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Revista mexicana de ciencias agrícolas

versión impresa ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.5 no.spe9 Texcoco sep./nov. 2014

https://doi.org/10.29312/remexca.v0i9.1046 

Artículos

Interés en el desarrollo de actividades de turismo rural integrado en tres comunidades de Sonora

Luis Fernando Figueroa González1  § 

Judith Cavazos Arroyo2 

Yesica Mayett Moreno3 

1 Universidad de Sonora. Avenida Villahermosa 1168 Fracc. Nueva España, Hermosillo, Sonora, C. P. 83170, México. (ffigueroa@eca.uson.mx.)

2 Universidad Popular Autónoma del estado de Puebla, 17 Sur 901 colonia Santiago, Puebla, Puebla, C. P. 72410, México. (cavazosjudith01@gmail.com).

3 Universidad Popular Autónoma del estado de Puebla, 2a. Cda. Fuente de Trevi Sur No. 6, Fracc. San Carlos. Puebla, Puebla, C. P. 72130, México. (yes_sipue81@hotmail.com; yesica.mayett@upaep.mx).


Resumen

El abuso de la comercialización de los recursos naturales y los productos turísticos menoscaba la credibilidad y la autenticidad de algunas propuestas de destinos turísticos rurales. Un planteamiento reciente conocido como turismo rural integrado (TRI), propone la integración entre los diversos actores que intervienen en esta actividad destacando la sustentabilidad como ventaja competitiva así como la inclusión de las economías locales y regionales. La presente investigación analizó el interés en involucrarse en actividades de TRI por parte de tres actores de la cadena social: habitantes de las comunidades de Ures, Baviácora y Aconchi, turistas potenciales y proveedores de servicios turísticos de Hermosillo, Sonora. Se desarrolló una investigación cuantitativa, descriptiva, explicativa y transversal múltiple dividida en tres etapas. Los resultados destacan la disposición de los habitantes de las comunidades para aprovechar los recursos de TRI y en interés en el desarrollo de actividades turísticas en cada uno de los destinos. La mayor parte de los proveedores de servicios turísticos estarían dispuestos a invertir conjuntamente con miembros de la comunidad, valorando aquellos proyectos que vinculan el patrimonio cultural con los recursos naturales. Por su parte, los turistas potenciales valoran el descanso, los recursos naturales y las experiencias rurales. La integración requiere de una reeducación de los actores de esta cadena social respecto a su percepción del ocio y el disfrute de atractivos culturales y naturales.

Palabras clave: inclusión; integración social; México; sustentabilidad

Abstract

Misuse of the commercialization of natural resources and tourism products undermines the credibility and authenticity of some proposals of rural tourist destinations. A recent approach known as integrated rural tourism (IRT) proposes the integration among the various ores act involved in this activity highlighting sustainability as a competitive advantage and the inclusion of local and regional economies. This research analysed the interest in getting involved in IRT activities by three actors in the social chain: people of the communities of Ures, Baviácora and Aconchi, potential tourists and tourism providers in Hermosillo, Sonora. A quantitative, descriptive, explanatory and multi-cross divided research was developed into three stages. The results highlight the willingness of community residents to take advantage of the resources of IRT and interest in the development of tourism activities in each destination. Most of the tourist service providers would be willing to invest jointly with members of the community, valuing projects that link the cultural heritage of natural resources. Meanwhile, potential tourists value resting, natural resources and rural experiences. The integration requires a reeducation of the actors in this social chain, regarding their perception of leisure and enjoyment of cultural and natural attractions.

Keywords: inclusion; Mexico; social integration; sustainability

Introducción

El turismo rural se define como una forma alternativa de viaje que lleva a las personas a sitios diversos con la idea de conocer el campo, practicar actividades y deportes en contacto con la naturaleza. Se ofrece en diversas variantes como ecoturismo, agroturismo, turismo de naturaleza y turismo de aventura, e involucra actividades como caza, pesca, visitas culturales e históricas, entre otras (Millán et al., 2006; Solsona, 2006). Su desarrollo y adopción es complejo, ya que en algunas regiones coexiste con un bajo nivel de calidad de vida y carencias de muchas zonas rurales (Echeverría, 2010). Pese a esto, investigadores(as) (Millán et al., 2006) consideran que puede convertirse en un instrumento transformador de las economías rurales por el efecto multiplicador que ejercen sus actividades en el empleo y bienestar de una comunidad.

