto con el consumo como con el desempeño productivo por animaK17).

En pastos tropicales, la disponibilidad para alcanzar una producción por animal máxima es variable, desde 5 hasta 35 kg MS/100 kg PV; este amplio rango se debe a diferencias entre experimentos con respecto a tipo de pastura, calidad nutricia y manejo, lo cual dificulta aplicar los resultados de un experimento a situaciones particulares.

El rumiante en pastoreo ingiere hojas y muy poco tallo, por lo que sería razonable expresar la disponibilidad como MS-verde(18) o mejor, en términos de MS-verde de hoja. En el presente caso, el contenido de material senescente fue prácticamente nulo, de tal forma, la disponibilidad, aún no expresada como tal, fue principalmente MS-verde. Asimismo, durante el estudio la disponibilidad promedio fue de 10.9 y 12.2 kg MS/100 kg PV en las pasturas testigo y asociada, respectivamente, lo que cae dentro del amplio rango citado. Además, la disponibilidad promedio fue de 5.0 y 5.8 veces el consumo de materia seca estimado mediante la técnica de Cr2O3-digestibilidad in situ (Cuadro 3).

Las tasas de utilización de la MSP del presente experimento fueron 14.0 y 11.5 % para PN y PNA, respectivamente. Previamente, Monsalve et al(19) estimaron tasas de utilización de 11.4 y 13.6 % para los mismos tratamientos, valores que concuerdan en lo general con la literatura, que indica bajos niveles de utilización para pasturas tropicales, de entre 10 y 40 %(19).

La MSP puede influir por si misma sobre el consumo y la producción de leche. Cowan y O'Grady(20) mostraron que la producción de leche por vaca era constante cuando la MSP>2,500 kg/ha, pero que por debajo de los 2,000 kg tanto el consumo y el tiempo de pastoreo se reducían. Por lo tanto, en el presente experimento las vacas en ambos tratamientos no estuvieron expuestas a niveles deficitarios de MSP que limitaran el consumo voluntario (Cuadro 2).

La calidad de la MSP fue suficientemente alta como para no presentar límites al consumo de forraje. Los valores de PC estuvieron en todos los casos por arriba del rango crítico de 6 a 8 % por abajo del cual una deficiencia de N para los microbios ruminales es más probable y podría reducir el consumo. Asimismo, los valores de digestibilidad de la MO estuvieron en la parte alta del rango para pasturas tropicales, con o sin leguminosas, citado por Minson(3). Esto concuerda con otros resultados(21) para el valor nutritivo de muestras obtenidas imitando manualmente el pastoreo de los componentes gramínea y leguminosa de dos asociaciones de gramíneas con A. pintoi, pastadas a dos cargas animales.

En las vacas fistuladas al esófago, la tasa de bocados fue mucho menor, y el tamaño de bocado mucho mayor que en los animales intactos. Las grandes diferencias podrían deberse a las distintas formas de generar tal información, pues las 8 vacas intactas no se dietaron y por ende, sus patrones de apacentamiento fueron los usuales. Por otro lado, las dos vacas fistuladas del esófago, se dietaron por varias horas antes del muestreo, lo cual interrumpió sus patrones normales de conducta de alimentación al pastar.

Hess et al(22) compararon los contenidos de leguminosa de novillos fistulados al esófago e intactos, cuando pastaron una asociación B. humidicola/A. pintoi y encontraron que los animales fistulados seleccionaron a favor de la leguminosa en las épocas de lluvias y sequía, en tanto que los intactos seleccionaron en contra de la leguminosa en las lluvias, pero a favor en la sequía. Los novillos fistulados se dietaron durante la noche, antes de colectar la extrusa, en tanto que los intactos no, sugiriendo la posibilidad de la dieta nocturna alterara la selectividad del novillo. En el presente estudio las vacas seleccionaron a favor de la leguminosa, lo cual concuerda con lo encontrado por Ibrahim(21) cuyos novillos se comportaron de manera similar.

