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Revista mexicana de ciencias agrícolas

versão impressa ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.14 no.5 Texcoco Jun./Ago. 2023  Epub 15-Set-2023

https://doi.org/10.29312/remexca.v14i5.3062 

Artículos

Contexto de la mujer en la agricultura de Baja California Sur

Manuel Arturo Coronado-García1 

Manuel Benjamín Mayoral-García1  § 

Isaac Shamir Rojas-Rodríguez2 

Alma Brenda Leyva-Carreras2 

Sergio Ramón Rossetti-López2 

1Universidad Autónoma de Baja California Sur. Carretera al Sur km 5.5 Col. Mezquitito, La Paz, Baja California Sur, México. CP. 23080. (mcoronado@uabcs.mx).

2Universidad de Sonora. Blvd. Luis Encinas J, Calle Av. Rosales, Centro, Hermosillo, Sonora. CP. 83000. (shamir.rojas@unison.mx; alma.leyva@unison.mx; sergio.rossetti@unison.mx).


Resumen

La presente investigación permitió conocer los factores que inciden en la productividad de las mujeres en la agricultura, así como explorar las condiciones de trabajo existentes, que también pudieran impactar el rol de la mujer en su ámbito productivo. El estudio se realizó en el año 2019. El objetivo de este trabajo fue identificar los principales problemas que vive la mujer con respecto a los hombres en el sustento de los hogares y desempeños en actividades agrícolas. Para ello, se realizó un estudio descriptivo de enfoque mixto aplicado en dos regiones agrícolas de BCS, recopilándose información mediante encuesta. Los resultados muestran diferencias en relación con los ingresos, las jornadas laborales, la administración del gasto familiar y el tiempo que destinan al trabajo doméstico. El trabajo concluye que no existe igualdad, por lo que es importante propiciar el valor de las personas de ambos sexos en la dinámica social de las comunidades analizadas.

Palabras claves: actividades agrícolas; diferencias laborales; equidad de género; mujer rural

Abstract

This research allowed us to know the factors that affect the productivity of women in agriculture, as well as to explore the existing working conditions that could also impact the role of women in their productive environment. The study was conducted in 2019. The objective of this work was to identify the main problems experienced by women with respect to men in the sustenance of households and performance in agricultural activities. To this end, a descriptive study of mixed approach was carried out, which was applied in two agricultural regions of BCS, collecting information through a survey. The results show differences in relation to income, working hours, management of household expenses and time spent on domestic work. The work concludes that there is no equality, so it is important to promote the value of people of both sexes in the social dynamics of the communities analyzed.

Keywords: agricultural activities; gender equity; labor differences; rural women

Introducción

El sector agrícola en América Latina y el Caribe tiene pocas mujeres en cargos de explotaciones (8-30%) y la mayoría de los beneficios van dirigidos a hombres, limitando el acceso de las mujeres a recursos y tecnología (FAO, 2016). Aunque se ha propiciado el acceso de las mujeres a la participación en el sector, aún existen marcadas diferencias en las condiciones laborales y salariales en comparación con los hombres. Las mujeres suelen tener asignadas funciones específicas y realizan más horas de trabajo tanto remunerado como no remunerado, lo que las limita en su desarrollo económico (Chiappe, 2005).

La FAO (2004) destaca que las mujeres son fundamentales en la economía rural, pero no se les valora ni reconoce como tal. La discriminación de la mujer en relación con el hombre es un problema serio que persiste a pesar de los esfuerzos del gobierno y organizaciones sociales en México. Este fenómeno se refleja en distintos ámbitos, incluyendo el laboral y las oportunidades de superación. En el sector rural, donde la mujer representa 43% de la fuerza laboral agrícola, enfrenta desigualdades debido a que su trabajo es desvalorado y se la considera responsable del cuidado del hogar y la reproducción (FAO, 2011). A pesar de esto, la mujer es agente de cambio y una pieza clave en el desarrollo sustentable, social y económico (Chinchilla, 2018).

Lahoz (2011), señaló que las mujeres son responsables de la mitad de la producción alimentaria del mundo y producen entre un 60 y un 80% del alimento en los países en desarrollo, ya que desempeñan un papel tan importante en el sistema alimentario, que de ellas depende en la seguridad alimentaria de las familias. Por otro lado, la FAO (2011), indicó que si las mujeres tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos productivos incrementarían en un 20 a 30% los rendimientos de sus unidades productivas lo cual llevaría al aumento de la producción agrícola de un 2.5 - 4% en países de desarrollo. La importancia de la participación de la mujer no solo radica en temas productivos, sino, además, son las que principalmente participan en la responsabilidad de comprar y preparar los alimentos, así como de cuidar el hogar, a los hijos, a familiares enfermos y ancianos, entre otras tareas domésticas, que representan una carga de trabajo no remunerado, lo cual se traduce en un claro ejemplo de la desigualdad de género.

