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Revista mexicana de ciencias agrícolas

versão impressa ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.7 no.7 Texcoco Set./Nov. 2016

 

Artículos

Pobreza alimentaria y manejo de la milpa: el caso del municipio de Zautla, Puebla, México

Miguel Angel De Ita Caro1  § 

Miguel Ángel Damián Huato1 

Omar Arenas Romero1 

Ignacio Ocampo Fletes2 

Jesús Francisco López-Olguín1 

1Maestría en Manejo Sostenible de Agroecosistemas. Centro de Agroecología del Instituto de Ciencias-BUAP. Avenida 14 Sur 6301 Ciudad Universitaria. C. P. 72570, Puebla, Puebla, México (biol.ora@hotmail.com; olguin33@hotmail.com; damianhuato@hotmail.com).

2Colegio de Postgraduados-Campus Puebla. Carretera Fed. Mex-Pue km 125.5, C. P. 72760, Puebla, Puebla, México. (agroecologia_iof@yahoo.com).


Resumen

Los pequeños productores de maíz de temporal viven en pobreza alimentaria, ocasionada en parte, por la baja productividad. Se diseñó un modelo de intervención tecnológico (MIT) para mejorar el manejo del maíz y el índice equivalente de la tierra (IET) de los productores de Zautla-Puebla, México agrupados en tres regiones. Se evaluaron las tecnologías radicales y progresivas aplicadas en el manejo del maíz y según el IET de los productores, considerando el patrón tecnológico de los eficientes como el MIT. Se encontró que: todos los productores son pobres alimentarios; se aplicaron tecnologías radicales y progresivas, predominando las segundas, las cuales incrementaron el IET; en promedio 15% de los maiceros resultaron ser eficientes los cuales manejaron el maíz como policultivo. El MIT está articulado al paradigma agroecológico que promueve prácticas complementarias y sinérgicas y si se transfiere a los maiceros de bajo y medio IET, su productividad aumentará en 141 y 45%.

Palabras clave: índice equivalente de la tierra y productores eficientes; modelo de intervención tecnológico.

Abstract

The small producers of corn temporarily living in food poverty, caused in part by low productivity. A model of technological intervention (MIT) was designed to improve the management of corn and land equivalent index (ETI) of producers Zautla-Puebla, Mexico grouped into three regions. The radical and progressive technologies producers were evaluated in management and according to the IET corn, considering the technological standard of efficient and MIT. It was found that: all food producers are poor; radicals and progressive technologies were applied, predominating the latter, which increased the IET; on average 15% of the corn growers proved efficient which drove corn as polyculture. The MIT is articulated to the agroecological paradigm that promotes complementary and synergistic practices and if the producers of corn with low and medium IET is transferred, productivity increased by 141 and 45%.

Keywords: equivalent index of land and efficient producers; model of technological intervention

Introducción

Los pequeños productores de maíz de temporal enfrentan altos niveles de pobreza, hambre, migración y bajos rendimientos, agudizados por el cambio climático (Morales, 2005). La pobreza es la problemática que más preocupa a la comunidad nacional e internacional. Boltvinik (2003), la define como un proceso multidimensional generado por: el ingreso corriente, los activos no básicos y la capacidad de endeudamiento, el patrimonio familiar, el acceso a bienes y servicios gratuitos, el tiempo libre y los conocimientos de las personas.

Considerando los ingresos, se reconocen tres tipos de pobreza: patrimonial, de capacidades y alimentaria. La pobreza alimentaria (PA) pone en peligro la subsistencia del individuo al perjudicar su salud física y mental. Es definida como la incapacidad para comprar la canasta básica alimentaria, aun si se hiciera uso de todo el ingreso disponible en el hogar. En México hay 27.4 millones (24% del total nacional) de pobres alimentarios. Puebla ocupa la cuarta posición nacional con 1.9 millones (30% del total estatal) con carencia a la alimentación, mientras que en Zautla el 38% del total de la población padecen hambre (CONEVAL, 2013).