Las diferencias entre tratamientos en PC y DISMO fueron muy evidentes y pueden atribuirse a la contribución significativa de A. pintoi a la composición botánica de la extrusa (Cuadro 2, Figura 1). La relación observada entre el contenido de A. pintoi y el contenido de PC de la extrusa es parecida a la encontrada por Ibrahim(21), que colectó extrusa de novillos fistulados al esófago que pastaron una asociación de B. brizantha/A. pintoi en Costa Rica. Lo anterior sugiere que dicha leguminosa tiene la capacidad de mantener su contenido de N en diferentes ecosistemas y condiciones de manejo, la cual es una característica deseable si se desea mejorar pasturas de gramas nativas o pasturas degradadas de gramíneas introducidas.

Existen pocos informes de la literatura sobre los niveles de consumo de MS o MO de pasturas asociadas. En la misma estación experimental, Fernández et al(23), emplearon el método agronómico de la diferencia para estimar el consumo de MS y no encontraron diferencias estadísticas entre pasturas de gramas nativas solas, con un rango de 2.53 ± 0.65 a 4.51 ± 0.69 kg MS/100 kg PV, y asociadas con A. pintoi, cuyo rango fue de 2.52 ± 1.05 a 3.34 ± 0.82 kg MS/100 kg PV. Por su parte, Alonso-Díaz et al(24) emplearon la misma técnica en una pastura de gramas nativas, por un periodo de tres años, y encontraron un consumo promedio de 2.3 ± 1.5 kg MS/100 kg PV. En el presente estudio, el consumo de forraje de ambos tratamientos estuvo dentro de lo esperado para pastos tropicales(25).

A. pintoi no fue capaz de estimular el consumo de forraje, sustituyendo sólo a la gramínea. El mayor contenido de PC y mayor digestibilidad de la dieta sugeridos por los análisis efectuados en la extrusa de la asociación, hubiesen sugerido mayor consumo, lo cual no ocurrió. La transferencia neta de proteína del alimento a los intestinos del rumiante en pastoreo con frecuencia no es completa y hay pérdidas ruminales al exceder el valor de 210 g de PC/ kg de MO digestible(26). En el presente estudio, PN y PNA presentaron 165 y 223 g PC/kg de MO digestible, respectivamente, lo que sugiere que en la asociación ocurrieron pérdidas netas en transferencia de PC, por deficiencia de energía en el rumen. Se ha afirmado(26) que si las leguminosas logran incrementar el consumo en 30 %, podrían proveer suficiente proteína al intestino como para aumentar la producción de leche en 2.6 kg/vaca/día. Esto no ocurrió en el presente experimento, donde el consumo fue menor en las pasturas asociadas.

La inhabilidad de A. pintoi para mejorar el consumo de MO, sugiere que se deben probar alternativas nutricionales que permitan usar eficientemente la proteína extra que consumen las vacas. Agregar grano de maíz a la dieta no sólo aumentaría directamente el consumo de MO, sino también proveería más energía digestible para evitar el desperdicio de PC en el rumen(26). Tal alternativa funcionaría a nivel individual, más debe ser valorada económicamente antes de probarla experimentalmente.

La estimación del consumo de MO a partir de la conducta de alimentación produjo valores menores de consumo que la técnica de Cr-digestibilidad in situ, siendo el consumo en PN significativamente mayor que en PNA por 31 % (Cuadro 2). No obstante, los valores de consumo por este método están dentro del amplio rango esperado para pasturas tropicales(3). El uso combinado de vacas intactas y fistuladas para estimar tiempo de pastoreo y tamaño de bocado, respectivamente, provocó sesgos en la estimación de consumo. De ahí que las estimaciones de consumo voluntario empleando animales intactos (sin cirugías) y marcadores son la mejor alternativa para estudiar el consumo de forraje en pastoreo.

