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Revista mexicana de ciencias agrícolas

versión impresa ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.6 no.7 Texcoco sep./nov. 2015

 

Artículos

 

Producción de híbridos y variedades de maíz para grano en siembra a doble hilera*

 

Maize hybrids and varieties for seed production in planting double rows

 

Benjamín Zamudio-González1, Alejandro Espinosa-Calderón, Margarita Tadeo-Robledo2, Juan José Encastín-Dionicio1, Juan Nelson Martínez Rodríguez1, Amelia Félix-Reyes1, Alma Lili Cárdenas Marcelo2 y Antonio Turrent Fernández1

 

1 Campo Experimental Valle de México. Metepec-CEVAMEX-INIFAP. Carretera Toluca a Zitácuaro, km 4.5. Colonia San José Barbabosa. C. P. 51350, Zinacantepec, Estado de México, México. Tel. 01 722 278 43 31. (bzamudiog@yahoo.com.mx; aturrent37@yahoo.com.mx).

2 Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán. UNAM. Carretera Cuautitlán-Teoloyucan, km 2.5. Cuautitlán Izcalli, Estado de México. C. P. 54714. A. P. 25. Tel. 01 55 56231971. §Autor para correspondencia: espinoale@yahoo.com.mx.

 

* Recibido: enero de 2015
Aceptado: abril de 2015

 

Resumen

El objetivo del trabajo fue determinar el nivel de rendimiento de híbridos y variedades de maíz liberados para Valles Altos en siembra a doble hilera en comparación a la siembra tradicional de hileras encilla, estableciéndose como hipótesis que la siembra a doble hilera propicia mayor rendimiento. El experimento se estableció en "punta de riego", en Temascalcingo, Estado de México, en 2011. La siembra a hilera sencilla fue a 0.80 m. La doble hilera separada a 0.25 m. Se utilizó un diseño de bloques completos al azar con arreglo de dos factores, donde el factor A fueron los once materiales de maíz, y el factor B: los dos arreglos de siembra. Las variables medidas fueron: plantas y mazorcas cosechadas, peso de mazorca, peso de 100 granos, longitud y diámetro de mazorca, número de hileras y número de granos por hilera. La esperanza de obtener mejores rendimientos de grano de maíz con el arreglo de siembra a doble hilera no se cumplió para nuevos genotipos mejorados de maíz formados para condiciones de suelos, manejo y clima de Valles Altos en el Estado de México. Por el contrario el híbrido AS-722 obtuvo un mayor rendimiento de grano 8.67 (t ha-1) bajo el sistema tradicional de hilera sencilla comparado con el arreglo de siembra a doble hilera (5.99 t ha-1), teniendo un decremento en el rendimiento de 2.68 t ha-1.

Palabras clave: Zea mays L., arreglo de siembra, productividad.

 

Abstract

The objective was to determine the yield level of maize hybrids and varieties released for Valles Altos in planting double rows compared to planting single row, establishing as hypothesis that planting double row favors higher yield. The experiment was set at "end of irrigation" in Temascalcingo, State of Mexico, in 2011. Single row planting was at 0.80 m. Double row separated at 0.25 m. A randomized complete block design with two factors arrangement was used, where factor A were eleven maize materials, and factor B the two planting arrangements. Variables measured were: plants and harvested cobs, cob weight, 100 grain weight, cob length and diameter, number of rows and number of kernels per row. Expecting to obtain better yields with planting double row arrangement did not met for new improved maize genotypes bred for soil conditions, climate and management from Valles Altos in the State of Mexico. Instead hybrid AS-722 obtained a higher grain yield 8.67 (t ha-1) under single row compared to double row (5.99 t ha-1), with a decrease in yield of 2.68 t ha-1.

Key words: Zea mays L., planting arrangement, productivity.

 

Introducción

En el mundo la producción de grano de maíz fue de 872.9 millones de toneladas en el 2011. Estados Unidos de América es el principal productor con 375.6 millones de toneladas, lo cual representa un 40.8%, seguido por países como China y Brasil con 192.7 y 70 millones de toneladas, respectivamente. México ocupa el séptimo lugar en producción de grano de maíz a nivel mundial; sin embargo, esto no es suficiente pues la demanda interna (32.1 millones de toneladas) tanto para consumo humano y animal, lo ubican como el principal importador de este gran (Turrent, 2009).