En México el maíz es el producto agrícola más importante, se consumen anualmente 115 kg per capita (Massieu, 2002). Se siembran 7.5 millones de hectáreas, de éstas, 84% son de temporal y el resto de riego. El rendimiento promedio de temporal es de 2.260 kg por hectárea y en riego es de 7 500 kg (SIAP, 2013). En Puebla se siembran 574 mil hectáreas de maíz (60% del total estatal); el 91% son de temporal y las demás de riego, con un rendimiento promedio de 1.510 y 4.380 kg por hectárea, respectivamente. En Zautla se cultivan 3.560 hectáreas de temporal, de las cuales 70% son de maíz, con un rendimiento promedio de 650 kg por hectárea (SIAP, 2013).

La siembra de maíz de temporal se realiza asociada con otros cultivos como frijol, calabaza, tomate, chile, entre otros, los cuales, contribuyen a satisfacer necesidades básicas como la alimentación (González y Reyes, 2014). El sistema milpa puede revertir la pobreza alimentaria al aportar cerca de 50% de los bienes de la dieta campesina, equivalente a 4 230 000 calorías suficientes para alimentar a una familia de 5 a 7 integrantes al año (Altieri y Nicholls, 2010). Si la milpa está compuesta de varios cultivos, es inoperante estimar los rendimientos solamente del maíz. Por ello, se propone emplear el índice equivalente de la tierra (IET) que representa la superficie relativa de tierra cultivada en monocultivo necesaria para obtener la misma producción que en asociación (Cassanova et al, 2001). Un incremento del IET, puede significar una forma de abatir la pobreza alimentaria.

En México, se han aplicado diversas estrategias para elevar los rendimientos de maíz, destacan:

El Programa Sectorial de Desarrollo Agropecuario Pesquero y Alimentario 2013-2018. Propone una estrategia integral para aumentar la producción nacional de maíz en 24% al pasar de 20.2 a 25 millones de toneladas de 2012 al 2018 (SAGARPA, 2013). Sin embargo, datos del SIAP (2013), indican que el incremento promedio de los últimos 20 años fue de 10%.

El programa de modernización sustentable de la agricultura tradicional (MASAGRO) implementado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), plantea elevar la producción de maíz de temporal de 2.2 a 3.7 toneladas por hectárea en 10 años, basado en un modelo de "agricultura de conservación" (CIMMYT, 2014). Turrent (2014), considera inalcanzable esta meta, ya que la transferencia de la labranza de conservación ya fue explorada por el CIMMYT-Banco de México (FIRA) en los años de 1980, con poco éxito.

Existen otras estrategias promotoras de los sistemas agrícolas biodiversos. Sobresalen:

La milpa intercalada con árboles frutales (MIAF), desarrollada por Turrent y Cortes (2014). Su propuesta consiste en intercalar tres especies vegetales: el árbol frutal, el maíz y el frijol. Un ejemplo de su eficiencia, ha sido incrementar los rendimientos de maíz de 0.7 a 1.2 toneladas por hectárea en la sierra Mixe del estado de Oaxaca (Ruiz et al., 2012); y b) Escalonando la agroecología es un proyecto que promueve experiencias agroecológicas exitosas en varios países, para escalonar estas prácticas a otros productores, suponiendo que es en el "cómo hacerlo", donde radica la clave del éxito productivo (Ranaboldo y Venegas (2007).

La estrategia seguida coincide con este proyecto y asume que la productividad es un atributo de cómo se manejan los cultivos. Por ello, el manejo es el eje conceptual de nuestra metodología.

Para Damián et al. (2013); en el manejo convergen dos tipos de condiciones de producción: a) generales, que pueden ser endógenas (clima, flora, fauna, etc.) y exógenas (programas públicos, rasgos de la unidad familiar, etc.) inmodificables a corto y mediano plazo; y b) concretas, referidas a los factores que participan directamente en la producción (tierra, capital, tecnología, etc.). La forma en cómo el productor combina y usa estos recursos en el proceso productivo, explica la manera específica de cómo se maneja la milpa. Con este fin el productor ejecuta varias tareas (siembra, labores de cultivo, etc.) sucesivamente durante el ciclo agrícola. El componente esencial en el manejo de cultivos es la tecnología, entendida como el medio por el cual se traslada el conocimiento científico a la solución de problemas concretos (Van Wyk, 2004). La innovación añade nuevos productos y servicios, o renueva los existentes (Dismukes, 2005). Las innovaciones pueden ser progresivas y radicales; las primeras comprenden mejoras sucesivas y graduales y las segundas plantean un rumbo tecnológico distinto (Stamm, 2008).

