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Revista mexicana de ciencias agrícolas

versión impresa ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.9 no.1 Texcoco ene./feb. 2018

https://doi.org/10.29312/remexca.v9i1.859 

Ensayos

La perspectiva de las mujeres, jóvenes y adultos mayores ante la nueva ruralidad

Rosa Estela Gómez Rojo1  § 

José Alfredo Castellanos Suárez1 

1Universidad Autónoma Chapingo. Carretera México-Texcoco km 38.5, Chapingo, Texcoco, Estado de México, México. CP. 56230. Tel. 01(595) 9521500. (josealfredocs@yahoo.com.mx).


Resumen

¿A qué se le atribuye una nueva ruralidad? Existe mucho debate sobre la nueva ruralidad, por un lado, se le atribuye como un actual estudio para las cuestiones agrarias, estimulando nuevas investigaciones en las transformaciones rurales o simplemente es un nuevo concepto que ganó popularidad a lo que ya existía. El término se volvió más común y se usó inadecuadamente para fines políticos y para promover la legitimidad de ciertas acciones. Se analiza el concepto de nueva ruralidad y el impacto que ha tenido a través de tres actores sociales, que no eran tan mencionados en estudios de antaño sobre cuestiones del campo: las mujeres, jóvenes y adultos mayores, vistos como nuevos actores o simplemente se encontraban invisibilizados en las tareas del campo.

Palabras clave: adolescentes y adultos mayores; mujeres; nueva ruralidad; relación rural-urbano

Abstract

What is a new rurality attributed to? There is much debate about the new rurality, on the one hand it is attributed as a current study for agrarian issues, stimulating new research in rural transformations or simply a new concept that gained popularity to what already existed. The term became more common and was used improperly for political purposes and to promote the legitimacy of certain actions. The concept of new rurality is analyzed and the impact it has had through three social actors, which were not mentioned in studies of yesteryear on issues of the field: women, young people and older adults, seen as new actors or simply were invisible in the tasks of the field.

Keywords: adolescents and older adults; new rurality; rural-urban relationship; women

Introducción

El ser humano se ha sumergido en una etapa del capitalismo llamada globalización, donde lo que interesa es poner precio a la naturaleza y sus recursos. Se está en una etapa de destrucción ambiental y humanitaria, inconscientes de las consecuencias. La tierra es, ha sido y será un activo económico esencial en las sociedades rurales, pero su valor monetario no es el único ni el más importante para muchas personas. Se le ha puesto precio a los recursos naturales, entre ellos a la tierra vista como propiedad, mercancía y no como el espacio donde actores humanos reproducen la vida en comunidad, constituyendo el espacio social en el que una cultura puede transmitirse de generación en generación, existiendo una relación entre hombre y naturaleza, cuyo bienestar depende de la existencia de un saludable equilibrio entre esos dos elementos.

El proceso de globalización ha aumentado las presiones competitivas sobre la agricultura y ha mecanizado la explotación agrícola, lo cual ha ampliado y profundizado las relaciones capitalistas de producción en el campo y ha disminuido las oportunidades de empleo para los trabajadores agrícolas, empeorando las condiciones del empleo rural.

Kay (2009) sostiene que las transformaciones del sector rural tienen tal relevancia desde la globalización neoliberal, que requieren de un replanteamiento de toda la disciplina de sociología rural. El problema es que se utilizan como un marco de análisis de nuevas investigaciones, sobre los cambios que ha provocado la globalización, destacando ciertos problemas que han sido ignorados, pero que ya existían, retomándolos como nuevos. Queriendo dar solución, al grado de querer combatir la pobreza originada por una globalización desigual que hacen propuestas o implementando soluciones que solo ha afectado más al campo.