Retomando los resultados del estudio de Ramírez (2012), las mujeres del sector rural de México y Centroamérica están en desventaja en comparación a los hombres al no recibir una recompensa económica adecuada por sus actividades, pese a que trabajan más horas en el campo, siendo la jornada media semanal, para los hombres de 58.5 h, en tanto que para las mujeres es de 88.7 h. Casi 60% de las mujeres rurales ocupadas trabaja por cuenta propia o familiar no remunerado, en tanto que algo más de 28% se desempeña como asalariada en el sector privado (OIT, 2014).

De igual forma de dan notables diferencias en cuanto a la tenencia de la tierra; en América Latina y el Caribe, la relación entre hombres y mujeres dueños de tierra es del 80% para los hombres y 20% para las mujeres (Cliche et al., 2015). La investigación busca identificar las condiciones laborales de las mujeres rurales en el Valle Agrícola del Municipio de La Paz en BCS, para diseñar estrategias que permitan mitigar los problemas a los que se enfrentan y fomentar el valor hacia la población femenina. Se busca identificar los principales problemas y proponer soluciones para generar bases y estrategias de investigación.

El estudio se basa en las experiencias de mujeres y hombres que trabajan en actividades agrícolas en la región, con el objetivo de identificar los problemas que enfrentan las mujeres en el sustento de los hogares y su desempeño en las actividades agrícolas. Se busca formular estrategias que favorezcan la igualdad de género en el sector y aumenten la eficiencia y productividad de las mujeres, mejorando sus condiciones de vida y las de sus familias sin discriminación. La participación de la mujer en el área rural es cada vez mayor y es importante explorar las condiciones de trabajo existentes y los factores que inciden en su productividad.

Materiales y métodos

El presente estudio fue de tipo descriptivo y de enfoque mixto, debido al manejo de variables numéricas y de atributos de la población analizada. La investigación se realizó en el Ejido Melitón Albáñez Domínguez ubicado en el municipio de La Paz en el estado de Baja California Sur en las coordenadas geográficas latitud 23.661667 y longitud -110.420833 a una mediana altura de 25 msnm, durante 2019. Se eligió esta comunidad debido a que en ella predomina la actividad agrícola.

La población de estudio fueron mujeres y hombres mayores de edad que participan en las actividades agrícolas, las cuales se delimitaron en tamaño mediante calculo muestral utilizándose la fórmula propuesta por Galindo (1998), para estudios dentro de las ciencias sociales:

n= N pqME2NC2 N1+PQ

El universo de población se integró por N= 1 154 personas, tanto hombres como mujeres (Giovannelli, 2016) y la muestra generada fue de n= 50 personas.

La recolección de la información se realizó mediante la técnica de encuesta, considerándose las variables: sexo, edad, estado civil, nivel de estudio, puesto de trabajo, horas laboradas por día, ingreso mensual, dependientes económicos, tipo de contrato laboral, tipo de servicio médico, problema laboral debido al género, administración de gasto familiar, horas de trabajo doméstico, identidad laboral (clima laboral). El instrumento de captación de datos (cuestionario) incluyó preguntas dicotómicas, de opción múltiple y abiertas. Para analizar y presentar los datos se hizo uso del programa Microsoft Excel y del software SPSS (BM SPSS Statistics 20.0) para clasificar y analizar la información.

Resultados

Se entrevistaron a un total de 50 personas, 54% representa a las mujeres y 46% a los hombres. El rango de edad de las mujeres entrevistadas fue de 20 a 56 años, el de los hombres fue similar ya que el rango de edad fue de 20 a 50 años. En lo que se refiere al estado civil, 46% de los entrevistados menciono estar en unión libre, las personas casadas estuvieron representadas por 38% y 16% dijeron estar solteros. En lo que respecta al número de hijos, de los 50 entrevistados, se obtuvo que 34% tiene dos hijos, seguido de las personas que tienen tres hijos representados por 28%, las personas con un hijo representan 24%, 6% de ellos tiene más de cuatro hijos, mientras que 8% restante dijo no tienen ningún hijo.

Por otra parte, se encontró que las personas en su mayoría provienen de otros estados de la república mexicana: Sinaloa 10%, Veracruz 52% y Oaxaca 16%. Como se puede observarse en la Figura 1, solo 2% de los entrevistados pertenecen a Baja California Sur. Del total de personas, 96% tienen un contrato laboral escrito que representan 96%.