Las innovaciones radicales son una consecuencia de la Revolución Verde. Actualmente, su generación y transferencia está a cargo del Instituto Nacional de Investigaciones Forestal, Agrícola y Pecuaria (INIFAP). La generación y difusión de las innovaciones progresivas ha sido producto de un largo proceso milenario donde los campesinos han incorporado conocimientos, experiencias y tecnologías a sus prácticas agrícolas (Gliessman, 1999). En este estudio se evaluaron las tecnologías radicales y progresivas aplicadas en el manejo de la milpa y se clasificaron a los productores en bajos, medios y altos según su IET. Estos últimos fueron considerados como eficientes y su patrón tecnológico como el MIT, que de transferirse a los otros productores podría incrementar el IET y atenuar la pobreza alimentaria.

Esta investigación plantea como posibles resultados los siguientes: 1) la mayoría de los productores son pobres alimentarios; 2) el manejo de la milpa es diferenciado y está articulado al paradigma agroecológico donde se aplica un sincretismo tecnológico basado en el diálogo de saberes modernos y tradicionales, predominando los segundos; 3) el IET es una consecuencia de las condiciones que influyen en el manejo de la milpa; y 4) si se transfiere el patrón tecnológico de los productores exitosos se puede reducir la pobreza alimentaria.

Materiales y métodos

Zona de estudio

Zautla se localiza en la Sierra Norte de Puebla, entre los paralelos 19° 39' 00" y 19° 48' 18", de latitud norte y los meridianos 97° 34' 18" y 97° 46' 24" de longitud occidental. Tiene una superficie de 274.27 km2 y una altitud entre los 1 760 y 2 900 m. Presenta dos climas: templado húmedo con abundantes lluvias en verano y templado subhúmedo con lluvias de verano. Predominan los suelos Luvisoles, son arcillosos de fertilidad moderada; Litosoles, son suelos poco desarrollados, muy delgados y rocosos y Regosoles, son suelos muy jóvenes, generalmente resultado del depósito reciente de roca y arena. Para el desarrollo de esta investigación se dividió el municipio en tres zonas agroecológicas (ZAE): Zona de Bosque, Zona de Cañada y Zona de Llanos, respecto a sus condiciones edafoclimáticas.

Metodología

La metodológica fue desarrollada por Damián et al. (2011), se basa en identificar a nivel local a los maiceros con mayor productividad y su patrón tecnológico. Sin embargo, esta investigación aporta dos aspectos inéditos: El análisis de la pobreza alimentaria y el cálculo del IET.

Diseño de muestreo y aplicación de una encuesta. La encuesta incluyó preguntas referidas a las condiciones generales y concretas que influyeron en el manejo del maíz. A partir de la información obtenida se calcularon los distintos índices utilizados en este estudio. Para estimar el tamaño de muestra, se consideró como unidad de muestreo a cada productor de maíz incluido en el listado de productores beneficiarios del Programa de Apoyo al Campo (PROCAMPO) del municipio de Zautla en 2012, con un total de N=1 815; donde se identificaron tres grupos o estratos de productores: los que producen en la zona de bosque (N1= 407, 22.42%), los que producen en la Zona de La Cañada (N2= 746, 41.10%) y los de la Zona de Los Llanos (N3= 662, 36.47%). La variable de referencia fue el IET y para estimar el tamaño de muestra se utilizó la fórmula de Cochran (1977):

Donde: n= 107 productores, es el tamaño de muestra estimado; N= 1815 productores, es el número de productores en el marco de muestreo; S= 0.2599, es la desviación estándar del IET, calculado con los datos de una muestra preliminar de 45 productores (10 de Zona de Bosque, 19 de Zona de Cañada y 16 de Zona de Llanos); t= 1.96, es el valor de la distribución t de Student, con una confiabilidad del 95% (a/2=0.025); d= es la precisión deseada para la estimación del rendimiento promedio (alejamiento máximo del 5% del IET promedio real).

El diseño fue muestreo aleatorio estratificado con distribución de la muestra de manera proporcional al tamaño de los estratos, obteniendo: n= 107 productores, 24 en Zona de Bosque, 44 en Zona de Cañada y 39 en la Zona de los Llanos.