Ruralidad y modernidad

El concepto de ruralidad, este es tan vieja como los primeros asentamientos humanos, sobre todo si se considera por el número de habitantes; en el caso de México la definición oficial de ruralidad depende de la situación demográfica alrededor de 2 500 habitantes. En otros casos como Chile, depende de los asentamientos y ocupación que van de 1 000 hasta 2 000 con un PEA de 50% en actividades primarias. En Honduras, Panamá y Nicaragua se basan en el número de población y escases de servicio (Castro y Reboratti, 2008). La diferencia y particularidad entre lo rural y lo urbano concreta el ámbito de pertinencia de una serie de acciones estatales en diferentes sectores de la sociedad: se habla frecuentemente de educación rural, créditos rurales, caminos rurales, salud rural, pobreza rural, desarrollo rural, sin que la definición de lo rural haya sido cuestionada.

Existen varios métodos que tienen sus ventajas y desventajas para denominar a una población rural; no hay un concepto lineal y nada en sí, que pueda dar una definición exacta de lo que es ruralidad. El problema es que la definición de lo rural se encuentra como categoría de lo urbano, por lo cual el espacio es diferenciado en forma no neutral. Esta visión comenta Castro y Reboratti (2008) tiende a separar a la sociedad en dos términos: lo rural como atrasado, pobre, aislado, de cambios lentos, atado a la naturaleza y a la producción primaria; lo urbano como rico, moderno, dinámico, industrial y conectado con el mundo.

En la nueva ruralidad sobresalen los diferentes aspectos de las transformaciones rurales, matizando que hay un cambio en las actividades rurales y donde le dan importancia a los empleos no agrícolas para obtener mayores ingresos como estrategias de sustento de los campesinos o trabajadores agrícolas. Bengoa (2003) afirmar que la existencia de una nueva ruralidad significara que a lo menos se han producido cambios fundamentales de importancia, nuevos sujetos, nuevas relaciones productivas y nada nos dice que aquello ocurra de una manera homogénea y definitiva. En el caso de Gómez (2002) comenta que si hay muchas transformaciones significativas en el sector rural, su conclusión final es que quizás, lo nuevo es que ahora se mira una realidad que antes se ignoraba.

La nueva ruralidad viene siendo la evolución de la ruralidad, los cambios y transformaciones que este ha tenido en el espacio rural, relacionado con la ciudad y la sociedad en general. Kay (2009) comenta que la nueva ruralidad se interpreta como una forma de reconsiderar el desarrollo rural en términos de una variedad de normativas, tales como lograr reducir la pobreza (provocada por una globalización desigual), la sustentabilidad ambiental (que es una forma de poder explotar los recursos naturales), la equidad de género (un sector ya existente en el campo, más sin embargo no visible), la revaluación del campo (siempre se ha peleado por ello), su cultura (la nueva culturalización globalizada enfocada desde una occidentalización) y facilitando a la gente la descentralización y la participación social, superar la división rural- urbana ¿superar lo rural y volverse urbano? y garantizar la viabilidad de la agricultura campesina (enfocada a un mercado capitalista competitivo, mecanizado, transgénico, afectando al campesino).

La nueva ruralidad ha traído consigo nuevos actores sociales, nuevas relaciones sociales, nuevos escenarios rurales, más bien se considera que estos nuevos escenarios han sido en un aspecto desigual que su consecuencia sea el empobrecimiento y la desaparición del campesinado; no es que de repente aparezcan nuevos actores sociales en lo rural, sino que se ha permitido la visualización de personajes ya existentes pero antes invisibilizados, como es el caso de las mujeres, jóvenes y adultos mayores, estos se han detectado en las actividades agrícolas, la integración de lo rural y lo urbano, el papel de las migraciones y las remesas, entre otras.

Mujeres

La literatura da cuenta de la participación de la mujer en la agricultura mexicana en las últimas tres décadas, ha sido a partir de los ochenta y noventa cuando se empieza a visibilizar esta situación. La mujer entra en esta participación del campo rural en un ámbito económico, pues cuida la parcela o vende lo que produce. González (2002) en su artículo visibiliza el momento en que se empiezan hacer estudios de la participación de la mujer en el campo mexicano, entrevé los programas del gobierno para el campo y estudia los roles de las mujeres en la familia.

Aunque este proceso no es totalmente nuevo, sino que corresponde precisamente al hecho que “el trabajo de las mujeres en la agricultura se ha tornado más visible, en parte debido a que las investigaciones y una mejor recopilación de datos han logrado establecer de manera más fidedigna las actividades” (Lastarria, 2002).