Las importaciones de grano de maíz en México comenzaron en la década de 1980, incrementaron de 2.5 millones en 1994 a 8.0 millones en 2010 (Trueba 2012). La tasa de rendimiento de grano de maíz del 2000 a 2010 en el estado de México fue negativa (-0.32). El rendimiento promedio es de 2.65 t ha-1 en temporal y de 3.75 t ha-1 con riego en 2010 (Trueba, 2012). El área dedicada al maíz en los Valles Altos, ubicada entre 2200 a 2700 msnm, cuenta con condiciones de punta de riego, humedad residual o temporal con precipitaciones pluviales favorables, siendo de "muy buena" y "buena productividad", en aproximadamente 700 mil hectáreas (Turrent, 2009). De ésta superficie, 300 mil son factibles de ser sembradas con semilla de híbridos de alto potencial de rendimiento. En esta zona el rendimiento promedio actual es de 3.5 t ha-1 de grano de maíz, y se puede elevar por lo menos a 6 t ha-1, si se utilizan semillas mejoradas y la tecnología de producción desarrollada por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) (Espinosa et al, 2008; Tadeo et al, 2012).

La producción de granos en el estado de México se genera principalmente en los Distritos de Desarrollo Rural (DDR) de Toluca y Atlacomulco en donde se ubica el municipio de Temascalcingo, las cuales comparten una misma región geográfica y poseen condiciones favorables para la producción de maíz (Soria et al., 2004). Los suelos de Valles Altos del Estado de México son bajos en materia orgánica, pH's de ácidos a muy ácidos y con baja fertilidad por lo cual requieren enmienda y fertilización para obtener producciones rentables. El manejo tradicional de los suelos es con labranza convencional y siembras a hilera sencilla a 0.80 m con densidades de siembra de maíz de 60 mil semillas por hectárea (Zamudio et al, 2012).

El gobierno del Estado de México desde el 2012 adoptó programas de "alto rendimiento de maíz" operados en Jalisco y Puebla, en años anteriores. En 2014 se tiene la meta en 50 mil hectáreas del alcance de 100 mil a mediano plazo de las 500 mil hectáreas hoy cultivadas. Para ello, promueve buenas prácticas de manejo, entre ellas, mayores densidades de siembra con uso de híbridos, enmienda de suelo, nutrición vegetal y la compra de equipo de siembra a doble hilera, entre otros incentivos. La información publicada de la siembra de maíz a doble hilera es insuficiente, contradictoria y polémica en cuanto a rendimientos de grano. Así, Karlen y Camp, (1985), señalan que en el caso de siembra a doble hilera hay una mejor distribución de las plantas que incrementa el área explorada por las raíces, llegando a observar 44.5% de la superficie en comparación con el surco simple que solo cubre 14.4% de la superficie.

Por otra parte, Hodges y Evans (1990) estimaron un incremento en el rendimiento de 4.7% a 6.2% al reducir la distancia entre surcos de 0.76 m a 0.38 m. Laurer (1996) menciona ventajas de usar el sistema de siembra de surcos estrechos y doble hilera en maíz como un mejor control de las malezas al reducir la distancia entre surcos y permitir el cierre más rápido y más sombreado, uso de menos agua que se pierde por evaporación por menos incidencia de luz solar directa a la superficie del suelo a principios de temporada y por consecuencia periodos más largos de riego; una separación más equidistante entre plantas ayuda a minimizar la competencia ente las plantas por agua, nutrientes y luz. Estos beneficios crean un potencial para incrementar el rendimiento (Nielsen, 1997).

Por su parte Farnham, (2001), menciona que los híbridos precoces rinden menos que los de ciclo tardío cuando se reduce la distancia entre surcos ya que el maíz de maduración temprana o precoz produce menos hojas y requiere menos tiempo para llegar a la floración femenina, lo que se traduce en menos área foliar disponible para interceptar la luz solar. Widdicombe y Thelen (2002), citado por Reta et al. (2007); mencionan que el mayor rendimiento de grano de maíz en surcos estrechos ha sido relacionado con un incremento en el índice de área foliar y la eficiencia de intercepción de radiación solar por unidad de área foliar. Los materiales genéticos parecen desempeñar un papel importante en el éxito de la implementación de plantaciones en doble hilera; y la respuesta del maíz a la disminución de la distancia ente surcos puede variar de acuerdo a las condiciones ambientales y a la adaptabilidad de los genotipos (Rivera et al, 2007).