Evaluación del manejo del maíz

Cálculo del índice equivalente de la tierra (IET). Para el cálculo de este índice se utilizó la siguiente expresión:

IET = IET (1) + IET (2) +…+ IET (n)

Donde: IET= Es el IET del sistema. IET (1), IET (2),..., IET (n)= IET individuales de cada cultivo asociado obtenidos de la expresión: IET (i) = Ax / Ux donde: i: cultivo i; i= 1, 2,., n. Ax= rendimiento del cultivo x en asociación, Ux= rendimiento del cultivo x en monocultivo, Si: IET > 1, el policultivo es ventajoso; IET= 1, es indiferente el modo de siembra; IET < 1, el monocultivo supera al policultivo.

Cálculo del índice de apropiación de tecnologías radicales (IATR). Se compararon las recomendaciones del INIFAP con las aplicadas por los productores en campo. Se le asignó un valor nominal de 100 unidades al paquete tecnológico y se ponderó1 cada una de las actividades según su impacto en la producción: 10 (fecha de siembra), 20 (variedad), 15 (densidad de plantas), 25 y 5 (dosis y fecha de aplicación de fertilizantes), 6 y 4 (tipo y dosis de herbicida) 6 y 4 (tipo y dosis de insecticida) y 5 (combate de enfermedades). En su estimación se empleó el procedimiento y la expresión matemática de Damián et al. (2011).

Cálculo del grado de empleo de tecnologías progresivas (GETP). Permitió estimar el grado de aplicación de tecnologías progresivas: semilla criolla, asociación y rotación de cultivos, conservación de suelo y agua y el uso de estiércol. Dado que no existen referentes experimentales que hayan medido el impacto de estos insumos y prácticas en la productividad, se otorgó un valor de 20 puntos a cada uno, por lo que el GETP osciló de 0 a 100 unidades. Su valoración se obtuvo mediante la fórmula matemática de Damián et al. (2011).

Tipología de productores según su IATR y GETP. Con los valores obtenidos del IATR y el GETP se elaboró una tipología de productores clasificándolos en tres categorías: a) bajo (<33.33); b) medio (33.34-66.66); y c) alto (>66.66).

Diseño del modelo de intervención tecnológica (MIT)

Identificación, tipología y caracterización de los productores según su IET. Para la identificación se tomó el valor más alto del IET, restando el menor; la diferencia se dividió entre tres y el cociente se sumó al valor menor, constituyendo el rango de productores de bajo IET, y así sucesivamente. Esta técnica permitió agrupar a los productores en rangos de: bajo, medio y alto IET para cada ZAE y conocer el patrón tecnológico de los productores de alto IET transfigurado en el MIT. La caracterización permitió distinguir los factores socioeconómicos que inciden en el manejo de la milpa y la viabilidad para trasferir el MIT.

Pobreza alimentaria

Cálculo de la pobreza alimentaria. En este estudio se consideró como ingreso mensual, al total de gastos hechos por la unidad familiar (alimentación, vestido, vivienda, gas, luz, agua, teléfono, leña, gasolina, pasajes, salud, educación, fiestas y otros) y al ingreso proveniente de trabajos, subsidios y remesas. La cantidad obtenida se comparó con el monto de la canasta básica establecido por el CONEVAL (2013), considerando pobres alimentarios a los productores cuyo ingreso mensual per capita fue menor a $868 pesos. El incremento monetario al adoptar el MIT se calculó con la siguiente fórmula:

Donde: t: tipo de productor; t; t = bajo o medio.

El IET potencial transformó los excedentes de producción en pesos; al sumar estos a los ingresos reales se obtuvo la proporción en qué disminuiría la pobreza alimentaria.

Resultados y discusión

Evaluación del manejo del maíz

Cálculo del índice equivalente de la tierra (IET). El manejo del maíz en Zautla es realizado por el 52% de los productores como milpa, asociando el maíz con al menos un cultivo. El porcentaje restante lo maneja como monocultivo.

Evaluación de tecnologías radicales. En el Cuadro 1 se expone el paquete tecnológico recomendado por el INIFAP para la siembra de maíz en Zautla, se caracteriza por estar constituido en su totalidad por tecnologías radicales.