La mujer rural no es propiamente una nueva actora en el campo, ya que siempre ha participado activamente en la historia de movilizaciones indígenas y campesinas. Existe una mujer rural con características muy propias, debido a la importancia de la acción individual y colectiva que tienen en la familia y la comunidad.

Los nuevos entornos hicieron evidente el ya existente, pero ahora progresivo incremento de la participación de las mujeres en actividades productivas y comunitarias; pero esta visibilización no se ha dado como resultado de la libre elección de las mujeres rurales, sino fue la consecuencia del abandono y la marginalidad en los cuales el sector rural había caído en el marco del proyecto de desarrollo nacional bajo las políticas neoliberales (Rubio, 1997). El problema es que el proyecto neoliberal no contó con una política diversificada hacia el sector rural, menos con una perspectiva de género.

El impacto de las medidas económicas en la calidad de vida de las mujeres rurales fue sin duda negativo, para contrarrestar este impacto, el gobierno trató de atender a las mujeres con programas asistencialistas (es el caso del programa Progresa y Oportunidades) o trató de incorporar a la mujer en las situaciones laborales. De ahí se crean las empresas sociales que dan cierto autofinanciamiento, evita los problemas del empobrecimiento y exclusión social. Surgen a partir de la necesidad de que el gobierno tiene que dar respuestas o soluciones a diversas demandas sociales, pero se vuelve a lo mismo, la mayoría de estas empresas son para mantener estancadas a una parte del sector social, la mayoría no cuenta con equidad de género y a veces no cuentan con asesoramiento técnico y administrativo.

Villarreal (2000) habla de la mujer-sujeto-de-desarrollo, que son aquellas mujeres que han recibido algún tipo de ayuda, entrando algún programa o crédito por parte del gobierno, donde las hace diferentes y más modernas. Comenta que para esto, el gobierno como las mujeres apoyadas manejan un doble discurso: por un lado el gobierno baja las ayudas o proyectos dirigidos a mujeres para que entren en un desarrollo y progreso por otro, las mujeres siguen catalogándose como sumisas y pobres para que el gobierno les ayude.

Manejando por ambos un discurso que no lleva para empezar a una equidad de género, no las saca de su problema, solo lo cubre superficialmente. Solo se reivindican las problemáticas de la mujer, mas no se arregla el problema. Al final de su texto comenta la noción mujer- sujeto- de- desarrollo atribuye a una identidad basada en la carencia y conlleva una serie de implicaciones en términos de poder, control y regulación, donde las mujeres y académicos reproducen estos modelos al acudir a distintos guiones en sus prácticas discursivas, de políticos y operadores de proyectos de desarrollo con intereses diversos (Villarreal, 2000).

Migración y remesas

La crisis ocupacional de los pobres, empeorada por el endeudamiento y la globalización neoliberal, ha aumentado la migración a través de las fronteras a otros países. La decisión de migrar con frecuencia es parte de una estrategia de subsistencia del grupo familiar y a menudo involucra a los miembros más jóvenes de la familia. La mayoría de los trabajadores que migran envían remesas a sus familiares, aunque éstas empiezan a espaciarse con el transcurso de los años. La migración masculina y la inseguridad de las remesas obligan a mujeres rurales a participar activamente en esferas productivas y comunitarias, antes no consideradas por ellas.

Hoy en día gracias a las remesas las mismas mujeres campesinas ponen a trabajar el campo, comprando semillas, contratando tractores, jornaleros, etc. Quitándole un peso de encima al gobierno, pues hasta cierta forma, la migración les resulta provechosa con la entrada de divisas, reducción del número de pobres, reduce las posibilidades de conflictos sociales; poco han hecho los gobiernos para remediar el asunto de la migración o para hacer posible un uso más productivo de las remesas.