Muchos proyectos de turismo rural fragmentan el sistema que pretenden atender (Sharpley, 2007), afectan el ecosistema a través del abuso de la comercialización de los recursos naturales y los productos turísticos, lo que menoscaba directamente la credibilidad y la autenticidad del destino turístico (Tan et al., 2013). Como respuesta a ello, un planteamiento reciente propone una integración entre los diversos actores que intervienen en el desarrollo de esta actividad generando una cadena social entre visitantes y proveedores de productos y servicios rurales (Saxena e Ilbery, 2007).

A este enfoque se le conoce como TRI, destacando la sustentabilidad como ventaja competitiva del turismo rural mediante el aprovechamiento de las características propias de los entornos físicos, sociales y culturales, satisfaciendo con ello a nichos de mercado determinados (Cawley y Gillmor, 2007). El TRI incluye en toda la cadena social donde se implementan, roles y responsabilidades armonizados con las implementación de estrategias, el monitoreo y la administración de recursos en el turismo rural (Saxena et al., 2007).

Saxena et al. (2007) proponen nueve formas de integración del TRI cuyas características implican: 1) espacial: se enfoca en la inclusión de las áreas turísticas menos desarrolladas, reconociendo la importancia del contexto humano y las redes culturales locales; 2) de recursos humanos: considera la reducción de la exclusión social a través de la integración laboral local para ganar una ventaja competitiva; 3) institucional: propone la integración de agencias en asociaciones o en otra forma estructurada de relación permanente o temporal, que empoderen a las personas y los grupos a través de iniciativas y apoyos que propicien la autosuficiencia y la capacidad de las comunidades rurales para participar en acciones concertadas; 4) innovadora: apoya la generación de nuevas ideas en el proceso de productos turísticos para lograr crecimiento y ventaja competitiva. Desde un enfoque endógeno, los recursos económicos, ambientales y culturales serían aprovechados por los emprendedores innovadores para satisfacer primeramente las necesidades locales y fortalecer la identidad de la región. Paradigmas como innovación social e innovación frugal (Radjou et al., 2012) tienen cabida en el TRI; 5) económica: junto con el turismo se toman en cuenta a otros sectores como son ventas al menudeo y agricultura; 6) social: reconoce la importancia de la integración con otras tendencias socioeconómicas, calidad y preocupación por el medio ambiente, protección y desarrollo sostenible. El TRI construye a través de redes sociales de intercambio que se introducen y empoderan en el contexto porque son parte de la comunidad; 7) temporal: considera el pasado en la corriente económica, social, y las necesidades culturales a través de la comercialización del patrimonio; 8) comunitaria: fomenta la creación de valor agregado al integrar al turista con los miembros de la comunidad compartiendo espacios físicos y satisfactores; y 9) políticas de integración: se deben diseñar para propiciar la inclusión del turismo en los programas de desarrollo tanto nacionales como regionales para el crecimiento, diversificación y desarrollo.

El TRI incorpora componentes del turismo sustentable, pero enfatiza en siete aspectos clave (Barcus, 2013): 1) la importancia que las redes y vínculos sean verticales u horizontales; 2) la escala en el tamaño, volumen y alcance de los recursos turísticos, así como su impacto económico, social y cultural en nichos de pequeña escala o mercados de gran escala en función de las estructuras locales; 3) el esfuerzo por generar un desarrollo propio o hacia adentro por parte de la propia comunidad; 4) la sustentabilidad; 5) el arraigo vinculado a las relaciones y redes así como identidades socio-culturales únicas; 6) la complementariedad de otras actividades que generen mayor asociación y sinergia; y 7) el empoderamiento a través del control local sobre los recursos y las actividades.