El rendimiento de grano de maíz para hilera doble fue mayor que para hilera sencilla (10 398 kg ha-1 y 9 986 kg ha-1). La diferencia representó 4% más de grano a favor de la siembra a doble hilera (Gozubenli et al, 2004). Además, los autores encontraron que el rendimiento de grano se incrementa con el aumento de las densidades de plantas hasta 90 000 plantas ha-1; y disminuye con densidades superiores.

El uso eficiente del nitrógeno para el maíz se puede mejorar con una óptima densidad de plantas y la reducción de la distancia entre surcos y aumenta los rendimientos de grano de maíz, esta hipótesis fue planteada en el norte de Nebraska, donde se realizaron estudios durante tres años consecutivos para comparar los efectos de espacios entre surcos (0.76 m vs 0.51 m). Los resultados encontrados fueron: el rendimiento de grano no fue afectado por el aumento de la densidad de plantas por encima de 61 800 plantas ha-1, pero si aumentó 4% más el rendimiento de grano cuando se redujo la distancia entre surcos a 0.51 m. Con una aplicación de 252 kg N ha-1 hubo un aumento de 22% más en la producción de biomasa (Shapiro y Wortmann, 2006).

La siembra a doble hilera en maíz podría representar una opción viable para incrementar los rendimientos unitarios de grano por hectárea en el estado de Sinaloa, pero esto podría ser válido sólo para ciertos genotipos (Luque, 2009). Ante estos planteamientos se consideró conveniente establecer como objetivo en esta investigación, determinar el nivel de producción de nuevos híbridos y variedades de maíz grano liberados para Valles Altos en siembra a doble hilera en comparación a la siembra tradicional de hilera sencilla, estableciéndose como hipótesis que la siembra a doble hilera propicia mayor rendimiento.

 

Materiales y métodos

El trabajo se llevó a cabo en el municipio de Temascalcingo, Estado de México, ubicado a 2 372 msnm, el experimento se manejó bajo labranza convencional, se preparó el terreno con arado y dos cruzas de rastra. El terreno se regó en abril con 0.15 m de lámina de agua. La siembra a "tierra en punto" se efectuó en 2011, con sembradoras de precisión para hilera sencilla y doble, el resto del ciclo la fuente de humedad del cultivo dependió únicamente de la precipitación pluvial, lluvia de temporal. El cultivo de maíz recibió durante el ciclo de desarrollo vegetativo y reproductivo un total de 662 mm de lámina de agua al considerar la suma de 150 mm de la punta de riego y 512 mm de lluvia. La distribución de la lluvia fue irregular, ya que hubo ligera sequía en etapa vegetativa (a 46 días después de siembra en V6-10) y después de dos heladas en las madrugadas de los días 8 y 9 de septiembre en (R4-5) o madurez de mazorca.

 

Análisis de suelo

Resultados de características del suelo con técnicas aprobadas por en la Sociedad Mexicana de la Ciencia del Suelo, fueron: textura arcillosa, 6.5 unidades de pH (ligeramente ácido), no salino (0.52 dSm-1), pobre en materia orgánica (1.15%), bajo en N (0.08%, micro-Kjeldhal), muy alto en P (88 mg kg1 Bray I), alto en K (1.04 cmol kg-1, F. Flama), bajo en Ca2+ (5.87 cmol kg-1, EDTA) y alto en Mg2+ (3.67 cmolkg-1, EDTA).

 

Fertilización

Se fertilizó el suelo con la dosis en kg ha-1 de 180-60-40 de NPK, que se recomienda para condiciones similares en el sitio del trabajo. Esta fertilización se hizo en dos momentos, a la siembra se aplicó la dosis de 80-40-60 de NPK; el N con base a urea (46-00-00), P con fosfato di amónico (18-46-00) y K con cloruro de potasio (00-00-60), y el complemento de 100 kg ha-1 de N con base a urea a los 60 días después de la siembra con inicio lluvias (ligero retraso hasta V7-8).