Aparte de las remesas, la economía rural fuera de lo agrario se ha convertido en una importante fuente de ingreso para la mayoría de los campesinos. Dentro de la nueva ruralidad se hace mención de los trabajos no agrícolas, “considerándose como estrategias de sobrevivencia y como respuesta a la crisis de la economía campesina, deben verse como una nueva forma de integración a la economía de mercado” (Grammont, 2004). Las actividades rurales fuera de lo agrícola se han tornado cada vez más importantes en términos de empleos e ingresos para los habitantes rurales, son mucho más dinámicas, más productivas y generan ingresos que las actividades agrícolas, de ahí que su importancia continúe creciendo en empleos e ingresos, en comparación con las actividades agrícolas.

Se debe cuestionar el impacto de las transformaciones sobre los modos de vida, en la participación de las mujeres en actividades productivas agrícolas y su decisión por ejercer su agencia como actrices del campo buscando múltiples actividades y nuevas estrategias de sobrevivencia. A final de cuenta otra actividad no agrícola puede generar ingresos dentro del núcleo familiar, pero es una forma de expulsión de las mujeres rurales en la agricultura. Si esto es la nueva ruralidad entonces, se reafirma que es la visibilización pero también la desaparición de las mujeres en el campo.

Jóvenes

Los jóvenes del mundo son una mayoría que sufre una invisibilización constante de sus aportes a la actividad económica y a la vida social. Uno de los factores de la disminución de la juventud en el campo es la inserción al mercado laboral, se da a una edad más temprana que en las ciudades, y con ello el abandono escolar. Hombres y mujeres jóvenes incursionan en este mercado mediante la empresa familiar, empresas manufactureras, empresas extractivas de recursos naturales, entre otros. Son presionados a la temprana búsqueda de trabajo, para ayudar a solventar las necesidades básicas de los hogares empobrecidos y más si el ingreso por su trabajo es de corto plazo.

Los asentamientos rurales están propensos a experimentar desposesión, desplazamiento y otras situaciones de inseguridad, como la explotación de los recursos naturales localizados en sus pueblos; donde se instalan grandes industrias extractivas de capital natural (gas o petróleo, agua/tierra), extractivas de madereras, mineras y de hidrocarburos, que degradan del medio ambiente que amenaza los recursos naturales. Venden la idea a los colonos de empleo seguro, salario a corto plazo, prestaciones, etc. Situación que por un lado deslumbra a los jóvenes y por otro se ven obligados por parte de la familia para ingresar a trabajar, para obtener recursos monetarios inmediatos. Situación por la que varios jóvenes desertan de sus estudios.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el abandono escolar dentro de los jóvenes es elevada por diferentes razones, entre ellas por la elevada pobreza en el sector rural que induce a la inclusión prematura de los jóvenes en el mercado de trabajo, de baja calificación y remuneración. Por un lado, los jóvenes abandonan la escuela por ayudar a sus familias y por otro los trabajos a los que pueden aspirar son precarios, es un círculo vicioso de pobreza.

La mayoría de los jóvenes se inclinado por el subempleo y el empleo informal como vías de acceso al mercado de trabajo para obtener algún ingreso; combinando etapas de “desempleo, subempleo, inactividad, contratos temporales o el autoempleo. Tales condiciones provocan un alejamiento de los núcleos que constituyen la base de su formación, percibiéndose un aumento de los problemas sociales asociados al desempleo” (Miranda, 2006).

Marco Antonio Ortiz Salas, dirigente de la Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas (CODUC), alertó que jóvenes campesinos ya no quieren trabajar la tierra y crece su incorporación a grupos delincuenciales ante la falta de oportunidades en sus comunidades. Únicamente un 20% de los jóvenes, hombres y mujeres, se quedan a trabajar en el medio rural, el resto 80% abandona sus comunidades para dirigirse a ciudades urbanas o a intentan cruzar, de indocumentados, a Estados Unidos de América (Ortiz, 2012). La migración de jóvenes a la falta de oportunidades e ingreso en sus comunidades.