Cuadro 1 Paquete tecnológico recomendado por el INIFAP para el manejo del maíz en el municipio de Zautla, Puebla, México. 

Fuente: INIFAP, 2009.

Al estimar el IATR (Cuadro 2) se encontró que el uso de innovaciones radicales es bajo, al aplicarse menos de la tercera parte de las recomendaciones. En el Llano se empleó la mayor cantidad de estas tecnologías (31 unidades). Los análisis estadísticos mostraron que no existe correlación significativa entre el uso de estas tecnologías y el IET (n= 107, r= 0.0253, p= 0.7960)

Cuadro 2 Número de productores según el valor del IATR y valor del IET por zona agroecológica en el municipio de Zautla, Puebla, México. 

Fuente: elaboración con datos de la encuesta (2013).

La baja aplicación de tecnologías radicales es resultado de diversos factores: 1) el paquete tecnológico recomendado fue inaccesible considerando que el ingreso anual per capita de los productores es de $5.090 pesos. 2) el desconocimiento de las tecnologías recomendadas. Datos de la encuesta mostraron que 1% de los productores recibieron asesoría técnica y 7% leyeron folletos técnicos sobre el manejo del maíz. 3) son tecnologías que no consideran las variadas condiciones edafo climáticas. Al respecto, es importante resaltar que este paquete tecnológico es recomendado para todo el DDR de Teziutlán que incluye 30 municipios, entre ellos Zautla.

Evaluación de tecnologías progresivas. La evaluación del GETP mostró que en el manejo de la milpa predominan las innovaciones progresivas, ya que su valor se encuentra 26 unidades por encima del IATR. Además, se halló que existe una relación estadísticamente significativa entre el valor del GETP y el IET (n= 107, r= 0.3402, p= 0.0003) por lo que estas tecnologías están relacionadas con el incremento del IET (Cuadro 3).

Cuadro 3 Número de productores según el valor del GETP y valor de IET por zona agroecológica en el municipio de Zautla, Puebla, México. 

Fuente: elaboración con datos de la encuesta (2013).

La relevancia de las tecnologías progresivas es resultado de la adaptación de los materiales nativos a las condiciones ambientales y al conocimiento ancestral de las prácticas involucradas en el proceso de producción (Gómez et al., 1999). Por otra parte, Damián et al. (2013), sostienen que la eficiencia de las innovaciones progresivas se debe al uso de prácticas agrícolas más intensivas, creando sinergias entre los recursos que intervienen en el manejo de la milpa.

Diseño del Modelo de Intervención Tecnológica (MIT)

Identificación de productores según su IET. Al aplicar la metodología se obtuvieron valores promedios del IET para cada tipo de productor y por ZAE. Estos rangos, así como los IATR, GETP y el IET, se exponen en el Cuadro 4.

Cuadro 4 Tipos de productores por rangos de IATR, GETP, IET y número de productores por tipo según su valor de IET en el municipio de Zautla, Puebla, México. 

Fuente: elaboración con datos de la encuesta (2013).

Estas cifras indican que los productores con alto IET emplearon, en promedio, el 80% de las innovaciones progresivas, predominando la asociación de cultivos y aplicación de estiércol. Por el contrario, en los productores de bajo IET prevalecieron las innovaciones radicales. Estos resultados coinciden con los de Mojena et al. (2000), quienes obtuvieron un IET de 1.2 en la asociación yuca-maíz y yuca-frijol, demostrando que el empleo de sistemas intercalados resulta agronómicamente más eficiente que el monocultivo. Por su parte Cruz (2009), evaluó 14 tratamientos en las asociaciones de temporal maíz-frijol y maíz-higuerilla (8 en policultivo y 6 en monocultivo), obteniendo valores de eficiencia relativa de la tierra de 1.04 y en asociación.

Caracterización del patrón tecnológico de los productores eficientes. En el Cuadro 5 se exponen las actividades agrícolas aplicadas por los productores eficientes en el manejo de la milpa, constituyéndose en los patrones tecnológicos de cada ZAE.

Cuadro 5 Patrón tecnológico aplicado en el manejo del maíz por los productores eficientes (alto IET) en cada Zona Agroecológica del municipio de Zautla, Puebla, México. 