 

Densidad de siembra y materiales de semilla de maíz

Los materiales de semilla usados fueron siete híbridos: P1684W, Syn-1806, AS-722, AS-822, AS-823, HC-8, Z-60 y P1832W; y tres variedades o criollos mejorados: Blanco Federación, Amarillo Federación y Amarillo Consucc. Se calibraron las sembradoras para depositar 90 000 semillas por hectárea (se usaron aproximadamente 30 kg ha-1, bulto y medio, de los diferentes materiales genéticos).

 

Variables de estudio

El rendimiento de grano se estimó de acuerdo a dos criterios: 1) edafológico, en donde se "cosecharon los dos surcos centrales de una parcela de 60 metros cuadrados para valorar la variabilidad del terreno; 2) potencial genético, se cosecharon cinco plantas con competencia completa, en ambos casos el rendimiento se ajustó a14% de humedad. Se promediaron ambos criterios de: "medio ambiente del suelo con el manejo de sitio" con el de "potencial genético" bajo las circunstancias de dicho sitio, para obtener un dato con mayor consistencia. Además se registraron los componentes de rendimiento como: plantas cosechadas (número/hectárea), mazorcas cosechadas (número/hectárea), peso de mazorca (gramos), peso de 100 granos (gramos), longitud y diámetro de mazorca (mm), número de hileras (hileras por mazorca) y número de granos por hilera.

 

Diseño experimental y análisis

Se utilizó un diseño de bloques completos al azar con arreglo de dos factores, donde el factor A fueron los once materiales de maíz, y el factor B: los dos arreglos de siembra. El modelo estadístico fue:

Donde: yijk= valor de variable respuesta al nivel i del factor A, al nivel j del factor B en repetición k; μ= efecto de la media general; A= efecto del nivel del factor A (híbridos); B= efecto del nivel del factor B (arreglo de siembra); ABij= efecto de la interacción de los factores AB; εijk= error experimental con independiente e idéntica con distribución normal con (θ,σ2e); los datos se analizaron a través de SAS Versión 9.3. Se utilizó la prueba de Tukey (probabilidad menor o igual a 0.05).

 

Resultados y discusión

Los análisis de varianza para las diferentes variables en estudio, permitieron detectar que para todas ellas: plantas cosechadas (PC), mazorcas ha-1(MH), peso de mazorca (PM), diámetro de mazorca (DM), longitud de mazorca (LM), peso de 100 granos (P100G), hileras mazorca-1 (HM), granos hilera-1 (GH), peso de grano parcela-1 (PGP), se detectaron diferencias estadísticas altamente significativas, al 0.01 de probabilidad. Los valores de los coeficientes de variación oscilaron de 11.9% a 4%, que se consideran aceptables para un cultivo como maíz y este tipo de trabajos. Se detectaron diferencias altamente significativas para los efectos particulares de híbridos (H), arreglos de siembra (AS), así como la interacción H x AS.

La media general de número de plantas cosechadas por hectárea de 63 545, se considera por debajo de la expectativa para obtener "altos rendimientos" pretendidos con la hipótesis de trabajo de siembra a doble hilera, lo que se atribuye a perdida de plantas desde siembra al establecimiento final. La media general de mazorcas cosechadas por hectárea fue de 60 841 mazorcas hectárea-1, el promedio de 78.53 gramos; se asoció a "bajos valores" de los componentes de la producción de la mazorca como son diámetro de mazorca (DM), longitud (LM), peso de 100 granos (P100G), hileras (HM), granos (GH), peso de grano por criterio edafológico o parcela (PGP), peso de grano por criterio de potencial genético o 5 plantas y el promedio de estos dos últimos criterios= 5 091 t ha-1.

A los factores de suelo y manejo se añade la condición de clima adverso del mes de septiembre, el cual inició con abundante lluvia que presagió ausencia de heladas; pero atípicamente ocurrieron temperaturas de congelación en las madrugadas de los días 8 y 9 de septiembre, y después las lluvias cesaron totalmente. Esta circunstancia, baja temperatura y escasa humedad, provocó que el llenado de grano en las mazorcas fuese afectado, en especial la parte apical de las mazorcas, con lo cual el peso de grano cosechado se redujo, lo que seguramente dependió de manera diferencial, con base al vigor y reservas de los genotipos (Shapiro y Wortmann, 2006; Zamudio et al, 2012).