El TRI sostiene que las relaciones existentes entre las cadenas sociales representan un mecanismo para fomentar el turismo rural y establecer relaciones fuertes entre las empresas turísticas y los lugares de destino (Polo y Frías, 2010). Sin importar a través de quién o cómo, un plan de turismo así concebido alcanzará su éxito con la inclusión sistemática de los grupos de interés a través de la construcción de redes sociales horizontales en las comunidades donde se lleve a cabo (Petersen, 2010). Entonces emerge del interés de los actores y actrices en vincularse explícitamente a través del turismo rural, salvaguardando los recursos económicos, sociales, culturales, naturales y humanos de las comunidades donde se lleve a cabo (Saxena et al., 2007).

Región de estudio. En el estado de Sonora, México se inició el desarrollo de una ruta turística denominada “Río Sonora” concebida como una oportunidad para explotar turísticamente el potencial natural e histórico de nueve poblaciones asentadas en las riberas del Río Sonora (Sonora Turismo, 2014). Esta ruta es considerada como un itinerario turístico potencial para atraer a los habitantes de la ciudad de Hermosillo, principalmente por la diversidad de ecosistemas del recorrido y las características culturales (Salido et al., 2009), por lo que el turismo sustentable puede representar una oportunidad de desarrollo regional con el adecuado manejo de sus recursos naturales y culturales (Petersen, 2010).

A pesar de que no existe información precisa sobre el desempeño del turismo en esta región, se cuenta con los factores necesarios para consolidarse como ruta turística, mismos que podrían permitir el impulso de proyectos relacionados con comunidades rurales, su pasado histórico y la cultura, entre otras modalidades turísticas que a nivel global muestran un gran dinamismo (Salido et al., 2009). Por lo anterior, el objetivo de esta investigación consiste en analizar el interés de tres actores de la cadena social (miembros de la comunidad, turistas potenciales y proveedores de servicios turísticos) a involucrarse en actividades propias del turismo rural integrado en las comunidades de Ures, Baviácora y Aconchi, en el estado de Sonora, México.

Materiales y métodos

Método. Se desarrolló una investigación cuantitativa, descriptiva, explicativa y de carácter transversal múltiple (Hernández et al., 2010); realizada de febrero a septiembre de 2013 y dividida en tres etapas.

Etapa 1. En este primer estudio el universo se constituyó por personas económicamente activas, sin importar su sexo y que habitaran en las cabeceras municipales de Ures, Baviácora y Aconchi (N= 5 520). Mediante un muestreo no probabilístico por cuotas se aplicaron: 136 encuestas personales en Ures, 47 en Baviácora y 46 en Aconchi. Un muestreo por cuotas selecciona a los participantes de acuerdo con cuotas pre-especificadas relativas a uno o más criterios seleccionados por el investigador (Hair et al., 2010). Las cuotas quedaron especificadas en función del tamaño de cada una de las poblaciones y la muestra de cada subgrupo fue asignado proporcionalmente a su tamaño. Para recopilar la información se utilizó una encuesta personal por intercepción en parques públicos y calles con mayor cantidad de transeúntes de las poblaciones.

Etapa 2. Se administraron encuestas personales a habitantes de la ciudad de Hermosillo, Sonora considerando hombres y mujeres económicamente activos (N= 327 040). Se desarrolló un muestreo no probabilístico por conveniencia, el cual consiste en un método en el que la selección de los sujetos de estudio se da en función de la accesibilidad y proximidad de los sujetos para la investigación (Hair et al., 2010). Se aplicaron 209 encuestas en un centro comercial de la ciudad. El 49.4% de los respondientes fueron hombres, 63.7% tenían entre 18 y 35 años y la mayor parte de los entrevistados se declararon empleados (56.1%), estudiantes insertados en ocupaciones laborales (22.8%) y autoempleados como comerciantes u oferta de servicios personales (14.3%). Además, el 60.4% de los encuestados manifestó obtener ingresos entre $6 000 y $12 000.