Fuente: elaboración con datos de la encuesta (2013). *Calculado de la producción anual de estiércol por especie animal según SAGARPA (2013).

Los productores eficientes representaron 25% en Bosque, 11% en Cañada y 13% en Llanos. En los Cuadros 4 y 5, sobresale que estos productores emplearon semillas criollas, asociaron más de un cultivo, principalmente maíz, frijol y calabaza acompañados de árboles frutales (manzana, durazno, pera, etc.); además, algunos rotaron cultivos, incorporaron una mayor cantidad de estiércol e implementaron prácticas de conservación de agua y suelo. Hay que subrayar que estas prácticas agrícolas no se encuentran en el paquete tecnológico que recomienda el INIFAP.

El incremento del IET tiene su explicación en el tipo de manejo aplicado por los productores eficientes, el cual está fundado en el paradigma agroecológico. La agroecología busca diseñar sistemas agrícolas que imiten la dinámica de los ecosistemas naturales, donde la regulación interna de su funcionamiento es un producto de procesos y sinergias ligados a la biodiversidad (Altieri, 1999). Por ejemplo en la asociación maíz-frijol-calabaza los productores eficientes aprovecharon el diferente comportamiento fotosintético que presentan las plantas C4 (maíz) y C3 (frijol y calabaza) ya que las primeras requieren de mayor intensidad de luz; además, la presencia de leguminosas promueve la fijación nitrógeno que es aprovechado por los otros cultivos de la milpa. Por otro lado, el maíz le sirve de sostén al frijol, mientras que la calabaza incrementa la cobertura del suelo reduciendo su erosión, conservando la humedad y evitando el crecimiento excesivo de malezas (Altieri y Nicholls, 2010).

Además, Altieri y Nicholls, (2013) afirman que en los sistemas agrícolas biodiversos hay redundancia de especies, que se traduce en heterogeneidad ecológica. Son estos componentes redundantes los que permiten al sistema mantener su funcionamiento cuando ocurre un cambio ambiental. Por ello, mientras más biodiversidad funcional exista en el agroecosistema este será más productivo, estable, resiliente y sostenible (De Schutter, 2010). Del mismo modo, los estratos vegetales de la milpa proveen nichos ecológicos para diferentes especies de artrópodos depredadores y parasitoides de plagas, minimizando los problemas fitosanitarios (Nicholls y Altieri, 2002). La integración de biomasa en forma de estiércol incrementa el aporte de nutrientes, la aireación, la humedad y mejora la actividad biológica del suelo (Brechelt, 2004).

Conclusiones

Desde hace tres décadas el gobierno mexicano se ha empeñado en combatir la pobreza alimentaria mediante la generación y transferencia de tecnologías radicales. Sin embargo, los resultados de esta investigación indican que el manejo del maíz llevado a cabo por los productores de Zautla es diferenciado y se realizó primordialmente como milpa.

En este manejo prevalece un sincretismo tecnológico basado en un diálogo de saberes en el cual interactúan tecnologías radicales y progresivas, siendo las segundas predominantes, incluso sin ser reconocidas por el INIFAP. El mayor IET obtenido por los productores eficientes se debió al patrón tecnológico empleado, mismo que fue considerado como el MIT. El MIT está articulado al paradigma agroecológico, sobre todo al manejo agrobiodiverso del maíz y a los procesos complementarios y sinérgicos que se desprenden de esta biodiversidad. La transferencia del MIT podría resultar sencilla debido a que se acopla a las condiciones generales y concretas que intervienen en el manejo de la milpa. La adopción del MIT por los productores bajos y medios incrementaría el IET un 141 y 45% respectivamente y concretamente la producción y consumo de maíz se elevaría 127 kg per cápita, contribuyendo a reducir la pobreza alimentaria familiar.

Agradecimientos

La presente investigación forma parte del proyecto de investigación: modelo de intervención tecnológica y seguridad alimentaria: el caso de los maiceros del municipio de Zautla, Puebla-México, con clave de registro: 00100, dirigido por el Dr. Miguel Ángel Damián Huato y financiado con recursos de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrados de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

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Recibido: Junio de 2016; Aprobado: Agosto de 2016

§Autor para correspondencia: madic_jym@hotmail.com.

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