Para la variable PM, la comparación de medias definió cuatro grupos de significancia, el mayor PM numérico promedio en gramos, ubicado en el primer grupo de significancia, fue para el híbrido AS-722 (107.6 a), seguida por un grupo amplio de genotipos, que también estuvieron en ese grupo, en contraste, el genotipo que presentó menor PM fue P1832W con sólo 57.62 g, por lo que se ubicó en el último grupo. Los valores de LM y DM se deben tanto a factores genéticos, es decir de los propios híbridos, como al manejo agronómico y condiciones que prevalecieron en el trabajo. Así, se definieron cuatro grupos de significancia, destacando en la variable LM el híbrido AS-823 con 16.29 cm, que contrasta con el híbrido Syn-1806, el cual presentó el valor más bajo (12.34 cm); Para la variable DM se definieron cinco grupos de significancia, el AS-722 (43.6) y el Amarillo CONSSUC (42.9), exhibieron los valores más altos, en cambio el híbrido HC-8, presentó el DM más pequeño con sólo 38.4 mm (Cuadro 1).

La expresión de componentes de rendimiento de grano como son NH, GH y P100G también fueron relativamente bajos (Cuadro 1). Así, el híbrido AS-822 tuvo mayor NH por mazorca (15.7 a) en comparación a HC-8 y AS-823 (13.2 c y 13.4 c, NH respectivamente). El criollo mejorado Amarillo CONSSUC al parecer fue el mejor adaptado a una condición de helada durante la madurez de la mazorca; ya que logró llenar más GH en promedio de 29.5 (a); y en esta variable si bien existió una gradualidad de significancia en el orden de Z-60 (28.6 ab), Amarillo Federación (28.1 abc), Syn -1806 (27.3 abcd), AS-722 (27.2 abcde); los cuatro híbridos anteriores, poseen una misma letra, que los ubica como similares estadísticamente y son diferentes con el genotipo P1684W con sólo 23.5 (significancia f).

Los valores de grano más denso; es decir, con mayor valor en la variable P100G, correspondieron a los genotipos: criollo Blanco Federación con 32.95 gramos, con significancia (a), seguido por AS-722 (32.17 ab), P1684W (31.39 ab), Syn-1806 (31.18 ab) Amarillo Federación (30.77 ab), todos ellos ubicados en el mismo grupo de significancia; los cuales contrastan con el grano más "liviano" de P1832W con solo 21.37 gramos en P100G (significancia "d"). La industria de la masa y la tortilla requiere maíces de tamaño mediano a grande, se ha encontrado que la interacción del hibrido y las condiciones agroclimáticas del lugar influyen conjuntamente y de manera diferencial en las características físicas del grano, tal es así, que las industrias de la tortilla prefieren maíces con un P100G por arriba de los 33 g. (Vázquez et al, 2012), lo anterior señala que la variedad denominada Criollo Blanco Federación (32.95 gramos), el híbrido AS-722 (32.17 gramos), el híbrido P1684W (31.39 gramos), Syn-1806 (31.18 gramos) y Amarillo Federación (30.77 gramos), con los valores de P100G muy cercanos al nivel de aceptación, en el entendido que en este trabajo, estos valores pudieron haber sido afectados por la incidencia de heladas y escasa humedad en el llenado de grano (Zamudio et al, 2012), muy probablemente estos genotipos se ubicarían como materiales que serían aceptados dentro de los maíces que demanda la industria de la masa y la tortilla y podrían tener facilidad en la comercialización (González et al, 2007; Vázquez et al., 2012).

La variación de los resultados de los componentes que seguramente tienen relación con la producción de este estudio, permiten observar valores de los diferentes genotipos de este estudio, estos datos muestran la diversidad fenotípica de variedades e híbridos de maíz en el Valle Toluca - Atlacomulco, México, los cuales son diferentes probablemente a una gran cantidad de genotipos que se emplean en la zona referida (González et al, 2007; Trueba, 2012). Por aspectos de manejo por arreglos topológicos de siembra (Reta et al., 2007; Rivera et al., 2007); así como por la naturaleza de las propiedades del suelo (Reta et al, 2007).