Figura 1 Lugar de origen de los trabajadores. 

El 90% las personas encuestadas dijeron que su empleador les proporciona servicio médico a través del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), siempre y cuando cumplan con sus días de trabajo obligatorio que son seis días a la semana. Mientras que 10% dijo que no cuentan con ningún tipo de servicio médico. Otro aspecto que se abordó en la encuesta fue la discriminación de género, y tanto hombres como mujeres respondieron no haber experimentado discriminación laboral a causa de ello. Además, se les cuestionó si se sentían cómodos con sus compañeros y con el trabajo, 82% respondió que sí y 18% dijo no estarlo.

Dentro de las razones por las que se sienten cómodos se encontraron que el trabajo es tranquilo y no les piden mucho esfuerzo, también mencionaron llevarse bien con sus compañeros de trabajo. Las razones por las que se sienten incómodos fueron porque sus compañeros son problemáticos y algunos tienen adicción a las drogas o porque el trabajo es muy pesado. En lo que respecta al nivel de estudio se encontró que las mujeres han cursado más años de estudio que los hombres (Figura 2), excepto en la primaria donde hay más hombres que concluyeron ese nivel. Se encontró que solo una mujer de las encuestadas ha cursado una carrera técnica, pero en contraste se obtuvo que hay más mujeres que hombres que no estudiaron.

Figura 2 Nivel de estudio de los trabajadores. 

El 59% de las mujeres encuestadas mencionaron que en su trabajo realizan actividades relacionadas con la recolección de tomate y chile, también 33% de ellas mencionaron llevar a cabo el monitoreo de plagas, y solo dos mujeres dijeron que trabajaban en guardería. Por otra parte, 17% de los hombres encuestados dijeron que han trabajado en la recolección de chile y tomate. También los hombres trabajan en actividades relacionadas con el riego, mantenimiento de invernaderos y operan maquinaria, como tractores y camiones que llevan la fruta y al personal agrícola.

Se encontró que las jornadas de trabajo al día van de 8 a 12 h. En la Figura 3, se puede apreciar que entre más aumentan las horas de trabajo menos son las mujeres que laboran esas horas, caso contrario ocurre con los hombres. Lo anterior indica que las mujeres solo realizan el trabajo de una jornada laboral normal sin realizar horas extras.

Figura 3 Jornadas de trabajo diario. 

Respecto a los ingresos, en la Figura 4 se puede observar que los hombres son más altos que los de las mujeres, los salarios de las mujeres no sobrepasan el $1 600.00 semanal a diferencia de los hombres que llegan a presentar ingresos hasta de $2 600.00.

Figura 4 Ingreso semanal por sexo. 

Referente al trabajo doméstico, 78% de los hombres no realizan ni una hora de esta actividad (Figura 5) y 22% restante trabaja de 1 a 4 h en casa. Todas las mujeres realizan entre 1 o 6 h de trabajo en casa.

Figura 5 Horas dedicadas al trabajo doméstico por sexo. 

En cuanto al destino de los ingresos, tanto hombres como mujeres los destinan en mayor medida a la alimentación, como se puede apreciar en la Figura 6. Por lo que se puede decir que la mayoría de las mujeres que trabajan en el sector realizan dichas actividades para satisfacer necesidades básicas y no solo como una alternativa de ingreso.

Figura 6 Destino de los ingresos por sexo. 

Sobre quien lleva a cabo la administración del gasto familiar, es la esposa quien en la mayoría de los casos realiza dicha tarea, como se muestra en la (Figura 7).

Figura 7 Administrador del gasto familiar. 

Análisis Inferencial, Sexo de los entrevistados en relación a su comodidad en el trabajo. Al realizar el cruce de las variables sexo y comodidad en el trabajo, después de hacer la prueba de chi-cuadrada, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en ambos grupos. Sin embargo, si existe una diferencia en la proporción de hombres que se sienten incómodos con sus compañeros de trabajo, lo cual puede obedecer a la situación de que los hombres se incomodan al sentir que las mujeres realizan sus mismas funciones (Chiappe, 2005) (Figura 8).

Figura 8 Comodidad por sexo. 

Como se observa en el Cuadro 1, a un nivel de significancia de alfa 0.05 no existe significancia estadística en la prueba de chi-cuadrada al obtener un valor-p .094. Lo que significa que si bien existen diferencias en la proporción de hombres y mujeres que sienten comodidad e incomodidad en el trabajo, los resultados de la prueba indican que no se puede concluir que las variables estén asociadas. Se realizó un análisis exploratorio de las variables sexo de los entrevistados y horas de trabajo. Para este análisis se utilizó el diagrama de caja para ambos grupos.