Etapa 3. Se obtuvo un listado de las organizaciones proveedoras de servicios turísticos ubicadas en la ciudad de Hermosillo, ubicándose un total de 42 organizaciones en el directorio telefónico de la ciudad. Se concertó una cita vía telefónica con cada una, pero solo 19 de ellas (45.2%) aceptaron responder la encuesta.

Hipótesis

Hi: los habitantes de las comunidades de Ures, Baviácora y Aconchi, turistas potenciales y proveedores de servicios turísticos de Hermosillo, Sonora están interesados en que visiten sus comunidades, difieren en sus percepciones sobre el atractivo de éstas, en los proyectos turísticos a ser desarrollados, pero valoran el ambiente natural y cultural de las comunidades.

H1. Los habitantes de las comunidades están interesados en que turistas visiten sus comunidades.

H2. Los habitantes de las tres comunidades difieren entre sus percepciones sobre los recursos por los que se considera que los turistas visitarían sus comunidades.

H3. Los habitantes de las tres comunidades difieren entre sus percepciones sobre los posibles proyectos turísticos sustentables a ser desarrollados en sus respectivas comunidades.

H4. Más de la mitad de los turistas potenciales de la ciudad de Hermosillo se agrupan en un perfil que valora el ambiente natural y cultural de las comunidades rurales estudiadas.

H5. Los proveedores de servicios turísticos de Hermosillo que están dispuestos a invertir en proyectos turísticos sustentables en las comunidades estudiadas perciben que el mayor potencial de las comunidades se encuentra en sus recursos naturales.

Resultados y discusión

Miembros de la comunidad. Los resultados muestran que la mayor parte de los encuestados en las tres poblaciones tienen edades entre 36 y 50 años, cuentan con primaria o secundaria terminada, un alto porcentaje son empleados y amas de casa, son casados y tienen entre 2 y 4 hijos(as) principalmente; los ingresos por hogar en general oscilan entre $1 000 y $3 000 mensuales.

Los entrevistados se dijeron interesados en el desarrollo del turismo rural en sus respectivas poblaciones y al comparar las percepciones sobre los motivos por los que se considera que los turistas visitarían la comunidad (medidas en escala ordinal de 7 puntos), los resultados del análisis Kruskal-Wallis reflejaron que no existen diferencias significativas en relación a: recursos naturales, visitas familiares, descanso, limpieza, atractivos naturales, hospitalidad, atmósfera familiar, seguridad, infraestructura local e instalaciones para brindar servicios turísticos. Sin embargo, se encontraron diferencias significativas en relación a patrimonio histórico (p= 0.013, MdUres= 5 MdBaviácora= 5, MdAconchi= 4), productos típicos (p= 0.000, MdUres= 6, MdBaviácora= 5, MdAconchi= 5), gastronomía (p= 0.048, MdUres= 6, MdBaviácora= 5, MdAconchi= 5), paisaje (p= 0.029, MdUres= 5, MdBaviácora= 5, MdAconchi= 6).

Puede decirse que en el poblado de Ures los motivos por los que se piensa que los turistas visitarían su comunidad son principalmente por sus productos típicos y su gastronomía, en cambio los habitantes de Aconchi destacan el paisaje, mientras que los habitantes de Baviácora creen que los visitantes apreciarán una mayor variedad de aspectos como patrimonio histórico, productos típicos, gastronomía y el paisaje. Es precisamente una característica del TRI el reconocimiento y aprovechamiento de las características propias y diversas de cada entorno físico, social y cultural (más que pretender la homogeneización de los destinos turísticos), satisfaciendo con ello a diferentes nichos de mercado.