Asimismo, estos resultados muestran que muy probablemente existen diferencias en el origen y conformación de la base genética de las líneas de los diferentes híbridos, lo que es perfectamente deducible ya que proceden de diferentes empresas de semillas (Asgrow, Pioneer, ASPROS, Consucc, Federación de Productores), además del efecto y probable interacción con las condiciones climáticas durante el desarrollo del cultivo. En este trabajo, en general se considera que hubo baja productividad de los genotipos de maíz, lo que se debió a las condiciones ambientales adversas de escasa humedad, así como las heladas tempranas que indudablemente afectaron el rendimiento, por lo tanto la factibilidad para incrementar los rendimientos sin considerar las condiciones ambientales impredecibles, está supeditada en 60% al potencial genético del hibrido o de la variedad a sembrar y 40% a las practica de manejo de cultivo (Espinosa et al, 2008).

En el Cuadro 2, se observa que existió diferencia altamente significativa en el número de plantas y mazorcas a la cosecha. Se distingue que los mayores valores fueron para el conjunto de híbridos en comparación a las variedades criollas mejoradas, ambos grupos, se separan con claridad al final de la primera columna, el híbrido P1832W así como las variedades criollas mejoradas se ubicaron en el último grupo de significancia. Los híbridos con mayor número de plantas cosechadas en plantas ha-1, fueron Syn-1806 y P1684W; contra el valor mínimo de densidad de población con letra significancia "e", el material Amarrillo Consucc. Lo cual indica que los materiales utilizados en esta pruebas probablemente tuvieron diferente viabilidad y vigor desde la semilla, o bien tipo de platos de la sembradora, tamaño y forma de la semilla, propiedades del suelo, etc., y con ello diferencias en el establecimiento en campo, lo que repercute en cubrir el terreno, lo que es una de las causas de los bajos rendimientos (Trueba, 2012).

La densidad de población es el primer componente de rendimiento, es un elemento que se está evaluando, por lo que se debe tener control de el, la amplia variación que se presentó en el experimento, indudablemente se ve reflejado en el rendimiento. Así, que es necesario tener precaución al hacer comparaciones y conclusiones, para futuros trabajos, más dado que la densidad de población planeada no se cumplió. Es conveniente tener en cuenta eso para analizar la información y hacer conclusiones. La densidad promedio reportada en el Cuadro 2, es aproximadamente 5% superior a la densidad de población en hilera simple que es de 60 mil, misma que citan en la introducción (Zamudio et al, 2012).

Por lo anterior, en futuros trabajos, es necesario se califique adecuadamente la semilla para siembra, para asegurar viabilidad, vigor, es decir calidad que propicie buen establecimiento de plantas de las diferentes variedades (Espinosa et al, 2008; Trueba, 2012). En este trabajo, menor número de plantas cosechadas se asoció a un menor número de mazorcas cosechadas por hectárea (Cuadro 2, columna 2); ya que se repitieron las significancia de las letras separadas por la Prueba de Tukey al 5%. Bajo esta premisa, la esperanza de lograr alto potencial de rendimiento sumado a adversidad de factores de producción de suelo-clima; prefiguran la hipótesis de la siembra a doble hilera es de baja probabilidad de éxito en condiciones similares a las que ocurrieron en esta investigación y que son frecuentes en Valles Altos del Estado de México (Barbieri et al., 2000).

Se considera con base en los resultados, que en principio la estrategia de la siembra a doble hilera, en este trabajo, no puede mostrarse como factor relevante para duplicar el promedio actual de 3.5 t ha-1 de producción de grano de maíz en las 300 000 ha de buen potencial, (Turrent, 2009). Debe profundizarse la investigación no sólo con la siembra de semillas mejoradas (Tadeo et al, 2012), sino además integrar las mejores prácticas agrícolas a la tecnología de producción de acuerdo a las condiciones de clima y sitio específico (Barbieri et al., 2000; Espinosa et al, 2008 y Zamudio et al, 2012). El hecho de duplicar la densidad de población, aun cuando no puede probarse en este trabajo, por las densidades de población finales, podría señalarse que no implicaría duplicar rendimientos. Paralelo al incremento en la densidad de población, se tendrían que ajustar otras prácticas agrícolas e indudablemente tener en cuenta la variabilidad edafo-climática de la región.