Otra causa que incurre sobre la disminución de la juventud rural en sus territorios de origen, es la migración del campo a la ciudad, principalmente en aquellas familias impulsadas por el empobrecimiento del campo, que buscan oportunidades de empleo o ingresos en las ciudades. En parte por el crecimiento del turismo rural, la penetración de los medios de comunicación las noticias e información entre las áreas rurales y urbanas influyen e incrementan distintos valores culturales entre los jóvenes. El creer que en lo urbano existan mejores oportunidades de empleo y desarrollo social que no podrán encontrar en sus comunidades, impulsado por las influencias de los medios de comunicación son atraídos a la urbe “se refleja en el campo la falta de mano de obra joven”.

Ser joven y ser joven del campo es una condición particular, porque en las oportunidades de educación, empleo y salud son desiguales entre jóvenes de distintos territorios, aparte entran en juego factores como la subjetividad, el sustrato étnico-cultural, el género, la pertenencia a un estrato socioeconómico dado y el contexto histórico generacional de cada joven. Las normas, valores, prácticas relacionales y la visión de mundo de los jóvenes, parte de los referentes culturales particulares del grupo social donde éstos viven el proceso de socialización. El ser joven se da en espacios institucionales centrales como la familia, la escuela, el colegio y lugar de trabajo, y en núcleos más informales pero muy influyentes como el grupo de amistades.

Adultos mayores

Los adultos mayores en el campo, se considera como gente de experiencia y sabiduría, pero también sufren un cierto grado de vulnerabilidad: han dejado, en muchos casos, de valerse por ellos mismos, de proporcionarse sustento e inclusive en ocasiones, se encuentran terriblemente solos y hasta marginados por la sociedad. Dentro de las familias los adultos mayores padecen el problema del sistema patriarcal, pues la subordinación del joven se relaciona al esquema patriarcal-autoritario en el cual el ejercicio del poder, por parte de las generaciones adultas, invisibiliza sus aportes y su potencial.

Una fuente económica importante para los adultos mayores rurales, es la que se les otorga con programas sociales. Uno de ellos es el programa 70 y más que consiste en un apoyo económico de $500.00 (quinientos pesos M. N.) mensual, el cual en la mayoría de las veces es entregado en forma bimestral. Desafortunadamente también este programa social cuenta con limitaciones, solo es para mayores de 70 años y que cuenten con documentación (acta de nacimiento, clave única de registro de población -CURP- y comprobante de domicilio). Existe un gran número de adultos mayores que no cuenta con sus papeles, las causas son diversas: los padres solo los bautizaban (tomaban este documento como oficial, descartando la importancia de los documentos emitidos por los registros civiles), se les extravió la documentación (los padres nunca les entregaron sus actas de nacimiento), no coinciden los datos de un documento con otro, etc.

La mayoría de los adultos mayores que han dedicado toda su vida al campo no cuentan con recursos provenientes de una pensión o reciben una pensión insuficiente, se ven obligados a buscar un empleo y muchos de ellos caen nuevamente en la informalidad, la mayoría como vendedores ambulantes. El principal problema percibido por 4 de cada10 personas adultas mayores es la dificultad para encontrar trabajo que este sector de la población está conformado por las personas que tienen más de 60 años (ENADIS, 2010).

Aunado a esto también enfrentan la falta de preparación al menos aquellos con más de 60 años de edad. De cada 10 personas de 60 años o más, 3 no saben leer ni escribir (INEGI, 2005). Aparte los adultos mayores tienen el más alto porcentaje de personas con educación básica incompleta y uno de los más bajos con educación media superior y superior.

Al igual que las y los jóvenes las personas adultas mayores enfrentan discriminación asociada con su edad, pues son de los que enfrentan mayor problema laboral, que queda en evidencia por los tipos de empleo a los que acceden.

Propuestas

Se pueden crear espacios de socialización, de aprendizaje, aplicación de conocimientos y habilidades (particularmente en procesos de cosecha y poscosecha) en la participación de labores agrícolas, entre otras mujeres. Uno de estos espacios de socialización es el movimiento agrario la vía campesina (LVC) que la mujer ha ganado espacio conforme fue madurando el movimiento. En 1992 en la Declaración de Managua no se hace mención de la mujer o al género. Al año siguiente en la “Declaración de Mons” se menciona a las mujeres agrícolas una sola vez, sin embargo, en la conferencia se registraron 20% de mujeres líderes agrícolas. Para 1996 en la Cumbre Alimentaria Mundial y el Foro de ONG sobre Soberanía Alimentaria en Roma constituyeron 34% de lideresas registradas en le LVC. Las mujeres consiguieron un progreso significativo al volverse más visibles en el tercer congreso de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) celebrado en México en 2001 representando 56% de las delegadas al congreso (Desmarais, 2007).