En relación a la percepción de los recursos que los habitantes perciben con mayor potencial a ser desarrollado en proyectos turísticos sustentables en sus comunidades, el análisis Kruskal-Wallis no reflejó diferencias significativas entre las tres poblaciones en relación a lugares para descanso y reflexión, pureza del ambiente, hoteles y casas rurales y recursos naturales. No obstante, se encontraron diferencias significativas en las posibilidades de desarrollo de proyectos sustentables centrados en la oferta de: patrimonio histórico (p= 0.006, MdUres= 4, MdBaviácora= 3, MdAconchi= 4), productos típicos (p= 0.002, MdUres= 4, MdBaviácora= 4, MdAconchi= 4), gastronomía (p= 0.013, MdUres= 5, MdBaviácora= 4, MdAconchi= 4), lugares para actividades recreativas (p= 0.003, MdUres= 3, MdBaviácora= 3, MdAconchi= 4) y la diversidad de atractivos naturales (p= 0.017, MdUres= 4, MdBaviácora= 4, MdAconchi= 4.5).

Puede decirse que los entrevistados de Ures perciben más oportunidades para desarrollar proyectos de turismo sustentable en su comunidad relacionados con su riqueza gastronómica. En cambio, los entrevistados de Baviácora destacan posibilidades alrededor de su diversidad de atractivos naturales, así como sus productos típicos y gastronomía. Finalmente, la percepción de los habitantes de Aconchi refleja la percepción de que es factible aprovechar sustentablemente la riqueza de todos sus recursos culturales, históricos y naturales, aunque destacan un poco más las posibilidades de la diversidad de sus atractivos naturales.

Los resultados obtenidos de los habitantes de las comunidades confirman la hipótesis 1 en virtud de que están interesados en que turistas visiten sus comunidades y se confirma la hipótesis 2 que sostiene que los habitantes de las tres comunidades difieren entre sus percepciones sobre los recursos por los que se considera que los turistas visitarían sus comunidades y la hipótesis 3 ya que los habitantes de las tres comunidades difieren entre sus percepciones sobre los posibles proyectos turísticos sustentables a ser desarrollados en sus respectivas comunidades. Los miembros de Ures y Baviácora manifiestan percepciones más focalizadas sobre motivos y recursos para el desarrollo de proyectos turísticos rurales sustentables, en cambio las percepciones de la comunidad de Aconchi son más variadas. La riqueza de los recursos de cada una de estas comunidades depende de varios aspectos sin embargo, es necesario precisar que de las tres, Ures es la comunidad con mayor población (9 185) y más cercana a la capital del estado de Sonora (83.3 km), seguido de Baviácora (3 560 habitantes y 131 km) y finalmente Aconchi (2 637 habitantes) localizada a 146 kilómetros de la capital, en este sentido el desplazamiento de turistas potenciales podría verse afectado no solamente por los recursos sino también por la localización y el tamaño de la comunidad.

Turistas potenciales. Para identificar las características de los turistas potenciales estarían interesados en visitar las tres comunidades estudiadas se utilizó un análisis de conglomerado bietápico con variables categóricas de naturaleza nominal y ordinal (Malhotra, 2008). Se identificaron dos grupos de turistas potenciales. De la muestra total, 81.5% se ubicó en el “conglomerado 1” y 18.5% quedó agrupado en el “conglomerado 2” (cociente de tamaño del conglomerado más grande al más pequeño= 4.40). El Cuadro 1 presenta la importancia de los predictores para cada conglomerado.

Cuadro 1 Perfil de los turistas potenciales por conglomerado. 