Al incrementar la densidad de población se debe tener en cuenta las necesidades nutrimentales mínimas, y tomar en cuenta la meta de rendimiento a alcanzar, ya que al aumentar la densidad de población existe una mayor demanda de nutrientes y por lo tanto la eficiencia del uso de nutrientes se ve afectada. Se ha estimado en otros trabajos, un incremento en el rendimiento de 4.7% a 6.2% al reducir la distancia entre surcos de 0.76 m a 0.38 m, el rendimiento de grano de maíz para hilera doble (10 398 kg ha-1), fue mayor que para hilera sencilla (9 986 kg ha-1) (Hodges y Evans, 1990). La diferencia representó 4% más de grano a favor de la siembra a doble hilera (Gozubenli et al, 2004). Con base en lo anterior, no podría esperarse que se duplicarían los rendimientos por emplear doble hilera con respecto a hilera simple.

En el Cuadro 3, se observa el efecto de las 22 interacciones de híbridos (H) x arreglo de siembra (AS) con los criterios de medición de parcela de 60 m2 o edafológico en las columnas 1 y 2; así como el potencial genético al medir rendimiento de grano de cinco plantas con competencia completa (columnas 3 y 4). El criterio edafológico se considera más realista el valor de cosecha al comparar con los resultados de la parcela comercial del agricultor, pero resulta de interés valorar el "potencial genético" bajo los dos arreglos de siembra al medir cinco plantas con competencia completa.

Por principio, con siembra a hilera simple (HS= 1) con ambos criterios de cosecha se obtuvieron rendimientos de grano en t ha-1 estadísticamente similares con los híbridos AS-722 (6.50 "a" de criterio edafológico y 8.67 "a" de criterio potencial genético) y Syn-1806 (6.08 "a" de criterio edafológico y 7.86 "ab" de criterio potencial genético). Estos cuatro datos no apoyan el planteamiento de que la siembra a doble hilera aumenta el potencial de rendimiento de grano. Sería más preciso valorar si existiera diferencia cuando la hipótesis de diferencia se cumple en términos negativos. Se resuelve la pregunta al comparar verticalmente contra el mismo híbrido pero para el arreglo a doble hilera (DH= 2).

En el caso de AS-722 el arreglo de doble hilera HD con el número 2, exhibió en el quinto renglón el rendimiento en t ha-1 para el criterio edafológico. En forma similar para el mismo genotipo AS-722 pero para el criterio de potencial genético, se identifica para la siembra a doble hilera el rendimiento en t ha-1 de 5.99 y significancia "cdef" por lo cual se deduce este híbrido deprimió su potencial de rendimiento en 2.68 t ha-1 de grano al sembrarse a doble hilera. En el mismo sentido de los resultados anteriores ocurrió para el híbrido Syn 1806 en hilera simple HS, para el criterio edafológico el rendimiento fue de (6.08 ab) y criterio de potencial genético fue de (7.86 ab); al comparar con sus respectivas columnas de hilera doble HD de criterio edafológico (6.03 ab) y potencial genético (6.68 bc) aun cuando el valor es menor a 1.18 t ha-1 ; se deduce no existe diferencia estadística bajo ninguna circunstancia de arreglo de siembra y criterio de evaluación de la cosecha.

Al comparar cada genotipo en la modalidad de siembra HS vs HD para ambos criterios de medición de cosecha edafológico y potencial genético se observa para el hibrido P1832W, mayor rendimiento bajo el arreglo topológico de doble hilera (3.31 t ha-1), ya que mostró un incremento en el rendimiento de 41% con respecto a la hilera sencilla (1.94 t ha-1) para el criterio edafológico; sin embargo, esta diferencia debe revisarse con detenimiento, dados los bajos rendimientos. Este juicio favorable a la siembra a doble hilera del P1832W con criterio de cosecha edafológico carece de consistencia al considerar la nula respuesta de rendimiento al arreglo de siembra con el criterio de potencial genético (HS= 3.91"g" vs HD= 4.38 "fg").