La soberanía alimentaria implica recuperar la capacidad de decidir sobre aquello que comemos (que actualmente lo deciden unas empresas con intereses privados, que monopolizan las semillas, los fertilizantes, la distribución de los alimentos en los mercados). Se materializa en el derecho a decidir cómo organizar la producción, qué y cómo plantar; cómo organizar la distribución y consumo de alimentos de acuerdo a las necesidades, priorizando productos locales y variedades criollas (Caro, 2013). Apostar un campesinado que pueda trabajar con la tierra, un modelo de agricultura más local, ecológica y más sostenible. Es importante romper con los modelos neoliberales que rigen el modelo agrícola y alimentario, empresas que explotan y deciden lo que se come y cuando se come.

Es notable la participación de las mujeres rurales en la soberanía alimentaria, pues son ellas las que producen mucho de los alimentos que sustentan a las familias y comunidades. Las mujeres han trabajado la agricultura, experimentado, hibridado semillas, seleccionado lo comestible de lo no comestible, preservado alimentos, inventado y refinado la dietética, culinaria y sus instrumentos. Tienen una larga tradición de recolectar, escoger y propagar variedades de semillas para sus usos alimenticios y medicinales (Caro, 2013).

Otra forma de participación de las mujeres rurales son los huertos familiares, ya que existen diferencias de manejo y conocimiento de especies y control sobre los productos del huerto. La mujer puede desempeñar un papel importante en la composición, el cuidado, el uso del huerto y sus productos. Determinan la estructura del huerto, ellas son responsables de escoger la zona, al designar el lugar donde quedarán los distintos grupos de plantas, aparte por que lo hacen en sus casas. Puede intercambiar sus productos cultivados con familiares, amigos o vecinos o llegar a venderlos en pequeños mercados o comunidades colindantes.

Se tienen que crear suficientes programas y recursos para arraigar a los jóvenes en sus comunidades y evitar su migración o unirse a los grupos delincuenciales. Corresponde a los gobiernos crear las condiciones para que las nuevas generaciones tengan voz propia, derecho de decidir y participar con condiciones de vida adecuadas, para asumir el protagonismo en las transformaciones de sus sociedades donde la juventud misma es capaz de imaginar.

La juventud puede desarrollar una mayor sensibilidad sobre la relación entre el ser humano y el ambiente, pues al crecer en el campo, tienen la posibilidad de conocer las características del medio durante lapsos prolongados y continuos. El conocimiento sobre los ecosistemas naturales y la biodiversidad de la población local, y con la capacitación y educación adecuadas se puede dar un aprovechamiento de actividades y empleos alternativos, y en el acceso a activos de la pequeña producción familiar, que liberen la sobreexplotación de la base natural. En las pequeñas unidades de producción, que actúan a su vez como contextos de aprendizaje, la juventud surge como el agente con mayor potencial para la adecuación constante de la estrategia productiva. Mediante la dotación de capacitación y recursos técnicos adecuados, el o la joven rural tiene el potencial de hacer uso de canales y fuentes de información no tradicionales, que tienden a elevar la efectividad de los procesos agrícolas.

Es de recomendar que se tenga que trabajar con los jóvenes desde un punto de vista motivador, porque en el campo puede existir una juventud con ganas de superación y todo ese potencial debería ser aprovechado mediante cursos y capacitaciones para los jóvenes de comunidades rurales. Un ejemplo de trabajo con los jóvenes es el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural (CEDER) es una institución educativa y de promoción del desarrollo, impulsada por un equipo de profesionistas en una región de la Sierra Norte del estado de Puebla. Es un sistema semiescolarizado, los jóvenes van una semana cada mes y el resto del tiempo se tienen que involucrar en el campo con alguna organización, grupo o dependencia de su comunidad. Para poner en práctica lo visto en esa semana. El fin es obtener un oficio para ejecutar los conocimientos en la comunidad. Se hace un planteamiento que los jóvenes viajan los fines de semana a sus casas, donde hacen prácticas de la capacitación que obtuvieron en la escuela. Es a partir de la educación que el CEDER va generando un impacto en todas las comunidades de donde provienen los estudiantes.