Variable Importancia de la variable en la clasificación Turistas rurales (81.5%) Categoría más frecuente Turistas urbanos (18.5%) Categoría más frecuente (%)
Muy relevante
Disfrutar el paisaje 1 Muy importante 34.7% Poco importante 67.5%
Disfrutar de experiencias rurales 0.8 Muy importante 32.4% Menos importante 55.0%
Costos de traslado y estancia 0.71 Neutral 33.0% Extremadamente importante 67.5%
Infraestructura local 0.69 Algo importante 28.4% Extremadamente importante 57.5%
Descanso en el lugar de destino 0.67 Extremadamente importante 38.6% Algo importante 52.5%
Relevante
Experimentar una atmósfera familiar 0.51 Muy importante 40.9% Poco importante 45%
Experimentar actividades rurales de ecoturismo 0.5 Algo importante 27.3% Poco importante 72.5%
Adquirir productos típicos 0.49 Algo importante 27.8% Menos importante 52.5%
Gastronomía diferente 0.49 Algo importante 32.4% Poco importante 65%
Salir del tráfico y ruido de la ciudad 0.44 Muy importante 33.0% Poco importante 47.5%
Accesibilidad de caminos 0.42 Neutral 33.5% Muy importante 57.5%
Poco relevante
Viaje en familia 0.28 Muy importante 34.7% Muy importante 97.5%
Obtener conocimiento cultural 0.25 Muy importante 34.1% Poco importante 52.5%
Escolaridad 0.25 Licenciatura o ingeniería sin terminar 48.3% Licenciatura o ingeniería terminada 90%
Edad 0.21 18-25 años 38.6% 26-35 años 65%
Ingreso mensual 0.21 $6 001-$9 000 46.6% Más de $15 000 40%
Sexo 0.11 Femenino 56.2% Masculino 75%
Instalaciones deportivas y recreativas 0.11 Algo importante 11% Algo importante 11%
Ocupación 0.09 Empleado 54% Empleado 85%

Conglomerado 1. Este segmento resulta relevante por su tamaño y el objeto de estudio de esta investigación. Se conforma por personas que prefieren el turismo relacionado con la naturaleza, valoran salir de la ciudad para disfrutar de los paisajes, obtener experiencias rurales y descansar en el lugar de destino. No otorgan demasiada importancia a los costos de traslado y estancia aunque aprecian que exista suficiente infraestructura local para su comodidad.

De manera complementaria a los beneficios centrales, se valora la accesibilidad para llegar al lugar, así como una atmósfera familiar en el lugar de destino, realizar actividades ecoturísticas, comprar productos típicos y probar una gastronomía diferente. Resultan más relevantes las variables psicográficas que demográficas en la comprensión del perfil de este mercado, pero como identificación de estas variables puede decirse que el segmento se conforma principalmente por mujeres empleadas, entre 18 y 25 años, con carrera trunca e ingresos entre $6 001 y $9 000 pesos mexicanos (Cuadro 1). En virtud de estas características que distinguen a los integrantes de este grupo se le ha dado el nombre de turistas rurales. Con esto, se confirma la hipótesis 4 ya que los resultados indican que existe un grupo relevante (81.5%) de personas interesadas en realizar turismo rural sustentable en las tres comunidades estudiadas que valorarían los paisajes y las experiencias rurales ofertadas por éstas.

Conglomerado 2. Este grupo conforma un nicho (18.5%) que valora los costos de traslado y estancia, la infraestructura local y la accesibilidad de caminos para llegar al lugar de destino. Este mercado no se recrea en las experiencias de los ambientes rurales (Cuadro 1). Son personas que aprecian las comodidades de una ciudad cuando hacen turismo; por lo que a este conglomerado se le ha denominado turistas urbanos.

Proveedores de servicios turísticos. Los dueños de las empresas mencionaron en su totalidad ser privadas y de acuerdo al número de trabajadores (1 y 10) éstas se clasifican dentro de la microempresa. De éstas, 68% son agencias de viajes, 21% se dedican a la transportación turística y 11% a la organización de convenciones y visitantes así como guía de turistas.

Se encontró que 60% estarían dispuestos a invertir en proyectos turísticos en las comunidades estudiadas, prefiriéndose Ures, seguido de Aconchi y en tercer lugar Baviácora. Además 55% de los proveedores manifestaron que realizarían una coinversión junto con miembros de la comunidad en proyectos de turismo rural sustentable.