Finalmente, merece señalar el híbrido HC-8 de porte bajo promovido para alta densidad y buenas condiciones de manejo agronómico; se identificaron para el criterio edafológico la comparación de HD= 6.05 "ab" vs HS= 5.34 "bc" (diferencia numérica de 0 .71 t ha-1 de grano); para criterio de potencial genético de HD= 6.53 "bcd" vs HS= 5.60 "cdefg" (diferencia numérica de 0.93 t ha-1 de grano), aparentemente favorables las diferencias a favor de la siembra a doble hilera pero sin rigor estadístico.

Los resultados del presente estudio no permiten apoyar el planteamiento que señala que el arreglo de siembra a doble hilera aumenta el rendimiento de grano con la esperanza de permitir la expresión de alto potencial de los genotipos mejorados de maíces para suelos y condiciones de clima de Valles Altos del Estado de México. Más aún se encontró que en el genotipo AS-722 el rendimiento de grano en t ha-1 para el criterio de potencial genético con la siembra a doble hilera se deprimió con respecto al arreglo de siembra a hilera sencilla.

Estos resultados de no tener ventaja de la siembra a doble hilera coinciden con los publicados por Nielsen (1997) quien no encontró aumentos en el rendimiento de maíz con la reducción de espacio entre surcos, y empatan parcialmente con lo publicado por Luque (2009) que asevera que el arreglo de siembra a doble hilera en maíz es una opción viable para incrementar los rendimientos unitarios de grano por hectárea en Sinaloa pero esto es válido sólo para ciertos genotipos, así como con Farnham, (2001) quien establece que los híbridos precoces rinden menos que los de ciclo tardío cuando se reduce la distancia entre surcos ya que en el maíz de maduración temprana o precoz produce menos hojas y requiere menos tiempo para que la floración femenina; y con Widdicombe y Thelen (2002), citado por Reta et al, 2007; que señalan los surcos estrechos han sido relacionado con un incremento en el índice de área foliar y la eficiencia de intercepción de radiación solar por unidad de área foliar.

Los datos de este estudio a su vez permiten dar un juicio respecto a los arreglos de surcos estrechos y/o doble hilera, ya que sólo permiten aumentos muy modestos del orden menor al 10% como han publicado de 4.7% a 6.2% por Hodges y Evans (1990), de 4% por Gozubenli et al. (2004), de 4% reportado por Shapiro y Wortmann (2006), y el departamento de Agronomía de la Universidad de Purdue en Estados Unidos de América, informa que existió un aumento promedio de 2.7% (Nielsen,1997); el sistema de siembra a DH superó en rendimiento de grano al sistema tradicional de HS con 25% que equivale a 1 850 kg ha-1 y de 7 al 20% el rendimiento de grano (Barbieri et al., 2000).

 

Conclusiones

La esperanza de obtener mejores rendimientos de grano de maíz con el arreglo de siembra a doble hilera no se cumplió para nuevos genotipos mejorados de maíz formados para condiciones de suelos, manejo y clima de Valles Altos en el Estado de México. Por el contrario el híbrido AS-722 obtuvo un mayor rendimiento de grano 8.67 (t ha-1) bajo el sistema tradicional de hilera sencilla comparado con el arreglo de siembra a doble hilera (5.99 t ha-1), teniendo un decremento en el rendimiento de 2.68 t ha-1 para el criterio de cosecha de vigor genético. Los híbridos AS -722 y Syn 1806 mostraron los rendimientos de grano mayores bajo los dos arreglos de siembra. El mejoramiento genético de nuevas semillas de maíz para Valles Altos debe enfocarse a mayor tolerancia y plasticidad en respuesta favorable y adaptación a condiciones adversas de Valles Altos, como es escasa humedad en etapas del ciclo de cultivo y acompañar a estas variedades con el desarrollo de mejores prácticas integradas de manejo agronómico por sitio específico como nutrición vegetal con base a la fertilización y sanidad del cultivo para pretender acceder a elevar los rendimientos unitarios por hectárea.

 

Literatura citada

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