El espacio rural en México ha experimentado profundas modificaciones a lo largo del tiempo a través de la incorporación de diversas formas de acumulación capitalista, las cuales, impulsadas incluso por el gobierno, han influenciado a la economía agraria de subsistencia y a la instrumentación de la agricultura moderna que logró un nexo agricultura-industria que apoyó preferentemente a esta última. Muy a pesar del sistema neoliberal que impera en nuestros tiempos, el cual busca homogenizar nuestra especie en: comportamiento, actitud, lenguaje, comida, en suma en un pensamiento individualista y consumista. Existen gente de nuestro pasado, que con su pensamiento y actuar, tratan de perpetuar esta parte tan delicada y sensible que es nuestra identidad y diversidad cultural. Sin lugar a duda, estas personas de nuestra esencia son los adultos mayores, que tratan de buscar directa e indirectamente trascender al paso del tiempo, mediante sus aportaciones cotidianas; es decir, mediante su vivir.

Los adultos mayores tienen mucha experiencia en el conocimiento del campo, lo cual pueden ser transmisores de ello. El restricto que se refiere a la educación de la infancia y juventud, que consiste en proporcionar al individuo una serie de conocimientos bien sistematizados y determinada época de su vida para que norme su conducta en la sociedad (Mata y Sepúlveda, 1980). El amplio, en el que la educación está presente durante toda la existencia del hombre y se relaciona con todas las actividades, es decir como un proceso de desarrollo y de maduración de los individuos, que son sometidos a una serie de estímulos e influencias durante toda su vida (Mata y Sepúlveda, 1980). En este sentido podemos decir que el hombre se educa desde que nace hasta que muere. Se está preparando al individuo para las nuevas exigencias sociales. La educación no puede desconocer la existencia de esas experiencias, sino debe de partir de ellas para fundamentar su acción y contenidos.

Se tiene que hacer la participación de la transmisión de conocimientos de los adultos mayores en los recursos naturales y del campesinado a generaciones más jóvenes, esto por medio de la educación, talleres y prácticas; donde los jóvenes y adultos se sientan motivados en relación a su entorno rural.

Una participación de los adultos mayores en la transmisión de conocimiento de futuras generaciones es el huerto familiar. De acuerdo con Monserrat Gispert (1993) la planeación del huerto está íntimamente ligada con el origen cultural y el estatus socioeconómico de la familia en ella están presentes los procesos de intercambio de plantas y el flujo de conocimientos. Este movimiento de información comprende tres etapas íntimamente ligadas: adquisición, transmisión y socialización, que se efectúan mediante los siguientes sistemas: la oralidad, los documentos y los gestos. He aquí donde pueden participar los adultos mayores a través del flujo de conocimientos, transmisión, socialización, la oralidad y los gestos.

Conclusiones

Nueva ruralidad es una nueva moda, para decir que se estudia e investiga un sector que no había sido tocado a profundidad (el tema rural). Por tal razón los estudiosos en el tema han ampliado las investigaciones visibilizando ciertos problemas y actores sociales, pero que estos ya tenían su existencia e historia en lo rural.

Más de existir una nueva ruralidad hay una transformación en el campo, aunado con una crisis en su existencia: la desaparición del campesinado. No hay actores sociales nuevos solo invisibilizados, hay nuevos problemas en el campo, pero estos se han agudizado cada vez más, por las políticas neoliberales mal planteadas del gobierno. Afectando al campesinado y peor aún a las mujeres, jóvenes y adultos mayores relacionados con lo rural.

Literatura citada

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Recibido: 00 de Enero de 2018; Aprobado: 00 de Febrero de 2018

§Autora para correspondencia: regr_texmex@hotmail.com.

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