Para identificar los factores relacionados con el potencial turístico sustentable percibido sobre las comunidades estudiadas desde la óptica de los proveedores de servicios turísticos, se desarrolló un Análisis factorial exploratorio (AFE). Los resultados mostraron una agrupación en tres factores (KMO= 0.556, χ2= 0.000), una medida de adecuación KMO mayor a 0.70 es idóneo para la realización de un AFE, aunque un KMO de 0.5 se considera aceptable, con valores menores a este valor no es recomendable realizar el análisis, asimismo la esfericidad de Bartlett debe ser significativa, menor a 0.05 (Tabachnick y Fidell, 2007; Williams et al., 2010).

La varianza total acumulada explicada fue 69.569% entre los tres factores extraídos; esta extracción cumple con lo estipulado por la técnica (Malhotra, 2008). La matriz factorial rotada contiene los coeficientes que expresan las variables estandarizadas en términos de los tres factores resultantes (Cuadro 2).

Cuadro 2 Matriz rotada de los atributos percibidos por los proveedores de servicios turísticos. 

Componente
1 2 3
Promoción de nuevos productos rurales 0.196 -0.614 0.436
Arquitectura y edificios 0.785 0.183 -0.099
Sitios históricos 0.928 -0.080 -0.001
Ríos, arroyos, lagunas 0.638 0.097 0.267
Tiendas de productos locales -0.015 0.227 0.896
Hospitalidad de la comunidad 0.445 0.479 0.138
Fama de la comunidad (tradiciones, fiestas religiosas, gastronomía, entre otros) 0.731 0.221 0.006
Instalaciones de alojamiento 0.075 -0.161 0.834
Protección de los recursos naturales 0.695 0.543 0.206
Hidrología 0.749 0.465 0.093
Costumbres y tradiciones locales 0.544 0.504 0
Valores sociales de la comunidad 0.399 0.675 -0.089
Enfoque de identidad 0.223 0.847 0.259
Los recursos de la comunidad 0.188 0.926 -0.066

Método de extracción: análisis de componentes principales. Método de rotación: normalización Varimax con Kaiser. a. La rotación ha convergido en 6 iteraciones. 1= patrimonio cultural y recursos naturales; 2= identidad social y recursos de la comunidad; 3= infraestructura.

El factor 1 (42.816% de la varianza explicada) quedó compuesto por: sitios históricos (0.928), arquitectura y edificios (0.785), hidrología (0.749), fama de la comunidad (0.731), protección de los recursos naturales (0.695), ríos, arroyos y lagunas (0.638) y costumbres y tradiciones locales (0.544). Debido a las variables que quedaron incluidas en este factor, el nombre que se ha dado a esta dimensión es “patrimonio cultural y recursos naturales”. El factor 2 (15.032% de la varianza explicada) quedó compuesto por: los recursos de la comunidad (0.926), enfoque de identidad (0.847), valores sociales (0.675), promoción de nuevos productos (0.614), y hospitalidad de la comunidad (0.479). A este factor se le ha denominado “identidad social y recursos de la comunidad”. Finalmente, el factor 3 (11.720% de la varianza explicada) quedó conformado por: tiendas de productos locales (0.896) e instalaciones y alojamiento (0.834). A este factor se le ha denominado: “infraestructura”. Así, se confirma la hipótesis 5 ya que los proveedores de servicios turísticos perciben que el mayor potencial de las comunidades para desarrollar proyectos turísticos sustentables, son los recursos naturales pero al mismo tiempo se espera que los proyectos oferten también productos turísticos que aprovechen fuertemente la riqueza del Patrimonio Cultural de estas poblaciones.

Estos aspectos propician el inicio de proyectos turísticos sustentables que permitirán lograr un desarrollo de forma progresiva para las comunidades donde se implementen, dado que una comunidad difícilmente podría emprender el desarrollo de una actividad turística por sí sola. En este estudio se manifestó el interés de las personas y organizaciones para vincularse con la comunidad para el desarrollo de proyectos, esto marcaría el inicio de un TRI el cual una de sus características son las relaciones existentes entre las cadenas sociales que permiten impulsar el turismo rural estableciendo una relación estrecha entre los grupos de interés y la comunidad (Saxena et al., 2007; Polo y Frías, 2010)