Cuadro 1 Pruebas de chi-cuadrado. 

Pruebas Valor df Significación asintótica (bilateral) Significación exacta (bilateral) Significación exacta (unilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 2.803a 1 0.094
Corrección de continuidadb 1.801 1 0.18
Razón de verosimilitud 2.924 1 0.087
Prueba exacta de Fisher 0.112 0.089
Asociación lineal por lineal 2.747 1 0.097

Con base al análisis de los datos que describen el comportamiento de la jornada laboral en ambos sexos, aparentemente las mujeres son más consistentes en su labor, como puede apreciarse en la Figura 9. En este sentido, los datos contextualizan las aportaciones de Ballara y Parada (2009); Lahoz (2011), quienes resaltan la importancia de la mujer en la productividad.

Figura 9 Horas de trabajo por sexo. 

Se realizó un análisis inferencial con las variables sexo en relación con sus ingresos. Para este análisis se aplicó la prueba de normalidad Shapiro-Wilk, rechazándose la hipótesis nula de normalidad de los datos debido a que en el grupo 1 (mujeres) no hay significancia estadística en la prueba al obtener un valor-p 0.103 superior a un nivel de significancia alfa 0.05. Por lo tanto, se decidió utilizar la prueba U-Mann Whitney para datos no normales (Cuadro 2). Esta prueba arrojó significancia estadística al obtener un valor-p .002 inferior a un nivel de significancia de alfa 0.05. Estos resultados estadísticos son de relevancia en el tema de los ingresos de las mujeres, debido a que se observa una variabilidad, en concordancia con la aportación de Millán (2002) (Figura 10).

Figura 10 Ingresos por sexo. Elaboración con base a encuesta realizada. 

Cuadro 2 Prueba U de Mann-Whitney. 

Prueba Ingreso
U de Mann-Whitney 149.00
W de Wilcoxon 527.00
Z -3.158
Sig. asintótica (bilateral) 0.002
Variable de agrupación: sexo

Discusión

Como lo señala Ruiz y Castro (2011), las mujeres en América Latina presentan los más bajos niveles de educación; sin embargo, los resultados obtenidos muestran lo contrario ya que en el Ejido Melitón Albáñez, las mujeres son las que han alcanzado mayor escolaridad, incluso con carrera técnica, mientras que los hombres no. El número de mujeres y hombres que no estudiaron son similares, solo hay diferencia entre ellos de una persona que no curso ningún nivel.

Autores como Flores (2011), refiere que el trabajo remunerado es una oportunidad de empleo para las mujeres rurales, de manera que puedan obtener ingresos para su sustento y el de sus familias; sin embargo, los salarios son muy bajo lo cual afecta su nivel de vida, tal y como se percibe los resultados de esta investigación, la cual muestra que el salario de la mujer es mucho menor al del hombre. Valdés (2012), menciona que las mujeres en el trabajo agrícolas tienen acceso a empleos temporales que propicia la informalidad del empleo y precarias condiciones de trabajo; sin embargo, en esta investigación se demostró que sí cuentan con un contrato que las respalda tanto a ellas como a los hombres y que, además, tienen asegurado un servicio que vea por su salud.

De acuerdo con Rodríguez (2007), desde las antiguas civilizaciones ha prevalecido una división de trabajo por el sexo; es decir, hombres y mujeres desempeñan diferentes roles en lo laboral. En este sentido, los resultados generados demuestran que las mujeres desempeñan actividades que requieren menor esfuerzo físico como lo es el monitoreo de plagas, el cual consiste en observar para detectar que plagas tiene la planta, también participan en actividades relacionadas con el cuidado de los niños.

En contraste, los hombres realizan actividades de mayor responsabilidad y esfuerzo físico, como operar maquinaria tanto agrícola como camiones que transportan personal, el riego de la plantación, mantenimiento de invernaderos y maquinaria, además desempeñan actividades administrativas relacionadas a la emisión de facturas, cobros y pagos de la empresa. Sin embargo, cabe mencionar que hay actividades que realizan sin importar el sexo, estas actividades son el corte de chile y tomate, así como el empaque de las mismas.