En la pastura asociada, las vacas encontraron más MS presente, lo que les permitió obtener un bocado más grande que en la pastura testigo de gramas nativas, reduciendo su tasa de bocados en el primer caso, y aumentándola en el segundo (Cuadro 2), lo cual llevó a que la tasa de alimentación de PN (24.1 g MO/min) fuera ligeramente superior a la de PNA (21.1 g MO/min); esto, en combinación con un tiempo de pastoreo sólo 13 min mayor, llevó a una diferencia en consumo de 1.4 kg de MO/vaca a favor del testigo.

Los rumiantes dietados por varias horas presentan un mayor impulso para pastar, evidenciado por una mayor tasa de consumo, que aquellos animales que no han sido dietados(27). El dietado también altera los patrones alternos de apacentamiento y rumia y lleva a mayores tiempos de pastoreo, pero no a diferencias en tamaño de bocado(28). Sin embargo, Chacón y Stobbs(29) afirmaron que el efecto del dietado nocturno era pequeño en comparación con las características de la pastura, pero indicaron que el tiempo de dietado debe ser el mínimo necesario para obtener una tasa de alimentación satisfactoria. Además, el protocolo de muestreo debe interrumpir el pastoreo sólo por el tiempo necesario para colocar bolsas colectoras y obtener la extrusa esofágica. Investigadores brasileños, han obtenido buenos resultados no dietando las vacas fistuladas al esófago(30,31).

El menor tiempo de rumia presentado por la asociación, hubiese sugerido una mayor rapidez de degradación física del forraje pastado y por consiguiente un mayor consumo, producto de una tasa de paso del alimento más acelerada, lo cual no sucedió. Entonces, en pasturas asociadas de gramíneas y leguminosas herbáceas como la presente es necesario estudiar qué factores afectan la rapidez con que pasa el forraje ingerido a través del tracto gastrointestinal del animal y que están limitando el consumo.

El tiempo que los animales experimentales estuvieron fuera de las pasturas fue en promedio 265 min/día; el tránsito de ida y vuelta a la sala de ordeño fue de 30 min, alrededor de 10 min en el ordeño y 60 min para amamantar el becerro. Esto dejó mucho tiempo "muerto" tanto antes que las vacas fueran ordeñadas y después del amamantamiento; este periodo es mucho mayor al periodo de ordeño de 120 a 130 min informado por Cowan(32). Este factor redujo sin duda el tiempo de pastoreo de las vacas del presente estudio.

Un experimento de pastoreo de corta duración como el presente, no es representativo del desempeño productivo animal de un ciclo completo de producción(33). No obstante, permite relacionar el desempeño a corto plazo con características de la pastura que permitan identificar el tipo de opciones de manejo que optimicen la adquisición de forraje por el rumiante(25).

Las diferencias entre tratamientos en leche vendible y leche consumida por el becerro no fueron significativas, pero sí lo fueron en leche total. El mayor consumo de nutrientes en la pastura asociada producto de un mayor valor nutritivo, fue el factor responsable de tal diferencia(34).

El valor nutritivo de la extrusa esofágica de las vacas que pastaron la asociación fue superior a la de las gramas nativas sin leguminosa. Sin embargo, no existieron diferencias entre tratamientos en consumo de MO, por lo cual el consumo de PC y MO digestible fue mayor en la asociación, y en consecuencia, en una producción total de leche mayor.

Este tipo de estudios debe considerar la variabilidad climática dentro y entre años. Por lo mismo, debe realizarse en épocas climáticas representativas (lluvias, nortes, sequía) y repetirse por al menos dos años. Esto permitirá corroborar si introducir la leguminosa a la pastura nativa es una alternativa viable para incrementar la producción de leche y becerros en los sistemas de doble propósito del trópico mexicano.

 

AGRADECIMIENTOS

Al Sistema de Investigación del Golfo de México del CONACyT por apoyar al proyecto "Mejoramiento de un pastizal nativo con la leguminosa Arachis pintoi CIAT 17434" del cual la presente investigación formó parte. A los árbitros porque sus valiosas sugerencias ayudaron a mejorar significativamente la presente nota.

 

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