Los casos de estudio del TRI han utilizado distintos métodos para la identificación del potencial del proyecto, el desarrollo de la propuesta y la evaluación de los resultados de esta actividad en los actores y sobre el contexto de aplicación (Saxena e Ilbery, 2007; Barcus, 2013). Esta investigación, ha considerado como un primer paso el interés que los actores de la cadena muestran al involucrarse en las actividades propias del turismo rural, así como la disposición de implicarse en proyectos de turismo rural que demandan asumir más proactiva y conscientemente roles y responsabilidades de los actores y actrices implicados(as) (Saxena et al., 2007). Esto a fin de integrar redes de carácter económico, sociocultural y ecológico bajo el aprovechamiento, uso y disfrute de los recursos y actividades del destino turístico rural.

Experiencias empíricas Barcus (2013) en el contexto de Bayfield, Wisconsin en Estados Unidos, muestran que si bien es posible que confluyan las redes rurales en la ejecución de un proyecto, endógenamente no necesariamente se logra el empoderamiento de todos los interesados y se requiere de un fuerte trabajo de participación e inclusión para la creación de un desarrollo equitativo verdaderamente sustentable e integrado en el turismo rural. La aplicación de Cawley y Gillmor (2007) en Irlanda demostró la necesidad de una definición clara de ética de la sustentabilidad por parte de los actores implicados en el turismo local, ya que los intereses atienden a prioridades diferentes entre las partes interesadas en el desarrollo de una estrategia a nivel local.

Por otro lado, cuando distintos actores del turismo (p. e. turistas, proveedores de servicios, miembros de la comunidad) deben interactuar para crear oportunidades sustentables, generalmente prevalecen desafíos para que el proyecto se desarrolle, ya que surgen tensiones asociadas a los intereses de los miembros involucrados, a las propias características de los pilares de la sustentabilidad y las aspiraciones de los grupos junto con las limitaciones impuestas por la propia naturaleza (Kuhlman y Farrington, 2010). Se espera que una comunidad sustentable logre ajustes de las actividades e interacciones humanas de manera equitativa, inclusiva y sostenible a largo plazo impactando en la calidad de vida de las personas (Bramley et al., 2009; Dempsey et al., 2011; Weingaertner y Moberg, 2011) y que durante su ejecución y gestión se verifique que los resultados no generan un abuso de la explotación de los recursos naturales, ni propicien una “ruptura” de la comunidad (Cuthill, 2010), sino que se enriquezcan la cohesión y las estructuras sociales durante el intercambio sociedad-naturaleza en el presente y para las generaciones futuras, lo cual para algunos constituye un ideal de la sustentabilidad (Littig y Grießler, 2005), incluyendo el proyecto del Río Sonora.

Conclusiones

El desarrollo del turismo requiere un trabajo coordinado de las personas y organizaciones que participen en concordancia con las labores agrícolas y el cuidado al medio ambiente. El turismo en el ámbito rural representa una herramienta valiosa que podría contribuir al desarrollo de comunidades El TRI emerge como un modelo conciliador cuyo mayor desafío es hacer converger de una forma equitativa los intereses de los actores involucrados de tal manera que éstos puedan lograr sus objetivos particulares y de conjunto.

En este estudio los resultados arrojaron que existe interés de inversión en esta zona geográfica por parte de proveedores de servicios turísticos de forma conjunta con los miembros de las comunidades en forma sustentable. Existe una oferta turística rural sobre todo de recursos naturales, culturales y patrimoniales, para la cual se identificó un nicho de mercado definido, mismo que en esta investigación reflejó diversos motivos para realizar turismo rural en las comunidades.

Estudios futuros pueden ser encaminados al desarrollo de un modelo del TRI bajo características y formas de integración de la propuesta, el seguimiento y la evaluación de sus resultados.

Literatura citada

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Recibido: Marzo de 2014; Aprobado: Septiembre de 2014

§ Autor para correspondencia: ffigueroa@eca.uson.mx.

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