Los resultados subrayan que la mujer puede generar incomodidad en los hombres, que probablemente sea por sentir una especie de invasión a funciones que son consideradas exclusivas de su sexo (Chiappe, 2005). En este sentido, la mujer no deja de ser productiva y consistente en su trabajo, como es resaltado por Ballara y Parada (2009); Lahoz (2011), aun y cuando sus ingresos no correspondan, en algunos casos, a su tiempo y esfuerzo en el trabajo. Retomando a Hernández (2004), quien menciona que la mujer busca la alternativa de emplearse con la finalidad de obtener ingresos extras para su familia, la mayoría de las mujeres entrevistadas destinan sus ingresos para la alimentación familiar, como apoyo al conyugue o como jefas de familia.

Según la ONU (2016) y el IMECAM (2016), las mujeres son clave para obtener seguridad alimentaria, nutricional, generar ingresos y mejorar los medios de subsistencia y el bienestar de sus hogares, quizá se deba a ello que en esta investigación se encontró que las mujeres son las responsables de administrar el gasto familiar, y se ven obligadas a ver principalmente por el bienestar de su hogar antes que el de ellas. Lejos de ser un atributo con el que cuentan es una responsabilidad extra que se les asigna.

Según la FAO (2006); Flores (2011), las mujeres son las encargadas de realizar el trabajo doméstico, el cual no es valorado ni remunerado; en este caso coincide, ya la investigación describe que mayormente son las mujeres las que se encargan de las tareas domésticas, que incluyen el cuidado de los hijos, preparación de alimentos, lavar ropa y loza, aseo del hogar, entre otras; por otra parte, tres cuartos de los hombres encuestados dijeron no realizar ni una hora de tareas en casa, lo cual representa una evidente diferencia entre el rol que desempeñan hombres y mujeres.

Según Hernández (2004) las actividades más comunes en las que se involucra la población femenina en el medio rural son las que les permiten tener un horario accesible para poder desempeñar sus actividades domésticas, mismo caso se suscitó en la investigación ya que la mayoría de las mujeres mantienen un horario de actividades entre 8 y 9 h, lo cual confirma que la mayoría de estas mujeres realizan actividades que les permitan obtener ingresos sin descuidar el hogar.

Por último, en congruencia con Gámez-Wilson y Boncheva (2010), quienes señalan que en el estado existe una fuerte inmigración, esta debe ser a la oportunidad que representa las actividades agrícolas ya que, según los resultados, 90% de las personas que se encuestaron y que laboran en la agricultura, provienen de otros estados de la república, atraídos porque en el estado aspiran a mejores condiciones de empleo y salarios que en sus lugares de origen.

Conclusiones

Se identificaron cuáles son las condiciones laborales de la mujer en las actividades agrícolas, como la desigualdad de género. Condiciones laborales desfavorables en las zonas rurales del estudio, a pesar de que desempeña diferentes actividades agrícolas aún no existe esa equidad de género, al no poder acceder a ciertos puestos laborales, tener menores ingresos y al realizar mayor trabajo no remunerado, ya que además de ser el sustento de su familia tiene que desempeñar tareas como lo es el trabajo doméstico y ser la administradora del ingreso familiar, lo que implica más carga de trabajo y tiempo, limitándola a poder acceder a trabajos que requieran más tiempo el cual pueden ser mejor pagados.

Es importante reconocer y valorar el trabajo que desempeñan las mujeres, realizando acciones y proyectos de desarrollo basados en sus verdaderas necesidades de manera que se les pueda otorgar la oportunidad de demostrar sus capacidades y habilidades, donde no solo se realicen políticas institucionales de género, si no se ataque desde más a fondo, es decir desde la sociedad misma, de manera que se cree conciencia de lo desvalorada que es la mujer de acuerdo a las actividades que desempeña y que no son tomadas en cuenta, pero sobre todo de los beneficios que puede traer consigo si se le brinda la oportunidad de estar a la par con el hombre en el ámbito laboral y social, ya que para otorgarle el valor que realmente merece es necesario que se erradique la brecha de genero ante la sociedad.

Es importante generar compromisos y responsabilidades tanto sociales como institucionales desde una política municipal para diseñar y financiar proyectos con una visión más amplia donde se susciten las soluciones a los problemas que presentan las mujeres en la región.

Por otra parte, se debe acabar con la cultura arraigada que existe del machismo, por lo que los hombres deben considerar y compartir las tareas domésticas con las mujeres. Por tanto, con base en los hallazgos obtenidos se ha logrado afirmar la hipótesis de la investigación ya que la mujer como trabajadora agrícola es valorada a medida que disminuye la discriminación de género hacia ellas.

Bibliografía

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Recibido: 01 de Febrero de 2023; Aprobado: 01 de Mayo de 2023

§Autor para correspondencia: mmayoral@uabcs.mx

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